Te ca Bo ma sq ch ue alc s d oe l Int as erl Lo om ma as s-L -La om He as rra de du Ch ra ap -Sa ul nt te a F pe e c
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ingredientes para unA buena relación
Cada relación es diferente, pero hay cosas que simplemente no pueden faltar.
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antener una relación no es cosa fácil; habrá altibajos y momentos en que nos resulte difícil tolerar al otro; sin embargo, tener presente algunas cosas puede ayudarnos a tener una relación más sana, satisfactoria y feliz. No existe receta para lograrlo, pero si hay ingredientes que son indispensables para una buena relación. Comunicación. Es mucho más que palabras, no se trata solo de hablar sino de que exista una verdadera comprensión del otro. Hacer el esfuerzo de entenderlo y ponerse en su lugar. Dialogar cuando surjan problemas para juntos hallar una solución. Aprender a escuchar lo que dice el otro y ser perceptivo también de aquello que comunica sin decir. Respeto. Sin esto no puede existir una relación sana. Más allá de cualquier conflicto, el respeto es fundamental. No siempre estaremos de acuerdo, pero la forma en que enfrentemos las diferencias determinará en buena medida la relación. La agresión nunca es la respuesta. Cualquier forma de abuso, físico, emocional o de otro tipo, es señal clara de una relación tóxica y es necesario poner un alto. Apoyo. No importa si se trata de problemas, de los obstáculos para alcanzar metas o de las tareas del hogar; saber que cuentas con tu pareja es fundamental. Valores y metas similares. Las diferencias pueden nutrir una relación; los intereses diversos, por ejemplo, nos ayudan a abrir la perspectiva a nuevas cosas. Sin embargo, los valores fundamentales de-
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ben ser compartidos. Hablamos de aquellas creencias que marcan nuestra forma de ver el mundo, así como las perspectivas que tenemos para el futuro. Si las diferencias son demasiadas, es difícil hacer funcionar la relación. Espacio. Es importante contar con momentos para nosotros mismos. Somos individuos y no debemos definirnos en función de nuestra pareja; tener intereses y actividades propias nos hace sentir más satisfechos con nosotros mismos y eso, sin duda, es bueno para la relación. Reciprocidad. La pareja es de dos y eso significa que ambos deben esforzarse en la misma medida por hacer que la relación funcione. Aceptación, respeto y todo lo demás deben ir en ambos sentidos. Constancia. No debemos dar por sentado a nuestra pareja. Una relación requiere trabajo constante y no importa si lleva dos semanas o diez años, es vital seguir cultivándola. Diversión. El buen humor y la risa son indispensables. A veces el estrés y las preocupaciones hacen que perdamos de vista las cosas buenas. Probar nuevas experiencias, explorar y en general, tratar de pasarla bien con nuestra pareja es clave.
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8 4 formas de relajarse en pareja Con el estilo de vida tan acelerado que vivimos a veces es necesario tomarse un respiro; qué mejor si aprovechamos esa búsqueda de relajación para fortalecer la relación con nuestra pareja.
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udy Ford, psicoterapeuta y autora del libro Every Day Love, afirma que el estrés afecta las relaciones más de lo que notamos. Estamos tan acostumbrados a vivir estresados, que ya ni siquiera percibimos los síntomas, el estrés se manifiesta aunque no nos demos cuenta e incluso se puede “contagiar”, perjudicando la relación. Es posible combatir el estrés en pareja. Ayudarse a desestresarse mutuamente mejorará la calidad de la relación, les ayudará a ser más felices y vivir más sanos. He aquí algunas ideas para que el estrés y las preocupaciones no dañen a tu relación. Masajes en pareja. Nada como un buen masaje para aliviar el estrés y olvidarse de las tensiones del día. Los masajes activan la circulación sanguínea, favorecen la respiración y ayudan a disipar las tensiones. Hacerlo en pareja no sólo hace la experiencia más gratificante, sino que puede fortalecer su conexión física y emocional. Ya sea que aprendan a masajearse mutuamente o que acudan a un spa para que los consientan, es una experiencia que les ayudará a compartir tiempo de calidad. Hacer ejercicio. El ejercicio en pareja es una gran decisión. No sólo puede resultar más motivador que hacerlo solo, sino que favorecerá su salud, producirá endorfinas que les brindarán placer y mejorará su
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vida sexual, entre otros beneficios. Quizá la parte difícil sea encontrar un deporte que les guste a ambos, pero vale la pena probar distintas cosas. Hagan pequeños rituales de relajación. Tal vez dedicar un rato de su día para compartir sus preocupaciones, reconfortarse y buscar soluciones. Probablemente ver una película para alejar de su mente lo que les perturba. O quizá poner música, desconectarse del mundo y compartir un rato de relajación. El punto es encontrar algo que funcione para ambos y les permita reencontrarse con ese balance y paz interior. Rían juntos. La risa es una de esas cosas que a menudo damos por sentado y no nos damos cuenta de su valor. Reír es una de las cosas más sanas en el mundo: entre sus beneficios están fortalecer el sistema inmunológico, estimular la producción de endorfinas, liberar tensiones, acelerar el metabolismo y hacer que nuestra piel luzca radiante. Además, nos ayuda a lidiar con los conflictos de mejor forma y, por supuesto, a combatir el estrés. En la pareja, la risa es una de las cualidades más apreciadas, pues ser capaces de reír y hacer reír favorece la intimidad y aumenta el atractivo,
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10 ¿Por qué no logro ahorrar? Ahorrar no es tan difícil; el secreto es hacer un plan.
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e vez en cuando, nos hacemos la resolución de ahorrar. Ya sea para darnos un gusto –ese viaje que anhelamos– o tal vez queramos tener un colchón para gastos que puedan surgir. Sea cual sea el caso, no resulta sencillo, pues no faltan imprevistos que nos hacen romper la alcancía. Si te has encontrado ante la dificultad de lograr un ahorro, quizá debas preguntarte si hay algo que podrías hacer de forma diferente. El error más común que nos impide ahorrar, es que no tenemos una estructura clara de nuestras finanzas y el dinero se nos va, por eso es importante tener un plan.
Sin embargo, para empezar a organizarnos, es necesario saber lo que tenemos. Lo primero que debemos averiguar es en qué se va el dinero; hacer una lista de los gastos a lo largo del mes es una buena forma de hacer este diagnóstico. Pregúntate por qué no te alcanza, analiza ¿cuál es la razón que no te deja ahorrar? También es necesario identificar las excusas que te estás dando para no lograrlo: “no me alcanza”, “tengo muchas deudas” o un simple “se me olvida”. Cada posible obstáculo, tiene solución, lo importante es darse cuenta hasta qué punto son pretextos. Intenta detectar esos pequeños gastos que, sumados, te pueden retribuir un ahorro. ¿Qué tal el café de las mañanas o la botana del medio día? Busca alternativas. Quizá puedas llevar tu café desde casa en un termo o puedas programarte llevar botanas más saludables que planees con antelación –algo que además de ayudar a tu bolsillo, puede beneficiar a tu salud–. Quizá no ganes suficiente –y necesitarás hacer algo para cambiar esto–, pero es posible empezar con poco ¿qué tal apartar 10 pesos diariamente? O separar primero el porcentaje de tu ahorro en cuanto el dinero llegue a tus manos. Establece un presupuesto, salda tus deudas, reduce gastos y asegúrate de que sea en lo esencial. No te decimos que renuncies a darte gustos, sólo que aprendas a utilizar el dinero de forma más inteligente. Para estimular el ahorro, una buena estrategia es establecerte metas. A menudo nos cuesta trabajo ahorrar porque no tenemos una motivación para hacerlo. Preferimos cumplir los caprichos del momento y luego nos quejamos porque no nos alcanza para lo que queremos. Establecer un objetivo te puede ayudar a motivarte en tu ahorro –y también conviene ponerle fecha–. Lo importante es aprender a ser disciplinado y hacernos el hábito.
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12 Tú y yo (y nuestras familias) La familia es el modelo en que basamos todas nuestras relaciones. ¿Cómo afecta tu familia a tu pareja?
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ran parte de nuestra identidad está dada por aquello que vivimos en la infancia, es en este primer grupo social donde aprendemos lo básico para interactuar con la gente y juega un papel fundamental en nuestra forma de ver y vivir el mundo; las relaciones de pareja no son la excepción. El éxito de una relación está dado por diversos factores, pero uno de los que quizá pasamos por alto es la forma en que nuestra familia ha influido en nuestra forma de vivir las relaciones. De forma inconsciente, han quedado grabadas en nuestra mente las enseñanzas sobre cómo interactuar en pareja; moldeamos nuestros comportamientos conforme a lo que vemos en casa: las muestras de afecto –o falta de ellas– si existe o no un diálogo, el manejo de las emociones y la forma en la que percibimos el amor. De acuerdo con un estudio del departamento de psicología del Macalester College, dirigido por Abigail E. Katowitz, más allá del estatus marital de los padres, lo que tiene mayor influencia en la calidad de nuestras relaciones es la forma de interactuar con nuestros padres. Un bajo grado de involucramiento así como la presencia constante de conflictos en el hogar son factores que pueden llevarnos a tener problemas para establecer relaciones sanas. El tipo de relaciones que tengamos estará determinado en gran medida por lo que hemos visto en nuestro entorno así como la relación que tengamos con nues-
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tra familia. Podemos replicar los modelos vistos, tal vez busquemos en nuestra pareja aquellas carencias que percibimos de nuestra infancia o quizá tengamos un empeño en alejarnos de lo vivido por lo que tenderemos a buscar lo opuesto. Un ejemplo de esta influencia es en el caso de la infidelidad; se ha visto que este antecedente puede hacer que las personas se vuelvan posesivas y desconfiadas con su pareja. El temor al rechazo y al abandono será una constante en su relación, lo que afectará la calidad de la misma. Así mismo, la doctora Ana Nogales, autora del libro Padres que engañan, señala que cerca de un 55% de los adultos que provienen de familias en las que hubo infidelidad, repiten el patrón. Aprendemos del ejemplo, es un hecho; sin embargo, es necesario ser consciente de que nuestros padres también son humanos y pueden estar repitiendo lo que aprendieron de sus propios padres. Es necesario darnos cuenta de lo que hemos aprendido y cómo lo estamos aplicando en nuestras relaciones. Solo entonces podremos romper los patrones.
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14 Test: ¿conoces bien a tu pareja? ¿Sabes todo de tu pareja? Hay detalles triviales y no tan triviales que quizá deberían conocer el uno del otro. Aquí les dejamos algunas preguntas para que se califiquen. Instrucciones: Doblen la hoja y respondan por separado lo que creen que contestaría el otro, así como tu propia respuesta; después comparen si acertaron. ¿Cuál es su color favorito?
¿Cuál es su color favorito?
El tuyo:
El tuyo:
El suyo:
El suyo:
¿Cuál es su comida favorita?
¿Cuál es su comida favorita?
La tuya:
La tuya:
La suya:
La suya:
¿Qué tipo de películas les gustan? ¿Cuál es su favorita?
¿Qué tipo de películas les gustan? ¿Cuál es su favorita?
La tuya:
La tuya:
La suya:
La suya:
¿Quién es su mejor amiga/o?
¿Quién es su mejor amiga/o?
La tuya:
El tuyo:
El suyo:
La suya:
¿Qué cosas les estresan?
¿Qué cosas les estresan?
A tí:
A tí:
A él:
A ella:
¿Cuál es su pasión?
¿Cuál es su pasión?
La tuya:
La tuya:
La suya:
La suya:
¿Cómo es su filosofía de vida?
¿Cómo es su filosofía de vida?
La tuya:
La tuya:
La suya:
La suya:
¿Qué lugar les gustaría conocer?
¿Qué lugar les gustaría conocer?
A tí:
A tí:
A él:
A ella:
¿Cuál sería su regalo ideal?
¿Cuál sería su regalo ideal?
El tuyo:
El tuyo:
El suyo:
El suyo:
Si no acertaron en muchas, no se preocupen, esta es una oportunidad para hacer más preguntas y conocerse mejor. Compártenos tu experiencia en f Revista SuperMujer con el hashtag: #testParejas
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