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MÚSICA
IRVING MANUEL ÍDOLO DE LA SALSA ROMÁNTICA AQUEL GÉNERO QUE LLEGÓ COMO PIDIENDO PERMISO AL MERENGUE FUE LA PLATAFORMA DE UNA CONSTELACIÓN DE ARTISTAS. EL ECO DE LA LLAMADA “SALSA BAÚL” RESUENA HOY POR LOS LADOS DE LA GUAIRA POR ÁNGEL MÉNDEZ @EPALECCS / FOTOGRAFÍAS ENRIQUE HERNÁNDEZ
Edición Número Ciento ochenta y seis. Año 04. ÉPALE CCS
Caracas, 10 de julio de 2016.
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Cuando la “salsa dura” decayó en América Latina fue la “salsa sensual”, romanticona, erótica o “monga” la que sacó la cara por el género. Los merengueros ocupaban todos los espacios bailables y radiofónicos con Wilfrido Vargas a la cabeza; le precedieron algunos alumnos suyos como Fernandito Villalona, Jossie Esteban, “Kinito” Méndez, Elvis Crespo, Sergio Vargas, Rubby Pérez y Bonny Cepeda, por señalar algunos. Me resisto a nombrar a Juan Luis Guerra porque ese es harina de otro costal, aunque hizo lo suyo con 4.40.
ver el calificativo con las nuevas versiones de boleros y baladas guardadas para ser utilizadas en otro momento. Lo cierto es que en nuestro país esa “salsa baúl” convive perfectamente con la “salsa dura”, que regresó para quedarse. Los nuevos intérpretes de nuestra salsa se desenvuelven perfectamente entre las dos variantes. Es el caso de quien nos ocupa: Irving Manuel, quien hoy celebra sus diez años en el pináculo de la salsa romántica.
Pues bien, ante esa muralla merenguera, que hizo quebrar a más de una orquesta en Nueva York y Puerto Rico, surgió, en primera instancia, lo que se insistió en llamar “salsa erótica”, con Lalo Rodríguez, Paquito Guzmán, Eddie Santiago, Jerry Rivera y Frankie y Viti Ruíz. Ellos, de manera abierta y sin mucho tapujo, reclamaban sexo en cada canción. Sus temas musicales lograron el anhelado “cuerpo a cuerpo” en el tumbao bailable, que no necesariamente tenía que ser bolero, pero pegadita iba la cosa y ellos eran los máximos exponentes.
Nació en el sector El Teleférico, allí mismo, por Macuto, un 12 de marzo de 1979. Un chamo metido en la música desde que tiene uso de razón. El mayor de tres hermanos y el único que escogió el pentagrama como sistema de vida.
Esa salsa, créanlo o no, también bajó de tono, porque lo del merengue no fue “perita en dulce”, aunque ambos géneros pudieron “vivir juntitos”. Pero todo tiene que ver con la irrupción de Juan Luis Guerra, que le puso color al merengue y ya era otra cosa. Sus canciones podían bailarse sin aquella retreta de metales que obligaban a mover los pies. Las parejas combinaban entonces esa música melosa, bautizada como “bachata”, con la “Lluvia” de Eddie Santiago o la conminación de “El Papá de la Salsa” a que la mujer se quedara en cueros, como Dios manda: “¡Denúdate mujer!”, luego de las muchas rosas regadas en el bello cuerpo por Paquito Guzmán. En nuestro país comenzó a penetrar con fuerza esa salsa romanticona, que no sé por cuál motivo se le comenzó a llamar “salsa baúl”. Imaginamos que tiene que
DE LA GUAIRA PARA EL MUNDO
“Nací músico y pienso que fue una decisión acertada. Mis padres me apoyaron y me lo tomé muy en serio, tanto que no fue sino hasta marzo de 2005 cuando decidí lanzarme como cantante”. Irving Manuel Matos Barrios, nombre completo de este joven salsero, a quien hoy por hoy se le considera uno de los máximos exponentes de la salsa romántica, acaba de lanzar su quinta producción para celebrar esos diez años ante el micrófono. —Digo que me preparé lentamente. A los 11 años comencé a estudiar música en la Escuela Pablo Castellanos, en La Guaira. Luego de eso terminé mi formación pianística con el maestro Gerry Weill. —¿Nunca fuiste cantante de planta? —No, lo mío fue siempre estar detrás… frente al piano. En esa posición jugué por muchos años y lo hice con gente ilustre como “Mandinga” Torres y su Star Band. Con él tuve la oportunidad de acompañar a Cheo Feliciano, Maelo Ruiz, Adalberto Santiago, Pupi Santiago… cantantes de muy alta
Caracas, 10 de julio de 2016.
factura, de los que aprendí muchísimo. Soy una esponja músical y no le pierdo vista a nada de lo que ocurra a mi alrededor. —¿Cómo te ha ido como cantante? —Muy bien. Ya tengo cinco producciones y la acogida ha sido a mi favor. En Colombia tengo un público numeroso y lo mismo puedo decir de México y Panamá. Ahora mismo estoy tratando de retomar el tiempo perdido en Perú, porque allá tuve un contratiempo. Llegaban mis canciones y las fusilaban con otros cantantes.
LA DÉCADA Son diez años como vocalista y el “chamo” Irving Manuel los está celebrando a lo grande. Amante de la salsa en general, se inventó una producción de festejo con todos sus aditamentos. Lo más importante es que se hizo acompañar de gente que, de una u otra manera, ha tenido que ver con su vida musical. “Fíjate que en el promocional, ‘Desde Cuando’, canto a dúo con uno de los salseros más queridos de Venezuela, como lo es Maelo Ruiz. Es un tema cargado de ritmo donde, además, se conjuga perfectamente el romance con una intensa letra e interpretación. Además de Maelo, logré que me acompañaran, entre otros, la novel Giselle Brito. Xavier Muñoz ‘Xavy’, reconocido por su carrera actoral. Rafael ‘Pollo’ Brito, el colombiano Christian Fernández, el puertorriqueño Édgar Daniel, quien hace gala de su potente voz y habilidad en las inspiraciones. ‘Nadie Sabe’ una de las favoritas en el repertorio, con Pupy Santiago. Ángel Vallenilla ‘Angelito’ y una versión extendida de ‘Enséñame’ con solos de piano, timbal, coros y soneos extras a dúo con el destacado Wilmer Lozano. Cierro la producción con el ‘Medley 10 Años’ con los panas J. J. Ruiz, Erick Franchesky, Anthony Capote y Willman Cano. ¿Que te parece?... ¡A celebrar!
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