8 de octubre de 2013
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El Heraldo Economía
Tabacaleras vigiladas con lupa por evasión fiscal Maribel R. Coronel
Aparte del llamado impuesto a la obesidad, que implicaría imponer en forma generalizada una contribución al Fisco por cada kilo de azúcar y todo tipo de endulzantes, gravando incluso a los edulcorantes, hay otra discusión que podría concretar un aumento del impuesto a las cajetillas de cigarro no considerado en la iniciativa original del Ejecutivo. Los cabilderos trabajan hoy a toda intensidad en el Congreso en defensa de las industrias que se sienten atacadas: la refresquera, la de alimentos industrializados, la tequilera y del alcohol en general; y por supuesto los que no dejan de insistir en su favor son los de la industria tabacalera. Pero aún está por definirse de dónde salen más contribuciones. En particular en torno al combate del tabaquismo, que tiene un objetivo sí recaudatorio pero sobretodo en pro de la salud pública, los legisladores trabajan en varios carriles. Por un lado la presidenta de la Comisión de Salud del Senado, Maki Esther Ortiz, impulsa su iniciativa para una Ley General del Control del Tabaco, para hacer obligatorias a nivel nacional las normas de ambientes libres de humo, control de publicidad y patrocinio, y mayores advertencias sanitarias. Sobre ello la semana pasada organizó un Foro donde participaron legisladores, autoridades, líderes de opinión nacionales e internacionales, investigadores y sociedad civil. Asimismo, está el impulso de quienes tanto en Senado como en Diputados buscan que en la reforma hacendaria presentada por el Ejecutivo se incluya un aumento de dos pesos por cajetilla al impuesto al tabaco, de modo que se logre una reforma antitabaquismo integral, de prevención en jóvenes y también recaudatoria. DEBERÁN INCLUIR CÓDIGOS EN CAJETILLAS
Pero hay otro punto interesante que casi no se sabe: en la Ley de Ingresos del presidente Peña Nieto está un énfasis fiscalizador para las tabacaleras. Se les impone la obligación de incluir códigos de seguridad en las cajetillas a fin de tener control en los procesos de producción, distribución y venta al consumidor final, es decir, para asegurar trazabilidad (transparencia en todo el proceso). Se menciona que el objetivo es para evitar el contrabando y la venta ilegal de cigarros, pero la realidad es que el mayor interés del Gobierno es tener mayor vigilancia sobre lo que verdaderamente venden las tabacaleras. Y es que se ha acrecentado la sospecha de posible evasión fiscal de parte de esta industria. De hecho, la Auditoría Superior de la Federación hizo una fuerte recomendación este año al Sistema de Administración Tributaria (SAT) que lleva Aristóteles Núñez, para poner foco en las auditorías a empresas del tabaco. La gente de ASF reportó este año en su informe de la Cuenta Pública 2011 elementos que llevan a pensar que las empresas sobredimensionan sus pérdidas para contribuir menos al Fisco. Hubo un caso inclusive de una empresa que conforme a lo reportado habría tenido pérdidas que representan más de dos veces su capital social, lo que, de ser cierto, implicaría la quiebra y causal para disolver dicha sociedad; y evidentemente ninguna tabacalera ha quebrado, de modo que es dudoso que hayan tenido tal tamaño de pérdidas. La ASF no mencionó nombres, pero el presidente de la Fundación Internacional del Corazón (FIC),Erick Antonio Ochoa, estima que se trata de British American Tobacco (BAT). Las organizaciones antitabaco en general consideran incluso que si la recaudación por venta de cigarrillos subió en el 2012 y este año sigue subiendo, pudiera deberse más por el aumento del consumo, y no tanto por el nuevo impuesto al tabaco. De 2012 a la fecha (cuando se empezó a implementar dicho impuesto) la recaudación por venta de cigarrillos habrá aumentado 27 por ciento. Hasta el momento, el SAT no ha dicho nada sobre el tema, pero en el Senado hubo un punto de acuerdo impulsado por el senador Salvador López Brito para exhortar al SAT a hacer caso a la ASF. Se entiende que la respuesta a esto está en el código de seguridad en cajetillas que mencionamos para transparentar los números de venta de cigarrillos. @maribelrcoronel mrcoronel@eleconomista.com.mx
Malas decisiones financieraspor identificación de falsos patrones Raúl Martínez Solares
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Todos los significados que conocemos dependen de la llave de nuestra interpretación”. George Eliot, escritora británica. Nuestros cerebros están diseñados para buscar patrones que nos son familiares. En el caso de los rostros, en el lóbulo temporal se aloja la parte que nos permite analizar y reconocer a personas, así las hayamos visto una sola vez. Por eso tendemos a ver rostros de personas o figuras que nos son significativas en nubes, en cortezas de árboles o en panes tostados. En el caso de sonidos, ésa es la razón por la cual cuando escuchamos una cierta canción en reversa creemos que claramente identificamos mensajes ocultos; porque nuestro cerebro trata de encontrar un significado reconocible en lo que escucha. Ello ocurre también muchas de las veces que creemos encontrar patrones numéricos coincidentes (aunque ahí sí existen patrones reales muy concretos, por ejemplo: la sucesión de Fibonacci). A este fenómeno se le llama -en una muy libre traducción del término en ingléspatronización (patternicity) y de acuerdo con un artículo publicado en la revista Scientific American por el escritor de temas científicos Michael Shermer, se vincula con el fenómeno de aprendizaje por asociación que nos permitió como especie aprender de experiencias pasadas para enfrentar nuevas experiencias. El cerebro reconoce situaciones similares y rellena los faltantes de información o la interpreta con base en cosas que sí conoce y que cree que puede aplicar en esta nueva situación. Y esta tendencia se manifiesta cuando tomamos cualquier decisión, incluidas las financieras. Efecto en las finanzas
El problema es que este proceso no es siempre confiable. Así como nuestro cerebro nos puede llevar a ver la cara de un santo religioso en una papa, podemos engañarnos al ver ciertas señales del entorno económico o financiero que nos hacen tomar decisiones que muy probablemente son las equivocadas. Piense, por ejemplo, si conoce a alguien que cada señal económica o política que ve la interpreta como un indicio de una inminente devaluación. Sin importar que se equivoque, cada nueva señal la interpretará en el mismo sentido. Y si hay una variación coyuntural de la moneda, le servirá para reafirmar su creencia en el patrón sin importar que antes se haya equivocado o que en unos días el tipo de cambio vuelva al nivel previo. En el mercado bursátil este fenómeno es frecuente. Incluso personas que suponemos que por su experiencia profesional tienen mejor información interpretan frecuentemente sucesiones de datos como patrones establecidos y confiables de que algo ocurrirá en el mercado, siendo con frecuencia esas suposiciones interpretaciones forzadas sobre un patrón específico. La única manera de combatir este sesgo es, como en otros casos, mantener un proceso de decisión con un adecuado cuestionamiento de supuestos, sin que nos lleve a la inmovilidad. Se trata de que analicemos la información, la contrastemos y reconozcamos su verdadera valía o el grado de incertidumbre que representa. No es malo tomar decisiones con ?un cierto nivel de riesgo, el problema es que se tomen pensando que no corremos ninguno; porque ello sí puede llevarnos a situaciones donde comprometamos seriamente nuestro patrimonio familiar. La número 100
Ésta es mi columna número 100. Ha sido una gran experiencia y reto tratar de encontrar semanalmente temas que sean interesantes, que tengan un fundamento real y científico y que puedan ser expresadas de forma que sean útiles y entendibles para apoyar las decisiones económicas y financieras de las personas. Espero haber logrado esto en por lo menos 51 de estas colaboraciones y que pueda seguir haciéndolo en el futuro. Gracias a los lectores y a El Economista por permitirme divulgar la importancia de la conducta en las decisiones financieras. @martinezsolares director_general@mb.com.mx
Regios fracasan en México, pero triunfan en Norteamérica México
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uando la regia IDZ Technologies inten tó vender sus cajas de herramientas automatizadas en México fue ignorada, pero en Estados Unidos ha tenido tal éxito, que se ha convertido en proveedora de la Fuerza Aérea Norteamericana. En ese país, sus productos resultaron exitosos, pues evitan accidentes y la pérdida de herramientas por parte de los trabajadores. “Al principio ni nos hacían caso en México, ahora que estamos acá (en Estados Unidos), nos buscan, nos hablan hasta en inglés”, dijo Héctor Gómez, director comercial de la firma. Sus cajas de herramientas se diferencian de otras, al contar con una tarjeta que lleva el control de todos los instrumentos, cada pieza que toman los trabajadores queda registrada en el sistema a nombre de quién abrió la caja y queda consignada al usuario hasta que la regrese. Otra de las ventajas que ofrece el producto de IDZ Technologies, es que lleva un conteo del uso de las he-
MEXICO.- IDZ Technologies intentó vender sus cajas de herramientas automatizadas en México, pero fue ignorada, sin embargo en Estados Unidos ha tenido tal éxito, que se ha convertido en proveedora de la Fuerza Aérea Norteamericana. rramientas que permite saber que tan deterioradas están para proceder a su reemplazo, explicó el directivo. Gómez señaló que la fabricación de las cajas de herramientas se realiza en San Antonio, Texas. “Somos una pequeña em-
presa, pero en crecimiento, la investigación y desarrollo está en Monterrey, aunque la comercialización la centramos en Estados Unidos, pero ya estamos regresando a México, toda nuestra tecnología fue hecha en Monterrey, está patentada en todo el mundo”,
explicó el ejecutivo. La empresa vende unas 30 unidades por mes y el precio promedio de cada caja de herramientas es de 20 mil dólares. El directivo señaló que sólo tiene dos competidores en el mundo, ambos de origen norteamericano.
«Shutdown» daña credibilidad, dice el diario Financial Times Estados
Unidos
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e dice que EU puede permitirse el lujo de una convulsión doméstica de vez en cuando. Pero casi una semana después de cerrar su gobierno, la presencia global de la nación ya ha sufrido un golpe. El presidente Barack Obama tuvo que cancelar una importante visita comercial a Asia esta semana debido a la crisis. La logística la hubiera hundido de todos modos, todos menos uno de sus planificadores se han regresado a casa. Todos los demás, incluso Xi Jinping, presidente de China, están participando en la cumbre de Bali. La ausencia del Sr. Obama planteará más dudas sobre su giro hacia Asia. Igualmente, los negociadores de EU en la segunda ronda de conversaciones comerciales del Atlántico con la Unión Europea de esta semana fueron designados “no esenciales.” Las conversaciones de Bruselas también han sido pospuestas hasta nuevo aviso. Y pensemos un momento en la Reserva Federal de EU, donde un adverbio mal encajado puede desencadenar ciclones mercantiles alrededor del mundo. Todos menos tres estadísticos estadounidenses han tenido que regresar a casa. El informe del viernes sobre el empleo quedó en blanco, como quedarán otras publicaciones claves de datos hasta que vuelva a abrir el gobierno. La Reserva Federal está funcionado parcialmente a ciegas. ¿Cómo lucirán las cosas en 10 días? Dos cosas están cambiando la forma en que el mundo ve a EU. Primero, las travesuras de Washington cada día parecen más cómo van a ser las cosas. La reelección de Obama cambió poco. Los once meses de su mandato han sido tragados por la crisis fiscal, como lo fueron los dos años anteriores. La parálisis lo cubre todo, desde la reforma de la inmigración hasta el control de las armas. Cualquier trato de última hora para detener un incumplimiento en las próximas dos semanas, realmente sólo puede posponer la crisis por unos meses. Los republicanos han ofrecido reabrir el gobierno hasta el 15
Estados Unidos.- EU puede permitirse el lujo de una convulsión doméstica de vez en cuando. Pero casi una semanadespués de cerrar su gobierno, la presencia global de la nación ya ha sufrido un golpe de noviembre para dar tiempo a organizar conversaciones, un plazo improbablemente corto. Pero las batallas fiscales de Washington seguramente van a continuar. Y el intervalo entre ellas se está volviendo más corto. La esperanza entre los acreedores extranjeros de EU es que el Partido Republicano recuperará el sentido al perder la Cámara de Representantes. Sin embargo, la próxima elección del Congreso tendrá lugar en más de un año. Y dada su gran mayoría, una pérdida Republicana del control es algo remoto. Además, los distritos más vulnerables del partido están en manos de los moderados. Cualquier pérdida de escaños afianzaría la garra del Tea Party. La perspectiva inquietante es que la crisis continuará hasta que Obama deje el cargo, y posiblemente más allá. Los republicanos del Tea Party derivan su intransigencia de los distritos asegurados por la práctica de “gerrymandering” (la manipulación de una circunscripción electoral), mayormente en el sur. Pero la próxima redistribución de distritos no tendrá lugar hasta el 2020, en un plazo de tres elecciones. No hay garantías de que será menos parcial que el
último. En segundo lugar, los ataques de histeria domésticos de EU le están haciendo daño en el extranjero. Por supuesto, el poder duro del país puede aguantar un tiempo de gobierno cerrado, como lo demuestran las redadas este fin de semana contra sospechosos militantes islámicos en África. No importa lo que pase en el Capitolio, EU puede darse el lujo de darles servicio a sus deudas y financiar 12 portaaviones, lo cual son 10 más que cualquier otro país. Pero estas tandas se están volviendo más frecuentes. Y el poder blando de EU –su habilidad de persuadir y dirigir con el ejemplo– se está empañando. Si hubiera un incumplimiento, el daño se extendería a los activos tangibles estadounidenses, comenzando con su habilidad para utilizar el dinero mundial prácticamente gratis. Sigue siendo improbable que la bomba del incumplimiento se vaya a disparar. La mayoría asume que la cordura prevalecerá a última hora. Pero el mundo se está acostumbrando a ver a EU como un dispositivo sospechoso. Aunque es más difícil de medir, las repetidas convulsiones de Washington también acarrean una consecuencia diplomática. Eventos recientes subrayan que el Con-
greso será un participante separado en las conversaciones nucleares de Obama con Irán. El mes pasado, el Congreso dañó la reputación de Obama en el Medio Oriente poniendo en claro que no autorizaría ataques contra el régimen sirio. Obama se salvó de un humillante revés gracias a Vladimir Putin de Rusia. Pero el Congreso sigue siendo impredecible. No hay más garantías que el Capitolio daría luz verde a debilitar las sanciones sobre Irán, por ejemplo, que aprobaría el uso de la fuerza. De cualquier manera, la mano de Obama se ha debilitado antes de que empiecen las conversaciones. La credibilidad americana en sus iniciativas comerciales en el Pacífico y el Atlántico también ha sido socavada. Cualquier acuerdo dependería de la renovación de la “autoridad de promoción comercial” del presidente que limita al Congreso a un voto de todo o nada. Nadie sabe si Obama puede obtener su reautorización. Desde la semana pasada, cualquiera que llame por teléfono a la Casa Blanca oye la siguiente grabación: “Nos disculpamos por el lapso en financiamiento federal, no podemos tomar esta llamada.” Toma algún tiempo olvidar este tipo de mensaje.