Pioneros de la Arquitectura Moderna Española 3.

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PROGRAMA DETALLADO DEL CONGRESO. ÍNDICE DE LECTURA DE COMUNICACIONES Y DEBATES DETAILED CONGRESS PROGRAMME. INDEX OF COMMUNICATIONS AND DEBATES 20 DE MAYO/ 20 MAY ACTO INAUGURAL · OPENING CEREMONY Javier Martín

Subdirector General de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento Sub-Director General of Architecture, Housing and Land, Ministry of Development Teresa Couceiro

Directora de la Fundación Alejandro de la Sota. Dirección y coordinación del III Congreso Director, Alejandro de la Sota Foundation. 3rd Congress management and organisation LECTURA DE COMUNICACIONES · COMMUNICATIONS

012

EL CONCURSO PARA LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA CIUDAD UNIVERSITARIA DE PEDRALBES. LA PROPUESTA DE JOSEP MARÍA SOSTRES: DEL CAMPUS A UNA IDEA DE CIUDAD. THE COMPETITION FOR THE UNIVERSITY OF BARCELONA SCIENCES FACULTY ON THE PEDRALBES CAMPUS. THE JOSEP MARIA SOSTRES PROPOSAL: CAMPUS AND CITY. Berta Bardí i Milà, Rafael Díez Barreñada y Daniel García-Escudero. UPC

032

LAS NUEVAS REGLAS DEL JUEGO: DEL NUEVO CHAMARTÍN AL SANTIAGO BERNABÉU. NEW RULES OF THE GAME: FROM NEW CHAMARTÍN TO SANTIAGO BERNABÉU Antonio José Cidoncha Pérez. U. Navarra

052

EL CLUB NÁUTICO DOS MARES DE ANTONI BONET. ECOS DE UN PAISAJE PRETÉRITO. ANTONI BONET’S DOS MARES SAILING CLUB. ECHOES OF A PAST LANDSCAPE José Parra Martínez. U. Alicante DEBATE CON AUTORES · DEBATE WITH AUTHORS

076

Artículo sobre el debate · Article about the debate UNA ARQUITECTURA ENTRE EL OPTIMISMO Y LA GUERRILLA ARCHITECTURE MIDWAY BETWEEN OPTIMISM AND GUERILLA WARFARE Santiago de Molina

LECTURA DE COMUNICACIONES · COMMUNICATIONS

080

LA CAPILLA DEL PADRE LLANOS DE SÁENZ DE OÍZA. LA TRANSUSTANCIACIÓN ESPACIO-MATERIA. THE CHAPEL OF FATHER LLANOS BY SÁENZ DE OÍZA. THE SPACE-MATTER TRANSUBSTANTIATION. Francisco Felipe Muñoz Carabias. U. Alfonso X El Sabio

096

UN LUGAR PARA LA VIDA. ALEJANDRO DE LA SOTA: CASAS EN LA BAHÍA DE ALCUDIA. A SITE FOR LIFE. ALEJANDRO DE LA SOTA: HOUSINGS AT THE BAY OF ALCUDIA Ana Pascual Rubio. UPV

114

LA IGLESIA PARROQUIAL DE CANFRANC, MIGUEL FISAC. MEMORIA Y MATERIA DEL LUGAR. PARISH CHURCH OF CANFRANC BY MIGUEL FISAC. MEMORY AND MATTER OF THE PLACE. Jaime Magén Pardo. U. Zaragoza DEBATE CON AUTORES · DEBATE WITH AUTHORS

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Artículo sobre el debate · Article about the debate ECOS DE LOS MAESTROS: LA BÚSQUEDA DE LO ESENCIAL ECHOES OF TEACHERS: THE SEARCH FOR THE ESSENTIAL Carlos Labarta


21 DE MAYO/ 21 MAY

LECTURA DE COMUNICACIONES · COMMUNICATIONS

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MODERNIDAD EMPÍRICA: EL INSTITUTO LABORAL DE SABIÑÁNIGO. EMPIRIC MODERN: SABIÑANIGO LABOR INSTITUTE José Antonio Alfaro Lera. U. Zaragoza

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EL COLEGIO DE LOS SAGRADOS CORAZONES EN TORRELAVEGA THE SACRED HEARTS SCHOOL IN TORRELAVEGA Miriam Ruiz Íñigo. U. Valladolid

168

DE FOCAS, LIEBRES Y GATOS. APROXIMACIONES AL PROYECTO DE LA CENTRAL LECHERA CLESA DE ALEJANDRO DE LA SOTA DESDE UNA DIALÉCTICA ENTRE LO INDUSTRIAL Y LO HUMANO. APPROACHES TO THE PROJECT CENTRAL LECHERA CLESA OF ALEJANDRO DE LA SOTA, A DIALECTIC BETWEEN THE INDUSTRIAL AND THE HUMAN SCALE. Alfredo Baladrón Carrizo. UPM DEBATE CON AUTORES · DEBATE WITH AUTHORS

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Artículo sobre el debate · Article about the debate LOS LÍMITES DE LA EXPRESIÓN THE LIMITS OF EXPRESSION David Cohn

LECTURA DE COMUNICACIONES · COMMUNICATIONS

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FÁBRICA MONKY. LA ARQUITECTURA DE UN ESCAPARATE INDUSTRIAL MONKY FACTORY. THE ARCHITECTURE BEHIND AN INDUSTRIAL WINDOW. David Resano Resano. U. de Piura, Perú

208

LA CASA CABRERO EN PUERTA DE HIERRO. CONSTRUCCIÓN DESNUDA Y NATURALEZA. CABRERO HOUSE IN PUERTA DE HIERRO. NAKED CONSTRUCTION AND NATURE. Rodrigo Pemjean, Carmen Martínez Arroyo y Enrique Delgado. UPM

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VIVIENDA UNIFAMILIAR EN COLLADO MEDIANO DE ALEJANDRO DE LA SOTA. DETACHED HOUSE IN COLLADO MEDIANO BY ALEJANDRO DE LA SOTA Miguel Varela de Ugarte. U. A Coruña DEBATE CON AUTORES · DEBATE WITH AUTHORS

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Artículo sobre el debate · Article about the debate SOBRE EL CUARTO MÓDULO DE PONENCIAS: APRECIAR LAS OBRAS DESDE DENTRO MODULE FOUR: APPRECIATING ARCHITECTURE FROM WITHIN Cristina Gastón Guirao


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Las nuevas reglas del juego: del Nuevo Chamartín al Santiago Bernabéu New rules of the game: from New Chamartín to Santiago Bernabéu Antonio José Cidoncha Pérez Profesor del Departamento de Proyectos Universidad de Navarra, Pamplona, España.

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I I I C O N G R E S O N A C I O N A L P I O N E R O S D E L A A R Q U I T E C T U R A M O D E R N A E S PA Ñ O L A : A N Á L I S I S C R Í T I C O D E U N A O B R A

Resumen: Cuando en 1929, como resultado del famoso concurso internacional para la reforma y ampliación de Madrid, el equipo formado por Secundino Zuazo y Hermann Jansen proyecta el trazado de prolongación del Paseo de la Castellana hacia el norte, no es consciente de la importancia que cobraba entre la sociedad madrileña un estadio de fútbol tangencial al nuevo paseo. En 1925, el Real Madrid ocupa unos terrenos en Chamartín de la Rosa para establecer la primera sede representativa de la historia del club. Este humilde estadio de aire inglés a través de sucesivas ampliaciones se convierte antes del comienzo de la guerra civil en un recinto capaz de albergar a cerca de 30000 espectadores. Con la llegada al poder de Franco, las experiencias recientes de regímenes italianos y alemanes otorgaron al estadio un insospechado protagonismo dentro del plan de reconstrucción de Madrid. En este caso con Pedro Bidagor como encargado de la redacción del plan de ampliación de la Avenida del Generalísimo, se confirmaron parte de las ambiciones e intereses plasmados en el plan de reconstrucción de Madrid, y que informes de la JONS y las FET habían secundado, en los que un nuevo estadio, el nuevo Chamartín, iba a pasar a ser “el gran estadio Nacional”. Gestiones administrativas y económicas facilitaron el traspaso de terrenos necesarios para la nueva posición del estadio, ahora paralelo a la nueva avenida. La convocatoria de un concurso ejemplar dio como ganadores a Manuel Muñoz Monasterio y Luis Alemany Soler, que proyectaron un recinto sin precedentes hasta la fecha en España, y cuya decoración atendía directamente a la voluntad de Bidagor de dotar de una nueva fachada a la ciudad de Madrid, símbolo de la unidad de la nación. Esta construcción no hizo sino acrecentar al auge que el deporte experimentó en los años de la postguerra, en el que tuvo un papel determinante fomentando la cultura de la evasión. La proyección del propio club fue también paralela hasta tal punto que en 1953, su triunfo en la Copa de Europa lo sitúa en una posición privilegiada en la escena internacional. Este hecho lleva a sus dirigentes a proyectar una ampliación que encargan a los mismos arquitectos, que escogen, amparados por el pujante ingeniero Carlos Fernández Casado, otorgar una imagen plenamente contemporánea al nuevo graderío, confiando en la expresividad de su estructura como protagonista de una imagen con voluntad de trascender su carácter infraestructural. Palabras clave: Madrid, Castellana, Estadio, Chamartín, Bernabéu

Abstract: When in 1929, on the occasion of the famous international competition to reform and enlarge Madrid, Secundino Zuazo and Hermann Jansen extended Castellana Boulevard northward, they were oblivious to the importance attached by Madrilenian society to a football stadium located tangentially to the new boulevard. In 1925, Real Madrid had acquired property in a nearby quarter to build the first representative venue in its history. By the onset of the Spanish Civil War thanks to a series of enlargements, that modest English-looking stadium was to be able to accommodate audiences of nearly 30 000. Franco’s rise to power and the concomitant application of the experience of the Italian and German regimes vested the stadium with an unexpected leading role in the plan to rebuild Madrid. With Pedro Bidagor in charge of the drafting, the expansion programme for ‘Generalísimo’ Avenue confirmed part of the ambitions and interests set out in the plan to rebuild Madrid, seconded by JONS and FET (political parties that supported the regime), whereby a new facility, the ‘new Chamartín’ was to become the country’s ‘grand national stadium’. Administrative and financial operations facilitated the assignment of the land needed to relocate the stadium parallel to the new avenue. The exemplary competition called to that purpose was won by Manuel Muñoz Monasterio and Luis Alemany Soler. Their design for the facility was unprecedented in Spain, with a decorative style that fed directly into Bidagor’s determination to endow Madrid with a new façade, symbolising the nation’s unity. The new venue fuelled the rapid growth of the popularity of sport in the post-war period, during which it played a decisive role in furthering the culture of escapism. The club’s visibility grew in parallel, culminating in 1953 with a victory in the Europe Cup that afforded it international repute. That triumph led its managers to plan an enlargement commissioned from the same architects. Backed by up-and-coming engineer Carlos Fernández Casado, they chose to endow the new stands with a wholly contemporary countenance, relying on the expressiveness of its structure to spearhead the portrayal of an image determined to transcend its infrastructural boundaries. Key words: Madrid, Castellana, Stadium, Chamartín, Bernabéu 33


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Comienzos del siglo XX en Madrid. Arquitectura, deporte y sociedad Desde mayo de 1901 hay referencias de partidos disputados en el Campo de la Estrada1 por el embrión de lo que a la postre pasaría a llamarse Madrid Foot Ball Club2. El devenir del club en años posteriores tuvo un carácter nómada, en busca de mejores condiciones para la disputa del deporte, como las que ofreció el Campo del Hipódromo, sede de las primeras Copas del Rey. En 1910, el club muda su sede al campo de O´Donnell, y aun con la ampliación y mejora a mediados de la década de las instalaciones de este precario recinto, unos años más tarde la directiva decide alquilar el Velódromo de la Ciudad Lineal. Con terrenos de hierba y a pesar de disponer de 8.000 localidades, el estadio se reveló insuficiente en poco tiempo3, por lo que el Real Madrid adquirió unos terrenos en Chamartín de la Rosa para construir un nuevo estadio. El 17 de mayo de 19244 el estadio de Chamartín, obra del arquitecto y antiguo jugador del club José María Castell5, pasó a ser la primera sede representativa en la historia del club. (FIG1-2) Estrechamente relacionada con el proceso de industrialización, la presencia pública de las primeras sociedades deportivas fue una constante en las capitales españolas a comienzos del siglo XX6. La aparición de estos “vacíos” en la trama urbana, escenarios de uso esporádico y con altas exigencias en su necesidades infraestructurales, condicionaron de manera inevitable los nuevos desarrollos, y su popularidad y capacidad para congregar a las masas no pasó inadvertida para los estamentos políticos, pasando como veremos, a convertirse en ocasiones en matices esenciales de los proyectos de paisaje urbano que se emprendieron en las primeras décadas del siglo XX. En 1929, el Ayuntamiento de Madrid anuncia un concurso internacional para ordenar el crecimiento urbano de Madrid. Aunque la principal inquietud del consistorio fue la de planificar la intervención en el degradado casco histórico y, sobre todo, fomentar la vivienda social en un entorno preocupado por el incremento demográfico, en las bases del concurso se plantea como idea fundamental valorar el eje Castellana como pieza vertebradora del crecimiento futuro de la capital. Los ganadores, el equipo formado por Hermann Jansen y Secundino Zuazo, se destacaron con un proyecto de gran solvencia ya desglosado y analizado en profundidad por voces acreditadas como Carlos Sambricio y Lilia Maure7. Conviene detenerse no obstante en el estudio de detalle que realizan los arquitectos sobre la prolongación de la Castellana para notar una notable ausencia, el ya citado estadio de Chamartín (FIG3). Son varios los motivos por los que destaca el olvido del popular estadio en los trazados de una personalidad tan conocedora de la capital como Zuazo, que quizás no hagan más que evidenciar que efectivamente fue en el desarrollo del proyecto de ampliación de la Castellana donde Jansen tuvo un papel más determinante. Por un lado, como relata una María José Muñoz8, el Ayuntamiento de Madrid fig1-2. Estadio de Chamartín. (Foto: Centro de documentación del Real Madrid. Fundación Real Madrid) Chamartín Stadium (photograph: Real Madrid Document Centre, Fundación Real Madrid)

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Early twentieth century in Madrid: architecture, sport and society The earliest references to matches held at Estrada1 Field by the embryo of what would later be known as Madrid Football Club2 (and after 1920 ‘Real Madrid Fútbol Club’) date back to May 1901. The club’s nomadic existence in the years following was informed by its pursuit of better playing conditions, such as at the Racecourse Field, home to the initial King’s Cup championships. In 1910 it moved to O´Donnell Field. Despite the mid-decade enlargement and improvements made in this precarious facility, however, a few years later the club’s management decided to lease the cycle track in Ciudad Lineal quarter. Although it had a grass pitch and was able to seat 8000, that stadium also soon proved to be insufficient3, prompting Real Madrid to purchase property in another quarter, Chamartín de la Rosa, on which to build a wholly new facility. On 17 May 19244, Chamartín Stadium, authored by architect and former club player José María Castell5, became the first representative venue in the club’s history (FIG 1-2). Closely associated with industrialisation, the presence and public awareness of sporting societies and their respective facilities was a constant in Spain’s major cities in the early twentieth century6. The appearance of these ‘voids’ in the urban fabric, areas sporadically used and with high infrastructural demands, inevitably conditioned further urban development. Their popularity and capacity to draw and accommodate large crowds were not lost on political circles. As discussed below, on occasion they were used to fundamentally nuance the cityscape planning undertaken in the early years of the twentieth century. In 1929, Madrid’s municipal government announced an international competition to plan urban growth. Although the government’s primary concern was to programme intervention in the deteriorating historic quarter and especially to promote social housing in a period of increasing demographic pressure, the competition rules specified that one of the basic considerations was that Castellana Boulevard would be the backbone for the capital’s future expansion. The winners, Hermann Jansen and Secundino Zuazo, submitted a very well-founded design, according to later in-depth analyses by authorities of the stature of Carlos Sambricio and Lilia Maure7. The aforementioned Chamartín Stadium was surprisingly omitted from the detail (FIG 3) in the architects’ study for the extension of ‘La Castellana’, however. The omission of such a popular stadium from the layouts of a professional so familiar with the capital city as Zuazo may support the hypothesis to the effect that Jansen’s most predominant role in the project was in detailing the design for extending ‘La Castellana’. On the one hand, as María José Muñoz8 noted, the municipal government provided the participants with ample documentary background on the city’s status quo. Foremost among these documents were aerial photographs, in which the racecourse and the stadium were perhaps the most readily identifiable elements at the end of the boulevard. Moreover, both the sketch and the detailed study for the Zuazo-Jansen plan included a prominent

fig3. (Izq) Hermann Jansen. Estudio para la ordenación de la extensión de Madrid. Plano original de la Plansammlug del Kunntwissenchaft Intitut de la T.U. de Berlín, 1929. Reproducido en SAMBRICIO, C. (ed.) Madrid y sus anhelos urbanísticos. Memorias inéditas de Secundino Zuazo. Madrid, 2003. (Der) Secundino Zuazo y Hermann Jansen. Concurso de 1929, ordenación de la Extensión de Madrid, croquis de la zona verde. Reproducido en SAMBRICIO, C. (ed.) Madrid y sus anhelos urbanísticos. Memorias inéditas de Secundino Zuazo. Madrid, 2003. (left) Hermann Jansen. Estudio para la ordenación de la extensión de Madrid [study for Madrid’s orderly expansion]. Original drawing from the Kunstwissenschaft Institut collection, T.U. Berlin, 1929, reproduced in: SAMBRICIO, C. (ed.) Madrid y sus anhelos urbanísticos. Memorias inéditas de Secundino Zuazo. Madrid, 2003; (right) Secundino Zuazo and Hermann Jansen: 1929 competition, Madrid’s orderly expansion, sketch for green belt. 35


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impulsó una extensa labor de documentación para que los participantes al concurso tuvieran una noción clara del estado de la capital. Entre toda ella destacan las imágenes aéreas, en la que el hipódromo y el estadio son quizá las entidades más reconocibles del final del antiguo paseo. Por otro lado, llama la atención como tanto a nivel de croquis como en el estudio detallado del plan, aparecen con un enorme protagonismo una gran Sala de conciertos sinfónicos y el Kursal y Sala de Exposiciones. Situados de manera simétrica con respecto al eje de la prolongación y a una altura muy similar a la que en ese momento ocupaba el estadio, estas dos edificaciones articulaban las dos nuevas arterias verdes que dividían de manera cartesiana en cuatro la ampliación norte de la capital. El estadio en ningún caso había sido contemplado o reubicado, no así como el hipódromo o la plaza de toros, sin embargo, se disponía de manera evidente un nuevo foco cultural de la capital en esa ubicación.

La prolongación de la Avenida del Generalísimo La guerra civil paralizó el proceso iniciado en 1929 y, como no podía ser de otra manera, sus dramáticas consecuencias en Madrid permutaron los anhelos de crecimiento hacia la urgencia de la reconstrucción. A partir de 1939 son varios los planes que se proponen para continuar con la actualización del urbanismo Madrileño9. Sin embargo, tras la llegada al poder de Francisco Franco, es un joven arquitecto licenciado en 1931 y que había colaborado posteriormente en el estudio de Secundino Zuazo el que pasa a cobrar especial importancia. Pedro Bidagor había sido, como señala Fernando Terán10, uno de los arquitectos que en los años de guerra participa, dentro de la Confederación Nacional del Trabajo, en la elaboración de un proyecto de posible Madrid el cual se desarrolló a partir de 1939, cuando fue nombrado Jefe de la Sección de Urbanismo de la Dirección General de Arquitectura. Bidagor asume los trabajos recientes sobre el urbanismo madrileño, ya que de hecho su colaboración con Zuazo lo convertía en un gran conocedor de los mismos. Sin embargo, desde el principio entiende que la Reconstrucción de Madrid no puede consistir simplemente en reedificar lo destruido11. Una vez más, la investigación sobre el “cómo” ha tenido ya páginas que acreditan una serie de posibles influencias directas e indirectas12, y sobre todas ellas vuelve a aparecer la figura de Hermann Jansen, el arquitecto que concibió el proyecto de la Südstadt, profesor de urbanismo de Speer, y del que tuvo conocimiento directo Bidagor a través del estudio de Zuazo. (FIG4) La prolongación de la Castellana, nombrada entonces Avenida del Generalísimo, vuelve a ser objeto de una especial intensidad teniendo de nuevo especialmente presente el proyecto de Suazo-

fig4. Trazado de la Sudstadt. Prolongación de la Avenida del Generalísimo. (Foto: Centro de documentación del Real Madrid. Fundación Real Madrid, autor T.A.F.) 1949. Extension of ‘Generalísimo’ Avenue (photograph: Real Madrid Document Centre, Fundación Real Madrid) 1949

fig5. Perspectiva y maqueta de la prolongación de la Avenida del Generalísimo por Pedro Bidagor. Fuente: COAM, archivo Pedro Bidagor Perspective and scale model of the extension of ‘Generalísimo’ Avenue, Pedro Bidagor

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symphonic concert hall, along with an auditorium and an exhibition hall. Located symmetrically along the new boulevard and in more or less the location occupied by the stadium at the time, these two buildings defined two new green belts that divided the northward expansion of the city into four Cartesian sections. Whilst the plan envisaged relocating the racecourse and the bullring, no such provision was made for the stadium, despite the siting of a new cultural centre in its place.

Extension of Generalísimo Avenue The Spanish Civil War brought the process initiated in 1929 to a standstill and in its aftermath Madrid’s urge to grow was replaced by its pressing need to rebuild. A number of urban and zoning plans were proposed to continue to update the city’s urban layout9. After Francisco Franco’s rise to power, however, a young architect who graduated in 1931 and who had worked at Secundino Zuazo’s studio was to acquire particular predominance. According to Fernando Terán10, Pedro Bidagor was one of the architects who during the war had participated as part of a team working at the (anarchist) trade union Confederación Nacional del Trabajo to formulate a possible development plan for Madrid. That plan was to be implemented beginning in 1939, when Bidgor was appointed Chief Officer of Urban Planning under the aegis of the Directorate General of Architecture. Bidagor capitalised on the recent work on Madrilenian urban planning, for his association with Zuazo had afforded him a thorough knowledge of all the precedents. He nonetheless realised from the outset that reconstruction could not consist merely in rebuilding what had been destroyed11. Here also, research on the ‘how’ has revealed facts that substantiate a series of possible direct and indirect influences12, all of which contain references to Hermann Jansen, the architect who conceived the design for Berlin’s Südstadt and was Albert Speer’s professor of Urban Planning. Bidagor was acquainted with Jansen through Zuazo’s studio (FIG 4). The extension of ‘La Castellana’, re-named ‘Generalísimo’ Avenue, was the object of renewed and intense interest, in particular as set out in the Zuazo-Jansen design. As might be assumed, with greater conviction under the new circumstances, Bidagor perceived an excellent opportunity to plan a sort of city of power, independent of and topographically distant from the city, and to apply more directly Speer’s ideas for Berlin13. Against that backdrop, the visit paid to Madrid by Werner March, author of the Südstadt stadium14, is hardly surprising. The German architect suggested the possibility of building a similar stadium along ‘La Castellana’. Unlike its predecessors, Bidagor’s plan (see scale model in Figure 5) included a stadium in the same general location as Chamartín Stadium, which stood out as a clear milestone among the surrounding buildings in the planned expansion. That inclusion merely confirmed what had been alluded to in parallel in the reports drafted by the FET and JONS15 architectural divisions, as well as in many articles in the journal Gran Madrid, endorsing the construction of a grand national stadium. The German urban development model, along with the ambition to build a facility apt for mass demonstrations, ultimately spawned the idea of materialising these aspirations in the form of a large sports stadium. Such a facility would be the venue for political events intended to daw huge crowds, making New Chamartín the country’s ‘grand national stadium’16.

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Jansen. Como parecía intuirse, pero esta vez con mayor convicción, Bidagor advierte una oportunidad inmejorable para planificar una suerte de ciudad del poder, ajena y alejada topográficamente de la ciudad, y asumir más claramente los proyectos berlineses defendidos por Speer13. Ante esta perspectiva no resulta extraño que el arquitecto del gran estadio para Südstadt, Werner March, visitara Madrid14 sugestionando la posibilidad de construir en la Castellana un estadio de parecida naturaleza. Como vemos en la maqueta del plan de Bidagor, al contrario que los planes anteriores, la presencia del estadio a la altura del viejo Chamartín destaca sobre las edificaciones colindantes, convirtiéndose en un hito claro dentro del proyecto de ampliación (FIG5). Este hecho no obstante, no hace más que confirmar lo que ya se empezó a esbozar de manera paralela en los informes redactados por los Servicios Técnicos de Arquitectura de FET y JONS15, así como en numerosas publicaciones en la revista Gran Madrid, revalidando el concepto de gran Estadio Nacional. El modelo de desarrollo urbano alemán, junto a la idea de crear un recinto capaz de albergar grandes manifestaciones, va a llevar finalmente en 1942 a la idea de plasmar estas ambiciones en un gran estadio deportivo. Es en este estadio donde se piensan organizar todas las grandes concentraciones de masas en posibles actos políticos, en los que el Nuevo Chamartín pasaría a convertirse en el “Gran Estadio Nacional”16.

Un concurso ejemplar El Real Madrid convocó un concurso arquitectónico restringido cuyas bases aparecieron publicadas en Octubre de 1944 en el nº34 de la Revista Nacional de Arquitectura17. Previo a la convocatoria fueron tomadas una serie de decisiones de carácter morfológico que condicionaron las bases de la misma. Por un lado, se descartó de manera unánime la presencia de cualquier otra pista ajena al terreno de juego para el fútbol, dando absoluta preferencia a las localidades en vez de dejar abierta la puerta a futuros usos. El aforo final se estableció en 70.000 localidades, si bien estas irían repartidas en 50.000 fijas en una primera fase y el resto reservadas para futuras ampliaciones. Fueron ocho las propuestas presentadas al concurso18. El jurado resolvió, por unanimidad, el 4 de septiembre de 1944 Adjudicar el primer premio a los Sres. Muñoz Monasterio - Alemany, encomendándoles con carácter discrecional la redacción del proyecto definitivo.19 Un análisis de las propuestas atendiendo a aspectos meramente técnicos, destaca en primer lugar que si bien las propuestas de Monasterio-Alemany y Vaquero-Baselga (FIG6) presentan unos números similares en cuanto al aforo total y la proporción de este, en función de si están sentados o no, la segunda propuesta se ve claramente penalizada por la ausencia de cubierta para el graderío principal, que una vez ampliado representaría más del 50 por cien del aforo total. Su volumetría rotunda, con unos alzados muy “acabados” no ayudaron a entender las posibilidades de ampliación de la propuesta, todo lo contrario de la propuesta ganadora, que incluso presentó una maqueta desmontable con los distintos niveles de cubrición y ampliación. Por otro lado, y como indica el fallo del jurado, el anteproyecto de De Miguel – Magdalena (FIG7), a pesar de ser una propuesta realmente acertada, partió de la base de modificar el Reglamento de Espectáculos vigente, en contra de lo indicado en las bases. De este modo: “esta razón, que indudablemente les ha ayudado a conseguir una solución más desahogada que sus compañeros en el concurso, obliga a prescindir de él”20. Qué duda cabe que la disposición en base a un solo graderío muy tendido, de clara influencia nórdica, provocaba en las vistas interiores una sensación de amplitud más propia de un estadio olímpico. La clara intención de convertir este nuevo estadio en un recinto exclusivamente dedicado al fútbol, decantó el fallo del jurado a esquemas mucho más verticales. El proyecto ganador de Muñoz Monasterio - Alemany (FIG8) apuesta por el clásico sobrevolado en doble graderío de mayor eficacia funcional, al aproximar el terreno de juego a los espectadores situados a mayor altura. Se optó por una fórmula constructiva que, inspirada en las normas mediterráneas, tuviera matices nacionales, cumpliendo ampliamente con las necesidades impuestas por la Junta del Real Madrid. La propuesta presentada al concurso, no obstante, dista en la resolución del segundo anfiteatro del proyecto que se ejecutó posteriormente. La maqueta desmontable que presentan Muñoz Monasterio 38


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An exemplary competition Real Madrid organised a restricted architectural competition and published the respective rules in the October 1944 (No. 34) issue of the journal Revista Nacional de Arquitectura17. A number of decisions adopted prior to the competition conditioned those rules. On the one hand, the presence of tracks unrelated to the football pitch was unanimously rule out, with audience capacity taking priority over possible future uses. The number of spectators was set at 70 000: 50 000 in an initial stage and the rest in future enlargements. Eight proposals were submitted18. On 4 September 1944 the judges unanimously awarded first prize to Messrs Muñoz Monasterio - Alemany, from whom they commissioned the discretional drafting of the detailed design.19 An analysis of the proposals focusing on technical factors reveals, firstly, that while the MonasterioAlemany and Vaquero-Baselga (FIG 6) proposals specified similar numbers in terms of total capacity and the proportions of seated and standing spectators, the second proposal was clearly penalised by the absence of a roof over the main stands, which after the enlargement would account for over 50 % of the total capacity. Its rounded volumes and very meticulously ‘finished’ elevation drawings did little to help visualise the enlargement potential of the proposal. Conversely, the winning proposal included a dismountable scale model showing the various roofed and enlargement areas. In another vein, as the judges’ decision noted, whilst the preliminary design submitted by De Miguel - Magdalena (FIG 7) skilfully addressed the requirements defined, it entailed amending the existing Public Entertainment Regulations, despite provisions in the rules to the contrary. Hence: ‘for that reason, which indisputably enabled them to propose a more spacious solution than the other participants, their submission has had to be ruled out’20. The disqualified proposal based on a single tier of very long grandstands of Nordic inspiration unquestionably afforded a sensation of amplitude characteristic of an Olympic stadium. The obvious intention to make this new stadium a venue devoted exclusively to football inclined the judges to prefer more vertical schemes, however. The Muñoz Monasterio - Alemany winning design (FIG 8) favoured more classic double-tiered stands, which were more functionally effective as they brought the audience in the upper levels closer to the playing ground. The construction formula adopted, although inspired by Mediterranean

fig6. Propuesta de Vaquero-Baselga. Segundo Premio. (Publicada en “Campo de deportes del Real Madrid” Revista Nacional de Arquitectura, Nº34, octubre 1944, pág. 353) Reproducciones del autor. Vaquero-Baselga proposal, second prize (photograph: Real Madrid Document Centre, Fundación Real Madrid)

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Alemany muestra en primer lugar, el estadio en una primera fase, en la que un tercer anfiteatro corona los dos frentes longitudinales. La posible ampliación pasaría por completar este tercer anfiteatro. El estudio de la sección nos indica el porqué de la no consideración de este tercer anfiteatro en la construcción final. Al contrario que el segundo anfiteatro, la tercera grada no vuela sobre la segunda, sino que se apoya en unos pilares intermedios que reducirían drásticamente la visibilidad y limpieza del conjunto. Es por ello que una vez adjudicada la obra, se decidiese ampliar la crujía y vuelo de este segundo graderío. De este modo, finalmente el estadio consta de dos anfiteatros: el bajo, empotrado en el terreno cinco metros y medio bajo la rasante de la calle, y el superior, que con un voladizo de siete metros y medio sobre aquel consigue cubrir once filas de espectadores. Además, las líneas curvas a las que debían adaptarse los respectivos anfiteatros habían sido objeto de un detenido estudio para garantizar la mayor visibilidad desde todas las localidades. Al exterior, la fachada continua mostraba una disposición clara y regular mediante un severo clasicismo en el que el efecto estético quedaba subordinado a la estructura y a los efectos de luz y sombra. No obstante, dada la importancia del edificio y el ya reseñado lugar de emplazamiento en la Avenida del Generalísimo, fueron objeto de especial estudio sus fachadas, en las que se procuró suplir la falta de riqueza en sus materiales, obligadas por razones económicas, con soluciones arquitectónicas que dotaran de categoría y dignidad al conjunto. Dentro del ritmo dado a las fachadas destacan sus cuatro pórticos, Norte, Sur, Este y Oeste, en donde se acumuló la mayor riqueza decorativa mediante piedras, emblemas, escudos, inscripciones y mástiles.

Construir un mito Aunque el proceso de construcción dio comienzo oficialmente el 28 de octubre de 1944, la obra salió a concurso entre empresas constructoras en abril de 1945, con un estudio muy detallado de la estructura, y resultó adjudicataria Huarte y Cía, S.L., que presentó al Real Madrid una nueva estructura proyectada por Carlos Fernández Casado, que fue la que se construyó. Se cambió la cimentación, las vigas principales, se trasladó uno de los pilares de cubierta para alinearlo con los inferiores, se eliminaron los cartabones macizos de apoyo del voladizo inferior y se sustituyeron por dos células triangulares contrapesadas, con lo que se ahorró una gran cantidad de falso techo21. Sin duda alguna, el fig7. Propuesta de De Miguel-Magdalena. Mención de Honor. (Publicada en “Campo de deportes del Real Madrid” Revista Nacional de Arquitectura, Nº34, octubre 1944, pág. 353) Reproducciones del autor, y Boceto de Rafael Aburto sobre su propuesta. (Archivo personal de Rafael Aburto. Universidad de Navarra.) De Miguel-Magdalena proposal, honourable mention (photograph: Real Madrid Document Centre, Fundación Real Madrid)

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standards, incorporated national nuances, thereby complying with the needs defined by the Real Madrid board. The proposal submitted to the competition contained a solution for the second amphitheatre that differed from the design ultimately implemented, however. The portable scale model submitted by Muñoz Monasterio - Alemany depicted the first stage of the stadium, in which the third amphitheatre ran only along the two longitudinal fronts. Possible enlargement would entail extending this third amphitheatre to the entire perimeter. A study of the cross-section reveals why that option was ruled out in the final construction. Unlike the second amphitheatre, the third did not cantilever over the stands below, but rested on intermediate columns that would have drastically reduced both visibility and the transparent appearance of the stands themselves. Instead, the second tier cantilever and supporting frame were enlarged after the works had been awarded. The stadium as finally built comprised two amphitheatres: lower stands embedded in the ground 5.5 m below street level and upper stands, which cantilevered 7.5 m over the amphitheatre below, roofing eleven rows of seats. The curves to which the amphitheatres had to adapt had, in turn, been the subject of a careful study to ensure visibility from anywhere in the stadium. On the outside, the continuous façade had a severely classical uniform layout in which aesthetics were subordinate to structure and the effects of light and shadow. That notwithstanding, given the size of the structure and its site on ‘Generalísimo’ Avenue, particular attention was lavished on its façades. In an attempt to compensate for the want of valuable materials, attributable to economic considerations, architectural solutions were sought that would afford the facility an appearance in keeping with its significance. The most outstanding elements in the façades, the north, south, east and west porticos, were more abundantly adorned with stone, emblems, shields, inscriptions and masts.

fig8. Propuesta de Muñoz Monasterio-Alemany. Primer premio. (Publicada en “Campo de deportes del Real Madrid” Revista Nacional de Arquitectura, Nº34, octubre 1944, pág. 353) Reproducciones del autor. Muñoz Monasterio-Alemany proposal, first prize (photograph: Real Madrid Document Centre, Fundación Real Madrid)

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abaratamiento y limpieza de la estructura diseñada en un primer momento por Monasterio-Alemany fue clave en la adjudicación de la obra a la constructora. Tras el obligado exilio en el Metropolitano, la inauguración del nuevo coliseo madridista tuvo lugar el 14 de diciembre de 194722 con el triunfo del Real Madrid sobre el club portugués Os Belenenses por 3-1. Con una capacidad para 75.145 espectadores, el nuevo estadio fue calificado por la prensa internacional como el mejor estadio de Europa, e inauguró, sin duda, una época de colosalismo en los recintos deportivos en España.

Nuevos aires en la Castellana. Crónica de una ampliación revisada La construcción del Nuevo Chamartín significó un enorme impulso para la popularidad del club, que tras la guerra ya había dado un salto cualitativo en su prestigio popular y sus ingresos económicos. Sin embargo, en el plano meramente deportivo la evolución no fue paralela, y al contrario de lo que se piensa, la primera década franquista tras la guerra civil fue realmente aciaga para el equipo en la consecución de títulos23. Como narra el propio Muñoz Monasterio, desde 1953, coincidiendo con el fichaje de Di Stéfano, y un año después de las bodas de Oro del club, la ambición del presidente Don Santiago Bernabéu reclamaba un estadio mayor, “con la consigna de no terminar el proyecto con su concepción inicial de uniformidad, sino en virtud del éxito del público […] romper totalmente la concepción primitiva y provocar el máximo desarrollo en planta y en altura para poder rebasar la cifra de los 100000 espectadores.”24 (FIG10) Bajo estas premisas, la primera gran remodelación se concretó en 1954. El 19 de junio de ese año se inauguró la ampliación del lateral con un gran festival y un encuentro amistoso frente al Athletic de Bilbao25. El coliseo blanco pasó a acoger 110.000 espectadores, convirtiéndose así en el segundo estadio con más capacidad de Europa, tras el londinense Wembley. La consecución de dos campeonatos de Liga consecutivos y el consiguiente acceso a la máxima competición continental, dio lugar al periodo más triunfal de la historia del fútbol de clubes. El 4 de Enero de 1955, la Asamblea General de Socios Compromisarios decidía cambiar el nombre de Chamartín por el de Estadio Santiago Bernabéu, en honor al presidente del club y promotor y artífice del estadio y su reforma. El proyecto de ampliación obedece a la idea de continuar la estructura existente del lado oriental del estadio, que no se había ejecutado en su totalidad en la primera fase de construcción. Una vez completada la tribuna perimetral lo recorre, sobre este lado oriental se incorporaría una nueva tribuna asentada en una doble crujía cimentada sobra los terrenos propiedad del club que habían sido destinados para otras actividades deportivas. Esta nueva crujía se limita en sus extremos por dos torres, en las que se alojan las escaleras que dan acceso desde las rasantes inferiores hasta la galería de coronación. La capacidad de las nuevas tribunas proyectadas será de 2.144 espectadores sentados en el primer anfiteatro, de forma análoga al resto del anfiteatro de circunvalación del campo. En las tribunas inferiores del segundo anfiteatro se disponen dos primeras filas de espectadores sentados, con capacidad de 768, y el resto, hasta once filas, para 6.025 espectadores de pie, calculadas considerando un ratio de tres personas por cada metro cuadrado. Este nuevo graderío sobre el segundo anfiteatro, que ocupa el lateral oriental en su totalidad, tendría una capacidad cercana a los 9.050 espectadores de pie26. (FIG11) Un año después de finalizar la construcción, y ante la generalización de los partidos nocturnos, sobre todo en el extranjero, la Junta Directiva del club decidió completar las instalaciones deportivas del estadio con una nueva instalación de alumbrado. Más allá de la necesidad de cubrir una franja horaria demandada por la competición europea, la decisión de plantear un proyecto de alumbrado acorde al nuevo estadio se basó en una serie de premisas hasta entonces no consideradas. En primer lugar, las condiciones climatológicas de los meses de calor justifican la celebración de los partidos después de la puesta de sol. Por otro lado, el evitar el deslumbramiento de los aficionados situados en entradas de sol, así como la desaparición del fuerte contraste entre las zonas de sol y sombra. Aunque no era práctica habitual en España, que los partidos que se tuviesen que disputar en días laborables pudiesen tener lugar fuera del horario de trabajo, aseguraría una mayor afluencia de público27. En conjunto se instalaron 875.000 vatios, cifra pionera en Europa, y muy por encima 42


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Building a myth Although construction began officially on 28 October 1944, the works were not actually tendered among construction companies until April 1945. The respective specifications included an in-depth study of the structure. The tender was awarded to Huarte y Cía., S.L., which submitted a new structural design authored by Carlos Fernández Casado. In that design, the one ultimately built, the main beams were changed, one of the roof columns was moved to align it with the ones underneath it and the solid walls supporting the lower cantilever were replaced by two counterweighted triangular cells, eliminating the need for whole sections of lowered ceiling21. The lower cost and greater transparency of the structure compares to MonasterioAlemany’s initial design were the keys to the award of the works to the contractor. After its mandatory exile to Metropolitano Stadium, Real Madrid celebrated the opening to the public of its new venue on 14 December 194722 with a 3-1 victory over Os Belenenses, a Portuguese team. With capacity for an audience of up to 75 145, the new stadium, claimed by the international press to be the largest in Europe, ushered in what was indisputably an age of colossality in Spanish sports venues.

New airs along ‘La Castellana’: chronicle of a revised expansion The construction of New Chamartín Stadium fuelled the club’s popularity, which underwent a post-war qualitative leap that grew its revenues. Its success from a strictly sport perspective did not run parallel, however, and contrary to widespread belief, in the first decade after the Civil War the team won barely any trophies23. According to Muñoz Monasterio’s account, beginning in 1953, when Di Stéfano signed on and one year later on the occasion of the club’s golden anniversary, President Santiago Bernabéu called for a larger stadium ‘with the goal not of finishing the project in keeping with the initial conceit, but to accommodate increasingly larger audiences [...] to break away completely from the original idea and maximise horizontal and vertical development to provide for a capacity of over 100 000’24 (FIG 10). Under that premise, the first major remodel was defined in 1954. On 19 June of that year the lateral enlargement was celebrated with a huge festival and a friendly match with Athletic de Bilbao25. Able to accommodate an audience of 110 000, the white team’s coliseum was at the time Europe’s second largest stadium after Wembley in London. Two consecutive premier league championships and access to the highest level of continental competition marked the beginning of the most triumphant period in the history of football clubs. On 4 January 1955, the General Meeting of Members decided to change the name Chamartín to Santiago Bernabéu Stadium, as a tribute to the club’s president and developer and driver of the stadium and its reform. The enlargement design subscribed to the idea of filling in the existing structure on the east side of the stadium that had been left unfinished in earlier construction. After completion of the perimetric stands, new space would be erected on this east side, resting on a double portal frame with foundations sunken into grounds belonging to the club that had initially been intended for

fig10. 1954. Santiago Bernabéu con la maqueta de la tribuna ampliada. (Foto: Centro de documentación del Real Madrid. Fundación Real Madrid) 1954. Santiago Bernabéu with the scale model of the enlargement for the stands (photograph: Real Madrid Document Centre, Fundación Real Madrid)

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de cualquier recinto en territorio español, y que al igual que la construcción del estadio, sentó un precedente que pasaría a ser modelo en los nuevos escenarios de todo el continente. (FIG12) En 1955, cuando se produce esta ampliación, la arquitectura de los estadios ya presenta un amplio recorrido a lo largo de todo el mundo. En el artículo en el que Fernández Casado explica el desarrollo estructural del estadio y su ampliación para la Revista Nacional de Arquitectura28, pone sobre la mesa varios estadios que fueron tomados como referencia para establecer en el nuevo frente un lenguaje y una solución estructural adaptada a los nuevos modelos arquitectónicos. Partiendo de la premisa que impone la ley elemental, válida para todas las graderías organizadas en pisos, que puede enunciarse con la claridad de un teorema de geometría, Fernández Casado establecía que la proyección de una gradería inclinada sobre los planos de los diferentes pisos, determina superficies mayores de las necesarias para la circulación horizontal y servicios, aumentando la desproporción con la altura absoluta de la gradería. Por esta razón, casi todos los estadios modernos habían desarrollado la denominada fachada “en desplome”. Los estadios reseñados por el ingeniero son el de Lausanne, el olímpico de Helsinki, el de Buenos Aires, Budapest, Caracas y Melbourne. Además, destacándolo por su precocidad, apunta uno de los primeros ejemplos en utilizar esta solución; el estadio florentino Giovanni Berta, de Pier Luigi Nervi. (FIG13) La influencia del maestro italiano en la generación de arquitectos e ingenieros de la época es cuanto menos obvia, debido al manejo y desarrollo de la técnica del hormigón armado y a la audacia de sus diseños. Sin embargo, llama la atención que tras esta referencia, y a pesar del ya comentado afán viajero de Fernández Casado, las demás construcciones que pone como ejemplo en su artículo, sean las integrantes de una serie de publicaciones que aparecieron en 1954 en varias revistas de gran difusión29. La similitud tipológica de la ampliación del estadio Chamartín con todos estos ejemplos es evidente, si bien la sección transversal que más se acerca al resultado final sea la del estadio de Buenos Aires. La utilización del hormigón y la disposición de los graderíos en voladizo, con una inclinación similar a la del estadio madrileño, y la fachada en ligero desplome, caracterizan las visuales interiores y exteriores del estadio. No obstante, conceptualmente hablando, y en la consideración de la operación de ampliación como un “lavado de cara” del estadio, la tribuna principal del centro deportivo universitario de Caracas sea sin duda el principal punto de comparación al que atenernos. En esta tribuna, Carlos Raúl Villanueva reinterpreta la solución antes comentada de Nervi en Florencia, ajustando las secciones resistentes de las costillas que conforman la cubierta a los momentos resistentes producto de las solicitaciones. Para Sibyl Moholy-Nagy, en la obra de Villanueva los estadios universitarios “significan la transición entre el empleo experimental del hormigón armado y el absoluto dominio del mismo”, ejemplificado por la levedad estructural de las gradas y la insuperable elegancia del ala voladiza sobre la tribuna, en la que se aprovechan al máximo los momentos de fuerza de la estructura y la plasticidad del hormigón hasta alcanzar la belleza constructiva30. fig11. Armado y cálculos realizados para la ampliación de la tribuna del Santiago Bernabéu. FERNÁNDEZ CASADO, C., Estructuras de Edificios, Dossat, Madrid, 1955, pp.197-221. Reproducciones del autor. Reinforcement and structural engineering for the enlargement of Santiago Bernabéu Stadium

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other sports activities. This new frame would be flanked by two towers, one on each end, to house the access staircases from grade level to the upper gallery. The new stands would seat 2144 in the first amphitheatre, like the rest of the stands that circled the pitch. Two rows of seating, for 768 spectators, would be added to the lower part of the second amphitheatre, while the other 11 new rows would have standing room for up to 6025, assuming three spectators per square metre. The new stands over this second amphitheatre, which occupied the entire east side, would have standing room for nearly 9050 spectators26. (FIG 11) One year after construction was completed, as night time matches, especially abroad, became ever more frequent, the club’s Board of Directors decided to install new lighting. In addition to the need to cover a timeframe required by European championships, the decision to vest the stadium with a new lighting scheme in keeping with its status was based on a series of factors previously overlooked. Firstly, the high temperatures in warm seasons justified holding matches after sundown. Such scheduling would also protect fans on the sunny side of the stadium from glare and mitigate the high contrast between sunny and shaded areas. Although in Spain matches that had to be played on business days were not traditionally held after hours, the new arrangement would ensure larger audiences27. A total of 875 000 watts were installed, a pioneering figure in Europe and much more than any other stadium on Spanish soil. Like the construction of the stadium itself, the installation set a precedent that was used as a model in new facilities across the continent. (FIG 12) In 1955 when this enlargement was built, stadium architecture had come a long way the world over. In an article in which Fernández Casado described the stadium structure and its enlargement for the Revista Nacional de Arquitectura28, he discussed a number of stadiums that he defined as benchmarks in the structural language and solutions needed to adapt to new architectural models. Taking as a point of departure an elementary premise that can be enunciated with the clarity of a geometric theorem and is valid for all tiered stands, Fernández Casado showed that the slanted projection of stands over the tiers below defines larger areas than needed for horizontal circulation and services, accentuating the disproportion between these members and the absolute height of the stands. For that reason, nearly all modern stadiums had been designed to what might be described as the ‘outward slanting’ façade model. The engineer listed the stadiums at Lausanne, Helsinki, Buenos Aires, Budapest, Caracas and Melbourne and highlighted the Florentine Giovanni Berta Stadium, designed by Pier Luigi Nervi, as one of the pioneering structures of this type (FIG 13) The Italian maestro’s influence on the contemporary generation of architects and engineers was more than obvious, due to his skill in the use of reinforced concrete and the audacity of his designs. Nonetheless, despite Fernández Casado’s wanderlust, the other facilities he cited as examples in his articles were the same as described in a series of papers that appeared in 1954 in widely read

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Esta obra desnuda, esencial en su función, dota al igual que las costillas inclinadas que pasaron a presidir el exterior del Chamartín, de un carácter y atractivo que radica en sentir un espacio creado por una clara geometría, junto a la franqueza en el empleo de la estructura y los materiales, los cuales son aprovechados hasta sus máximas posibilidades y en toda su capacidad expresiva. La forma tiene su raíz primera en la construcción. El ritmo, la sombra y el material modelan el espacio a gran escala, con un solo gesto, sin concesiones expresivas gratuitas ni vacilaciones retóricas.

Sesión crítica de Arquitectura Esta ampliación, tuvo una repercusión tal que su valoración arquitectónica llamó la atención a Pedro Muguruza, director en aquel momento de la Revista Nacional de Arquitectura, que decide dedicarle una de sus célebres sesiones críticas de Arquitectura31. La razón que esgrime para discutir acerca de la propuesta, es la del “cambio de estilo en la arquitectura exterior de este edificio”. Calificando el Bernabéu como “el punto más alto y más logrado de la arquitectura deportiva española”, admite su gran interés en el aspecto y disposición interiores, por el que felicita a sus autores. Sin embargo, esta admiración no es compartida en su exterior. (FIG14) “La parte que ahora completa y cierra el edificio, sometida interiormente a exactas normas que la parte primitiva, es, sin embargo, totalmente dispar en su estilo arquitectónico exterior. Si las gentes, como dijo aquí una vez Luis Moya, no hubieran perdido la sensibilidad visual, como no les ocurre con la auditiva, este cambio, esta especie de gallo arquitectónico, hubiera chocado. He creído oportuno que, con la previa autorización de sus autores, se traiga aquí a consideración este edificio, por la gran importancia que tiene.”

La crítica fue amable y reconoció la honradez y humildad que desprendían las palabras del arquitecto madrileño. Figuras como Luis Gutiérrez Soto, Miguel Fisac, Luis Pérez Mínguez o José A. Domínguez Salazar apuntaron a la bondad de una solución económica y funcional, que respondía a una sincera evolución del criterio estético del arquitecto. Gutiérrez Soto, coartado por una explicación tan “noble, honrada y modesta”, aprueba la doble solución de fachada y justifica la solución original. Desde su propio punto de vista, un arquitecto español que trabajó en la postguerra, comprende este tipo de soluciones tan limitadas en lo económico. La aportación de Miguel Fisac apoyó la tesis de que la expresión sincera de una solución estructural de estas dimensiones debía ser en si misma suficientemente bella como para no necesitar el acopio de “arcos fingidos, las molduras, los retallos o los brise-soleis sin misión, que equivocadamente acompañan a la estructura cuando ésta debe aparecer limpia y definitiva”. Decía Mies van der Rohe que la arquitectura es la voluntad de una época traducida a espacio. De modo que cuando se producen novedades importantes en la arquitectura y el urbanismo, estas responden a cambios en

fig12. “Iluminación del Santiago Bernabéu”, Informes de la construcción, Nº93, 1957. Reproducciones del autor. “Iluminación del Santiago Bernabéu”, Informes de la construcción, No. 93, 1957. Reproduced by the author

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journals29. The Chamartín Stadium enlargement exhibited obvious typological similarities with all these examples, although its cross-section resembled that of the Buenos Aires facility more closely than any other. The use of concrete and stands that cantilever at an angle similar to that of the Madrilenian stadium, along with the slightly slanted façade, characterise the indoor and outdoor views of the Argentine facility. Conceptually speaking, however, viewing the enlargement as a ‘face-lift’ for the stadium, the grandstands in the Caracas university sports complex are indisputably the most suitable comparative reference. In those stands, Carlos Raúl Villanueva reinterpreted Nervi’s solution for Florence, adjusting the structural sections of the ribs comprising the roof to the bending moments generated by the stresses. Sibyl Moholy-Nagy sees in Villanueva’s university stadiums ‘the transition between the experimental use of reinforced concrete and the absolute command of that material’. Such an approach is exemplified by the lightweight structure of the stands and the peerless elegance of their cantilevered roof, in which maximum advantage is made of the structural moments and concrete plasticity to attain constructional beauty30. This bare, functionally-oriented work, like the slanted ribs that were to preside over the exteriors of Chamartín Stadium, exhibits a personality and appeal that lie in the sensation generated by a space enclosed by transparent geometry, along with the candid use of structure and materials to the utmost of their potential and expressive capacity. Form is firstly and foremostly rooted in construction. The rhythm, shadows and material mould large-sale space with a single movement, eschewing all gratuitous expressive concession and rhetorical dither.

Architectural critique The stadium enlargement had such a forceful impact that Pedro Muguruza, editor-in-chief at the time of Revista Nacional de Arquitectura, decided to devote one of his famous architectural critiques to the structure31. The rationale for including the proposal in the column was that it had changed ‘the style of the building’s exterior architecture’. Contending that the Bernabéu Stadium was the ‘highest accomplishment in Spanish sports architecture’, he acknowledged his interest in the appearance and configuration of the interiors, for which he congratulated its authors. That admiration did not extend to its exteriors, however (FIG 14).

fig13. “Cité universitaire de Caracas, centre sportif”, ”Parc des sports de Lausanne”, “Stade et Piscine Olympiques a Melbourne”, Architecture d’aujourd’hui, Nº25, julio-agosto 1954, pp.52-61. “Stade Olumpique d´Helsinki”, Architecture d’aujourd’hui, Nº24, mayo-junio 1954, pp.79-82. Reproducciones del autor. “Cité universitaire de Caracas, centre sportif”, ”Parc des sports de Lausanne”, “Stade et Piscine olympiques à Melbourne”, Architecture d’aujourd’hui, No. 25, July-August 1954, pp.52-61. “Stade olympique d’Helsinki”, Architecture d’aujourd’hui, No. 24, May-June 1954, pp.79-82. Reproduced by the author

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la sociedad. Los grandes escenarios de masas respondieron a esta premisa, la pasión por el deporte en España concretó estas primeras grandes infraestructuras. Precisamente, esta condición infraestructural es la que convierte a los estadios en una suerte de “forma edificada”, que asume en su condición unitaria y original la de ser instrumento de expresión. La constitución de una fachada, la superposición de un acopio de molduras y simbología falangista a la sobria estructura nos habla de una “voluntad de expresión” alejada de los conceptos arquitectónicos de la época. Identificándose así con la concepción clásica de portada, capaz de “representar” el objetivo último de la construcción del recinto y proyectarlo a la ciudadanía. (FIG15)

La ampliación, por el contrario, fruto del resultado de una concienzuda investigación estructural transforma la forma edificada en un instrumento de expresión, en este caso del refinamiento y la máxima eficiencia alcanzada. En un ejercicio en el que el proyecto relaciona variables fundamentales tales como el espacio, la luz y el programa, la seriación estructural caracteriza por completo la intervención. El “anonimato” de la solución final simboliza un verdadero avance en valores arquitectónicos que van más allá del objeto construido. fig14. Exterior de la tribuna ampliada (Foto: Centro de documentación del Real Madrid. Fundación Real Madrid) Enlarged stands, exteriors (photograph: Real Madrid Document Centre, Fundación Real Madrid)

fig15. 1957. Estadio Santiago Bernabéu (Foto: Centro de documentación del Real Madrid. Fundación Real Madrid) 1957: Santiago Bernabéu Stadium (photograph: Real Madrid Document Centre, Fundación Real Madrid)

NOTAS 1

Ubicado en la confluencia de las calles José Ortega y Gasset y Velázquez. Según consta en algunas de las historias del Real Madrid, el terreno de juego donde jugaba el equipo pertenecía a don Claudio Estrada, un reputado marmolista que tenía su taller en la calle Claudio Coello, y era suegro de Julián Palacios, primer presidente del Club.

2

El 6 de marzo de 1902 se fundó oficialmente el club en la tienda de modas Al Capricho, ubicada en el número 48 de la calle Alcalá, con su primera junta presidida por Juan Padrós Rubio.

3

Además de la falta de aforo, se le sumaba la incomodidad del desplazamiento de una afición que contaba con pocas alternativas de transporte.

4

El Estadio de Chamartín se inauguró coincidiendo con las fiestas de San Isidro, el 17 de mayo de 1924, en un partido entre el Real Madrid y el Newcastle FC que ganaron los locales por 3-2.

5

Se da la circunstancia de que el propio José María Castell proyecto también el Estadio Metropolitano, terreno de juego del eterno rival en la ciudad, el Atlético de Madrid.

6

El desarrollo de este tipo de espectáculos deportivos relacionados con la creciente industria del ocio urbano que se completará con el cinematógrafo, el music-hall y el espectáculo de variedades, es paralelo al proceso de institucionalización deportiva en España. Este proceso, en el caso del fútbol, debido a la rápida popularidad de las sociedades practicantes y a su incipiente difusión pública como espectáculo, reflejará en pocos años un nuevo modelo de comercialización del ocio deportivo.

7

Véase SAMBRICIO, C. (ed.) Madrid y sus anhelos urbanísticos. Memorias inéditas de Secundino Zuazo. Madrid, 2003, y SAMBRICIO, C. “Herman Jansen y el concurso de Madrid de 1929”, Arquitectura, nº303, 1995, pp.8-15.

8

MUÑOZ DE PABLO, M.J, “Intención y eficacia en el dibujo de la ciudad. El concurso de Madrid de 1929”, Actas del XIV Congreso Internacional de Expresión Gráfica Arquitectónica, Oporto, pp. 605-610.

9

Especialmente destacado el de José Paz Maroto, que se puede consultar en PAZ MAROTO, J., “El Futuro Madrid. Plan General de Ordenación, Reconstrucción y Extensión de Madrid”, Madrid, 1939.

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The part that now completes and encloses the structure, subject within to the same rules as the original members, nonetheless exhibits a completely distinct exterior architectural style. As Luis Moya once proclaimed in these pages, if people had not abandoned visual sensitivity, but had conserved it along with their talent for auditory discrimination, this architectural turkey would have caused an uproar. I felt that, with the authors’ permission, this structure should be considered here, in light of its enormous significance.

The critique was kind and acknowledged the honesty and modesty emanating from the Madrilenian architect’s words. Reputed architects such as Luis Gutiérrez Soto, Miguel Fisac, Luis Pérez Mínguez and José A. Domínguez Salazar appreciated the economic and functional excellence of the work, in sincere elaboration on the architect’s criterion. Gutiérrez Soto, inhibited by such a ‘noble, honest and modest’ explanation, approved the double solution for the façade and justified the original solution. From his own perspective as a Spanish architect who worked during the post-war period, he viewed solutions subject to such strong financial constraints with some latitude. Miguel Fisac supported the principle that the sincere expression of a structural solution of these dimensions should be sufficiently handsome in itself to have no need for a suite of ‘false and purposeless arches, mouldings, ledges or brise-soleils erroneously imposed on what should be a transparent and definitive structure’. Mies van der Rohe said that architecture is the will of an epoch translated into space. The corollary to that statement is that substantial innovations in architecture and urban planning mirror changes in society. Scenarios intended for large crowds serve as an example: Spain’s passion for sport informed these early large-scale infrastructures. That infrastructural status is what made stadiums a sort of ‘built form’ which, given its unique and original status, became an instrument of expression. The establishment of a façade, the overlaying of a clutch of mouldings and Falangist symbols on austere structure, were indications of a ‘determination of expression’ unrelated to contemporary architectural conceits. They were a modern equivalent of the classic notion of the portal, intended to ‘represent’ and convey the aim ultimately sought when building the structure. (FIG 15) The enlargement, in contrast, fruit of conscientious structural research, converted the built form into an instrument of expression, here understood as refinement and maximum efficiency. In an exercise in which design inter-related fundamental variables such as space, light and programme, the intervention was wholly characterised by structural serialisation. The ‘anonymity’ of the final solution symbolised genuine progress in architectural values that expanded the built object beyond its explicit confines.

ENDNOTES 1

Sited at the intersection between José Ortega y Gasset and Velázquez Streets. According to some Real Madrid histories, the pitch where the team played belonged to Claudio Estrada, a reputed marble industrialist who had a shop on Claudio Coello Street and was father-in-law to Julián Palacios, the club’s first president.

2

The club was officially founded on 6 March 1902 in Al Capricho, a clothing shop at 48 Alcalá Street, during a meeting presided by Juan Padrós Rubio.

3

In addition to having insufficient capacity, it was inconveniently located for fans with a paucity of transportation options.

4

Chamartín Stadium was opened to the public on the occasion of Madrid’s local festivities on 17 May 1924 with a match between Real Madrid and Newcastle FC, won 3-2 by the locals.

5

José María Castell had also designed Metropolitano Stadium, home to Atlético de Madrid, Real Madrid’s eternal local rival.

6

Public acceptance of this type of spectator sport, one of the elements of the growing urban leisure industry along with motion pictures, music halls and burlesque theatre, ran parallel to the institutionalisation of sports in Spain. With the speedy growth in popularity of players’ societies and its incipient public dissemination as a spectator sport, football in just a few years’ time would exemplify a new model for commercialising sport as a leisure time activity.

7

See SAMBRICIO, C. (ed.), Madrid y sus anhelos urbanísticos. Memorias inéditas de Secundino Zuazo. Madrid, 2003, and SAMBRICIO, C., ‘Herman Jansen y el concurso de Madrid de 1929’, Arquitectura, No. 303, 1995, pp.8-15.

8

MUÑOZ DE PABLO, M.J,, Intención y eficacia en el dibujo de la ciudad. El concurso de Madrid de 1929’, Actas del XIV Congreso Internacional de Expresión Gráfica Arquitectónica, Porto, pp. 605-610.

9

Of particular interest was the one by José Paz Maroto; see PAZ MAROTO, J., El Futuro Madrid. Plan General de Ordenación, Reconstrucción y Extensión de Madrid, Madrid, 1939.

10 In his Planeamiento urbano en la España Contemporánea; historia de un proceso imposible (Barcelona, 1978), Fernando de TERÁN listed the architects who worked

with Bidagor at the CNT (pp.118-119). 49


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