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LA ACTUACIÓN MÁS RADICAL

Por Mayté Valencia

twitter / instagram @mayvs

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Gabino decidió que quería ser otra persona: se operó su rostro, buscó otros vínculos espirituales y cambió su nombre a Lázaro. Gabino Rodríguez es actor. Ser alguien más siempre ha sido parte de su trabajo. Sin embargo, esta vez su transformación no responde a la encarnación de algún personaje ficticio en una película u obra de teatro, sino que ocurre en la realidad. Y es irreversible.

Lázaro es la producción más reciente de la compañía Lagartijas Tiradas al Sol. A través de fotografías, videos y testimonios de amistades, Lázaro –acompañado de Luisa Pardo– cuenta sobre su vida y el proceso de cambio que está llevando a cabo. Pasado, presente y un futuro identitario ambiguo se entrecruzan en esta pieza que, desde lo personal y lo ficticio, lleva al ejercicio de la actuación –ser otro– a su punto más radical.

“¿Y si me volviera otra persona?”, se cuestionó Lázaro en 2018, cansado de sí mismo y del personaje que se había creado para la vida. Su pregunta resuena en todos los pensamientos que esta pieza genera en quien la ve: ¿Podemos ser otra persona? ¿Cambiar tu rostro o tu religión te convierte en alguien más?, ¿cómo se construye una identidad?, ¿qué define a una persona y dónde queda todo lo que fue algún día?

La identidad, la representación, lo real y lo actoral son hilos que tejen este trabajo que, en su desarrollo, también habla sobre otros casos de transformación: una mujer que cambió de rostro después darse un balazo, las personas trans o la artista francesa, Orlan, quien filmó cada cirugía que se realizó en la cara.

En la obra, más que a Lázaro –quien siempre está de espaldas a la cámara–, vemos a Gabino: su infancia y juventud, los distintos papeles que ha interpretado, los viajes, su relación con el cine, el teatro, sus amistades y amores. Pareciera que, para dejar de ser él mismo, necesita reafirmar primero quién es y lo hace a través de la mejor aliada: la memoria.

La identidad, la representación, lo real y lo actoral son hilos que tejen este trabajo...

De este lado de la pantalla, como en muchas obras de la compañía, permanece en el fondo una duda: ¿es verdad todo lo que escuchamos?, ¿sucedió en la vida real o es parte de una ficción? La aparición de Lázaro frente a la cámara despejará el recelo. Y nos recordará que estas preguntas son, quizá, menos relevantes que la reflexión que ponen en escena: ¿qué significa ser actor?, ¿cómo nos representamos a nosotros mismos en este gran escenario performativo llamado vida?, ¿cuál es nuestro papel?, ¿podemos cambiarlo?

Lázaro se estrenó como parte de “My documents”, un programa creado y curado por la argentina Lola Arias, en donde artistas de diferentes orígenes presentaron de forma virtual performances basados en investigaciones personales, experiencias radicales o historias que les obsesionaban.

Lázaro, de Lagartijas Tiradas al Sol es parte de “My documents-Share your screen!” de Lola Arias. Puedes verlo a través de YouTube.

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