La niña distraída Por: Cristina Torres. Había una vez una niña que le gustaba averiguar todo lo que se encontraba. Un día por estar distraída averiguando cosas, se perdió en un centro comercial y no había nadie alrededor que la pudiese ayudar. La pobre niña no sabía qué hacer y se puso a llorar. Las pocas personas que estaban cerca no le prestaban ninguna atención y ni
siquiera la miraban o simplemente no le preguntaban que le pasaba o porqué estaba llorando. Pasaron horas y la pequeña
seguía
esperando
como
si
solo
hubiesen
pasado
segundos. De momento, la niña se dio cuenta de algo que la hizo parar de llorar, era algo muy extraño y muy raro, se trataba de una especie de animal que le pasaba justo por al frente. Primero, la niña miró alrededor para
ver si tenía dueño, pero no tenía. Luego abrió y cerró los ojos para ver si se había quedado dormida y estaba soñando, pero no estaba soñando. Intentó recordar si había visto ese animal antes pero no se recordó de nada parecido.
La
criatura
desconocida
se
parecía
a
un
extraterrestre pero era de color violeta con ojos muy grandes y orejas bien puntiagudas, era bajita y bastante gordita y parecía como si nunca había visto una niña antes. Se quedaba mirando a la
niña
fijamente
sin
mirar
a
ningún otro sitio. Igualmente como la
niña lo miraba a él.
Así, pasaron varios segundos, hasta que el hombrecito le preguntó a la niña en un idioma extraño, qué le pasaba.
La
niña
no
sabe
como
lo
entendió
perfectamente. La niña, sin saber que decirle le dijo
que estaba perdida. El hombrecito le sonrió y le dijo que el también estaba perdido y que su problema era más grave, porque él vivía en otro planeta. En ese momento la niña se sorprendió que estuviese hablando con alguien de otro planeta. Pero sin perder un segundo más… ¿De cuál planeta eres?-le preguntó la niña. El hombrecito le guiñó uno de sus grandes ojos. Vengo de un planeta que probablemente tú no conoces, el planeta de los Peludos y de los Gordoscontestó la criatura. La niña se quedó inmóvil por un momento ella pensaba que su corazón se le iba a salir de su pecho. No se había imaginado un planeta con tal nombre. El hombrecito siguió hablando. Algunos de mis familiares y amigos vinimos aquí en una máquina o cosa parecida llamada Xixi Detero
para
averiguar
cómo
era
este
planeta.
Cuando
llegamos, nos bajamos y cada uno se fue a un lugar distinto, quedamos que a las 4:00 de la tarde íbamos a estar de vuelta donde estaba el Xixi Detero. Pero a esa hora yo estaba perdido y no sabía cómo salir de aquí. He decidido pasear por aquí y me encontré contigo. Pero ya sabes mi familia y mis amigos se olvidaron de mí y me dejaron solo, y ni siquiera sé donde estoy. –le contó la criatura. La niña se quedó un momento silenciosa pero después dijo que ella estaba perdida. Me entretuve cuando caminaba con mi mamá. Mi mamá ni cuenta se dio, la busqué por todas partes, pero ni rastro de ella.-dijo la niña. Si quieres te ayudo a encontrar a tu mamá.- le dijo el hombrecito. La niña aprovechó y asintió con su cabeza. Se fueron a buscar a la madre de la pequeña. La niña le fue
describiendo a su mamá mientras la buscaban. De momento el hombrecito vio a una persona parecida, estaba
frente
a
una
estación
de
policía
bien
preocupada y muy asustada. ¿Esa es tu mamá?- preguntó la criatura. La niña fue lo más rápido que pudo a encontrarse con su madre. La mamá que estaba ya casi llorando cuando vio acercarse a su hija. Dio un grito de alegría, y por primera vez se echó a correr hacia su pequeña. La niña ya más tranquila cuando le iba a presentar al hombrecito que la encontró se dio cuenta que este ya no se encontraba cerca. Ambas caminaron al carro para dirigirse a su hogar. La niña cuando se asomó por la ventana vio a una nave dirigiéndose al cielo entre las nubes. La niña sabía exactamente lo que había ocurrido: los amigos y familia de su amigo habían venido en el Xixi Detero a buscarlo.
Y as铆 todo el mundo vivi贸 feliz para siempre.
Fin