NUMERATI - CAPÍTULO 1

Page 1

1

El empleado

Es la hora punta en Nueva York. Me compro un café en el puesto de Hank, en la Calle 47, que me cuesta un dólar con veinticinco centavos; entro al ascensor de un rascacielos en el coruzín de la ciud ad y me despla zo a las al-

turas. Antes había una enorme pila de Wall Street Iournals en la recepción, uno paru cadauno de nosotros, pero ya no. Nos han pedido leer el periódico en lín ea, asíque otra parte de nuestro uabajo se traslada al ordenador. Le quito la tapa al café. Entro en Yahoo, leo mi correo personal y de paso respondo un mensaje electrónico de mi hermana. Luego le echo una ojeada alasección de béisbol de los periódicos de Filadelfi a. Apalearon a los Filis... Son las diez delamañana; del cafésólo queda una mancha en el fondo del vaso y yo apenas empiezo con elWall Street lournal en línea. O mejor no. Desde siempre, los empleados de oficina hemos te-

nido pequeñas y agradables rutinas dilatorias, lo que no ha perjudicado mucho, Otros trab aiadores no han sido tan afortunados. Hace un siglo llegaban a las fábricas hombres con cuadernos y cronómetros y empez aban a tomar el tiempo a los obreros. Convirtieron la producción industrial en una ciencia, que llegó a su apogeo en )T


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.