La hoja de vida de los habitantes de calle está relegada a los márgenes de la ciudad; la violencia inscrita en sus cuerpos y en sus trayectorias nos cuenta una historia de movilidad forzada y de inmovilidad sentenciada. Sus memorias nos narran un episodio más del conflicto armado, de una temporada que no ha puesto punto final. Su ruta de navegación andariega se debate día tras día entre caminos de vida y muerte y entre miradas de asco y desdén que, lentamente, apuñalan su largo trasegar.
Los Nunca Nadie, como informe de derechos humanos y como ejercicio de memoria sobre la violencia ejercida contra las personas habitantes de calle, busca denunciar las graves violaciones a los derechos a la vida, a la integridad y a la dignidad de estas ciudadanías que para el Estado no llegan a ser siquiera una estadística, en tanto no existe una cifra estatal unificada que dé cuenta de la totalidad de los casos de violencia homicida y física contra esta población.