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Editorial
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Misionautas
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Vocación Misionera NOVICIADO: TIEMPO DE GRACIA Del Corazón TU PALABRA Pastoral LA FORMACIÓN BÍBLICO PASTORAL COMO EXPERIENCIA DE RECONFIGURACIÓN Constructores DIERON LA VIDA POR LO MISMO QUE NOSOTROS LA VIVIMOS HOY Fe y Vida ECOS DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD DE MADRID Palabra en Comunidad ¿QUÉ ES Y CÓMO SE HACE LA LECTURA COMUNITARIA DE LA BIBLIA? Reflexionando EL MINISTERIO DE LA PALABRA
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Julio Daniel Arváez Polanco, cmf
Buena Semilla
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stamos en el mes de septiembre, mes de la Patria y también mes de la Biblia. Junto al sonar de las bandas rítmicas y el sentimiento patrio, nos aprestamos como Iglesia a reconocer el lugar central que debe tener la Palabra de Dios en nuestro ser y quehacer en el seguimiento de Jesús. Al referirnos a la Palabra de Dios tenemos que necesariamente considerar cuánto y cómo escuchamos la voz de Dios que nos habla en la Escritura y los frutos de este encuentro en la manera en que vivimos, tanto a nivel personal como comunitario. Jesús nos ha dicho que esta escucha y vivencia de la Palabra son esenciales para la nueva familia en Dios: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen” (Lc 8,21). En las últimas décadas se ha dado un nuevo impulso para “resituar” la Biblia en la vida de la Iglesia, y con el correr de los años han ido multiplicándose los medios para que la Escritura esté en cada hogar, sea el centro de la pastoral, motive nuestra oración, sea más estudiada y reflexionada. Y es que al recordar que la Escritura tiene su origen en la experiencia de Dios que tuvo el pueblo de Israel y las primeras comunidades cristianas, se vuelve fundamental al releerla hoy
teologadoarmenia@gmail.com http://construyendoelreino.blogspot.com 2243-5743
CeR 2 que no la desvinculemos de su contexto y nos veamos reflejados en las situaciones de opresión y liberación, camino y destierro, lucha y esperanza, dominación y utopía que se nos presentan en cada página de la Biblia. 1. Desde este enlace de Claretians Publication Sobre la lectura de la Biblia hoy, gracias a Dios, podemos decir mucho. Quizá esa no fue la experiencia de hace algunas generaciones atrás. Se nos enseñan métodos de lectura, Lectio Divina, lectura popular, diferentes enfoques de estudio, teología bíblica, pastoral bíblica, animación bíblica pastoral, etc. En todo caso, es necesario colaborar para que la Palabra resuene en medio de nuestro mundo como la voz viva de Dios, cuya eficacia liberadora y redentora -que ciertamente no depende de nosotros pues es pura gracia- necesita de nuestra vida para que llegue al mundo y sea creíble. Ante las muchas voces que hoy nos desorientan, la Palabra de Dios tiene que resonar con fuerza para que el horizonte del Reino -la voluntad de Dios de vida digna para toda la humanidad- no desaparezca de nuestro mundo. Como nos lo ha recordado recientemente el Papa Benedicto XVI “la misma Palabra de Dios reclama la necesidad de nuestro compromiso en el mundo y de nuestra responsabilidad ante Cristo, Señor de la Historia. Al anunciar el Evangelio, démonos ánimo mutuamente para hacer el bien y comprometernos por la justicia, la reconciliación y la paz.” (Verbum Domini 99). En esta edición de Construyendo el Reino queremos tener presente este lugar central de la Palabra en nuestra vida y en la misión de nuestras comunidades. Les compartiremos algunas claves que les pueden ser útiles en la animación desde la Palabra. Nos haremos eco además de dos acontecimientos recientes de la Iglesia: el 75 aniversario de los mártires de Barbastro y la Jornada Mundial de la Juventud. Pidamos a Dios que nuestros pueblos sean hoy “buena tierra”, lugares propicios para que la “buena semilla” de la Palabra produzca en nosotros frutos de vida, solidaridad, justicia y paz. Ese sería un buen regalo para nuestra Patria. Bienvenidos y bienvenidas a Construyendo el Reino.
puedes descargar los comentarios y los textos mismos de la Biblia del Peregrino. Además encontrarás otros apoyos para la animación bíblica: www.bibleclaret.org/espanol/ index.php 2. Lectionautas es un servicio del CELAM y Sociedades Bíblicas Unidas, que ofrece apoyo para la Lectio Divina con el evangelio del domingo, así como una serie de recursos de formación bíblica para jóvenes y niños: www.lectionautas.com 3. Algunas páginas donde se pueden hallar subsidios para la homilía o la reflexión comunitaria de la Palabra:
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www.ciudadredonda.org/lectura/comentario - www.ciudadredonda.org/subseccion/evangelioseglar - www.blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php - www.jesuitasdeloyola.org/presentacion/ apoyosparalahomiliaes.html - www.discipulasdm.org/biblia/lectio_divina/ lectio_indice.htm - www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario.php - www.lamparaestupalabra.blogspot.com 4. Reflexiones diarias para la oración en torno a la Palabra: www.rezandovoy.org 5. Una fuente de materiales bíblicos para jóvenes y la invitación para hacer una misión bíblica juvenil:
www.bibliaparajovenes.org
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Noviciado: tiempo de gracia Rigoberto Castro Nájera, cmf
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continuación voy a compartir sobre mi reciente experiencia de Noviciado. Dicha vivencia está marcada por una honda cercanía y seducción de parte de Dios, por tanto agradezco a Dios que es amor y misericordia por el don de mi vocación y por este momento de gracia que es el Noviciado. Quiero abordar este artículo a la luz de cuatro apartados de mucha importancia en nuestro año de noviciado. Dichos temas me acompañaron durante esta profunda experiencia. En realidad, son temas trascendentales para vivir en fidelidad nuestra vocación misionera, los cuales nos permiten centrados en Jesús y en la búsqueda de la gloria de Dios y su justicia. El silencio. La semilla de nuestra identidad como misioneros, como cristianos es el silencio. Este significa escuchar, es una formación para escucharse a sí mismo y a Dios. Nos ayuda a ser conscientes de lo que somos y de lo que hacemos. Significa estar despiertos, vivir en el aquí y el ahora. Sin este silencio no podemos estar con Dios, porque sólo podemos estar con Él en el silencio. En 1 Re 19, 11 se nos recuerda que Elías encuentra a Dios a través del silencio. Luego, en Ex 3, 1 Moisés se encuentra con Yavé y esto ocurre en un ambiente de silencio.
Acompañamiento espiritual. La vida interior juega un papel importante en nuestra espiritualidad, nos ayuda a ser naturales, nos lleva a reconocer la presencia de Dios en todos los acontecimientos, incluso hasta en el pecado. Es por eso, que necesitamos una persona que nos acompañe, pues nuestra vida interior necesita llevar un proceso, un encuentro de gracia. Ciertamente, este proceso es encuentro con Dios, que nos lleva a la conversión y discernimiento de la voluntad del Padre en todas las circunstancias de nuestra vida. Pero lo interesante del proceso es que nos ayuda a encontrarnos con nosotros mismos y a dejarnos acompañar por la gracia de Dios, desde allí vamos tomando decisiones según la voluntad de Dios. La oración. Según el número 37 las Constituciones Claretianas, “la oración diaria, hecha con fidelidad, sigue siendo una necesidad primaria tanto para la Comunidad como para cada uno de los Misioneros; por eso se le debe conceder un puesto primario en nuestra vida”. No hacemos nuestra oración personal por obligación, sino para crecer en nuestra relación con el Padre y para fortalecernos para nuestro apostolado. Nuestra oración misionera tiene un carácter profético en cuanto discierne la voluntad de Dios en medio de los acontecimientos de la vida. El Padre Claret tuvo que discernir muchas veces la voluntad de Dios en el cumplimiento de su misión y tuvo que librarse de muchas presiones. La oración del misionero es una de las expresiones más cualificadas del seguimiento e imitación de Cristo. Y por
CeR 4 ello es “oración en el Espíritu”, que nos impulsa a ción. En este año de noviciado he aprovechado al cultivar la filiación divina, a discernir los signos de la máximo estos elementos, lo cual ha sido gracia del voluntad del Padre, a escuchar contemplativamente Espíritu Santo que me ha configurado con Jesús. Desde la Palabra y a interceder por la vida del mundo. el silencio y el acompañamiento me he encontrado con Dios y con mi propia humanidad, me he abierto la oportunidad de reconciliarme y amarme desde mi conVida comunitaria. Para nuestra congregadición débil. La oración me ha permitido estar con ción Claretiana, la vida comunitaria es un don y un Dios y, dar gracias a El por el don de la vocación. En compromiso esencial dentro nuestro carisma misiola comunidad hemos compartido nuestras alegrías y nero. Es importante fundamentar nuestra vivencia tristezas, nuestros gozos y fracasos. Pero de manera comunitaria desde Jesús. La convivencia con el Maespecial, la vida comunitaria nos ha permitido tolerarestro es una llamada a vivir con Él y con los que ha nos y conocernos y, caminar juntos en nuestra formallamado, es vivencia y convivencia ción integral. teniendo en el centro a Jesús. Marcos 3, 14-15 nos enseña la importancia de la comunidad. Ciertamente que esta comunidad de Jesús era perfectamente imperfecta. Él no quería tener una comunidad perfecta, sino vacía, imperfecta para llenar y acompañar. El deseo de Jesucristo era formar una comunidad de discípulos, con sus debilidades e imperfecciones, pero desde allí ser una comunidad en busca del Reino de Dios y su justicia. En este sentido, “ser claretianos es revivir en comunidad el itinerario espiritual y la preocupación fundamental de Claret por servir y edificar la Iglesia con el ministerio de la Palabra, anunciando el Reino de Dios” (La Misión del Claretiano Hoy 132). No formamos una congregación misionera para anunciar el Reino de Dios viviendo en solitario, sino en comunidad. Es desde el ambiente comunitario donde compartimos fraternalmente nuestras alegrías y tristezas, al igual que nos ayuda a corregir nuestras debilidades; pero también es desde allí donde anunciamos con más fuerza y de modo más creíble el Reino de Dios. Ahora bien, luego de este breve compartir, me pregunto, ¿fue el noviciado una tierra fértil para cultivar estos elementos?, ¿cómo estoy aprovechando la formación para cultivar el silencio, el acompañamiento, la oración y la vida comunitaria? El noviciado es el mejor lugar para iniciarnos en la vida religiosa claretiana, desde esta pequeña fragua nos moldeamos en el silencio, la oración, el acompañamiento y la vida comunitaria. Sin duda alguna, esta etapa formativa es tierra fértil para sembrar y cultivar la semilla de nuestra voca-
Eso quiere la Iglesia: inquietar las conciencias, provocar crisis en la hora que vive. Una Iglesia que no provoca crisis, un Evangelio que no inquieta, una palabra de Dios que no levanta roncha como decimos vulgarmente, una palabra de Dios que no toca el pecado concreto de la sociedad en que está anunciándose, ¿qué evangelio es ése? Consideraciones piadosas muy bonitas que no molestan a nadie, y así quisieran muchos que fuera la predicación. Y aquellos predicadores que por no molestarse, por no tener conflictos y dificultades evitan toda cosa espinosa, no iluminan la realidad en que se vive, no tienen el valor de Pedro de decirle a aquella turba donde están todavía las manos manchadas de sangre que mataron a Cristo: "¡Ustedes lo mataron!". Aunque le iba a costar también la vida por esa denuncia, la proclama. Es el Evangelio valiente, es la buena nueva que vino a quitar los pecados del mundo . (Monseñor Oscar Arnulfo Romero 16 de abril de 1978)
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Tu Palabra Abel Carbajal, cmf Tu Palabra calmó mi corazón inquieto, porque te buscaba impacientemente. Tu Palabra hoy soltó secretos, en ella encontré mi fuente. El ocaso en la montaña está quemante, en media noche brilló el sol, manantiales han brotado en el desierto de mi corazón. Porque te buscaba, sin buscarte, porque te encontraba, sin encontrarte. Y para que no me busque cuando te busco. pon tu Palabra en mi sendero. para que no me inquiete cuando te siento, pon tu palabra en mi silencio. para que no me enaltezca con tu presencia, pon tu Palabra en mi miseria. Y Para que el Reino venga sin reservas, pon tu Palabra en mi entrega. Y Para que te reconozca en los excluidos, pon tu Palabra en mis sentidos. Y Para que el mundo sea más humano, pon tu Palabra en mis hermanos. Y para escucharte en todo tiempo, pon tu Palabra en mi silencio.
Queridos hermanos, que no vaya a ser falso el servicio de ustedes desde la palabra de Dios. Que es muy fácil ser servidores de la palabra sin molestar al mundo. Una palabra muy espiritualista, una palabra sin compromiso con la historia, una palabra que puede sonar en cualquier parte del mundo porque no es de ninguna parte del mundo; una palabra así no crea problemas, no origina conflictos. Lo que origina los conflictos, las persecuciones, lo que marca a la Iglesia auténtica es cuando la palabra quemante, como la de los profetas, anuncia al pueblo y denuncia: las maravillas de Dios para que las crean y las adoren, y los pecados de los hombres, que se oponen al reino de Dios, para que lo arranquen de sus corazones, de sus sociedades, de sus leyes, de sus organismos que oprimen, que aprisionan, que atropellan los derechos de Dios y de la humanidad ( Monseñor Oscar Arnulfo Romero, 10 de diciembre de 1977).
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La formación bíblico pastoral como experiencia de reconfiguración
José Luis “Chino” Chung M, cmf Misionero Claretiano en Usulután
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ace ya cuatro meses que camino por la diócesis de Santiago de María, específicamente en Usulután, compartiendo la labor de formación y animación en la Pastoral Bíblica. Esta experiencia, a mi parecer, corrobora que la Palabra de Dios reconfigura diversas áreas en lo pastoral y en lo cotidiano, entre las que comparto: Lo relacionante, como nueva forma de reorganización: Indudablemente la formación bíblica recon-
figura la vida de quienes asisten al taller, no solo como individuos sino también en su experiencia relacionante, es decir, aquellos vínculos humanos que van más allá del plano familiar. La participación en los talleres bíblicos les permite reorganizar su manera de ver a la comunidad, su realidad y sus problemas, no solo en el contexto individual, sino en su relación de
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conjunto, pues les permite ver las nuevas geografías sociales que “desbordan” el plano geopolítico, es decir, la reflexión bíblica les va haciendo tener una visión más amplia de la realidad de los ambientes en donde viven y en los que se organizan como grupos. La reorganización en el ámbito generacional: A menudo se oye decir, que se experimenta una “brecha generacional” en lo que se refiere a la manera de entenderse los mayores con los más jóvenes; pero se olvida que no es sólo la forma en la que nos comunicamos lo que puede confirmar esa afirmación, sino también lo esencial de los contenidos que se presentan en el diálogo entre generaciones distintas. Con los talleres hemos visto la interacción generacional entre abuelos, padres e hijos de un mismo núcleo familiar. Lo que puede dar algunas pistas que afirmen una pastoral no solo bíblica, sino también familiar. Lo anterior, obliga a repensar cómo forjar modelos integradores generacionales en los nuevos núcleos de vivencia de la fe, desde los nuevos modelos en los que se sitúa lo familiar. La reorganización que trasciende lo esquemático. No es para nada que se esté en contra del orden ya establecido, sino de aquello que trata de encajonar en una estructura rígida la formación bíblico pastoral. Las posibilidades reales de crecimiento de cada individuo y de cada comunidad en los talleres, les debe permitir
buscar elementos y espacios nuevos que ensanchen su horizonte de fe desde otros parámetros. Así por ejemplo, hablar de fidelidad no es solo refiriéndose a la asistencia a los talleres, sino sobre todo a la constancia del corazón para reafirmar y actualizar la Palabra desde el hoy, exorcizando el pasado fantasmal y/o el futuro ilusorio.
No es que con esto quiera apelar a la heroicidad de los que trabajamos en la formación bíblico pastoral, al contrario, es entender la formación bíblica como aquella imagen que llevamos en precesión en nuestras fiestas religiosas, que lejos de estar encabezando el andar del pueblo, camina en medio del colectivo sin ser signo de enjuiciamiento de nadie, sino que más bien todos la perciben como don de amistad y cercanía, una bendición. Creo que esto es así porque solo caminando con humildad con el pueblo se abren nuevos significados a la experiencia de fe, tanto para la comunidad en general como para quienes les animamos.
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Dieron la vida por lo mismo que nosotros la vivimos hoy Edgardo Alfredo Guzmán, cmf
Desde Vitoria, España, nos escribe el Padre Javier Oroz, cmf; profesor de filosofía durante muchos años en la Universidad de Deusto. En Centroamérica vivió durante un tiempo en la comunidad formativa claretiana de Managua, apoyando en la formación filosófica. Le hemos pedido a través de una entrevista que nos comente cómo contemplar hoy el martirio de nuestros hermanos mártires de Barbastro, un aporte muy significativo en este año que conmemoramos el 75 aniversario de este martirio. Que sus palabras también sean de inspiración para ustedes estimados lectores:
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oy a contestar a las preguntas que me haces sobre los mártires de Barbastro. Lo haré con la mayor objetividad y sinceridad… ¿Qué significado ha de tener para nosotros celebrar el 75 aniversario de los mártires de Barbastro?
Todo acontecimiento grande debe quedar grabado en nuestra alma, porque es constructivo y edifica nuestra casa interior. Dieron la vida por lo mismo que nosotros la vivimos hoy. Eran y son nuestros hermanos y los sentimos cerca. Tuvieron oportunidad de demostrar la hondura de sus convicciones y lo hicieron de forma heroica.
Todo el que sufre necesita ser reconocido, aceptado y valorado. ¿Con qué Nosotros los reconocemos, acepactitud tamos y valoramos...Aquellos días hemos de terribles, previos a su ejecución, acercarnos? pienso que ellos desde el cielo los ¿Cómo recordarán con emoción, con paz deberíamos y con sentimientos de presentar- perdón...Nosotros también estalos? mos con ellos y nos sentimos felices de que nuestros hermanos tuvieran tal entereza para perderlo todo a cambio de ganarlo todo. ¿Qué actitudes vitales podemos retomar nosotros hoy? ¿Qué impronta dan los mártires a nuestra espiritualidad?
Ser cristiano y ser claretiano exige darlo todo, jugarlo todo y...saber perderlo todo. La vida de cualquier cristiano y de cualquier religioso es un verdadero martirio Ellos en pocos días nos enseñaron la ciencia de toda nuestra vida. Morir mártir es un acto soberano de generosidad sin límites. Nuestros mártires nos infunden y regalan esa generosidad y esa valentía para que nosotros aprendamos a vivir y morir de forma semejante. También nuestra vida es heroica.
Ellos nos instan a aprender la ciencia de la totalidad...Quien vi¿Qué ve desde la profundo sabe trasmiespíritu tir esa misma experienmisionero ha de brotar cia...Nuestra acción misionera será en verdad eficaz si sabemos de esta experiencia transmitir nuestra convicción de que solo hay una cuestión impormartirial? tante. Todo lo demás es circunstancial por ser temporal. En el tiempo nos jugamos valores que no son del tiempo...
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Ecos de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid Gabriel Ponce, cmf Misionero Claretiano en España
Tres días después de haber finalizado la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebró este año en Madrid, un joven misionero claretiano nos compartía cómo vivió él este gran acontecimiento eclesial. Nos complace mucho que nuestro hermano claretiano haya aceptado comentarnos cómo fue su experiencia del JMJ, sobre todo la oportunidad de hacer estado reunido con la Familia Claretiana que también se reunió en torno a este gran evento. Sabemos que disfrutarán de sus palabras:
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urante el mes de agosto casi todas las ciudades españolas de interior se quedan vacías porque es el mes de vacaciones por excelencia en España, y la gente se va a la costa buscando cambiar el escenario de sus vidas por un tiempo y evadirse de todo aquello que significan las prisas, el agobio, el trabajo, el colegio, la universidad… en definitiva, evadirse de la vida cotidiana, la cual no siempre sabemos vivir saludablemente. Y esta huida se nota especialmente en Madrid, acostumbrada siempre a estar llena de gente corriendo de un lado para otro, como si todo el mundo llegara tarde a todas partes. En este escenario aletargado de agosto han llegado a Madrid cientos de miles de jóvenes de todo
el mundo durante la semana que ha durado la Jornada Mundial de la Juventud. Madrid se ha llenado de un ambiente de color, música, fiesta y mucha alegría. Yo que he vivido en Madrid durante tres años, he visto que la ciudad agobiante y gris se ha humanizado un poco. Había muchos jóvenes, la mayoría como es normal, provenientes de Italia, Portugal y Francia, pero también había muchos que venían de Polonia, Japón, Corea del Sur, Congo, Sudáfrica, Colombia, Argentina y Brasil; y cada uno traía muchas ganas de vivir una experiencia de comunión y fraternidad en Jesucristo. Esto es algo a lo que ha colaborado la familia claretiana, la cual ha congregado a unas mil doscientas personas en Segovia y Madrid de treinta y cinco países diferentes. Hemos podido compartir conversaciones, eucaristías, oración e inquietudes entre muchos de nosotros y ha sido muy enriquecedor porque hemos constatado la universalidad de la familia claretiana y la multitud de retos diferentes que nos presenta la Iglesia y el mundo. La verdad es que ha sido impresionante y emocionante ver a tantas personas tan diferentes y de tantos lugares del mundo, congregadas en un mismo sitio sin que las diferencias que pueda haber y las injusticias que muchos países cometemos contra otros hayan sido impedimento para celebrar nuestra fe. Esto ha sido para mí un motivo de esperanza en medio de un mundo roto por tantas injusticias. Me ha emocionado ver banderas de países como
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Irak, Egipto, Siria y Túnez, y quiero creer que los cristianos que portaban esas banderas viven con ansias de paz y justicia; pero también quiero creer que los cristianos que portábamos banderas de países como España, Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos o Japón, estamos dispuestos a vivir con profetismo y apostar por unestilo de vida diferente que cambie las estructuras de opresión que nosotros mismos hemos creado y seguimos fomentando. He empezado hablando de las ansias que tienen los españoles por evadirse de la realidad durante el verano, y quiero acabar hablando de la evasión que puede llegar a suponer la JMJ si ahora, una vez que ha acabado, no somos capaces de arraigarnos en Jesucristo y permanecer firmes en la fe tal y como se propone en el lema de la Jornada; y también si no somos capaces de arraigarnos en la realidad de cada una de nuestras circunstancias y firmes en las opciones que nacen de una oración comprometida. Porque nuestra realidad cotidiana no puede ser la excusa para salir corriendo en busca de nuevas experiencias que nos hagan olvidar por unos días lo que nos ha tocado vivir, sino más bien la excusa para alzar la voz y compartir con el mundo que no hay sólo una realidad, una respuesta, una Iglesia uniforme, una manera de vivir la fe o de compartirla. Ahora, a diferencia de los que buscan evadirse en vacaciones, viene lo bueno: la vida tal cual es y el reto de saber vivirla desde el evangelio con una mirada más amplia después de la multiculturalidad y multivivencialidad que hemos visto en la JMJ.”
¿Qué es y como se hace la lectura comunitaria de la biblia? José Vidal Pérez, cmf Misionero Claretiano en Usulután
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a lectura comunitaria de la Biblia (LCB) es un espacio de crecimiento en la sensibilidad por el proyecto de Dios en la historia. Es un encuentro comunitario con los hermanos y un encuentro con Dios desde la lectura del texto bíblico. En América Latina la LCB es una clave de lectura muy enraizada en la experiencia de las comunidades eclesiales de base y en el caminar de muchas comunidades cristianas que han sabido salir adelante con sus luchas y dificultades por la fuerza de la Palabra. La lectura comunitaria de la Biblia es una lectura que tiene tres elementos que van unidos entre si: la realidad, la fe de la comunidad y el texto bíblico. Los tres deben ir de la mano porque desde el momento en que uno se separa del otro debilita en sí lo que puede lograr una buena lectura comunitaria, como lo son los compromisos con la comunidad y la realidad. Para un mejor fruto de esta clave de lectura debe promoverse en un ambiente de oración y compromiso cristiano, desde esas ansias de construir un
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mundo más humano y fraterno. La lectura comunitaria de la Biblia crea comunidad y sensibilidad por los problemas de los pueblos y comunidades. Veamos un poco más detallado como se relacionan estos tres aspectos de la lectura comunitaria de la Biblia:
Primer paso: partir de la realidad Este primer paso lo ilumina el texto de Lc 24,1324 que nos cuenta la experiencia de los dos discípulos de Emaús, en el que Jesús se hace presente en medio de su realidad de miedo y desilusión porque han visto el fracaso de Jesús de Nazaret. Este primer paso nos deber ayudar a acercarnos a las personas, sus realidades y sus problemas, para poder tener una perspectiva más crítica de la misma y sobre todo para que la reflexión que surja no sea espiritualista sino aterrizada a los problemas y dificultades del mundo actual.
Segundo paso: el texto de la Biblia Cuando Jesús va conversando con los discípulos les ilumina con la luz del texto bíblico de manera que ellos puedan comprender que la muerte de
Jesús esta dentro del mismo proyecto del Reino (Lc 24,25-27) Con una buena lectura comunitaria de la Biblia podemos iluminar muchos caminos oscuros y tristes de las personas que peregrinan sin encontrar un sentido a la vida entre tantas dificultades. Siempre hay esperanzas que ver y reconocer, aquellos signos de vida que nos hacen arder el corazón de entusiasmo.
Tercer paso: compartir en la comunidad (Lc 24,28-32) La Biblia, por sí sola, no abre los ojos. ¡Pero hace arder el corazón! Lo que abre los ojos y hace que los dos amigos perciban la presencia de Jesús, es la fracción del pan, el gesto comunitario del compartir. El valor de la comunidad es importante en la lectura comunitaria ya que es el espacio ideal para que Jesús se pueda manifestar como el resucitado que acompaña a las personas que se ponen en búsqueda. Si seguimos con fidelidad estos tres pasos nos disponemos a abrirnos con generosidad a la presencia viva del Señor entre nosotros. Nos ayudará a abrir los ojos a la realidad y también a comprender mejor su Palabra, que posteriormente nos comprometerá a compartirla en comunidad. Hay muchas personas que leen la biblia pero lejanos de la realidad de su pueblo y de su comunidad, otros quieren la vivencia comunitaria pero también lejana de la iluminación de la palabra de Dios y de la realidad. Muchos muy comprometidos con la realidad pero sin la experiencia de fe y sin la luz del Evangelio. Creo que deben ir muy juntas, cercanas porque entre las tres esta la fuerza, el ejemplo mejor es el de la trenza, donde cada cabello unido a los demás se vuelve fuerte, no es tan fácil romperlo, arrancarlo. La invitación es a entrar en este camino -para muchos nuevo- pero que va creciendo con la experiencia de tantas comunidades cristianas que se han gozado y alimentado con esta forma de leer a Dios y leer la realidad.
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El Ministerio de la Palabra
intereses, sus motivaciones), hasta llegar a la plena configuración con Cristo Misionero y a seguirle según su estilo de vida, sus actitudes y opciones.
José Rodolfo Vásquez, cmf
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l seguimiento de Cristo tal como se propone en el Evangelio es “nuestra regla de vida”. Ahora bien, es a través de la Palabra como accedemos a Él, le conocemos, le contemplamos asiduamente y cultivamos su amistad. A ejemplo de Jesús y así como lo vivió San Antonio María Claret, todo en nosotros ha de ser iluminado desde la Palabra de Dios. Por eso la Palabra es el núcleo esencial de nuestro carisma apostólico y de todo actuar cristiano; un dinamismo integrador de todo nuestro ser, de nuestro actuar y de nuestro significar. Como misioneros que somos contemplamos y asumimos la Palabra para comunicarla y anunciarla… Nuestra vocación de oyentes-servidores de la Palabra es un don del Espíritu. Fecundada por el Espíritu, María engendró la Palabra. Por su mediación maternal a la Palabra se hizo carne. Es ésta la realidad gozosa que Claret experimentó cuando reconocía que se había forjado como heraldo de la Palabra en la fragua del Corazón de María. Y es ésta la misma realidad que experimentamos nosotros cuando acogemos y veneramos a María como Madre y Formadora nuestra. Como consecuencia a ésta experiencia, debemos procurar formarnos de manera que la Palabra de Dios moldee y estructure nuestra personalidad (sus valores, sus
Es necesario preparar la base humana de la personalidad para que se pueda facilitar todo el proceso de iniciación en el ministerio de la Palabra, y así poder compartirla y comunicarla. Especialmente: Ajustar la experiencia religiosa para adecuarla a la revelación de Dios en la Palabra. Educarse para el silencio la escucha, la capacidad de acogida de otros, la apertura hacia los demás y hacia la realidad. Desarrollar, mediante la expresión oral y escrita, la capacidad de comunicar y comunicarse.
Es necesario también, educarse en las actitudes propias de aquellos que, como María, los apóstoles y los profetas, han acogido la Palabra, la han hecho vida y se han dejado transformar por ella. Esas actitudes son principalmente: Sencillez y pureza de corazón Humildad y pobreza interior Silencio y meditación que busca comprender Escucha y docilidad discipular Capacidad de diálogo, discernimiento y análisis de las diversas sociedades culturales y religiones Compromiso profético y liberador Debemos crear en la comunidad un ámbito de fe y de relaciones donde se pueda compartir fraternalmente la escucha, la vivencia, la celebración y el anuncio de la Palabra; formarse en una lectura de la Escritura, actualizada e inculturada en y desde la realidad concreta, especialmente desde una identificación con los pobres y desde una inserción entre ellos, sin la cual es difícil entender y anunciar la Palabra de Jesús; fraguar en definitiva, una espiritualidad misionera centrada en la Palabra.