LA ARAÑA PATAS FLACAS (2ºD) NARRADOR: La araña patas flacas, así la conocían porque era la más alta de su casa. Un día se vistió con sus pantalones rosa con la intención de ver a su hermana, la araña patas gordas. Sus padres no sabían para que se vestía con la ropa que solía usar para salir a la calle. LA MAMÁ DE LA ARAÑA: ¿Qué estás haciendo? LA ARAÑA PATAS FLACAS: Poniéndome los pantalones rosa, los que más me gustan. LA MAMÁ DE LA ARAÑA: ¿por qué te pones la ropa de calle? ¿dónde vas a ir? LA ARAÑA PATAS FLACAS: A casa de mi hermana, quiero verla y merendar con ella. EL PAPÁ DE LA ARAÑA: Sola, no puedes visitar a tu hermana, te encontrarás por el camino muchos peligros. LA ARAÑA PATAS FLACAS: ¡Por favor papá!, ¡Mamá, dile a papá que me deje! LA MAMÁ DE LA ARAÑA: Adam, la dejaré ir porque la niña muy responsable y, además, estará vigilada por el guardabosque Samuel. EL PAPÁ DE LA ARAÑA: ¡Bueeeeno! Después, si pasa algo, yo no quiero saber nada. LA ARAÑA PATAS FLACAS: ¡Ayyyyyy, cómo quiero a mis papás! …………………………………….. NARRADOR: Por el camino se encontró con un gato que se caracterizaba por ser algo mentiroso, el gato mentirosín. La pobre sufrió un engaño por parte del gato. GATO MENTIROSÍN: Hola patas flacas, ¿dónde vas? LA ARAÑA PATAS FLACAS: Voy a merendar con mi hermana. Hace mucho tiempo que no la veo. GATO MENTIROSÍN: ¿Qué tal las meriendas de tu hermana? LA ARAÑA PATAS FLACAS: ¡Las mejores! Te pone de todo.
NARRADOR: El gato mentirosín vio la oportunidad de merendar gratis. Sólo tenía que aplicar sus argucias. GATO MENTIROSÍN: Eres buena chica, y por eso, te voy a ayudar. Vas en la dirección equivocada. Tu hermana se mudó de casa hace unas semanas, ahora vive en la ladera que te estoy señalando. LA ARAÑA PATAS FLACAS: ¡Pues menos mal que me he encontrado contigo! Gracias amigo. GATO MENTIROSÍN: No hay nada que agradecer. Te acompañaré un ratito. NARRADOR: El gato la acompañó unos pasos y decidió cambiar de dirección para ira a casa de patas gordas. El gato llegó pronto a casa de la hermana para aprovechar la merienda gratis. GATO MENTIROSÍN: ¡Hola! LA ARAÑA PATAS GORDAS: ¡Hola! GATO MENTIROSÍN: Vengo a recoger la merienda de tu hermana; se ha caído por el camino y no podrá llegar. LA ARAÑA PATAS GORDAS: Bueno, te la meteré en una fiambrera. NARRADOR: El guardabosques Samuel se acercó a la araña patas flacas para intentar consolarla y explicarle que había sido víctima de una gran mentira. El guardabosques acompañó a la araña hasta su primer destino. Ya en casa de la hermana contaron todo lo que había pasado y pudieron merendar por la solidaridad de todos los que estaban en casa de patas gordas, que compartieron gustosamente su merienda. ……………………. NARRADOR: Cuando la araña patas flacas se dirigía de vuelta a casa se encontró con su primo el escorpión. Era un escorpión especial su veneno hacía cosquillas a pesar de creerse muy peligroso. Además se dedicaba a la enseñanza de las artes. Estuvieron conversando y el escorpión le fue contando el curso de pintura que estaba dando a sus amigos los escorpiones; todos tenían la cualidad de poseer el poder del picotazo de las cosquillas. Así que ambos pensaron que llevarían al aula de pintura a unas ardillas que eran amigas de la araña. Ya en la sala la situación se volvió muy divertida.
EL ESCORPIÓN: Hola chicos. Os traigo a mi prima la araña con sus amigas las ardillas. Quiero que le enseñéis el cuadro que estáis haciendo sobre el sol y la luna. Además cada uno de vosotros le deberíais enseñar el poder que tenemos de sacar sonrisas. NARRADOR: Los escorpiones dieron una lección de cómo pintar y justo después dieron el picotazo mágico para demostrar sus condiciones de regalar alegría. NARRADOR: Una vez dejaron el aula de pintura, la araña patas flacas pido al escorpión que la acompañara para ver a la reina. Patas flacas sabía que la reina era especialista en quitar multas, y no hacía mucho había recibido una. LA ARAÑA PATAS FLACAS: Primo; dejando las risas a un lado, necesito un favorcillo tuyo. EL ESCORPIÓN: Dime prima. LA ARAÑA PATAS FLACAS: Resulta que hace unos días me multaron por aparcar mi bici en la acera y me han dicho que la reina es especialista en quitar multas. Podrías venir conmigo a ver si consigo que me la retiren. EL ESCORPIÓN: Sabes que haría cualquier cosa por ti. LA ARAÑA PATAS FLACAS: Gracias. Sabía que podía contar contigo. NARRADOR: El escorpión acompañó a su prima hasta palacio. ………………. NARRADOR: Ya en palacio la araña intentó convencer a la reina con un soborno. LA ARAÑA PATAS FLACAS: Su majestad, vengo para ver si me puede hacer usted un favor. LA REINA: Dime hija. ¿De qué se trata? LA ARAÑA PATAS FLACAS: Bueno, antes le voy a decir que está usted invitada a un buffet libre en el que tendrá los mejores manjares, con la excepción de la fruta, que en esta temporada está muy cara. Pues mire, se lo digo: “¡necesito que me quite una multa! Si se enteran mis padres que tienen que pagar una multa por culpa de mi bicicleta, nunca más montaré en bici.
LA REINA: Hija, ¿sabes que me estás sobornando? LA ARAÑA PATAS FLACAS: Si, por supuesto. Cree usted que si no viniera pidiendo un favor le iba a invitar a un buffet. LA REINA: Te lo concederé por honesta. NARRADOR: Cuando terminaron de comer volvieron a casa y tomaron un chocolate caliente. Cuando la araña se marchaba en dirección a su casa, sucedió algo que nadie esperaba. Unos guardias de la reina arrestaron a la araña. LOS GUARDIAS: ¡Oiga, no siga usted caminando! ¡Deténgase! LA ARAÑA PATAS FLACAS: ¿Qué sucede? LOS GUARDIAS: ¡Queda usted arrestada por robo! LA ARAÑA PATAS FLACAS: ¡Robo, ¿de qué?!. Si fuera por soborno, pero por robo… LOS GUARDIAS: Se le acusa de haber robado las llaves del castillo. NARRADOR: La araña fue entregada a los guardianes de la prisión. GUARDIANES DE LA PRISIÓN: Hola compañeros. ¿Quién es esta muchacha? LOS GUARDIAS: La araña patas flacas. GUARDIANES DE LA PRISIÓN: ¿De qué se le acusa? LOS GUARDIAS: Le ha robado a la reina las llaves del castillo. GUARDIANES DE LA PRISIÓN: ¡Morirás en prisión! Mira que robarle a la reina, con lo buena persona que es; a mí me quitó una multa. Y a mi me dio una vivienda de protección oficial. NARRADOR: La araña estuvo mucho tiempo encarcelada, no quería ni comer. No parecía la misma muchacha que entró en prisión. Pero un día, cuando menos se lo esperaba, obtuvo la libertad. Su amiga la culebra consiguió hipnotizar a los guardianes y las dos salieron huyendo de prisión.
CULEBRA: Amiga, acabo de hipnotizar a los guardianes. ¡Salgamos pitando de aquí! LA ARAÑA PATAS FLACAS: Menos mal querida amiga. Creí que moriría en prisión. NARRADOR Meses más tarde la reina se enteró que el ladrón de las llaves era un campesino y puso un anuncio para que la araña patas flacas se acercara al castillo; ella misma, iba a pedirle disculpas. La araña, que desde su huída estaba oculta en el monte, bajó a la aldea y se acercó al castillo. LA ARAÑA PATAS FLACAS: Hola señora reina. Le juuuuro … LA REINA: No hace falta que jures, sabemos que cometimos un error contigo. Te compensaré. Si necesitas vivienda: ¡ven a mi!; si necesitas un trabajo en el ayuntamiento, ¡ven a mi!; si necesitas que te quite una multa, ¡ven a mi!. NARRADOR: Dicen que la araña y la reina se hicieron tan amigas que todas las noches jugaban juntas al monopoli y tomaban un vaso de leche antes de despedirse hasta el siguiente día.