TERCERSECTOR Una publicación de la Fundación Del Viso // Diciembre 2019
SUSTENTABILIDAD ACCIONES DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIA
De la filantropía a la Sustentabilidad y la gestión de los ODS. Cómo evolucionó la Inversión social Privada en la Argentina en las últimas décadas. Los hitos alcanzados y los desafíos por venir
La hora del balance Opinan las empresas y los expertos
Nota de Tapa
El camino de la RSE a los ODS Los especialistas analizan cuáles fueron los principales hitos en la gestión de la Inversión Social Privada en el país. Un recorrido que nació con la filantropía y se transformó en un modelo de gestión que apunta al desarrollo de las comunidades.
Si bien estos procesos se registraron a nivel global, en la Argentina estos cambios, en muchos, casos se fueron produciendo en contextos de crisis económicas y sociales. A la hora del análisis, Mario Roitter, profesor del Centro de Innovación Social de la Universidad de San Andrés (CIS-UdeSA) e investigador externo de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), ubica el surgimiento de la RSE a mediados de la década de 1990: “Durante esa época, buena parte de las principales empresas argentinas pasaron de ser públicas a privadas y eso generó un impacto de relacionamiento diferente con las comunidades. A partir de allí se comienza a hablar de RSE, que hasta ese momento se lo denominaba en términos de una actividad de donación, de apoyo o de sponsoreo”. Así, como consecuencia de las privatizaciones y en tiempos del Plan macroeconómico de la convertibilidad, que derivó en una profunda crisis económica y social, el sector privado también replanteó su rol como actor social.
TEXTOS MARÍA SOL ABICHAIN
lo largo del último cuarto de siglo, las organizaciones sociales fueron migrando para dar respuestas más adecuadas a las demandas que planteaba la sociedad. En esa línea, también las empresas asumieron un rol más activo, en lo que respecta a su participación comunitaria. Y si bien en los inicios, la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) estuvo más asociada al formato filantrópico, en los últimos años, el sector privado adaptó sus estrategias de Sustentabilidad para alinearlas a un plan global de mayor alcance, sintetizado en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
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RSE y filantropía Al analizar la evolución que experimentó durante el último cuarto de siglo, en 1994 y hasta adentrado el Siglo XXI, las acciones en beneficio de las comu-
“... (La RSE) en sus orígenes estaba ubicada como el rincón de la virtud de la empresa, pero por fuera del negocio. La tendencia fue moviéndose hacia un modelo que incorporara criterios económicos sociales y ambientales con una mirada a largo plazo, hacia la sustentabilidad.” María Rigou, Directora de Rigou Consultores y Uade nidades generadas por el sector privado estaban marcadas por la filantropía y el asistencialismo. Esa tendencia, luego dio paso a una modalidad donde las compañías sintonizaron sus aportes con la gestión interna, involucrando a su personal e incluyendo los valores de la RS en su proceso productivo. Así, las acciones fueron acercándose más a la idea de desarrollo sustentable, que luego fue plasmada internacionalmente y detallada en sus diversos aspectos en los ODS.
Consultada sobre el tema, María Rigou, Directora de Rigou Consultores y coordinadora del Curso de posgrado de Gestión Estratégica para el Desarrollo Sustentable de la Universidad Argentina de la Empresa, señala que en los primeros años, la RSE en la Argentina “estaba asociada a un concepto de filantropía, sobre todo a partir de la crisis del 2001, cuando las empresas empezaron a ver qué podían hacer para atender a las poblaciones más vulnerables en un contexto en
Esta edición se distribuye junto con la revista TERCERSECTOR Número 124 - Año XXV
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delo de gestión empresarial. “En sus orígenes estaba ubicada como el rincón de la virtud de la empresa, pero por fuera del negocio. La tendencia fue moviéndose hacia un modelo que incorporara criterios económicos sociales y ambientales con una mirada a largo plazo, hacia la sustentabilidad”, afirma la especialista. Esta manera de gestionar los negocios implica, según la mirada de Roitter, dimensiones diferentes hacia adentro o hacia afuera de la empresa. A nivel interno supone determinadas relaciones laborales, posibilidades de articulación o compatibilización entre la vida laboral y personal, acceso a derechos, trato equitativo e igualitario, es decir, un conjunto de cuestiones que hacen al buen vivir como trabajador de la empresa. Mientras que a nivel externo se refiere al vínculo que la firma establece en sus actividades comerciales, el tipo de producto y mensaje con el cual lo comercializa, los clientes a los cuales se dirige y otros factores relacionados con distintos tipos de impactos, como el ambiental o el que tienen en las comunidades circundantes.
el que más de la mitad de la población había quedado por debajo de la línea de pobreza”. A su turno, también Mario Roitter recuerda que “muchas veces han sido los empleados quienes se organizaron internamente para responder a estas cuestiones. Por ejemplo, en el año 2001 se hicieron iniciativas de todo tipo, porque había un entorno y una situación social muy apremiantes” y traza un paralelo con la situación actual: “Hoy en día, si bien no tiene aquella gravedad, hay muchas situaciones de necesidad. Y también muchos empleados se comprometen con esa situación y hacen colectas, donaciones y generan alguna influencia en la compañía para que se comprometa en esta línea”. Triple impacto Después de la crisis y cuando el país comenzaba a reactivarse durante los primeros años del siglo, también se fue transformando la gestión de la Inversión Social puertas adentro de las empresas y hacia afuera, en la relación de éstas con las comunidades. Sobre esta mutación de la relación entre las empresas y sus entornos, Ana Muro, Coordinadora del Área de Sociedad y Empresa del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible, explica: “En estos años, la temática evolucionó tanto desde lo conceptual como desde la gestión y desde lo herramental. El concepto se fue fortaleciendo y pasó de ser asistencialismo o filantropía a ser una área dentro de una empresa con profesionales variados que entienden de la relación entre los factores ambientales y sociales y cómo inciden unos con otros”. De lo que se trata es, como indica Roitter, de “alinear esas acciones con el negocio”. En tanto, para Rigou, el área comenzó a pensarse más como un mo-
Rendir cuentas A la par de estas transformaciones en la manera de entender la RSE se fue dando un proceso de profesionalización. En este sentido, Muro destaca la evolución en la forma de confeccionar los reportes de las acciones realizadas. Al comienzo “se hacían según lo que cada uno entendía por RSE o filantropía, contaba y relataba la gestión corporativa. Hoy es un tema de transparencia, donde existen herramientas como el GRI, que es muy utilizada en todos los continentes”. Roitter coincide con que “los reportes de sustentabi-
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Nota de Tapa
Por su parte, Roitter hace hincapié en el aspecto coyuntural de las altas y bajas en la inversión social de las empresas. “Los fondos de la Inversión Social Privada suelen ser procíclicos y no anticíclicos, esto quiere decir que cuando sube el ciclo económico suben los fondos, pero cuando va para atrás y, consecuentemente, hay más problemas sociales, los fondos son menores. Ahí hay un problema que es una característica propia y todavía no ha cambiado en ninguna parte, ni siquiera en los países desarrollados”. Trazar un recorrido de la RSE evidencia la evolución y logros de un sector estratégico para el desarrollo sustentable del país y el mundo. Como afirma
lidad son un gran cambio a una dirección correcta y son muchas las empresas que hacen estos aportes”, y agrega que “permiten una reflexión interna, para que cada una de las áreas se piense a sí misma en materia de triple impacto y también logra una comunicación con públicos que a la compañía le interesa mantener informados”. Nuevos desafíos Los cambios registrados en las últimas dos décadas en materia de Sustentabilidad marcan una tendencia, pero también anticipan que aún hay aspectos para seguir mejorando a futuro. Entre ellos, Muro menciona “la importancia del trabajo con la cadena de
“... (Los reportes) permiten una reflexión interna, para que cada una de las áreas se piense a sí misma en materia de triple impacto y también logra una comunicación con públicos, que a la compañía le interesa mantener informados.” Mario Roitter (CIS-UdeSA) y (Cedes) valor”, que si bien está progresando, habría que profundizar. Además, señala que deben fortalecerse las redes entre grandes empresas “que puedan seguir trabajando conjuntamente respecto de distintos desafíos, como el tema de qué hacer con los plásticos, los desechos, la economía circular, la inclusión social, cambio cultural, etc., lo que se llama, el business to business”.
Muro, con la llegada de los ODS se logró ordenar lo que ya se estaba trabajando y tomar aquellos temas que todavía estaban pendientes. La profesionalización, el desarrollo de un marco teórico y el crecimiento transversal del área dentro de las empresas son un camino con historia, pero que también prometen muchos cambios a futuro.
opinión Transformación y consolidación
80 por ciento de las grandes empresas presentan anualmente reportes de sustentabilidad. Ese mismo año se aprobó el Protocolo de Kyoto, que no por su incumplimiento dejó de ser un importante antecedente en materia de compromisos socioambientales, tan necesarios como el Acuerdo del Clima de París, o la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, aprobados 18 años después. En 1999 surgió la, hasta el momento, principal iniciativa mundial de responsabilidad social y sostenibilidad: el Pacto Global de Naciones Unidas. Y 10 años después, otro hito ineludible fue la aprobación de la Norma ISO 26.000, fruto del consenso de 99 países. Finalmente, la multiplicación de diversas iniciativas, englobadas en las denominadas nuevas economías, han consolidado la idea de la gestión socialmente responsable y sostenible en las empresas, que llegó para quedarse.
POR HÉCTOR LAROCCA Y JULIÁN D’ANGELO *
El transcurso de estos 25 años ha sido trascendental para la transformación y consolidación de las ideas de responsabilidad social y sostenibilidad en la gestión de cualquier tipo de organización. Esto nos muestra el carácter pionero que tuvo la revista Tercer Sector para toda Iberoamérica. Fue precisamente en 1994, cuando John Elkington dio forma a la idea de triple balance: económico, social y ambiental. Recién con el tercer aniversario de la revista aparecieron los Indicadores GRI, los primeros que nos permitirían reportar en materia ambiental y luego social. Hoy en día, ya existen más de 400 tipos de indicadores en el mundo y más del
✱ Directivos del Cenarsecs (UBA).
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El balance de las empresas
Cambios, logros y desafíos Las compañías que asumieron un rol activo en favor de las comunidades donde operan analizan cómo evolucionó la responsabilidad social en el país en las últimas décadas. tación y aprendizaje y el desafío de desarrollar negocios con impacto social, económico y ambiental.
TEXTOS ROCÍO GALVÁN
as acciones aisladas, con efectos no medidos, y sin estrategia con mirada de largo plazo ya pertenecen al pasado. En los últimos 25 años en la Argentina el sector privado dio varios pasos adelante en materia de responsabilidad social que dejó de ser una materia optativa para convertirse en parte de la estructura de la gestión de los negocios. Las empresas locales percibieron esos cambios y asumieron su rol en este proceso que las involucra como actores clave que deben trabajar en conjunto con el Estado y la sociedad civil. El cuidado del entorno, la inclusión, la transparencia, la equidad de género y la diversidad son algunos de los valores que rigen como guía, sintetizados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por la ONU en septiembre de 2015. Referentes de empresas en Argentina reflexionan acerca de “Cuáles fueron los principales logros alcanzados en materia de Sustentabilidad en estos 25 años”. Y lo hacen en base a la experiencia que atravesaron para llegar a esta nueva etapa, cómo fue el proceso de adap-
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■ Constanza Gorleri, gerenta de Sustentabilidad de Banco Galicia:
“El mayor logro fue la evolución que se dio de la filantropía al concepto de sustentabilidad, en donde la construcción del bien común se realiza en base a tres dimensiones: económica, social y ambiental. Para esto fue necesario que las organizaciones alineen su estrategia de sustentabilidad a la propia del negocio, impulsando iniciativas en torno de esta nueva forma de gestionar y evaluar los resultados. En esta línea comenzaron a realizarse programas que requirieron de nuevas alianzas entre todos los sectores y que realmente potencian el desarrollo sustentable. Este cambio de paradigma y de concepción fue lo que posibilitó establecer relaciones de cooperación entre los diferentes actores permitiendo, así, la evolución de la sustentabilidad y su establecimiento en la agenda”.
opinión La evolución del sector
es fundamental para ser competitivo. Después de 25 años es una alegría mirar esa transformación. Otro logro importante fue la difusión del concepto de Responsabilidad Social sin la E (de Empresaria). Eso generó una expansión hacia otros sectores y tuvo un impacto en el mundo de las universidades, quienes incluyeron la temática en carreras de grado y posgrado. Sin duda eso va a dar fruto en los próximos años. Por otro lado, Argentina sigue teniendo muchos desafíos. El primero es nacionalizar el tema, ya que hoy está concentrado en pocas ciudades. El segundo, salir de las empresas grandes y llevarlo a la gestión cotidiana de las pymes que están más cerca de las comunidades y clientes. El tercer desafío es perder la estacionalidad: este sector no ha escapado de la realidad económica y, cuando hay signos de crisis, es una de las primeras áreas donde se sienten los recortes.
POR LUIS ULLA *
En el sector de la RSE y Sustentabilidad ha habido una evolución notable a nivel conceptual. Hace 25 años, el desafío era que la gente comprendiera que no se trataba de filantropía y que no era algo que debía hacerse luego del horario de oficina, sino que tenía que ver con decisiones de negocio. Hoy, ese concepto está notablemente afianzado. Un factor clave en este proceso fueron las comunicaciones 4.0, ya que la difusión de la información cambió la manera en que los consumidores eligen los productos o servicios. Hoy se pone un fuerte acento en la trazabilidad, en asegurar las condiciones totales con las que un bien o un servicio an sido elaborados. En un mundo que cambia, esto también
✱ Director de Iarse.
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El balance de las empresas
va y sostenible, llevando adelante iniciativas que nos permitan desarrollar un modelo de negocio cada vez más responsable. Para lograrlo, es necesario generar alianzas, redes de trabajo que potencien e impulsen proyectos de triple impacto”.
■ Claudio Giomi, Gerente Corporativo de Sustentabilidad de Grupo Arcor: “Lo que cambió no son los con-
ceptos sino el contexto. Las empresas están llamadas a cumplir un rol fundamental: ir más allá del ámbito específico de acción económica, para desempeñar un activo rol ciudadano: mirar no sólo al mercado, sino a la sociedad en su conjunto. Esta nueva conciencia reconoce que el sector empresario tiene un papel relevante para impulsar las transformaciones necesarias que resulten en una sociedad más sustentable. Para lograrlo será clave continuar interpelando la lógica de negocio que privilegia únicamente el crecimiento y la rentabilidad a cualquier costo, resaltar la necesidad de cambiar los modelos de gestión empresarial para incorporar en sus estrategias de negocio al desarrollo sustentable, y velar por la unión de la ética con la responsabilidad socio-ambiental”.
■ Andrea Dala, gerenta de Asuntos Públicos de ArcelorMittal Acindar: “Es
un logro haber instalado el tema en la agenda y que progresivamente sea considerada una cuestión estratégica para las empresas. Resulta positivo que haya una mirada que no se reduce sólo a lo ambiental; hoy estamos más cerca de trabajar en empresas de triple impacto, que amplían su visión al desarrollo económico y social respecto del entorno en el que operan y contemplan aspectos centrales como la ética, la integridad, la equidad de género, la inclusión y diversidad. Finalmente, es importante que en el mundo corporativo haya cada vez más conciencia de que la sustentabilidad no es sólo una manera de trabajar, sino la única forma de hacer las cosas, dado que las empresas que no integren la sustentabilidad al corazón de su negocio dejarán de tener licencia social para operar”.
■ Betina Azugna, gerenta de RSE Grupo Sancor Seguros: “Los logros
giran en torno de la contribución de los sectores público y privado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los consumidores exigen conocer cómo son elaborados los productos y gestionados los servicios para definir su evaluación de las marcas. Las políticas de género se incrementaron debido a los movimientos y a respaldos de organizaciones como ONU. La necesidad de adaptación contra el cambio climático centralizó las estrategias de las empresas en cumplir las metas de los ODS. El enfoque de empresas y Derechos Humanos va tomando forma y se comienza a exigir que rindan cuentas en ese aspecto. Las nuevas tecnologías como Blockchain son facilitadoras de la inclusión financiera. Y las iniciativas como GRI o Pacto Global son más exigentes y exhaustivas”.
■ María Constanza Ferrer, gerente de Sustentabilidad de Telecom Argentina: “Las empresas, en su articu-
lación con el Estado y la sociedad civil, han logrado en estos años hacer foco en el cuidado del medio ambiente, contemplando el uso de energías renovables y garantizando el cuidado de los recursos naturales; ofrecen mayor información sobre el origen de productos y servicios; disponibilizan productos sustentables accesibles; abordan cuestiones de género; incorporan medidas de equilibrio personal-laboral para un mejor estilo de vida de los empleados, y colaboran en la transformación de los negocios y del futuro del trabajo. En Telecom desarrollamos una estrategia innovadora de integración de la sustentabilidad al negocio como aliada de la gestión operativa, con un enfoque que potencia los beneficios de la tecnología en el desarrollo del país y su gente”.
■ Vanesa Marignan, gerenta Banca Responsable de Banco Santander:
“En los últimos años se reforzó la importancia de que gobiernos, empresas, organizaciones y la comunidad avancemos juntos, sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. También se hizo cada vez más necesario reportar con transparencia y dar cuenta del impacto que tenemos las empresas en la sociedad y el ambiente. De esta forma surgieron guías, certificaciones y membresías vinculadas a la sostenibilidad, que nos ayudan a enmarcar nuestro trabajo, buscar oportunidades de mejora y establecer nuevos objetivos. Buscamos crecer de manera inclusi-
■ Fernando Huergo, Director de Comunicaciones Corporativas de Siemens S.A. Argentina: “Hace 25
años, los programas de RSE focalizaban principalmente en acciones filantrópicas y políticas medioambientales aisladas, sin programas estratégicos y poco re-
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lacionados con los negocios de las compañías que las llevaban adelante. La transición del concepto RSE a Sustentabilidad es parte de un cambio que hoy implica un enfoque más abarcativo y transversal, incorporando políticas que aseguren procesos productivos sustentables en la cadena de valor, cumpliendo estándares que contribuyan a mitigar el impacto ambiental y apunten a mejorar la calidad de vida de las personas, de modo de generar un impacto positivo en la sociedad.”.
Civil (OSC) de principios de siglo producto de la crisis económica y social de 2001 y el segundo hito fue todo el proceso de elaboración de la ISO 26.000 y su publicación en 2010, lo que sin dudas refleja el crecimiento de la agenda de sustentabilidad en el sector privado. Se trata de un crecimiento notable en dos sectores no tradicionales, desde donde se solía pensar la provisión de políticas públicas en una sociedad y en nuestro país en particular. Esta tendencia seguirá vigente para y generará impacto en materia de políticas sociales, ambientales y de transparencia y buena gobernanza”.
■ Silvina Oberti, gerente de Sustentabilidad de YPF: “La RSE evolu-
cionó sustancialmente tanto en Argentina como en el mundo, impulsada por clientes, reguladores y el mercado. Pasó de filantropía a inversión social integrada a una estrategia más comprensiva de la sustentabilidad corporativa. Las compañías asumieron el compromiso con la creación de valor compartido a largo plazo, mediante una gestión activa de su impacto económico, social y ambiental. Hoy, las empresas argentinas se enfocan en ejes de sustentabilidad, como la contribución a los ODS; Gobierno ético y transparencia; Economía circular y eficiencia energética; DDHH; Diversidad; Medición de triple impacto y comunicación sistemática con grupos de interés”.
■ Karen Vizental, VP de comunicación corporativa y sustentabilidad Unilever Latinoamérica: “La susten-
tabilidad ganó terreno, tanto dentro de las compañías como en los diversos sectores de la sociedad. Hoy, los ciudadanos demandan un compromiso por parte de las organizaciones y buscan marcas que tengan un propósito. Esto exige que las compañías piensen los negocios con un triple impacto, no sólo para su sostenibilidad en el largo plazo sino, también, por la propia demanda de los consumidores. Para Unilever, la sustentabilidad es un buen negocio y desde los inicios de nuestro Plan de Vida Sustentable, demostramos que podemos ofrecer un crecimiento consistente, rentable, competitivo y responsable. En 2018 nuestras marcas sustentables crecieron un 69% más rápido que el resto de nuestro negocio y están entregando el 75% del crecimiento total de la facturación de la compañía”.
■ Cecilia Hancevic, coordinadora general Fundaciones Grupo Petersen: “En los últimos años, la incor-
poración de la sustentabilidad de manera transversal a las compañías comenzó a marcar la agenda de prioridades en temas relacionados con la comunidad, contribuyendo, en especial al desarrollo social y productivo de las regiones, a través de programas sustanciales. Puede verse un cambio de paradigma en los proyectos que se llevan adelante en el país, marcando los programas de educación como un hecho pilar que promueven el conocimiento y aportan a la innovación de las iniciativas. Esto permite contribuir con la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en los temas de Educación de calidad”.
■ Paula Solsona, Gerente de Asuntos Sociales de Banco Hipotecario:
“El desarrollo sostenible plantea el desafío de promover el crecimiento económico, social y la protección del medio ambiente de manera equilibrada. Desde el Pacto Global, pasando por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Argentina reconoció la importancia de generar consensos clave. En estos 25 años, la RSE supo contribuir a que el mundo empresario conforme ecosistemas que velen por el bien común, demostrando que la sustentabilidad es transversal al negocio. Se conformaron diversas organizaciones que nuclean empresas e instituciones, aportando profesionalismo y rigurosidad en la creación de estrategias de triple impacto y contribuyendo a la articulación público-privada. La RSE invita a actuar responsablemente, constituyéndonos como ciudadanos comprometidos con el futuro”.
■ Vicente Amadeo, jefe de Relaciones con la Comunidad, de Ledesma:
“Para pensar la sustentabilidad en los últimos tiempos, menciono dos grandes hitos: el primero es el auge de las Organizaciones de la Sociedad
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Alianzas, la clave para avanzar Si bien las empresas hicieron un importante recorrido desde 2015 todavía tienen trabajo por delante para alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La medición y la construcción de indicadores continúan siendo los desafíos pendientes.
esfuerzo conjunto capaz de conseguir que el desarrollo sostenible sea una realidad. Si bien las empresas hicieron un importante recorrido desde 2015 hasta la actualidad, todavía quedan muchos pendientes. Por eso son valiosas las iniciativas como el programa Conectando empresas con los ODS, desarrollado por el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (Ceads) y Ernst & Young Argentina. Su objetivo es visibilizar propuestas innovadoras de empresas que integran el Ceads y contribuyen con los ODS, con la finalidad de entender hacia dónde van los esfuerzos en la construcción de la adaptación nacional de la Agenda 2030. El programa ya cuenta con 303 iniciativas, presentadas por 75 empresas, que en conjunto abordan 116 de las 169 metas de los 17 ODS. Los sectores industriales que más contribuyeron a la plataforma fueron el de alimentos y bebidas (16,5 por ciento), petróleo y gas (15,8 por ciento) y servicios públicos (12,5 por ciento). Los ODS 12 (Producción y consumo responsables), 4 (Educación de calidad), 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y 5 (Igualdad de género) fueron los que mayor cantidad de contribuciones recibieron. En cuanto al impacto geográfico, el 55 por ciento de las iniciativas se encuentra distribuidos en las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Neuquén y Salta.
TEXTO FLOR BENIAMINOVICH
a Agenda 2030, adoptada por las Naciones Unidas, define el desarrollo sostenible como la articulación virtuosa entre crecimiento económico, inclusión social y sostenibilidad ambiental, sin dejar a nadie atrás. Los principales temas que aborda son la erradicación de la pobreza, proteger el planeta y asegurar el desarrollo sostenible. En esta agenda se incluyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que dan un marco para abordar estos temas desde múltiples puntos de entrada. En septiembre de 2015 se aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Allí se establecieron 17 Objetivos y 169 Metas que deberán alcanzarse para 2030. La agenda trata aspectos cruciales en materia de educación, vivienda, seguridad alimentaria, provisión de servicios básicos, desarrollo urbano, protección social y gestión del riesgo de eventos catastróficos. Incorpora la noción de bienes de interés colectivo, como la protección de los océanos, la atmósfera y la biodiversidad, temas centrales en la defensa del medio ambiente. Teniendo en cuenta que la actividad empresarial, la inversión y la innovación privadas son los grandes motores de la productividad, el crecimiento económico inclusivo y la creación de empleo, para el liderazgo en el logro de los ODS no puede prescindirse del sector privado. Las empresas están equipadas de forma única para ofrecer cambios innovadores a gran escala, desarrollar mejores prácticas y crear el impulso hacia el progreso. Además de las acciones individuales que las compañías pueden llevar a cabo, es muy importante su participación en una alianza global por el desarrollo. Esto implica que todos los organismos, tanto públicos como privados, deben compartir conocimientos, experiencia, tecnologías y recursos financieros para apoyar el logro de los ODS en todos los países, creando alianzas estratégicas eficaces. Sólo de esta forma, las prioridades y objetivos de gobiernos, sociedad civil y sector privado confluirán y producirán un
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Convergencia Viviana Barilá, jefa de Sustentabilidad de Metrogas, observa que al principio, los ODS eran temidos por su exhaustividad. “Luego fueron mostrando su pertinencia dinámica, que dio encuadre a temas que incluso inicialmente no tenían resonancia. La inclusión del sector privado permitió la convergencia de muchas herramientas que fortalecieron la articulación. Para Metrogas, trabajar la concordancia de programas y las expectativas de desarrollo desafió los abordajes y el mapa, hoy, deja ver el territorio. Esta experiencia se enriqueció al trabajar juntos,
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tabilidad está materializada en los cuatro pilares de gestión responsable: fortaleza financiera, enfoque en el talento, orientación al cliente e impacto responsable. “El desafío está en que cada compañía defina estándares de gestión propios que sean capaces de responder a las problemáticas más urgentes del mundo. Creo que en Argentina se vienen realizando muchísimos avances en los últimos años en materia de sustentabilidad. Podemos decir que en el último año, sobre todo, se ha trabajado mucho en el tema de género”, enfatiza Jesica Lores, Responsable de RSE y Sustentabilidad de la aseguradora.
desde el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas, y con el apoyo del Ceads. No es una tarea fácil y nos queda mucho por hacer, pero en concordancia e interrelación, tal como se plantean los ODS, seguro el camino será mejor”. Inspiración Por primera vez desde el lanzamiento de la plataforma de Ceads, de la mano de Cervecería y Maltería Quilmes se sumó una iniciativa para el ODS 14 (Vida Submarina). Además, la empresa tomó un fuerte impulso con estos objetivos desde que en 2018 lanzó la plataforma 100+Sustentabilidad, donde trabaja en objetivos concretos en áreas como energías renovables, packaging circular, agua, cadena de valor, agricultura sustentable y comunidad, que tienen relación directa con los ODS. Como un aporte concreto al ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), este año inició la construcción del Parque Eólico Budweiser, que en 2020 le permitirá abastecerse 100 por ciento con energía renovable. “Desde Cervecería y Maltería Quilmes celebramos la existencia de los ODS y los reconocemos como ejes inspiradores sobre los cuales desarrollar nuestro trabajo diario. Son objetivos ambiciosos, pero confiamos en que se pueden lograr con un trabajo en conjunto de todos los actores”, comenta Vanesa Vázquez, gerente de Sustentabilidad de la firma.
Oportunidades “La generación de valor que trasciende lo económico en el universo de los negocios se ha convertido en una meta para muchos. Ante los crecientes desafíos que eso nos plantea, los ODS son una interesante hoja de ruta en la búsqueda de soluciones que contribuyan al crecimiento de la comunidad, promoviendo oportunidades de empleo, generando valor social, fortaleciendo los sistemas educativos y generando alianzas que contribuyan al debate público”, afirma Marcela Cominelli, gerenta de Relaciones Institucionales de la fabricante de electrodomésticos Newsan. Para Cominelli, en la Argentina se generaron avances en la incorporación de los ODS en la matriz de negocio, así como también con el enfoque de derechos en la política pública. “Creemos que el gran desafío de los próximos años será que las empresas logren un proceso de integración plena de los ODS a la matriz de toma de decisiones, logrando así
Desafíos En Prudential Seguros están convencidos de que el crecimiento del negocio no debe ser a expensas del planeta y de las personas. La estrategia de susten-
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ta. Ese es el camino que se está transitando y la transformación es lenta”, remarca. En cuanto a la contribución al cumplimiento de los ODS, Ferrer considera que es dispar. Observa un mayor aporte en lo relativo a los ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y 9 (Industria, innovación e infraestructura).
también el efecto derrame hacia sus cadenas de suministro”, añade. Transformación A cuatro años del lanzamiento de la Agenda 2030, la tarea de sensibilización y difusión global alcanzó en mayor medida a los distintos sectores de la sociedad y las empresas también fueron destinatarias de este gran esfuerzo comunicacional. Al ritmo del aumento en la movilización y toma de conciencia colectiva, los niveles de compromiso y madurez en las acciones también han ido evolucionando. En este sentido, Julián Ferrer, referente de Responsabilidad Corporativa Cono Sur de Cargill, considera que “la agenda de los ODS se ha estado incorporando, sin prisa y sin pausa, en la agenda empresarial en general. Por supuesto, existen situaciones muy distintas debido a la diversidad de sectores y realidades en el ámbito empresarial. Desde mi perspectiva, hay un cambio significativo en pasar de un enfoque monodimensional (el desarrollo, la economía) a uno multidimensional, que representan los ODS. No necesariamente me refiero a casos, que los hay desde hace largo tiempo, sino al abordaje de la agenda completa como propósito u hoja de ru-
Compromisos Según un informe publicado por Rigou consultores y Tres Mandamientos a fines de 2018, de las empresas que cuentan con indicadores alineados a los ODS, el 80 por ciento presenta reportes de sustentabilidad. Esto lleva a concluir que las herramientas de reporte que las firmas utilizan al trabajar con indicadores de sustentabilidad facilitan la alineación a los ODS. Sin duda, la medición y la construcción de indicadores continúan siendo los grandes desafíos pendientes en la Agenda 2030. La gestión con proveedores también ocupa un lugar muy rezagado en los modelos empresariales. La directora de Comunicación y Asuntos Públicos de Securitas Argentina, Patricia Sclocco, opina que la agenda de los ODS indica el camino a seguir como opción de mínima.
opinión Los desafíos de la Sustentabilidad POR ALBERTO WILLI *
Las áreas de Sustentabilidad en las empresas tienen un desafío parecido: generar un cambio cultural hacia dentro y trabajar más colaborativamente hacia fuera. La agenda de sustentabilidad está clara, guiada principalmente por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En contextos como los de Latinoamérica, el eje social se debate entre temas como educación, inclusión, y trabajo decente, y el eje ambiental ha avanzado guiado por desarrollos tecnológicos y regulaciones locales e internacionales. La agenda de sustentabilidad va hacia la configuración de modelos de negocio de triple impacto más coherentes y orgánicos. La sustentabilidad trae una nueva mirada, una nueva lógica y el gran desafío es poder implementar ese cambio cultural. Así, tanto la dinámica de arriba hacia abajo, como las más espontáneas tienen que estar unidas. Que la alta dirección defina un presupuesto anual y apoye un comité de sustentabilidad
multi-área que proponga ideas es una buena forma de conjugar estas dinámicas. Los cambios culturales tienen que tener mucho empoderamiento de todos los actores. Los desafíos de la sustentabilidad son problemas complejos. Por más que las empresas tienen capacidad de implementar programas y financiamiento, no pueden hacerse cargo de estos problemas en forma aislada. No es lo mismo implementar un programa de inclusión laboral hacia el interior de la organización, que trabajar en estos temas hacia fuera, con entes gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil. Las empresas se tienen que empezar a acostumbrar a que una parte de la agenda es pública, y como tal necesita de muchos grupos de interés coordinados al mismo tiempo. Estas dos dimensiones, no trabajar de forma sistemática hacia dentro en el cambio cultural y no trabajar colaborativamente hacia fuera, son las dos grandes barreras para llevar a la Sustentabilidad al próximo nivel dentro de las organizaciones, y por eso mismo se vuelven los desafíos más críticos. ✱ Profesor IAE BS, Universidad Austral.
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“Sus métricas y desafíos vienen a profundizar la agenda que marcó hace 15 años el Pacto Global (de Naciones Unidas), con sus diez principios fundamentales. Una agenda que logró transformar para siempre la forma de hacer del empresariado en problemáticas reales como lo eran el trabajo infantil, el trabajo de calidad, compromisos medioambientales, temas de salud como el VIH. También a partir de allí se sentaron las bases de temáticas como diversidad y transparencia, desafíos que nos plantean los ODS y que vienen a profundizar el plan de avance para conseguir un compromiso cada vez más profundo de las empresas con la sustentabilidad”, sostiene.
sostenible. Surge así una nueva forma de hacer negocios, en la cual no sólo se asumen compromisos económicos sino también ambientales y sociales que mejoran la competitividad de las compañías. Si bien considero que el balance es positivo, todavía queda mucho camino por recorrer. El gran desafío es continuar profundizando el trabajo en red entre empresas, sector público y Organizaciones de la Sociedad Civil, para generar un mayor impacto”, expresa Gianazza. Para la ejecutiva, otro punto muy importante a seguir trabajando tiene que ver con contribuir a que las pequeñas y medianas empresas también asuman la cultura de la sustentabilidad en su gestión cotidiana.
Articulación Para Sergio Faifman, CEO de Loma Negra, el balance en las acciones vinculadas con los ODS “sin duda es positivo, aún entendiendo que queda camino por recorrer. En los últimos años, muchas organizaciones los incorporaron dentro de su estrategia corporativa de sostenibilidad. En nuestro caso, hemos alineado las acciones de sustentabilidad y de responsabilidad social que ya veníamos llevando a cabo a los distintos ODS”, aunque destaca que en el caso de esa compañía están poniendo el foco principalmente en cuestiones referidas a “Igualdad de Género y Alianzas para Lograr Objetivos”. “El desafío y la oportunidad están puestos en tener una visión superadora a la propia agenda, que trascienda logrando una sinergia entre organizaciones públicas y privadas, formando redes que permitan el logro en el cumplimiento de los ODS en todo el país”, reflexiona Faifman.
Desarrollo Para la directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Naturgy, Bettina Llapur, todavía es pronto para realizar un balance de los ODS y estimar el porcentaje de cumplimiento. “De todas formas marcan un norte –afirma–, son una hoja de ruta para que tanto el sector público como el privado, el tercer sector y la sociedad civil en general puedan ayudar con sus planes, programas y estrategias a contribuir al desarrollo económico, social y al cuidado medioambiental del planeta. Si bien en Naturgy trabajamos para que en todos nuestros programas y actividades se intenten cubrir los distintos ODS, hemos hecho especial foco en el 7 (Energía asequible y no contaminante), 12 (Producción y consumo responsables), 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), 10 (Reducción de desigualdades) y 4 (Educación de calidad)”, puntualiza. Si bien aún hay mucho camino que recorrer para cumplir los desafíos de la Agenda 2030, a la hora del balance, los referentes del sector privado observan una mejora en la adopción e implementación de los ODS como eje de gestión. La alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible definitivamente está en marcha. Y para lograr mayor impacto a mediano plazo será clave la articulación entre los distintos sectores involucrados en el progreso de la sociedad.
Impacto La Jefa de RSE de Banco Comafi, Laura Gianazza, no tiene dudas sobre el avance de los ODS en los últimos años. “Las empresas cada vez se comprometen más y orientan su gestión en generar un impacto positivo en la comunidad, teniendo en cuenta los objetivos de desarrollo
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La agenda que vendrá Hacia dónde se orientará la Sustentabilidad en los próximos años y cuáles serán los principales desafíos que deberán atender las empresas locales. Aquí, la opinión de los ejecutivos y la reflexión de los expertos.
do un rol protagónico en las prioridades de la Inversión Social Privada. Por caso, Nora Mosso, gerenta de marketing de Sancor Salud, dice: “La sustentabilidad en los próximos 25 años significará un gran compromiso de los sectores productivos (y de la sociedad) al gestionar responsablemente nuestros recursos naturales”. ¿Qué implica esto? “Mutar de una economía lineal a una circular, que recicle, reutilice y reduzca implicará una redefinición de procesos corporativos con base en una cultura de respeto por el medio ambiente y el consumo consciente”, explica. La idea de restringir desperdicio de recursos también aparece como una prioridad para Paola Nimo, gerenta de Sustentabilidad de Natura, quien señala que “es prioritario concientizar a nuestros públicos sobre la importancia de reaprovechar los recursos que utilizamos para no descartar sino gene-
TEXTOS ALEJANDRO CÁNEPA
l mundo empresarial habla del futuro. Diseña planes de negocios, calcula ganancias, proyecta estrategias, establece líneas de acción con los proveedores, busca predecir los cambios de los consumidores… y esto también alcanza a la Sustentabilidad. Porque la mayoría de las empresas ya entendió que no puede planificar un futuro exitoso si éste no contempla el triple impacto. Representantes de varias empresas accedieron a la consulta de Tercer Sector y reflexionan sobre cuáles serán los principales desafíos para el sector durante los próximos años. La noción de sustentabilidad parece haberse arraigado con fuerza en todas las declaraciones. Cabe recordar que su uso se extendió a partir de 1987, cuando un informe de la ONU titulado Nuestro futuro
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“En los próximos 25 años, el desafío más grande va a ser afianzar el camino de la concientización, donde serán moneda corriente, la perspectiva de género, la economía circular, las energías renovables el compromiso con la comunidad y el cumplimiento de los ODS.” María Martha Deleonardis, gerenta de Negocios Responsables del Bbva común, producido por una comisión encabezada por la ex Primera Ministra noruega Go Brundtland, promovía la idea de un “desarrollo sostenible”, que consistía, según recuerda el organismo multinacional, en satisfacer “las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. La idea fuerza de ese estudio era advertir sobre la degradación medioambiental y cómo ésta debía contemplarse y mitigarse para garantizar la vida plena de las comunidades futuras.
rar economías circulares más inclusivas y fomentar leyes que repiensen los residuos.” Por su parte y con una perspectiva de largo alcance, Adriana Arias, directora de Comunicaciones del Grupo Zurich, señala: “Los principales desafíos creemos que estarán vinculados a problemáticas relacionadas con el cambio climático y la inequidad social”. Para Andreani, en tanto, “definitivamente la agenda mundial respecto del cambio climático está marcando la urgente necesidad de adaptar los planes hacia la sustentabilidad para mitigar las emisiones de CO2, principal causante de esta problemática. En este sentido, el principal desafío es la necesidad de actuar rápidamente para poder cumplir con el objetivo de Net Cero, establecido en el marco del compromiso de Business Ambition for
Hacia lo nuevo En línea con ese origen ambientalista, diversas voces creen que las causas ecologistas seguirán ocupan-
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1.5°C”, según lo que señala Verónica Zampa, gerenta de Comunicaciones y Sustentabilidad de la compañía. Reducir los desechos y reutilizar insumos, por lo tanto, emergen como dos tendencias concretas que se acentuarían de ahora en más. Pero hay otras problemáticas que también pueden ser tomadas por las empresas. “Es fundamental el foco en la acción por el clima y la promoción de la energía de fuentes limpias para ir modificando la matriz que hoy tiene nuestro país”, asegura Federico Böttcher Sorondo, gerente general de Inversión Social del Grupo San Miguel, en su aporte al análisis. Si bien se destaca la cuestión ambiental como factor de peso a mediano plazo, en el ámbito de las empresas identifican otros temas en torno de los cuales girará la Sustentabilidad. Para María Martha Deleonardis, gerenta de Negocios Responsables del Bbva, “en los próximos 25 años el desafío más grande va a ser afianzar el camino de la concientización, donde serán moneda corriente la perspectiva de género, la economía circular, las energías renovables, el compromiso con la comunidad y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, todo lo
opinión Incidencia y acción POR SEBASTIÁN BIGORITO *
La agenda de sustentabilidad es una agenda global que impacta a nivel local, en la medida en la que los países y los gobiernos ratifican los acuerdos o adhieren a las convenciones internacionales. A nivel global, nos enfrentamos a varios desafíos como la subvaloración del multilateralismo, las guerras comerciales y los nacionalismos exacerbados que van en detrimento del sistema sobre el que reposa la agenda de sustentabilidad: la cooperación multilateral. A nivel local, tendremos un desafío a partir del cambio de Gobierno, ya que la posición del país ante los foros ha dependido mucho de la visión de cada dirigente y espacio político. No lo sabemos aún, pero podemos estar frente a un cambio de estilo menor o a un giro mayor. Allí se pone en juego la conti-
nuidad/discontinuidad en aquello en lo que las empresas, por ceñirse a la agenda política, han priorizado, implementado e invertido. En Argentina, también nos enfrentamos a la realidad de que, si bien la agenda de sustentabilidad es percibida como un tema “importante”, estamos atravesados por urgencias. Ante este panorama, las organizaciones sociales y los think tank debemos mantener anclada la agenda para evitar que se abandone. Creemos que el sector privado debe plantearse dos líneas de acción. Por un lado, promover la incidencia a partir del diálogo con los gobiernos y de transmitir la necesidad de continuidad. Por otro lado, tener una agenda programática: a pesar de los cambios, las empresas deben permanecer actualizadas, capacitadas y preparadas para una agenda que, más temprano que tarde, se impondrá por la presión social y de la opinión pública. ✱ Director ejecutivo de Ceads.
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cual favorecerá la integración de la sustentabilidad al negocio”.
“El avance de la tecnología y el crecimiento mundial de la sociedad suponen cambios de hábito que impactan, no sólo en la forma de consumir, sino, sobre todo, en las formas de diseñar y producir. Por eso, el cuidado del ambiente toma cada vez más protagonismo.”
Trabajo y educación En un contexto donde varias profesiones y oficios se ven amenazados por las innovaciones tecnológicas y se asiste a la necesidad de incentivar la promoción del empleo, desde las empresas postulan que éste será otro de los temas con peso propio en la agenda de la sustentabilidad de los próximos años. Heather Feehan, jefa de RSE del Banco Patagonia, advierte que “los principales desafíos surgen de la necesidad de seguir trabajando juntos para alcanzar un mejor impacto frente a los cambios tecnológicos, la inteligencia artificial y la robótica”. Si las transformaciones de la manera de producir bienes y servicios generan desocupación, ¿cómo generar alternativas de inclusión laboral a nivel local e incluso global? Claro que se habla de la reconversión laboral como condición necesaria, pero resultará otra meta a perseguir cómo crear modelos económicos que generen más puestos de trabajo. En ese contexto de incertidumbre, Böttcher Sorondo cree que otro gran desafío “se relaciona con el ODS 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico, y allí las empresas también tenemos mucho por aportar, contribuyendo al desarrollo de cada una de esas comunidades de las que somos parte”. Y en ese sentido, la generación de empleo resulta ser una pieza clave del engranaje que lleva a la inclusión social. Por su parte, Mosso también se refiere a la importancia que tendrán los “negocios equitativos e inclusi-
Eduardo Kronberg, gerente de Sustentabilidad Toyota Argentina vos que garanticen el acceso igualitario de oportunidades”. Y si de éstas se hablan, existen numerosas barreras pendientes aún de ser superadas, tales como la discriminación por raza o género, las desigualdades económicas y la falta de empleo y de una educación de calidad. Para Mosso, “en 2044 las políticas educativas serán clave para reproducir un sistema sostenible”, mientras que para Böttcher Sorondo, “la Argentina necesita especialmente seguir trabajando por la educación de calidad en cada rincón de su territorio, como camino ineludible hacia el desarrollo”. Temas en agenda Medio ambiente, Género, Empleo, Educación de calidad, Nuevas Tecnologías y, en un plano general,
opinión Poder y propósito POR JAVIER GARCÍA MORITÁN*
Estamos atravesando un momento de enardecimiento de los conflictos sociales, políticos y económicos en la región, que nos cuestionan a quienes tenemos alguna responsabilidad institucional. Necesitamos saber exactamente dónde estamos parados para actuar y qué podemos hacer para generar las condiciones favorables a la paz social y a una mayor equidad en nuestros países. En ese sentido pienso que hay dos desafíos grandes que nos convocan y que además entrañan alguna ambigüedad. Por un lado, hace falta más que nunca fortalecer una “infraestructura de bien público”, que brinde los incentivos necesarios para que el sector público, el privado y la sociedad civil
se conviertan en aliados para el desarrollo. Impulsar una “institucionalidad con propósito” que vaya de la competencia a la cooperación podría ser la síntesis del espíritu que la época demanda. Por otro lado, asistimos a una nueva configuración del poder en la actualidad, que se apoya en plataformas tecnológicas, que promueve una participación radical y que es capaz de movilizar masas por una causa, generando una incidencia decisiva en la política contemporánea. Un interesante desafío para las organizaciones comprometidas con la sustentabilidad va a ser el de entrelazar la necesidad de contar con instituciones fuertes, ligadas a la misión de agregar valor a la sociedad, al mismo tiempo que atender la innovación y orientarla para facilitar más y mejores bienes públicos. ✱ Director ejecutivo de Gdfe.
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alineamiento con los ODS. Ésas parecen ser las tendencias futuras que nutrirán las estrategias de sustentabilidad de las compañías a mediano plazo. ¿Pero cómo lograr esos cambios? ¿Cómo trabajar en concreto para desarrollar esos temas? Para Deleonardis, del Bbva, “el éxito de estas prácticas responsables depende de la unión de todos los actores, gobierno, empresas, ONG y ciudadanos. En este sentido, los acuerdos público-privados cumplen un rol fundamental.” Según Heather Feehan, “el trabajo articulado entre empresas, actores de la sociedad civil y gobiernos llegó para quedarse, eso nos desafía a seguir alineando nuestra estrategia de sostenibilidad al negocio e integrando planes que contribuyan con la Agenda 2030” que incluye los 17 ODS. Y deja planteado el desafío de apostar a las acciones de articulación, más allá de los intereses
“Los principales desafíos creemos que estarán vinculados a problemáticas relacionadas con el cambio climático y la inequidad social”. Adriana Arias, directora de Comunicaciones del Grupo Zurich “con el 100 por ciento de energía eólica a partir de 2020”. Transversalidad Pero más allá de las particularidades de cada compañía, a la hora de los pronósticos, la mayoría coincide con la necesidad de pensar la Sustentabilidad como un factor clave de los negocios. Por ejemplo, para Rodrigo Espinoza, gerente de Relaciones Institucionales de Camuzzi, se debe “lograr una mayor apropiación por parte de las distintas áreas de cada compañía sobre el valor de la sustentabilidad, con el objetivo de abordarla transversalmente”. Así, el concepto no quedaría restringido sólo a un área específica sino que se tratará de una cuestión de interés para todos los departamentos de la empresa. En la misma línea, Adriana Arias, de Zurich, coincide en la importancia de la transversalidad y que ésta puede plasmarse “a través de las soluciones hacia clientes y la manera de invertir los activos corporativos. Un abordaje proactivo de triple impacto con un propósito unificador: construir un compromiso de largo plazo hacia nuestra sociedad.” En sintonía, Nora Mosso coincide en la necesidad de “repensar las estructuras organizacionales haciendo foco en un desarrollo participativo que asegure un impacto social positivo ocupará la agenda de muchas empresas argentinas”. De acuerdo con estos aportes se puede vaticinar que ya no será optativo para las empresas argentinas atender a su agenda de desarrollo sostenible. De hecho, ya son amplia mayoría las que proyectan el éxito de sus negocios asociados a la generación de impacto social y ambiental. El camino hacia ese futuro ya comenzó.
“Es fundamental, el foco en la acción por el clima y la promoción de la energía de fuentes limpias, para ir modificando la matriz que hoy tiene nuestro país.” Federico Böttcher Sorondo, gerente general de Inversión Social del Grupo San Miguel sectoriales, para lograr impacto de mayor alcance. Por su parte, para Eduardo Kronberg, gerente de Sustentabilidad Toyota Argentina, la agenda de Sustentabilidad de las empresas para los próximos años estará signada por la cuestión ambiental: “El avance de la tecnología y el crecimiento mundial de la sociedad suponen cambios de hábito que impactan, no sólo en la forma de consumir sino, sobre todo, en las formas de diseñar y producir. Por eso, el cuidado del ambiente toma cada vez más protagonismo. Estamos convencidos de que la inversión en innovación tecnológica y el cuidado constante de los aspectos ambientales en el ciclo de vida del automóvil son bases sólidas para seguir avanzando hacia el futuro de la movilidad.” Y a modo de ejemplo, anticipa que la planta automotriz de Zárate será abastecida
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