Revista Tercer Sector Edición 119

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Una publicación de la Fundación Del Viso Año 24 G N° 119 G $80 G Recargo envío al interior $2,50

TERCERSECTOR La revista de los que cambian el mundo

En un contexto de inflación y con miles de personas sin empleo, los proyectos asociativos, los microemprendimientos y el comercio justo ganan protagonismo. Cómo hacer sustentables estas iniciativas generadas por el sector social en respuesta a la crisis

A R T O A Í A L M O N O EC

INFORME

Discapacidad y empleo

REPORTAJE

Pedro Cahn



su ma rio 16 /// Infancia CasaSan 22 /// Taller protegido Asociación Aphe 24 /// Voluntariado Corriendo Fronteras 30 /// Medio ambiente Manos verdes 32 /// Cultura El arte que salva vidas 34 /// Salud Síndrome de Tourette 36 /// Innovación Atomic Lab 38 /// Medios El Periodismo que viene 42 /// Cooperativismo La mesa está servida 44 /// Género Bachillerato Trans Mocha 46 /// Pueblos originarios Diversidad como legado 48 /// Arte Ronda Cultural Cine con compromiso 50 /// Herramientas Recursos para ONG 62 /// Fotorreportaje Payamédicos 66 /// Última página

#119 6 /// NdT La otra economía

Entrevista RSE 20 /// Pedro

Cahn

ODS: Logros y desafíos

40 /// Rosalina

Tuyuc

Informe Especial

Internacionales

26 /// Discapacidad y empleo

18 /// Situación del

VIH en el mundo

54 /// Voluntarios viajeros

Vida Sustentable 56 /// Arquitectura 58 /// Turismo 60 /// La Olla

Agenda 62 /// El estante 64 /// Planeta On Line

Fundación del Viso Presidente: Marcos Cytrynblum ● Vicepresidente: Renato Montefiore Secretario: Miguel A. Gallardo ● Tesorero: Jorge Varín ● Vocal: Leonor Wolfes de Montefiore

Staff Dirección: Alicia Cytrynblum ● Editora General: Silvia Fiore ● Edición: Hernán Di Bello ● Arte y diseño: Walter Molina Redes sociales: María de los Ángeles Taraborrelli Colaboraron en este número: Andrea Vulcano, Fátima Cheade, Silvina Oranges, Alejandro Cánepa, Natalia Concina, Magalí Sztejn, Mery Castro, Laura Eiranova, Eduardo Santachita, Marysol Antón, Maia Pelman, Rode Classen, Rocío Galván, María Sol Abichain, Florencia Tuchin Corrección: Fernando Orecchio ● Publicidad: Lía Piñero ● Asistentes: Daniela Crucil, Lucas Brennan Impresión: Help Group / www.hgprint.com.ar ● Distribución: Brihet e hijos S.A. ● Suscripciones: suscripción@tercersector.org.ar Facebook: facebook.com/revistatercersector ● Twitter: @TercerSectororg

Es una publicación editada por Fundación Del Viso. Personería jurídica 168/88. Av. Córdoba 5869 2º B (1414). Buenos Aires, Argentina. Telefax: 4777-4460/6988 - 4779-1243. R.N.P.I.: 350839. E-mail: produccion@tercersector.org.ar. // www.tercersector.org.ar. Año 24 - N°119. Noviembre-Diciembre 2018-Bimestral.

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Editorial

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Bien común

on millares los que cada día se arremangan y salen a hacer frente a la crisis económica, que en los últimos años arrastró a la pobreza a 12 millones de argentinos. En 2018, con un 47 por ciento de inflación, trepó a 7,5 millones el número de personas desplazadas hacia la desocupación o la precarización laboral. De ellas, las mujeres y los jóvenes resultaron ser los más damnificados. En respuesta a esta realidad, de manera más o menos orgánica, desde el sector social surgen opciones para que la franja más castigada de la población y parte de la clase media empobrecida puedan generar ingresos mínimos e indispensables. Así se multiplican las cooperativas, mercados asociativos, ferias, redes que vinculan a productores y consumidores, empresas no convencionales o emprendimientos familiares surgidos de los microcréditos… Todos esos proyectos componen el vasto mosaico de la economía social, que se desparrama a lo largo del país para burlar la escasez. Muchas de esas propuestas son efectivas. Otras, en cambio, son apenas un paliativo a la pobreza instalada en miles de hogares. Entonces, se impone el debate acerca de có-

mo lograr que estas opciones superen la informalidad, generen impacto social y se conviertan en un modelo productivo viable de largo alcance. Es necesario contar con políticas públicas de incentivo y protección de estos grupos de la economía popular, además del aporte de otros actores de la sociedad. Para que estas experiencias se conviertan en una genuina alternativa de desarrollo social deben ser acompañadas por estrategias de fortalecimiento, innovación y capacitación de los actores involucrados. Y es el Estado el que está en mejores condiciones de ofrecer ese valor agregado. Es uno de los desafíos que enfrentamos como sociedad, de cara a los tiempos que vienen. Cerramos otro año de trabajo con la certeza de que sólo las acciones colectivas, centradas en el valor de las personas y el bien común, darán paso a un nuevo modelo de país. Ese donde las estadísticas comiencen a dar cuenta del progreso, la inclusión y la equidad para todos los ciudadanos.

Desde Tercer Sector brindamos por un 2019 con más derechos.

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La economía

de la gente Ante el aumento de la inflación y el desempleo, se multiplican las cooperativas, los mercados asociativos y las redes que vinculan a productores y consumidores. Las iniciativas colectivas se convierten en la respuesta de la sociedad civil para hacer frente a la crisis.

TEXTO FÁTIMA CHEADE, SILVINA

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ORANGES Y ANDREA VULCANO

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os números duelen y lo dicen todo: cerca de un 47 por ciento de inflación a lo largo de todo el 2018; 13,6 millones de personas en situación de pobreza; 2,47 millones de personas en la indigencia; unas 7,5 millones, con problemas de empleo; casi 2 millones de desocupados y desocupadas, con las mujeres y los jóvenes como principales damnificados, y una contracción del 2,3 por ciento en la producción industrial, según el Barémtro de la Deuda Social. Tanto las cifras oficiales como las de consultoras privadas dan cuenta de un escenario crítico, en el que salir a flote y crecer es casi una excepción o un privilegio. Según el diccionario, una crisis es un cambio brusco o una modificación importante en el desarrollo de algún suceso. También, una situación complicada o de escasez que, incluso, puede dar lugar a un cambio traumático en la vida. Es el momento en el que todo se desmorona y lo que se creía seguro ya no está. Es el momento en que el empuje personal y la fuerza colectiva pa-

san a ser, a veces, una salida y aún más. Pero, ¿qué pasa en el mediano y largo plazos? ¿Cuántas de las iniciativas nacidas en este tipo de contextos logran convertirse en un medio de subsistencia? ¿Cuántas logran escalar y, desde la innovación, salir a competir al mercado? Hoy, una vez más, las miradas vuelven a posarse en el campo de la economía social y popular. Allí, mientras muchos emprendimientos cierran sus puertas, otros logran capear la tormenta, algunos siguen consolidándose y otros también se animan a surgir. En todos los casos, más allá de sus variadas características y matices, el hilo conductor es la construcción de un modelo alternativo, innovador, que pone en el centro de la escena a las personas y la construcción conjunta desde una mirada inclusiva, sin que eso necesariamente implique jugar en una liga menor. Cooperativas, mercados asociativos, ferias, iniciativas de comercio justo, redes que vinculan a productores y consumidores, y empresas no convencionales son algunos de los vastos y heterogéneos formatos que conviven en esta suerte de movimiento que, una y otra vez, deja ver sus potencialidades en las respuestas que da a la crisis.

Cambio de paradigma “Lo que distingue a la economía popular y solidaria es que las personas están en el centro, en contraposición a la economía tradicional, donde el capital tiene el protagonismo. Muchas veces se la nombra como la economía de los pobres, pero, en realidad, lo que sostiene este modelo es un cambio de paradigma, un modelo económico que habla de los vínculos y los valores que la componen: la confianza, la cooperación, el fomento de la solidaridad, la libertad”, asegura María Paz González, referente de Nuestras Huellas, una asociación civil que apoya y acompaña a mujeres emprendedoras en la provincia de Buenos Aires. No obstante, el recorrido que este tipo de iniciativas debe atravesar para consolidarse no es lineal ni sencillo: “Aquellos emprendimientos sociales que reproducen la inserción en una cadena de valor en términos capitalistas están en clara desventaja, porque, en este capitalismo concentrado, las empresas que marcan la línea son las que tienen más espalda financiera o el control de la relación con el consumidor”, plantea Enrique Martínez, ex presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) y actual coordinador del Insti-


Nuestras Huellas es una asociación civil que apoya y acompaña a mujeres emprendedoras en la provincia de Buenos Aires.

tuto para la Producción Popular (IPP). A partir de ese diagnóstico destaca la necesidad de construir, con una buena dosis de creatividad, “mecanismos atípicos de acceso al consumidor, como pueden ser los clubes de consumo, las redes de distribución de alimentos u otro tipo de alternativas”. Además, cuestiona el “emprendedorismo” declamado desde el Gobierno porque –argumenta– “tiene sentido para quien brinda servicios personales, como el de peluquería, por ejemplo, donde el circuito empieza y termina en su relación con el consumidor”. Cuando se trata de ofrecer productos, estos “tienen que ser distribuidos, comercializados y visibilizados por su calidad”, con lo cual –postula el ex titular del Inti–, “si no hay una lógica de cadena de valor, fracasa”. “Lo que hace el sistema capitalista de manera natural, si no son apuntaladas desde el Estado, es destruir las iniciativas de la economía social”, agrega Martínez en diálogo con Tercer Sector. En este punto, sostiene que si bien “la situación ideal sería que el Estado propiciara” este tipo de emprendimientos, mientras esto no suceda, “la respuesta tiene que darse en términos colectivos”.

Ni explotación ni intermediarios Concebida para “democratizar la economía, acercando consumidores a pequeños productores locales”, la red Más Cerca Es Más Justo busca construir y consolidar “una cadena muy corta, que va desde el productor al consumidor, sin intermediarios, sin explotación para el que produce y sin abusos para el que compra”. “Grandes empresas concentradas definen los precios y determinan qué consumimos haciéndonos creer que estamos eligiendo, industrializan los alimentos sin importar el impacto nutricional que puedan tener los procesos y lo químicos que utilizan y, lo que es peor, van destruyendo lentamente a la infinidad de pequeños productores que no encuentran manera de comercializar sus productos”, plantea. Daniel Cacciutto es uno de los referentes de este espacio, lanzado hace casi tres años con el impulso del Instituto de Producción Popular. Hoy, a partir de una base de ocho familias, ya cuenta con 90 nodos o puntos de entrega distribuidos en la Ciudad de Buenos Aires y el primer cordón del conurbano. Allí, los consumidores pueden retirar bolsones de verduras,

frutas y hortalizas, huevos, quesos, fiambres, vinos, fideos, dulces, artículos de perfumería y limpieza o juguetes, entre otros productos. “La demanda está asegurada; si uno encuentra la manera de acercarse al consumidor, la demanda está, incluso en momentos de crisis”, postula Cacciutto. Entre las fortalezas de Más Cerca Es Más Justo, destaca el vínculo “frontal” con el productor y sostiene como una de sus variables determinantes al hecho de que “el precio de venta lo define el productor” y a la condición de “puntos de encuentro” que adquieren los lugares de entrega de los productos al consumidor. Otra de las propuestas que, en el campo de la economía popular, va en un sentido similar es la que funciona con el impulso de la Incubadora de Economía, Mercado y Finanzas de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Se trata del llamado Mercado Territorial, una iniciativa de comercialización y consumo “organizado” que tiene como objetivo “construir una lógica de intermediación alternativa” por medio de la articulación de organizaciones de productores hortícolas en proceso de transición hacia la agroecología con consumidores.

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COOPERATIVAS

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oaquín Fernández Sancha, secretario de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (Cnct), recuerda los inicios de este movimiento, en 2001, como una forma de “dar respuesta ante la emergencia”, tanto en el plano laboral como social y territorial. No obstante, diferencia ese contexto con el actual: “Mientras que en 2003, el Gobierno tenía un rol importante de cogestión, el actual no la considera una herramienta de producción y trabajo, y la figura de la cooperativa está en retroceso”, advierte. De hecho, precisa, “han cerrado alrededor de 7.500 cooperativas y quieren cerrar 10.000”. En su opinión, esta modalidad de organización colectiva de trabajo “choca” con la noción de “emprendedorismo”, hoy más en boga, en la que predomina lo individual por sobre lo colectivo. “Se puede vivir dignamente y perdurar en el tiempo con una cooperativa”, subraya el referente de la Cnct, y señala que muchas de las cooperativas de trabajo actuales surgieron a partir de alguna política social implementada en la gestión anterior y que, luego, “se dieron cuenta de que había que seguir adelante más allá del programa y hoy, incluso, trabajan en el sector privado”. Pero en el presente, la situación es adversa: “Llegó a haber 25.000 matrículas de cooperativas y, en la actualidad, se habla apenas de la mitad”, indica. Fernández Sancha marca diferencias entre las cooperativas tradicionales, con poca democracia interna y lógicas empresariales; las fábricas recuperadas, que nacieron al calor de la resistencia y a las que les cuesta sobrevivir porque han heredado máquinas y herramientas pero poca experiencia de gestión; las creadas por el Estado a través de programas de inclusión, y las más jóvenes, generadas por profesionales. Para Ariel Guarco, presidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) y de la Alianza Cooperativa Internacional, las cooperativas siguen siendo “espacios de integración social capaces de dar respuesta a las distintas necesidades de

La Cooperativa Agropecuaria y Artesanal Unión Quebrada y Valles continúa el legado de los pueblos originarios, revalorizando sus cultivos tradicionales.

la población, aún en momentos complicados”. Cooperar nuclea a 78 federaciones, cámaras, asociaciones y cooperativas que, a su vez, representan a unas 5.000 empresas de la economía solidaria. “Siempre hay sectores de la sociedad dispuestos a crear mecanismos para

resolver las necesidades cuando el sistema económico formal los excluye y las políticas públicas no dan respuestas”, resalta en diálogo con Tercer Sector. En este sentido, destaca que “cada vez más hay más cooperativas y mutuales que favorecen el intercambio direc-

Más allá de las fronteras ás de 1.500 cooperativistas de unos de 50 países se dieron cita en octubre pasado en Buenos Aires en la V Cumbre Cooperativa de las Américas, reunida bajo el lema “El cooperativismo, en la hora de los desafíos globales”. En la declaración final, los representantes del sector aseguraron “tener escala suficiente” como para constituirse “en un actor global”. El dato sobre el que sostuvieron esa afirmación es que 1.200 millones de personas reciben servicios de alguna cooperativa a nivel mundial. “No hay equilibrios globales si no se incluye a las comunidades, sus proyectos y sus necesidades. El cooperativismo cuenta con atributos, experiencia y recursos para aportar soluciones globales que tomen en cuenta las particularidades económicas, históricas, culturales, ambientales y sociales de cada territorio”, sostuvieron. Desde hace un año y hasta 2021, la Alianza Cooperativa Internacional, que aglutina a 312 organizaciones de 109 países, es encabezada por un argentino, Ariel Guarco.

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to entre productores y consumidores”, lo que representa un ejemplo de “cómo las cooperativas pueden ser un instrumento de la sociedad civil para hacer frente a las crisis”.

Saludable y solidario En el corazón de la Quebrada de Humahuaca, Cauqueva (Cooperativa Agropecuaria y Artesanal Unión Quebrada y Valles) continúa el legado de los pueblos originarios, revalorizando sus cultivos tradicionales. Desde hace 22 años y actualmente con 85 productores y 17 elaboradores de Maimará y de todos los valles de la Quebrada, se dedica a la fabricación de alimentos farináceos, vegetales para régimen (productos libres de gluten) y productos de fideería, así como también facturas y galletas. Con su trabajo, además, buscan transformar las papas andinas y los coloridos maíces de la Puna en productos más elaborados, como puré y fideos aptos para celíacos. “Todavía la crisis no nos pega del todo. Si bien la pérdida del poder adquisitivo y la caída del consumo nos afecta, viene creciendo fuertemente el consumo saludable y solidario, dos vetas de comportamiento que nos permiten crecer”, cuenta Javier Rodríguez, presidente de Cauqueva. De hecho, durante este año la cooperativa incorporó más trabajadores, duplicó la cantidad de fideos a la venta, logró la certificación de todos sus productos libres de gluten y cambió la imagen de sus empaques. “Los tiempos de crisis son tiempos de oportunidades. Hay una serie de valores que nos permiten sobrevivir o mantenernos en un nivel económico más bajo pero continuar, mientras que otros se retiran”, indica Rodríguez. Entre las fortalezas que lo posibilitan, subraya que no buscan “la competencia sino el nicho”.

Expertos en crisis En el corazón del barrio porteño de Floresta y luego de atravesar una quiebra en 2001, nació la Cooperativa de Trabajo La Ciudad, que produce quesos y lácteos. En 2003, sus trabajadores consiguieron la expropiación definitiva de las maquinarias, la

marca y la patente; y un año después, lograron la misma medida para el inmueble. “A pesar de lo complicada que está toda la actividad económica, por nuestra concepción de no buscar lucro ni ganancias extraordinarias por el momento estamos todavía de pie, a diferencia de otras cooperativas que se encuentran muy al límite, al borde de la quiebra”, asegura a Tercer Sector Federico Cha, uno de los 25 socios con que cuenta la cooperativa, que recientemente abrió su cuarto local de venta minorista. No obstante, explica que “al caer el consumo interno, se complican las ventas, y si aumenta el dólar, aumentan las materias primas por más que no usemos insumos importados. Además aumenta la luz y los servicios”. A pesar de todo, la cooperativa busca que toda la ganancia que se genera “alcance

para pagar a los socios, los sueldos y lo que sobre invertirlo en maquinaria y mercadería”, según explica. Nacida inicialmente como una fábrica de muzzarella, La Ciudad rápidamente extendió la venta mayorista a todo el país y hace dos años también comenzó a abrir locales para venta minorista. “En nuestros puntos de venta buscamos darles lugar a productos de la economía social que no se encuentran disponibles en los supermercados, de pymes, empresas recuperadas y agricultores pequeños. La relación precio-calidad es muy buena y tenemos gran aceptación por parte de los vecinos”, cuenta Cha. “Adoptamos una política expansiva porque pensamos que la manera de enfrentar la crisis no era ajustando sino agrandando, generando una onda contracíclica que genere más volumen y enfrentando los costos más altos”, añade.

OPINIÓN La economía social amplía derechos POR RODOLFO PASTORE *

n un mundo signado por graves problemas de desigualdad social, vulneración de derechos, inequidad de género y deterioro ambiental, la economía social y solidaria (ESS) es clave para impulsar procesos efectivos de desarrollo sostenible y de ampliación de derechos sociales. En nuestro país, ante el agravamiento de las problemáticas socioeconómicas y laborales, los programas públicos de atención a la emergencia social no sólo resultan necesarios, sino también urgentes. Dichas políticas son indispensables para atender las necesidades de las y los pequeños productores y trabajadores de la economía popular, pero por sí solas no alcanzan. Es preciso advertir sobre las dinámicas asistenciales o clientelares en que pueden derivar, si –como sucede– no son concebidas y complementadas con políticas de desarrollo y fortalecimiento estratégico de la ESS. Por una parte, con acciones de reconocimiento de derechos y distribución progresiva del ingreso. Por otra, impulsando procesos de democratización económica e innovación social, incluyendo políticas económicas y tecnológicas de desarrollo de capacidades de los actores de la ESS, que involucren también la conformación de redes asociativas con otras organizaciones, organismos públicos y entidades del sistema educativo y científico-técnico.

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✱ Director del Departamento de Economía y Administración y del Programa de Extensión Crees (Construyendo Redes Emprendedoras de la Economía Social), de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).

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ECONOMÍA SOCIAL

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unos 20 kilómetros de la ciudad de Bariloche se encuentra uno de los espacios de economía social pioneros de la Argentina. Su fundador fue Roberto Killmeate, único sobreviviente de la denominada “Masacre de San Patricio” en 1976 –en el inicio de la última dictadura–, cuando fueron asesinados tres sacerdotes y dos seminaristas de la congregación de los palotinos. Con su pasado de sacerdote enmarcado en la Teología de la Liberación pudo demostrar con hechos la potencia de la articulación y el trabajo asociativo. Hoy, el Mercado de la Estepa Qui-

sanos y artesanas pudieron sacarlo adelante, gracias a la fortaleza y la valoración que se logró”, cuenta Ana Basualdo, esposa de Killmeate, a tres años de la muerte de su marido. “La economía social, no sólo abarca al dinero, sino que también le da valor al trabajo en su propio territorio y permite el desarrollo desde lo económico y lo social. Acá se crece en conjunto, no en el individualismo”, asegura.

Patagonia en red Igualdad, autogestión, organización, cuidado del ambiente, dignidad del trabajo, comercio justo, coopera-

muchas dificultades. El contexto se puso más difícil y se sumaron incendios y robos en la zona, lo que complicó aún más el panorama”, dice. No obstante, pone el foco en las perspectivas “prometedoras” que hoy abren las fibras naturales merced a “una vuelta” que se registra en el mundo a ese tipo de hilados. De hecho, por eso decidieron crear la marca colectiva Guanaco Estepa con un “alto valor internacional”, que identifica productos de calidad elaborados con fibra de guanaco, según técnicas tradicionales de pueblos originarios, cuenta Dreidemie.

Otro espacio

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mey Piuké (que en mapuche significa “buen corazón”) es una asociación civil integrada por unas 300 familias de productores y artesanos de ocho comunidades de la zona, en su mayoría mujeres, que venden sus productos conforme a los valores del comercio justo y de acuerdo con un reglamento interno elaborado de manera participativa. Con el impulso de esta organización, en 2009 fue sancionada en la provincia de Río Negro una ley de fomento de la economía social y promoción de los mercados productivos asociativos que luego ha sido tomada como modelo en otras regiones del país. “El sueño de Roberto era que el Mercado lo trascendiera; siempre pensábamos en eso. Hoy por hoy, los arte-

ción, participación política y horizontalidad. Sobre estos valores se asienta Mercados Asociativos Patagónicos (Mapa), una red de asociaciones de artesanas y artesanos cuya actividad principal es el trabajo textil en fibras naturales del territorio, en particular la fibra de guanaco. Impulsada también poco antes de morir por Killmeate, está integrada por dos comunidades mapuches de Neuquén y Chubut. Una de sus referentes, Patricia Dreidemie, cuenta a Tercer Sector que la red se conformó en 2013; hoy nuclea a 300 personas –en su mayoría mujeres– y se encuentra en permanente expansión, con nodos en cada provincia de la región. No obstante, la crisis económica los afectó. “Este año sentimos

La Asociación Norte-Sur ayuda en Bariloche a productores y artesanos de los barrios más necesitados de la periferia de la ciudad patagónica, para que puedan hacer crecer sus emprendimientos. “Tenemos un programa para cada etapa: adquisición, producción, comercialización y administración”, explica a Tercer Sector Valeria Didko, presidenta de la institución, que comenzó a funcionar en 1995 en Buenos Aires y a partir del año 2000 trasladó su trabajo al sur del país. Entre otras opciones, la OSC propone compras solidarias para bajar costos, financiación a través de microcréditos, capacitación y asistencia técnica, y ayuda para la comercialización en cantidades y el ingreso a nuevos mercados. “La idea es que cada uno de los emprendimientos se desarrolle y crezca en la formalidad. Para eso, creamos una red de proveedores locales de la economía social e incluso una plataforma para visualizarlos que funciona como una vidriera o un catálogo virtual”, explica Didko. Gracias a esto, muchas empresas, hoteles y entes estatales comenzaron a priorizar a productores locales de la economía social como proveedores, señala. Desde la empresa de alta tecnología Invap hasta el Club Andino Bariloche, pasando por el Hotel Panamericano, les compran productos a los más de mil integrantes de la asociación, que desde 2010 también gestiona créditos para el mejoramiento habitacional en cinco barrios vulnerables de Bariloche.


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der a la atención de su salud o a la Justicia”, explica Ábalo. También alerta sobre el actual “aluvión de fintech” (financiadores por internet) y el fenómeno de “sobreendeudamiento” que se está dando en microemprendedores “sin mucha educación financiera”. “Las estimaciones indican que, en el país, hay unos 2 o 3 millones de microemprendedores; nosotros, desde Radim, llegamos a menos de 100 mil. Es mucho el dinero que hace falta y también algún tipo de fomento desde las políticas públicas, si se considera que lo que hacemos es útil”, sostiene Ábalo, al tiempo que critica las obligaciones impositivas y legales que pesan sobre el sector.

Bancos comunales Nuestras Huellas es una OSC que, a través de “bancos comunales”, acompaña a más de 650 emprendedores en los municipios bonaerenses de San Fernando, Tigre, San Isidro, San Martín, San Miguel, José C. Paz, Malvinas Ar-

gentinas, Escobar y Pilar. “El banco comunal es un espacio de pertenencia, donde las mujeres emprendedoras se asocian y trabajan de manera conjunta, mancomunada, con el bien común como pilar”, explica en diálogo con Tercer Sector María Paz González, directora ejecutiva de la organización, quien señala que lo que en definitiva intentan a través de esta metodología es que las mujeres sean “cada vez más libres”. Florencia Beltramo tiene 36 años y, después de trabajar mucho tiempo en un centro de estética, pudo montar uno propio en General Pacheco, frente al Hospital General de esa localidad bonaerense. “Yo siempre veía imposible independizarme porque las máquinas eran muy caras e inalcanzables. Ahora trabajo para mí, soy mi propia jefa y pude cumplir mi sueño”, cuenta sobre su experiencia con uno de los bancos comunales de Nuestras Huellas. Incluso, asegura que ahora toma “mejores decisiones al momento de invertir o de gastar plata”.

Las instituciones que otorgan microcréditos son una llave fundamental para experiencias de la economía social y popular.

MICROCRÉDITOS

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unque actualmente atraviesan una situación “de emergencia”, las instituciones que otorgan microcréditos motorizadas desde la sociedad civil son una llave fundamental para experiencias de la economía social y popular. María Silvia Ábalo, directora ejecutiva de la Red Argentina de Microcrédito (Radim), destaca el acompañamiento que este tipo de entidades le ofrecen al emprendedor y señala como uno de los aspectos más problemáticos de la actualidad la “falta de fondeo para las microfinanzas”. Son 23 las instituciones que integran la red y, de ellas, 19 son OSC. “Hay un serio problema de financiamiento del sector, que lo está haciendo prácticamente inviable”, advierte. “Llegamos a una población que está subfinanciada o mal financiada, porque siempre hay algún financiador barrial, pero no se ocupa de que la persona vaya adquiriendo habilidades, capacitaciones, ni de que pueda acce-

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EXPERIENCIAS INNOVADORAS

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a escuela de Educación General Básica Olga Cossettini, en Córdoba, fue creada a partir de una Cooperativa de Trabajo de Educación por docentes y administrativos. El nombre es en honor a la docente Olga Cossettini, que en la primera mitad del siglo XX y desde una pequeña escuela a orillas del río Paraná, en Entre Ríos, apuntó a la educación integral de los niños, más allá del enciclopedismo clásico, potenciando la libertad, la creatividad y la responsabilidad. La escuela, ubicada en Capilla del Monte, se constituyó en 1998 en el garage de una casa. Hoy tiene 170 alumnos de 3 a 12 años, repartidos en el turno mañana y el turno tarde. “Se creó por iniciativa de un grupo de familias que

ese intercambio y en el marco de la crisis de 2001, crearon su propia moneda: el “cosetón”. La cuota mensual del colegio es de 300 cosetones y puede pagarse con algún trabajo o tarea. Pero esa unidad también es moneda de intercambio entre las familias. Para ello hay un listado compartido de servicios y productos, que incluyen peluquería, carpintería, pintura, yoga, baile y clases de inglés.

Las gratiferias El lema es “Traé lo que quieras, o nada, y llevate lo quieras, o nada”. No es trueque, no es intercambio, no es comprar ni vender. Se trata de ferias anticonsumo y absolutamente gratuitas, un fenómeno creciente en el país.

Arbusta ofrece servicios de software, datos e interacciones digitales.

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creían que la educación tradicional estaba en crisis”, cuenta a Tercer Sector Susana Mazzitelli, integrante del Consejo de Administración de la Cooperativa. En la institución no hay directores, sino coordinadores, se realizan reuniones diarias de cierre de jornada y un encuentro semanal para abordar la transversalidad de los temas, explica Susana, a cargo de la secretaría. Otra particularidad es que no tienen personal de mantenimiento y limpieza del edificio, sino que estas tareas se distribuyen entre docentes, administrativos y padres. “Las familias participan activamente de la vida de la escuela, y muchas veces pagan la cuota con trabajo, arreglando un desperfecto eléctrico, pintando, haciendo trabajos de carpintería o limpiando”, dice Mazzitelli, quien explica que, para facilitar

“Es un movimiento que se inició en Europa y en cada país va teniendo distintas modalidades”, explica a Tercer Sector Gustavo Franco, uno de los impulsores de la iniciativa en Don Torcuato y otras localidades de la zona norte del Gran Buenos Aires. “Se pueden llevar o dejar cosas sin necesidad de que haya retribución. Se trata de compartir lo que uno sienta que tiene en abundancia”, reflexiona Franco y enumera todo lo que se puede llegar a encontrar en una “gratiferia”: ropa, comida, libros, películas, herramientas o adornos. También hay ferias de objetos más específicos, como libros o plantas, a las que se suman talleres y capacitaciones gratuitas; y hasta ferias de intercambio de semillas que se combinan con talleres de huerta para aprender a consumir de manera consciente. “Es un fenómeno que se expande y

contagia, muy revolucionario. La primera vez que uno toma contacto con las gratiferias no comprende bien de qué se trata. Suele haber reacciones de incredulidad. Pero, ante tal libertad, la gente se autorregula”, indica Franco.

Poder millennial La firma Arbusta es un emblema de innovación. Es que plantea un modelo de negocio que rompe el molde de la típica empresa de tecnología, a partir de una respuesta creativa que genera un círculo virtuoso de oportunidades para jóvenes de sectores desfavorecidos, aun en un contexto de crisis como el actual. Para eso, se asienta en la capacidad de los millennials y, en particular, de aquellos que provienen de los sectores populares. También desafía los parámetros habituales en cuanto al género: mientras en el mundo de las empresas tecnológicas las mujeres representan apenas un 20 por ciento del personal, en esta firma hay un 56 por ciento de presencia femenina. Tres centros de operaciones –uno en Buenos Aires, otro en Rosario y un tercero en Medellín, Colombia–, 25 clientes globales, 330 personas trabajando, otras 440 entrenadas y una oficina que crece a todo vapor en el corazón del barrio porteño del Abasto son los hitos que tiene en su haber esta empresa, nacida bajo el ala de la incubadora Njambre y con veloz vuelo propio. “Nuestro foco fue develar talento joven que no estaba siendo mirado por la sociedad, a través de generar oportunidades concretas de trabajo”, explica Paula Cardenau, cofundadora de Arbusta. Federico Seineldín, otro de los creadores, señala que “desde el día cero, fue concebida como un modelo orientado al concepto de empresa social o de impacto” y, hoy por hoy, es “una proveedora competitiva que se desafía todos los días por sofisticar sus servicios y escuchar a sus clientes”. Con sus servicios de software, datos e interacciones digitales, conquistó una cartera de clientes que incluye a firmas de la talla de Mercado Libre, Disney Latam, Natura, Fox Networks, L’Oréal, Valtech, ZonaProp, ZonaJobs y Rapipago, entre otras.


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Productores y artesanos unen fuerzas para comercializar sus productos.

OPINIÓN Un mundo de alternativas frente a la crisis POR EDUARDO BLANCO *

os contextos de crisis sirven para explorar nuevos caminos, alternativas que cubren necesidades sociales por fuera del lucro. Hay ejemplos en situaciones críticas como las cooperativas de alimentos de los kurdos del norte de Siria para poder subsistir en medio de la guerra, o las huertas comunitarias de Puerto Rico, luego de que el huracán María destruyera gran parte de la isla en 2017. En el mundo de la producción popular, las crisis son recurrentes. Sin tierra, crédito, tecnología ni canales de comercialización, buscan otros caminos. Las cooperativas de trabajo y las organizaciones comunitarias de consumo de alimentos se multiplican en el mundo, desde países ricos como Estados Unidos hasta las zonas más pobres de Brasil. ¿Cómo se financian? En algunos países idearon formas de captar inversiones mediante acciones de carácter social o fideicomisos comunitarios; en otros existen cooperativas de crédito destinadas a apoyar a otras cooperativas. Pero son los Estados los que pueden cambiar la historia. Hay muchas ideas tendientes a reformular la recaudación impositiva y el gasto público. Se trata, como plantea Enrique Martínez en su libro Ocupémonos, de superar el asistencialismo del Estado de bienestar y construir un Estado transformador.

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✱ Editor de Red PP laredpopular.org.ar

ARTICULACIÓN

Economía circular inclusiva”. Esa es la bandera que se destaca en el marco de la llamada Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo (IRR), una plataforma destinada a articular acciones, inversiones y conocimientos de la que participan la Fundación Avina, las empresas Coca-Cola y Pepsico, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Red Latinoamericana de Recicladores. La iniciativa ya hizo pie en 15 países, donde se llevan adelante proyectos de reciclaje que involucran a gobiernos, empresas, recicladores y sociedad. En el marco del 10° Congreso Internacional de RSE y Sustentabilidad, realizado en agosto pasado en Paraguay, Gonzalo Roque, responsable de la coordinación continental de Reciclaje Inclusivo de la Fundación Avina, planteó que “América latina tiene la oportunidad de colonizar el concepto de economía circular inclusiva, porque justamente sigue siendo un continente con enormes desafíos de equidad, de generación de empleo y de reducir las brechas sociales, y ahí hay enormes oportunidades”. En este punto, señaló que “los recicladores son parte, sin saberlo, de la economía circular”, basada en el aprovechamiento de recursos a partir de la reducción, la reutilización y el reciclaje.

Acompañar la autogestión Florencia Cadorini y Melina Gobbi coordinan el área de Economía y Autogestión de la Fundación SES. “Trabajamos con productores, cooperativistas y emprendedores que se acercan con la intención de fortalecer sus procesos productivos, mejorar algunas de sus áreas o iniciar, con la perspectiva de autogestión, un proyecto productivo. Lo que nosotros hacemos es acompañar a jóvenes, brindarles herramientas, formación e intercambios, poder acceder a distintas líneas de financiamiento, por ejemplo. Lo más importante para nosotros es que la participación de los jóvenes en el área de economía social sea colectiva, porque es desde ahí que pensamos que se puede construir una propuesta diferente”, afirman. “En un contexto de transformaciones sobre las formas y sentidos del trabajo, creemos que las juventudes son el sec-

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tor particularmente impactado por estos cambios. La economía social y solidaria tiene un enorme potencial de respuesta para el desarrollo de las juventudes porque aborda especialmente aspectos vinculados al proyecto de vida de cada persona”, plantean.

La app de la Economía Social Descubrir que en el mismo barrio en el que vivimos hay una verdulería agro-

ecológica, una fábrica recuperada o una cooperativa de comunicación ahora es mucho más sencillo. Una aplicación móvil lanzada por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, en sociedad con la Universidad Nacional de Quilmes y cooperativas de comunicación y de programación, muestra un mapa con estas y otras miles de organizaciones cooperativas y de la economía social de todo el país. Se trata de

Diálogo por trabajo y vida digna a Mesa de Diálogo por el Trabajo y la Vida Digna –un colectivo en formación integrado por diversos sectores de la producción y el trabajo, como la UIA, la CGT, las dos CTA, Barrios de Pie y la Ctep, entre otros– elaboró un documento que fue entregado recientemente a la Pastoral Social del Episcopado. Allí, advirtieron sobre la gravedad de la situación socioeconómica y pusieron el foco en la economía social y solidaria. Autoconvocados ante la falta de un llamado al diálogo por parte del Gobierno, destacaron: ■ Las cooperativas, mutuales y demás entidades de la economía social y solidaria son “actores insoslayables para toda posibilidad de desarrollo sustentable”. ■ La necesidad de implementar el Consejo de la Economía Popular previsto por la Ley de Emergencia Social “para reconocer la realidad de esos trabajadores”, y diseñar políticas y modalidades de integración a la sociedad y al aparato productivo nacional. ■ La microeconomía requiere “mejorar su competitividad”. Es fundamental continuar implementando un plan que “reduzca el costo argentino”. ■ La importancia de que exista un fuerte sector cooperativo, mutualista y otras organizaciones sociales y no gubernamentales, así como la necesidad de establecer un marco jurídico favorable a las cooperativas, compatible con su naturaleza y función.

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ESSApp, que se puede descargar a teléfonos celulares o tabletas y ya tiene a 4 mil organizaciones mapeadas para conectar emprendimientos productivos y de servicios con posibles usuarios y consumidores. CÓMO CONECTARSE Asociación Civil Norte Sur: info@nortesur.org.ar Alianza Cooperativa Internacional: ica.coop/es Arbusta: arbusta.net Mercado de la Estepa: mercadodelaestepa.com.ar Red Argentina de Instituciones de Microcrédito: reddemicrocredito.org Fundación SES: fundses.org.ar Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar): cooperar.coop Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (Cnct): cnct.org.ar Cauqueva: facebook.com/cauqueva cauqueva@cauqueva.org.ar Mercados Asociativos Patagónicos: facebook.com/people/MercadosAsociativos-Patagonicos guanacoestepa.com.ar Cooperativa de Trabajo La Ciudad: septimovaron.com.ar Gratiferias solidarias: espacioaynidt@gmail.com Escuela de Educación General Básica Olga Cossettini: escuelacossettini.wordpress.com ESSApp: essapp.coop Instituto de para la Producción Popular: produccionpopular.org.ar Más Cerca Es Más Justo: mascercaesmasjusto.org.ar Mercado Territorial: mercadoterritorial.observatorioess.org.ar Nuestras Huellas: nuestrashuellas.org.ar Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo: reciclajeinclusivo.org/ Fundación Avina: avina.net/avina/ avina.net



INFANCIA

Donde se baila la vida Cerca de La Bombonera y de Caminito, CasaSan abre sus puertas a unos 200 chicos, chicas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Murga, teatro y danza son algunas de las opciones que encuentran en este espacio.

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TEXTO ANDREA VULCANO

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n pleno corazón del barrio porteño de La Boca late una casona llena de vida, música, baile, colores y proyectos. Es que, como repite su fundadora, “en CasaSan se baila la vida”. Y así, bailando la vida, se tejen sueños, se construye presente y se le tiende un puente al dolor para poder mirar hacia adelante. Mercedes llora, se ríe y, en medio de esas emociones encontradas, aparece siempre el nombre de Santiago, uno de sus dos hijos, el que habitaba ese lugar y decidió ponerle fin a su vida luego de haber batallado durante más de diez años contra su adicción por las drogas. “A mí CasaSan me salvó la vida”, resume Mercedes Frassia, además arquitecta y –claro está– enorme hacedora. “Esto es una cadena de dar”, afirma, con una mezcla de orgullo y emoción. Todo comenzó en marzo de 2017, tres meses después de la muerte de su hijo menor. “Sólo puede sobrevivir el que ayuda”, sostiene, con conocimiento de causa, a sus sesenta y pico de años. De lunes a sábado por las tardes, este potente rinconcito de La Boca, ubicado tan cerca de Caminito como de La Bombonera, abre sus puertas para ofrecer distintas actividades y propuestas, todas gratuitas, a más de 200 chicos, chicas y adolescentes en situación de

vulnerabilidad social. Aunque los talleres están enfocados hacia ellos, también hay opciones para las “mamis San” y los “papis San”.

Arte y merienda “Desde que abrí las puertas de CasaSan comenzaron a pasar cosas y la fundación no para de crecer”, subraya Mercedes, que arrancó con la iniciativa abrazada y sostenida por amigos de toda la vida –que incluso forman parte del staff– y luego sumó a Marcela Fatone, otro de los pilares de la organización. “Empecé a seguir lo que los chicos querían; toda nuestra cuadrícula sigue a los pi-

“Toda nuestra cuadrícula sigue a los pibes y toda nuestra propuesta pedagógica pasa por hacer los talleres que ellos piden.” Mercedes Frassia, creadora de CasaSan

bes y toda nuestra propuesta pedagógica pasa por hacer los talleres que ellos piden”, relata. Murga, teatro, danza, rap, costura, yoga, break dance, kung-fu, karate, skate y danzas árabes son tan sólo algunos de los más diversos talleres que los “casaSan” pueden disfrutar. “Los pibes toman a este lugar como su casa y la usan para venir a pasar las tardes. Acá les damos una merienda y lo que nos pasa desde hace unos meses es que las mamás vienen también y se quedan”, cuenta Frassia. A ella no le alcanzan las palabras cuando se trata de hablar de proyectos: la intervención que una treintena de grafiteros le hará a la casona, el baile que planean sacar a la calle ahora que viene el tiempo lindo, si llegarán o no a la final del Bailando por un sueño, de la mano de Cinthia Fernández y Gonzalo Gerber; la gran comilona de pizza para todo el barrio con la que fantasea estrenar un horno de barro que les donaron, obra de Gabriel Chaile, construido en memoria de una víctima del gatillo fácil. “Yo le dedico miles de horas a CasaSan pero, por algún motivo, hago que todo el mundo le dedique miles de horas”, subraya Mercedes. Y el brillo, el color y los sonidos que resuenan dentro y fuera del número 815 de la calle Olavarría dan cuenta de eso y de mucho más. Porque el dolor, con su potencia, también puede usarse para transformar. CÓMO CONECTARSE www.casasan.org info@casasan.org



INTERNACIONALES

A mayor desigualdad,

más VIH

A nivel global, el virus causa menos muertes y muchos países lograron reducir el número de contagios. Sin embargo, aún persisten las diferencias. En las naciones más afectadas influye el aumento de la población y se registran más casos en los grupos de riesgo.

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TEXTO ALEJANDRO CÁNEPA

35 años de los primeros casos de VIH conocidos, hay dos buenas noticias: la primera es que hay menos contagios. La segunda, que mueren menos personas a causa de las enfermedades asociadas al virus. De todos modos, a nivel internacional subsisten áreas donde esta problemática afecta a buena parte de la población. Ante ese panorama, Tercer Sector repasa el estado de situación global sobre la propagación del VIH y las iniciativas que luchan por los derechos de las personas que viven con el virus. “El Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria es un instrumento financiero que apoya programas contra estas tres enfermedades en más de cien países. Nosotros no implementamos los programas directamente”, explica Marcela Rojo, integrante del organismo (conocido en inglés como The Global Fund) con sede en la ciudad suiza de Ginebra y creado por Naciones Unidas en 2002, que trabaja articuladamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con Onusida.

Alcance global

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A The Global Fund lo sostienen fondos públicos de Estados Unidos, Japón y España, entre otros países, más grandes donaciones como las del multimillonario Bill Gates o del músico Elton John. Los proyectos que fi-

“Si bien hay más conocimiento sobre la enfermedad, todavía aumentan las infecciones en poblaciones vulnerables.” Marcela Rojo, integrante de The Global Fund

nancia el organismo llegan a naciones tan distantes entre sí como Papúa Nueva Guinea, Marruecos y Honduras, e incluyen desde educación sexual hasta investigaciones científicas para garantizar que el VIH no se transmita de una embarazada a su hijo. “Muchos países han logrado reducir sus casos de VIH, aunque queda mucho por hacer. Uno de ellos es Sudáfrica, que tiene la epidemia más extensa del mundo, con 7 millones de personas viviendo con VIH. Pero ha logrado poner a 4,4 millones de personas en tratamiento y reducir en un 40 por ciento la tasa de infecciones en adultos entre 2010 y 2017”, grafica Rojo. Algunas regiones africanas son las más afectadas por el virus: además de Sudáfrica, tiene un gran impacto en Tanza-

Estadísticas internacionales ■ Desde 1996, la cantidad de contagios bajó un 47 por ciento. ■ Desde 2004, las muertes por VIH disminuyeron un 51 por ciento. ■ En la actualidad, 37 millones de personas viven con VIH en todo el mundo. ■ 19 millones viven en África oriental y meridional, las regiones con mayor cantidad de personas con el virus. ■ El 75 por ciento de las personas que viven con VIH conoce su estado. ■ El 79 por ciento de ellas tiene acceso al tratamiento médico. ■ El 81 por ciento de las personas que tienen acceso al tratamiento ha logrado la supresión viral. ■ 1,8 millón del total de portadores contrajeron el virus durante 2017. ■ 940 mil fueron los fallecidos el año pasado por esa causa. ■ 35,4 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia. ■ 77 millones de personas contrajeron el virus desde ese momento hasta la actualidad. Fuente: Onusida/The Global Fund.


Hoy hay más jóvenes en riesgo de infección por el VIH.

nia, Malawi, Lesoto, Zimbabue y Suazilandia. En este último país, según Onusida, el programa específico de las Naciones Unidas para luchar contra esta enfermedad, un cuarto de la población de entre 15 y 49 años tiene VIH. Como todo fenómeno complejo, la presencia del virus es muy dinámica. “Si bien hay más conocimiento sobre la enfermedad, todavía aumentan las infecciones en poblaciones vulnerables, como trabajadoras/es sexuales y hombres que tienen sexo con hombres, entre otros”, dice Rojo. Ese hecho, combinado con el creciente aumento de la población joven en el África subsahariana, hace pensar a algunos investigadores que quizá en 2030 haya más infecciones que en la primera década de este siglo. Es decir: hoy se muere menos gente que antes y hay menos contagios, pero si en los países más afectados aumenta la población y suben los casos dentro de los grupos de riesgo, eso puede ocasionar que se incremente el número total de per-

sonas infectadas dentro de unos años. Por su parte, desde la oficina de prensa de Onusida, ubicada en Ginebra al igual que The Global Fund, aseguran: “Como el número total de jóve-

Hoy se muere menos gente que antes y hay menos contagios, pero si en los países más afectados aumenta la población y suben los casos dentro de los grupos de riesgo, eso puede ocasionar que se incremente el número total de personas infectadas dentro de unos años.

nes ha crecido y la cobertura de los servicios de prevención se ha mantenido, hay más jóvenes en riesgo de infección por el VIH. La disponibilidad de preservativos no es suficiente en el África subsahariana. Las estimaciones de necesidad de preservativos para 47 países de la región es de 6 millones, pero sólo se han distribuido 2,7 millones”. En la misma ciudad suiza también posee su sede central la International AIDS Society (IAS), fundada en 1988. En particular, la organización se centra en líneas de concientización entre adolescentes y mujeres. La IAS ha detectado que, en muchos de los países más dañados por el VIH, la criminalización de la homosexualidad y la falta de datos y de planificación conjunta de políticas sanitarias complica la reducción de la tasa de personas portadoras del virus. CÓMO CONECTARSE The Global Fund: www.theglobalfund.org IAS: www.iasociety.org Onusida: www.unaids.org/es

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ENTREVISTA

Pedro Cahn “Todavía hay mucho estigma hacia las personas con VIH” Referente a nivel mundial, el médico infectólogo atiende a las personas que viven con VIH desde la aparición de la enfermedad y es el creador de la Fundación Huésped, la ONG que realiza una intensa labor en investigación, prevención y lucha contra la discriminación.

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TEXTO NATALIA CONCINA

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n blanco y negro, la cámara enfoca camas de hospital vacías mientras que la actriz Cipe Lincovsky recita: “Primero se llevaron a los homosexuales, pero yo no me preocupé porque no era homosexual”, y tras describir que había pasado lo mismo con los “drogadictos” y los hemofílicos concluye: “Ahora ya es tarde. Están golpeando a mi puerta”. La cámara se detiene en una puerta que se abre y el mensaje llega directo e impacta: “Sida, no te dejes llevar por la indiferencia. Informate”. La pieza audiovisual, parte de la campaña de bien público del Consejo Publicitario Argentino (CPA) junto con la Fundación Huésped, vio la luz en 1992, tras dos años de intenso trabajo entre médicos, pacientes y publicistas. La ONG había sido creada tres años antes por el médico Pedro Cahn, quien como jefe del Servicio de Infectología del Hospital Fernández había atendido a los primeros pacientes con VIH del país, para quienes –hasta ese momen-

to– el sida era una enfermedad mortal que sólo podía tratarse con el medicamento AZT. La campaña del CPA es uno de los hitos que Cahn marca en la historia de Huésped: “Habilitamos el primer teléfono de contacto. Muchos llamaban para pedir información, pero también había quienes nos insultaban porque sus hijos abrían el diario y encontraban la foto de un preservativo gigante con la leyenda: ‘El tiempo está malísimo, abrigate’”, recordó el especialista en diálogo con Tercer Sector. Más de 25 años después de aquel hito, el infectólogo reparte sus días entre

“La Fundación Huésped surge por la necesidad de encontrar una forma legítima y legal de canalizar a la gente que quería aportar su grano de arena en la lucha contra el sida.”

ir dos veces por semana a atender al hospital en forma voluntaria, trabajar en forma privada y, por supuesto, seguir construyendo Huésped. –¿Cómo surge la necesidad de fundar una ONG?

–Huésped surge por la necesidad de encontrar una forma legítima y legal de canalizar a la gente que quería aportar su grano de arena en la lucha contra el sida. Esto implicaba, tanto un aporte económico como trabajo voluntario y, la verdad, es que ambas cosas en el hospital eran muy complicadas, porque en esos años nos hacían bastante la guerra a los que atendíamos “esa enfermedad rara”. También nos parecía poco ético hacerlo a través del centro médico privado que yo dirigía. Entonces, en el altillo del edificio de este centro médico, empezamos a reunirnos un grupo bastante chico de personas y formamos la Fundación. –¿Cómo llegaron de ese grupo pequeño a convertirse en una ONG de referencia?

–El primero de estos hitos fue la incorporación de Roberto Jáuregui, periodista de Página/12. Yo lo fui a ver a pedido


tantes de prevención, en abogacía (presión y asesoramiento para fomentar políticas públicas), y tenemos una oficina de asesoría jurídica en caso de discriminación, un consultorio de asistencia psicológica para pacientes y un centro de testeo. Todos los servicios que brindamos son sin cargo. Todas estas tareas se sostienen con más de 80 empleados en relación de dependencia, además de voluntarios. Y se mantiene sobre la base de subsidios de investigación clínica, que se reciben de organismos internaciona-

“El rol de Huésped y todas las otras Organizaciones de la Sociedad Civil ha sido clave para que tengamos un Programa Nacional de sida que brinda gratuitamente diagnóstico y tratamiento.” de la familia, en el año 1988. En ese momento sólo teníamos el AZT, que costaba 400 dólares, y él escribió en el diario: “Me llamo Roberto Jáuregui, tengo sida y necesito comprarme un medicamento que hay que traer de Estados Unidos y no tengo plata para hacerlo”. A las pocas semanas vino a verme y me contó que a partir de la publicación había recibido medicación y dinero como para tres meses. En ese momento lo invité a trabajar con nosotros en la Fundación, aceptó y se transformó en un motor extraordinario. Otro hito: sobre el fin de la década del ’90, cuando el Consejo Publicitario Argentino seleccionó a Huésped para la campaña de bien público que hace todos los años. Fue muy intensa, porque abarcó radio, televisión, diarios y vía pública. Tuvimos que montar nuestra línea telefónica 0800 y nos dio una visibilidad enorme. El tercer hito fue la aparición de un señor un día en el hospital que me dijo que quería hacer una donación. Me acuerdo que me preguntó qué haría con medio millón de dólares. Yo me reí pensando que me estaba cargando, pero después me di cuenta de que hablaba en se-

rio, y así compramos la casa donde hoy funcionamos y que nos permitió crecer muchísimo. Finalmente, en 1996, desde Huésped pudimos donarle al Fernández un Hospital de Día, para lo cual se techó un patio. Fue una obra de 400 mil dólares que juntamos con donaciones de particulares y empresas, y con eventos como recitales con distintas figuras. –¿Cuál es la tarea que realiza Huésped hoy?

–Tiene tres pilares: prevención, ciencia y derechos. Esto implica un trabajo en investigación clínica, en campañas cons-

BIO ■ Director Científico de Fundación Huésped desde 1989. ■ Presidente de la Sociedad Internacional de Sida (IAS) 2006-2008. ■ Fue jefe y hoy es consultor de la División Infectología del Hospital Juan A. Fernández. ■ Profesor Titular del Departamento de Medicina, Orientación Infectología, de la Facultad de Medicina (UBA).

les y laboratorios, pero además contamos con más de 15 mil donantes individuales y eso nos ayuda muchísimo. –¿Cuál fue el rol de las ONG en la lucha contra el VIH?

–Tanto Huésped como todas las otras Organizaciones de la Sociedad Civil fueron muy importantes. Su rol ha sido clave para presionar y que tengamos, por ejemplo, un Programa Nacional de Sida que brinda gratuitamente tanto el diagnóstico como el tratamiento. –¿Cómo evolucionó la sociedad desde que apareció el virus?

–Ha mejorado mucho desde los tiempos iniciales, cuando las personas con VIH tenían que vivir una vida clandestina. No obstante, la realidad que vivimos hoy dista de ser la ideal porque todavía hay mucho estigma y discriminación. Argentina tiene hoy una la ley de Identidad de Género, de Matrimonio Igualitario, es decir que tenemos una evolución en los derechos de las personas de la tercera generación con el virus que es más favorable. Sin embargo, hay personas que ocultan su condición incluso de su familia, por lo que todavía queda un largo camino por recorrer.

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TALLER PROTEGIDO

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TEXTO MAGALÍ SZTEJN

nte la necesidad y las ganas de trabajar de los jóvenes, la Asociación de Padres de Hijos Especiales (Aphe) creó, en 2005, el Taller Protegido de Producción Aphe, a partir de un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires y una donación del Rotary Club. Con 13 trabajadores se armó la marca de panadería Sabores Especiales. Hoy ya son 30 personas con retraso mental

Un grupo de padres se unió para crear un ámbito donde sus hijos pudieran recibir capacitación para desempeñarse en diferentes oficios.

na, fichamos la entrada, nos ponemos el uniforme y empezamos a trabajar hasta que se termina la jornada”, explica Victoria Araujo, terapista ocupacional y una de las coordinadoras del taller,

res con discapacidad proviene del Ministerio de Desarrollo Social. “En su momento, el excedente de las ganancias se repartía en partes equitativas para todos. Hoy nos encontramos en una situación económica difícil, viendo cómo vamos a subsistir, porque bajaron muchos las ventas”, cuenta Victoria. “Para las personas con discapacidad es mucho más complejo ubicarse en otro espacio si se cierra el taller”, expone la responsable. Y revela: “Nosotros hemos conseguido pasantías. Una compañera, por ejemplo, está trabajando medio turno en el taller y medio turno en un local de comida rápida de la zona. Pero lo que no-

Un espacio para aprender a trabajar

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leve y moderado, además de un equipo técnico de siete integrantes (conformado por tres terapistas ocupacionales, un panadero, una pastelera, una profesora de artes y otra de historia). Además, a la unidad productiva inicial se le sumó un sector de serigrafía y confección de ecobolsas y otro que brinda servicio de ensamble de piezas plásticas. “No es una experiencia o un lugar donde la pasan bien. Es un espacio de trabajo como cualquiera. Llegamos a la maña-

quien llegó al lugar hace cinco años por una amiga que era voluntaria y se ocupa de hacer las adaptaciones necesarias para los trabajadores.

Proyecto autogestivo El emprendimiento, que funciona de lunes a viernes en la localidad bonaerense de Bernal, es de autogestión. Actualmente los sueldos del equipo terapéutico se sustentan con las ventas y el ingreso que perciben los trabajado-

tamos, en general, es que es contraproducente para la persona con discapacidad, porque no se terminan creando vínculos buenos con los compañeros, los tratan como nenes. Por eso queremos generar un espacio sustentable que pague sueldos dignos, porque estos lugares son una estrategia de acceso al derecho al trabajo”. CÓMO CONECTARSE Taller APHE: aphetalleres@hotmail.com Facebook: aphetalleres



VOLUNTARIADO

Correr los límites Dispuestos a transitar cientos de kilómetros para visibilizar problemáticas vinculadas a la infancia, cuatro ultramaratonistas conformaron la agrupación Corriendo Fronteras con el objetivo de demostrar que “siempre se puede ir un poco más lejos”.

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TEXTO NATALIA CONCINA

a infancia y sus problemáticas no suelen ocupar los principales títulos de los grandes medios. De pronto, cuatro ultramaratonistas se ponen las zapatillas y corren 300 kilómetros, entonces las notas se multiplican exponencialmente y la meta está cumplida: el tema se instaló, al menos más de lo que estaba. “Nuestro objetivo es ayudar a visibilizar una causa. Vemos que hay situaciones difíciles que niñas y niños viven diariamente y que los grandes medios tienen otras prioridades. Entonces nosotros ofrecemos nuestros pies para que ellos puedan gritar”, cuenta Alejandro Cáceres, uno de los cuatro deportistas de Corriendo Fronteras. Alejandro se conoció con el resto de los corredores –Marcos Capurro, Damián Perea y Leandro Polidoro– en 2016, en una carrera de 100 kilómetros en Potrerillos, Mendoza. “Los cuatro iniciamos esa carrera individualmente, pero nos encontramos en el camino y conformamos un equipo que nos permitió sobrepasar la nieve, el frío, las

dificultades del terreno y así llegamos”, recuerda.

Aventura colectiva El año pasado, Marcos, quien ya había corrido en forma solidaria para algunas causas, los invitó a la primera aventura colectiva: unir 220 kilómetros en 48 horas para instalar en los medios el tema del Abuso Sexual en la Infancia (ASI) de la mano de

Adultxs Por los Derechos de la Infancia, una organización conformada por sobrevivientes de este delito. “Salimos de San Pedro, pasamos por Luján y terminamos en el barrio porteño de Flores. Durante la preparación, que llevó meses de reuniones, aprendimos mucho. Fue la época que más lloré en mi vida, pero también veía a esas personas hoy adultas de pie y pensaba: si ellas y ellos

tienen esa fuerza, lo nuestro es mínimo”, asegura Alejandro. Tras la experiencia decidieron darle forma a la agrupación y sumar a sus parejas, quienes se encargan de la logística y promoción de los eventos. “Este año corrimos por las escuelas rurales. Nos acercamos a la Asociación Civil Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales (Apaer) y ellos nos contactaron con una escuela en el paraje Los Huesos, cerca de Tandil. Les propusimos el proyecto de correr y terminar en esa escuela, y ellos nos redoblaron el desafío: unir diez escuelas rurales de la zona. Nosotros aceptamos y así surgió nuestra segunda carrera, en la que recorrimos 280 kilómetros”, describe el joven. Pero el sentido no es sólo mostrarle un tema a la sociedad: “El corredor va en busca de los imposibles. Cada ultramaratón es un desafío para superarnos y ese también es un mensaje para niñas y niños: mostrar que siempre se puede dar un poco más, para eso hay que poder soñarlo y laburar en equipo”, concluye. CÓMO CONECTARSE Corriendo Fronteras: Facebook: Corriendo Fonteras somoscorriendofronteras@gmail.com

“Siempre se puede dar un poco más, para eso hay que poder 24 TS

soñarlo y laburar en equipo.” Alejandro Cáceres, de Corriendo Fronteras



INFORME ESPECIAL DISCAPACIDAD Y EMPLEO

Capacitados para el trabajo Varias organizaciones contribuyen a integrar a las personas con discapacidad al mercado laboral. Pero a la creciente concientización se contraponen el incumplimiento de las normas vigentes y el contexto socioeconómico desfavorable.

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TEXTO ALEJANDRO CÁNEPA

aura tiene 38 años, vive en la localidad bonaerense de Maquinista Savio, estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabaja en la cooperativa En Buenas Manos, que ofrece desde servicios de digitalización hasta masajes. Ella además recibe una pensión, porque es ciega. Entre su trabajo, el haber que percibe y tareas de prensa que realiza, junta un poco más de 12 mil pesos por mes. En un contexto de fuerte recesión económica, existen distintas iniciativas que buscan generar empleo para las personas con discapacidad. Tercer Sector relevó algunas de estas experiencias y recogió testimonios de especialistas que plantean la importancia de construir una sociedad verdade-

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Las estadísticas ■ Un 10,2 por ciento de la población tiene al menos una dificultad compatible con estar discapacitada. ■ Entre las personas mayores de 80 años, un 46 por ciento posee algún tipo de discapacidad. ■ Entre los 15 y los 39 años, sólo un 4,8 por ciento manifiesta tener una dificultad grave, lo que representa el segmento poblacional menos afectado. ■ El 60 por ciento de las personas que expresaron tener dificultades severas no posee el Certificado Único de Discapacidad. ■ El 25 por ciento de los hogares argentinos tiene al menos una persona con un grado significativo de dificultad. Fuente: Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad, realizado por el Indec en 2018. El propio estudio utiliza el concepto de “personas con dificultad”.


ramente inclusiva y justa, en donde el sector civil, el comercial y el estatal sumen esfuerzos para no dejar a nadie al costado del camino. Si la desocupación y la subocupación son un problema que golpea a un sector considerable del país, ambas dañan más a las personas con discapacidad. Según estimaciones internacionales, entre el 75 y el 80 por ciento de ellas están desocupadas. Ante ese panorama, existen distintas estrategias para intentar garantizar el derecho al trabajo. Una de las formas asociativas más antiguas son los talleres protegidos de producción, entidades que cumplen “actividades productivas, comerciales o de servicio para el mercado, debiendo brindar a sus trabajadores un empleo remunerado y la prestación de servicios de adaptación laboral y social que requieran”, según la Ley 26.816, vigente desde 2013 y que estableció la creación del Régimen Federal de Empleo Protegido para Personas con Discapacidad. Entre los talleres protegidos de producción están, por caso, el de la Asociación Civil Andar, ubicado en el municipio bonaerense de Moreno y que lleva adelante, con la participación de personas con discapacidad intelectual, una panificadora, un servicio de cate-

“Lo de la incompatibilidad entre pensiones y trabajos es un problema serio que hay que solucionar. ¡Estamos hablando de pensiones del orden de los 6 mil pesos mensuales!” Beatriz Pellizzari, facilitadora de empresas sociales ring, el buffet de la Escuela Carlos Pellegrini y un servicio de envasado de frutas secas y alimentos saludables. O el Taller Accervil, de la localidad de Olivos, en donde personas con limitaciones motrices fraccionan y embolsan alimentos para mascotas, además de vender miel y bolsas de residuos.

Estado sin cupo En tanto, para promover la inclusión laboral desde el Estado Nacional existe una ley de 1981 según la cual un 4

por ciento de los cargos deben ser ocupados por personas con discapacidad. Sin embargo, la realidad indica que esa norma está muy lejos de cumplirse. Marcelo Betti, presidente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (Redi), cuenta: “El último informe que nos brindaron las autoridades nacionales es del primer semestre de 2018 y dice que hay un 0,91 por ciento de cargos para personas con discapacidad. A nivel de la Ciudad de Buenos Aires la ley establece un cupo del 5 por ciento, que tampoco se cumple, aunque no tenemos estadísticas oficiales al respecto”. Ante esa situación, también las personas con discapacidad se han agrupado en cooperativas, como En Buenas Manos, donde trabaja Laura. La organización ofrece un variado menú de servicios: masajes, armado de bandejas de frutas, atención de un café y digitalización de archivos. “Somos unas cien personas en total y en masajes seremos unos cuarenta, entre ciegos y personas sin discapacidad”, dice Laura, que también forma parte de Redi. Betti, que es economista graduado en la UBA, cuenta su recorrido laboral. “Yo tengo disminución visual, esa es mi discapacidad. Busqué empleo por diferentes empresas, fui a montones de entrevistas y ter-

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INFORME ESPECIAL

miné entrando a una multinacional a través de un programa de empleo para personas discapacitadas, por diez meses”. Él, que vive en el barrio porteño de Balvanera y tiene 33 años, continuó su carrera profesional en un banco. “Logré ingresar a un banco cooperativo, en donde tienen una perspectiva más amplia”,remarca, para luego explicar que realiza análisis de la evolución de variables financieras e informes de coyuntura. En una posición intermedia entre la empresa convencional y la organización social sin fines de lucro se encuentran las empresas sociales. Brenda Pignol Ramos, codirectora de Libertate, explica: “Somos una empresa social, porque vendemos servicios, pero las ganancias no se distribuyen entre accionistas. Si damos una capacitación a una empresa, por ejemplo, el excedente lo reinvertimos en la causa”. La organización tiene dos ejes de trabajo: Evolución Inclusiva, mediante la cual forman a empresas en temáticas de discapacidad y organizan actividades de sensibilización, y Dínamo, en donde se promueven programas de voluntariado corporativo y de compras inclusivas y apoyan emprendimientos de personas con discapacidad.

Empresas inclusivas

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El sector empresarial comienza a incorporar la necesidad de generar puestos para integrantes de ese colectivo. “Vemos que, ya sea por mandato internacional o por propia iniciativa de las áreas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE), hay cada vez más apertura en el sector privado, pero es muy lento”, afirma Pignol Ramos. Una experiencia concreta de articulación entre el sector civil y el empresariado es la que lleva adelante la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra). Silvina

“Este no es el mejor momento para hablar de empleo; pero ahora, al menos hay más concientización. En mi época, sólo conseguías por alguien conocido.” Miriam Migailoff, hipoacúsica

Alonso, coordinadora del Programa de Inclusión Laboral, la explica así: “Gestionamos puestos de trabajo, nos acercamos a las empresas, analizamos la propuesta y buscamos candidatos en nuestra base de datos”. Hasta el momento, 190 personas con discapacidad consiguieron empleo mediante este programa de Asdra, en roles que van desde empleados administrativos hasta repositores, pasando por cadetes, recepcionistas, operadores de call centers y peones de cocina. Sin embargo, uno de los puntos que siguen sin resolverse respecto a las políticas de empleo para las personas con discapacidad es que acceder a un puesto de trabajo formal implica perder la pensión que le asigna el Estado. “Lo de la incompatibilidad entre pensiones y trabajos es un problema serio que hay que solucionar. ¡Estamos hablando de pensiones del orden de los 6 mil pesos mensuales!”, advierte Beatriz Pellizzari, fundadora de Libertate y actualmente dedicada a ser facilitadora de empresas sociales. “Este no es el mejor momento para hablar de empleo, pero ahora al menos hay más concientización. En mi época, sólo conseguías por alguien conocido”, dice, por su parte, la licenciada en Trabajo Social Miriam Migailoff, hipoacúsica y primera vocal de la Mutual Argentina de Hipoacúsicos (MAH). Entre buenas intenciones, tibios avances, cambios de época y un contexto socioeconómico muy desfavorable, las personas con discapacidad y sus organizaciones trabajan, justamente, para tener más y mejor trabajo. CÓMO CONECTARSE Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (Redi): www.redi.org.ar Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra): www.asdra.org.ar Libertate: www.libertate.com.ar Mutual Argentina de Hipoacúsicos (MAH): www.mah.org.ar



MEDIO AMBIENTE

Ecología participativa Con la educación ambiental como eje principal, una alemana creó una fundación que articula a gobiernos, escuelas y habitantes en diferentes regiones de Argentina con el fin de aportar soluciones a la gestión de los desechos.

TEXTO MAGALÍ SZTEJN

Ahora se despiertan los gobernantes, notan que tienen que hacer algo con la basura y que con una planta de separación no se resuelve el problema si no está involucrado el ciudadano”, analiza la alemana Verena Böheme, quien llegó a la Argentina como turista y al ver la cantidad de material reciclable que se tiraba decidió quedarse y crear un curso de responsabilidad social para estudiantes. En 2009, el programa de educación ambiental y gestión integral de residuos sólidos urbanos Usá la basura comenzó a implementarse en escuelas, marcando el inicio de la Fundación Manos Verdes, de la que hoy es directora ejecutiva. El municipio bonaerense de Vicente López es uno de los lugares en los que trabajan. Allí ofrecen talleres de reutilización de materiales en el parque Tecnópolis y hacen el seguimiento del Día Verde en las instituciones educativas, con eje en la salud ambiental. “Desde la ONG –reconoce Böheme– tenemos más acceso a las escuelas. Hacemos un puente para llegar al ciudadano.”

Cuidar las reservas

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Con cinco personas contratadas, el apoyo de empresas y la colaboración de veinte voluntarios, en ocho años el trabajo de Manos Verdes logró expandirse y obtener reconocimiento. La Colonia Carlos Pellegrini, una pequeña localidad de la provincia de Corrientes, es otro de los lugares a donde llevaron sus conocimientos. “Me contaron que había un basural a cielo abierto y la gente quemaba la basura, a pesar de ser un destino

turístico ecológico. Entonces, hicimos un plan integral de gestión de residuos”, recuerda Böheme. Tal fue el éxito del proyecto que el guardaparque los recomendó a la Isla Apipé. “Son reservas naturales con gran potencial turístico, pero sin recolección diferenciada. Por ejemplo, se habían cancelado los avistamientos de aves porque

Con dos experiencias positivas en su haber, las autoridades de Corrientes los convocaron a planificar e implementar una estrategia ambiental para la capital de la provincia.

tenían que cruzar el basural”, remarca. Con dos experiencias positivas en su haber, las autoridades de Corrientes los convocaron a planificar e implementar una estrategia ambiental para la capital de la provincia, pero además ya tienen seleccionadas a las personas que funcionarán como coordinadores ambientales en Bariloche, Tucumán y Córdoba. Por otra parte, desde su sede en Alemania trabajan con una universidad en el desarrollo de juegos educativos para escuelas primarias con el objetivo de que los alumnos aprendan a cuidar el ambiente. “Tenemos que crecer a nivel institucional para abastecer toda la demanda que tenemos. Es un lindo desafío”, resume Böheme, aunque reconoce que se trata de un proceso que requiere tiempo, inversión y un buen seguimiento. CÓMO CONECTARSE Manos verdes: www.manos-verdes.org info@manos-verdes.org



CULTURA

El arte que

salva vidas Organizado por la Mesa Bice, una ONG mundial de protección de la infancia, el Festival de Arte Joven congregó a cientos de chicos de barrios populares de la Ciudad.

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TEXTO SILVINA ORANGES

s un sábado lluvioso y gris de finales de octubre, pero el patio del colegio salesiano León XIII del barrio de Palermo se va llenando de contrastes y alegría. No hay mal tiempo que valga para el Festival de Arte Joven, que nuclea las actividades que se desarrollan en villas y barriadas populares de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, con el lema “Los colores de nuestros sueños para transformar el mundo”. A medida que transcurre la mañana y la lluvia va amainando, se organizan

talleres de percusión, sonido, fotografía, grafiti, malabares y baile; muestras de rap, murga, folclore, bachata, cumbia y orquesta. Los protagonistas del día son unos 200 adolescentes y jóvenes de los barrios Puerta de Hierro (La Matanza), de la Villa 21 y Zavaleta de Barracas, Bajo Flores y Villa Soldati; de Ciudad Oculta y de la Villa 20 de Lugano, entre otros. El festival fue impulsado por la Mesa Bice (Oficina Internacional Católica de la Infancia), conformada por Defensa de Niños Internacional (DNI) Sección Argentina, la Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia en Riesgo, los Hermanos Maristas, Fundación Emmanuel, Fundación La-

“Cuando los chicos entran en acción, con su 32 TS

frescura lo renuevan todo.” Florencia Laje, organizadora

salle, Suma Qamaña y la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (Faera). “Se trata de crear espacios de salvación comunitaria”, dice el padre Gustavo Carrara, designado obispo para las villas por el papa Francisco. “De eso se trata este encuentro: pasamos de las danzas paraguayas típicas de Ciudad Oculta a la murga de Villa Palito. Se muestra lo que dicen, piensan y sienten nuestros pibes y pibas”, dice el cura una vez terminado el festival. Uno de los organizadores del espacio, el padre Adrián Bennardis, lo cuenta así: “Fue una fiesta con mucho respeto y alegría. Se vivió la diversidad de los distintos barrios. Hubo aire de festival”. En micros, con mucha expectativa y ansiedad, llegan chicos –junto con sus referentes– del Centro de Referencia para Niños, Niñas y Adolescentes de Luján, del Centro Educativo Comunitario San Marcelo Champagnat de Tigre y del colegio Jesús Obrero, de Merlo. Y así, los pasillos y rincones del colegio se van llenando de voces y experiencias compartidas. Los chicos de Mundo Villa –un proyecto de comunicación social creado en 2008 por la ONG SOS Discriminación Internacional al servicio de los sectores más excluidos de la Ciudad– montan una radio abierta y los talleres van tomando forma y color. Hacia el mediodía, en ollas gigantes, jóvenes y no tanto de Ciudad Oculta preparan un guiso de lentejas que será el almuerzo de todos. “Cuando los chicos entran en acción, con su frescura lo renuevan todo. Cada barrio tiene mucha vida y eso se fue ex-


Durante el festival hubo talleres de percusión, sonido, fotografía, grafiti, malabares y baile; muestras de rap, murga, folclore, bachata, cumbia y orquesta.

presando de distintas maneras a lo largo de toda la jornada”, cuenta Florencia Laje, una de las organizadoras.

Cable a tierra Por la tarde, ya sin lluvia en el horizonte, suenan los tambores del grupo de percusión de la parroquia Virgen de Caacupé, de Barracas. Mientras tanto, se escuchan testimonios como los de Matías de Villa Palito –en La Matanza– o Nati de Soldati, sobre lo que significa el arte en sus vidas. Para ellos, la murga y la fotografía representan un cable a tierra frente a los problemas que deben enfrentar en sus barrios, donde la droga figura en el primer puesto. “El arte salva vidas y hoy nos une. La soledad no le suma a nadie. Se es, se vive, se crece junto con los otros”, reflexiona Guido, que forma parte de Mundo Villa y es el encargado de la animación del encuentro, mientras de fondo se amalgama una mezcla de sonidos entre el jazz, el folclore, el rap y la murga. Como evaluación de la jornada, el obispo Carrara sostiene: “Hemos visto mucha vida que se expresó de distintas ma-

neras. Hemos bailado, hemos dibujado. Se expresó ese deseo de familia, de caminar juntos. En la vida no nos arreglamos solos. Podemos bien poco si queremos hacer las cosas solos. Si encontramos caminos de hacernos familia, de ser comunidad, vamos a encontrar espacios de salvación, de alegría, de paz y llenos de vida como los que se vivieron hoy”. La Mesa Bice, organizadora del festival, fue creada en 1948, tiene sede en Francia y es una ONG mundial de protección de la infancia. Actualmente está compuesta por unas 80 organizaciones de todo el planeta que se compro-

“Con este segundo encuentro quisimos que la voz la tuvieran los jóvenes; ellos dicen lo que son desde el arte. Son espacios de resiliencia comunitaria.” Padre Bennardis, del equipo de curas para las villas de la Ciudad

meten en la defensa de la dignidad y de los derechos del niño. El año pasado se constituyó en Argentina y el festival de arte es la segunda actividad que organiza. La primera fue un encuentro de docentes de los barrios de menores recursos de la Ciudad. “Con este segundo encuentro quisimos que la voz la tuvieran los jóvenes; ellos dicen lo que son desde el arte. Son espacios de resiliencia comunitaria”, cuenta a Tercer Sector el padre Bennardis, integrante del equipo de curas para las villas de la Ciudad y a cargo de la Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia en Riesgo. CÓMO CONECTARSE Mesa Bice: www.bice.org/es Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia en Riesgo: www.pastoralfamiliar.org.ar Defensa de Niños Internacional (DNI) Sección Argentina: www.defenceforchildren.org/es/ -Hermanos Maristas: www.champagnat.org Fundación Emmanuel: emmanuel.org.ar Fundación Lasalle: fls.org.ar/online Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (Faera): www.federacionfaera.orgsssss

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SALUD

Saber para superar prejuicios Con el fin de ayudar a su hija a sobrellevar el Síndrome de Tourette, una madre y docente creó una asociación que se propone combatir la discriminación a través de la información y la capacitación.

TEXTO MAGALÍ SZTEJN

Queremos que ningún chico vuelva llorando de la escuela ni que la abandone o se sienta incomprendido y discriminado. Es la mejor etapa que tienen para pasarla bien y hacer amigos, al margen del aprendizaje”, resume Andrea Bonzini, fundadora y presidenta de la Asociación Argentina para el Síndrome de Tourette, desde la que buscan divulgar de qué se trata esta condición neurológica, que se caracteriza por múltiples tics físicos y

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vocales involuntarios. La institución capacita a maestros, psicopedagogos y profesionales de la salud para que no tengan ningún miedo o prejuicio cuando reciben a algún alumno con el diagnóstico, explicándoles que es muy sencillo desarrollar las clases con ellos. “Al tener una hija con Tourette y ser docente comprendí cómo podía ayudar a otros en la misma situación”, cuenta Bonzini, quien, si bien tiene el apoyo de médicos y psiquiatras, es la principal impulsora de este proyecto, que ya

lleva seis años, en los que considera que se obtuvieron grandes logros. El principal, sin dudas, es la posibilidad de brindar charlas de concientización en las escuelas de todo el país, de modo gratuito y para las que únicamente se solicita una colaboración para financiar los traslados. Además, organizan encuentros donde niños y adultos con Tourette comparten experiencias y los mayores relatan cómo salieron adelante. A su vez, están trabajando en un proyecto de ley para declarar al 26 de mayo como el Día de Concientización Nacional del Tourette, ya que es la fecha en la que falleció el neurólogo fran-

“Al tener una hija con Tourette y ser docente comprendí cómo podía ayudar a otros en la misma situación.” Andrea Bonzini, fundadora y presidenta de la Asociación Argentina para el Síndrome de Tourette

cés Georges Gilles de la Tourette, el primero en describir la enfermedad. “Es un trabajo de hormiga pero vamos logrando que cuando hablemos de Tourette, el otro no te responda: es el que insulta”, analiza Bonzini, y revela que, a través de Facebook, reciben consultas desde otros países de Latinoamérica. “Las situaciones –comenta– son iguales en todas las escuelas de cada continente”. Si bien a nivel médico no hay nuevos descubrimientos, la mamá de Rocío asegura que se pueden ver avances al realizar un tratamiento interdisciplinario entre el neurólogo o psiquiatra y el terapeuta, que tiene que ser cognitivo conductual,

para trabajar el revertir los hábitos. “Es fundamental –asegura– el apoyo de la familia, aceptar qué es lo que se tiene y poder colaborar con el equipo médico. También el grupo de pares y la escuela. Después, el sonido que hacen pasa a ser un sonido ambiente del lugar, como cuando suena el timbre para el recreo, que no sorprende.” CÓMO CONECTARSE Asociación Síndrome de Tourette: astouretteargentina.wixsite.com facebook.com/asociacionargentina sindromedetourette



INNOVACIÓN

La ayuda se imprime en 3D A través de Atomic Lab se diseñan prótesis de extremidades con impresoras que se distribuyen en forma gratuita entre las personas que las necesitan. El sistema, impulsado por el inventor Gino Tubaro, ya se implementa en 40 países.

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TEXTO MAGALÍ SZTEJN

l desarrollo de la tecnología permite pensar múltiples usos y funciones. Eso fue lo que descubrió el inventor Gino Tubaro hace cuatro años, cuando planificaba armar y vender impresoras 3D y recibió una consulta de la mamá de Felipe, quien le preguntó si podía hacerle una prótesis para su hijo. Sin dudar, buscó la respuesta y dio con la solución. Fue tanta la difusión del caso que, en poco tiempo, los pedidos se multiplicaron. Así nació Atomic Lab, una organización que ya tiene 24 voluntarios, así como embajadores en todas las provincias de Argentina y en 40 países, personas que cuentan con acceso a una impresora 3D e imprimen las prótesis que solicitan en sus comunidades. Si bien en Atomic Lab hay diferentes proyectos para crear soluciones mediante las últimas tecnologías (como aplicaciones para no videntes o talleres con impresoras en las cárceles), sin dudas el principal es #Limbs (extremidades), a través del cual entregan, de forma gratuita, manos y brazos impresos en 3D, cuyos diseños, a su vez, son cien por

ciento libres. “Tenemos cuatro modelos de prótesis que dependen de la malformación o amputación. Se hacen a partir de los cuatro años, porque requieren cierto aprendizaje. A esa edad, puede durar un año, según el crecimiento. Si es para un adulto puede llegar a durar cinco, de

acuerdo al uso. Si necesita otra, le mandamos la reposición de manera gratuita”, explica Aldano Pelusso, miembro del equipo, quien conoció a Gino mientras trabajaba en la organización de las charlas inspiradoras TEDx y lo contactó para que fuera orador en una de ellas. Él, como todos, dona su tiempo libre, aunque dice que le dedica más de diez horas por día a esta iniciativa. El procedimiento para acceder a una prótesis es simple: a través de la plataforma web atomiclab.org se toman los pedidos y se asignan a los embajadores por proximidad, aunque también las envían por correo, de forma gratuita y con un manual de colocación. El material en el que se imprime es un derivado del maíz que no genera llagas. En caso de no contar con el modelo, tienen un grupo de Facebook con 200 diseñadores voluntarios dispuestos a ofrecer una solución. Además, organizan el Manotón, una jornada solidaria de entrega de prótesis, y el Argentinatón, una travesía en camioneta 4x4 con la que recorren todo el país con una impresora 3D alimentada por paneles solares.

Cada caso es único Fue gracias al viaje solidario por Argentina que le llegó su

“A los que son más chicos (las prótesis) les cambian la vida, porque además de agarrar objetos, las usan como un juego y para sentirse mejor ante la sociedad 36 TS

que, en muchas ocasiones, los discrimina.” Aldo Pelusso, miembro de Atomic Lab


El procedimiento para acceder a una prótesis es simple: a través de la plataforma web atomiclab.org se toman los pedidos y se asignan a los embajadores por proximidad.

prótesis a María José Méndez, en Bahía Blanca. Una amiga escuchó sobre Atomic Lab en el programa de Mirtha Legrand y le sugirió contactarse. “Nací con una discapacidad –cuenta–, me falta todo el antebrazo derecho. Había consultado por otras pero eran todas estéticas, rígidas. Solamente para simular. No me gustaba. De chica me habían mostrado una con ganchos, peor todavía. Cuando empecé a ver cómo eran, cómo las hacían y las experiencias de la gente, me animé”. Desde que hizo el pedido hasta que recibió su prótesis pasaron solamente dos meses. Y, si bien reconoce que a los 41 años es más difícil la adaptación y le falta práctica, ya la usa en la oficina, va a incorporarla en sus clases de kung fu y su hija más chica, de cinco años, le pide que se la ponga para darle la mano. Además, le resulta práctico que se desmonte para poder ponerse, por ejemplo, un vestido. “Hoy, para una persona como yo, una buena prótesis es totalmente inaccesible”, comenta. Y reflexiona:

Por y para otros refiero hacer más que contar. Soy inventor. Fundé Atomic Lab”, se presenta Gino Tubaro en su página web personal. Aunque no sea proclive al diálogo, el recorrido profesional de este estudiante de ingeniería electrónica amerita un capítulo aparte. Es que desde pequeño tiene pasión por crear cosas y así es como hoy, con sólo 23 años, cuenta con una lista de invenciones (como un aparato capaz de reconocer las letras en un texto impreso y traducirlas al alfabeto braille en tiempo real) y reconocimientos (como el del expresidente de Estados Unidos Barack Obama o el de Inventor del Año menor de 35 por el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT). Sin embargo, su objetivo era enfocar la creatividad en un desarrollo positivo para la sociedad y así nació #Limbs (extremidades), una aventura personal que se convirtió en una solución para muchos.

“P

“Todas las oportunidades hay que aprovecharlas. Esto más adelante se va a ir perfeccionado y uno tiene que estar abierto a los cambios. Hay que tratar siempre de salir adelante”. Luego de haber participado en cerca de 500 entregas, Pelusso señala que cada caso es único. “A los que son más chicos les cambia la vida, son los que más lo disfrutan, porque además de agarrar objetos lo usan como un juego y para sentirse mejor ante la sociedad que, en muchas ocasiones, los discrimina. Por eso jugamos a convertirlos en superhéroes. En los chicos tenés ese triple impacto”, observa y manifiesta que los grandes, generalmente, vienen de sufrir más abandono por parte del Estado o de las obras sociales. Por eso, para ellos, sigue siendo una condición que la entrega sea gratuita, y apuestan a seguir contando con la colaboración de particulares y empresas. CÓMO CONECTARSE Atomic Lab: www.atomiclab.org

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MEDIOS

El periodismo que viene Son cada vez más las universidades públicas que cuentan con medios de comunicación. En tiempos de concentración de la información, el sector académico abre espacios para dar a conocer otras miradas.

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figuran en una lista que crece. Las razones de su creación fueron distintas en cada caso, aunque hay motivos comunes: dar respuesta a un reclamo interno de tener una voz propia hacia afuera del ámbito universitario, y proponer una agenda distintiva y sin presiones. En el caso de Anccom, era una deuda pendiente de la carrera de Comunicación de la UBA, donde los estudiantes históricamente subrayaban el desba-

lanceo que había entre la formación teórica y la práctica. “En el marco de la discusión por el cambio del Plan de Estudios surgió la agencia de noticias como una práctica pre profesional”, dice Diego Rosemberg, coordinador del proyecto que está por cumplir cuatro años. El mismo reclamo existía en la Facultad de Periodismo de la Unlp: “Contar con una voz periodística, ideológicamente clara, que con rigor profesional aporte su mirada en los escenarios culturales, políticos

Tercer Sector tomó los casos de las agencias de noticias Anccom, de la carrera de Ciencias de Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA); AgePeBA, surgida en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata (Unlp), y Comunica, creada por la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. No son las únicas: la Agencia Tecnologías Sur Sur, de la Universidad de San Martín, y la Agencia Universitaria de Noticias también

“Apostamos a visibilizar

y sociales del país, la provincia de Buenos Aires y la propia ciudad de La Plata”, relata su director, Víctor Ego Ducrot, sobre el surgimiento de AgePeBA en 2011. La agencia Comunica nació en 2012 como un medio de comunicación digital destinado a producir contenidos de interés social para comunidades del centro bonaerense como Olavarría, Azul y Tandil. “Creemos que la pluralidad de voces y medios aportan nuevas formas de mirar, comprender y analizar la sociedad”, afirma Francisco Delfino, su director.

TEXTO LAURA EIRANOVA

a no se trata de casos aislados. Las universidades nacionales ganaron presencia firme en el mercado de los medios de comunicación y ofrecen un canal de expresión alternativo frente a la concentración mediática que manda en el mercado.

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lo invisible, a alumbrar lo que está oscuro, desnaturalizar lo que está naturalizado y, por supuesto, a contar buenas historias.” Diego Rosemberg, coordinador de Anccom


Cada universidad creó su medio de comunicación por distintas razones, aunque en todos los casos el objetivo fue tener una voz propia.

Con agenda propia Los responsables de estas agencias tienen en claro su razón de ser y su agenda periodística no descuida esos objetivos. “Anccom es una agencia universitaria de noticias, no una agencia de noticias universitarias. La autonomía nos habilita un lugar ideal para mostrar una agenda social invisibilizada y ofrecer un canal a aquellos cuyos derechos son cercenados, a quienes son excluidos del sistema económico, estigmatizados, discriminados”, detalla Rosemberg. Por su parte, el director de AgePeBA reconoce el origen estratégico de parapetarse en los espacios existentes para, desde allí, ir ampliando el plexo de herramientas comunicacionales del campo popular. “Los hechos y el presente nos dieron la razón”, dice Ducrot con orgullo. Desde Comunica, Delfino asume que “al ser un medio de una universidad pública, su valor reside en los valores y saberes que allí se enseñan y se llevan a la práctica, y su relevancia pasa por aportar material periodístico con un tratamiento y desarrollo alternativos al de los medios convencionales”. Porque si hay algo que emparenta a estos medios es la posibilidad de mantenerse ajenos a la necesidad de rating,

del clic, de vender ejemplares para que cierren los números. Y, coinciden, esa chance renueva la pasión por hacer periodismo. El equipo de Comunica, asegura Delfino, está conformado por estudiantes y graduados “despojados de cualquier interés o conveniencia comercial, lo que brinda libertad, coherencia y respeto a la hora de desarrollar los diversos temas a cubrir y tratar”. La agenda de Anccom también la arman los propios estudiantes y los docentes-editores hacen aportes. “Es un plantel joven que se renueva cada seis meses, lleno de energías y vacío de los vicios y el desencanto que hoy invade a muchos profesionales”, destaca Rosemberg. “Para escribir nuestras noticias, los periodistas

“Creemos que la pluralidad de voces y medios aportan nuevas formas de mirar, comprender y analizar la sociedad.” Francisco Delfino, director de Comunica

meten los pies en el barro. No son periodistas oficinistas que resuelven todo por Whatsapp, mail o teléfono. Saben de qué hablan, conocen la cara de los protagonistas, pueden sensibilizarse con ellos. Y el que conoce no prejuzga, no estigmatiza”, agrega sobre el objetivo de la agencia de “visibilizar lo invisible, alumbrar lo que está oscuro, desnaturalizar lo que está naturalizado y contar buenas historias”. En AgePeBA instauran un modelo teórico propio –intencionalidad editorial– para pensar los contenidos. “Recortamos realidades (agenda), voces (fuentes) y estilos (modos de narrar), como todos los medios –admite Ducrot–, pero privilegiamos las demandas de los desposeídos y humillados por el poder oligárquico. Para pensar y hacer un periodismo de esa naturaleza, la academia tal cual la concebimos nosotros es imprescindible, aporta saberes y miradas interdisciplinarias de especial vitalidad”. CÓMO CONECTARSE Agencia Comunica: www.agenciacomunica.soc.unicen.edu.ar Agencia Periodística de Buenos Aires (Agepeba): www.agepeba.org Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación (Anccom): www.anccom.sociales.uba.ar Agencia Universitaria de Noticias (Auno): www.auno.org.ar Agencia Tecnologías Sur Sur: www.unsam.edu.ar/tss

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ENTREVISTA

Rosalina Tuyuc “A los desaparecidos de Guatemala no los busca el Estado sino la sociedad civil” Pionera en la lucha por los Derechos Humanos, la activista de origen maya fue una de las fundadoras de la Coordinadora Nacional de Viudas, una organización que impulsó la búsqueda de miles de desaparecidos durante la guerra civil guatemalteca y hoy mantiene viva la memoria de esas víctimas.

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TEXTO SILVINA ORANGES

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osalina Tuyuc fue una de las fundadoras y actualmente es secretaria general de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (Conavigua), una Organización de la Sociedad Civil que agrupa a más de 9.000 mujeres y viene denunciando las violaciones a los derechos humanos que ocurren en ese país. La desaparición de dos de sus familiares y la situación que vivieron miles de mujeres indígenas durante el conflicto armado guatemalteco la llevaron a luchar sin descanso por los derechos humanos. En los últimos años, esta activista de origen maya que llegó al Congreso de su país se puso al hombro la tarea de la búsqueda de los desaparecidos que dejó la guerra civil (1960-1996), en la que murieron unas 200.000 personas y otras 45.000 permanecen desaparecidas. Sin apoyo del Estado, las familias buscan, encuentran, exhuman y sepultan dignamente a sus seres queridos.

Tuyuc pasó por Buenos Aires para participar de un foro interreligioso que se realizó a fines de septiembre, en el marco del G-20. De regreso a su país, dialogó telefónicamente con Tercer Sector. –¿Por qué dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos?

–Desde muy joven me dediqué a defender los derechos de los pueblos indígenas en general, pero me aboqué específicamente a los derechos humanos a partir de la desaparición forzada de mi padre, Francisco Tuyuc, en 1982 y de mi esposo, Rolando Gómez, en 1985, y de todas las graves violaciones

“En un comienzo, éramos unas ocho mujeres que nos empezamos a juntar con el deseo de recuperar los cuerpos de nuestros familiares.”

que se dieron durante el conflicto armado y posteriormente también con el tema de la violencia sexual contra las mujeres indígenas. Empecé para encontrar los cuerpos de mi padre y mi esposo, y así me involucré y fundé Conavigua junto a miles de mujeres que buscamos a nuestros familiares. Somos una familia de familiares desaparecidos y trabajamos en esa búsqueda. –Este año, en Guatemala fueron sepultados restos de indígenas masacrados por el Ejército durante la guerra civil. ¿Cómo se inició el trabajo de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala en la búsqueda de los cuerpos?

–En un comienzo, éramos unas ocho mujeres que nos empezamos a juntar con el deseo de recuperar los cuerpos de nuestros familiares. Todas sabíamos que se los llevó el Ejército y que permanecían en el destacamento militar de San Juan Comalapa. En 2001 logramos ingresar por primera vez y ahí comenzó la búsqueda. La mayoría de nosotras no logramos encontrar a nuestros seres queridos, pero sí localizamos alrededor de 226 osamentas,


con lo que quedó evidenciado que en ese lugar funcionó un centro de tortura, de ejecución extrajudicial, de desaparición forzada y de violación contra las mujeres. En un porcentaje mínimo se logró darles nombres y apellidos, y luego los restos fueron entregados a sus familiares, que vivían en lugares cercanos al destacamento, aunque no todos eran de Comalapa. Todo el pueblo sabía que ahí estaban nuestros familiares. –¿Cómo concluyó ese doloroso proceso?

–El 21 de junio se hizo un acto para recordar a todas las víctimas de desaparición forzada. Unas 172 osamentas sin nombre y sin cuerpo fueron inhumadas en el mismo destacamento de donde fueron exhumadas entre 2003 y 2005, y se montó una especie de memorial a las víctimas. El trabajo que realizaron los antropólogos forenses y la ciencia no consiguió reconocer a las víctimas que fueron inhumadas. No recibimos ninguna ayuda del Estado. Todo el trabajo fue realizado con el apoyo de los familiares y de la Fundación de Antropología Forense de Guatema-

la; es decir, de la sociedad civil con la ayuda de la comunidad de Comalapa. Ya que el Estado no dignificaba a los desaparecidos, debíamos hacerlo nosotras, las mujeres. –¿Cómo trabajan en su país para cerrar las heridas que dejó la guerra civil? ¿Logró recuperarse la sociedad guatemalteca?

–Desde los años ’80, el planteamiento de la Conavigua fue solicitar medidas de reparación al Estado: el resarcimiento económico, el material, la dignificación psicosocial y también cultural.

BIO ■ Líder y activista de origen maya. ■ Nació en San Juan Comalapa (Guatemala) en 1956. ■ Su padre y su esposo fueron asesinados por el Ejército. ■ Cofundadora y secretaria general de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala. ■ Fue diputada por el partido Frente Democrático Nueva Guatemala (1996-2000).

Pero lamentablemente, a raíz de que se institucionalizó el programa de resarcimiento, sólo fue posible impulsar la reparación económica, pero no así todas las otras medidas que aún están pendientes. Los distintos gobiernos que han pasado por Guatemala no le han dado prioridad al tema, es una deuda pendiente del Estado con todas las víctimas del conflicto armado. Sin embargo, nosotras no nos quedamos con los brazos cruzados, sino que venimos trabajando en la atención psicosocial para lograr el cierre del duelo con las mujeres a través de una metodología propia que creamos dentro de la coordinadora, desde la cosmovisión maya, a través de los conocimientos ancestrales que hay en las comunidades. Desde los ’90 nos hemos dedicado a la exhumación e inhumación de los cuerpos. Se han buscado fondos a través de la Iglesia Católica y la Cruz Roja para poder hacer monumentos dedicados a la memoria de las víctimas en los lugares donde se hacen las exhumaciones, pero con muy poco apoyo por parte de las municipalidades. Sigue siendo una deuda pendiente.

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COOPERATIVISMO

La mesa está servida En medio de maniobras de vaciamiento y ante la certeza del cierre, los trabajadores de cuatro restaurantes porteños se organizaron en cooperativas. A pesar de la crisis, hoy siguen funcionando y conservan los puestos de trabajo.

TEXTO EDUARDO SANTACHITA

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Un 30 de diciembre vinieron y nos dijeron que se iba a cerrar la casa”, relata Sergio Cano, cocinero y secretario de la Cooperativa Alé Alé. En 2012, un grupo económico llamado Organización Jorge Andino (OJA) era propietario de seis exitosos restaurantes porteños. Uno de ellos, La Zaranda, dejó de funcionar en junio de ese año y una treintena de trabajadores quedó en la calle. Ante esa situación y las amenazas de cierre de los demás locales, los empleados comenzaron a organizarse y a ocupar sus lugares de trabajo para ir formando cooperativas que lucharon por recuperar las empresas, que hoy se mantienen y en algunos casos crecen a pesar de la crisis. La maniobra era la siguiente: los dueños de los restaurantes eran a su vez propietarios de Distribuidora OJA SRL, que como intermediaria entre los proveedores y las gastronómicas cobraba un 300 por ciento más caros los insumos y las materias primas. Al mismo tiempo, los supervisores les pedían a los cajeros que fueran aumentando gradualmente el porcentaje de operaciones en negro. “Primero el 15, después el 20 y al final ya el 35 por ciento de las mesas tenían que salir sin ticket”, comenta Eduardo Benítez, cajero y fundador de Mangiata Cooperativa. Lejos de ser una simple evasión de impuestos, esta era la forma de justificar una merma en las ventas, vaciar y que-

brar las empresas, sin hacerse cargo de los empleados.

Organización y compromiso Frente a este escenario, los trabajadores gastronómicos se contactaron con la Cooperativa Hotel Bauen y la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta), que les brindaron el apoyo y el asesoramiento que su sindicato les

“Ya no somos empleados, somos dueños. Lo más difícil es cambiar esa mentalidad.” José Pereyra, tesorero de Los Chanchitos

había negado. Hoy trabajan, se autogestionan, cobran en fecha y pueden repartir el excedente en partes iguales, pero los inicios fueron duros. “Estuve siete meses viviendo acá adentro”, cuenta José Pereyra, mozo y actual tesorero de Los Chanchitos desde una mesa del bodegón ubicado entre los barrios de Caballito y Villa Crespo. “Me armé un dormitorio en la oficina para resistir a los desalojos. Yo vivía constantemente con miedo, porque pensaba que nos podían venir a sacar a la madrugada y dejar a todos los compañeros en la calle”, explica. Pereyra fue el primer presidente de la cooperativa y se sentía responsable: “Me costó mucho convencer a los demás, los fui trabajando muy en silencio a los que más confianza tenía”. En Los Chanchitos no se hacía inversión, la mitad del equipamiento era obsoleto. “Un jueves a la noche nos quedamos, éramos 28. Hicimos una pequeña asamblea y empezamos de cero, solamente con la recaudación del día. Les expliqué a los proveedores que no nos íbamos a hacer cargo de la deuda anterior, pero que les íbamos a pagar en efectivo la mercadería que nos bajaran”, relata. Si bien la historia de cada cooperativa tiene sus particularidades, todos los integrantes coinciden en que la parte más complicada de la recuperación fue la judicial. Pereyra recuerda la charla que mantuvo con un síndico: “La plata está en la cooperativa y es de la cooperativa. Ni vos ni ningún juez nos van a decir qué hacer con nuestra plata”, le respondió. Al año de la recuperación, Los


Los integrantes de las cooperativas coinciden en que la parte más complicada de la recuperación fue la judicial.

Chanchitos pudo renovar todo el equipamiento y el sistema eléctrico.

El desafío del presente Hoy, estas cooperativas gastronómicas están constituidas legalmente, se manejan en un buen clima laboral y resisten ante la crisis: “Este año se nos complicó bastante cuando subió de golpe el dólar”, reconoce Omar Ocampo, mozo y presidente de Don Battaglia. “Para mantener los precios hemos tenido que perder plata nuestra, porque si aumentás la gente se te va”, advierte. “En septiembre no trabajamos nada por la devaluación, gente que venía siempre dejó de hacerlo y justo teníamos la renovación del alquiler”, se lamenta Eduardo Benítez, de Mangiata, un restaurante especializado en comida italiana donde la electricidad pasó a costar más del doble en el último año. “La diferencia es que acá no se echa a nadie porque haya menos laburo. Eso en otro lado sí pasa. Acá tratamos de cobrar un poco mejor que la media de los gastronómicos, pero sabemos que el día que no haya, hay que bancarla”, agrega. “Todos los com-

pañeros conservaron el laburo. Hoy están cerrando locales por todos lados, te vas de franco y no sabés si volvés; eso para nosotros se terminó”, se enorgullece Cano, de Alé Alé. Pereyra, por su parte, muestra el orgullo solidario que pretende sea una constante en los trabajadores que lo ro-

dean. “Yo fui mozo desde los catorce años, nunca había agarrado un papel, pero aprendí, empecé a capacitarme acerca de economía social y el cooperativismo, y ahora incluso me dieron un diploma en la Legislatura porteña por Emprendedor Gastronómico. Los Chanchitos es un ejemplo que se conoce hasta en Venezuela”, comenta emocionado. “Ya no somos empleados, somos dueños. Lo más difícil es cambiar esa mentalidad. Este año, por ejemplo, nos nominaron como mejor parrilla de Buenos Aires. Eso nos da pie para hacerle entender a quien sea que las cooperativas son viables. No solamente recuperamos nuestros puestos sino que generamos fuentes de trabajo. Éramos 28 y ahora somos 37. Eso es un orgullo impresionante”, concluye. CÓMO CONECTARSE Alé Alé: cooperativaaleale.com.ar Los Chanchitos: loschanchitos.com.ar Mangiata: facebook.com/Mangiata Cooperativa Don Battaglia: Raúl Scalabrini Ortíz 802, CABA - (11) 4773-0484 Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta): Edificio Barolo, Avenida de Mayo 1370 piso 16 CABA - (011) 4381-6336

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GÉNERO

La escuela

plural

En el barrio porteño de Chacarita, desde 2011 funciona el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis, un espacio donde se respetan la diversidad de género y las diferencias culturales.

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TEXTO MARYSOL ANTÓN

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n Argentina, las personas trans tienen una expectativa de vida que ronda los 35 años, más del 90 por ciento no accede al empleo formal y son excluidas del sistema educativo, porque los horarios que normalmente tienen las escuelas no concuerdan con los de sus trabajos que, generalmente, están vinculados con la prostitución. De reunir todos estos datos surgió la idea de darle forma a una propuesta diversa y no excluyente: el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis. “El bachillerato inició sus actividades en 2011. Desde el primer momento tenía perspectiva de género y diversidad cultural. Elegimos un horario que se adaptara para que quienes ejercen la prostitución pudieran asistir, por eso es de 14 a 18.30. Este es un espacio que respeta sus identidades, incluso previo a la sanción de la Ley de Identidad de Género ya las incluíamos en las listas”, cuenta Francisco Quiñones, director de esta escuela secundaria pública y gratuita, que cuenta con un plan de estudio de tres años con título oficial de Bachiller Perito Auxiliar en Desarrollo de las Comunidades. Dentro de las aulas hay tanto alumnos trans como otros que no lo son. En

ellas intercambian experiencias madres solteras, mujeres mayores de 50 años, afrodescendientes, “todos aquellos a quienes el sistema escolar expulsa”, precisa Quiñones. “Se borran los idiomas, las costumbres. No estamos en contra de la escuela, pero sí queremos generar modelos que tengan perspectiva de género y diversidad. Por nuestra orientación, transver-

“Por nuestra orientación, transversalmente y en diferentes materias trabajamos sobre los problemas que la comunidad tiene.” Francisco Quiñones, director

salmente y en diferentes materias trabajamos sobre los problemas que la comunidad tiene. También tenemos un proyecto de formación ocupacional para que cada uno pueda reconocer sus habilidades y desarrollarlas”, agrega. Como parte del involucramiento con lo que sucede a su alrededor, los alumnos han creado Mocha, un documental sobre lo realizado por el bachillerato. El film es el resultado de la cursada de Metodología de la Investigación. Previamente, otras camadas también gestaron proyectos, como los libros titulados Revolución de las mariposas y Tragar el saber. Otro de los beneficios es el trabajo sobre los prejuicios. “Tenemos el ejemplo de Viviana González y David López. Él no se bancaba a los trans y ella a los peruanos. Fue así hasta que en el verano dimos talleres y Viviana estaba a cargo del de defensa personal, ya que ella es quíntuple campeona mundial de artes marciales. Un día Viviana perdió su celular y David se ofreció a venderle uno. Como ella no tenía dinero para pagárselo, lo hizo con clases particulares. Hoy, ella da talleres para empresas donde lo lleva a él como su machirulo para revolear, y se los ve actuando juntos en la obra de teatro La karateca”, resume Quiñones. CÓMO CONECTARSE Bachillerato Trans Mocha Celis: www.bachilleratomochacelis.edu.ar



PUEBLOS ORIGINARIOS

La diversidad como legado El Laboratorio de Documentación e Investigación en Lingüística y Antropología del Conicet y el Instituto de Culturas Aborígenes, con base en Córdoba, trabajan para revalorizar y difundir los idiomas de los pueblos indígenas.

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TEXTO MAGALÍ SZTEJN

as políticas culturales llevadas a cabo en Argentina, desde su proyecto fundacional en adelante, tendieron a eliminar la cultura de las poblaciones originarias, quienes no sólo sufrieron la pérdida de su territorio. Sin embargo, la identidad de las comunidades sobrevivió en su descendencia. Hoy, instituciones privadas y estatales

se ocupan de recuperarla con diversos proyectos, algunos de los cuales tienen como eje la enseñanza y la transmisión de las lenguas aborígenes. “En un contexto pluricultural y plurilingüístico, este espacio de formación permite que se continúen transmitiendo otros saberes desde otros paradigmas, favoreciendo una convivencia más allá de las jerarquías”, expresa Alicia Villca respecto del Instituto de Culturas Aborígenes (ICA), con base en la provincia de Córdoba, en el que ejerce como profesora de Quechua

Gentileza: Área de Investigación - Laboratorio de Documentación e Investigación en Lingüística y Antropología (Dila), Caicyt-Conicet

“Hoy se hablan alrededor de 6.500 lenguas en todo el mundo y al menos la mitad de ellas 46 TS

dejará de hablarse para fines de este siglo.” Paola Pacor, coordinadora del Dila

de la Tecnicatura en Lengua y Cultura Aborigen. La docente, hablante nativa de la lengua, cuenta que la idea nació en 1992 frente a la celebración del quinto centenario del “descubrimiento” de América: “Un grupo de personas –relata– cuestionaba el discurso oficial, considerando la situación que vivían las comunidades, sus emergencias territoriales y la imposibilidad de reproducir su cultura”. De esta manera, surgió el “contrafestejo”, que derivó en una propuesta de enseñanza, con título oficial, sobre lenguas aborígenes (el quechua, el guaraní y el mapudungun), acompañada por una revisión crítica de la historia aborigen americana. Cuatro años después de su fundación, celebró su primera promoción, con sede propia y más propuestas académicas. Además, la formación se acompaña con prácticas y rituales, como la Pachamama (homenaje a la Madre Tierra) y el Areté Guasu (celebración del encuentro de los mundos), que constituyen un calendario propio de la institución. Entre los alumnos se destacan los docentes motivados por la diversidad que ofrecen los contextos áulicos (donde puede haber descendientes de estos pueblos o de países limítrofes) y con intención de instruirse sobre las temáticas antes de abordarlas. Con el fin de constituir espacios de intercambio, el ICA anualmente organiza un Congreso de Lenguas y Culturas Aborígenes, donde las comunidades se involucran a partir de sus referentes. También cuenta con un centro de participación para aportar a las comunidades y desde el que, por ejemplo, se acompañó al pueblo comechingón de La To-


En la Tecnicatura en Lengua y Cultura Aborigen, la formación se acompaña con prácticas y rituales.

ma en su proceso de rearticularse a la sociedad. Por todo ello, Villca sostiene que “está emergiendo una Córdoba con una impronta originaria y estos procesos educativos aportan a reflexionar sobre esta diversidad, permitiendo pensar en espacios interculturales donde se pueden dar diálogos desde distintos saberes”.

Patrimonio cultural El Laboratorio de Documentación e Investigación en Lingüística y Antropología (Dila) contiene material producido a partir de la indagación en disciplinas sociales y humanidades, con el fin de contribuir a la preservación y difusión del patrimonio lingüístico y cultural del país y de la región, y de disponer el acceso a los recursos para su uso con fines científicos y educativos. Creado en 2007, a partir de un convenio entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el Instituto Max Planck de Holanda, fue diseñado para albergar bases de datos léxicos, gramaticales y textuales de lenguas indígenas de la Argentina, así como registros etnográficos en audio y video, realizados en estrecha colaboración con las comunidades.

Inicialmente incorporaron cuatro lenguas del Chaco (mocoví, tapiete, vilela y wichí), en el marco del Proyecto Dobes, a cargo de Lucía Golluscio. “Una vez finalizado, el Dila comenzó a recibir colecciones de datos primarios de investigación y fondos documentales donados por investigadores del Conicet y de distintas universidades del país. Un equipo técnico-científico procede a llevar a cabo el ciclo de gestión documental”, cuenta Analía Gutiérrez, coordinadora del Área de Investigación del Centro de Información Científica y Tecnológica (Caicyt). Es así como el archivo sumó colecciones de lenguas como quechua, qom, pilagá y guaraní, entre otras, creándose un Repositorio Digital de acce-

El ICA, anualmente organiza un Congreso de Lenguas y Culturas Aborígenes, donde las comunidades se involucran a partir de sus referentes.

so libre. “Asimismo, el Caicyt impulsó el desarrollo de líneas de investigación que contribuyeron a constituir un grupo interdisciplinario de investigadores y becarios”, detalla Gutiérrez. Paola Pacor, coordinadora del Dila, señala que “según el Programa de Documentación de Idiomas en Peligro de Extinción (Universidad de Londres), hoy se hablan alrededor de 6.500 lenguas en todo el mundo y al menos la mitad de ellas dejará de hablarse para fines de este siglo”. A lo que agrega: “En esa línea, se ponen en marcha proyectos en América latina liderados por lingüistas y antropólogos que se involucran en la documentación en formatos durables, catalogación, archivo y difusión de materiales lingüísticos y culturales de comunidades indígenas. El trabajo se orienta a mantener y revitalizar la lengua en estudio e informar a las generaciones futuras sobre la diversidad lingüística y su acervo cultural”. CÓMO CONECTARSE Instituto de Culturas Aborígenes: oocities.org/icacordoba Facebook: facebook.com/instituto deculturasaborigenes Archivo Digital: http://www.caicyt-conicet.gov.ar/dila/ consultasarchivodila@conicet.gov.ar

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ARTE

El círculo virtuoso Ronda Cultural nació en el ámbito estatal y su transformación en asociación civil le permitió continuar y hasta potenciar una propuesta artística y educativa tan variada como atractiva.

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TEXTO ALEJANDRO CÁNEPA

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te y formamos una asociación civil”,dice su directora, Valeria Escolar.

na ronda es un recorrido y también es un círculo formado por personas. Las dos definiciones calzan con lo que hace Ronda Cultural, una asociación civil que conecta instituciones del ámbito de la cultura entre sí y con el público general, mediante distintas actividades artísticas y educativas de la Ciudad de Buenos Aires. Nacida como OSC a principios de 2016, la entidad despliega acciones que promueven el teatro comunitario,

Las opciones que ofrece son variadas y coloridas. Por un lado, todos los sábados a las 15 brinda los Paseos Culturales Caminados, que ponen en diálogo a dos museos diferentes y que se sostienen con una contribución a la gorra. Un recorrido puede unir, por ejemplo, el Museo Nacional de Bellas Artes con el Museo del Libro y la Lengua. Por el otro, a través de Museo en la Escuela y Ronda de Museos, busca acercar a los estudiantes la riqueza de instituciones co-

las visitas a museos, el conocimiento de la historia barrial y el impulso a artistas emergentes, entre muchas otras cosas. “Ronda Cultural surge como proyecto a fines de 2013, en el marco de la Secretaría de Cultura de la Nación. Yo era la coordinadora, redacté el proyecto y lo llevé adelante con un equipo de 25 personas. A fines de 2015 nos despidieron a todos. Como nos quedamos con las redes sociales, y teníamos contacto con todo el público y mucho respaldo de las instituciones con las que habíamos trabajado, decidimos seguir adelan-

mo el Museo del Cabildo, el Jardín Botánico o el Museo de Arte Moderno, ya sea con visitas a esos sitios o con acciones para que los propios alumnos generen obras de arte en las escuelas. También lleva adelante proyectos que cuentan con financiamientos específicos, como el de Ronda de Teatro Comunitario. Sobre esta última actividad, cuenta Carolina Ces, bailarina e integrante de Ronda Cultural: “Este año hicimos cuatro paseos. Se salía del Centro Cultural La Casa del Árbol, en

Arte a la gorra

Palermo, se hacía una introducción y un juego teatral y luego un recorrido en minibus por el sur de la Ciudad hasta llegar a Barracas. Y allí se veía la obra Barracas al fondo, a cargo del Circuito Cultural Barracas”. Otra actividad de 2018 fue la Ronda de Museos Universitarios, que implicó visitas a los museos Etnográfico Juan Ambrosetti (dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA), De la Cárcova (de la Universidad Nacional de las Artes) y De la Inmigración (de la Universidad Nacional de Tres de Febrero). Precisamente, para el año próximo Ronda Cultural planea incorporar la

temática de la inmigración en sus actividades, con visitas a los espacios culturales de la Ciudad, relacionándolos con las distintas corrientes demográficas que llegaron al país. Y que se sumará a toda la batería de acciones culturales de esta organización, que hizo el poco común recorrido de pasar de ser un proyecto estatal a transformarse en una entidad del tercer sector. CÓMO CONECTARSE Facebook: Ronda Cultural


Cine con compromiso La productora audiovisual sin fines de lucro Planta Baja Films busca visibilizar problemáticas sociales y promover la reflexión sobre la inclusión social.

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TEXTO MAIA PELMAN

aría Zinn tiene 28 años y siempre tuvo claro su perfil social y artístico. De chica volcó sus emociones más profundas en poesías y cuentos. También participó de actividades de voluntariado que le cambiaron la perspectiva sobre el mundo. Al finalizar la secundaria estudió simultáneamente Comunicación Periodística, en la Universidad Católica Argentina, y Letras en la Universidad de Buenos Aires. Después, se dedicó al periodismo social. Sin embargo, sentía que el lenguaje escrito no expresaba todo lo que tenía para decir. Mientras trabajaba en el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente en el área del Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), se dio cuenta de que quería inclinarse más por lo artístico. Y, como siempre, siguió sus deseos: se anotó en la Universidad del Cine. Desde hace seis años, María trabaja en el área de Comunicación de la ONG Sumá Fraternidad, que busca fortalecer a otras Organizaciones de la Sociedad Civil para que obtengan financiamiento y mejoren su sustentabilidad. Allí nació la productora audiovisual Planta Baja Films, independiente de la ONG, con el objetivo de que muchas organizaciones puedan realizar sus videos y tengan material de calidad para presentar en las redes sociales.

“La productora propone darle voz y visibilizar las cosas que suelen estar más silenciadas u ocultas.” María Zinn, fundadora de Planta Baja Films

“La productora propone darle voz y visibilizar las cosas que suelen estar más silenciadas u ocultas, y que por una cuestión de difusión, de acceso y también de recursos, no tienen esas posibilidades de darse a conocer”, explica Zinn, fundadora de Planta Baja Films. Bolivia fue el escenario de un gran proyecto. María viajó por trabajo a la ciudad de Cochabamba para asesorar en comunicación a la ONG La Casa de los Niños, que brinda techo, salud, educación y alimentación a personas en situación de riesgo, que viven con VIH, niños abandonados con discapacidad o enfermedades graves. A través del lenguaje cinematográfico y la productora Disturbia Cine, la joven eligió contar la historia de Juancito, un niño con hidrocefalia que adoptó el director de la ONG después de encontrarlo abandonado en un tacho de basura. Este año, el film Waway recibió una nominación como Mejor Cortometraje Internacional en el Short Shorts Film Festival & Asia de Tokio, Japón. “Me apasiona filmar y contar desde el punto de vista artístico, desde lo profesional y desde lo vocacional. En Bolivia encontré una historia que era muy interesante contarla como ficción”, señala María, quien actualmente está editando un documental sobre la problemática de los niños abandonados en ese país, que presentará próximamente en diversos festivales. CÓMO CONECTARSE Planta Baja Films: Facebook: Planta Baja Films Instagram: /plantabajafilms

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HERRAMIENTAS

Dónde conseguir

recursos

En vías de facilitar el acceso a los donantes, organizaciones locales y del exterior proponen diferentes ámbitos donde las ONG pueden presentar proyectos y aplicar para la obtención de fondos. Aquí, algunas de las plataformas disponibles y los requisitos a cumplir.

TEXTO NATALIA CONCINA

En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”, propuso Albert Einstein y regaló una de las acepciones más estimulantes para pensar y enfrentar los momentos críticos, esos pronunciados baches donde todo parece empantanarse. Pero, ciertamente, esa apariencia no debiera detener el impulso de una humanidad que sigue adelante. Tomando nota de los episodios traumáticos de la economía local, pero también de unas redes que no pueden darse el lujo de congelar su incesante

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labor colaborativa y global, Tercer Sector se propuso indagar sobre la manera en que las ONG argentinas pueden gestionar sus recursos. Una de las plataformas más conocidas es Idealist. Su vocera, Adriana Cárdenas, explica que para formar parte de ese universo “sólo tiene que tratarse de una ONG constituida, empresa social o consultora del tercer sector, mientras que el perfil y publicación de oportunidades (avisos de empleo, voluntariado, pasantías/prácticas) es totalmente gratis”. En tanto, desde la Red Argentina para la Cooperación Internacional (Raci) se toma nota de la coyuntura y, por ello, “gran parte del trabajo se relaciona con la sensibilización de actores

clave vinculados con la cooperación internacional y con entender el comportamiento de la ayuda oficial al desarrollo que se transfiere a la Argentina”, puntualiza Tatiana Leanza, coordinadora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la entidad. “Durante los últimos años se pueden apreciar pronunciadas fluctuaciones en lo que a inversiones al desarrollo se refiere, tanto en la región como en Argentina. El posicionamiento del país como de renta media-alta, la priorización temática de los países donantes y la necesidad de repartir eficientemente los recursos entre más actores de la sociedad, hacen que las organizaciones deban encontrar nuevas estrategias y sinergias sostenibles”, remarca. Leanza subraya que desde la perspectiva de la Raci “hoy en día el apoyo fundamental al que las OSC aspiran tiene que ver con un mayor involucramiento del sector privado que genere alianzas y oportunidades de trabajo colaborativo. Por ello ofrecemos espacios de interacción directa con actores de todos los sectores donde, durante el intercambio y además de generar espacios de encuentro, producimos herramientas pensadas para que las organizaciones hagan visibles sus causas, proyectos y servicios”. A la hora de citar ejemplos, la representante de Raci detalla: “Uno concreto es la Plataforma ODS, donde invitamos a las organizaciones a cargar los programas que desarrollan, clasificándolos según el Objetivo de Desarrollo Sostenible al que aportan, la región geográfica que se beneficia y la población a la que está dirigida la acción. Y, por otro lado, participamos de la creación de otra plataforma, pensada ya en un nivel re-


Desde el portal Fonselp apuntan a generar un modo diferente de conexión entre las ONG y las empresas.

gional, que apunta al intercambio de servicios entre ONG de Latinoamérica y el Caribe llamada Comunidas. Ambos productos están relacionados con los esfuerzos de la red por continuar buscando alternativas innovadoras”.

Desde lejos se acercan soluciones A gran distancia geográfica del país, pero con la intención de acercar aportes, la Asociación de Profesionales Argentinos en el Reino Unido (Aparu) reúne fondos a través de eventos y campañas online. “Recaudamos de la misma manera año a año, independientemente de la situación puntual en la Argentina”, expresa su presidenta, Elisa Nieto. En cuanto a los criterios que se tienen en cuenta para brindar la ayuda, que se enfoca a emprendimientos de salud, educación y asistencia, la titular de Aparu especifica: “Lo que miramos es que el proyecto que se presente esté registrado formalmente como ONG o fundación en Argentina, tenga la documentación pertinente y no posea ninguna afiliación política o religiosa. Además

de esto valoramos mucho el presupuesto que se solicite para intentar que nuestro aporte tenga un impacto considerable sin crear una dependencia que deje al proyecto sin posibilidad de seguir funcionando una vez que se cumplan los dos años de patrocinio”. Por su parte, Matías Laurenz, quien fue parte de Idealist, lanzó este año Fonselp, un portal que apunta a mar-

“Durante los últimos años se pueden apreciar pronunciadas fluctuaciones en lo que a inversiones al desarrollo se refiere, tanto en la región como en Argentina.” Tatiana Leanza, Red Argentina para la Cooperación Internacional (Raci).

car un hito en el modo de conectar a las ONG con las empresas. “No atiende al posible impacto de la crisis y no está relacionada con una urgencia”, explica. Desde esa perspectiva, consigna que Fonselp “no es un sitio para pedir ayuda, sino que está orientado a agrandar la torta desde un ofrecimiento con infraestructura tecnológica para cortar la dicotomía de beneficiario-donante”. Con entusiasmo frente al desafío asumido, Laurenz enumera algunos diferenciales plasmados desde Fonselp, como “crear una red de confianza o de amigos que funciona como un pequeño Linkedin (una red social orientada a las empresas), lograr que las empresas vean estos aportes como posibilidades, favorecer las compras verdes o inclusivas y permitir que las ONG ofrezcan productos o servicios entre ellas”. CÓMO CONECTARSE Idealist: www.idealist.org/es Fonselp: www.fonselp.com Red Argentina para la Cooperación Internacional (RACI): www.raci.org.ar Asociación de Profesionales Argentinos en el Reino Unido (Aparu): www.aparu.org.uk

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AGENDA //// PUBLICACIONES

El estante

■ Juventudes desiguales: oportunidades de integración social Santiago Poy Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA)

■ Construir el ambiente: sociedad, Estado y políticas ambientales en Argentina Ricardo A. Gutiérrez (compilador) Grupo Ambiente y Política (GAP), Universidad Nacional de San Martín

El informe procura reconocer y describir los diversos modos de vivir la juventud en la Argentina urbana de finales de la década de los 2010. El objetivo es caracterizar a la población de 18 a 29 años que reside en Argentina en función de una serie de dimensiones que conciernen a sus oportunidades de desarrollo humano y social. Descarga gratuita en www.uca.edu.ar.

El libro explora el proceso de creciente movilización ambiental y las políticas ambientales en los tres niveles de gobierno en Argentina. ¿Qué formas asume la relación entre actores estatales y sociales involucrados en esta cuestión? ¿Cómo incide esa relación en el proceso de política ambiental y en sus resultados y efectos?, son algunos de los temas que aborda.

■ La revolución de las trabajadoras sexuales. 20 años de organización de la RedTraSex de Latinoamérica y el Caribe. RedTraSex El libro repasa la historia de la Red de Trabajadoras Sexuales de América latina y el Caribe (RedTraSex) desde su creación en 1997 hasta 2017. El relato está dividido en tres etapas: el surgimiento, el crecimiento y la consolidación. La red está compuesta por organizaciones de más de quince países, entre las que se encuentra la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar).

Mi libro favorito ■ Emprendimientos sociales sostenibles. Cómo elaborar planes de negocios para organizaciones sociales. Ashoka - McKinsey&Company. Editora Peirópolis

Bea Pellizzari, Emprendedora de Ashoka; facilitadora de empresas sociales.

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Pensar la gestión de una OSC es un desafío de múltiples aristas. Cuando nos proponemos sumar a la construcción de una comunidad más equitativa, inclusiva y justa comenzamos con un sueño que nos impulsa a organizarnos y armar equipo para avanzar tras él. ¿Pero qué pasa cuando no tenemos en el equipo a alguien que disfrute pensar y gestionar la sustentabilidad económica y financiera para garantizar los recursos? Tras tantos años en la gestión me encontré con el concepto de Empresas Sociales. Este libro, que recopila casos y suma recomendaciones inspiradoras, llegó a mis manos y abrió una ventana increíble. Sin duda lo recomiendo, para reconocer nuestros activos y visualizar oportunidades para poner en marcha nuevas formas de hacer el bien. El capital de inicio para la innovación social no sólo puede provenir de concursos o premios: es bueno generarlo dando servicios alineados con la causa y reinvirtiendo las ganancias para seguir creando un mundo mejor.



INTERNACIONALES

Por el mundo, para dar una mano Surgió del sueño de una pareja de trotamundos. Hoy es un movimiento internacional de turistas voluntarios, apasionados por contribuir a la transformación social a través del contacto con las comunidades locales y la capacitación.

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TEXTO FÁTIMA CHEADE

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e la Mano por el Mundo nació en septiembre de 2012 con el sueño de Flor y Ger de conocer el planeta y conectarse con otras culturas. Hoy es un movimiento internacional de voluntarios apasionados por ayudar y brindar una transformación social a partir de la igualdad de oportunidades. De la Mano por el Mundo combina turismo y solidaridad. “Queríamos conocer el mundo, pero más allá de lo turístico. Queríamos conectarnos con las personas que estaban detrás, escuchar sus historias y problemáticas y aportar un granito de arena desde nuestro pequeño lugar en el mundo”, cuenta Florencia Rey Lacoste, fundadora del movimiento. La primera experiencia fue en India y la idea surgió a partir del contacto con niños que, pese a no hablar el mismo idioma, se interesaron en aprender la música que ellos llevaban.“Comenzamos a brindarles clases de charango a chicos que estaban en la calle, contándoles la historia del instrumento y de dónde venía. Pudimos conectar de la forma más hermosa y espontánea”, apunta Germán Vildoza, compañero de Florencia en esta iniciativa. De la Mano por el Mundo tiene como principal objetivo fomentar el cambio hacia una sociedad más equitativa a través de la educación y el arte, pero también tiene la misión de “llevar alegría”. Otro gran incentivo para Florencia y Germán fue comprobar que su sue-

En primera persona hloe Schiltz es francesa y fue voluntaria de De la Mano por el Mundo. Se decidió por este tipo de viaje porque quería conocer las realidades de Argentina, principalmente de las culturas originarias. Así fue como convivió dos semanas con las comunidades wichi del norte del país. Chloe fue sola y allí se unió a un grupo que estaba en sus últimos días de voluntariado. La experiencia, dice, le dejó “una sensación muy positiva, de que con pequeñas cosas o acciones se puede generar un cambio en donde estamos, no es necesario viajar”, según relató a Tercer Sector. Chloe participó de talleres de cocina, de pintura, artísticos, de cine y de teatro. Hoy piensa que repetiría el viaje, ya que pudo conocer “una realidad que no imaginaba que existía”.

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ño era compartido por otros trotamundos: cuando llegaron a China conocieron a viajeros con la misma filosofía y así nació el movimiento De la Mano por el Mundo, que suma más de 500 voluntarios. En cada lugar donde la fundación se establece, brinda talleres educativos y de formación. La idea es que en cada encuentro exista la oportunidad de “compartir conocimientos y proporcionar una herramienta útil, capacitando, enseñando un oficio, a practicar un deporte o a tocar un instrumento musical”, cuentan sus responsables. Para eso buscan “crear redes” entre las personas que desean ayudar y las que tienen alguna necesidad, sumando la participación de voluntarios internacionales con diferentes perfiles que son convocados a partir de un proyecto y un lugar determinados. De la Mano por el Mundo tiene iniciativas que conjugan lo artístico con


la inclusión social en China, Filipinas, México y Argentina, donde trabaja con comunidades vulnerables o alejadas de los grandes centros urbanos. “El contacto de los jóvenes con los distintos lenguajes artísticos y con el deporte facilita la visualización de alternativas y la construcción de un nuevo lugar en la comunidad”, sintetizan Flor y Ger. En India, la fundación tiene un proyecto sociocultural y de desarrollo comunitario en Jaipur; en China, una iniciativa de integración cultural en Guangzhou; en Filipinas, emprendimientos interculturales junto al Ministerio de Educación de ese país y en Tijuana (México), proyectos de apoyo a madres y niños deportados.

En Argentina En el país, De la Mano por el Mundo puso en marcha un proyecto de intervención artística denominado Sal-

Perfil del voluntario ■ No es necesario contar con experiencia previa en proyectos sociales. ■ La experiencia de trabajo con niños no es necesaria, pero es una ventaja. ■ Es indispensable tomar el voluntariado como un trabajo. ■ Amor y compasión por el prójimo son requisitos indispensables. ■ Adaptabilidad, organización, habilidades interpersonales y de coordinación, capacidad para trabajar eficazmente con un mínimo de supervisión. ■ Capacidad para establecer y mantener relaciones de trabajo eficaces con colegas internacionales. ■ Compromiso con las cuestiones humanitarias. ■ Respeto a tradiciones y diversidad cultural de pueblos originarios. ■ No es necesario contar con habilidades específicas.

tarte, en la provincia de Salta, donde se trabaja a través de un centro educativo orientado al arte como herramienta de unión y conexión en comunidades alejadas y en estado de riesgo social. También hay una iniciativa en Ushuaia, con voluntariado social a través de talleres y festivales culturales solidarios, para lo que cuentan con el apoyo de la red de organizaciones, empresas locales y entes gubernamentales de la provincia de Tierra del Fuego. “Nuestra organización se encuentra actualmente desarrollando un programa de intercambio cultural entre alumnos de la comunidad wichi de Salta y estudiantes de Tierra del Fuego. El objetivo es lograr la integración cultural, permitiendo además que los chicos de diferentes escuelas experimenten viajar a otras provincias del país y conocer la cultura local”, explican Florencia y Germán. Otra particularidad es que la funda-

“Queríamos conocer el mundo, pero más allá de lo turístico. Queríamos conectarnos con las personas que estaban detrás, escuchar sus historias y problemáticas.” Florencia Rey Lacoste, fundadora del movimiento

Cómo es un viaje típico l voluntariado es parte del viaje turístico y lleva como mínimo dos semanas, ya que es el tiempo en el que se puede “lograr crear un vínculo”, explican desde la fundación. En ese tiempo conocen la realidad profunda de las comunidades y trabajan en sus necesidades de acuerdo con un proyecto ya planificado. Se realiza en grupos de no más de 15 personas, que cuentan con un coordinador. Si bien el plazo mínimo es de dos semanas, hay muchos voluntarios que permanecen más tiempo y pueden logar así un mayor impacto en la comunidad y en el proyecto en el que se involucran.

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ción atrae a viajeros de diferentes orígenes que, mientras recorren Argentina, deciden embarcarse en una aventura solidaria. “En el país hemos tenido más de 50 voluntarios, de los cuales pocos son argentinos. La mayoría llega de España, Francia, Italia y otras naciones europeas. Incluso muchas veces los voluntarios repiten la experiencia”, dicen, para luego puntualizar que el mayor atractivo son las comunidades originarias del norte del país. CÓMO CONECTARSE

De la Mano por el Mundo: www.delamanoporelmundo.org Facebook : DeLaManoPorElMundo

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ARQUITECTURA

Camino a la escuela verde En la Ciudad de Buenos Aires, una primaria ya genera electricidad a través de paneles solares. Como parte del proyecto se capacita a directivos, docentes y estudiantes acerca de la sustentabilidad y el buen uso de los recursos.

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TEXTO EDUARDO SANTACHITA

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n chico de no más de siete años le grita a su hermano desde una de las hamacas: “No pises ahí, ¿no ves que hay pastito recién nacido?”. La escena es en pleno barrio porteño de Floresta, en la Plaza Ciudad de Udine, a la que los vecinos llaman plaza Banderín. En el corazón de este espacio verde se erige la Escuela N° 10 del Distrito Es-

colar 12, que tiene en su terraza algo que la hace única: es la primera primaria de la Ciudad de Buenos Aires que produce energía a través de paneles solares. “La escuela tiene cuatro mil metros cuadrados y el sistema abastece un poco más de la mitad de la necesidad energética del edificio. Ya se puede cubrir un piso entero con los paneles”, cuenta el arquitecto Fernando Martínez, de la Gerencia de Proyectos de la Dirección de Infraestructura Escolar del Gobierno porteño. Además, explica que esta institución fue elegida porque al estar ro-

deada por un parque, tiene un asoleamiento perfecto: “La clave es la ubicación y la orientación”, puntualiza. “Pronto la energía generada que la escuela no utilice va a poder ser inyectada a la red eléctrica”, agrega su colega Sebastián Nari. La Ley 27.424, que fue reglamentada recientemente, permite que los usuarios inyecten energía limpia a la red de distribución. “Durante los meses de verano, que son los que más incidencia y generación tienen, la escuela está cerrada. Entonces es importante que esa energía renovable se pueda entregar a la


La arquitectura sustentable contempla la instalación de termotanques solares y tanques de recolección de agua de lluvia.

red”, explica. Según los arquitectos, el proyecto en la Escuela 10 se hizo pensando en esta norma y ahora sólo resta un trámite en la empresa distribuidora para instalar un medidor bidireccional, que es el que permite medir cuánta energía se toma de la red y cuánta se inserta.

Cambio cultural La Escuela Coronel Leonardo Rosales forma parte de un programa del Ministerio de Educación de la Ciudad llamado Escuelas Verdes, que comenzó en 2010 con un puñado de instituciones y hoy ya cuenta con 234 reconocidas y trabajando por la sustentabilidad. “Nuestro destinatario último es el alumno como protagonista del aprendizaje y del cambio cultural. Lo que aprenden, lo llevan a su familia y transforman realidades”, dice Angélica Gómez Pizarro, titular de la Unidad de Proyectos Especiales de Educación para la Sustentabilidad. Escuelas Verdes trabaja en el desarrollo de contenidos, las acciones de capacitación de directivos, docentes y estudiantes; la gestión ambiental, como la separación de residuos y el consumo responsable, y el acompañamiento pedagógico de las más de dos mil escuelas porteñas. “Nuestra idea es crear un parque solar escolar que abarque toda la Ciudad”, se

ilusiona Gómez Pizarro. Respecto de la situación edilicia de las escuelas, Florencia Pappagallo, arquitecta proyectista de Infraestructura Escolar, informa que hay más de 700 instituciones de gestión pública en Buenos Aires y la gran mayoría de los edificios no funciona eficientemente. “Poner los paneles solares no te hace sustentable de por sí, porque si el edificio tra-

“Es un aprendizaje con sentido, que interpela al niño en su realidad, en su ambiente.” Angélica Gómez Pizarro, Unidad de Proyectos Especiales de Educación para la Sustentabilidad

baja mal, consume excesivamente la energía o tiene las paredes no aisladas, no vas a lograr sustentabilidad”, describe. Por este motivo es que, desde hace poco más de un año, todos los establecimientos que se están construyendo deben adecuarse a estos parámetros ecológicos e incluso están en camino de obtener una certificación internacional

en sustentabilidad que otorga el Banco Mundial. “Una escuela tiene un desgaste intensivo, por ende hay que pensar muy bien los materiales que se usan. Si bien la inversión inicial es alrededor de un cinco por ciento mayor, se amortiza rápido. El gasto mensual disminuye, el edificio tiene mayor vida útil y mejora la calidad de vida de niños y trabajadores”, precisa Pappagallo. La arquitectura sustentable en escuelas produce beneficios económicos, además de cuidar el medio ambiente. Los termotanques solares con los que cuentan algunas instituciones, así como los tanques de recolección de agua de lluvia, cumplen esa doble función. Además, hay casi 600 escuelas públicas que cuentan con huertas, algunas con cultivo hidropónico, acuaponia, terrazas verdes y jardines de mariposas. “Son proyectos que movilizan, emocionan. Es un aprendizaje con sentido, que interpela al niño en su realidad, en su ambiente. Se busca educar en valores, enseñar a respetar la vida en todas sus formas y sus especies”, relata Gómez Pizarro. En definitiva, aprender del chico que juega en la plaza Banderín y no pisar el pastito recién nacido. CÓMO CONECTARSE Programa Escuelas Verdes: buenosaires.gob.ar/escuelasverdes

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TURISMO

Otra forma de vivir el río Un docente impulsa esta iniciativa que gana adeptos: conocer el Delta del Tigre profundo, a través de una experiencia en remo, con kayak o canoa. Además de gastronomía y descanso, la propuesta busca generar conciencia sobre el valor del contacto con la naturaleza.

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TEXTO ANDREA VULCANO

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asi todos remaron y, quienes no, se dejaron llevar para disfrutar del recorrido por arroyos, canales y lugares escondidos del Delta del Tigre, lejos del ruido de la ciudad. Cerca de todo pero, a la vez, lejos; lejos del esmog, los bocinazos, la locura y el cemento, un “en el medio de la nada” a un paso del bullicio. El escape es rápido, accesible, y la paz, la buena

energía y el contacto armonioso con la naturaleza llegan sin pedir permiso. “¡Fue una gran experiencia; disfrutamos mucho en familia!”, asegura Fabiana, mientras Armando cuenta que se trata de “un excelente lugar, súper tranquilo y adrenalínico a la vez”, que las embarcaciones “están buenísimas”, la comida “es excelente” y la playita al río Paraná “impecable”. Se trata de Delta en Kayak, una iniciativa nacida en plena crisis de 2001, con el empuje de un docente de escuela primaria y de adultos que, casado, con

cuatro hijos por entonces adolescentes y con un salario congelado y castigado durante años, encontró en el río una forma de salir a flote. Así fue que, copiando el sistema de quienes ofrecían clases de apoyo pegando en la calle y en los comercios papelitos troquelados con los datos de contacto, salió a difundir su propuesta de paseo en kayak por el Delta con guía, que en poco tiempo se erigió como la primera oferta de ese tipo en el municipio bonaerense de Tigre. Es que, hasta ese momento, “el canotaje de travesía era una


actividad de jóvenes en sus kayaks simples y de socios de clubes de remo”, cuentan Fabián Redman y su compañera, la periodista y poeta Inés Ambrosini, también protagonista de esta aventura.

Ecoturismo De una flota inicial conformada por un kayak simple, uno doble y una canoa doble, el emprendimiento pasó a contar con varias embarcaciones con un total de 50 plazas, más una lancha para traslado y sede propia en una de las islas de la zona, más precisamente sobre el Río Sarmiento y a unos dos kilómetros de uno de los íconos del municipio: el Puerto de Frutos. El primer paso hacia ese crecimiento fue dado a poco de los inicios, en 2003, cuando Fabián convenció a un fabricante de construir un kayak triple, el primero en Argentina. “La idea, que es uno de los pilares de la escuela, es que un remero con experiencia pueda llevar a otros en su primer viaje”, señala Redman, vinculado desde su infancia con el río por su pasado familiar en Concordia, Entre Ríos. En 2012, la iniciativa sumó un nuevo atractivo: una canoa para diez remeros, equipada y habilitada para ecoturismo, que permite que todos puedan remar en simultáneo por los arroyos y llegar así hasta el corazón de las islas. “Actualmente la escuela ofrece cursos, travesías y paseos, y un predio con playa de 25 metros, restaurante, quincho, arboleda y solarium”, detalla la pareja que, a base de esfuerzo, dedicación y profesionalismo, ofrece esta forma singular de contacto con los tesoros del Delta del Tigre. “Todas las actividades están guiadas por instructores e incluyen el equipamiento (kayak, remo, chaleco salvavidas) y bajada en nuestra isla para reponer energías y relajarse con los pies en la arena o disfrutar del paisaje desde la amplia terraza al río. Nuestra propuesta apunta a lograr que se haga más visible el río como lugar para disfrutar y cuidar. Cada vez son más las personas conscientes de la contaminación y de que somos parte de la naturaleza”, describen. Al omnipresente contacto con el entorno, se le suman tips que le aportan sustentabilidad a la propuesta: los motores de las lanchas son de cuatro tiempos, es decir que generan poco ruido y

“Nuestra propuesta apunta a lograr que se haga más visible el río como lugar para disfrutar y cuidar”, describen los creadores de Delta en Kayak.

no contaminan con aceite al agua; también, recolectan y procesan agua de lluvia para su uso en la cocina (un requisito para que en la zona pueda funcionar un restaurante); realizan tratamiento de aguas grises diferenciado en cocina y baños; usan envases retornables de bebidas y llevan a la mínima expresión el uso de vasos descartables. Delta en Kayak está habilitado por el municipio como escuela de canotaje, restaurante y prestador de turismo. “Miles de personas aprendieron a remar y descubrieron el río con nosotros. Incluso, a lo largo de los años, hemos organizado muchas travesías por el río Paraná, hasta el Río de la Plata, algunas hasta el Uruguay y dos temporadas en el Parque Nacional Los Alerces”, cuenta con orgullo Fabián, al enumerar los frutos del trabajo compartido junto con su mujer, en lo que terminó siendo un proyecto de familia, de vida y de sustento, y que para los visitantes es una experiencia única, a la luz

del día, o de la luna, porque también incluye propuestas nocturnas con recorrido por el río, cena, música y fogón. A esas ofertas, cada temporada además se suma la de teatro y música en vivo, un valor agregado singular y atípico, frente a lo habitualmente ofrecido. “En cada remada, nos esforzamos para que las personas disfruten de una experiencia única en el río. ‘Vine por el kayak y vuelvo por el río’, nos suelen decir nuestros visitantes. Eso nos confirma que estamos en buen rumbo”, resalta Inés. Y eso también quedó comprobado este fin de año, cuando en la entrega de los Premios Tigre de Oro 2018 –que evalúa la calidad turística de los prestadores del municipio– la iniciativa fue reconocida como el mejor servicio de actividad con remo. Hoy, Fabián es vicedirector de una escuela primaria en la Ciudad de Buenos Aires. Quizás nadie se imagina que todos los sábados, domingos y feriados, con buen clima mediante, su corazón y su cuerpo se trasladan a Delta en Kayak para el lunes, otra vez, volver a las aulas. Datos útiles Fechas y horarios: Sábados, domingos y feriados, por la mañana y por la tarde, y sábados a la noche. Punto de encuentro: Lavalle 40 (Tigre). CÓMO CONECTARSE Teléfono: 1124715050 Web: deltaenkayak.com.ar Facebook e Instagram: @escueladeltaenkayak

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LA OLLA

El vacío, la estrella del foodtruck

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orfables 21 es un restaurante ambulante, también denominado foodtruck, en el que trabajan doce jóvenes con síndrome de Down. La iniciativa, que busca fomentar la inclusión laboral, nació en una

conversación familiar. “Nuestra hija Fiamma, con síndrome de Down, nos planteó el deseo de trabajar en gastronomía. Una tarde paseábamos por Palermo cuando vimos un foodtruck y ella nos dijo que eso era lo que quería”, relata Adriana Corigliano, creadora de Morfables 21. A partir del deseo de brindarle una salida laboral a

Fiamma, la familia inició el proyecto en 2017. Luego de comprar el vehículo y dar forma al emprendimiento, decidieron ampliarlo y contratar a otros jóvenes con síndrome de Down de entre 20 y 25 años. “Estamos convencidos de que es necesaria la inclusión no sólo para ellos sino también para la sociedad. En Morfables comprendemos la diversidad y trabajamos por la integración”, expresa Adriana. Morfables 21 está presente en ferias y ofrece catering para eventos privados. Su menú está compuesto por sándwiches, pinchos y otras comidas al paso. PRODUCCIÓN: RODE CLASSEN

Receta Sandwich de vacío desmenuzado al malbec Ingredientes: ✔ Vacío, 2 kilos aproximadamente ✔ Malbec, 2 tazas ✔ Agua, 1 taza ✔ Cilantro, romero y ajo, cantidad necesaria ✔ Pimientos colorados y verdes, 2 ✔ Cebolla, 2 ✔ Papas, cantidad deseada para acompañar ✔ Baguette artesanal, 1 ✔ Otros materiales: Papel de aluminio 60 TS

Preparación: Desgrasar el vacío, salarlo y condimentarlo

con pimentón ahumado. Sellar en plancha de ambos lados. Colocar la carne en un recipiente profundo. Agregar dos tazas de vino malbec y una de agua. Agregar cilantro, romero y los ajos rotos. Tapar con papel de aluminio y llevar a horno bajo por 4 horas. Luego, retirar y desmenuzar el vacío con dos tenedores. Reservar. Cortar ajíes colorados y verdes en tiritas y asarlos en la plancha. Trozar la cebolla y caramelizarla lentamente en la plancha, con un poco de sal y un chorrito de aceite. Freír una porción de papas y reservar. Para finalizar, tomar la baguette, abrir y colocar dentro la carne ya desmenuzada con la cebolla y los ajíes. Sumar las papas para acompañar.



FOTORREPORTAJE

Payamédicos Llevan alegría y acompañamiento a los hospitales para mejorar el ánimo de los pacientes

Misión

Ética y estética

Contribuir a la salud emocional del paciente hospitalizado.

Los Payamédicos realizan intervenciones escénico-terapéuticas con un abordaje a través de la técnica del payaso teatral, adaptándola al ámbito hospitalario con una ética, estética y deontología propias.

16 años Payamédicos Asociación Civil es una organización sin fines de lucro fundada en el año 2002 por el Dr. José Pellucchi.

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Salud Promover hábitos saludables.

Alegría Ofrecer momentos de distracción, recuperando los aspectos sanos de esa persona que está hospitalizada.

Humor Fantasizar (desdramatizar) el medio hospitalario, demostrando al paciente, familiares y equipo médico que el humor, la risa y la fantasía pueden formar parte de su vida en el interior del hospital.

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Última página Artista invitada: Cecilia Duarte

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✱ Mujeres en la Puna, una de las 27 fotografías tomadas por la reconocida fotógrafa brasileña como resultado de la alianza Vogue-IICA para reforzar la atención de la sociedad sobre las mujeres que viven del campo. La muestra fue curada por Virginia Fabri, en el marco de la entrega del Premio AlimentAr.




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