CHALE, EL SABOR DEL ÉXITO ME ENCANTA
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Evelyn B. Solórzano M.
aría es la sexta hija del señor Manuel Mendoza, creció en un hogar machista, misógino, discriminatorio asimismo conservador en la zona rural de San Lorenzo, provenía de una familia humilde. Era la tercera mujer en la casa, la primera se fue cuando tenía 16 años por la presión de sus padres. Aunque tenía 6 años miraba el comportamiento de su padre hacia su madre. Observaba que siempre su mamá estaba en casa cocinando, lavando y atendiendo al padre y a sus hermanos, y pensó que eso era normal, que eso hace cualquier mujer que ama a su familia. Su padre jamás llevó dinero ni comida al hogar, pese a su situación, su madre siempre aportaba con el alimento gracias a los cultivos que ella producía. Persistentemente el padre llevaba a muchos de sus amigos a la casa, para invitar a almorzar y siempre alababa que Dios era quien le daba comida. Por eso no buscó trabajo e invisibilizó el trabajo de su esposa. Pasaron 4 años y María tenía que ir a la escuela a pie, dado que en ese tiempo no existían carreteras por donde vivía, el transcurso de su casa a la escuela se demoraba 4 horas diarias de ida y vuelta. Asimismo, le tocaba cuidar de sus hermanos varones y mujeres, revisando los deberes, haciendo la comida para el desayuno, almuerzo y merienda; e igual se iba a lavar canastas de ropa al río. Si no cumplía con alguna de las tareas, sus padres la golpearon hasta dejarle cicatrices en todo el cuerpo, además, se levantaba a las 5 de la mañana para cocinar para ella y sus hermanos. Su segunda hermana mayor no hacía limpieza además se iba a pasear con sus amigas todos los días, con la excusa de hacer deberes; a su hermana la protegían bastante ya que era la más bonita para su padre y madre porque era de tez blanca, ojos verdes, cabello liso, rubio, delgada y alta; de la misma manera sus otras hermanas tenían las mismas 115
