Aprender matemáticas con regletas es sumamente divertido a cualquier edad. Ayuda a comprender conceptos y procesos matemáticos que se dificultan cuando no se enseñan apropiadamente, pues se da un salto grande al hacerlo desde la abstracción. Con las regletas, el aprendiz aprende observando, manipulando, comparando, descubriendo, verbalizando, compartiendo, jugando, en fin, de diversas maneras hasta que comprende lo que necesita para después ya no requerirlas y ser totalmente autónomo e independiente.