NUESTROS SUEÑOS NO CABEN EN SUS TALLES ÚNICOS
SOBRE LA OBRA En la película Shallow Hall (2001)1, Jack Black es el protagonista, un tipo superficial que es embrujado por un mago que lo dota de la capacidad de ver a las personas de acuerdo a su “belleza interior”, lo que lo lleva a enamorarse de una mujer de 150 kilos y verla como si fuera Gwyneth Paltrow. En una escena, él está acostado en la cama mientras ella se desviste. Ella le tira en la cara una bombacha enorme y él le pregunta cómo hizo ese truco increíble. Esta escena vuelve a mí siempre que pienso en la representación de los cuerpos gordos en los medios, la considero la definición de diccionario de lo que se piensa de la sexualidad de las gordas: Un chiste. Las narrativas que se reproducen sobre nuestra sexualidad siempre son atravesadas por la vergüenza y la patologización. Salvo excepciones que pueden contarse con los dedos de una mano, las imágenes que circulan sobre el cuerpo gordo hablan de un cuerpo desexualizado, indeseable, imposible de querer e incluso la cárcel dentro de la cual se mantiene cautiva a una persona buena, es decir una persona delgada, según Shallow Hal. No debe sorprendernos esta igualdad entre belleza y bondad, idea presente en nuestra cultura y pensamiento desde la Antigua Grecia2. Si bien varixs autorxs han debatido estas ideas hasta el cansancio es innegable que aún hoy se hacen presentes incluso en los discursos científicos. En nuestra cultura la gordura está asociada directamente a la enfermedad, a la falta de voluntad, al exceso y es por lo tanto incompatible con un capitalismo que requiere cuerpos funcionales, ajustados, controlados. Los estándares médicos que se usan para pensar el cuerpo en la actualidad favorecen a las grandes industrias que mercantilizan el bienestar: fármacos, dietas, fitness, cirugías. Las personas gordas son sujetos en tanto consumidoras de tecnologías de encogimiento. El cuerpo gordo es concebido como un cuerpo a futuro, un proyecto de persona. Nuestros sueños no caben en sus talles únicos es un guiño a la consigna anarquista “Nuestros sueños no caben en sus urnas”. La obra es una bandera del deseo, un llamado a la anarquía corporal, una protesta de todo lo desbordado. _ 1. https://www.imdb.com/title/tt0256380/ 2. Ver El Banquete (Platón, siglo 4 a.C.), donde los conceptos de belleza, bien y verdad son intercambiables
La búsqueda fue retomar la bombacha gigante, transformar ese significado vergonzoso y que pertenece al terreno de lo íntimo y llevarlo a la calle como una forma de reapropiarse ese símbolo. Celebrar lo que antes era usado como injuria. La decisión de hacer un electrotextil estuvo motivada en diálogo con las pancartas y las banderas políticas, así como también el trabajo de corte y confección, entendido como un trabajo feminizado. Existe una larga tradición en el arte feminista del uso retórico de textiles, como por ejemplo en el caso de Allyson Mitchell, con trabajos como “Fat Craft“, una serie de bordados que la artista describe como “un proyecto catártico de encarnación de la gordura en la práctica material (...) El trabajo está destinado a facilitar una conexión con otros que experimentan vergüenza corporal. Es un pronunciamiento público de experiencias corporales afectivas internas y “privadas”.“3 Otra de mis referentes es Jenny Holzer: Su trabajo incisivo de intervención del espacio público con frases sugerentes e intimistas me resulta crucial para pensar esta obra. La incorporación del hilo electroluminiscente tiene que ver con la portabilidad del objeto y también con la idea de remitir a una luz de neón. La obra se alimenta mediante pilas AA por lo cual es totalmente independiente y puede llevarse a movilizaciones y actividades callejeras.
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3. http://www.allysonmitchell.com/project.html?project=fat-craft
Bocetos del proceso creativo
Presupuesto inicial
Confecciรณn de la obra
Plano para montaje en el final de Taller de Imรกgen V (Diciembre 2019)
18 de Mayo 2018 Presentación del videoclip “Cerda Punk“ Casa Frida, Ituzaingó
3 de Junio 2018 Marcha Ni Una Menos Congreso, CABA
29 de julio 2018 Proyección del documental “Fat Underground” La Sala, CABA
15 de junio 2019 Taller en el contexto de la muestra “Recuperemos la imaginación para cambiar la historia“ de Proyecto NUM Centro de Expresiones Contemporáneas, Rosario
AGRADECIMIENTOS En primer lugar a Rocío por caminar siempre a mi lado en cuestiones artísticas y afectivas. Al Taller Hacer La Vista Gorda y a todas las iniciativas de activismo gordo en clave anticapitalista. A Paola De La Cruz, Pabli Balcazar, Ana Larriel, Cherry Vecchio, Fer Suárez, Inés Púrpura, Marla Zakai, Cabri Li, Warhol, Flore Rodriguez, Liyah, Constanza Alvarez Castillo, Casa Frida, La Sala, Proyecto NUM, Joa García y An Millet por acompañar de diferentes formas este proyecto.
JAEL CAIERO Nacida en La Matanza en 1994. Estudiante de Lic. en Artes Electrónicas (UNTREF) Participa del colectivo de activistas Hacer La Vista Gorda, donde se produce críticamente en torno a las vivencias de las personas gordas desde una perspectiva anticapitalista. Trabaja con reflexiones en torno al cuerpo y la tecnología. Edita fanzines bajo el nombre Ternura Cyborg. Ha colaborado con Editorial Madreselva como diseñadora gráfica y con artistas como Deirdre Logue, Allyson Mitchell y Ad Minoliti. Ha expuesto en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Centro Cultural Haroldo Conti, Centro de Expresiones Contemporáneas entre otros.