Buscando a la coneja de Pascua De Nelly Montes
Buscando a la coneja de Pascua Texto e Ilustraciones: Nelly Montes Dise帽o e Impresi贸n: Tessie Picazo
Nuestra amiga Sara, la protagonista de esta historia, tiene ahora 5 años. Pelusa sigue siendo su mejor amiga y donde quiera que vaya Sara irá siempre Pelusa.. Pelusa se ha convertido en una perrita fiel y consentidora; Sara es su preocupación # 1 y se asegura que ella siempre esté bien. Sale a recibirnos a todos cuando regresamos a casa y sus lenguetazos nos confirman el amor que nos tiene. A lo largo de estos 2 últimos años, Pelusa nos ha demostrado día con día que el AMOR es INCONDICONAL y dura POR SIEMPRE!
CON AMOR, PARA SARA ! El sol brillaba y el calor comenzaba a llegar; Sara sabía que pronto sería primavera y con ella vendría la tan esperada coneja de pascua. Todos los años su mamá le ayudaba a contar cuantos “dormidos” faltaban para que llegara la coneja cargada de chocolates y sorpresas y este año no sería la excepción. Sara tenía un calendario donde día con día contaba cuántas noches faltaban por dormir antes de que llegara su amiga la Coneja. - Uno, dos, tres ¡Sólo Tres! ¿Viste Pelusa? Sólo faltan 3 dormidos y por fin, la coneja vendrá. Espero que este año no se equivoque de chocolates y me traiga mis favoritos, si no, se los regalaré a Joel. La llegada de la coneja era sin duda un momento de felicidad y ansiedad para Sara, por lo cual su mamá trataba siempre de mantenerla ocupada para que el tiempo se le pasara volando.
Ese día su mamá tenia previsto hornear un pastel para la coneja; Sara y Pelusa seria los Chefs de la cocina..
Sin duda alguna la coneja se llevaría una GRATA sorpresa con ese delicioso pastel que Sara y Pelusa cocinarían para ella y su mamá también se llevaría toda una sorpresa cuando regresara a la cocina y viera el desorden ocasionado .
Ya faltaba muy poco para la Pascua y todo y todos debían de lucir perfectos para recibir a la Coneja; Pelusa no podía quedarse atrás. Después de un buen baño y una sesión de spa para relajarse, venia la hora de escoger el atuendo perfecto para esta gran ocasión. El baño y el Spa no era lo que asustaba a Pelusa, sino más bien la hora de escoger el “atuendo”, eso sí la hacia temblar..
- ¡Vamos Pelusa! Tenemos que escogerte algo lindo. La Coneja quedará sorprendida cuando te vea tan linda y arreglada. De seguro te dejará un huesito extra en tu canasta este año.
-Mmmmm Veamos.. ¿Sombrero de Charro? No, demasiado formal..
-¿Qué tal este atuendo de rockero? ¡Naah! Los rockeros no son de la Pascua. - ¡Oh! ¡Ya sé! ¿Reno de Navidad? ¿Ah? ¿Qué dices? ¡No! En un descuido y viene Santa y no la Coneja.
¡Ah! ¡Ya sé! Te disfrazaremos de CONEJA ¡Perfecto! ¡LUCES GENIAL! La primera perro-coneja de tooooda la historia de la humanidad! La Coneja quedará sorprendida cuando te vea, pensará que eres su hermana gemela.
Los dĂas y las noches pasaron..
Y por fin.. . la tan esperada mañana de pascua LLEGÓ. Sara salió corriendo de su recámara en búsqueda de Pelusa para juntas ir al jardín y descubrir las sorpresas que la Coneja les dejó durante la noche.
Era una hermosa mañana de primavera y la Coneja de la Pascua había llegado y dejado huevitos por todo el jardín. Ir en búsqueda del botín junto a su fiel Pelusa fue la parte favorita de Sara.
¡WOW, Pelusa! ¡ Esto es Maravilloso! Estoy segura que la Coneja se puso feliz con el pastel que le hicimos y por eso nos trajo más huevitos que nunca. . ¡Gracias Coneja! ¡Te esperamos el próximo año!
La verdadera amistad no distingue género ni raza, solo exige cariño y confianza”