mambo#6
editorial A las puertas del verano, nace este sexto número de mambo, que incluye portfolios de cuatro de los fotógrafos, muy distintos entre ellos, que nos han hecho llegar su trabajo: la sensualidad de los retratos de Fayna Attasara; la intensidad de la música en las fotos de conciertos de Javier Bragado; los paisajes en blanco y negro que Carlos Salamanca nos envía desde México, y las interesantísmas fotos de Cuzco del antropólogo peruano Javier Escobar. A ello se suman las fotografías de la Barcelona de la primera mitad del siglo veinte realizadas por Josep Brangulí; una mirada romántica a Nápoles a cargo de la pluma y la cámara de Jordi Folck; un repaso a la obra como director del último clásico del cinema norteaméricano, Clint Eastwood, y una breve muestra de la exposición colectiva “El poder de la duda”, que puede verse estas semanas en Madrid, en el marco de PHotoEspaña. José Alemany
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8 Novedades 10 Exposiciones 13 Libros 14 Josep Brangulà 30 Fayna Attasara 46 Javier Bragado 58 Carlos Salamanca 68 Javier Escobar 84 L’Oro di Napoli 100 Clint Eastwood 112 El poder de la duda
Primer concurso de fotografĂa
mambomag La revista mambo os invita a participar en nuestro primer concurso de fotografĂa, mambomag 2011 Consulta las bases en mambomag.com o en facebook (facebook.com/mambomag) a partir del prĂłximo lunes 11 de julio de 2011.
2011
novedades 1. Metz presenta una actualización de software para utilizar el flash de forma inalámbrica, que se puede descargar en www.metz.de. 2. El próximo 1 de agosto, Swarovski lanzará su primera edición cristalizada dedicada a Hello Kitty. 3. Maset presenta su nueva cerveza: Maset Munich. 4. Estilo étnico y el colorido en la colección Ibiza de PortobelloStreet.es. 5. Lacoste ha creado Street Balance, línea masculina de bolsas polivalentes tanto para hombres de negocios, como para estudiantes o viajeros.
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exposición
Dragos, Lumpan. La última Trashumancia Lugar: Fundación Antonio Saura. Casa Zavala (Madrid). Fecha: hasta el 17 de abril de 2011.
Dragos Lumpan. Grecia, 2008. © Dragos Lumpan
La última trashumancia intenta perpetuar de forma artística y documental las reminiscencias de una costumbre tradicional en vía de desaparición. Las rutas de la trashumancia aparecen marcadas en los antiguos mapas de los Balcanes, y los secretos de estos caminos invisibles se han transmitido de una generación a otra. Entre 2007 y 2008, Lumpan acompañó a una familia de pastores trashumantes que, debido a los cambios socioeconómicos de la sociedad actual, acabaron por elegir una vida sedentaria. De los 14 viajes que realizó junto a ellos nacen más de 25.000 fotografías que captan lo inédito, específico y duro de su vida. Las dimensiones de la desaparición de la trashumancia, costumbre milenaria, formadora de pueblos y herencia cultural a la vez, no son locales. En la actualidad, Lumpan desarrolla la segunda fase del proyecto, un planteamiento comparativo de la trashumancia en países como Grecia, Gran Bretaña, Turquía o Italia, con el objetivo de reconstruir la memoria de esta tradición. Dragos Lumpan (Rumanía, 1969) se gradúo en cine y en teología ortodoxa en la Universidad de Bucarest. Entre sus proyectos fotográficos destacan La perspectiva dinámica de lo sagrado (2003); Osos y otras máscaras, sobre costumbres populares de las zonas rumanas de Moldavia y Bucovina (2003-2007), y El Monasterio Putna, sobre lo cotidiano de la vida monacal de este lugar (2007).
exposición
Camboya, tierra de esperanza Lugar: CaixaForum Palma. Fecha: hasta el 28 de agosto de 2011
Alumnos del Centro Arrupe. Battambang, Camboya © Gervasio Sánchez
Gervasio Sánchez, fotoperiodista y autor de les fotografías de la exposición y Oriol Gispert, periodista y autor de los documentales de la exposición, presentan en CaixaForum Palma la exposición “Camboya, tierra de esperanza”, muestra que pretende acercar al visitante a la realidad de este pequeño país del sudeste asiático cuyo pasado reciente está marcado por la tragedia. Camboya aún padece las secuelas de las tres décadas de conflictos que asolaron el país y en la actualidad continúa siendo uno de los países más afectados por las minas antipersona. Las nuevas generaciones se afanan sin embargo en superar el pasado. Instaurada la paz, Camboya mira hoy hacia adelante, y a pesar de tantos años de dolor y sufrimiento su población trabaja para construir un futuro mejor. A través de las fotografías de G. Sánchez y los documentales de Gispert, la exposición pretende contribuir a un mejor conocimiento de la realidad en la que viven los camboyanos. Estos documentos, que se presentan por primera vez en la muestra, reflejan desde muy cerca la vida cotidiana de los camboyanos. La lucha por la superación de los menores mutilados por las minas antipersona residentes en el Centro Arrupe de Battambang, el cultivo de los campos de arroz en Kumrieng, los esfuerzos por la generalización de la educación o las jornadas de pesca y trabajo en los pueblo flotantes situados en torno al Gran Lago Tonlé Slap centran algunas de las imágenes.
exposición
Helmut Newton: Polaroids
Lugar: Museum für Fotografie (Berlín) fecha: hasta el 20 de noviembre 2011
Helmut Newton. Paris Match. Monte Carlo, 1985. Polaroid. © Helmut Newton Estate
En 1947, Edwin Land presentó la fotografía instantánea en la Optical Society of America; la tecnología Polaroid no tardaría en revolucionar la fotografía. Las Polaroids han sido empleadas tanto en la fotografía artística como en la comercial, bien para realizar estudios preliminares, bien como un medio en sí mismas. Este singular proceso fotográfico ha encontrado fieles devotos en prácticamente todo el mundo y todos los géneros: desde la fotografía de paisajes hasta el retrato y las fotos de moda y desnudos. Helmut Newton utilizó esta tecnología intensamente a partir de los años 70, especialmente durante sus sesiones de fotografía de moda. Como afirmó en una entrevista, las Polaroids satisfacían su impaciencia por saber en el instante cómo quedaría una determinada escena capturada en una foto. La exposición “Helmut Newton: Polaroids” muestra más de 300 fotografías, que constituyen el primer gran acercamiento a este aspecto de la obra de Newton. Estas Polaroids, ampliadas para la exposición pero manteniendo las notas escritas por Newton en los márgenes, son una oportunidad única de echar un vistazo al cuaderno de bocetos de uno de los fotógrafos más influyentes del siglo veinte.
Libros
Linda McCartney: Life in Photographs En 1966, durante una breve temporada como recepcionista en la revista Town and Country, Linda Eastman consiguió un pase de prensa para un evento promocional muy exclusivo de los Rolling Stones a bordo de un yate en el río Hudson. Sus frescas fotografías espontáneas de la banda fueron muy superiores a las tomas formales realizadas por el fotógrafo oficial del grupo, lo que le abrió el camino al instante para hacerse un nombre propio como fotógrafa top del rock ’n’ roll. El 11 de mayo de 1968, cuando su retrato de Eric Clapton fue publicado en la portada de “Rolling Stone”, entró en los libros de récords como la primera mujer en tener ese honor. Durante los últimos años 1960, capturó en film a muchos de los músicos más importantes del rock, incluidos Aretha Franklin, Jimi Hendrix, Bob Dylan, Janis Joplin, Simon & Garfunkel, The Who, The Doors y los Grateful Dead. Editorial Taschen. Edición de coleccionista limitada de 750 ejemplares numerados, cada uno firmado por Sir Paul McCartney. También asequible en dos ediciones de arte, cada una de 125 ejemplares, con una impresión. www.taschen.com
John Szarkowski: El ojo del fotógrafo La Fábrica Editorial y el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York coeditan “El ojo del fotógrafo”, un volumen clásico de la historia de la fotografía escrito por el crítico y comisario de fotografía más importante e influyente de su tiempo, John Szarkowski. La presente edición, primera en lengua castellana, pone a disposición del lector este emblemático libro escrito por el director emérito del departamento de fotografía del MoMA. “El ojo del fotógrafo” nació a partir de una exposición de 1964 y fue publicado por primera vez en 1966. Es una excelente introducción al arte de la fotografía que reúne 173 imágenes tanto de respetados maestros como de fotógrafos desconocidos que permiten bosquejar el lenguaje visual y creativo de la fotografía y revelan el extraordinario alcance y posibilidades del medio fotográfico. La Fábrica Editorial. 156 páginas. P.V.P 35 euros. Más información: www.lafabricaeditorial.com
La exposición “Brangulí. Barcelona 19091945”, producida por la Fundación Telefónica en colaboración con el Arxiu Nacional de Catalunya, está dedicada a la obra del barcelonés Josep Brangulí, un pionero del fotoperiodismo y autor de algunas de las mejores imágenes que reflejan las grandes transformaciones sociales, urbanas e industriales que vivió Barcelona en el largo periodo de cambios y conflictos entre 1909 y 1945. La muestra, prime ra exposición antológica de Josep Brangulí, está compuesta por unas trescientas fotografías y material impreso original de la época. Todas las fotos de este reportaje: : © Fons Brangulí (fotògrafs)/ ANC
Brangulí. Barcelona 1909-1945
Barcelona, 1962. Mujer caminando frente a La Pedrera en una nevada Formato original: negativo, b/n, 35 mm. Colección MACBA. Centre d’Estudis i Documentació. Fondo Xavier Miserachs
Funci贸n de gui帽ol en la terraza de un bar. Barcelona, 1910-1919
Fรกbrica de juguetes. Taller de pintura Barcelona, c.1914
Clase de geografĂa para niĂąas ciegas del Instituto Educativo de Sordomudas y Ciegas. Barcelona, c.1926
Bendici贸n de un coche de bomberos en la fiesta de San Crist贸bal. Barcelona, 1913
Concurso de nataci贸n organizado por el Club Nataci贸n Barcelona y el Brussels Swimming and Water Polo Club. Puerto de Barcelona, 1913
Bañistas en la playa de los Baños de San Sebastián. Barcelona, c. 1920
Incautación del Instituto Químico de Sarriá, propiedad de los padres Jesuitas, 1932.
Barracas del barrio de Somorrostro. Barcelona, c. 1930
Francesc Macià , presidente de la Generalitat de Catalunya, asiste a la inauguración del Centro Escolar Collaso i Gil. Barcelona, 1932
Combatientes republicanos en el Frente de Arag贸n. Noviembre de 1936
Desfile de las Flechas Navales de la Organizaci贸n Juvenil de FET y de las JONS ante el conde de Pace y otras personalidades italianas. Barcelona, 1939
Primera expedici贸n de seiscientos productores barceloneses contratados por empresas alemanas para trabajar en el territorio del Reich. Estaci贸n de Francia. Barcelona, 1941
Operaci贸n de intercambio de prisioneros de guerra alemanes y brit谩nicos. Puerto de Barcelona, 1943
Josep Brangulí es el iniciador de una saga de fotógrafos a la que se sumaron sus hijos Joaquim y Xavier trabajando los tres en equipo y con una única firma. El archivo fue adquirido por la Generalitat en 1992 a la familia Brangulí y depositado en el Arxiu Nacional de Catalunya. Está compuesto por cerca de un millón de negativos con la firma Brangulí de los que aproximadamente medio millón son claramente atribuibles a Josep. También forman parte del archivo publicaciones y distinto material de la época. La exposición antológica de Brangulí muestra la mirada de un fotógrafo que supo captar la vida política, a través de sus dirigentes y de las movilizaciones ciudadanas, con reportajes como el dedicado a la Semana Trágica (1909) y otros sobre la II República o el canje de prisioneros de la Segunda Guerra Mundial en el puerto de Barcelona (1944). Brangulí también mostró la sociedad en todas sus vertientes, como demuestran sus reportajes de boxeo, playas y acontecimientos de toda índole. Asimismo, sus fotografías registraron la vida comercial con sus series sobre talleres, oficios, empresas o la Fira de Barcelona. Con sus trabajos documentó las grandes obras públicas y privadas que transformaron y modernizaron el paisaje urbanístico de la ciudad (como la apertura de Vía Laietana) y retrató la edificación de nuevas industrias y la situación social y laboral de la época. En conclusión, las fotografías de Brangulí son mucho más que fotografía documental, son un registro sociológico en el que queda patente el esfuerzo de una sociedad por avanzar y dejar atrás el siglo XIX. Según los comisarios de la exposición Rafael Levenfeld y Valentín Vallhonrat “Brangulí, que sobrevivió a todas las vicisitudes políticas que le tocaron vivir, acompañó a la ciudad en que vivió. Atento a los cambios, atento a las transformaciones, atento a sus pobladores y a sus quehaceres. Desarrolló su profesión para mantenerse en el mismo ritmo de la metamorfosis urbana, transformado su oficio de fotógrafo, como un prestidigitador, ya sea en corresponsalía, agencia, archivo o lo que fuera necesario para seguir desarrollando su magia”.
La exposición “Brangulí. Barcelona 1909-1945” puede verse el CCCB hasta el 23 de octubre de 2011.
Fayna Attasara
Parece ser que quiero fotografiar una determinada escena, pero en realidad es ella la que quiere ser fotografiada, la que quiere ser iluminada en cada detalle, la que quiere ser contemplada una y otra vez... Ella me utiliza para exhibirse y yo me dejo.
www.faynaattasara.com hello@faynaattasara.com
Javier Bragado
www.flickr.com/javierbragado www.javierbragado.com javierbragadodomingo@gmail.com
Š Javier Bragado
Skunk Anansie
Accept
Š Javier Bragado
Š Javier Bragado
Airbourne
Cuernos de Chivo Š Javier Bragado
Cipress Hil Š Javier Bragado
Limp Bizkit
Š Javier Bragado
Rammstein
Š Javier Bragado
Š Javier Bragado
Sonic Syndicate
Vinila Von Bismarck
Š Javier Bragado
Sober Š Javier Bragado
Joe Satriani Š Javier Bragado
“Docktor” Carlos Salamanca Nieves La fotografía para mí es como capturar el tiempo, como poder tomar una fracción de segundo y guardarlo en ya sea un negativo o en un montón de bits... es poder robarle al mundo su esencia o plasmar una escena para ser inmortalizada y así guardarla para que deja de ser efímera. Mi trabajo es muy variado no tengo un tipo de fotografía favorito. Me gusta aprovechar el tiempo y el espacio para capturar esos pequeños detalles que no siempre son visibles para todos, para así compartirlos; además, es una forma de mostrar cómo veo el mundo o cómo lo percibo. En las texturas encuentro un escape de la forma o la figura y ésta puede mostrar el ser sin el ser mismo, cómo un material puede ser tan versátil o diferente viéndolo con otros ojos. En el caso del paisajismo los espacios abiertos en los que puedo ver el horizonte me encantan y cautivan mi vista ya que en la actualidad con el urbanismo ya es casi imposible verlo. Los retratos dan la oportunidad de capturar la esencia de una persona o de convertirla en alguien más, a gusto de quien lo observa y solo jugando con la iluminación simplemente. Carlos Salamanca actualmente estudia diseño gráfico en la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Autónoma del Estado de México, en la cual se diplomó en fotografía digital.
dhockthor@hotmail.com http://www.flickr.com/photos/carlos_salamanca/
Negative. Modelo: Daniel Mendoza
Rompeolas. Rompeolas en la costa de Nayarit
Matatenas II. Rompeolas en la costa de Nayarit
Los clavos de mi cruz. Detalle de escultura en MĂŠxico D.F.
Red. Detalle de escultura en MĂŠxico D.F.
Arando el camino. Zacango, Estado de MĂŠxico.
Cascarita. Zacango, Estado de MĂŠxico.
Nopal es. San José de Gracia, Aguascalientes, México.
¿eres fotógrafo? En mambo queremos promocionar a jóvenes fotógrafos. Si quieres que una selección de tus mejores fotos aparezca publicada en las páginas de mambo, envíanos un e-mail a info@mambomag.com (asunto “fotógrafo”) con tu nombre y un enlace a algunas de tus fotografías y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.
Las fotos que presento, recogen una suerte de imágenes cotidia nas que me llaman la atención porque creo que transmiten al gún mensaje que no acierto to talmente a comprender. Tienen la virtud que, a partir de ellas, se puede construir un sinnúmero de historias que ojalá pueda es cribir; mientras tanto, las com parto con ustedes y espero que sean motivo de inspiración. La mayoría de las fotografías se han tomado en el Cuzco, ciudad en donde nací y que día a día me regala momentos mágicos que a veces logro capturar; y otras, pareciera que sólo son para mí. Javier Escobar López (Cuzco, Perú, 1968) es antropólogo y fotógrafo aficionado. j.escobar@pucp.pe Todas las fotografías de este artículo: © Javier Escobar López
Javier Escobar López
ángel caído
descansando
beauty
en octubre sĂ hay seĂąor de los milagros
ni単o dios
chamba dura
saltando al mar plรกstico
vistiĂŠndose para pedir limosna
niĂąos disfrutando del espectĂĄculo
cultura de la pobreza
sĂşplica
รกngeles bailando
diablos saludando
techos de cuzco
Texto y fotografías de Jordi Folck
Mio caro Amore, mio sommo Bene, trema il mio cuore, napoletano... Stó’ tutta ‘ntenneruta e ‘ndusiasmata... Napule d’’e ccanzone s’è scetata!”
L’Oro di Napoli
A 1.600 kilómetros de Barcelona, en línea aérea con destino Aeropuerto Capodichino o desde Roma –vía Girona en un vuelo económico– con un trayecto posterior en tren, el viajero encontrará la región de la Campania, al sur de Italia; cuando alcance a ver las faldas de un volcán manso pero capaz de sepultar en el año 79 d.C. a toda una ciudad, hallará la ciudad de Nápoles, enclave afortunado, rodeado de tesoros abiertos ante los que sólo cabe rendirse y alargar la mano. Para muchos la ciudad más bella de Italia, Nápoles es, por sus inmensos contrastes, una ciudad difícil de definir, casi imposible; adjudicarle un solo calificativo sería una traición. Nápoles nos legó esas baladas románticas y appasionatas que popularizaron Pepino di Capri o Massimo Ranieri, la pizza napolitana, el ragú (carne con tomate), los deliciosos pasteles calientes sfogliatelle, pero también las piezas teatrales del Gran Eduardo de Filippo, el cine de Totó, el mayor cómico italiano cuyo rostro preside tiendas de souvenirs, pizzerías y pesebres compartiendo aplausos con Vittorio de Sica, el café sospeso (y un vaso de agua antes, para saborearlo)
Amor en Marechiaro. Lugar célebre por sus baños, se concentran allí hoteles lujosos, palacios y ricas viviendas a escasa distancia del Castel Dell’Ovo.
y la camorra. Pero hablar de Nápoles en esos términos seria como recibir tan sólo el eco difuso de una voz, una canción de la que no se conoce autor. Lamentablemente, poco se habla de Nápoles y, si se hace, es entre estereotipos. Y, sin embargo ¡cuánto oro!, ¡cuánta riqueza arquitectónica!, ¡cuánta historia de tierra y fuego! ¡cuántas islas, ciudades y mares se reúnen entorno de la ciudad! ¿Por dónde empezar? ¿Seguir por dónde? Tarea imposible para una ciudad de grandes proporciones, que debe ser visitada a pie o en transporte público (el caos circulatorio así como los graffitis que decoran la Piazza del Plebiscito empañan ese oro convertido en vulgar hojalata). Nápoles es una ciudad que pocos napolitanos respetan y menos merecen, una reginella (princesa) que debería recuperar su esplendor pasado, convertida por muchos en una mujer pública soez. Pero si el viajero alza la vista del pavimento de sus calles descubrirá el resplandor del sol. En episodios, como el film que De Sica dirigió en 1954 como homenaje a Nápoles cuyo título me sirve para esta crónica fastuosa y decadente, contemos y descubramos dónde hallar el oro puro.
El Palacio Nacional, en la Plaza del Plebiscito, junto al Teatro Carlos y la Basílica de San Francesco de Paola constituyen el triunvirato más lujoso y bello de la ciudad.
1. La Piazza del Plebiscito. La Basílica de San Francesco di Paola, cuyas puertas sirven de portería a los muchachos futboleros compite en belleza con el Teatro de San Carlo y el Palacio Real, cuya escalinata de honor abre uno de los tesoros más codiciados: el pequeño Teatro de Corte, la Capilla Real y estancias repletas de porcelanas, relojes, tapices… Detrás, la Biblioteca Nacional (abierta al público). Dando la espalda a la iglesia de San Ferdinando se halla la Galería Humberto I, fascinante decorado de hierro y vidrio, majestuosa cúpula dorada que define una de las imágenes más memorables de la ciudad. 2. Por Via Toledo, la calle comercial por excelencia, se llega a los quartieri spagnoli, los barrios españoles, una sucesión de calles empinadas, hacinadas, estrechas, donde se halla el Nápoles más popular, más vivo y mediterráneo, que el cine ha divulgado frecuentemente, donde hay que escuchar a sus gentes líricas, gestuales en su lengua partenopea (el dialecto napolitano) y atender a su hospitalidad de vecinos.
La Galería Humberto I (1887-90) con techumbre de hiero y vidrio, pavimento de mármol es uno de los lugares preferidos por los napolitanos para sus paseos señoriales.
3. Llegados a la Piazza Dante el visitante debe desplazarse a su derecha hasta perderse por el barrio de Spaccanapoli, donde palacios e iglesias (casi tantas iglesias como en Roma) rivalizan en riqueza de mármoles y pinturas y permiten descubrir la Nápoles supersticiosa, la ciudad devota que reza en Santa Chiara o en el Gesu Nuevo, pero cuya ironía se descubre entre los artesanos de pesebres que son legión –políticos decapitados codeándose con pastor y ángeles, Niños Jesús de aureolas luminosas o hologramas del Cristo Crucificado que abre y cierra los ojos al paso de los curiosos–. 4. El litoral desde el barrio de Chiapa hasta Castel Dell’Ovo y Marechiaro, barrios residenciales, hoteles de lujo de la Nápoles millonaria, hasta el fantasmal Palacio de Donna Anna (1642). Desde allí, pueden tomarse los barcos hasta las islas de Ischia y de Prócia –doblones de oro– o seguir por la costa –altamente recomendable– y detenerse en el Anfiteatro Flavio en Pozzuoli y en la Piscina Mirabilis de Bacoli, adonde llegaban las
El Anfiteatro Flavio de Pozzuoli creado en tiempos de Vespasiano es visita obligada para reencontrar con un pasado que viene al encuentro en cada rincón o camino de Nápoles.
aguas conducidas por el acueducto que atravesaba la ciudad subterránea (visitables aún los refugios de la segunda guerra mundial). 5. El Museo Nacional de Capodimonte (con una exposición de Caravaggio) y el Museo Arqueológico Nacional, donde se expone las esculturas del Toro Farnese, de Agripina, del perturbador Antinoo, o los hermosos Dióscuros y donde el Gabinete Secreto guarda pinturas y esculturas de carácter marcadamente erótico, son sólo dos de los muchos espacios reservados a la historia del arte cuya visita se hace necesaria para comprender la riqueza de una civilización extraordinaria. 6. Herculano y Pompeya, ciudades destruidas por la irrupción del Vesubio. Conocer Pompeya significa cinco horas a pie deambulando por entre restos de magníficas mansiones –la Villa de los Misterios, el Templo de Apolo, las Termas del Foro, la Palestra, el Anfiteatro,
Nápoles vive un profundo sentimiento religioso no exento de ironía. Las figuras del pesebre conviven con políticos decapitados en el barrio de Spaccanapoli. No lejos de allí revive una particular “Roma” felliniana con la misa de difuntos en el cementerio de Poggioreale.
etc. etc.– que nos devuelven al lujo y esplendor de la Roma de las artes, de la cultura destruida en apenas una horas y de la que quedan las esculturas abrazadas de los que perecieron. 7. Imprescindibles: Ísquia con sus termas y manantiales, oasis de salud, y Capri –masificaciones turísticas, baño de famosos en temporada alta– donde destaca la Cartuja de San Giacomo o las posesiones del emperador Tiberio en Villa Jovis mucho más interesantes que sus carísimas tiendas de lujo. Regresando a Nápoles, dejando atrás Pompeya empieza el ensueño de las villas y de las ciudades de la costa Amalfitana: desde Positano hasta Sorrento –para volver una y otra vez como susurra la canción– pasando por Ravello, Amalfi y Atrani, nos quedan los paisajes viejos del Decameron de Boccaccio, villas de pescadores sacados del sombrero del mago, hoteles con vistas para adinerados turistas y ambientes románticos para todos los públicos de generoso corazón.
“’O Surdato ’Nnammurato”..una de las más bellas napolitanas… o el “Soldado de Nápoles que vas a la guerra” del género chico, puede aparecer en cualquier momento, a paso ligero, en mitad de los jardines en el elegante barrio de Chiaia.
Pero el oro de Nápoles, más allá de sus trofeos más valiosos está guardado en innumerables rincones que el viajero, sacudiéndose la prisa enfermiza, el estruendo de una ciudad histriónica, debe hallar para su disfrute y su memoria; un tesoro inacabable guardado, con humildad, por los Dioses de hace dos mil años, que anhela ser descubierto con el respeto e incluso la devoción que merece lo único.
por Alexis Racionero
Clint Eastwood La pureza de un clรกsico
Hace ya muchos años, allá por los años sesenta, un tipo alto y desgarbado se convirtió en el último héroe del western, un género que llegaba a su ocaso con producciones de bajo coste rodadas en Almería por Sergio Leone, a las que llamamos spaguetti western. En ellas, el protagonista era un hombre sin nombre, apodado El Bueno, que vestía un raído ponche mejicano y mascaba tabaco. Era un tipo duro, seco. Parco en palabras. Su fama como pistolero le llevó a convertirse en el contundente inspector Harry Callahan, que lo encumbró en la industria de Hollywood. Eastwood, que en 1968 había fundado su propia productora, Malpaso, inició así una carrera como cineasta que alternaba el papel de estrella de la rentable saga de Harry con la dirección de películas como la excelente “Escalofrío en la noche” (1971) o “Infierno de cobardes” (1973). Pero en ese momento, a muy pocos le importaban sus pinitos como director, eclipsados por la alargada figura del fascista inspector Callahan, que ejercía el rol de justiciero de la noche como un macho que recurre a sus propios métodos frente a la inoperancia burocrática y legal del cuerpo de policía. Callahan impone su justicia con la fuerza de su Mágnum 44, saltándose cualquier tipo de norma.
Eastwood quiso ser músico de jazz antes que cineasta, oficio al que llegó casi por accidente cuando fue fichado para la serie “Rawvide”. Por aquel entonces Clint se las daba de amigo de Ronald Reagan e intentaba emular su carrera política, llegando a ser alcalde de la localidad de Carmel, el lugar más selecto de la costa californiana. Sin embargo, el Eastwood director ya empezaba a dar muestras de un estilo propio, asentado sobre las lecciones de sus maestros Sergio Leone o Don
Sin duda, la consagración de Eastwood como director llegó con “Sin Perdón”, un western crepuscular que reinventaba el género, desmitificando al duro jinete pálido para presentarlo como un anciano abatido que se revuelca entre los cerdos.
Siegel, con films que rezumaban aires de clasicismo, un excelente sentido de la puesta en escena, un tempo pausado y una gran capacidad para la dirección de actores, como demuestra en “Bird” (1988), un homenaje a Charlie Parker, a quien tanto admiró en su adolescencia. Eastwood quiso ser músico de jazz antes que cineasta, oficio al que llegó casi por accidente cuando, cumpliendo el servicio militar, fue fichado para la serie de televisión “Rawvide”. Más tarde, el cine le ha permitido convertirse en compositor de las partituras de sus films, casi siempre inspiradas en sonoridades jazz de corte muy intimista e interpretadas al piano por el propio Eastwood. Al frente de su productora, consiguió rodearse de un equipo de colaboradores fijos, entre los que destacan Lennie Niehaus –su maestro musical– y un elenco de actores que incluye nombres como Gene Hackman o Morgan Freeman. Sin duda, la consagración de Eastwood como director llegó con “Sin Perdón”, un western crepuscular que reinventaba el género, desmitificando al duro jinete pálido para presentarlo como un anciano abatido que se revuelca entre los cerdos. En este film, todos los roles estaban invertidos, siendo el sheriff el más villano y los delincuentes, como Bob el inglés (Richard Harris), los seres más entrañables. Formalmente, Eastwood consolidaba su rol de último clásico del cine con posiciones de cámara estáticas, encuadres muy trabajados y un sentido del montaje pausado al que el gran público ya no estaba acostumbrado.
Eastwood consolidaba su rol de último clásico del cine con posiciones de cámara estáticas, encuadres muy trabajados y un sentido del montaje pausado al que el gran público ya no estaba acostumbrado.
Eran muchos los que a la salida del cine decían: “Qué lenta…” “Buff no pasa nada en toda la película…” Desde entonces, parece que Clint Eastwood, como su personaje de William Many en el tiroteo final de “Sin Perdón”, ha desenfundado el cañón de su cámara lúcida para desmitificar todo lo que se pone a su paso, convirtiéndose en el mejor analista crítico de la sociedad americana. Ahí están obras maestras como “Mediodía en el jardín del bien y del mal” (1997), “Ejecución Inminente” (1999), “Mystic River” (2003) o “Million Dollar Baby” (2004), todas ellas dotadas de un espíritu progresista y crítico ante la sed de venganza fruto del 11S, la eutanasia o la pena de muerte. Normalmente, Eastwood renuncia a participar como actor en los films que dirige, pero en algunas películas, como “Los puentes de Madison” (1995), se atreve a mostrar su vejez como recurso dramático en un cálido melodrama sobre el amor en la fase otoñal de la vida. De este modo, el uraño inspector Callahan ha conseguido transformarse en uno de los cineastas más sensibles de Hollywood, ofreciendo inmensas lecciones de humanidad con cada película que estrena.
…con la cámara nos ha mostrado que es capaz de contar mucho con muy poco. Esa es la pureza de un clásico que no necesita del artificio de los efectos especiales, ni de las prisas del cine actual o la grandiosidad de una trama argumental En el díptico formado por “Banderas de nuestros padres” y “Cartas desde Iwo Jima”, Clint Eastwood se aproxima a la guerra para contar las mentiras de la historia o para humanizar al enemigo y examinar las consecuencias de una derrota. Si, en los años ochenta, había rodado “El sargento de hie-
rro” (1986), film que el Pentágono quiso vetar por el realismo de un militar que insultaba y maltrataba a sus cadetes, pero que en conjunto podíamos ver como una apología del ejército, en “Cartas desde Iwo Jima” Eastwood llega a plantear temas tan controvertidos como la deserción, la insubordinación o el suicidio como situaciones propias de una contienda. Clint Eastwood no ha dejado de ser parco en palabras pero con la cámara nos ha mostrado que es capaz de contar mucho con muy poco. Esa es la pureza de un clásico que no necesita del artificio de los efectos especiales, ni de las prisas del cine actual o la grandiosidad de una trama argumental para entretener, dado que su intención es realizar un cine con mensaje, comprometido con su tiempo, y que a su vez sea capaz de captar el interés del espectador. Eastwood lo logra mediante un lenguaje propio, desde esa madurez que recuerda a viejos maestros como John Ford o Houston.
¡Quién iba a decirnos que aquel pistolero desalmado se convertiría en el último clásico y en uno de los mejores directores del cine americano de nuestros tiempos! Esta sencillez y austeridad es la que permite escenas tan intensas como la aparentemente intrascendente conversación entre Tim Robbins y Sean Penn en el porche de su casa, cuándo éste último sospecha que el primero ha matado a su hija (”Mystic River”), o la visita del veterano entrenador al hospital donde su aprendiz de púgil se debate entre la vida y la muerte (”Million Dollar Baby”). En ambas habla el silencio y comunican las miradas, conducidas por la pureza de un director que, a sus setenta y cinco años, parece que todavía tiene muchas cosas que contar. ¡Quién iba a decirnos que aquel pistolero desalmado se convertiría en el último clásico y en uno de los mejores directores del cine americano de nuestros tiempos!
Du Zhenjun Día nacional. De la serie Supertorre, 2010. Francia / China. © Du Zhenjun
Hou Hanru, uno de los comisarios más influyentes del panorama artístico según varias publicaciones interna cionales, presenta en PHotoEspaña 2011 El poder de la duda, una muestra de 55 obras de producción reciente (entre 1998 y la actualidad) entre fotografías y vídeo instalaciones de 16 artistas de once países. La exposición parte de la idea de que el arte y los ar tistas de hoy, como el mundo en sí, están globalizados. A través de los medios digitales –desde imágenes fijas y en movimiento hasta Internet– indagan acerca de la naturaleza de la realidad y de la verdad, generando con sus obras más suspense y dudas que conclusiones. Esta idea es aún más tangible en lugares con trans formaciones sociales intensas, sobre todo en aquellas sociedades que se ven obligadas a caminar hacia un mundo globalizado aparentemente abierto y liberado que, en cambio, impone de forma violenta ficciones de felicidad y paz, aplanando la realidad. Las obras de El poder de la duda expresan la necesi dad de la duda en la manera de ver, de recordar y de comunicar el mundo real oscilando una vez más entre verdades espectaculares y ficciones dramatizadas. Sus autores, procedentes en su mayoría de China y Europa del este –lugares donde se viven cambios drásticos del comunismo al capitalismo– y del Sudeste Asiático y África– que transitan entre la memoria postcolonial y los conflictos geopolíticos– defienden las dudas y deseos colectivos de sus sociedades, a la vez que realizan amplias búsquedas artísticas e intelectuales.
El poder de la duda puede verse en el MUICO. Museo Colecciones ICO hasta el 11 de septiembre .
el poder de la duda
Nedko and Dimitar Solakov El abismo con advertencias (o c贸mo convencer a mi hijo de que es un nombre peligroso para un club de m煤sica y de que tampoco tengo amigos (instalaci贸n detalle), 2011 漏 Nedko and Dimitar Solakov
Dan Perjovschi El dibujo de cada día, 2009 Cortesía: el artista y La Viennale de Lyon. © Dan Perjovschi
Dinh Q Lê Pishkun del mar de China Meridional, 2009 Cortesía:© el artista, PPOW Gallery, New York, y Shoshana Wayne Gallery, Santa Monica © Dinh Q Lê
Shahzia Sikander Doblando los cañones(Still), 2009 © Shahzia Sikander
Jiang Zhi Las cosas se volverían increíbles una vez sucedieran, No. 2, 2006 © Jiang Zhi
Pak Sheung Chuen Viajar sin experiencia visual, 2010 Fotografía: Guangdong Museum of Art. Cortesía of Mr. William Lim. © Pak Sheung Chuen
Sun Xun 21 g (Still) Cortesía del artista Sun Xun y Shanghart Gallery. © Sun Xun
Tsang Kin-Wah El tercer sello. Ya son viejos. Ya no existen, 2009 Š Tsang Kin-Wah
Wangechi Mutu Dama repetida, 2010 CortesĂa Victoria Miro Gallery, London. Š Wangechi Mutu
Wong Hoy Cheong Piscina. De la serie Cr贸nica del crimen, 2006 漏 Wong Hoy Cheong
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