LA CRISIS DE LAS IDEAS EN PLATÓN.
Tamara Giner Chanzá.
Todos los aspectos de la filosofía platónica giran alrededor de la Teoría de las Ideas. Ante esto, el hecho de que al final de su trabajo se viera obligado a modificarla, ¿alteró de alguna manera su entramado filosófico? ¿En qué sentido? Algunas voces hablan de fracaso en tanto que al final de su vida se dio cuenta de que algunos elementos de su teoría eran insostenibles. Sin embargo, Platón esforzó en corregir y modificar aquellos elementos para perfeccionar su entramado filosófico. Es, por tanto, interesante, ahondar en el análisis de este giro que reflejaría, especialmente, en el diálogo del Parménides. La teoría de las Ideas constituye el eje central del desarrollo del pensamiento platónico. En ella van implícitos todos los problemas planteados por el pluralismo de los pitagóricos, el movilismo de Heráclito y el monismo estático de los eléatas. Trata de superar con ella la antítesis entre lo uno y lo múltiple, lo móvil y lo inmóvil, lo contingente y lo necesario, lo relativo y lo absoluto, el ser y el no-ser. Con esta teoría pretendía dar una respuesta a los grandes problemas del ser, de la ciencia y de la verdad, salvando por una parte la multiplicidad real de las cosas y la realidad del movimiento, pero buscando a la vez el fundamento del ser, de la verdad y de la ciencia en objetos fijos, estables y absolutos por encima de la movilidad, la impermanencia y la contingencia de las cosas del mundo que perciban los sentidos. La influencia de Heráclito se hizo notar en Platón respecto al convencimiento de la imposibilidad de hacer ciencia sobre lo móvil, impermanente y contingente; por el contrario, solamente en lo fijo, estable y permanente podría hallarse ciencia. Ante esto, Platón creyó encontrar y formar conceptos universales a los que dotó de una realidad ontológica en el llamado Mundo de las Ideas, que reunían todos los atributos de la ciencia, y que constituía el espacio más elevado de conocimiento, y es que la Teoría de las Ideas establecía una clara y perfecta analogía entra la realidad y el conocimiento. De esta forma, la realidad quedaría dividida en dos mundos, distintos y contrapuestos. Por una parte, el mundo superior, invisible, eterno e inmutable de las Ideas, y por otra, el universo físico, material, sujeto a cambio y a la mutación. Se trataba de mundos contrapuestos en tanto que perfecto e imperfecto. Ahora bien, ¿cómo se relacionaban ambos mundos? ¿Cuál era su vínculo? Las Ideas son causas de las cosas: aunque ellas sean el auténtico ser, Platón, a diferencia de Parménides, no negará toda realidad a lo que se da a los sentidos (mundo sensible); lo sensible, aunque ontológicamente 1