Koreana - Autumn 2013 (Spanish)

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Oto ño 2013

Cultura y arte de Corea

ESP EC I AL

Patios y Jardines

sum 2012 Tovo l. 22, 26 Nn-ºo 3. 2 Ot o ñmoer2013 mo

Patios y jardines; Mi patio; Jardines interiores en los apartamentos; Patios de casas tradicionales antiguas

ISSN 1225-4606

To mo 22, Nº- 3

Patios y Jardines Cómo los coreanos conviven con la naturaleza


DIRECTOR EDITOR EJECUTIVO EDITORES CONSEJO EDITORIAL EDITOR ASOCIADO DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA

Yu Hyun-seok Zeon Nam-jin Javier Castañeda Kim Un Kyung Bae Bien-u Elisabeth Chabanol Han Kyung-koo Kim Hwa-young Kim Moon-hwan Kim Young-na Koh Mi-seok Song Hye-jin Song Young-man Werner Sasse Lim Sun-kun

DIRECTOR ARTÍSTICO Lee Duk-lim DISEÑADORA Lee Young-bok, Kim Ji-hyun COMPOSICIÓN Y DISEÑO Kim’s Communication Associates

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Cultura y arte de Corea Otoño 2013

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“La tarde” de Chang Uc-chin, óleo en lienzo, 42 x 32 cm, 1985

Carta de los editores

El concepto coreano de jardín

Cada número especial de Koreana ofrece una cobertura en profundidad de un aspecto específico de la cultura y las artes de Corea, a nuestros lectores de todo el mundo. Los autores –invitados en calidad de expertos en sus respectivos ámbitos- analizan un tema o particularidad concreta desde diversos puntos de vista, para que nuestros lectores puedan incrementar su comprensión de Corea, así como de su gente y su cultura. Para cada especial, la redacción considera posibles temas hasta que elige uno en concreto, que finalmente es remitido a la Junta Editorial para su aprobación. Una vez que el tema resulta seleccionado, ese grupo de autores se reúne para intercambiar sus puntos de vista y definir el enfoque de los respectivos artículos, en un esfuerzo por presentar el tema de forma integral y profunda. Muy a menudo, se organiza un viaje en grupo para que los autores, fotógrafos y editores, puedan inspeccionar in situ los lugares referentes al tema a tratar, y realizar entrevistas a personas interesantes o relacionadas con dicho tema.

Por las características de este especial, “Patios y jardines: Cómo los coreanos conviven con la naturaleza”, estas salidas resultaron de un valor incalculable. Concretamente, el grupo visitó antiguas casas tradicionales coreanas en la Isla de Daebu, Yesan, Asan, Nonsan, Jeongeup, Hamyang, Yangdong y Cheongdo, en espacios repartidos por cinco provincias. El guía para nuestro viaje de tres días fue el Sr. Cho-hwan Jeon, un carpintero especializado en arquitectura tradicional coreana, y autor del artículo “Patios de las casas tradicionales coreanas”. Tan apretado itinerario nos hizo ir de un lado para otro en constante movimiento; maravillados por las ingeniosas ideas y conceptos de los que diseñaban y usaban los espacios exteriores de las casas antiguas, cada una con una enriquecedora historia. Esperamos que nuestros lectores puedan disfrutar de los artículos y las fotos resultado de estas visitas, y también compartir la riqueza de la herencia que transmiten. Javier Castañeda y Kim Un Kyung Editores


eSpecial Patios y jardines

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eSpecial 1

Patios y jardines

Han Kyung-koo

eSpecial 2

Mi patio

Suh Hwa-sook

eSpecial 3

Jardines interiores en los apartamentos

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Kim Yoo-kyung

eSpecial 4

Patios de casas tradicionales antiguas

Cho Jeon-hwan

eSpecial 5

El elegante jardín de un antiguo poeta en plena naturaleza

Heo Gyun

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focus

Sungnyemun desde su restauración hasta hoy

Kim Chang-hee

Crítica de arte

‘Jiseul: los años inacabados II’ La película indie que aborda la esperanza tras una trágica masacre

Heo Young-sun

Escenario Global

Nah Youn-sun, diva del Jazz, abraza el mundo a través de la música

Seo Jeong Min-gap

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Enamorado de Corea

Vu Thi Ly, madre del pequeño Psy: “El sueño de mi hijo es mi sueño”

Kim Dae-o

En el camino

Jokbo : Sagas familiares y retazos de historia nacional

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Kim Hak-soon

Libros y más Charles La Shure

“Las Voces del Cielo”

Los valores confucianos y la guerra: conmovedora novela autobiográfica de una autora coreana-estadounidense

“Magnolia y loto: selección de poemas de Hyesim” Poemas del maestro Zen para hallar la verdad de un vistazo

“Programa Sejong para becarios de Corea” Cursos online del idioma coreano para estudiantes de secundaria de Estados Unidos 62

Koreana ı Otoño 2013

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opiniÓn desde la lejanÍa

El kimchi y las aceitunas. O crónica del pájaro que da vuelta al mundo

Gonzalo Soriano

Entretenimiento

¡Ha vuelto Cho Yong-pil!

Lim Jin-mo

Estilo de vida

Reasentarse en Jeju para escapar de la agotadora vida de la gran ciudad

Lee Jin-joo

Jornadas de literatura coreana

Purga de la violencia Uh Soo-woong Geun-won, así tal cual Paik Ga-huim

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[ eSpecial 1 Patios y jardines ]

Patios y jardines

¿Por qué el jardín tradicional de Corea será tan diferente de los jardines dotados de un orden geométrico de la Europa moderna o los impecablemente estructurados de China y Japón? ¿No se deberá acaso a la forma tan distinta que tenían estos pueblos en cuanto al uso del espacio residencial?

Han Kyung-koo Antropólogo cultural y profesor de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Nacional de Seúl | Suh Heun-gang Fotógrafo

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radicionalmente, cuando los coreanos construían una casa, no se esmeraban en crear hermosos jardines como sus vecinos chinos o japoneses. Tanto los plebeyos y gente de clase baja, como los ricos y poderosos, dejaban un espacio vacío el patio delantero de sus casas. Apisonaban la tierra y procuraban que no hubiera piedras o hierbas, para mantener el suelo limpio y liso. Esto no quiere decir que en Corea no hubiera jardines de concepto universal. Prueba de ello son los hermosos jardines con un profundo significado filosófico y simbólico, como Sosoewon en Damyang y Buyongdong en la Isla Bogil (ver Especial 5), que muestran el alto nivel de la jardinería de los tiempos de Joseon. Sin embargo, estos ejemplo son una excepción. Los coreanos comunes y corrientes solían trabajar más para mantener sus patios impecables y libres, en vez de llenarlos con amplios y espectaculares jardines.

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Una habitación más de la casa El patio era la cara de una casa tradicional coreana. La novela “Fuego de espíritu” de Choi Myeong-hui alude a un patio “tan bien apisonado y suave, que uno no se ensuciaría los pies aunque estuviera descalzo”. Es porque alguien lo barrió “como si se lavara su propio rostro”. El patio-cuarto -llamado así porque el patio era considerado y tratado como una habitación más de la casa- “igual de suave y fragante que la cara de Chun-hyang”, al que se refiere el poeta Seo Jeong-ju en ‘El mito del Paso Jilma’, era un importante componente de las casas tradicionales de Corea; como las habitaciones con sistema de calefacción para el suelo o las de piso de madera. Siendo un espacio transicional y amortiguador al mismo tiempo, el patio cumplía una gran variedad de funciones. A veces era aprovechado como un espacio exterior y en otras ocasiones, como un espacio interior de la casa, según la estación o los eventos de Cu l tu ra y a rte d e Co re a


la familia. En un momento dado podía ser el patio de recreo de los niños y el área de trabajo de los peones; y poco después ser cubierto con un toldo y utilizado como una habitación para fiestas y ceremonias a los ancestros. Allí también se secaban hierbas o pimientos y se almacenaban granos; mientras que en verano la familia lo usaba para colocar una mesa y sentarse a su alrededor a cenar y compartir una sandía. E incluso algunos se quedaban dormidos en él tras una larga y amena conversación. Si alguien de la familia se casaba o se moría, el patio era el lugar en que se recibía a los invitados o a las personas que venían a dar el pésame. Cuando salía la primera luna llena del año, según el calendario lunar, el rito del “caminar sobre el dios de la tierra”, durante el que se hacían sonar gongs y tambores para venerar al dios protector de la casa, alcanzaba el clímax con los participantes aplastando el patio. Y era también éste el lugar donde se llevaba a cabo la ceremonia final para Koreana ı Otoño 2013

Patio de las habitaciones de los hombres en la antigua casa de Jeong Yeo-chang, ubicada en Hamyang; la mayor parte del espacio se dejaba vacío, y sólo ajardinaban algunas partes, como el jardín de rocas bajo la elevada terraza abierta al paisaje circundante.

despedir a los espíritus y los fantasmas que habían sido invocados. Así, el patio era un espacio de trabajo, ocio, religión y fiesta así como un espacio de producción y almacenaje. Por sus múltiples utilidades, la palabra coreana madang -que significa patio- se emplea hasta el día de hoy para denominar a los sitios donde se organiza un evento, así como a los escenarios sobre los cuales se realizan actuaciones de artes tradicionales como el pansori -canción narrativa- y la danza de las máscaras o talchum. Asimismo, este término se usa para designar a las personas con mucho talento y un amplio círculo de amistades madangbal , siendo pie el significado de bal, la última sílaba.

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Los coreanos contemporáneos, que viven en grandes ciudades, parecen sentir la necesidad de tener algo de naturaleza en su entorno, ya sea en sus casas o en los parques urbanos. De hecho, los esfuerzos por tener la naturaleza cerca en cualquier espacio posible, ya sea dentro o fuera de sus hogares, se perciben en todos los complejos de edificios residenciales. Un espacio que deliberadamente se deja vacío Así, para los coreanos el patio no era precisamente un espacio exterior. Tampoco era un lugar que se decoraba con miniaturas o imitaciones de la naturaleza. En suma, el patio no era un jardín. Sin embargo, la gente sí cultivaba flores en los arriates al pie de los muros alrededor de la casa o tras las habitaciones de las mujeres, así como en los huertos del patio trasero. ¿Por qué los coreanos no se habrán esforzado en tener bellos

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jardines? ¿Habrá sido por las enseñanzas confucianas, que estrictamente restringían y criticaban la extravaganza de la clase dominante? ¿O porque preferían que los árboles y las flores crecieran naturalmente y eran reacios a podarlos o darles formas artificiales? ¿Será ésta también la razón por la que el jardín tradicional de Corea es tan diferente de los jardines dotados de un orden geométrico de la Europa moderna, o los impecablemente estructurados de China y Japón? ¿No se deberá acaso a la forma tan distinta que Cu l tu ra y a rte d e Co re a


Patio de las habitaciones para las mujeres en la antigua casa de Yi Sang-ik -1848-1897, conocida bajo el pseudónimo de Geonjae- ubicada en Asan, en Chugcheong del Sur. En la zona junto a las habitaciones para las mujeres, el patio es un lugar concebido para realizar las tareas del hogar. Se plantaban flores y árboles delante de la baja pared al fondo del patio. Hay una piedra de molino y un buen sitio para sentarse frente a la cocina; y también un lugar donde poner a secar al sol los pimientos rojos.

pobre y débil, o a la nobleza y al estrato de ricos y poderosos. Todos podían divisar las montañas desde sus casas y encontrarse con el agua cristalina de los valles en los bosques tras una breve caminata. Así de fácil era sentir la naturaleza. ¿No será por ello que preferían disfrutar del vacío, dejando el patio libre de todo, en vez de construir un jardín en sus casas?

tenían estos pueblos en cuanto al uso del espacio residencial? ¿O será porque era difícil acumular la riqueza suficiente como para crear grandes y espectaculares jardines, a partir de una economía basada en el cultivo del arroz? ¿No sería mejor considerar que más bien se debe a la forma tan distinta que tenían los coreanos de concebir y usar el espacio? ¿No será que entonces no era necesario tener un jardín en casa, cuando a tan solo unos pasos había magestuosos parajes naturales de los que disfrutar? ¿No será que optaban por construir casetas en un hermoso entorno natural y gozar de su ambiente en libertad, en vez de intentar reproducir o construir una naturaleza artificial en un espacio que pudiera ser aprovechado con fines residenciales o agrícolas? Hasta las postrimerías del siglo XX, en Seúl apenas vivían unos 200.000 habitantes; y la ciudad estaba rodeada de montañas y bosques. No importaba que uno perteneciera a la clase plebeya Koreana ı Otoño 2013

Del patio al jardín Sin embargo, los coreanos contemporáneos ya no pueden gozar de ese tipo de ocio. La población seulita es aproximadamente de 10 millones de habitantes y más del 80% de la ciudad está urbanizado. Con la repentina afluencia de personas que vinieron a la capital, la ciudad se expandió y se distanció de la naturaleza; y hoy los coreanos están casi obsesionados por tener aunque sea un rincón verde en sus hogares o en el centro metropolitano. A medida que avanzaba la industrialización, el patio perdió su función como espacio de producción y almacenaje, convirtiéndose rápidamente en jardín. Los amantes de las casas tradicionales coreanas sostienen que el patio vacío que acoge los rayos solares por la tarde, genera un efecto iluminador en la casa, al tiempo de servir como regulador de temperatura con el fresco viento que sopla desde el patio trasero. Pero actualmente, las amas de casa de la ciudad se dedican a embellecer sus jardines con césped, flores y árboles. Así, hoy en día muchos hogares cuentan con encantadores jardines. Este es el caso de quienes viven en una casa con patio. No obstante, gran parte de los coreanos residen -por motivos de conveniencia- en apartamentos que no cuentan con un patio propiamente dicho. Se dice que el 50% de la población seulita, y más del 60% de las personas que viven en Daejeon y Busan, vive en apartamentos u otro tipo de edificios residenciales; y muchos de ellos cultivan mini-jardines en sus pisos. Tienen plantas en macetas, en verandas, e incluso en pasillos, escaleras y vestíbulos. Hasta es posible percibir el trabajo de sus manos cuidadosas en los arriates entre los edificios de apartamentos. En el pasado, los coreanos dejaban libre el patio de sus casas e iban personalmente a montañas o ríos para sentir la naturaleza. Pero los contemporáneos que viven en la gran ciudad, perciben la urgente necesidad de contar con algo de naturaleza en sus casas o en los parques urbanos. En este contexto, en cada complejo de edificios residenciales se percibe un esfuerzo por introducir algo natural en diversos espacios, tanto dentro como fuera del hogar. Ojalá que la sabiduría de los antiguos coreanos, que eran conscientes de la belleza del vacío, sea tomada en cuenta y no sea olvidada en este proceso. (Traducido por Joo Hasun)

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[ eSpecial 2 Patios y jardines ]

Mi patio Al igual que muchas otras mujeres que trabajan, he vivido una vida muy agitada y desordenada. Pero pese a una vida tan bulliciosa, si tuviera que mencionar las mejores cosas que he hecho, serían el haber dado a luz a mis tres hijos y comprar esta casa. Aquí, en el patio, las flores constantemente nacen y se marchitan, desde la primavera hasta el otoño. Suh Hwa-sook Periodista, diario Hankook Ilbo | Ahn Hong-beom, Ha Ji-kwon Fotógrafos

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Vivo en una casa del barrio seulita de Buam-dong Buam-dong se sitúa justo detrás del Palacio Gyeongbok, el palacio principal de la Dinastía Joseon. Al estar rodeado de hermosos paisajes, los aristócratas de aquellos tiempos se construían casas de verano en este barrio, mientras que las damas de la corte salían a lavar la ropa en las aguas de su valle. También aquí se fermentaban los bloques de soja para preparar doenjang (pasta de soja). En esta zona se ubicaba a su vez la agencia pública encargada de suministrar papel a la familia real, utilizando para ello el agua cristalina del valle en las faldas del monte Bugak, por donde se extienden las murallas que delimitaban el borde de la capital de Joseon, entonces llamada Hanyang. La Puerta Jaha -cuyo nombre oficial es Puerta Changui- era parte de esas murallas y una de las cuatro entradas secundarias a Hanyang, y sigue conservando el aspecto que tenía en la época de Joseon. Buam-dong es asimismo el barrio ubicado detrás de Cheong Wa Dae, la actual residencia presidencial de Corea, que se encuentra cerca del Palacio Gyeongbok. Es también el lugar donde se produjo un sangriento tiroteo entre policías y espías armados de Corea del Norte -que se habían infiltrado en el Sur- en un intento de asesinar al presidente Park Chung-hee en 1968. La Puerta Gwanghwa, que era el centro de la antigua Seúl, está apenas a unos 30 minutos a pie desde Buam-dong. También es un barrio internacional, donde no es difícil encontrar a turistas extranjeros que caminan con un mapa por sus calles, desde que la telenovela ‘Coffee Prince’ -rodada en 2007 en este lugar- se emitiera exitosamente en Japón, Taiwán, Hong Kong, Tailandia, Filipinas y Malasia. Con la modernización de Seúl, altos edificios fueron erigidos por toda la ciudad. Sin embargo, Buamdong se mantuvo al margen de esa ola modernizadora, gracias a su ubicación en una colina empinada. Por eso los edificios aquí son principalmente edificios residenciales no muy altos y también casas, lo que es bastante infrecuente en Seúl. Además, existen bosques y valles a una escasa distancia. Debido a todo esto, el barrio lleva desde hace mucho tiempo el sobrenombre del "Seúl, que no es Seúl". Al estar a unos 190 metros sobre el nivel del mar, en Buam-dong la temperatura promedio es más baja que en el centro de Seúl. El invierno pasado, cuando la temperatura se hundió hasta 17 grados bajo cero, aquí el mercurio registró 20 grados bajo cero. Generalmente la diferencia entre las temperaturas de Buam-dong y el centro seulita es de dos grados. Y al ser un lugar más frío que otros en invierno y con casas viejas, la vivienda era relativamente barata aquí.

La autora Suh Hwa-sook –en el centro- se relaja en el patio trasero de su casa con sus vecinas de Buam-dong, cuando el crepúsculo tiñe las crestas de la montaña. Al fondo, el monte Bukhan.

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El sueño de tener una casa con patio Yo nací en el campo, en la provincia de Gangwon. Me mudé a Seúl cuando tenía siete años, y las casas en las que he vivido desde entonces son el espejo de los cambios sociales producidos en Corea. Cuando mi familia apenas llegó a Seúl, vivimos en una casa tradicional coreana de diseño más moderno, de las que se construyeron en masa durante el periodo colonial japonés. Posteriormente, nos mudamos a una casa muy pequeña de una sola planta y mal construida en un barrio pobre. A mediados de los 70, empezamos a vivir en una de esas casas de dos pisos carentes de patio que proliferaban en aquella época, ya que los ambientes residenciales ocupaban la mayor parte del terreno. En 1983, me mudé a un edificio de apartamentos de gran altura. Y a partir de entonces hasta finales de 2007, a excepción de unos dos años, viví en distintos apartamentos, solo cambiando de barrio. Los apartamentos son la forma de vivienda más común en Seúl. Pero pese a haber vivido tanto tiempo en ese tipo de espacio, no podía acostumbrarme a ellos. Nunca los percibí como un hogar, sino como un mero lugar para dormir. Para mí un apartamento sin patio, donde poder cultivar las flores y pisar la tierra, no era lugar para vivir. Todos mis parientes estaban satisfechos de vivir en apartamentos. Es más, cada vez que les decía que quería mudarme a una casa con patio, me miraban con ojos serios y trataban de convencerme de que desistiera de la idea. Incluso, querían asustarme, enfatizando lo trabajoso que sería cuidar de una casa, lo difícil que sería su reventa y que terminaría arrepintiéndome. Al final, al llegar a mediados de mi treintena, decidí alquilar una casa y viví allí durante dos años. Mi intención era probar y entonces decidir si comprar o no una casa, si ese periodo de prueba resultaba grato. Eso fue cuando mis hijos aún eran pequeños. La experiencia, tal y como había imaginado, fue maravillosa. Mis hijos, cuyo único entretenimiento previo era

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tras sustituir las viejas ventanas -que dejaban pasar las corrientes heladas de viento- por otras nuevas, y colocar cortinas. No obstante, el frío no desapareció del todo. Aquí el invierno llega antes que al centro de la ciudad, y la época de floración empieza al menos 15 días más tarde. En lo que a la economía familiar se refiere, el que haga frío en la casa implica mayores gastos de calefacción. Aun así, soy feliz. Tan feliz que a veces me pregunto cómo es posible sentir tanta felicidad. Si tuviera que mencionar las mejores cosas que he hecho, serían el haber dado a luz a mis tres hijos y comprar esta casa. Aquí, en el patio, las flores constantemente nacen y se marchitan desde la primavera hasta el otoño. La alegría de vivir en una casa con patio En invierno, los fines de semana me despierto muy tarde; pero Traté de olvidar mi decepción de no poder vivir en una casa de cuando llega la primavera, por la mañana me levanto muy tempraverdad viendo propiedades en venta. No tenía intención de comno, pues quiero salir al patio lo antes posible. Cuando cae la noche, prar una, pero iba a las agencias inmobiliarias como si realmenlamento tener que irme a la cama y dejar el patio. ¿Que si hago algo te tuviera planes de adquirir una casa. Claro, si hubiera aparecido especial en el patio? No. Solo lo cruzo de un lado a otro para conuna de precio asequible, tal vez hubiera terminado comprándola. templar las flores, cuyo aspecto cambia cada día. Cuando nacen nuevos capullos de las plantas o emergen brotes aquí y allá, me agaInvito a mis amigos y vecinos a mi patio sin un motivo especial, cho frente a ellos y me quedo observándolos diciendo que quiero regalarles flores o hacer una fiesta con flodurante largo tiempo. Luego, retiro la maleza del césped y podo las plantas que han crecires. Cuando vives en un apartamento, a menos que uno esté do demasiado. Si el pronóstico del tiempo dice totalmente dispuesto a exponer a otros su espacio más íntimo, es que va a llover, traslado los árboles o siembro nuevas semillas. Y si descubro tardíamente difícil tener invitados en casa. En cambio, el patio, aunque sigue que algunas plantas que deben crecer en la sombra están expuestas al sol, las trasplanto siendo un espacio privado, no es un ambiente tan íntimo como el al lugar que les corresponde. En este espacio interior de tu casa. Por eso, desde que tengo patio, resulta mucho -de unos 160 metros cuadrados aproximadamente- veo las mismas plantas todos los días, más fácil y más conveniente invitar a los vecinos. pero la experiencia es siempre nueva. la televisión y los videojuegos, empezaron a corretear por el patio. Cavaban huecos en la tierra y reunían ramas de árboles para hacer fuego. Asábamos patatas en una hoguera que improvisábamos en el patio, y en invierno nos deslizábamos en trineo cuesta abajo, hasta la casa de nuestros vecinos. Pero esa vida no duró mucho. Cuando la crisis financiera asiática golpeó Corea en 1997, mi esposo se quedó sin trabajo. y ya no podíamos darnos el lujo de vivir en esa casa, y a la vez mantener el apartamento que estaba a nuestro nombre. Así, regresamos al apartamento.

Pero todas las que vi eran demasiado caras o demasiado pequeñas para una familia de seis personas. Aun así, cada vez que tenía un poco de tiempo libre, daba paseos por los barrios adyacentes al Palacio Gyeongbok. Estos barrios, a diferencia del moderno Gangnam, eran más de mi gusto, con sus casas viejas y un ambiente que parecía haberse quedado anclado en la década de 1970. Mi interminable búsqueda de una casa cerca del Palacio Gyeongbok finalmente me llevó hasta el monte Bugak y a Buamdong, donde -como ya dije anteriormente- las casas eran más baratas en comparación a cualquier otro barrio en Seúl. Allí, podía comprarme una casa con un amplio patio, elevando ligeramente mi presupuesto. Así fue como conseguí una casa construida en 1977, una casa con patio. En nuestra casa hace mucho frío en invierno. Tanto que aún dentro tenemos que ponernos abrigos. Al principio, nos sentíamos como si estuviéramos en una carpa plantada en mitad del desierto; máxime al compararlo con el confort que teníamos en el apartamento, donde podíamos andar con ropa de manga corta aún en las épocas de más frío. La situación mejoró,

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Mi jardín se prolonga hasta el monte Bukhan Si bien en las casas de verano de los ricos, los jardines tradicionales de Corea imitaban la naturaleza tal y como se veía en las montañas, en las casas particulares eran más bien un patio despejado que se barría todos los días, y solo albergaba unas cuantas flores o árboles como albaricoqueros, bambúes, peonías, granadas y lirios. Pero a esas pocas especies, los habitantes de la casa les atribuían un significado propio. El albaricoquero y el bambú simbolizaban la integridad de un erudito; y la peonía la riqueza y el honor; mientras que la fertilidad estaba representada por la granada, y el nacimiento de un hijo varón por el lirio. En la acacia se plasmaban los deseos de conseguir un cargo en la administración pública, y el mirto simbolizaba el amor fraternal; los cuales se plantaban por lo general cerca de la puerta principal o tras los muros de la casa. Otra 1, 2 Patio de la casa de Hahn Moo-sook, en Myeongnyun-dong, en Seúl; donde la difunta novelista Hahn Moo-sook escribía sus novelas. Adopta la típica forma de una casa de estilo coreano moderno, con una plaza que rodea el patio central. Cu l tu ra y a rte d e Co re a


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característica de las casas particulares del periodo de Joseon era que todas tenían huerto. En la sociedad de Joseon, profundamente arraigada en el confucianismo, no sólo leer libros era considerado tarea de erudito; sino también labrar la tierra como una forma de autodesarrollo. De este modo, los jardines y patios de las casas particulares no servían para impresionar. Eran un espacio práctico. Mi jardín no es un jardín tradicional coreano. El patio que siempre quise tener no era ese patio solemne de estilo confucianista, sino una combinación de las colinas solitarias que había visto en mi infancia, y un jardín chino rebosante de flores multicolor. Por eso y durante seis años -desde que empezamos a vivir en esta casa- fui transformando lentamente el patio para darle el aspecto que yo quería. Planté flores, pero evité colocar rocas ornamentales. Y, para recrear las colinas solitarias, cubrí de césped la elevación formada en la parte superior del garaje. Lo que pude percibir fue que el primer propietario de esta casa, al construirla en 1977, debió tener gustos similares a los míos. Dejando la casa en el centro, plantó un cerezo al este del patio y un albaricoquero al oeste. Las flores de ambos árboles, de un bello color rosado, son tan hermosas como las nubes o los atardeceres primaverales. Su expropietario también cubrió el patio con césped y sembró peonías aquí y allá. Eso es al menos lo que me contó uno de mis vecinos. Entre esas flores, también fueron plantados magnolias blancas, membrillos japoneses rojo brillante y azaleas en tonos morado-claro. Pero, después de que el primer propietario vendiera la casa en 1996 al fracasar su negocio, el segundo propietario pavimentó con cemento el patio trasero y levantó una red para practicar golf. Cuando yo compré la casa, aún pude ver que el patio delantero estaba tan descuidado, que solo un trocito del patio cerca de la puerta principal conservaba el césped. Los árboles seguían con vida; sin embar-

go, lo que mayormente inundaba el patio eran malas hierbas sobre tierra seca. No había peonías y del cerezo, tan solo quedaban unas ramas secas sin hojas. A pesar de todo, yo estaba muy contenta porque el patio era amplio y tenía árboles viejos. Desde el patio trasero, era posible disfrutar de una vista panorámica del monte Bukhan; mientras que la pequeña colina que se hallaba más próxima a la casa, se teñía de rosado en la primavera gracias a las flores de cerezo. Originalmente los jardines tradicionales coreanos no eran arreglados en exceso, pues su filosofía se basaba en el llamado “concepto del paisaje prestado”, que consistía en considerar como jardín propio la naturaleza existente en los alrededores. Conforme a este concepto, mi jardín llega hasta el monte Bukhan.

Cuidar el jardín Desde el verano en que firmé el contrato de compraventa hasta el invierno siguiente en que nos mudamos, a menudo visité la casa -que estaba vacía- para cuidar el jardín. Arrancaba la maleza e iba sembrando césped en el patio despejado, y regaba con frecuencia. Unos meses después, el césped empezó a crecer y a cubrir el patio. Un día, estaba sentada en el patio delantero, cuando vi una gruesa rama entre las hierbas y la maleza. La sacudí pensando que podría ser una raíz podrida, pero no pude retirarla. A la primavera siguiente, en ese mismo lugar, florecieron unas hermosas peonías. Y ese verano, el árbol en la parte occidental del patio empezó

1 Patio de una casa en Pyeongchang-dong, en Seúl, que utiliza la base del monte Bukhan como muro natural. 2 Una pareja de ancianos siembra un huerto en la esquina de su patio en Yeoju, en la provincia de Gyeonggi. 3 Patio de una casa en Gunsan, en la provincia de Jeolla del Norte.

© Womansense

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a absorber agua, y sobre sus ramas unas flores de color blanco abrieron sus pétalos. Era un árbol de cerezo. Las peonías sembradas a lo largo del sendero que da hacia la puerta principal de la casa, también empezaron a recobrar vida. Increíblemente, parecía que las plantas reaccionasen a la voz de quien las mimaba. Y una vez que tuve el patio, apareció un montón de gente que quería regalarme flores. Unos me llamaban para que personalmente fuera a por ellas; mientras que otras me venían a visitar con el maletero de sus coches llenos de flores, y las plantaban en mi patio con sus propias manos. El dueño de una pequeña tienda del vecindario -que solía cultivar un jardín en un terreno vacío- me permitió trasladar las peonías y los lirios amarillos que él tenía en dicho espacio a mi patio, cuando la agencia de planificación urbana del Ayuntamiento de Seúl decidió convertir dicho terreno en un parque de estacionamiento. Y también obtuve grandes cantidades de semillas de clubes de aficionados al cultivo de plantas. Incluso mi padre me trajo algunos narcisos, y hasta yo misma compraba flores del mercado.

Desherbar, una forma de meditación Algunas flores eran increíblemente hermosas, pero desaparecieron después de dos años; mientras que otras se volvieron más resistentes cada año, hasta el punto de ser indomables. Algunas recobraban la vida bajo el sol, tras estar a punto de morir en la sombra. Y en cambio otras murieron al no poder soportar el sol abrasador o el duro invierno. Gracias a los pájaros que tiraban sus semillas en mi patio, rosas multicolor y flores de cornejo de Japón, florecieron por doquier. Si veo que tengo muchas de una especie, las comparto con mis vecinos. Y una vez que termina el invierno y regresa la época de floración en una nueva primavera, paso a salu-

dar a mis vecinos y, si veo que tengo alguna flor rara, les invito a que vengan a verla. Entonces comemos y bebemos juntos. Lo bueno de tener un patio es que muchas veces invito a mis amigos y vecinos sin un motivo especial, sólo les digo que les quiero regalar flores, o hacer una fiesta con flores. Cuando se vive en un apartamento, a menos que uno esté totalmente dispuesto a exponer a otros su espacio más íntimo, es difícil tener invitados en casa. En cambio, el patio, aunque sigue siendo un espacio privado, no es un ambiente tan íntimo como el interior de tu casa. Por eso, desde que tengo patio, resulta mucho más fácil y conveniente invitar a mis vecinos. Pero el jardín es también un espacio de meditación. Desde Robert Louis Stevenson (1850-1894), Herman Hesse (1877-1962), hasta Diane Ackerman (1948)... escritores de diferentes periodos, países y géneros, han reconocido lo adictivo que es la tarea de desherbar. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de cuidar un jardín sabrá que este trabajo manual, que demanda que uno se mantenga en cuclillas durante horas, puede ser tan divertido que incluso puede hace perder la noción del tiempo. Muchos habrán experimentado la misteriosa sensación de que sus penas y preocupaciones desaparecen de pronto, mientras realizan esa misma tarea monótona durante horas. Para aquellos que se esmeran en el cuidado de jardines, es común incluso percibir esos breves paseos entre las plantas, como todo un peregrinaje capaz de purificar la propia vida. En el chamanismo coreano, se dice que cuando las personas mueren, sus almas viajan sobre pétalos y entran en un mundo lleno de flores. Es cierto: aspiramos a un mundo así de hermoso; así que no hay razón para no cultivar un jardín en esta vida. (Traducido por Joo Hasun)

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Jardín en la azotea cultivado por el vecino del último piso. Es un jardín secreto al que solo puede accederse a través de una puerta corredera ubicada en la parte superior del edificio.

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[ eSpecial 3 Patios y jardines ]

Jardines interiores en los apartamentos Kim Yoo-kyung Periodista | Ahn Hong-beom Fotógrafo

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a gente que cultiva plantas y flores por afición, o como parte de su vida diaria, no dejan de hacerlo por el hecho de vivir en un complejo de edificios residenciales. Disfrutan cuidando las macetas y creando todo un jardín en sus balcones, para ambientar a su manera ese espacio sin personalidad. “Me siento feliz cuando lo primero que veo al despertarme por las mañanas son las flores”. “Siento los cambios estacionales mediante las plantas. Es especialmente embriagador cuando los primeros brotes levantan su cabeza en la primavera, y cuando las hojas se tornan rojas y amarillas en otoño”. Comentan Jeon Young-ok y Lee Kyu-hee, ambas amas de casa, que poseen cientos de macetas con plantas y flores en el edificio de apartamentos y bloque de viviendas en los que viven, respectivamente. Para ellas, las plantas son su compañía en la vida, pues requieren de su cuidado. Sus familiares también gozan de esos momentos en la terraza, desde donde divisan el panorama de la ciudad, mientras están sentados bajo una sombrilla rodeados de macetas. Para tener flores en un apartamento u otro tipo de vivienda sin un ambiente exterior, lo mejor es cultivar plantas en macetas, ya que son fáciles de trasladar y no son complicadas de cuidar. Por eso, hay personas que podría decirse que consumen las plantas, ya que compran varias con capullos en época de floración y las tiran cuando se marchitan. En realidad, uno se harta hasta de las plantas, por muy hermosas que sean sus flores y por mucho color que den al limitado espacio de un apartamento. Lo que hay que recordar en este contexto es que el cultivo de plantas y flores va más allá del disfrute visual. Es todo un ritual cuyo objetivo es seguir el proceso de cómo se transforman con el tiempo y la atención de quienes las cuidan, en una perfecta representación de la belleza. La maceta es también un importante elemento estético. Las plantas que estaban sembradas en una maceta cualquiera, recobran la vida cuando son trasplantadas a otra que realza sus encantos. Las macetas de cerámica, confeccionadas sin mucho esmero, se quiebran fácilmente después de atravesar un severo invierno. Por eso hay quienes se dan el lujo de buscar macetas cada vez más caras, de mejor calidad y perfectas para sus plantas. No obstante, cultivar plantas en macetas no es una tarea sencilla. Aunque sean pequeñas en dimensión, las macetas requieren la misma cantidad de atención que un jardín. No hay planta que florezca sin esfuerzo. Todas necesitan ser cuidadas los 365 días del año. Desde que se renueva la tierra de la maceta en la primavera, hay que nutrirla con fertilizantes, proteger la planta contra insectos nocivos, y podarla para perfeccionarla visualmente. Incluso las plantas que crecen en las verandas de los apartamentos necesitan de la mano de alguien dispuesto a acercarse a ellas silenciosamente -a las dos o las tres de la madrugada- para deshacerse de las babosas que carcomen los brotes que apenas abren su cabeza sobre la tierra. Sin ese alguien, las plantas perderán la savia y la oportunidad de florecer, así como su encanto. “Arrancar las plantas y cambiarlas de maceta con tierra nueva… Estas tareas hacen olvidar el trivial estrés de la vida urbana. Las flores que abren sus pétalos con alteza después de todo ese proceso, son en sí una existencia sublime”. “Aunque sea por un momento, siento que convivo con la naturaleza. Son flores que me dieron esperanza cuando estaba en la desesperación”. Koreana ı Otoño 2013

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“Arrancar las plantas y cambiarlas a una maceta con tierra nueva… Estas tareas hacen olvidar el trivial estrés de la vida urbana. Las flores, que abren sus pétalos con alteza después de todo ese proceso, son en sí una existencia sublime. Estas hermosas flores cultivadas con mis propias manos son como una carta de amor para mi mujer”.

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“Siento una tranqulidad plena con tan solo mirar a estas macetas”. Así expresan las mujeres que cultivan plantas y flores como pasatiempo en sus casas, lo que sienten al realizar dicha tarea. Sin embargo, éste no es un hobby exclusivo del género femenino. La flor no es propiedad exclusiva de las mujeres. Prueba de ello es la existencia de muchos hombres que igualmente disfrutan cultivando plantas como el empresario Kim Jung-hoon, quien confiesa: “Estas hermosas flores cultivadas con mis propias manos, son como una carta de amor para mi mujer. Pero, a veces mi esposa se muestra totalmente desinteresada en ellas”. También hay oficinistas que sienten curiosidad por todo lo relacionado con los árboles, o militares enamorados de las flores. Para todas estas personas, el Instituto Botánico Hyorim del profesor Choi Byung-cheol de la Universidad Konkuk, fallecido en 2012, es un espacio de comunión y amena tertulia. Este lugar alberga cientos de plantas en macetas, que el catedrático cuidó con esmero durante 40 años. Todas ellas -desde pinos que tienen más de 600 años, hasta azucenas silvestres- son la representación de una solemne y hermosa fuerza vital. El Instituto era también el lugar donde el profesor Choi Byung-cheol ofrecía conferencias en vida. Aún el público que solía asistir a sus charlas, recuerda que sus palabras fueron un mensaje sobre la belleza; además de ser un libro vivo de conocimiento sobre técnicas de cultivo, requisitos para elegir una buena planta de maceta y secretos para desarrollar el sentido estético para apreciar el atractivo de los árboles. Jeon Hae-soon, directora de una guardería de niños, empezó a cultivar plantas tras visitar hace unos años el Instituto Botánico Hyorim, y sentirse conmovida por la hermosura de las viejas macetas. Actualmente, la educadora se esmera en mostrar bosques y flores a los niños de la ciudad. You Jeong-su, es un ama de casa que dice que el profesor Choi Byung-cheol le enseñó que “cultivar plantas puede ser un arte”, y hasta realizó una exposición individual con sus 300 macetas para celebrar su septuagésimo cumpleaños. Dice que sus amigas del colegio pusieron cara de envidia al verla rodeada de tanta belleza. También hay familias que decoran la veranda entera de su piso como una gran maceta y la convierten en un espacio verde. Kang Yeun-sim, que vive en la planta baja de un edificio residencial, creó una especie de jardín en su porche, ya que goza del derecho a disfrutar de un pequeño patio exterior como residente del primer piso. Al no tener en su porche mucha luz natural, Kim Yeun-sim cubrió el suelo de azulejos con escurridores y tierra envuelta con fieltro para que no se expandiera, sembró flores que pueden cultivarse en lugares sombreados y suelos poco profundos, y luego colocó plantas en macetas. Asimismo, colgó en la pared orquídeas y otras especies trepadoras, atándolas con hilo a una tabla de madera. Ahora todo el porche parece un túnel verde. Y visto desde la sala de estar, el verde de este espacio y el del patio más allá de la ventana, parecen formar una gran ola. Sin embargo, las plantas son un inconveniente a la hora de planear viajes; pues uno debe pedir a sus vecinos el favor de regarlas regularmente, si uno va a ausentarse durante largo tiempo. Kim Jung-soon, que vive en la planta más alta de un edificio, tiene una pequeña veranda y un jardín en la azotea, donde las flores abren sus pétalos durante toda la época primaveral y estival. Al estar cubierta de vidrio, la veranda siempre refulge de sol. Allí, Kim Jung-soon tiene sembradas diversas clases de plantas y disfruta de las múltiples formas y tonalidades de las flores. Allí también tiene piezas antiguas, como el mortero de piedra que está colocado bajo el grifo y que sirve de recipiente de agua. En este espacio, escaleras, sillas e incluso el tendedero, armonizan como en una bella pintura con rosas, geranios, lilas y hortensias. La lechuga y los clavelitos plantados en la azotea crecen tan frondosos como la col china. “Siempre que voy a una floristería, encuentro algo para sembrar”. Así, su jardín cambia de cara entre plantas y flores que florecen y se marchitan. (Traducido por Joo Hasun) 1 Jardín de Kim Jung-soon en la azotea, quien vive en el último piso de un edificio en el centro de la ciudad. 2 Kang Yeun-sim ha convertido el patio al que tiene acceso, como residente del primer piso de su edificio de apartamentos, en un fantástico jardín que puede compartir con sus vecinos. 3 Balcón de la galería de la Fundación Arte&Diseño de Corea, concebido por el diseñador de jardines Seo Su-hyeon, donde unas cajas de flores son eficazmente utilizadas para adornar este pequeño espacio. 4 Jardín de la azotea de la Guardería Bethel de Haengdang-dong, en Seúl, donde los niños tienen la oportunidad de experimentar la naturaleza.

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[ eSpecial 4 Patios y jardines ]

Patios de casas tradicionales antiguas Soy carpintero especializado en casas tradicionales coreanas. La carpintería ha sido el negocio de mi familia durante cinco generaciones. A lo largo de los últimos veinte años, he gastado las suelas de mis zapatos recorriendo todo el país en busca de restos de antiguas viviendas coreanas. En esas viejas casas, la madera no era lo único que atraía mis ojos y mi corazón. Mi peregrinación interminable comenzó un día, tras un extraordinario despertar en el patio de un templo en plena montaña. Cho Jeon-hwan Carpintero y presidente de la empresa Eyoun Hanok | Ahn Hong-beom, Suh Heun-gang, Ha Ji-kwon Fotógrafos

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El templo Buseok se encuentra en la ladera de una montaña y cuenta con una terraza de nueve niveles. Anyangnu -o el Pabellón del confort y la gratificación- y su patio, a la derecha, están construidos en el séptimo nivel.

Los nueve patios del templo de la montaña Seguí durante un rato el empinado camino de la montaña y,

justo cuando me estaba quedando sin aliento, apareció frente a mí la segunda puerta; una puerta dedicada a los cuatro guardianes celestiales que protegen el templo. Subí las escaleras, pero por delante de mí y más allá de la puerta, solo podía ver una serie de terrazas de piedra. Sin embargo, cuando miré hacia atrás de nuevo, ya no pude observar el cerrado bosque que antes había bloqueado mi línea de visión. Al aumentar la distancia que me separaba de la montaña, pude hacerme una idea de su tamaño. Después de un

isité por primera vez el templo de Buseok en Yeongju provincia de Gyeongsang del Norte en 1995, cuando un tifón acababa de pasar por la zona. Las fuertes lluvias habían cortado el camino al templo, así que tuve que dar un rodeo a lo largo de la cresta de la montaña con los zapatos en la mano, para evitar que se cubrieran de barro. Finalmente llegué a la puerta que, con una sola columna, se presenta como la entrada principal al recinto del templo. Al entrar por la puerta, eché la mirada atrás, para experimentar la claustrofóbica vista del oscuro bosque.

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breve descanso, seguí andando por el camino y llegué hasta unas escaleras que conducían a la primera de sus magníficas terrazas de piedra. En la parte superior de las escaleras, cuando miré nuevamente hacia atrás, hallé que la penumbra verde de la montaña había desaparecido. En su lugar, el cielo azul se extendía hasta los límites de la vista. Delante de mí, el techo del Muryangsujeon -o sala de la vida eterna- el habitáculo principal donde se consagra la estatua de Buda, comenzó a desplegarse en dirección hacia el pabellón en que se hallaba la campana del templo; adornada con diversos utensilios para rituales. Seguí subiendo las escaleras –tras pasar por el pabellón de la campana- hasta llegar al Anyangnu o pabellón de la comodidad y la gratificación.

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De pronto, la sala de la vida eterna reveló su imponente fachada. Detrás de mí se extendía una vista panorámica de las montañas de Sobaek elevándose hacia el brillante cielo, liberadas por la lluvia de la bruma y el polvo. Sentí como si me hubiera golpeado en la cabeza -ya que se trataba de una cita con la vida- el aliento de la arquitectura, incomparable a cualquier cosa que jamás hubiera visto antes. El impacto de esta experiencia me llevó a estudiar la arquitectura tradicional coreana de forma más seria. Con el tiempo dejé mi empleo como carpintero normal -que me aportaba unos 150.000 wones al día- y me dediqué a trabajar en la restauración del Palacio de Gyeongbok, ganando sólo 38.000 wones por cada jornada. Cu l tu ra y a rte d e Co re a


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1 Un sendero conecta la puerta de entrada con las habitaciones principales de la Casa Songhwa, en Asan, provincia de Chungcheong. El patio cuenta con una belleza natural pocas veces vista en los estandarizados patios de las casas de la clase alta de la época Joseon. 2 Patio de las habitaciones interiores de la antigua casa de Chusa, en Yesan, provincia de Chungcheong. El patio rectangular está rodeado de edificios, lo que ayuda a mitigar los adversos efectos del calor del sol o las fuertes lluvias.

Y fue años más tarde cuando comprendí que la impresión que había percibido ese día, no había sido simplemente una reacción casual o meramente personal; sino el efecto de un meticuloso diseño elaborado hace más de un milenio. El templo de Buseok, construido sobre un terreno en pendiente, posee una configuración que dispone terrazas en nueve niveles. Desde la puerta de los Koreana ı Otoño 2013

Cuatro Reyes Celestiales hasta la Sala de la Vida Eterna -el principal habitáculo para la adoración- hay tres patios, cada uno de ellos dividido en tres espacios más pequeños. Al subir los 108 escalones que permiten rebasar estos patios, el visitante comienza a tener la necesidad de vaciar su mente de pensamientos angustiosos. El proceso espiritual de la mente herida -que se acerca a la utopía donde reside Buda- el proceso físico del cuerpo -que escala el empinado sendero- y el proceso estético de los ojos -que aprecian el paisaje cambiante a lo largo del camino- conforman en conjunto la experiencia única que el templo aporta a los visitantes. Todavía visito el templo de Buseok una o dos veces al año. Cada vez que voy aumentan mis conocimientos sobre el ingenioso dise-

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ño de esta construcción, con sus patios en forma de terrazas en varios niveles, cada uno con una vista diferente de las montañas de Sobaek y sus numerosas cumbres a lo largo y ancho de la cordillera. Caminando desde la entrada del templo hasta su sala principal, me doy cuenta de que el estado de mi mente y mi cuerpo crea, junto con los cambios en el entorno que rodea el templo, una novedosa impresión sobre el lugar.

Pabellones y alcobas de madera En la Dinastía Joseon no era raro que los estudiosos confucianos llevaran una vida de ermitaño en algún remoto rincón del país, donde construían una casa con un jardín en pleno bosque. Estos bonitos jardines del siglo XV también se crearon para los pensamientos, las sensibilidades y las funciones; así como para que la combinación de estos factores pudiera alcanzar reconocimiento. Algunos ejemplos destacados incluyen el Gyosujeong -o pabellón de la educación- en Hamyang y el Doksujeong -o pabellón de la defensa solitaria- en Damyang, creados respectivamente en los jardines de Jo Seung-suk y Jeon Sin-min, partidarios de la derrumbada dinastía Goryeo que eligieron vivir como ermitaños, en lugar de cooperar con los fundadores del recién nacido Estado de Joseon. Estos dos pabellones sirvieron como modelo para otras estructuras similares que proliferaron en los alrededores de la zona, a los pies del monte Deogyu y el monte Mudeung; y en última instancia llevaron a la creación del Soswaewon -o jardín de la mente pura- uno de los mayores jardines de los antiguos literatos Joseon que aún sobreviven hoy. Este estilo arquitectónico también influyó en la construcción de espacios residenciales, y evolucionó hacia la alcoba elevada de madera o “numaru”, adjunta por lo general al edificio principal de la habitación de los hombres, en las casas tradicionales de clase alta. La antigua casa de Jeong Yeo-chang en la villa de Gaepyeong, ubicada en la región de Hamyang, también tiene una de estas alcobas de madera, en la que el dueño de la casa se sentaba con sus invitados para debatir sobre filosofía neoconfuciana o sobre asuntos políticos. Junto al costado este de la habitación de los hombres,

se encuentra el mejor lugar para apreciar la montaña de roca en miniatura; un elemento paisajístico tradicional instalado en una esquina del patio. Esta montaña de roca es un clásico en su género, que suele ser tomada como modelo por los arquitectos modernos de casas tradicionales coreanas. Además, dos pinos que se erigen junto al muro proyectan, con sus retorcidas y caprichosas ramas, sombras frescas sobre la alcoba de madera. En el pasado la alcoba cumplía una función similar a la del pabellón en un jardín. En este lugar, el maestro podría recibir y agasajar a sus invitados, que disfrutaban de la poesía y las canciones entre la belleza del paisaje circundante. Dado que la alcoba era el centro de todas las actividades, el resto del patio junto a la estancia de los hombres podía quedar placenteramente vacío.

Convivir en armonía con la naturaleza Los coreanos veían al ser humano y a la naturaleza en una relación de convivencia, en lugar de observar a esta última como un objeto del primero. Cuando se construía una casa, por tanto, en primer lugar se analizaban las características geográficas del lugar; sobre todo la forma de las montañas próximas y la dirección del río que fluyera en sus inmediaciones. La perspectiva de las montañas a través de las ventanas, era un factor muy importante a la hora de determinar la orientación de la vivienda. Cada casa tenía un lugar desde el cual se podían disfrutar diversas vistas de un mismo entorno, a través de varias ventanas abiertas, orientadas en diferentes direcciones. Cualquier persona allí sentada, podía contemplar el lejano paisaje que se extendía más allá de las paredes, así como escenas de la vida cotidiana del patio y el interior de la habitación, todo al mismo tiempo. Estos característicos puntos de vista, se combinaban para despertar ciertas imágenes en la mente del espectador. Dado que el paisaje en sí estaba concebido como parte de la naturaleza, no se hacía intento alguno por cambiarlo. En vez de ello, las personas ajustaban el tamaño y la orientación de las ventanas, a fin de enmarcar este paisaje a su antojo. Por otro lado, modificaban frecuentemente las vistas de los elementos más

Cada casa tenía un lugar desde el cual se podían disfrutar diversas vistas de un mismo entorno, a través de varias ventanas abiertas, orientadas en diferentes direcciones. Cualquier persona allí sentada, podía contemplar el lejano paisaje que se extendía más allá de las paredes, así como escenas de la vida cotidiana del patio y el interior de la habitación, todo al mismo tiempo. Estos característicos puntos de vista, se combinaban para despertar ciertas imágenes en la mente del espectador. 22

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La terraza elevada de las habitaciones principales de la antigua Casa Myeongjae en Nonsan, en Chungcheong del Sur, domina no sólo el patio adyacente, sino también todo el pueblo.

próximos, añadiendo objetos decorativos a los elementos funcionales de la casa -como paredes o chimeneas- e introduciendo árboles, rocas de formas extrañas y plantas en el patio, entre otros. Estos elementos de jardinería eran seleccionados no solo por su valor estético, sino también por sus implicaciones simbólicas. Situada en la localidad de Gyeongju, la vivienda llamada Dongnakdang -o casa del placer solitario- es el paradigma de una casa construida aprovechando al máximo el entorno natural. Yi Eon-jeok (1491-1553), el eminente erudito confuciano de la dinastía Joseon Koreana ı Otoño 2013

del siglo XVI, residió en esta vivienda durante muchos años, después de renunciar por razones políticas a un puesto de funcionario de alto nivel. Nombrada por el erudito como un modo de celebrar la alegría de la soledad, la casa se situaba junto al arroyo originado en el monte Jaok, para crear el ambiente de una residencia alejada de la montaña; y la seguridad de sus moradores estaba garantizada por una doble pared que delimitaba el recinto. En esta misma casa, Yi Eon-jeok desarrolló teorías neoconfucianas relativas a la vida contemporánea de Corea que se diferenciaban de las originales chinas; teorías que posteriormente fueron transmitidas por Yi Hwang, quien las convirtió en toda una corriente filosófica. La distribución de la casa y su patio, tan lógica como para per-

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mitir a sus moradores disfrutar de cerca la naturaleza virgen, sigue la línea de las ideas filosóficas del propietario, al centrarse en el aspecto racional del neoconfucianismo, en lugar de enfocarse en el espiritual. A día de hoy, casi 500 años después de su construcción, aún pueden leerse las ideas e intenciones de Yi en la forma en que la casa fue edificada, al reflejar su visión sobre la relación entre los seres humanos y la naturaleza. Una de las características más interesantes de esta hermosa casa de campo es una abertura en la pared con un enrejado vertical. Esta sencilla oquedad, parece romper el ambiente de invulnerabilidad creado por una fuerte muralla compuesta por barro y elevadas pilas de tejas. La pared, que ostentaba la función esencial

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de prevenir el acceso de extraños a la casa, también conectaba a sus moradores con el entorno circundante, en vez de aislarles del exterior. Gracias a esta hendidura, sólo con abrir la ventana de la sala principal ya era posible disfrutar de las refrescantes vistas que ofrecía el arroyo. Aunque las casas típicas de la época solían tener una habitación en alguno de los lados de la sala principal, no sucedía así en este caso, a fin de no bloquear la visión del arroyo. Hay un lugar en Bukchon –o villa del norte”- en Seúl, que ofrece una impresión similar. Bukchon, un barrio de pequeñas casas tradicionales con patio, es una especie de isla rodeada por compactos bloques de rascacielos. En este barrio hay una pequeña casa llamada Mumuheon –o “casa de la nada”- que se sitúa en la esquina Cu l tu ra y a rte d e Co re a


de un callejón en la zona de Gahoe-dong, y que presenta el mismo tipo de abertura con enrejado vertical en la pared. Como la casa se encuentra en una esquina, dos de sus caras dan al callejón: por un lado se sitúa la puerta de entrada a la casa, y en el otro lado está la pared con la abertura. Es habitual ver al dueño de la vivienda regando las plantas a través del enrejado. Es como si la casa desplegara su corazón a través de dicha oquedad, por lo que no debería causar vergüenza mirar a través del enrejado y tomar contacto visual con alguien que está en el patio. Como versión moderna de este tipo de muros en Dongnakdang, esta pared y su pequeña ventana, parecen dar vida a un callejón tranquilo.

Los patios de las casas familiares En el pasado, el típico hogar de las familias de clase alta tenía cuatro patios: uno en las dependencias del servicio, donde se llevaban a cabo las tareas de agricultura y mantenimiento; otro en los aposentos del maestro, donde recibía a sus invitados y celebraba las ceremonias familiares; el tercero en los cuartos interiores, donde la señora de la casa llevaba a cabo diversas tareas del hogar; y por último el patio trasero, donde la chimenea escalaba a lo largo de la pared del fondo, y sobre una plataforma reposaban las vasijas de barro con salsas y condimentos en su interior. El patio en particular, se cuidaba exhaustivamente para sacar el máximo partido a las características topográficas del lugar -plantando árboles e instalando macizos de flores elevados o en terrazas- por lo que incluso en los cuartos interiores se podía disfrutar de agradables perspectivas con solo echar un vistazo más allá de sus puertas traseras. La antigua casa de Myeongjae en Nonsan, es la típica vivienda de la clase alta de la Dinastía Joseon. Myeongjae es el seudónimo de Yun Jeung, el célebre erudito del siglo XVII, y esta casa fue construida para él por sus fieles alumnos. En un intento de ir más allá de los límites del neoconfucianismo, que elevó los valores absolutos de todas las cosas en el universo, Yun Jeung apoya la teoría de que la mente se identifica con la razón, por lo que su casa también refleja esta cosmovisión filosófica. Incluso el diseño de los patios

revela la atención a las necesidades de los moradores por parte del arquitecto. Por ejemplo, aunque en los cuartos interiores el patio está rodeado de estructuras y paredes, la composición permitía que la señora de la casa estuviera al tanto de lo que sucedía en cada rincón. En la Dinastía Joseon hombres y mujeres ocupaban espacios independientes, por lo que las actividades de la señora de la casa se limitaban principalmente a los cuartos interiores. En la casa Myeongjae, sin embargo, las estructuras y otros elementos se dispusieron de manera que ella pudiera realizar un seguimiento de todo cuanto entraba y salía de los aposentos del maestro. El patio de los cuartos interiores también proporcionaba un acceso directo a los almacenes -para una mayor comodidad de las criadas que trabajaban en la cocina- y su diseño garantizaba la circulación del aire y el drenaje del agua de lluvia. La pequeña pared en el borde del patio y el enebro, ocultaban a la perfección los cuartos interiores de la vista de los invitados masculinos que frecuentaban los aposentos del maestro. Además, las ventanas de la sala principal de la casa, se abrían a la extensa vista del patio con sus hermosas flores y sus vasijas de barro dispuestas sobre la plataforma. Los antiguos aposentos del maestro poseen una alcoba elevada con vistas a todo el pueblo, que se ubica en el lado oeste, y el espacioso patio, alberga un estanque con una montaña de roca en miniatura y un pozo.

Un patio construido con un toque de ciencia La vieja casa de Chusa -seudónimo del calígrafo Kim Jeong-huiera el hogar de la princesa Hwasun, hija del rey Yeongjo de Joseon y hogar que habitó después de casarse con Kim Han-sen, erudito y bisabuelo de Chusa. La casa fue una obra magistral de carpinteros de la corte pero, como a día de hoy solo se conserva la mitad, es difícil saber cuál era el aspecto del conjunto de la finca. Sin embargo, es un gran paradigma de las casas de la clase alta del siglo XVIII, con sus elegantes estructuras tanto en las dependencias exteriores como interiores. En concreto, los cuartos interiores, donde vivía la princesa,

1 Plataforma de vasijas de barro y granero del patio trasero de Seobaekdang –o la Casa de los Cien Escritos- en Yangdong, Gyeongju, en Gyeongsang del Norte. Este histórico pueblo ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 2 Dongnakdang –o la Casa del Placer Solitario- ubicada cerca de la Academia de Oksan en Gyeongju, se aposenta junto a un arroyo y un frondoso bosque. Sentados en su sala principal podemos ver a Han Kyungkoo –derechaprofesor de antropología que escribió el prólogo para este número especial de patios coreanos y jardines, y a Cho-hwan Jeon, carpintero y autor de este artículo.

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muestran la típica configuración en forma cuadrada con patio en el centro. Cuando el sol de verano se proyecta sobre las tejas de la parte alta de los edificios, sus rayos elevan la temperatura del suelo, creando una corriente ascendente. Entonces, cuando se abre la ventana que da al patio trasero, la brisa fresca de los árboles que se hallan en la parte posterior de la casa penetra hacia el interior, expandiendo el aire limpio por toda la casa y aliviando así el calor. Esto se puede comparar con el proceso de montar a un caballo salvaje, en cuanto a que el patio interior funciona como un dispositivo que doma la fuerza -muchas veces violenta- de la naturaleza. Así, el viento del exterior se convertía en una suave brisa que garantizaba que la casa estuviera perfectamente ventilada,

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transformando el bochorno del día en un calor suave durante la noche; a la vez que el exceso de agua de lluvia se drenaba fácilmente en el estanque. Sin embargo, aunque en cualquier patio vacío la arena gruesa ofrece las mejores condiciones para el drenaje, por alguna razón desconocida, esta casa restaurada tiene su patio interior cubierto de grava.

Epílogo Desde que me inicié en el oficio de carpintero a la edad de 15 años, dando continuidad a la empresa familiar, he trabajado en la reconstrucción del patrimonio cultural yendo de un sitio a otro. Con el tiempo, sin embargo, mis preferencias se han orientado más a Cu l tu ra y a rte d e Co re a


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1 Patio visto desde la terraza elevada de las habitaciones principales de la antigua casa de Jeong Yeo-chang, en Hamyang, en Gyeongsang del Sur. La ventana ofrece un agradable marco para contemplar un viejo pino y unas rocas de montaña en mimatura. 2 Pabellón próximo al arroyo en Dongnakdang –o la Casa del Placer solitario- en Gyeongju. Desde el pabellón predomina una amplia panorámica del agua que fluye y los densos bosques.

la construcción de viviendas para personas, que a la restauración de los palacios de antiguas dinastías. Me he dedicado a la construcción de casas tradicionales coreanas para la gente de hoy y, para mí, las antiguas viviendas que se han conservado durante siglos siempre han sido una valiosa fuente de inspiración. Recientemente he llevado a cabo investigaciones sobre las Koreana ı Otoño 2013

casas antiguas que sobreviven en una isla frente a la costa oeste de Corea. Estas desvencijadas residencias han permanecido abandonadas durante 15 años, después de que un nuevo puente conectara la isla con la plataforma continental, creando una ola de especulación inmobiliaria. Debido a las limitaciones geográficas de la isla, estas casas no son grandes ni elegantes. No obstante, he aprendido mucho sobre la arquitectura tradicional y el paisaje al visitarlas, medirlas y documentarlas. Ahora las viviendas están a punto de ser demolidas, y me preocupa mucho. Antes de que sea demasiado tarde, espero poder contribuir a revitalizar esas antiguas formas de vida, que promueven la convivencia entre los seres humanos y la naturaleza. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández)

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[ eSpecial 5 Patios y jardines ]

El elegante jardín de un antiguo poeta en plena naturaleza La isla de Bogil está a una hora en ferry de la llamada “aldea del fin de la tierra” -ttangkkeut maeul - en Haenam, el punto más al sur de la península de Corea. Yun Seon-do, un eminente poeta de la dinastía Joseon del siglo XVII, creó un jardín exquisito en esta pequeña isla, donde vivió después de renunciar a la administración pública. El jardín del poeta, que refleja su refinado sentido de la estética y una fértil imaginación -que se revela en la fusión de elementos naturales y artificiales en un todo sin fisuras- es la más elevada expresión de un jardín tradicional coreano. Heo Gyun Director del Instituto de Arte Folclórico de Corea | Ahn Hong-beom, Suh Heun-gang, Ha Ji-kwon, Lee Dong-chun Fotógrafos

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Desde la antigüedad, los coreaun Seon-do (1587-1671), tamnos han considerado a la naturalebién conocido bajo el seudónimo za como un objeto que merece el Gosan, funcionario civil y poeta en mayor respeto y aprecio; en lugar de pleno ecuador de la era de la dinastía ser un espacio que necesita ser vigiJoseon, renunció a la administración lado de forma constante o excesipública en 1638 y se retiró a la isla de vamente ornamentado. El jardín de Bogil en el Condado de Wando, proBuyongdong es un ejemplo represenvincia de Jeolla del Sur. Esto sucetativo de tan singular visión; al igual dió un año después de que el rey Injo que los jardines de las villas rurales capitulara ante el emperador Taizong de la nobleza de Joseon, como el de de la dinastía Qing de China. Yun se Soswaewon en Damyang y el jardín había opuesto a una rendición humide Imdaejeong en Hwasun, también llante y, cuando presenció a su rey 2 en la provincia de Jeolla del Sur. postrado de rodillas frente a los inva1 Seyeonjeong, pabellón del jardín de los bosques de Yun Seonsores, no pudo contener su amardo, en la isla Bogil. 2 Buyongdong visto desde la pequeña casa, Dongcheon Seoksil, en la ladera opuesta. go resentimiento. Con el objetivo de Seyeonjeong: Escenario principal renunciar al mundo, abandonó la de indulgencia artistica capital para instalarse en la isla de Jeju. Sin embargo, en su camiSeyeonjeong o “el pabellón de la limpia naturaleza”, se ubica no se detuvo en un puerto en la isla de Bogil, cuyo paisaje maraen el centro del jardín de Buyongdong. El término Seyeon -que villoso le cautivó. De este modo, pasó los siguientes 30 años en la literalmente significa “limpiar la naturaleza”- viene a la mente de isla, hasta su muerte a la edad de 85 años. forma habitual para referirse a un paisaje tan puro y agradable, que pareciera que se ha lavado con agua limpia. Sin embargo, se supone que la naturaleza siempre se encuentra en un estado de pureUn jardín que complementa la Naturaleza za, por lo que no necesita limpieza alguna. Más bien son los seres En la isla de Bogil, Gosan creó el jardín de Buyongdong a lo largo humanos quienes necesitan deshacerse de sus impurezas. Por lo de una vasta extensión de tierra dividida en tres zonas. La primetanto, sería correcto interpretar que el nombre hace referencia a ra de ellas es el Seyeonjeong o “pabellón de la limpia naturaleza”, la capacidad de la naturaleza para limpiar la mente humana. En compuesto por un conjunto de estanques naturales, plataformas este sentido, el nombre del pabellón es un reflejo de los ideales de creadas por rocas y un bosque de frondosos árboles. La segunda Gosan después de retirarse de la política y llevar a cabo sus planes zona es adyacente a la casa principal de Gosan -llamada Nakseode instalarse en una isla remota. jae o “casa de los libros alegres”- y a un arroyo cercano. La tercera Las puertas que el pabellón ostenta en sus cuatro lados se zona, ubicada en una colina frente a la casa principal, incluye una abren para mostrar las vistas exteriores. Con ello, la parte delanteamplia variedad de estructuras, como un pequeño edificio llamara ofrece el esplendor tranquilo y claro del Seyeonji o “charca de la do Dongcheon Seoksil –o “cámara de piedra” en la Tierra Santa del limpia naturaleza”; mientras que un estanque rectangular artificial taoísmo- en el que Gosan solía relajarse y disfrutar de la lectura. llamado Hoesudam o “estanque de agua circundante”, que posee Al carecer de signos de delimitación, este lugar no encaja un llamativo islote rocoso, se muestra en la parte trasera. Grandes estrictamente en la definición convencional del término “jardín”. y hermosos pinos se erigen al borde de los estanques con ramas Sin embargo, integra todos los elementos del medio ambiente, la colgando que casi tocan el agua, y una gran roca se oculta tras el naturaleza y la intervención humana; como el estanque y las rocas follaje de los arces y los enebros. Al fondo se despliegan las cumcerca del pabellón, los peces que nadan en sus aguas, los árboles bres altas y bajas de las lejanas montañas, creando una atmósfera viejos y las sombras de las hojas de otoño, así como las montaque parece de otro mundo. ñas que se levantan en el lejano horizonte y las nubes en el cielo. A los ojos de Gosan, el pabellón era un lugar para refrescar su Además, la luna que se eleva sobre un pico montañoso, los descuerpo y su mente, y encontrar placer tanto en la naturaleza como tellos de las estrellas en el cielo cuando cae la noche, el trino de en las actividades artísticas. Allí Gosan podía disfrutar de una siesta los pájaros, el sonido de los insectos y el entorno natural de la isla, solitaria en el silencio del mediodía, acariciado por una brisa fresforman parte de ese todo que es su jardín. En la cultura coreaca, y reflexionar dando vueltas a sus pensamientos bajo la plateada na, a un entorno de este tipo se le llama “jardín con montañas y luz de la luna. De vez en cuando se acercaba a recibir a los visitanríos” -sansu jeongwon - o “jardín con un bosque y manantiales” tes en el pabellón y mantenía con ellos conversaciones sinceras -imcheon jeongwon- y básicamente son espacios que muestran entre copa y copa. Al final, cuando todos estaban placenteramente una clara diferencia con los típicos jardines europeos, construidos ebrios, se sumergían en las profundidades del mundo de la poesía. en un solar delimitado y ornamentados con elementos decorativos. Koreana ı Otoño 2013

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Cuando se sentaba en el pabellón en El lugar de nacimiento de las presencia de sus niños, comenzaba el obras poéticas de Gosan espectáculo con una canción basada La poesía era una parte imporen el poema ‘El calendario del pestante de la vida para todo erudito de cador’, entonada por jóvenes músila época de Joseon. Era un modo de cos vestidos con coloridos trajes, que expresar los principios filosóficos actuaban sobre una embarcación en de la naturaleza, exponer los elevael estanque rectangular. Al ritmo de dos ideales de los filósofos antiguos la música de orquesta que sonaba en -como Laozi, Zhuangzi, Confucio y el pabellón, los bailarines llevaban Mencio- y despertar la mente ante a cabo su representación en los dos las formas del universo, la naturaleza 1 pequeños escenarios ubicados a la y los seres humanos. De este modo, izquierda del recinto. Llamados rescasi todos esos sabios habían escrito 1 Seyeonjeong es un pintoresco lugar que posee una vista panorámica del jardín. Un letrero cuelga bajo los aleros con la pectivamente “el escenario del este” al menos algunas piezas de poesía. inscripción del nombre del pabellón. 2 En el estanque Seyeonji, y “el escenario del oeste”, aquellas Las sensibilidades literarias pareun bosque de árboles de camelia con flores incipientes anuncia la plataformas elevadas se habían conscen enriquecerse con la vida en solellegada de la primavera al jardín forestal de Yun Seon-do. truido apilando rocas. Mientras tanto, dad o en el exilio. Esto se evidencia sobre una roca plana que estaba en la ladera opuesta del pabeen el hecho de que muchas de las obras maestras de la literatura llón, bailarines ataviados con trajes de mangas largas y sueltas, se coreana pre moderna, fueron producto de vidas solitarias en una movían grácilmente como si fueran hadas. ermita o en el exilio. Gosan escribió ‘El calendario del pescador’ Podría parecer que este tipo de diversiones espectaculares no -Eobu sasisa- una de las obras más importantes de la poesía cláencajaran con el estilo de vida de un asceta. Sin embargo, Gosan sica coreana, durante su vida de retiro en la isla de Bogil. Aunque creía en la filosofía de Confucio en la medida en que consideraba la durante aquél periodo escribía la mayoría de los versos en chino poesía, el canto y la danza como diferentes aspectos de la expreclásico, este poema que retrata la vida de un pescador en paz con sión artística; un hecho que arroja una luz diferente acerca de su la naturaleza, alejado del mundo terrenal, está redactado en lenactitud hacia la vida. gua vernácula coreana. En este poema el pescador no es simplemente un hombre que pesca para ganarse la vida; sino un hombre sabio que deja atrás los El estanque de Seyeon y las formaciones rocosas asuntos mundanos y vive en el corazón de la naturaleza. Dado que El estanque de Seyeon se realizó mediante la construcción de los hombres de letras de Joseon no tomaban parte en los trabajos una presa de piedras para desviar el flujo de una corriente orifísicos, y menos aún en la pesca -sino que a menudo pensaban en sí ginada en el pico de Gyeokja. A pesar de que el estanque proviemismos como “pescadores de corazón”- en el poema de Gosan el ne de la intervención de la mano humana, el paisaje no puede ser pescador puede representar al propio poeta, que había dado la espalmás natural, con sus rocas, sus plantas acuáticas que flotan en la da al mundo y vivía en la naturaleza disfrutando de la paz mental. superficie del agua y los árboles que desde los bordes proyectan sombras sobre ellas; así como las huellas del tiempo que se pueden hallar por todas partes. El escenario de la canción y la danza Una característica destacable del estanque de Seyeon es su El arroyo que fluye a través del jardín serpentea en una trayecconjunto de atractivas formaciones rocosas. Los eruditos clásicos toria semicircular hasta más allá del área posterior del pabellón, han admirado durante mucho tiempo las rocas por su inmutabiliantes de llegar al rectángulo que forma el estanque de la parte tradad, creyendo que merecen un reconocimiento por su inalterable sera sobre el que vierte sus aguas. Esto forma una escena sublime existencia, mientras que otros elementos de la naturaleza, como en verano, cuando los nenúfares se encuentran en plena floración flores y plantas, perecen de forma natural ante los cambios estay los árboles que rodean el estanque proyectan sombras verdes en cionales y las fuerzas de los elementos. el agua. ‘Un registro de la isla de Bogil’ -Bogildo ji- escrito por Yun Las formaciones rocosas del estanque son diversas en cuanto a Wi, descendiente de quinta generación de Gosan, describe los banforma. La roca más grande se llama Hogyak, que significa “un sapo quetes que solían realizarse en este lugar. a punto de saltar”, nombre que tiene su origen en una referencia Según este registro, Gosan no podía dejar pasar un día sin la de ‘El libro de los cambios’, la obra clásica china sobre la adivinapoesía y la música, ya que le permitían aliviar sus preocupaciones ción. Gosan, sin embargo, prefería llamar a esta roca Waryong o del mundo exterior. En los días claros y nítidos salía de su habita“dragón agazapado”, un apodo que se daba a Zhuge Liang (181ción en la Mumindang o “la casa de las no preocupaciones”, para 234), canciller de la dinastía china Shu Han, quien era conocido pasar tiempo en el pabellón y allí disfrutar cantando y bailando.

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por obligar al rey a acudir a él, y rogarle personalmente tres veces para que accediera a ofrecerle sus consejos. Al representar a una persona que se oculta en la oscuridad antes de salir al mundo, el apodo revela el modo en que Gosan observaba su vida en reclusión voluntaria. Otra impresionante roca exhibe una superficie amplia que se cree fue utilizada para competiciones de tiro con arco.

La casa principal y la cámara de piedra en la montaña El primer edificio que Gosan erigió a su llegada a la isla fue su hogar, el Nakseojae. Luego plantó una amplia variedad de flores y árboles y también colocó interesantes rocas. Bautizó a una gran roca que estaba cerca de su casa con el nombre “Pequeño pico de Yinping”. Esta última palabra, que significa “plataforma de la reclusión”, fue tomada de un famoso pico en el monte Wuyi de China; a donde Zhu Xi, el distinguido filósofo neo confucionista de la dinastía Song del Sur, se retiró para dedicarse a sus estudios. El Dongcheon Seoksil, o “cámara de piedra” en la Tierra Santa del taoísmo, también posee un nombre que alude a la visión que tenía Gosan acerca de su isla de residencia. Esta edificación de una sola estancia, que se levanta sobre la ladera situada frente a la casa, fue restaurada hace 20 años. Cerca del edificio hay un estanque de forma triangular, y otro de forma circular mirando hacia el sur. Cerca del estanque redondo hay una escalera de piedra que conduce a una cámara subterránea también de piedra, aunque no se sabe si la primera fue construida por Gosan o por sus descendientes. En cualquier caso, el verdadero valor de esta ladera de

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retiro no reside en el pequeño edificio ni tampoco en la cámara de piedra; sino en las grandes extensiones de paisajes naturales que se despliegan en todas las direcciones.

La morada de un hombre con una causa Al establecerse en la isla de Bogil -donde no tenía amigos ni familiares- y construir su jardín y su hogar mientras llevaba una vida de asceta, Gosan puso en práctica la filosofía de vida de Confucio acerca de saber cuándo avanzar y cuándo retirarse. Como funcionario se esforzó por trabajar en beneficio de la nación y del pueblo; pero no dudó en renunciar a su cargo para servir a su propia causa cuando sus ideales iban en contra de la opinión de la mayoría, y cuando descubrió que se estaban violando importantes principios morales. Esto no quiere decir que el hecho de que abandonara su puesto en el gobierno fuera necesariamente un acto de integridad; ni tampoco que vivir en el aislamiento fuera una opción más digna, ni que permanecer en la corte fuera más servil. La decisión de un individuo debe estar basada en lo que él percibe como lo más virtuoso y directo. Cuando estaban situados en una encrucijada, los funcionarios y académicos de Joseon se preguntaban cuál sería el camino que les permitiría preservar su integridad y su sentido de la honestidad. Eso mismo hizo Gosan, y su búsqueda espiritual le llevó a elegir una vida apartada en una isla remota. La isla de Bogil y el jardín de Buyongdong, no fueron un refugio donde evadirse de la agitación política; sino una morada ideal para sumergirse en la naturaleza y defender su propia causa. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández)

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focus

Sungnyemun ha sido restaurada. Es una estructura de dos pisos construida sobre una base de piedra, que fue la puerta principal de la fortaleza utilizada para amurallar Hanyang –el Seúl actual- que entonces era la capital de Joseon.

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Sungnyemun desde su restauración hasta hoy Sungnyemun, también conocida como “Puerta del Sur”, fue reabierta el pasado mayo tras cinco años de restauración desde el incendio de 2008. Este antiguo pórtico construido en 1398 -seis años después de que el rey Taejo fundara la dinastía Joseon- fue durante siglos la entrada principal a la ciudad amurallada de Seúl. Tras su restauración, la puerta debe servir de inspiración para un proyecto más amplio, que permita reactivar los vestigios de esta histórica ciudad y las huellas de las vidas que por ella transitaron.

Kim Chang-hee Periodista | Suh Heun-gang Fotógrafo

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ungnyemun o la “Puerta de las Gloriosas Ceremonias”, clasificada como Tesoro Nacional Número 1 de Corea, nos fue devuelta el pasado mes de mayo tras cinco años de ausencia. Exactamente 1.911 días después de haber sido arrasada por el fuego, la entrada principal de la antigua ciudad de Seúl desveló de nuevo su imponente fachada, cuya estructura original ha sido restituida por completo. El proyecto de restauración costó 24.500 millones de wones (aproximadamente 21,2 millones de dólares estadounidenses) y requirió de 35.000 jornadas de mano de obra. De la citada cantidad, 14.700 millones provinieron del presupuesto de la Administración del Patrimonio Cultural de Corea; y el resto fueron donaciones tanto corporativas como particulares.

Restaurada la entrada principal a la antigua Seúl En Jongmyo, el histórico santuario real que alberga las tablas memoriales de los difuntos reyes de la dinastía Joseon, el 1 de mayo se ofició un solemne rito para anunciar que había finalizado la restauración de Sungnyemun. Asimismo, el 4 de mayo tuvo lugar una ceremonia conmemorativa que contó con la asistencia de un gran número de ciudadanos de Seúl. Sungnyemun ya está abierta al público, por lo que los visitantes pueden acercarse a ver la puerta, tocar con sus propias manos las piedras que han formado parte de sus muros durante 600 años, y caminar bajo el arco de la entrada. Los fines de semana, además, pueden subir a la torre que se erige sobre el pórtico y disfrutar de una vista panorámica de la ciudad; así como años atrás los reyes de Joseon visualizaban su territorio. Sungnyemun finalmente ha regresado como un apreciado punto de referencia del Seúl nuevo y antiguo. La ausencia de una puerta puede indicar la escasez de propiedades valiosas que necesitan ser protegidas. Las metrópolis modernas no tienen muros y, por lo tanto, también carecen de puertas. Hoy en día lo más normal es que una ciudad albergue una red de carreteras, que se extienda a las urbes vecinas e incluso a Koreana ı Otoño 2013

otros países. Pero esto no era así en las ciudades antiguas. Incluso actualmente, el viejo centro de la ciudad de Seúl está repleto de vestigios de las diferentes etapas de su historia, como ciudad de referencia del país durante siglos: más de seis, en concreto, desde el establecimiento de la dinastía Joseon en 1392; y nueve desde su designación como “Capital del Sur” (Namgyeong), una de las tres capitales del reino de Goryeo (918-1392). La zona centro de Seúl, que antiguamente estaba rodeada por las murallas de la ciudad con ocho puertas de acceso -incluida Sungnyemun- mantiene vivas las huellas del pasado. Importantes lugares históricos -entre ellos cinco palacios reales, el citado santuario real y altares para los dioses de la tierra y los cultivos- se concentran en un área en la que la integridad de los eruditos confucianos, la originalidad de los artistas, y la sana vitalidad de los comerciantes, han contribuido a crear un ambiente único. En este sentido, la restauración de Sungnyemun supone algo más que garantizar la conservación de una antigua obra de arquitectura; ya que ha de ser el primer paso para volver a conectar las antiguas murallas de Seúl y completar el legado histórico de la urbe. El conjunto de edificaciones, estructuras y carreteras, ubicadas según la disposición racional urbana que dibujó la personalidad de la antigua Seúl, y los modos de vida de los ciudadanos que allí habitaban, son vestigios de otros tiempos que se han recuperado para imbuir a la ciudad de un histórico encanto. Aquellos que han sido testigos de la resurrección de Sungnyemun, han adquirido con ello un renovado interés en el legado de esta metrópoli. Dar nueva vida al patrimonio cultural de Seúl es, sin duda, una experiencia gratificante.

Una combinación de tecnologías modernas y antiguas Sungnyemun ha sentado un magnífico precedente en el ámbito de la restauración de arquitecturas históricas. En este proyecto, llevado a cabo por destacados artesanos de diversos campos, incluyendo varios que ostentan la designación de Bienes Culturales

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El conjunto de edificaciones, estructuras y carreteras, ubicados según la disposición racional urbana que dibujó la personalidad de la antigua Seúl y los modos de vida de los ciudadanos que allí habitaban, son vestigios de otros tiempos que se han recuperado para imbuir a la ciudad de un histórico encanto. Aquellos que hayan sido testigos de la resurrección de Sungnyemun, han adquirido con ello un renovado interés en el legado de esta metrópoli. Inmateriales Importantes, el propósito no era simplemente recrear la puerta tal y como se veía antes del incendio; sino reconstruirla más a semejanza de la estructura original, ya que esta obra arquitectónica fue levantada por primera vez en 1398. A fin de adquirir las técnicas y materiales tradicionales utilizados para construir el Sungnyemun original, se realizó una meticulosa investigación en la que se emplearon avanzadas tecnologías de restauración; y los resultados se aplicaron en la práctica al proceso de reconstrucción de la puerta. Las tejas fueron moldeadas a mano y cocidas en hornos tradicionales; mientras que la pintura decorativa, se aplicó usando pigmentos naturales en lugar de los artificiales empleados en los anteriores trabajos de restauración. El rótulo -que había sido sustituido tras la Guerra de Corea- fue restaurado con la caligrafía original, tallada a partir de una copia borrosa que se conservaba desde la época de la dinastía Joseon. Otro cambio significativo, son las secciones restauradas de la muralla original que rodeaba el perímetro de la ciudad, y que fue demolida por los imperialistas japoneses. La restauración de Sungnyemun es el resultado de la combinación de tecnologías modernas y antiguas. Identificar los materiales

y los métodos de construcción utilizados en la estructura original, requiere tecnologías de vanguardia; mientras que el trabajo de recreación, aplica rigurosamente técnicas tradicionales. Los mamposteros coreanos utilizan herramientas modernas para cortar y moldear bloques de piedra desde la década de los 70. Actualmente se emplean dispositivos mecanizados para realizar cortes limpios en las grandes losas de granito; cuyas superficies se modelan después mediante cinceles con punta de diamante. En el proyecto de Sungnyemun, sin embargo, se usaron métodos tradicionales a la hora de tratar las piedras; mientras que las tecnologías avanzadas, sirvieron para seleccionar aquellas rocas cuya composición era más similar al granito utilizado en las murallas restantes de la ciudad y en la propia puerta. Para cortar las losas de granito, había que crear un agujero en la superficie y golpear las piedras con una cuña hasta partirlas en pedazos. Los bloques de granito así cortados se moldearon con un cincel de hierro. Como las herramientas tradicionales se deterioran demasiado rápido, fue necesario crear una herrería en el mismo lugar de la reconstrucción para forjarlas y afilarlas. Para hacer posible este procedimiento, el gigante del acero POSCO produjo lingotes de hierro, con la misma composición metálica que la utilizada durante la época de la dinastía Joseon. La restauración de Sungnyemun al modo tradicional, es un proceso que consumió grandes cantidades de tiempo y dinero. Sin embargo, los arduos esfuerzos dedicados a esta tarea produjeron resultados visibles. A diferencia de la muralla de la Fortaleza de Seúl y de las fortalezas alpinas del monte Bukhan y el monte Namhan, en cuya restauración se emplearon bloques uniformes cortados y modelados con herramientas mecanizadas, los muros de Sungnyemun poseen el toque natural del ser humano.

Más allá de la era del desarrollo sin control La combinación de tecnologías nuevas y antiguas ha de aplicarse ahora a la restauración de otros lugares históricos del centro de Seúl. Por ejemplo, con la ayuda de avanzadas técnicas científi1 En el marco del reciente proyecto de restauración, también se rehabilitaron los muros a cada lado de la base de piedra. 2 El techo de la estructura del pabellón cuenta con pinturas decorativas realizadas con pigmentos naturales, emulando el estilo predominante de la primera época de Joseon. La inscripción de la viga principal dice: “La restauración de la estructura se completó el 8 de marzo de 2012”. 1

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cas, la restauración en curso de la pintura decorativa de palacio de Gyeongbok, podría llevarse a cabo de una manera aún más cercana a la utilizada al crear la obra original. Además, los Sajikdan, altares para los dioses de la tierra y de los cultivos, se completarán al restaurar la ruta que hacia ellos tomó Taejo, primer rey de Joseon, para oficiar allí el primer ritual. El camino a lo largo de los afluentes del río -que según se dice tomaron el rey y su séquito- se puede conocer simplemente consultando algunos mapas antiguos de Seúl. Por otra parte, las simulaciones por ordenador pueden ayudar a verificar la localización y el aspecto de estructuras históricas perdidas para su adecuada restauración o reconstrucción. Hoy en día, la tecnología permite detectar yacimientos subterráneos de minerales mediante imágenes de satélite tomadas a cientos de kilómetros de altura; por lo que no debe ser tan difícil descubrir los restos de la antigua Seúl, enterrados a pocos metros bajo la superficie. Una vez realizada esta primera tarea, se determinaría qué proyectos de restauración son factibles y necesarios, para posteriormente llevarlos a cabo utilizando los métodos de construcción originales. El siglo XX fue para Seúl una época de sufrimiento y destrucción. La época colonial y la transición hacia la modernidad, dejaron proKoreana ı Otoño 2013

fundas cicatrices en todo el casco antiguo. Y tras la liberación del dominio japonés, la guerra y el desarrollo sin control, borraron la mayoría de los legados del pasado. Sungnyemun sufrió esta misma suerte cuando a principios del siglo XX se derribaron las paredes a ambos lados de la entrada principal para que pasaran los tranvías. Después, la puerta en su totalidad quedó seriamente dañada durante la Guerra de Corea. Más recientemente, a finales de la pasada década, tuvo lugar el absurdo incendio que la redujo a cenizas. Al tiempo que nos congratulamos por la restauración de Sungnyemun, también debemos atender a lo que la puerta nos expresa. Si caminamos bajo el arco y acariciamos sus muros de piedra que han permanecido en pie durante 600 años, seguramente escucharemos cómo el pórtico susurra palabras de agradecimiento por devolverle la vida; y también nos prequntará si podría volver a recuperar su función como verdadera puerta, en vez de ser sólo un monumento. En respuesta a esta solicitud, debemos buscar el modo de recuperar otros vestigios de la antigua ciudad custodiada por esta puerta, bajo la promesa de convertir a Seúl en una ciudad donde convivan la historia y la modernidad. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández)

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Crítica de arte

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n oreum (cono volcánico según el dialecto de Jeju) cubierto por la tormenta de nieve bajo el silbido del viento. El sonido que se asemeja a un lamento. La puerta cerrada a cal y canto de una casa con techo de paja en un pueblo de montaña. El fuerte sonido cuando ésta se abre y un soldado cuya figura aparece envuelta entre humo espeso. Los artilugios utilizados en los ritos ancestrales se encuentran dispersos por toda la sala y el intenso olor del incienso casi se puede tocar. Es entonces cuando los sonidos del silbido del viento y las envolventes olas, barren la pantalla de color ceniza atravesando el corazón. ‘Jiseul: los años inacabados II’ arranca con los sonidos e imágenes de la isla de Jeju. Pero, ¿a dónde han ido estas personas que practicaban sus ritos ancestrales?

Las nubes, los árboles y el viento como actores Las personas se agolpaban en la oscuridad expresando sus temores y esperanzas en interminables charlas. ¿Así eran las cosas aquellos días, hace 65 años? Los espectadores sienten como si esos días del pasado, ocultos entre la historia, fueran revelados ante sus propios ojos. De este modo, se sienten atraídos por cada

escena de ‘Jiseul’. Sienten el dolor y la tristeza, como si las heridas de aquella época estuvieran siendo infligidas en ese mismo instante sobre sus propios cuerpos. Mientras los créditos finales se desplazaban al ritmo de una canción popular de Jeju, me senté, como paralizado. La tristeza se impuso sobre el espléndido canto del oreum. La película era oscura, pero cautivadora. Bella y profundamente dolorosa. ¿Encontrarán en ella las almas desconsoladas algún tipo de alivio? Una isla de viento y conos volcánicos, Jeju, cuyos hermosos litorales, campos y montañas están marcados con las huellas de la masacre del 3 de abril. En una entrevista el director O Muel comentó: “No sabía que el lugar tenía relación con la matanza; sin embargo, escuché el patético gemido del viento y vi las cañas ondular como en un triste baile. Pensé que el lugar recordaba a ese momento. Las nubes, los árboles, y el viento capturados por mi cámara eran los actores”.

Un terreno imbuido en ritos ancestrales La masacre de Jeju del 3 de abril, en la que unos 30.000 civi-

‘Jiseul: los años inacabados II’ La película indie que aborda la esperanza tras una trágica masacre ‘Jiseul: los años inacabados II’ es una película independiente en blanco y negro, que aborda los trágicos acontecimientos ocurridos en la isla de Jeju en 1948, en plena época de turbulencias de la historia moderna de Corea. Fue toda una sensación; tanto que rompió récords de taquilla para un largometraje independiente nacional. La producción arroja una nueva luz sobre una larga página oculta del pasado reciente, a través de las historias de muchas personas inocentes señaladas como comunistas, y asesinadas en medio de un extremo conflicto ideológico entre izquierda y derecha. Heo Young-sun Poeta y profesor, Universidad de Jeju

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les locales fueron asesinados por las fuerzas del Gobierno, es una tragedia de la historia contemporánea de Corea. En noviembre de 1948, cuando Corea permanecía todavía bajo tutela del gobierno militar de EEUU -después de liberarse del imperio de Japón- se emitió una orden de evacuación en la isla de Jeju. La película resume la situación en un conciso subtítulo: “Cualquiera que permaneciera a más de cinco kilómetros de la costa, era considerado un rebelde y fusilado en el acto”. Luego prosigue con la historia de las personas que trataban de escapar y esconderse; mientras se sucedían las operaciones militares dedicadas a quemar todo el terreno desde las montañas al suelo. Aldeanos que tratan de esconderse en cuevas ocultas entre las montañas, por un lado para evadir las órdenes de evacuación; y por otro, para evitar a los soldados que les perseguían. Ciento veinte habitantes permanecían escondidos para sobrevivir en una “cueva grande y amplia” en la que habitarían durante unos 50 días. Los túneles de lava de la isla, hoy reconocidos parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad, fueron el último refugio de quienes -a la postre- morirían en la masacre; un cobijo temporal en el que

lucharon para seguir con vida, amparados por una intensa oscuridad. Mientras que ellos ansiaban ver el cielo y sentir el viento, afuera les aguardaba la muerte. Cuando fueron descubiertos por un grupo de rastreo, quemaron mantas y pimientos rojos, y dirigieron el humo hacia la entrada para evitar que los soldados irrumpieran. Esta escena se basa en los testimonios de los sobrevivientes que permanecieron escondidos en la cueva. La película no relata, sin embargo, que los habitantes del pueblo que lograron escapar de las cavernas, fueron luego en su mayoría capturados y asesinados en la cascada de Jeongbang en Seogwipo; y posteriormente arrojados al mar. Los principales personajes de la película son los habitantes condenados a muerte en aquel momento, y los soldados que recibieron la orden de disparar a matar. Naturalmente, la película no puede abarcar todo lo que pasó en aquellos momentos. Cuando el director O Muel visitó la “cueva grande y amplia” hace cuatro años, se sintió motivado a hacer una película que ofreciera consuelo a las almas de quienes murieron en la masacre. La película es, por tanto, algo parecido a un rito dedicado a los espíritus de quienes se vieron obligados a buscar cobijo en la infinita oscuridad de la caverna. El largometraje se compone de cuatro partes, con títulos tomados de los procedimientos utilizados en los ritos ancestrales: sinwi representa la invocación de los espíritus; sinmyo es el lugar donde moran los espíritus; eumbok es cuando se comparte la comida del ritual después de la ceremonia, y soji consiste en quemar un papel con los nombres de los muertos. Estos ritos sirven para dar consuelo a las almas de las personas cuyas vidas fueron tan frágiles como la hierba; en un momento en el que las personas no eran libres para llorar las pérdidas, en el que se castigaba la inocencia, y en el que incluso las lágrimas estaban prohibidas. La película ‘Jiseul’ es una especie de ritual chamán para purificar las almas de los muertos, y también un réquiem. Es un acto de curación y de consuelo. “El objetivo de la película son las personas, no la ideología”, asegura O Muel. “El episodio histórico de la masacre del 3 de abril fue suprimido durante la época de la Guerra Fría. Esperemos que la película alcance repercusión y, aunque sea tarde, disemine en la sociedad coreana la conciencia histórica sobre la verdad en lo relativo a aquellos acontecimientos”. Aunque se trata de la primera película del director O Muel que aborda la masacre de Jeju, lleva el subtítulo ‘Los años inacabados II’. Esto refleja la intención del realizador de dar continuidad al legado de ‘Los años inacabados’, un largometraje anteriormente dirigido por Kim Gyeong-ryul, quien fue el primero en tratar el tema, pero que murió sin lograr que su película acaparase demasiada atención.

En una escena del “Jiseul”, los habitantes de Jeju se esconden de los soldados en la “gran cueva”, compartiendo patatas para apaciguar su hambre. Koreana ı Otoño 2013

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El simbolismo de ‘Jiseul’ La patata es “el alimento del alma” para millones de personas en todo el mundo. En el dialecto de Jeju, a la patata se conoce con el nombre de jiseul. Durante la masacre de 3 de abril, la gente confiaba su subsistencia a las patatas y a los boniatos. A pesar de que las aldeas fueron totalmente arrasadas y quemadas, en todas las casas se encontraron patatas acumuladas en un agujero en el suelo y cubiertas de paja; gracias a una técnica autóctona de almacenamiento llamada nul. Una secuencia que muestra patatas quemadas y esparcidas por el césped, refleja una escena real de la masacre. Algunas patatas recogidas por una madre moribunda en su casa en llamas, sirven más tarde para aportar calor y alimento a las personas que se hallan en la cueva. Entre ellas hay un hombre tan preocupado por sus cerdos, que insiste en regresar a su casa para verlos; también hay un solterón entrado en años que quiere casarse, un muchacho sencillo que se jacta de tener unas “piernas de caballo” que le permiten correr muy rápido; un joven que está enamorado de una chica de la aldea, y una mujer embarazada de varios meses. En la

cueva, la vida de la comunidad isleña continúa. A pesar de su desesperada situación, se sientan junto a la tenue luz del fuego, y no pierden la esperanza de que pronto se disipe la oscuridad. Jiseul (patata) alberga también los significados de pensamiento positivo, optimismo y paz mental. Traducido al coreano estándar en la película, el dialecto de Jeju suena rico y exótico.

Una película independiente reconocida con premios ‘Jiseul’ es una película independiente realizada por un director nativo de Jeju y protagonizada por actores aficionados de la isla. Su producción no resultó nada fácil. Ante la falta de financiación, O Muel reclutó a un grupo de voluntarios y les enseñó a actuar. Los equipos de filmación se trajeron desde Seúl. Los costes de producción se cifraron en unos 250.000 dólares, aproximadamente una décima parte de lo que costarían la mayoría de las películas comerciales. Y aunque muchos simpatizantes hicieron donaciones, el director se endeudó hasta la médula. Esta película, realizada en condiciones adversas, pasó a llamar la atención en la ciudad tras recibir cuatro premios en el XVII

Aldeanos que tratan de esconderse en cuevas ocultas entre las montañas, por un lado para evadir las órdenes de evacuación; y por otro, para evitar a los soldados que les perseguían. Estos son los principales personajes de la película: los ciudadanos de a pie que fueron asesinados, y los soldados que recibieron la orden de matarlos.

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Festival Internacional de Cine de Busan de 2012. Pero antes de su lanzamiento en Corea, ya había logrado reconocimiento a nivel internacional. En la vigésimo novena edición del Festival de Cine de Sundance, en el estado de Utah (EEUU), ‘Jiseul’ ganó el Premio del Jurado en la sección World Cinema Dramatic (reservada a películas dramáticas no estadounidenses) y O Muel fue elogiado por haber logrado transmitir -tanto en el guión como en la direcciónuna expresión emocional sorprendentemente sobria, creando una pieza que muestra el absurdo de la guerra con gran delicadeza y exquisitez. La película recibiría después el Ciclo de Oro, en el XIX Festival de Cine Asiático de Vesoul (Francia). ‘Jiseul’ fue presentada por primera vez en la isla de Jeju esta primavera, concretamente el 1 de marzo, día del aniversario del incidente que desencadenó la masacre. En solo una semana atrajo a más de 40.000 personas a los cines de todo el país. En los primeros tres meses -hasta el 26 de mayo- más de 140.000 espectadores se habían dejado cautivar por el hechizo de esta película y la noticia se propagó rápidamente de boca en boca: ¿Por qué la gente llora y aplaude con una película que muestra una narrativa res-

tringida, con el difícil dialecto de Jeju y unas imágenes simples en blanco y negro?

Tristeza acromática y esperanza Aunque aborda una tragedia histórica, ‘Jiseul’ no narra los hechos desde el punto de vista de un pensamiento político o ideológico. El largometraje se centra -de principio a fin- en la historia de las personas, haciendo reír y llorar al público. Es un canto a la esperanza durante la vida cotidiana, incluso al filo de la muerte. Las escenas están repletas de afecto humano y amor maternal, e impregnadas de la calidez de las emociones universales que todos sentimos. O Muel, que estudió arte en la universidad, dibujó escenas como pinturas de aguatinta, anulando los brillantes colores de la isla de Jeju. Yo no sabía que las imágenes en blanco y negro fueran capaces de expresar el dolor y la tristeza más profundos, que la música contenida y las imágenes, pudieran resultar tan hermosas y apasionantes. "Lo más importante era encontrar los colores que pudieran expresar el acromatismo de la tristeza. Quería que los espectadores encontraran los colores en función de sus propios sentimientos", comentó el director. O Muel pasó su juventud inmerso en el arte, el teatro, la dirección y la redacción de guiones. Sus estudios sobre cine consistieron en ver varios cientos de películas. A los 25 años le fascinaban las películas ‘Sacrificio’ y ‘Nostalgia’, de Andrei Tarkovsky. La producción de ‘Jiseul’ tuvo lugar entre la Navidad de 2011 y febrero de 2012. Al ser invierno, hacía mucho frío en los diversos escenarios del rodaje como "la gran cueva" en Andeok-myeon, Seogwipo, el Parque de las Rocas, o el Parque de la Colina de Dongbaek, en Seonheul-ri. Los actores del reparto y el equipo técnico luchaban contra el frío. Incluso después de haber terminado la película, el director siguió luchando contra el frío. Sólo pensar en aquellos momentos le hace tiritar. ‘Jiseul’ no aborda la tragedia mediante la tragedia en sí. Aunque obviamente no se menciona de forma abierta, al final alude a la esperanza. La escena final muestra a un bebé retorciéndose y llorando junto a su madre muerta. El llanto del bebé es sin duda un sonido de esperanza. El director trabajó bajo la premisa de que ese bebé podría ser “yo” o “nosotros”. Al terminar la película no pude dejar de preguntarme: ¿Qué es esta energía que me envuelve como el tenue humo que impregna “Jiseul” de principio a fin? Todavía puedo escuchar el silbido del viento y el sonido de la respiración de las personas. Incluso en una situación extrema, la esperanza se mantiene firme cual árbol de invierno en el monte Halla. Ese árbol, probablemente aún está creciendo, al igual que entonces. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández)

El soldado Park apunta con su arma a una joven mujer de la aldea; pero duda en si apretar o no el gatillo, pues no puede verla como a un rebelde. Koreana ı Otoño 2013

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Escenario Global

Nah Youn-sun, diva del Jazz abraza el mundo a través de la música La vocalista de Jazz, Nah Youn-sun, cuya actividad musical pivota principalmente entre Francia y Europa, es ampliamente elogiada por su creativa interpretación de clásicos del jazz europeo, impregnada de un sentimiento de nostalgia oriental.

Seo Jeong Min-gap Crítico de Música Pop

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parece en el escenario con un vestido sencillo. Inclinando ligeramente la cabeza con una tímida sonrisa, esta cantante de pelo largo y negro mira a la audiencia durante unos instantes y luego cierra sus ojos. Empieza a cantar en voz baja, casi como en un susurro mientras el piano la acompaña lentamente, con atención. Sobrepasa el clímax de la nota más alta con un scat libre que fascina a la audiencia. Sus dedos largos y delgados, a veces expresan un estado de ánimo estático y pensativo; pero repentinamente rompe el silencio, abriendo ampliamente los brazos. Tanto si canta acompañada de un piano como de una banda instrumental, al margen del idioma que interprete, sus expresiones tienden a ser sinceras y naturales, no exageradas. Su público suele quedar especialmente impresionado por su arte vocal cuando canta canciones coreanas infantiles o adaptaciones de canciones tradicionales coreanas. A veces, la resonancia parece ser aún más profunda ante un público no coreano, a juzgar por la afilada atención que prestan a la forma en que se entrega con las melodías nativas coreanas.

Éxito en estudio y en directo El séptimo álbum de Nah Youn-sun, titulado “Same Girl”, fue publicado en 2010 en colaboración con el guitarrista sueco de fama mundial Ulf Wakenius y fue un gran éxito en Europa. Este álbum vendió más de 100.000 copias y se encumbró a la cima de la lista de éxitos de jazz de la FNAC en Francia, donde mantuvo constante el ritmo de ventas durante 80 semanas consecutivas. También fue premiada con un Disco de Oro en Francia, y asimismo encabezó las listas de jazz en Alemania, Suiza, Noruega y Bélgica. En marzo de este año, tras finalizar su actuación por el prestigioso 150 aniversario del Théâtre du Châtelet de París, recibió una ovación que durante 15 minutos puso en pie a las 2.500 personas que abarrotaban la sala. Desde el lanzamiento de “Lento”, el octavo álbum de Nah, sus dos álbumes más recientes han estado alternativamente en los principales puestos de las listas de jazz francés de Amazon.com. Su calendario de giras ya está completamente repleto hasta abril de 2014, con importantes actuaciones programadas en Estados Unidos, Alemania, España, Eslovenia, Turquía y Suecia. Durante ciertos periodos, ejecutará un máximo de 17 representaciones teatrales en un mismo mes. Asimismo ha participado como presidenta del jurado de la 11ª Competición de Jazz Vocal de Shure, que se celebró en julio como parte del Festival de Jazz de Montreaux, en Suiza, en 2013. Nah comenta que esta entusiasta respuesta y tanto reconocimiento por parte del público, todavía la hacen sentir como si estuviera viviendo un sueño. Pero ella lleva la música en la sangre. Nació en 1969 de padres músicos: Nah Young-soo, ex director del Coro Nacional de Corea, y Kim Mi-jeong, una actriz de musical. Recibió el primer premio en un concurso de canciones organizado por la Alianza Francesa de Seúl, cuando solo era una estudiante universitaria de segundo año de especialización en lengua y literatura francesa. Después de obtener su primer título, Nah comenzó a trabajar para el departamento de relaciones públicas de una gran empresa, sólo para darse cuenta de que lo que de verdad deseaba era descubrir y fomentar su potencial musical. Después de ocho meses, renunció a su trabajo y se presentó a una audición para

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La vocalista de jazz Nah Younsun domina el escenario cantando con sencillez y claridad. Cu l tu ra y a rte d e Co re a


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el musical “Línea 1”, producido por el reconocido cantante y compositor coreano Kim Min-gi. Su primer papel sobre el escenario fue interpretar a Seon-Nyeo, la heroína de la música, lo que marcó un hito en su carrera como cantante. “Una actriz de musical debe ser buena en canto, actuación y baile a la vez; pero ese papel en particular, tan solo requería cantar, y yo tuve la suerte de aprovechar aquella oportunidad”. Después de dos musicales más, decidió embarcarse para estudiar música en el extranjero y se marchó a Francia en 1995. Su elección de Francia como destino para su formación musical, tuvo un gran impacto en su futura carrera, ya que llegó a ser más ampliamente conocida por el público de jazz europeo que otros cantantes de su tierra natal. Su éxito en Europa es ampliamente considerado como extraordinario; y entre los amantes del jazz, ha aumentado constantemente el número de sus álbumes “que debes tener”, mientras continúa lanzando nuevos discos. Al oír semejantes elogios de todos sus logros, esta cantante de cuarenta y tantos se echa a reír como una joven colegiala. “Nunca quise ser una famosa cantante de jazz. Por suerte, empecé a tener algo que hacer como cantante en dicho género, a la vez que llegaron nuevas posibilidades. Yo sólo quería dar lo mejor de mi misma…” Pero su éxito en ningún modo fue una simple cuestión de suerte. Se inscribió en la Escuela de Jazz CIM, uno de los institutos de jazz más antiguos de Europa. También estudió en el Instituto Nacional de Música de Beauvais; así como en el Conservatorio de Nadia y Lili Boulanger. Recuerda que cuando era estudiante de música, absorbía el jazz como una esponja absorbe el agua. Naturalmente, también tuvo que hacer frente a numerosos desafíos, con los que trató de ampliar sus horizontes musicales. “Cuando aprendí las técnicas estándar del jazz, sentía que mi voz nunca alcanzaría un nivel de virtuosismo. Y sólo cuando mis profesores nos proponían que escucháramos una amplia variedad de vocalistas de jazz europeos, me sentí aliviada, al darme cuenta de cómo el género del jazz abarca diversas voces y dispares interpretaciones. Entonces, me las arreglé para encontrar el valor de intentarlo a mi manera. Ella dice que su decisión de hacer de París su segundo hogar fue una de las mejores decisiones de su vida, y describe la ciudad “como un lugar único que atrae a gente de todo el mundo bajo su techo”. “Voy a casa de un amigo a cenar y escucho a alguien tocando adentro música india. La comida -preparada con ayuda de un libro de recetas abierto sobre la mesa- es tailandesa, y el té servido al anochecer, tiene un sabor dulce y fuerte procedente de África. Después de la cena, todos bailamos con música de Oriente Medio. Estas experiencias me han enseñado a apreciar la diversidad. Quiero estar abierta a la música del mundo, y espero seguir colaborando con músicos de diferentes culturas, ya sean de Malasia, Singapur o Estonia. Entiendo el mundo a través de la música”. Después de haber asentado su base musical en la Escuela de Jazz CIM, quiso hacer realidad sus ideas musicales con su grupo, el quinteto YSN, para hacerse un lugar en el panorama del jazz francés. “Visité cada pequeño club de jazz y a todos les envié a mis maquetas. También llamé para preguntar si les gustaría tenerme como cantante. Telefoneaba varias veces al día. Sabía que incluso los músicos más exitosos habían tenido que vivir como ‘empleados de una compañía’ durante las primeras etapas de su carrera; tratando de encontrar la forma de compartir su música con un público más amplio”. Al tener esto en cuenta, ella pensó que también tendría que trabajar duro para hacer que su presencia fuera más conocida por los aficionados al jazz.

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© Chris Jung

Libertad con sencillez Nah define la puesta en escena como el elemento más importante de su mundo musical. “Ensayo para preparar cada puesta en escena, y continúo practicando mientras actúo en el escenario. Miro hacia atrás y me observo al recordar los momentos de mis conciertos. Eso significa que casi siempre estoy practicando ”, dice. Para ella, la puesta en escena también supone la esencia fundamental de la comunicación con su público, que ella considera como la experiencia musical definitiva. Y continúa: “Creo que los músicos necesitan básicamente dos cosas: el dominio de la técnica y el compromiso emocional con la audiencia. Por supuesto, la perfección técnica es un requisito previo. Cuando estás técnicamente preparado, el factor más importante para un músico es saber si puede construir una resonancia emocional con el público; si conseguirán conectar eficazmente con el público de una forma significativa. Podemos ser profundamente conmovidos por una canción escandinava presentada por una tribu

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Imagen de Nah Youn-sun durante un concierto en el Théâtre du Châtelet de París, en marzo de 2013. Completó el aforo de 2.500 butacas y la audiencia la ovacionó aplaudiendo en pie durante 15 minutos.

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de Finlandia, por ejemplo, a pesar de que no podríamos entender una sola palabra de su letra”. “Las emociones trascienden las barreras del idioma, y el grado de participación emotiva depende de la honestidad y la franqueza de la persona que interpreta la música. El público capta esto instantáneamente. Al estar de pie en el escenario tengo una sensación real: puedo sentir un cierto tipo de energía que proviene de la audiencia. Cuando siento que una actuación en particular va a ser un éxito, más del ochenta por ciento de esta creencia viene de mi compromiso con el público. Prefiero actuar en pequeños escenarios y para públicos reducidos; así puedo percibir mejor si están sintiendo lo mismo que yo”. A pesar de que su carrera musical se extiende actualmente a lo largo de más de dos décadas, nunca ha dejado de desafiar sus límites ni de llevar a cabo experimentos artísticos, para así poder medir su propia transformación y su progreso. “Disfruto con los experimentos vocales. Cada día mi ensayo es diferente”, comenta. “A veces un sonido que antes parecía ser imposible para mi voz, pasa a ser posible; y algunos sonidos que ni había imaginado que estuvieran dentro de mi registro o de mi límite vocal, llegan a mi. Entonces, me doy cuenta de que me he convertido en una persona más libre, exactamente en la medida de ese nuevo sonido o de esa nueva posibilidad vocal que fui capaz de realizar”. La libertad de la que disfruta también se basa en el estilo de vida simple que ella mantiene. “Como todo mi cuerpo es un instrumento musical, trato de comer bien y dormir bien. No uso mucho ni el teléfono móvil ni Internet, en parte porque soy bastante vaga, pero también porque trato de vivir una vida simple. En cierto modo, el estilo de vida nómada –como es el de un músico cuando está de gira- hace que sea posible mantener esta simplicidad. Una maleta me basta para transportar toda mi vida; y este estilo de vida simple, me ayuda a mantener mi voz en buen estado y a nutrir mi mundo de la música”.

Una intérprete coreana en el escenario global En ‘Lento’, su último disco, el trabajo vocal de Nah cuenta con una amplia gama de versatilidad y respi-

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Š younsunnah.com

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“Cuando canto en Inglés, francés o coreano, imagino que estoy tocando diferentes instrumentos musicales. Pero por supuesto soy la misma Nah Youn-sun.”

“En cierto modo, mi estilo de vida nómada como músico de gira me ayuda a mantener una vida sencilla. Una maleta es suficiente para llevar toda mi vida”. Koreana ı Otoño 2013

ra una apretada tensión, en interacción con un simple acompañamiento instrumental. El aura de seducción de su arte vocal fácilmente abruma a la audiencia. “Todas las grabaciones se realizan en una sola toma. Me he dado cuenta de que la primera actuación siempre es la que goza de mayor concentración, tanto por parte de los cantantes como de los músicos. En ese primer intento, siempre trato de dar el doscientos por cien de mí misma. Es por eso que las actuaciones en directo -por lo general- muestran una mayor entrega musical. De hecho, todas las canciones de ‘Lento’ fueron grabadas sin ensayo instrumental previo. ‘Arirang’ y ‘Momento Mágico’ son las únicas excepciones: necesitábamos ensayar para el acompañamiento instrumental. Pero al grabar la primera interpretación de cada canción, quería capturar lo que se llama ‘ese primer instante’ o la magia del momento”. Cualquier música se volatiliza entre las huellas del intérprete y la cóclea del público, y desaparece sin dejar rastro. Para captar esa energía tangible pero efímera -y también ese resplandor de la música en directo- ella tiene su propio método musical, para afrontar sin miedo el momento del primer encuentro, para tratar de captar tanto la sensación de vacío como el sonido de la música. Como intérprete nativa de Corea, cuyas actividades musicales tienen lugar principalmente en Europa, ¿cómo define su identidad? “En verdad aprendí todo lo relacionado con la música en Francia. Desde el momento en que hice mi primera aparición en escena en Francia, los franceses me han aceptado como la artista que soy, sin prejuicios ni sobre dónde vengo, ni sobre lo que he estado haciendo en mi vida. En resumen, el pueblo francés me considera, sin distinciones respecto a otros músicos franceses. Y realmente lo aprecio”. Sin embargo, allí donde ella actúa, el hecho de su procedencia coreana rara vez se olvida. El interés de la gente por ella, también indica cierta curiosidad sobre esa poco común cantante de jazz que viene de Asia. Ella enfatiza: “Creo que la forma en que usamos nuestra voz no se puede aprender, ya que es un talento recibido como herencia de nuestros padres. Del mismo modo, el hecho de ser coreana seguramente debe estar influyendo en mi música, pero la forma o la medida en que lo hace, es difícil de precisar o de ser analizada. Cuando canto en inglés, francés o coreano, imagino que estoy tocando diferentes instrumentos musicales, independientemente del lenguaje en que pueda cantar, pero yo, por supuesto, soy la misma Nah Youn-sun”. Sus discos suelen incluir una serie de canciones coreanas como ‘Nostalgia’, ‘Heart of Glass’, ‘Senoya, Seonya’ y ‘Arirang’. Su motivación al interpretarlas, sin embargo, tiene poco que ver con sentimientos chovinistas o patrióticos. “A mis colegas les gusta tocar ‘Arirang’. Creo que tiene una vitalidad que toda la música popular tradicional tiende a compartir. Y la interpretación de ‘Arirang’ parece ofrecer muchas posibilidades. Los músicos extranjeros no entienden la letra, pero la melodía es sencillamente hermosa. Resulta increíble ver cómo los distintos enfoques de ‘Arirang’ pueden ser tan radicalmente diferentes. Durante los conciertos el público suele sorprenderse mucho cuando explico que es una vieja canción tradicional de Corea, con una melodía que cualquier coreano conoce y que tiene más de 8.000 versiones líricas”. La fascinante vocalista de jazz confiesa que tenía pánico escénico, aunque parecía feliz y emocionada por su trayectoria a lo largo de la entrevista. Aclamada y exitosa, es incapaz de imponer su ego sobre la gente a su alrededor. En consecuencia, sus sueños son simples: “Sólo quiero seguir haciendo música como hasta ahora. Espero poder seguir dando conciertos y que mi voz me permita cantar. Tal vez... Ojalá pueda ser una fuente de inspiración o esperanza para músicos más jóvenes, al mostrar que una persona con una voz como la mía -que no armoniza bien con la música jazz en sentido convencional- todavía pueda cantar jazz”. Agrega que tiene la suerte de encontrar a diario muchos aspectos fascinantes para experimentar en la música, lo que también hace que su vida sea mucho más interesante. Como crítico de música, no puedo dejar de admirar el mundo siempre en expansión y en constante diversificación de su virtuosismo y versatilidad musical. (Para más información, los lectores pueden visitar la web oficial de Nah Youn-sun: www. younsunnah.com). (Traducido por Javier Castañeda)

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Enamorado de Corea

Vu Thi Ly, madre del pequeño Psy: “El sueño de mi hijo es mi sueño” Vu Thi Ly es conocida como “la mamá del pequeño Psy” por su hijo de nueve años de edad. Ese apodo, de hecho, ha traído consigo muchos cambios -tanto positivos como no tan positivos- a su vida en Corea, país donde se mudó desde su Vietnam natal hace más de una década, tras contraer matrimonio con un hombre coreano.

Kim Dae-o Escritor, Ohmystar | Yi Jung-min Fotógrafo

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n 2002, tres años después de llegar al país a la edad de 20 para casarse con un hombre de negocios coreano, Vu Thi Ly dio a luz a un bebé. Cuando la criatura tenía apenas tres meses de edad, ella se vio en aprietos para poder cumplir con las tareas del hogar, ya que no la dejaba tranquila ni un minuto. En un intento de apaciguar a este exigente bebé, solía ponerle música con su teléfono móvil. Entonces dejaba de llorar y comenzaba a balbucear, e incluso a veces se echaba a reír. Hwang Min-woo, que ahora tiene nueve años, es también conocido como “el pequeño Psy”, en referencia a la estrella musical de Corea, que adquirió una gran fama a través del videoclip viral ‘Gangnam Style’. Desde su nacimiento o, como dice su madre, “desde el vientre”, la música ha sido parte fundamental de la vida de este niño.

Descubriendo el talento musical de su hijo “Mi marido solía comprarme un montón de CDs de música vietnamita para animarme, ya que a menudo me sentía sola al estar lejos de Vietnam. Cuando estaba embarazada de Min-woo, solía escuchar durante todo el día música pop vietnamita y canciones coreanas. Creo que esto puede haber ayudado a Min-woo a desarrollar su sentido musical desde muy pequeño. Cuando era un bebé me di cuenta de que realmente disfrutaba de la música, así que seguí poniendo música para él. Desde los tres años comenzó a imitar las danzas que las estrellas del pop bailaban en la televisión. Podía hacer una increíble actuación imitando el baile del famoso tema ‘Billie Jean’ de Michael Jackson”, describe Vu. Vu conoció a su esposo, Hwang Eui-chang, de 53 años, durante uno de los frecuentes viajes de negocios que éste realizaba a Vietnam. Después de contraer matrimonio, los cónyuges se establecieron en la ciudad coreana de Gwangju. Ella adquirió la ciudadanía de Corea al casarse con un ciudadano de este país; pero sus habilidades en el idioma coreano no eran suficientes para entablar amistad fácilmente con sus vecinos; y por tanto nunca se sintió como en casa. No fue hasta el nacimiento de Min-woo, cuando ella se consideró completamente instalada en su nuevo país de residencia. Este especial niño junto a sus talentos musicales, aportaron estabilidad y alegría a su vida aquí. “Cuando Min-woo tenía unos cuatro años, hicimos un viaje a Vietnam toda la familia. En el río Mekong hay un crucero con cena y actuaciones en directo. Durante la velada, mi marido -que conocía al director de escena- preguntó si Min-woo se podía levantar y hacer una actuación. El director de escena dijo que sí y Min-woo bailó el ‘Billie Jean’ de Michael Jackson, además de cantar una canción vietnamita. Diversas personas de diferentes países como Francia, China, Japón o Corea que contemplaban la escena, quedaron encantadas al presenciar la actuación. Mi marido lo grabó todo y cuando volvimos a Corea, mostró orgulloso el video a sus empleados", recuerda Vu. El padre de Min-woo sólo quería presumir de su hijo; pero sus empleados tuvieron otras ideas más ambiciosas. Tras advertir que Min-woo era un genio cuyo talento no debía pasar desapercibido; enviaron una cinta de vídeo al popular programa de televisión de la cadena SBS ‘Star King’, orientado a la búsqueda de nuevas estrellas.

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El exitoso debut en televisión de Min-woo Cuando fueron contactados por los productores de ‘Star King’, Vu y su marido tuvieron serias dudas sobre si permitir o no que su hijo participara en dicho programa de televisión. No obstante, teniendo en cuenta el talento de Min-woo, pensaron que se trataba de una oportunidad demasiado buena como para dejarla pasar. Por pura coincidencia, los editores del programa decidieron usar para el debut en televisión de Min-woo, la temática ‘Gentleman’ (caballero), curiosamente la misma palabra que pocos años más tarde dio título al segundo single de Psy tras el éxito mundial ‘Gangnam Style’. Tras decidir que el niño aparecería en televisión, los padres de Min-woo se vieron de pronto muy ocupados con los preparativos. “Recorrimos todos los centros comerciales de Gwangju para encontrar el traje y los accesorios adecuados para la actuación. No fue fácil encontrar el traje, la camisa y la corbata que queríamos en talla infantil. Sin embargo, ese día fue probablemente el más emocionante de mi vida en Corea. Todavía puedo recordar cada momento como si fuera hoy mismo”, relata Vu. El día de la grabación, sin embargo, lejos de ser divertido, se convirtió en una jornada de gran estrés para los padres. “Los productores y coordinadores del programa no hacían más que pronunciar palabras de alabanza y decían que Min-woo era una de esas estrellas que aparecen solo una vez cada cien años; pero mi marido y yo estábamos muy ansiosos”, comenta Vu. “Min-woo estaba resfriado y durante la lectura de un texto y los ensayos previos, debía estar pasándolo realmente mal, porque parecía que iba a romper a llorar. Cuando sugerí que nos fuéramos porque estaba muy enfermo, Min-woo agarró la mano de su padre y le rogó que le permitiese quedarse y participar en el espectáculo. Fue duro verlo en el escenario, bailando y hablando alegremente con los presentadores, mientras sollozaba hacia dentro para asegurarse de que nadie se diera cuenta. A pesar de su catarro, representó ‘Billie Jean’ de Michael Jackson, ‘RingDingDong’ Koreana ı Otoño 2013

Vu Thi Ly y su hijo Hwang Minwoo posan para una fotografía. La madre está orgullosa de su hijo de nueve años de edad, cuya carrera ya está dando grandes pasos en el mundo del espectáculo; aunque a veces, también piensa que se merece una infancia sin preocupaciones.

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de SHINee y ‘Bonamana’ de Super Junior, aún mejor de lo que lo hacía en casa. Después de ver el modo en que aquel día se enfrentó a tantas adversidades, mi marido y yo tomamos la firme decisión de apoyarlo si se quería dedicar a la farándula. Era obvio que tenía talento”. En su debut en televisión, Min-woo se ganó el apodo de “el presidente Hwang de Gwangju”. El personal de “Star King” le bautizó con ese sobrenombre, ya que quedaron impresionados por ese carisma, inusual para su edad. Desde entonces, tanto la vida cotidiana de Min-woo como la de su madre, han experimentado un enorme cambio. En la calle, la gente comenzó a acercarse para pedirles autógrafos y sacarse fotos con ellos. Los organizadores del espectáculo, también se pusieron en contacto con sus padres para que Minwoo apareciera en otros eventos; como el famoso Festival de la Mariposa de Hampyeong. Al año siguiente, Min-woo fue seleccionado como ganador del concurso bianual “Star King”, en una ceremonia celebrada en el recinto ferial de la Expo de Yeosu 2012.

Un corte de vídeo del hit musical ‘Gangnam Style’ de Psy, hizo que la atención de los medios recayera sobre Hwang Min-woo, quien obtuvo el apodo de "Pequeño Psy”.

La vida como “mamá del pequeño Psy” Su éxito en "Star King" dio a Min-woo otra gran oportunidad: aparecer en el vídeo musical ‘Gangnam Style’ de Psy. Sentado al lado de su madre durante la entrevista, Min-woo recuerda el videoclip, hablando con el típico acento regional de la provincia de Jeolla. “Hacer el video musical con el tío Psy fue simplemente increíble. Aunque bailé el mismo ritmo unas seis veces seguidas, no me sentí cansado en absoluto. Después de la sesión, el tío Psy me dio su visto bueno y me dijo: ¡Eres increíble! Me sentí como si estuviera en el paraíso. Deseé realmente su éxito. Al principio, lo único que esperaba era que el videoclip fuera popular en las listas musicales de Corea... Me sentí tan feliz por el tío Psy (por su éxito global) como si me estuviera pasando a mí”. Después del lanzamiento del videoclip ‘Gangnam Style’ el apodo de Min-woo cambió de “el presidente Hwang de Gwangju" por el de "el pequeño Psy”. En su colegio, incluso durante las horas de clase, los niños se colaban en su aula para verle y sacarle fotos. El profesor de Min-woo hasta tuvo que cubrir con papel las ventanas de la clase para preservar el ambiente lectivo. Durante los descansos entre clase y clase, Minwoo estaba siempre ocupado firmando autógrafos y posando en fotos con los otros alumnos. Por desgracia, el fulgurante ascenso al estrellato de Min-woo, también vino acompañado de la incomprensión y los prejuicios sobre la identidad de su madre. Aunque la sociedad coreana actualmente transita hacia un futuro cada vez más multicultural, por un camino al que ha contribuido especialmente el aumento del número de matrimonios internacionales, muchos todavía se aferran a la idea de Corea como una nación homogénea. Y los orígenes familiares del “pequeño Psy” lo convirtieron en blanco de todo tipo de habladurías. “En un primer momento, solo queríamos hacer todo lo posible para apoyar a Min-woo. Pero después de algún tiempo, los niños empezaron a burlarse de él por tener una madre vietnamita. Sufrí mucho por él y comencé a lamentar que Min-woo hubiera aparecido en la televisión. Si hubiera seguido viviendo como un niño más, esa parte de su vida familiar nunca habría sido revelada a la opinión pública”, afirma Vu . “Lo más gratificante de mi vida en Corea es que mi hijo está creciendo como un niño sano y una buena persona. Me casé con un hombre coreano y estoy orgullosa de mi nacionalidad coreana, pero estoy igualmente orgullosa de mis raíces vietnamitas. Sin embargo, muchos coreanos todavía no están familiarizados con la idea de las familias multiculturales; y la popularidad de Min-woo ha llevado a algunos a mirar a nuestra familia con cierto prejuicio. Sin embargo, espero que este tipo de personas sean minoría, y que prácticamente todo el mundo vea a Min-woo igual que a cualquier otro niño coreano”.

© YG entertainment

El pequeño Psy, también famoso en la tierra natal de su madre La repercusión de las actividades de Min-woo se ha expandido ahora a Vietnam. Además de cantar y bailar, este niño prodigio ha debutado en la gran pantalla en una película fruto de la colabora-

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“El lugar donde yo nací, Dong Nai, está a menos de una hora de distancia en coche de la ciudad de Ho Chi Minh. Cuando salí de Vietnam, tras depositar toda mi esperanza y confianza en mi marido coreano, ¿cómo nos podríamos haber imaginado mi madre y yo que tendría un hijo tan famoso que incluso reconocerían los vecinos de Dong Nai?”.

ción entre Corea y Vietnam, titulada “La novia de Saigón”. Asimismo, recientemente ha participado en eventos dedicados a la promoción y venta de productos de ginseng rojo coreano en Vietnam. “En nuestra última visita, estábamos tan ocupados que no tuvimos oportunidad de visitar mi localidad natal; y mi madre siempre me recuerda lo mucho que extraña a su nieto. Nos limitamos a visitar Ho Chi Minh y Hanói. El lugar donde yo nací, Dong Nai, está a menos de una hora de distancia en coche de la ciudad de Ho Chi Minh. Mi madre se habría puesto muy triste de haber sabido que estábamos tan cerca; pero en nuestra próxima visita, me aseguraré de que vayamos a verla. Cuando salí de Vietnam, tras depositar toda mi confianza y esperanza en mi marido coreano, ¿cómo podríamos haber imaginado mi madre y yo que tendría un hijo tan famoso, que incluso lo reconocerían los vecinos de Dong Nai?”. Vu está convencida de que Min-woo va a ser algo más que “el pequeño Psy” porque conoce de primera mano los grandes esfuerzos que el niño realiza. “Min-woo practica danza y canto durante tres o cuatro horas al día. Cada vez que ensaya, suda tanto que su camiseta queda empapada. Para dar alas al sueño de Min-woo, nos mudamos de Gwangju a Incheon. E incluso en nuestro apartamento, Min-woo practica tanto que los vecinos se han quejado hasta en tres ocasiones por el ruido. Ahora ya solo practica en el estudio de baile”, asegura. Min-woo tiene solo nueve años de edad, pero es consciente de la importancia de mantener su imagen de cara al público; lo que en cierto sentido preocupa a su madre. “Cuando vamos a cualquier lugar público, siempre le piden fotos y autógrafos. Es bueno que la gente lo reconozca y aprecie sus talentos como cantante y bailarín. Sin embargo, a veces Min-woo me pide que me arregle un poco antes de salir juntos a la calle. Por otro lado, a la edad de Min-woo, es natural que los niños a veces se peleen, pero él se las arregla para evitarlo, porque dice que no quiere cicatrices en su rostro”, describe Vu. En este punto, Min-woo interrumpe, diciendo: “Nunca me han gustado las pizzas o los helados. Trato de no comer estas cosas, porque no quiero engordar. En Gwangju comía un montón de pez raya y pulpo, y ahora mi plato favorito es la carne a la parrilla. Pero lo que más me gusta de todo es la comida de mamá”. El padre de Min-woo se une a la conversación, y elogia las habilidades de su esposa: “Es una gran cocinera. Domina a la perfección tanto la cocina tradicional coreana como la vietnamita. Sus sopas de locha, de rábanos secos y verduras y de cangrejo azul, son sencillamente magníficas. Min-woo está tan acostumbrado a la excelente comida de su madre, que en realidad no disfruta ni de los platos que sirven en los restaurantes, ni de la comida instantánea”, afirma. A su temprana edad, Min-woo ya ha generado tanta expectación que incluso actuó junto a Psy en la ceremonia de investidura de la actual presidenta, Park Geun-hye. Sin embargo, sus sueños son de gran magnitud; y en ese sentido, no parece diferente a otros niños. “Quiero ser el cantante más famoso de Corea... el cantante más famoso de todo el planeta”, exclama. “Al igual que el tío Psy, quiero ser una superestrella en las listas Billboard y en el portal YouTube. Quiero comprar una casa muy bonita para mi mamá y un coche para mi padre, porque les estoy muy agradecido”. En relación a esto, Vu Thi Ly dice: “Hacer su sueño realidad significa llegar a ser famoso. Como eso es lo que quiere, yo también quiero que sea famoso. Sin embargo, al mismo tiempo, la idea de vivir rodeado de fama da un poco de miedo”. No hay duda de que, al igual que haría cualquier madre coreana, ella se entregará a fondo para hacer realidad el sueño de su hijo, como si se tratara de su propio sueño. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández) Koreana ı Otoño 2013

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En el camino

Jokbo : Sagas familiares y retazos de historia nacional

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Park Byung-ho, el segundo presidente de Hoesangsa, una editorial de jokbo, observa los libros de genealogĂ­a que su firma ha impreso en el “Museo jokboâ€?, ubicado en el sexto piso de su oficina.

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Hoesangsa es una firma pionera en la publicación de los jokbo o árboles genealógicos familiares. La editorial, que el próximo año celebra su sexagésimo aniversario, ha producido más del 80% de los historiales genealógicos contemporáneos de Corea. Aunque ahora, conforme a los nuevos tiempos, también produce árboles genealógicos en formato electrónico; la empresa mantiene la firme convicción de su fundador de que “el papel de los jokbo puede durar miles de años”. Kim Hak-soon Periodista | Ahn Hong-beom Fotógrafo

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uscar nuestras propias raíces está de moda en todo el mundo. Es el instinto humano y para cada familia esta actividad tiene su propia tradición e historia. “Raíces” (originalmente en inglés “Roots: The Saga of an American Family”), una novela semi-documental del escritor afroamericano Alex Haley, se convirtió en todo un éxito al publicarse en 1976, y fue rápidamente traducida a 37 idiomas. Narra la trágica historia de Kunta Kinte, que fue capturado en Gambia en 1767 y vendido en América para servir como esclavo. La obra indaga en las vidas de los descendientes de Kunta Kinte hasta el autor, que pertenece a la séptima generación. El libro dio origen a un auge de la búsqueda de las raíces en todo el mundo. Además, la elección como presidentes de EEUU de ciudadanos de origen irlandés, como John F. Kennedy, Ronald Reagan y Bill Clinton, impulsó esta tendencia en toda Irlanda.

Un jokbo para cada familia En todo caso, no existen muchos países como Corea, en los que casi todas las familias tengan sus libros propios donde figura su historial genealógico. Aunque esta tradición de mantener por escrito los registros genealógicos familiares proviene de una influencia de la antigua China, los jokbo de Corea no son sólo meros árboles genealógicos; sino también documentos de importancia histórica. Los registros detallados del linaje de cada familia y sus integrantes, permiten rellenar las lagunas de la propia Historia. A diferencia de los historiales genealógicos de otros países, que se enfocan exclusivamente en determinadas autoridades como reyes y aristócratas, los de Corea ofrecen información sobre familias normales y corrientes, además de diferir tanto en el contenido como en la forma; lo que ha contribuido a transmitir la cultura de la nación durante siglos. Además, los expertos atribuyen el desarrollo del jokbo en Corea a su avanzada tecnología de impresión. La Biblioteca Nacional de Corea alberga a día de hoy una amplia colección de 13.000 libros con unos 600 tipos de historiales genealógicos; y la Universidad de Harvard en los Estados Unidos, por su parte, almacena un gran número de estos registros en microfichas. Al jokbo se le llama comúnmente “árbol genealógico” o “árbol de familia” en español, “zongpu" en chino y “kahu” en japonés. Los “Wangdae Jongnok” (historiales genealógicos de la realeza), compilados por Kim Gwan-ui, un erudito que vivió durante el reinado del rey Uijong (1146-1170) de la Dinastía de Goryeo, fueron clasificados como los primeros datos genealógicos conocidos de Corea. Al margen de la realeza, el primer historial privado de una familia fue el Koreana ı Otoño 2013

“Yeongnakbo” del clan Ryu proveniente de Munhwa -que fue impreso en 1423 durante el reinado del rey Sejong de la dinastía Joseon- y su existencia se conoce sólo a través de los registros de la época. El jokbo más antiguo que se conserva es el “Gajeongbo”, también del clan Ryu de Munhwa, que data de 1562, durante el reinado del rey Myeongjong de Joseon. El primer historial genealógico de China se denomina “Supu”, y fue compilado por Su Dongpo (1037-1101), un importante académico de la dinastía Song del Norte.

Fundador de una editorial pionera Park Hong-koo, el fundador de Hoesangsa -fallecido el año pasado a la edad de 89 años- es una figura fundamental respecto a la publicación de los historiales genealógicos contemporáneos de Corea. Fundada en 1954, Hoesangsa es sin duda la mayor editorial dedicada a este tipo de publicaciones en Corea; con una producción que acapara más del 80 por ciento de todos los jokbo contemporáneos del país, unos 6 millones de volúmenes en total. En el sexto piso de la sede de Hoesangsa, en la Ciudad Metropolitana de Daejeon, está el Hoesang Munbowon, el primer museo del jokbo de Corea, que abrió sus puertas en 1988. Contiene cerca de 25.000 registros genealógicos de unos 900 clanes familiares -todos ellos impresos por la compañía- que incluyen cerca de 500 tipos de historiales genealógicos de dichos clanes, unos 900 tipos de archivos de los principales linajes familiares, y unos 15.000 tipos de registros de diversos linajes. Esto hace que la colección de registros genealógicos del Museo de Hoesang sa sea incluso mayor que la de la Biblioteca Nacional. En una visión general, el museo cuenta con un total de 50.000 libros. Éstos incluyen libros antiguos, antologías de obras académicas y literarias, boletines de los santuarios confucianistas regionales, y libros budistas que formaban parte de antiguas reliquias familiares. Los libros se disponen en estanterías de la compañía, clasificados por el orden alfabético del idioma coreano, desde los historiales genealógicos del clan Gang de Geumcheon, hasta los del clan Hwangbo de Yeongcheon. Estas obras abarcan cerca de 280 apellidos coreanos, 800 ciudades de origen de los fundadores de los clanes, y 34.000 diversos linajes. “Mi padre puso a la compañía el nombre de Hoesangsa (hoesang significa “recuerdo” o “memoria”) con la intención de “recordar lo antiguo y crear algo nuevo”. Pienso que él deseaba construir un gran futuro tomando como base la sabiduría de nuestros antepasados, como método para entender correctamente el presente”,

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de las hijas de la familia tiró por la ventana el agua usada para lavar el arroz. Mi padre quedó empapado de agua sucia en mitad del frío. Entonces fue cuando el dueño de la casa finalmente lo vio. Éste se disculpó y no dudó en hacerle su pedido para confeccionar el jokbo del clan. Mi padre no dejó de levantarse antes de las 5 de la mañana ni un solo día. Dor1 mía en un viejo camastro en su ofici1 Imagen de un jokbo electrónico elaborado por Hoesangsa. La na y nunca abandonaba su trabajo, ni firma inauguró la era del “jokbo digital” en 2004, en consonancia siquiera cuando estaba acostado”. con los tiempos. 2 Libros de genealogía impresos por Hoesangsa. En otra anécdota, el viejo Park A pesar de los avances de su sector, Park aún valora en gran medida un jokbo impreso en papel. conoció una vez a un nuevo rico que quería lavar su historial familiar. “Un caballero de unos 50 años de edad llegó en un lujoso coche extranjero, y le pidió a mi padre que insertara su nombre en el historial Tiempos de esfuerzo y sacrificio genealógico de una prestigiosa familia. Este señor había trabaLa demanda de jokbo aumentó en la década de los 70 cuando, a jado mucho y había crecido hasta convertirse en dueño de varias consecuencia de una mejora del nivel de vida, la gente comenzó a empresas; pero no sabía nada de sus raíces familiares. Su hija buscar sus raíces familiares. Desde mediados de la década de los había conocido a un joven que quería comprobar sus registros 80, muchas familias trataron de actualizar sus historiales geneafamiliares antes de casarse con ella; y por eso aquél nuevo rico lógicos. Esto permitió a Hoesangsa lograr un crecimiento notable. quería falsificar su historial. Por supuesto, mi padre lo rechazó de Sin embargo, tras el éxito de la empresa se oculta el sacrificado inmediato”, asegura Park. esfuerzo de su fundador. Como antiguo subdirector del Instituto Confucianista Sung Kyun “Una helada mañana de invierno, mi padre viajó hasta la casa de Kwan -el centro de investigación confucianista más importanun importante miembro de un clan para recibir una orden”, recuerte del país- el fallecido fundador de Hoesangsa, Park Hong-koo, da Park Byung-ho. “Aguardó bajo el porche de la casa mientras el legó numerosas obras de caligrafía que se hallaban en las oficidueño dormía. Sin saber que mi padre estaba allí esperando, una comenta Park Byung-ho, de 67 años, hijo mayor del fundador y actual presidente de Hoesangsa. Park trabajaba como farmacéutico, además de ocupar los cargos de concejal de Daejeon y jefe de la Oficina del Distrito Este de la ciudad pero, incapaz de desobedecer la voluntad de su padre -de sucederle en la empresa familiar- en 2007 se convirtió en el segundo presidente de la historia de la compañía. Su hermano menor, Park Byung-suk, es diputado de la Asamblea Nacional (Parlamento) que ocupa su escaño por cuarta legislatura, y actualmente ocupa el cargo de vice portavoz.

Como antiguo subdirector del Instituto Confucianista Sung Kyun Kwan -el centro de investigación confucianista más importante del paísel fallecido fundador de Hoesangsa, Park Hong-koo, legó numerosas obras de caligrafía que se hallaban en las oficinas y la imprenta de su editorial. Entre ellas, en una de las piezas más notables se puede leer: “Si tienes un buen cerebro, imparte tu sabiduría. Si careces de sabiduría, ofrece tu trabajo. Si no posees sabiduría ni trabajo que aportar, entonces márchate en silencio”. 52

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nas y la imprenta de su editorial. Entre ellas, en una de las piezas más notables se puede leer: “Si tienes un buen cerebro, imparte tu sabiduría. Si careces de sabiduría, ofrece tu trabajo. Si no tienes ni sabiduría ni trabajo que aportar, entonces márchate en silencio”. Otra reza: “Deja que un mensaie se grabe en tu frente, que el ingenio brille en tus ojos, que la bondad exude por tu boca, que la verdad brote desde tu corazón y que el trabajo nazca de tus manos”.

Jokbo en papel y jokbo digital Desde el 50º aniversario de la compañía en 2004, Hoesangsa ha venido produciendo jokbo digitales, además de los tradicionales en papel. Si se añaden caracteres chinos a los nombres en “hangeul” (el alfabeto coreano), y se hace clic, a continuación aparece una enorme variedad de datos que incluyen la fotografía o retrato de cada sujeto en cuestión, sus logros, sus pinturas o trabajos de caligrafía, las fotos de los cementerios familiares e incluso vídeos. Aún así, Park asegura que no confía del todo en los dispositivos de almacenamiento de datos electrónicos, como los discos portátiles, los CD e Internet. “El papel de los jokbo puede conservarse durante cientos de años, y hasta por un milenio. Nadie puede garantizar cuánto tiempo pueden permanecer intactos los registros en estos dispositivos de almacenamiento de alta tecnología. Mi trabajo es imprimir y conservar los datos de Hoesangsa con tecnología propia de Hoesangsa”, indica. De hecho, el amplio volumen de datos y la precisión de los mismos son los mayores activos de Hoesangsa. La firma ha desarrollado fuentes de impresión de unos 700 caracteres chinos inusuales, que corresponden casi exclusivamente a nombres de personas, algo que ningún otro taller de impresión posee. Para los his-

toriales genealógicos, solo utiliza el tipo de fuente de impresión “estilo Chunjeon” inventada por el fundador Park a partir de su seudónimo “Chunjeon”; que significa “campo de primavera”. La empresa también desarrolló su propia técnica de encuadernación, que permite que los libros de historiales genealógicos se mantengan intactos durante largo tiempo. “Hoy en día, gracias a Internet y a los dispositivos digitales, muy pocas personas vienen a nuestra imprenta para revisar su jokbo. Sin embargo, mi padre me dijo que hasta el año 2000, hombres de avanzada edad ataviados con traje tradicional coreano y sombrero, venían desde lugares remotos para quedarse aquí durante más de una semana, revisando y corrigiendo su historial”, afirma Park Byung-ho. En el pasado, mucha gente celebraba ritos con una cabeza de cerdo cocinada al vapor, como ofrenda para orar por el éxito en la publicación de sus historiales genealógicos. Como reliquias de tiempos pasados, aún se pueden observar en la imprenta las huellas de una antigua posada y un restaurante, donde se quedaban para revisar su jokbo. Cuando las mujeres pudieron empezar a tomar decisiones en las familias, y con la disminución de la importancia de los clanes por el aumento de los matrimonios internacionales, parece estar desapareciendo la trascendencia de los registros genealógicos para los coreanos. Además, la aparición de los jokbo digitales ha reducido drásticamente la demanda de las versiones en papel. Aunque los ingresos de Hoesangsa se han visto afectados, Park permanece firme en su determinación de seguir imprimiendo los historiales en papel, como una forma de respetar la opinión de su padre, que creía en el jokbo como símbolo de las sagas familiares, y como parte de la historia nacional. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández)

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Libros y más Charles La Shure Profesor de la Escuela Superior de Interpretación y Traducción de la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros

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Los valores confucianos y la guerra: conmovedora novela autobiográfica de una autora coreana-estadounidense

“Las Voces del Cielo” Escrito por Maija Rhee Devine, 305 páginas, 16 dólares / 12.000 wones, Irvine: Seoul Selection USA, Inc. (2013)

La primera novela de Maija Rhee Devine comenzó como un libro de memorias sobre sus experiencias en Corea, antes y durante la Guerra de Corea (1950-53). Sin embargo, por una sugerencia de su agente escribió de nuevo las memorias, en esta ocasión en forma de novela, contando su historia a través de la protagonista Mi-na, una joven cuyos padres están profundamente enamorados, pero no son capaces de concebir un hijo varón. Mi-na sufre las miradas de desaprobación de sus vecinos, que le dicen que debería haber nacido hombre, y la señalan como principal responsable cuando su padre se ve obligado a encontrar una concubina para engendrar un heredero varón; algo de suma importancia en la sociedad tradicional coreana. La primera parte –y la más larga- de la novela se inicia en 1949, antes de la guerra, y documenta la vida de la familia mientras sus miembros se adaptan a la presencia de la concubina, conocida por Mi-na como “Little Mommy” ("Pequeña Mamá"). Más tarde llegaría la guerra, fuente de tragedia no sólo para todo el país, sino también para esta familia. A pesar de que sus miembros se reagrupan tras la guerra, nunca vuelven a ser los mismos; y Mi-na se entrega en cuerpo y alma a alcanzar la suficiente formación académica, como para iniciar una nueva vida en Estados Unidos y lograr que sus padres vuelvan a estar juntos. El epílogo, que se ubica en el tiempo unos 50 años después de la tercera parte de la novela, explica el modo en que Mi-na descubre -y finalmente asimila- un secreto de familia que hace tambalear su propia identidad. Además del esperado viaje a través del tiempo, la novela también presenta saltos en el espacio. Mientras el libro de memorias pudo haber sido escrito desde el punto de vista de la autora, la novela salta de un lado a otro, contando la historia desde la perspectiva de Mi-na, de su padre, de su madre, y hasta de “Little Mommy” a la vez. Aunque la protagonista es Mi-na, el primer personaje que se da a conocer, de hecho es Soo-yang, la joven que pronto se convertirá en la “Pequeña Mamá”. Este cambio de perspectiva aporta una mayor profundidad a la obra y lleva al lector a simpatizar -a su manera- con cada uno de los personajes; mientras los verdaderos contratiempos son las circunstancias que atraviesan y la sociedad en que nacieron. La historia en sí es bastante sorprendente, ya que relata la vida de personas que luchan para hacer frente a las consecuencias de grandes acontecimientos históricos; y dibuja una sociedad en la que los ciudadanos viven unidos bajo los rígidos vínculos de las cadenas de valores confucianas. En particular, la novela pone de relieve la lucha de sus personajes femeninos: Mi-na, la niña que debería haber nacido niño; Eum-chun, la adorable esposa que debe dar la bienvenida a otra mujer a la cama de su marido, por no haber podido engendrar un hijo varón, y Soo-yang, la muchacha despechada por su joven novio, que nunca logrará ser más que una concubina. Esta crítica explícita hacia los valores confucianos, no es inusual en los tiempos actuales, pero rara vez se ha logrado un impacto emocional semejante. Sin embargo, quizá lo más remarcable a primera vista de este libro, sea el lenguaje en sí. Hay algunos términos inusuales -y frases aparentemente extrañas- que pueden desconcertar al lector. En las primeras páginas se pueden leer expresiones como las siguientes: “siendo como un idiota incapaz de distinguir una judía roja de una judía negra”, “enamorado como un pato mandarín”, o “la suerte de que una calabaza llena de oro haya caído sobre ti”. El texto también está salpicado de frases onomatopéyicas ocasionales, cuyos sonidos resultan completamente extraños en español o en inglés. La autora incluso elimina los sujetos de las frases -en el caso de algunos de los protagonistas- algo común al expresarse en coreano. En esencia, parece más bien un texto coreano en inglés. Quienes hayan residido en Corea durante un largo periodo y aquéllos que hablan coreano pueden encontrar esto un poco molesto al principio (igual que le ocurrió a este lector, que tuvo que detenerse constantemente para pensar en la conexión entre el texto en inglés, y su inspiración coreana original) pero no se puede negar que la autora aporta una visión única. Los lectores menos familiarizados con Corea y su idioma, probablemente apreciarán esta peculiar visión de la Corea de no hace tanto tiempo, que todavía hoy puede observarse en la sociedad actual. Cu l tu ra y a rte d e Co re a


Poemas del maestro Zen para hallar la verdad de un vistazo

“Magnolia y loto: selección de poemas de Hyesim” Escrito por Hyesim (Choe Sik), traducido por Ian Haight y Ho Tae-yong, 97 páginas, 16 dólares, Nueva York: White Pine Press (2012)

La tradición Seon (o meditativa) del budismo está en contraste con la tradición textual: la segunda persigue la iluminación gradual a través del estudio de los sutras, mientras que la primera, propone una iluminación más repentina a través de la meditación. Así, el budismo Seon concibe la inherente contradicción del lenguaje: es necesario para la comunicación, pero también limita nuestra capacidad de comunicarnos. En este sentido, la poesía, que trata de transmitir algo más que una mera suma de sus palabras, probablemente sea el modo de expresión ideal para esta escuela del pensamiento budista. Hyesim era un monje budista que vivió a finales del siglo XII y principios del siglo XIII en el suroeste de Corea; y el primer maestro Seon (Zen) en dedicarse a la poesía. Este volumen de poemas se inicia con una introducción a la vida de Hyesim, desde su infancia como estudiante de confucianismo y budismo, hasta su posterior nombramiento como abad principal del templo de Songgwang, y su póstuma elevación al grado de “preceptor nacional”, el más alto honor otorgado a un monje (entre los coreanos se le conoce más como el Preceptor Nacional Jingak, el “despertar verdadero”). En la obra también se debaten los temas principales de los poemas; y en una sección aparte se aborda la creación, la traducción y la lectura de estas composiciones. Los 58 poemas están cronológicamente ordenados en tres secciones: los primeros años como monje de Hyesim, su etapa como abad del Templo Songgwang, y los últimos años de su vida. Aunque hay algunas obras más largas, la mayoría de los poemas son bastante cortos y pueden leerse de un vistazo. Los poemas que enseñan los principios del Budismo Seon, como “Instead of Heaven or Earth, I Answer” (“En lugar del cielo o la tierra, yo respondo”), al principio pueden parecer oscuros al condensar en escasas líneas un significado profundo; pero obligan al lector a detenerse y contemplar la verdad escondida en las palabras. El acto en sí de la lectura del poema, revela las incursiones en los principios y las prácticas del budismo Seon. Otros poemas reflejan una detallada observación de la naturaleza, por la verdad que puede revelar. “Plantain” (“Plátano”), por citar un ejemplo, es una meditación sobre cómo nuestra percepción de las cosas puede quedar por debajo de las cosas en sí. “Water Clock” ("Reloj de agua"), es uno de los poemas centrados en un objeto, que utiliza el dispositivo de cronometraje como metáfora de la fugacidad de la existencia humana. Por último, hay meditaciones sobre la naturaleza de la propia realidad, como la serie titulada “Emotions of the Seasons” (“Las Koreana ı Otoño 2013

emociones de las estaciones”). Esta visión rica en imágenes de cada una de las cuatro estaciones escapa a las expectativas tradicionales, animando al lector a unirse al poeta en su modo de contemplar la vida. "Magnolia & Lotus" (“Magnolia y loto”), invita a ser leído en repetidas ocasiones. Cada encuentro con cada uno de sus poemas, ofrece la posibilidad de profundizar en su significado. Se trata de una rara oportunidad para los lectores, sean o no practicantes del Budismo Seon, de acercarse a la sabiduría de un maestro Seon coreano de hace siglos.

Cursos online del idioma coreano para estudiantes de secundaria de Estados Unidos

“Programa Sejong para becarios de Corea” Universidad de Stanford: http://spice.stanford.edu/docs/sejong_korean_scholars_program/

El Programa de Educación Internacional e Intercultural de Stanford (SPICE), es parte de los esfuerzos de la Universidad de Stanford para llevar a la práctica una formación intercultural en las escuelas secundarias de Estados Unidos. Entre sus actividades está el Programa Sejong para becarios de Corea, un programa online de estudios coreanos para estudiantes de secundaria. De un grupo de 60 aspirantes en total, 27 alumnos con necesidades especiales de todo el país, fueron seleccionados este año para participar en las clases en línea bajo la denominación general de “Estudios coreanos”. Operativo desde marzo de este año, es el primero en ofrecer estudios coreanos a estudiantes de secundaria. Los cursos se imparten en inglés y abarcan ámbitos como la historia, la cultura, la religión, las artes, la política y la economía de Corea. Entre los nombres de los cursos específicos se incluyen algunos como "Introducción al budismo coreano", "El desarrollo económico de Corea" o "El movimiento Hallyu”; este último probablemente muy popular entre los estudiantes interesados en la cultura pop de Corea. Cada estudiante puede elegir entre un total de 12 cursos online; y también participar en las sesiones de debate a través de la red, así como completar las lecturas y asignaciones semanales. El programa es gratuito, por lo que ofrece a los estudiantes una oportunidad única para aprender más sobre Corea, y obtener una ventaja inicial por si en un futuro, desearan cursar titulaciones relacionadas con estudios coreanos. Shin Gi-wook, director del Programa de Estudios Coreanos de la Universidad de Stanford y académico del Programa Sejong para becarios de Corea, espera que esta propuesta ayude a corregir los conceptos erróneos que se tienen en Estados Unidos sobre Corea; y sirva para dar a los estudiantes de secundaria la oportunidad de "extender su rango de conocimiento y comprensión sobre Corea". (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández)

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opiniÓn desde la lejanÍa

El kimchi y las aceitunas. O crónica del pájaro que da vuelta al mundo Gonzalo Soriano abogado, asociado extranjero en Yulchon LLC

- ¡Ring! ¡Ring! - ¿Hello? Contesté, mientras abría un tarro de Nutella, desde mi frío apartamento escocés - Aló Gonzalo, te habla Jorge Pérez-Taiman, tu ex jefe en el despacho… (se auto presentó el interlocutor, como si su mero nombre no evocase los últimos 4 años de mi vida laboral) - ¡Hola Doctor! Respondí con el hilo de voz nerviosa de quien presiente que tal vez hizo algo mal, sin saber que esa llamada cambiaría mi vida quizá para siempre. - Por supuesto que me acuerdo de Ud., dígame... - Gonzalo, ¿recuerdas ese despacho de abogados de Londres en el que te ofrecí un puesto? Pues lo veo difícil… ¿Te acuerdas lo de Nueva York? Pues no va a ser posible… ¿Y de lo de Madrid? Pues si lees los periódicos, quizá ya sepas la respuesta… Pero no todo son malas noticias: ¿Qué opinas de Seúl? … Y así fue como 6 meses después me encontraba yo en Lima, Perú, desempacando para volver a empacar de nuevo mi maleta. Listo para saludar y despedirme una vez más de mi mamá, mi perro y mis amigos; y elaborando mi respuesta a las preguntas que sabía vendrían: ¿Corea? ¿Del Norte o del Sur? Y… ¿Qué vas a hacer ahí? Pero… ¿No están en guerra? Pues sepa Ud. señor lector, que cuando yo me subí a ese avión Corea no era lo que es hoy: lo crea o no, nuestra Corea -porque ahora la considero mía también- ha cambiado mucho. Y eso que desde esa fría tarde del 21 de septiembre de 2011 -en la que emprendí esas 40 horas de travesía que separaban mi antigua casa de mi nuevo hogar- apenas han pasado dos años. Pero hace dos años no existía PSY, con sus miles de millones de visitas en Youtube; ni tampoco una guerra tecnológica y mediática tan abierta entre Samsung y la manzana mordida; ni mucho menos un chaval con armas nucleares -llamando la atención de todo el planeta- a tan solo 100 kilómetros de donde vivo… Pero todo ello y mucho más ocurre aquí y ahora, y eso… eso ha cambiado el curso de las cosas en cuanto a notoriedad se refiere. Mi primer impacto -o contacto, según cómo lo definamos- con Corea, fue cuando aquella guapa azafata surcoreana me dio a elegir entre “Pasta or Korean ”; encontrándome segundos después frente a frente con el aromático kimchi, que sin duda es hoy un entrañable compañero, y con quien mantengo una relación de tira y afloja que, como todo el mundo sabe -seamos sinceros- son las relaciones que más perduran en el tiempo. Tras aterrizar en el magnífico Incheon, averiguar cómo salir de ahí rumbo al que sería mi nuevo

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hogar; y pelear durante varios días con un jet lag que me convirtió en madrugador compulsivo y en noctámbulo impenitente a la vez, sobreviví a mi primer día de trabajo en una importante firma de abogados de Corea del Sur. Creo que jamás en mi vida olvidaré la sensación de hallarme frente a esa elegante puerta de vidrio tan llena de interrogantes: suma entre los nervios de quien se para frente al timbre en su primera cita y la seguridad de Gordon Gekko en Wall Street. Desde entonces hasta hoy, mi trabajo ha sido sumamente interesante. Para un letrado peruano trabajando en la distante Corea -y quizá el único abogado peruano ejerciendo como tal en todo el continente- no podría ser de otro modo. Mi día a día trascurre entre reuniones con potenciales inversores en la región Andina, a quienes siempre saludo con un gran anyonghasimniga, una reverencia, y una buena sonrisa para romper el hielo; incumpliendo adrede el consejo más valioso que siempre me dio mi padre: “Estrecha la mano firmemente y mira siempre a los ojos de tu interlocutor cuando lo hagas”. Corea es para mí un país maravilloso, lleno de contrastes -y a veces contradicciones, que encuentro fabulosas desde mi perspectiva occidental-, que me han hecho comprender que muchas veces lo que consideramos bueno o malo, depende en gran medida del color del cristal con que se mira. Además, Corea me ha permitido conocer a algunas personas que desde el primer día fueron como mi familia; con quienes comparto las anécdotas -que en Corea suelen ser diarias- y melancolías propias de un país con un invierno poco envidiable. La península tiene además una comida deliciosa. Aunque entiendo a aquellos extranjeros que afirman que no les gusta la gastronomía local o una cultura tan distinta a la occidental, siempre suelo decir que son como las aceitunas de mi tierra: o las amas o las odias. No hay término medio. Y por suerte, me encantan las aceitunas… y más aún el kimchi chiggae. Pero no todo es un arcoíris a 16.000 km de casa. Es difícil ver envejecer a tus padres por Skype, y darte cuenta de cómo la dinámica padre-hijo empieza a mutar; es difícil que tus sobrinos no te reconozcan cuando vas a casa cada año bisiesto; es difícil ver que tus amigos se casan y empiezan a adaptarse a una vida sin ti; y lo que es más difícil aún, es sentir que en realidad no perteneces a ningún lado; que no estás echando raíces y que en unos pocos años, esa vida convencional que tiempo atrás ilusamente pensaste que vivirías, posiblemente tenga que adaptarse contigo a los nuevos tiempos… y a los nuevos vientos de cambio del milenario noreste asiático. Pero no se equivoquen; que si bien la melancolía tiene un espacio privilegiado y ganado a pulso en el corazón de todo expatriado… cada uno de ellos esconde en su interior la fórmula para acallarla y hacer que no moleste por un tiempo. Para mí, la mejor receta es volver a Incheon, donde todo empezó y volar lejos -desde acá todo parece estar lejos -, y volverme a encontrar con mi motor y motivación personal: viajar, descubrir, conocer, explorar… Despegarme, desapegarme y desaburguesarme de mi apacible vida -que discurre entre la oficina y mi casa- y salir de mi zona de confort para una vez más sentirme explorador. Y es que si hay algo que me fascina de Asia, es saber que siempre puedes llevar un sombrero fedora, unas sandalias viejas, una mochila… y sentir que todo empieza como la primera vez. El tiempo, los viajes, la distancia, el soju, la melancolía, la felicidad, la novedad, el kimchi, los amigos, la cerveza, los retos diarios, las estrambóticas noches seulitas, las jerarquías, el hangul y, ¿por qué no?, aquélla llamada que me invitaba a gravitar por universos desconocidos y otrora inimaginables en medio del invierno escocés; han hecho de mí una persona -para bien o para maldistinta: un observador más acucioso y seguro de sí mismo que, si pudiera pedir un deseo, hoy pediría un paquete de aceitunas. Para comer y para llevar.

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Entretenimiento

Con su nuevo álbum “Hello”, Cho Yong-pil ha conquistado el mundo actual de la música pop, eliminando las diferencias que existían entre los éxitos musicales de hace unas décadas y los actuales. Su nuevo álbum se ha convertido en toda una sensación que combina géneros que hacen vibrar a los jóvenes -como la electrónica, el rock moderno y el rap- a la vez que mantiene la esencia de su propia música.

Lim Jin-mo Crítico musical

¡Ha vuelto Cho Yong-pil!

© YPC Production

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l álbum que el cantante Cho Yong-pil ha lanzado tras diez años desde su último disco ha causado una respuesta tan explosiva, que ha desbordado a los idol, grupos y artistas a la vanguardia de las actuales tendencias del K-pop. En bares, cafeterías y otros lugares de moda frecuentados por jóvenes veinteañeros, se pueden escuchar sus nuevas canciones mientras la gente tararea las melodías de su flamante disco, como “Bounce” y “Hello”. Los nuevos temas de este cantante de 63 años de edad, que encabezan las listas de música online, también han llegado a lo más alto en programas de televisión como “Music Bank” y “Music Core”, cuya principal audien-

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cia son los jóvenes. A finales de junio, en poco más de dos meses tras el lanzamiento de su reciente álbum, ya se habían vendido más de 230.000 copias y conseguido el mayor volumen de ventas entre los discos publicados este año. Esta hazaña, lograda por un músico veterano nacido en 1950, es verdaderamente espectacular.

La audacia de un ‘veterano’ “Sr. Cho Yong-pil, ¡suena increíble cuando se le escucha en digital! Bounce. Bounce. Mi corazón está latiendo. Tengo miedo de que me escuchen”. Este ingenioso tributo encabezado en Twitter por Cu l tu ra y a rte d e Co re a


Taeyang, del grupo musical de estrellas idol Big Bang, es ya tan conocido como la propia canción. Es un juego de palabras sobre la letra de ‘Bounce’ -el primer sencillo del disco, que suma el 19º álbum de Cho- y fue presentado en una página web de música online como lanzamiento previo al disco en forma de adelanto. Todo comenzó con un rumor entre jóvenes y fans veinteañeros: “¿De verdad es esta la voz de un hombre de 63 años?” Dicen que es sorprendente e increíble que esta música con sonido tecno, ritmo de rock e incluso rap, haya sido realmente compuesta por un cantante de la generación de sus padres. A partir de ahí, todos se entusiasmaron descargando y enviándose las nuevas canciones de Cho Yong-pil, el “cantante de los viejos tiempos”. Por supuesto, las otras generaciones también están entusiasmadas. Los mayores, además de estar encantados de escuchar las tan esperadas nuevas canciones de su artista favorito, realmente parecen estar emocionados. El disco salió justo a la vez que la nueva canción de la estrella mundial Psy, “Gentleman”, estaba arrasando en Corea; por lo que era de esperar que intimidase a otros cantantes, y evitaran que el lanzamiento de sus nuevos trabajos coincidiera en el tiempo. Pero la audacia de Cho, al enfrentarse cara a cara con la mayor estrella mundial del momento, fue inspiradora. Un hombre de 40 años que trabaja en un banco, visiblemente conmovido, dijo: “Siento como si su éxito fuera mío también”. Para una generación mayor que podría haberse sentido excluida y relegada de la cultura pop actual, este logro excepcional de Cho es un reconstituyente bien recibido. El veterano artista también se marcó como objetivo lanzar una versión en vinilo –con bastante éxitotras sacar el CD, para apelar así a la sensibilidad de la generación de mayor edad. Hasta ahora, se consideraba que los LP en vinilo casi habían desaparecido; pero gracias al sensacional éxito de Cho Yong-pil, incluso parece haber una creciente demanda de tocadiscos para reproducir discos LP. Esto demuestra que la cultura analógica nunca desaparecerá. Al diseñar el contenido de este álbum, Cho resaltó intencionadamente elementos propios del rock. Esta es la mayor diferencia con su 18º álbum, titulado “Over the Rainbow”, que fue lanzado en 2003. Además de sus esfuerzos por no quedarse atrás en el tiempo -mediante la inyección de una buena dosis de sensibilidad juvenil- el cantante ha demostrado su intención de elevar el ánimo del público de mayor edad y refrescar su espíritu escuchando rock.

El rey del pop coreano Cho Yong-pil ha sido conocido durante mucho tiempo como el “rey del pop coreano”. La razón por la que la gente lo considera como el mejor cantante coreano de pop, es porque tiene más éxitos duraderos que cualquier otro artista; como “Return to Busan Port” y “Woman Outside the Window”. Posee al menos más de 50 canciones que la gente de generaciones mayores es capaz de reconocer tan solo escuchando su inicio (intro). Y si bien el musical “Mamma Mia” cuenta con 17 canciones del legendario grupo Koreana ı Otoño 2013

de pop sueco ABBA; con los numerosos éxitos de Cho Yong-pil se podrían hacer más de tres musicales. En un primer momento, Cho Yong-pil hacía una música que se distinguía porque integraba todos los géneros musicales. Desde mediados de los años 70, época que podríamos considerar como sus mayores días de gloria, hasta principios de los 90, todos los géneros musicales que existían en Corea se daban cita en su repertorio. Conocido principalmente por su facilidad para pasar del rock al soul y al blues; el artista fue también un poderoso referente a tener en cuenta en lo que se refiere al country, folk, trot y otros estilos de música vocal. Por esta razón es el cantante favorito del país y lo llaman, con mucho cariño “el gran horno” de la música pop coreana. Las canciones de Cho Yong-pil no solo seducen los oídos, sino que también conquistan el corazón. Sus temas -que parecen sonar como si procedieran de una voz nasal- tienen un efecto de gran alcance, ya que en realidad se basan en una profunda resonancia. Su canción “Bounce” ha cautivado a los adolescentes de hoy en día gracias a su vívida y poderosa voz; la misma razón por la que los jóvenes en la década de los 80 gritaban “¡Oppa!” cuando subía al escenario y arrasaba con su poderoso canto.

Elevándose sobre dos alas La capacidad de reinventarse de Cho en realidad no es nueva para él. El cantante se ha desafiado constantemente a sí mismo con nuevos retos, en lugar de asentarse en una fórmula exitosa. Y sus álbumes siempre han sido el resultado de esos esfuerzos. El póster que promociona su nuevo trabajo lo dice todo: “Es el resultado de la innovación y la pasión cosechada en 10 años”. El artista siempre hace hincapié en la importancia de estar sobre el escenario: Dice que actuar sobre el escenario es fundamental para los cantantes. Esto suena muy natural y razonable; sin embargo, los jóvenes cantantes famosos actuales y las compañías de entretenimiento -que consideran que el atajo para tener éxito es que los canales de televisión de ocio les difundan como artistas con talento- podrían tener algunas dificultades para apreciar el valor de los principios de Cho. Una vez dijo: “Con una agenda apretada, no hay tiempo suficiente para centrarse en la música. Sobre el escenario en un concierto es donde uno puede convertirse en un verdadero cantante”. A pesar de no haberse asomado a las listas de éxitos desde 1991 con su última canción ‘Dream’; ha logrado mantener su estatus gracias a sus conciertos. La gente sabe que su atractivo sobre el escenario permanece intacto. Dentro del mundo de la música pop actual una vez más Cho Yong-pil ha trazado un increíble vuelo, elevándose con sus principios musicales, y la voluntad de renovar constantemente su arte con mentalidad abierta. Y puesto que vivimos en una era que desesperadamente precisa de esas virtudes, Cho surca el éxito con vientos favorables creados por generaciones de fans agradecidos. (Traducido por Raimon Blancafort)

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Estilo de vida

Reasentarse en Jeju para escapar de la agotadora vida de la gran ciudad

Para las personas que aspiran a escapar de la agitada vida urbana, la Isla de Jeju es el paraíso perfecto. Por eso la gente joven en la veintena o treintena, escépticos respecto a la competencia y con padres de mediana edad, que desean que sus hijos crezcan en un mejor ambiente educativo; y también jubilados de entre cincuenta y sesenta años, sueñan con vivir en Jeju o ya están convirtiendo ese sueño en realidad.

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im Tae-hwan, dueño de la Casa de Huéspedes y Cafetería Dalparan, solía enseñar la asignatura de Lengua Coreana en escuelas de bachillerato. Después de que sus hijos ingresaran a la universidad, él y su esposa - también profesora- se ofrecieron para trabajar como voluntarios en una escuela en Jeju. Pero, en su último lugar de trabajo, la Escuela de Bachillerato de Mujeres Daejeong, fue testigo de cómo sus alumnas se obsesionaban con los estudios y vivían agobiadas por un ambiente académico frenético, no muy distinto del de Seúl. Entonces, se desencantó con el sistema educativo e incluso con su propia profesión de docente. Tenía 49 años y no estaba en tan buen estado de salud como antes. Así que decidió jubilarse anticipadamente.

El segundo acto de la vida Kim Tae-hwan vendió su apartamento en Seúl por 600 millones de wones, y con este dinero compró un terreno en Wimi-ri, Namwon-eup, en la ciudad de Seogwipo. Allí construyó una casa y empezó a vivir en ella. La casa se ubica cerca de la Ruta 5 de los caminos Olle de Jeju. Las ventanas del segundo piso de su cafetería presentan unas magníficas vistas al mar, cobijadas por el majestuoso monte Halla. Al principio, amigos y parientes se preocuparon cuando este estudioso profesor, que solo sabía de libros y de enseñar poesía, dijo que abriría una casa de huéspedes con una cafetería. Por fortuna superó esas preocupaciones y ahora Kim Tae-hwan se las ingenia para administrar su negocio con la ayuda

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Lee Jin-Joo Escritora autónoma | Ahn Hong-beom Fotógrafo

de mucha gente. Vivir en una isla no siempre es romántico. Al ser Jeju una región con muchas precipitaciones, hay que luchar contra la humedad, los bichos y el moho todo el año. Y aunque es el propietario del negocio, a menudo debe hacer todo el trabajo él solo, incluyendo dar de comer al perro, lavar los platos y asear las habitaciones. No obstante, sin perder la sonrisa comenta: “me estoy acostumbrando al trabajo duro y a vivir como si fuera un criado”. En agosto del año pasado, su esposa renunció a su puesto de profesora de escuela en Seúl y se vino con él a Jeju. Jeju es una isla de ensueño, desde el punto de vista de los residentes urbanos a quienes les falta poco para jubilarse. Hablamos de la generación que accedió al mundo laboral en la década de 1980 con la canción “Noche azul en la Isla de Jeju” como banda sonora de la época: “Cuando sintamos odio a las cosas a las que estamos atados: el periódico, la televisión, la paga...” La canción describe Jeju como una utopía donde todos desearían vivir, si eso fuera posible. Actualmente, un creciente número de jubilados prematuros esperan iniciar ese ‘Segundo Acto’ de sus vidas, mientras aún conservan salud y juventud. Este es el perfil de muchos recién llegados a Jeju, que construyen cafeterías y casas de huéspedes a lo largo de los caminos Olle o cerca de las playas, creando toda una tendencia.

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La inmigración de un artista de treintaytantos años Ko Pil-heon (pseudónimo: Mega Shocking), dueño de la casa de huéspedes Jjolgit Center -cerca de la playa Hyeopjae-, fue un exitoso artista de cómics de humor populares. Pero hace tres años, súbitamente, dejó de dibujar viñetas y se asentó en Jeju. Tras atravesar una crisis por su divorcio, decidió reorientar su vida. Con los recursos que pudo reunir con su propio hermano y siete colegas, compró una casa de dos pisos casi en ruinas en Hallim-eup, en la ciudad de Jeju, y la convirtió en una casa de huéspedes. Y ahora ve cómo Jóvenes, incluyendo artistas alternativos -como cantantes de bandas de rock independiente desilusionados con un capitalismo dominado por los chaebol- inundan su hostal. Tan singular espacio se llena de energía gracias a la constante llegada de jóvenes de veintitantos o trentaytantos años, a quienes les hace gracia la idea de solicitar a través de Twitter puestos para trabajos voluntarios en la casa de huéspedes de Ko; y que se unen a su personal sin ser remunerados. Para ellos, las tareas que realizan en la casa de huéspedes no son trabajo, sino diversión. “Está mal creer que algún día serás feliz,” dice Ko Pil-heon. “En lugar de eso, deberías hacer algo en este preciso instante, para hacer tu corazón jjolgit (gozar con las cosas que te parezcan gratificantes)”. Similar es la historia del pintor Lee Myung-bok y su esposa Kim Eun-jung. Lee llevaba una doble vida, por un lado como artista antisistema; y por otro, gozaba de un muy buen salario como empleado de televisión. Pero “al sentir que podría perderlo todo de una sola vez, Jeju le saludó”, dice Lee Myung-bok. Su esposa, que trabajaba en otra empresa de televisión, dio su grato consentimiento a la idea de “inmigrar” a Jeju. La pareja abrió la Galería Nori a la entrada de la Aldea de Artistas Jeojiri, cerca del Museo de Arte Contemporáneo de Jeju. Cuando pensaron en organizar exposiciones y actuaciones, artistas emergentes como la cantante pop Mari Kim, muy popular en clubes del selecto barrio de Cheongdam-dong en Seúl, y Vandal, conocido como el pionero del graffiti de Corea, se unieron a su iniciativa. Ahora, la pareja ofrece a menudo su galería a estudiantes de escuelas locales para que los alumnos expongan sus trabajos artísticos. El principal público que acude a estas muestras son los abuelos de los niños; que van a ver las obras de sus nietos. Así, el movimiento artístico iniciado por Lee Myung-bok y su esposa en su nueva comunidad, invita no solo a artistas de primer nivel; sino también a sus vecinos. Anteriormente, Jeju era una tierra estéril en lo que a disfrute artístico se refiere, debido a la falta de infraestructuras necesarias como teatros y salas de conciertos. No obstante, con la llegada de estos “inmigrantes artistas”, la isla es hoy una nueva meca de arte y cultura, no muy distinta de la zona junto a la Universidad Hongik en Seúl, o la aldea de artes Heyri en Paju, provincia de Gyeonggi. Incluso, algunos de estos artistas cumplen un papel notable como activistas locales; como se puso de manifiesto en el movimiento contra la construcción de una base naval en Jeju, o en otras camKoreana ı Otoño 2013

pañas comunitarias. Otra tendencia llamativa es el creciente número de personas de entre 30 y 49 años, así como de baby-boomers jubilados, que “inmigran” a Jeju. A diferencia de los jubilados de más edad, esta gente es todavía activa en muchos sentidos y está llena de vitalidad. Son denominados generación downshifting , o desacelerada, según el neologismo sociológico, por buscar la felicidad rebajando su nivel de vida y optando por vivir la vida más despacio. Prefieren ganar menos y gastar menos. La generación downshitfing es bastante diferente de las generaciones anteriores, que trabajaron como hormigas para poder comprar casa propia, casarse, educar a los hijos y forjar un porvenir. Esta nueva generación decide “cambiar de velocidad” a una edad joven, para así poder disfrutar de la vida ahora, no después. Este cambio es evaluado como algo positivo tanto por los sociólogos como por los psicólogos. Kim Ho-ki, profesor de Sociología en la Universidad Yonsei, describe a la generación desacelerada como a unos “jóvenes con una estrategia de retiro proactiva. Ellos eligen regresar a la naturaleza, comenta, como forma de superar el miedo al desempleo juvenil a los veinte, el estresante cuidado de los niños a los treinta, y el miedo a ser despedidos del trabajo a los cuarenta”. Otros expertos denominan a este fenómeno slow el comienzo del éxodo de las ciudades, tendencia que se observa con frecuencia y principalmente en países económicamente desarrollados.

Educación Alternativa Kim Yeon-deok, un oculista de 37 años, se unió a la corriente de “inmigración” a Jeju en septiembre del año pasado. En una época, fue profesor en un importante hospital en la zona metropolitana de Seúl, pero ahora trabaja aquí en una clínica privada. Abandonó un trabajo muy bien remunerado y se mudó a Jeju por su hijo de 8 años. Su hijo obtuvo una puntuación del 0,1% superior en el test Wechsler de cociente intelectual, y tuvo dificultades para adaptarse al sistema de educación pública de Corea. El Colegio Internacional de Jeju, con un programa de estudios relativamente abierto, le prometió que cuidaría bien de su hijo y permitió al pequeño saltar cursos según sus capacidades. Su esposa renunció a su trabajo y se vino con él a Jeju. Su hijo, que era víctima de acoso escolar en Seúl, se convirtió en el presidente del grupo estudiantil, apenas transcurrido un semestre de ser transferido a su nueva escuela. Ahora el niño disfruta de sus días en el colegio, mientras juega en un equipo de fútbol juvenil. “Al ver cómo ha cambiado mi hijo, me convenzo más aún de que el sacrificio que hicimos mi esposa y yo mereció la pena”, dice Kim Yeon-deok. Muchos inmigrantes de entre 30 y 59 años como los Kim, que se mudaron a Jeju por la educación de sus hijos, viven en barrios donde hay colegios internacionales como Daejeong-eup, en Seogwipo, o en el centro de Jeju, una zona con estándares de vida relativamente altos. La mayoría de estas familias huyeron de la mortal competencia académica que existe en escuelas de las grandes ciu-

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dades. En Jeju, una provincia de gobierno autónomo especial, los niños y adolescentes coreanos tienen una total libertad para poder optar por colegios internacionales; a diferencia de otros que viven en la metropolitana Seúl, donde quienes desean acudir a tales instituciones educativas han de acreditar ciudadanía extranjera, o experiencia de haber vivido fuera del país. Los padres perciben Jeju como una nueva meca de la educación alternativa. Mucha gente decide, por ende, abanadonar la ciudad y asentarse en Jeju con el propósito de criar a sus hijos en un mejor ambiente; pero, no es solo porque aquí haya colegios internacionales más accesibles. En el caso de la educación primaria, incluso las escuelas públicas ubicadas en los distritos con mejor nivel de vida de Seúl, tienen cerca de 30 alumnos por aula. Sus patios, cubiertos con fibras de poliuretano impermeables, son tan pequeños que es imposible que los niños corran 100 metros ni en diagonal. En cambio, las escuelas en Jeju tienen menos de 10 estudiantes por aula; e incluso las escuelas situadas en lugares remotos cuentan con patios de césped, que pueden ser utilizados como canchas de fútbol.

Desventajas Por supuesto, también existen inconvenientes. Entre ellos, los inmigrantes a Jeju suelen decir: “Quedarás fascinado por el magnífico paisaje en tu primer año. En tu segundo año, te aburrirás poco a poco. Y en tu tercer año, no podrás aguantar la vida de aquí y te irás”. Las islas presentan condiciones climáticas y culturas muy heterogéneas y distintas a las de la tierra firme. Es por esto que la gente se refiere a irse a Jeju como “inmigración”. Si uno decide vivir en Jeju sin estar lo suficientemente preparado, probablemente fracasará. Yo “inmigré” a Jeju el otoño pasado para dar mejores oportunidades educativas a mis hijos. Y aunque llevo viviendo aquí más de un año, todavía no me acostumbro a los bruscos cambios del tiempo. Una joven ama de casa de mi vecindario, que ha vivido en Jeju unos 10 años, dice en tono quejoso que ella nunca logró adaptarse al clima de la isla. Si hace mal tiempo, los vientos aullan como fantasmas que sollozan. Tengo pavor al cielo, que cambia de cara

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1 Kim Tae-hwan, dueño del Hostal Dalparan. Por la mañana temprano, cuando debería estar camino a la escuela secundaria en donde solía enseñar, comienza su día tomando un café -que él mismo ha preparado- con vistas al mar. 2 Lee Myungbok y su esposa, Kim Eun-joong, abrieron la Galería Nori en Jeju tras renunciar a su trabajo en una emisora.

varias veces al día, y también a la humedad que cala los huesos. No tengo a nadie en particular con quien pueda reunirme o lugares que visitar; y es difícil que uno se encuentre con una buena función artístico-cultural. El pediatra de mis niños me dice “es duro aguantar por más de tres años la vida en este lugar, a menos que uno sepa jugar al golf”. A pesar de que nos mudamos aquí en parte porque estábamos hastiados de las fútiles y numerosas reuniones sociales de la ciudad, “gente de tierra firme” son unos eternos foráneos para los isleños; máxime dentro de la exclusiva cultura del gwendang, en la que “cada oveja tiene su pareja”. En áreas del centro de la isla, en ciudades en las que muchos inmigrantes se asentaron, uno puede permanecer de algún modo en el anonimato. Pero, en zonas remotas, donde uno debe vivir manteniendo relaciones próximas con sus vecinos, los inmigrantes sentirán que chocan contra la pared al intentar entrar en su círculo. Sentirán como si estuvieran en otra isla dentro de la isla. Decide mudarte o no después de vivir aquí al menos seis meses o un año para experimentar; aconsejarán los inmigrantes que llevan viviendo en Jeju por un tiempo. Las diferentes áreas de Jeju presentan condiciones climáticas y costumbres distintas. Por eso uno debe pensar en su edad, en la relación que tiene con su pareja, en la educación de sus hijos, en la familia y en las preferencias de ésta. Además, en Jeju todavía hay muchos agentes inmobiliarios que no titubearán en engañar a los recién llegados. El salario de los oficinistas, es apenas la tercera parte de lo que perciben los trabajadores en Seúl. Esto implica que los estándares de vida en Jeju no son muy elevados. La realidad es que será muy difícil que uno tenga éxito aquí; a menos que lo único que pretenda sea abrir una cafetería en un lugar con buenas vistas. Cu l tu ra y a rte d e Co re a


La avalancha hacia Jeju No obstante, parece que los inmigrantes seguirán apresurando sus pasos rumbo a Jeju de aquí a un tiempo considerable. Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Corea, un total de 25.000 personas se mudaron a Jeju durante el año pasado. El número neto de inmigrantes, al contrario de los emigrantes que abandonan la isla para asentarse en otro lugar, empezó a aumentar notablemente en 2010, llegando hasta 437 personas. Desde entonces, las cifras se han incrementado en gran medida año tras año, alcanzando los 2.343 (el quíntuple respecto a 2010) en 2011, los 3.052 en 2012 y los 3.401 hacia finales de mayo de este año¸ cuando la población de Jeju superó los 600.000 habitantes por primer vez. Excepto Seúl, sólo Jeju y Sejong, una ciudad administrativa planificada, con un

que quedaron fascinados con esos caminos, cuya magia dio nacimiento a un nuevo patrón. Primero, uno viene a Jeju en un viaje de fin de semana. Luego, vuelven a visitar la isla para andar por los caminos Olle durante dos semanas. A la siguiente vez, extienden su estancia a un mes alojándose en una casa de huéspedes. Finalmente, deciden quedarse a vivir de forma permanente en Jeju. Sobre esta tendencia, un artículo publicado en una famosa revista comenta, “viajeros que solían divagar como el viento, deciden arraigarse como los dol hareubang, las estatuas de piedra aborígenes esparcidas en toda la isla”. Los caminos Olle son una red de 26 senderos interconectados, con una longitud total de 425 kilómetros, que cubre toda la Isla de Jeju. Suh Myung-sook, presidenta de la Fundación de los Caminos Olle de Jeju, que planeó y abrió el primer camino Olle en 2007, nació en Jeju. Ella misma tardó 30 años en volver a su isla natiTengo mis razones para denominar “inmigración” al desplazava; después de haberse alejado de ella para miento de personas hacia Jeju. Gente que vive en ambientes urestudiar en la ciudad y trabajar como periodista en un diario. Ella narra que sintió que banos se siente atraída por el efecto tranquilizante del mar y los su alma sanaba mientras hacía el Camino discretos paisajes de la isla; sin embargo debe aguantar los cade Santiago de España; y fue después de esa experiencia, que Suh impulsó el proyecto de prichos del clima, la insuficiencia de infraestructuras y la cultura los caminos Olle. Bajo el eslogan en dialecto del gwendang -palabra que en dialecto de Jeju significa parientede Jeju “nolmeong, shimeong, georumeong” (jugando, descansando, caminando), los que impide que cualquiera que venga de afuera sea aceptado caminos Olle han revolucionado totalmente fácilmente por los locales en sus círculos comunitarios. el paradigma del viaje en Corea, originando incluso un nuevo clan de “olle-manías”. Con la avalancha de gente hacia Jeju, mapa demográfico que crece gradualmente con la llegada de funlos precios de casas y otros productos subieron significativamencionarios del gobierno y sus familias, han experimentado semejante. Pero aún es posible construir una casa rústica de dos plantas te crecimiento poblacional. con un jardín, al precio de compra de un pequeño apartamento a Con el creciente número de personas que se mudan desde las orillas al norte del Río Han en Seúl. En Seúl, muchas veces es centros urbanos, se ha producido una escalada de atención sobre irritante salir los fines de semana, debido a la terrible congestión Jeju por parte de los medios; así como se ha multiplicado la inforvial en las carreteras. Sin embargo, en Jeju, uno puede ir al mar o mación para ayudar a los recién llegados. De hecho, actualmente, a un bosque con un corto viaje de 5 o 10 minutos en coche. Definien las librerías pueden encontrarse muchos libros escritos por y tivamente, supone un cambio drástico para aquellos que viven en sobre gente reasentada en la isla, entre los libros de viajes sobre entornos urbanos. Además, gracias al sistema de alquileres anuaJeju. Anteriormente, los inmigrantes a Jeju hubieran sido consideles de Jeju, uno puede arrendar una casa por 2 millones de wones rados meros inadaptados o fracasados. Sin embargo, Jeju ahora al año. Por eso mucha gente alquila una casa, mientras planea proyecta una imagen bien distinta, debido a los muchos integrantes asentarse en la isla, trabajando en la recogida de mandarinas o de la élite urbana que se trasladaron a la isla, rehuyendo de altos como estibador en los puertos. salarios y trabajos cada vez mejores. Los medios también hicieron Sobre el motiro por el que los caminos Olle se han convertido en su parte en la construcción de una nueva imagen de los inmigranun éxito total, Suh Myung-sook dijo en una reciente entrevista: “Es tes a Jeju, al destacar sus historias de éxito. porque Corea es una sociedad que cansa”. Una generación y media de coreanos, tras reflexionar sobre una vida entera dedicada frenéticamente a los estudios y al trabajo, sintieron que esos paseos por la El tirón de los caminos Olle red de caminos Olle les abrieron los ojos. “No soy feliz ahora” penA muchos de los recién llegados a la isla, lo que más les impresaron algunos. Para ellos, Jeju supone la última panacea de la agosionó y les motivó a mudarse a Jeju, en primera instancia, fueron los caminos Olle. No son pocos los “inmigrantes” que confiesan tadora sociedad coreana. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández) Koreana ı Otoño 2013

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Jornadas de literatura coreana

crítica

Purga de la violencia Uh Soo-woong Reportero de arte y cultura, The Chosun Ilbo

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aik Ga-huim es un miembro extremadamente sociable de la comunidad literaria coreana, quien está plenamente conforme al ser reconocido como “Paik, el representante”, sobrenombre que le fue otorgado por su siempre atenta y buena disposición de velar por el bienestar y las necesidades de sus colegas. Innumerables escritores le llaman a cada momento, y él les lleva en su coche hasta Samcheonpo y Namhae, o a Gwangju. Se escuchan rumores de que ofrece transporte permanente hasta el Centro Cultural Toji de Wonju, unas instalaciones residenciales para artistas construidas por la difunta novelista Park Kyung-ni, para dar asistencia a jóvenes escritores en sus trabajos creativos. Es una actitud que demuestra lo gentil y colaborador que es con los demás. Lo más destacable es que entre la vida misma del autor y su producción literaria, hay un abismo tan grande como el tamaño de un río. En sus obras, infinidad de personas se hallan expuestas a incontables formas de violencia que no puede remediarse. El amor en sus novelas es también algo fuera de lo común y corriente. Suele ser una especie de pasión pervertida envuelta entre violaciones, asesinatos, dominio, sumisión o sadomasoquismo. Tuve la ocasión de leer un texto que analizaba sus obras, donde consideraban que estaban escritas con el hígado. Era el “Estudio del extraño hígado de Paik Ga-huim”, elaborado por el novelista Yi Gi-ho, quien debutó dos años antes que Paik y que también es dos años mayor de edad. En este reportaje lleno de humor, Yi comenta que “hay gente que cree que se escriben novelas con la mano, la cabeza o el corazón. Es una equivocación. Una novela se escribe con el hígado. Tan sólo un hígado sano y fuerte puede producir obras controvertidas. Este es el recóndito secreto de una novela”. Desde esa premisa, analiza de modo peculiar la excepcional vocación de Paik Ga-huim: Pero si te pones a analizar a Paik Ga-huim como individuo, puede que no lo fuera necesariamente. A juzgar por la tez que tiene, su hígado, sin lugar a dudas, es mediocre; pero sus narraciones son extraordinarias. El hígado de Paik Ga-huim posee una elasticidad espectacular, cuyo paralelismo es imposible encontrar entre los escritores coreanos. La mayoría del tiempo está encogido y es del tamaño de una pelota de tenis de mesa; pero cuando escribe, se hincha como un globo. Debido a esas frecuentes expansiones y contracciones, se ha vuelto un hígado con profundas arrugas, un hígado hinchado, un hígado frágil, un hígado suave y esponjoso y un hígado extraño.

Lo cierto es que una de las funciones más importantes del hígado es disolver elementos tóxicos, es decir, eliminar y desintegrar toda clase de sustancias contaminadas. El hígado es el órgano que contribuye a la purga y a la capacidad de auto-purificación del cuerpo entero. El hígado de Paik Ga-huim, que de por sí es deficiente en esta función, está siempre contraído produciéndole fatiga y debilidad, y tan sólo se le expande cuando está escribiendo. Eso es porque en sus obras despliega toda clase de violencia y contratiempos, y él mismo tiene que purgarlos. Cuando leemos sus obras, en ciertos tramos de auto-purificación hasta provoca desagrado, dejándonos a veces con un sabor agrio en la boca. Pero esos son los momentos en los que tenemos que empezar a cuestionar nuestra propia capacidad de tonificación y auto-purificación. Geun-won, el protagonista de la obra, era un masajista exfoliador honesto y robusto de un baño público, que ahora trabaja como manager de una cantante. La vida de Geun-won se relata en fragmentos comprimidos que

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Cu l tu ra y a rte d e Co re a


Paik Ga-huim, escritor de ficción que obtuvo un gran reconocimiento en 2001, ha publicado una serie de obras características en las que ha captado con ironía e imaginación la existencia de “los otros”, aquellos que se encuentran al margen de nuestros tiempos actuales y poseen un extraño mundo interior, quienes se mueven incómodamente en los bordes de la sociedad, pero que de ninguna manera deben ser ignorados.

Paik Ga-huim se intercambian. La madre abandona a Geun-won y al hermano cuando todavía eran unos críos. Antes de eso, el padre se fue de casa y nunca más volvió. La abuela se aferró fervientemente en su fe rezándole a Dios padre todopoderoso, que hiciera regresar al hijo. La madre se casó con otro. No había ni qué decir que los dos chicos crecieron en absoluta pobreza. Ya hacía tres años que se había colocado en una agencia de entretenimiento. Era el trabajo número veintisiete desde su llegada a Seúl. El trabajo número veintiséis fue en un baño público, donde hacía de masajista exfoliador. Admirado por su constancia de exfoliar con gran intensidad, aún cuando no había nada que raspar, el jefe de una agencia de entretenimiento decide contratarle. En contraste, Geun-bon, su hermano menor, siempre fue un chico problemático. A diferencia de Geun-won que siempre fue tímido, Geun-bon, desde pequeño fue descarado; hasta el punto de que arrebataba dinero del bolsillo de sus compañeros de clase y terminó siendo expulsado del colegio. Lo encarcelaron por matar accidentalmente al propietario de una tienda de empeño, y ahora le habían sentenciado a cadena perpetua por un crimen planificado. Geun-won, al trabajar como manager de Cash, una cantante de ritmo tradicional “trot”, siguió al pie de letra las instrucciones de su jefe, y la vigiló para evitar que Cash tuviera cualquier contacto con el exterior. Cuando ya llevaba tres años trabajando así, surgió algo inesperado. Recibió la llamada de su madre, que le había abandonado hacía veintiocho años. Dejando todo atrás, Geun-won se dirige hacia el valle donde la madre decía estar, por un oscuro camino en el que hasta la luna se había escondido. En su lugar, lo iluminaban las flores de cerezo. Su nuevo empleo en la agencia de entretenimiento parecía haberlo transformado en una persona sofisticada, pero su vida en sí no había cambiado sustancialmente y su naturaleza seguía siendo la misma. No llega a encontrar la casa de la madre; y pasa la noche en una extraña e insólita casa. Entre las obras de Paek Ga-huim, “Geun-won, así tal cual”, es una de las que está desprovista de violencia y crueldad. Aun así, puede que fuera la obra con mayor efecto en cuanto a tonificación y purificación. A través de esta obra el autor parece susurrarle al lector: “¿Cuál es tu naturaleza? ¿Estás contento contigo mismo? Me gustaría que esta obra sirviera como de vacuna para prevenir dolores y sufrimientos”. En cuanto al título, con su inesperada coma en el medio, el crítico literario Seo Yeong-chae comenta: “Entre las dos palabras, así como el lector hace una pausa para respirar, han transcurrido veintiocho años. Y no sólo es el tiempo el que ha pasado. En esta obra, Paik Ga-huim narra la historia de un hombre que, conducido por las manos del tiempo, llega a un lugar que nunca antes había imaginado. Es como cuando decimos: Así es la vida”. (Traducido por Kim Un Kyung) [Nota del traductor: “Geun-won”, el nombre del protagonista, es un prototipo de nombre coreano de dos sílabas. Pero, la palabra geunwon también significa “raíz, causa, fuente, base, naturaleza”. Por su parte, Geun-bon, el hombre del hermano del protagonista, tiene un significado similar: raíz, base, esencia. El título de la obra, en coreano se lee: “Geureon, Geunwon”, y parece definir el intento de expresar el mismo juego de palabras y de gramática de la lengua. La primera palabra significa, “así tal” y la segunda, es a la vez, el nombre del protagonista y corresponde a la palabra “esencia, naturaleza”, con un guión añadido entre las dos letras del nombre coreano por la romanización.] Koreana ı Otoño 2013

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IMAGEn de cOREA

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os árboles de caqui son enormes y los niños, pequeños. A medida que avanza el otoño, el cielo parece elevarse más y los frutos maduros cuelgan más alto. La mirada y los sueños de los chiquillos vuelan sobre un largo palo por encima del árbol de caqui, elevándose hasta el cielo. De las ramas del árbol de caqui en un extremo del huerto, los niños cortan sus frutos. Los brazos y la cintura de los niños, que con la punta del palo agitan las ramas del árbol, se retuercen como bailando. La cesta se llena de caquis rojo-anaranjados. Los árboles de caqui son fáciles de hallar en los paisajes del campo coreano. Crecen por doquier en las faldas de la montaña, en los extremos del campo. y en los alrededores de los patios y los jardines traseros. Los árboles crecen por sí solos, sin fertilizantes ni pesticidas; ni tampoco se requiere podar sus ramas. Es por ello que sobreviven a su manera, elevándose a lo alto del cielo. Los árboles de caqui indican el ciclo de las cuatro estaciones de nuestro país. En los comienzos de primavera, aparecen los retoños verde-claros, seguidos de sus hojas verdes grandes y deslumbrantes; y cuando en junio las blancas flores brotadas bañan el suelo, los niños las recogen para entretejerlas en collares y pulseras. Y al llegar el otoño, primero caen las hojas; mientras los frutos -que cuelgan a montones- maduran rojizos bajo el cielo azul. Cuando los caquis que cuelgan a lo alto se cubren de escarcha, nuestros corazones se estremecen de nostalgia. De súbito, dan ganas de escribir a los padres que están en la ciudad natal. No se cortan todos los frutos del árbol; unos cuantos quedan en las ramas más altas. Se dejan para el cielo azul y para los pájaros. A eso es a lo que llaman “comida de urracas”. Y cuando los pájaros terminan de picotear los frutos que quedaban en las ramas desnudas, pronto empiezan las nevadas. Es entonces cuando la familia se reúne en una cálida habitación para degustar los caquis, bien sean frescos, maduros o deshidratados. Pero aún estamos en pleno otoño -con su cielo azul profundo- en el que los sueños de los niños se posan sobre lo alto del largo palo, en dirección a los caquis maduros. (Traducido por Kim Un Kyung)

Cielo azul y caquis maduros Kim Hwa-young Crítico literario, miembro de la Academia Nacional Coreana de las Artes.


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