3 minute read
Araneae
La escritora Nayeli García presenta su primera novela editada por Editorial Barrett
MI PRIMER ACERCAMIENTO al skate fue por los tenis y las sudaderas tan cómodas, que además de las tablas, son insignia de esta cultura urbana. Después de visitar Chilango Skate me sentí con ganas de armar mi patineta. El lugar es la primera skate shop en la ciudad —y el país— que cuenta con tienda, cafetería, parque, clases y asesorías especializadas.
Advertisement
Una pared con cientos de tablas coloridas y diseños variados es la segunda mejor vista: la primera es el skate park que se puede ver desde el Metrobús Viaducto. Ese muro que pensé que era una decoración muy ad hoc para el sitio resultó ser lo que la tienda de varitas para los magos en cierto libro. Se puede escoger el deck y ellos te van guiando en todo lo demás, desde el raiser pack, hasta el griptape
Sergio Mendoza —uno de los fundadores y socios— me contó que llevan 13 años viviendo este sueño que nació de un grupo de amigos amantes del skate. Desde ese entonces la esencia de ser un lugar para compartir conocimiento y disfrutar el patinar se mantiene intacta.
■ MN
à Chilpancingo 162, Roma. Metrobús Viaducto. Lun-vie 12-8pm, sáb 11am-8pm, dom 11am-7pm.
Con ocho extremidades, este libro camina sigilosamente mientras susurra la historia de Natalia, una chica que viaja a Irapuato para buscar a su papá que la abandonó cuando era una bebé; Aranean es la primera novela de la escritora chilanga Nayeli García Sánchez. Platicamos con ella.
¿Cómo nació Araneae?
Había hecho una investigación larga sobre mis orígenes porque nací en una familia monoparental. Mis papás se separaron cuando era muy chiquita y siempre tuve la hormiguita de saber quién era mi papá. Cuando me enteré que había muerto, hice un viaje a Irapuato, Guanajuato, su ciudad natal y recopilé toda la información que pude. Un viaje personal, muy duro, al que quería darle una forma literaria.
¿Cuál fue el reto de entretejer tu historia en una novela de ficción?
Fue fácil porque pasó mucho tiempo. La comencé a escribir en 2020, entonces ya había resuelto en terapia todo el shock que fue para mí encontrar este lado de la familia y entender esa parte de mi papá.
¿Por qué elegiste a las arañas y qué representan para ti?
Para hablar de los sentimientos más profundos, sin caer en lugares comunes o telenovelescos, eché mano de las arañas. Siempre me han parecido perturbadoras, pero al mismo tiempo fascinantes. Me choca todo lo que repta y se arrastra, pero las arañas tienen una sutileza y parece que saben algo que tú no. Tienen ocho patas y son ciegas, se guían por las vibraciones, entienden el mundo de otra forma. Quise entender cuál es el mundo que este monstruo construye y quitarle una capa de terror. Hice eso a nivel psicológico con mi papá.
Retratas a la CDMX en dos capítulos, ¿de qué manera te inspiró la ciudad?
Como la escribí en la pandemia fui a la Reserva Ecológica del Pedregal. Algunos eventos de la novela pasan en CU y otros entre las rocas que están en la Plaza San Jacinto, cerca de la Bombilla. La CDMX me sirvió de lentes para entender Irapuato.
Gil Camargo à Araneae. Editorial Barrette.
El fenómeno del hundimiento regional en CDMX
Velocidad
HUNDE CADA VEZ A MAYOR en la zona centro y expertos coinciden en que hay una evidente falta de planeación urbana, pero arcilloso. La tierra cede, se
¿por qué?
El terreno sobre el que caminamos es sumamente arcilloso. La tierra cede, se hunde y con ello las calles, edificios e infraestructuras.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo explica de una manera muy sencilla; imaginemos una huella en la arena mojada. Al mover el pie, el agua se vuelve a filtrar y la marca comienza a llenarse una vez más. ¿Qué pasa si a este fenómeno le sumamos el peso de una ciudad en expansión a marchas forzadas? Una bomba de tiempo. Una catástrofe silenciosa que, deliberadamente, hemos se vuelve a filtrar y la decidido ignorar.
Todos sabemos que la ciudad está construida sobre terreno blando y por ello, asumimos que por ello, asumimos que el hundimiento es un mal irremediable. Lo que es peor, nos vemos a nosotros mismos como seres ajenos al fenómeno, pero no, el problema no está lejos de nuestros hogares o del transporte público que tomamos todos los días. Transitamos, sin dimensionarlo, sobre una ciudad que ya no aguanta su propio ritmo.
¿Qué tan grave es el hundimiento regional en la CDMX? Platicamos con expertos para aclarar la situación y plantear posibles vías de acción.