¿Y quién fue Clorinda Matto de Turner? 13 diciembre, 2013 Arte y Cultura, Educación, Historia, Recursos Educativos 8 Comments
<img class="alignleft wp-image-4067" title="clorinda-matosde-turner" src="http://blog.derrama.org.pe/wp-content/uploads/2013/12/clorinda-matos-deturner-300x300.jpg" alt="" width="180" height="180" />Continuamos en nuestra senda por recuperar la memoria de aquellos personajes que dieron realce a nuestra educación y cultura, y cuyos nombres hoy identifican calles, plazas e instituciones educativas en todo el territorio nacional, a pesar de que el gran público desconoce su existencia y valor. Por ese motivo, hoy les ofrecemos esta reseña biográfica de una educadora y literata que revolucionó el arte de la narración no solo en nuestro país sino en toda Latinoamérica. Sus novelas, ensayos y artículos periodísticos trascendieron a su época y son en la actualidad depositarios del saber femenino, en una época dominada por los hombres. Conozcamos más acerca de Clorinda Matto de Turner… ¿quién fue? Derrama Magisterial te lo cuenta en su serie biográfica… Clorinda Matto de Turner es una de las peruanas más representativas y trascendentes de nuestra identidad nacional. Junto a Mercedes Cabello de Carbonera y Teresa González de Fanning pertenece al primer grupo de mujeres ilustradas del Perú. Fue destacada escritora, a quien se considera fundadora de la novela indigenista. Asimismo, precursora de la novela hispanoamericana, con Mercedes Cabello de Carbonera, Juana Manso, Mercedes Marín, Rosario Orrego, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Julia López de Almeida, Juana Manuela Gorriti, entre otras. Nacida y criada en el Cusco, se sintió muy identificada con la cultura Inca, que inspiró la mayoría de sus obras. Grimanesa Martina Matto Usandivaras de Turner nació en el distrito de Calca, provincia del mismo nombre, en la región Cusco, el 11 de septiembre de 1852. En la hacienda de sus padres observó la vida rural, el drama de los campesinos y trabajadores -con los que se identificó por siempre- y aprendió el quechua. Cursó estudios de Primaria en el Colegio Nuestra Señora de las Mercedes (Educandas), en el Cusco, que interrumpió a la muerte de su madre, asumiendo el cuidado de sus hermanos menores: Ramón Segundo, Ramón Daniel y Ramón Hermenegildo. Quería ir a Estados Unidos a estudiar Medicina, pero su padre no le permitió. En 1871 se casó con el médico, comerciante y hacendado inglés Joseph Turner, y se fue a vivir con él al pueblo andino-cusqueño de Tinta. Al morir su esposo 10 años después, se enfrentó a serios problemas económicos, ya que abogados y jueces corruptos le hicieron perder gran parte de su herencia. En 1876 fundó la revista El Recreo, en la que publicaron autores famosos de su tiempo, como Juana Manuela Gorriti, Ricardo Palma, Rufino José Cuervo y Fernán Caballero. Dejó
el proyecto un año después, por razones de salud, y se trasladó a Arequipa. En 1877 participó en una de las tertulias de Juana Manuela Gorriti, las famosas Veladas Literarias que ella las continuó. Ejerció como Jefa de Redacción del diario La Bolsa (1884-85). En 1884 publicó Elementos de literatura según el Reglamento de Instrucción Pública para uso del bello sexo. Ese mismo año estrenó, en la Ciudad Blanca, su tragedia Ima Súmac, también conocida como El secreto de los incas, drama histórico en tres actos, que tuvo poco éxito y solo se representó una vez más, en Lima, en 1888, donde se estableció en 1886. En la capital peruana fue incorporada a las instituciones culturales más importantes, como el Ateneo y el Círculo Literario. En 1886 vio la luz su estudio biográfico Doctor Lunarejo, acerca de Juan de Espinosa Medrano, El Lunarejo, del Cusco, quien publicó dramas en quechua en el siglo XVII. En 1889 desempeñó la Jefatura de Redacción de El Perú Ilustrado, en Lima, casi al mismo tiempo que aparecía su primera novela, Aves sin nido, que la hizo tan justicieramente famosa. Aves sin nido es obra genial no solo por su valía literaria, sino sobre todo porque enfrentó, desde la literatura, la nefasta idiosincrasia de aquel tiempo, que consideraba “normales” las atroces injusticias contra los indios y los aberrantes abismos sociales y prejuicios morales. El libro narra la historia de amor entre un hombre blanco y una bella mujer mestiza, quienes no pudieron casarse al descubrir que eran hermanos, hijos de un mismo padre, un cura mujeriego; y también la inmoralidad de los sacerdotes en aquella época. A raíz de su novela, y del relato supuestamente sacrílego de un escritor brasileño en El Perú Ilustrado, la Iglesia Católica desató una perversa campaña contra Clorinda Matto de Turner, por la que fue excomulgada, y luego, numerosa gente manipulada por el clero saquearon su casa e incendiaron sus libros, que fueron prohibidos. En estos momentos muy difíciles muy pocos la defendieron y apoyaron públicamente. Ella menciona especialmente a tres, a quienes dedicó su novela Índole, así: “A mis queridos amigos y colegas Ricardo Palma, Emilio Gutiérrez de Quintanilla y Ricardo Rossel”. Este se presentó ante la Cámara de Diputados para expresar su más enérgica protesta por los abusos cometidos contra Clorinda y su familia: En 1891 renunció a su puesto para que se levantara la censura contra El Perú Ilustrado, y se fue al extranjero por algún tiempo, visitando la Exposición Mundial de Chicago, en EEUU. En 1892 fundó, en Lima y con sus hermanos, la imprenta La Equitativa, donde trabajaban únicamente mujeres y se editaba el periódico Los Andes. Desde sus páginas, Clorinda defendió al Gobierno de Andrés A. Cáceres. En 1895, las tropas del presidente Nicolás de Piérola ocuparon Lima, destruyendo la casa y la imprenta de los hermanos Matto. El 25 de abril de 1895 abandonó Lima y se retiró al exilió, en Buenos Aires, pasando por Valparaíso, Santiago de Chile y Mendoza. Se ganó la vida impartiendo clases en la Escuela Normal de Profesoras, así como en la Escuela Comercial de Mujeres, y trabajando como periodista. Fundó la revista Búcaro Americano, en la que publicaban escritores como Ricardo Palma, Amado Nervo, Rubén Darío o Leopoldo Lugones, y colaboró en otros medios, como La Nación, El Tiempo y La Razón. Fue la primera mujer que ingresó al Ateneo de Buenos Aires, en 1895. Clorinda Matto de Turner adquirió mucha popularidad por sus trabajos literarios, en los cuales presentó a los indios en forma humana y positiva, en contra del racismo imperante, que nunca aceptó ni menos toleró. Sus escritos también fueron parte de una campaña para
mejorar la educación de las mujeres. Perteneció a un círculo amplio de escritoras y pensadoras, que incluía a Juana Manuela Gorriti, Carolina Freyre de Jaimes, Teresa González de Fanning, Mercedes Cabello de Carbonera y Aurora Cáceres, quienes trabajaban juntas en Lima, organizando tertulias, publicando revistas y estableciendo escuelas, hasta que Clorinda tuvo que exiliarse a causa de aquel infame atentado clerical, en 1895. En Buenos Aires ayudó a la joven Zoila Aurora Cáceres, la hija del Presidente Andrés Avelino Cáceres, expulsada del país en 1895. Clorinda fue amiga del Brujo de los Andes desde la Guerra del Pacífico (1879-1883). Y también tenía lazos profesionales con los dos escritores más influentes de aquel tiempo: Ricardo Palma, quien le inspiró el género tradicionista, y Manuel González Prada, con quien compartió su ideología contestataria, moderna y renovadora. Entre numerosas entregas literarias y culturales, también tradujo al quechua el Nuevo Testamento; pero su obra cumbre es, sin duda alguna, Aves sin nido, siempre actual a pesar del tiempo, imperecedera por su humanismo magistral. Hacia el final de su vida emprendió viajes por España, Francia, Italia, Alemania e Inglaterra, donde hizo obra común con representantes de diversas organizaciones feministas. Clorinda Matto de Turner murió en Buenos Aires el 25 de octubre de 1909. Sus restos fueron repatriados en 1924, por Resolución del Congreso de la República, y sepultados en el Cementerio Presbítero Maestro.