LA FE PERPLEJA ¿QUÉ CREER? ¿QUÉ DECIR?
Autores: JESÚS SASTRE GARCÍA JUAN DE DIOS MARTÍN VELASCO JOSÉ LUIS SEGOVIA BERNABÉ JOAQUÍN GARCÍA ROCA ISABEL GÓMEZ ACEBO ANDRÉS TORRES QUEIRUGA JAVIER MELLONI JULIO LOIS FERNÁNDEZ MERCEDES NAVARRO PUERTO Mª JOSEFA GARCÍA CALLADO DIEGO TOLSADA PERIS Mª ÁNGELES LÓPEZ ROMERO
tirant lo b anch Valencia, 2010
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Texto de las conferencias pronunciadas en la Cátedra de Teología Contemporánea «José Antonio Romeo» del CMU Chaminade de Madrid, durante el curso 2009-2010 sobre el tema «La Fe perpleja. ¿Qué creer? ¿Qué decir?»
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Índice LA TRANSMISIÓN DE LA FE EN EL SIGLO XX: PERSPECTIVA HISTÓRICA JESÚS SASTRE GARCÍA 1. Breve precisión de términos............................................................ 2. De dónde venimos: algunos antecedentes históricos .................... 3. Intentos de renovación ................................................................... 3.1. Los Congresos Catequísticos .................................................. 3.2. El movimiento misionero ....................................................... 3.3. La crisis modernista ............................................................... 3.4. La Acción Católica en España ................................................ 3.5. La renovación en la transmisión de la fe .............................. 4. La recepción del Vaticano II en la Iglesia española ...................... 4.1. El cambio de mentalidad y actitud que pide el Concilio ....... 4.2. El Vaticano II y los obispos españoles ................................... 5. El Sínodo sobre la Evangelización ................................................. 5.1. Aportaciones de la teología de la liberación a la propuesta evangelizadora ........................................................................ 5.2. Entre la evangelización y la nueva evangelización: “la comunidad cristiana como origen, lugar y meta de la catequesis” 5.3. Enseñanza religiosa escolar ................................................... 5.4. La “nueva evangelización” ...................................................... 5.5. Dos congresos importantes sobre la evangelización en España ............................................................................................. 5.6. “Desafíos y opciones” que implica el Directorio General de Catequesis (1997) ................................................................... 6. Dos fenómenos eclesiales significativos ........................................ 6.1. La presencia pública de los cristianos ................................... 6.2. Los nuevos movimientos eclesiales ........................................ 6.3. “Sínodo es nombre de Iglesia” (S. Juan Crisóstomo) ............. 7. Los jóvenes españoles y la transmisión de la fe ............................ 7.1. Cómo son los jóvenes .............................................................. 7.2. Consideraciones sobre estos datos ......................................... 8. Constataciones y propuestas ......................................................... 8.1. Constataciones ........................................................................ 8.2. Propuestas ...............................................................................
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¿CRISIS DE DIOS EN LA EUROPA DE TRADICIÓN CRISTIANA? JUAN DE DIOS MARTÍN VELASCO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
Crisis del sistema de mediaciones del cristianismo ..................... Radicalización y extensión de la secularización ........................... La crisis de Dios: indicios más importantes .................................. Raíces de la crisis de Dios en el pensamiento y su proclamación de la muerte de Dios ........................................................................... Dos nuevos indicios de la extensión y la radicalidad de la crisis de Dios ................................................................................................. La actual situación religiosa, signo de los tiempos para los creyentes y sus Iglesias ............................................................................. La comprensión de la crisis abre el camino para su superación .. Las imágenes de Dios: su necesidad y los peligros que entrañan De la comprensión de Dios a la originalidad de la relación con él
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LA FE PERPLEJA ANTE LA REALIDAD SOCIOECONÓMICA JOSÉ LUIS SEGOVIA BERNABÉ 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Introducción .................................................................................... La fe perpleja .................................................................................. Ante la realidad socioeconómica .................................................... Qué decir y qué creer en torno a la crisis ...................................... Actitudes a cultivar desde la fe perpleja ....................................... Concluyendo ....................................................................................
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LA FE PERPLEJA ANTE LA CULTURA ACTUAL JOAQUÍN GARCÍA ROCA 1. Introducción .................................................................................... 1.1. La perplejidad de la cultura ................................................... 1.2. La perplejidad de la fe ............................................................ 1.3. El encuentro entre ambas perplejidades ............................... 2. La cultura del sujeto ...................................................................... 2.1. La revancha cultural del sujeto ............................................. 2.2. El Advenimiento de la interpretación ................................... 2.3. La fe en la era de las interpretaciones .................................. 3. La cultura de la diversidad ........................................................... 3.1. De lo monocultural al reconocimiento de la diversidad ........ 3.2. El laberinto plural de la fe .....................................................
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3.3. Vivir la identidad múltiple, hacia una iglesia sinodal .......... 4. La cultura de la igualdad ............................................................... 4.1. Los caminos de la igualdad .................................................... 4.2. La sociedad cerrada ................................................................ 4.3. La fe perpleja .......................................................................... 5. Referencias bibliográficas ..............................................................
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LA FE PERPLEJA EN LA SOCIEDAD LAICA Y PLURAL ISABEL GÓMEZ ACEBO 1. Una historia que condiciona .......................................................... 1.1. Una península invadida: la convivencia ................................ 1.2. Nace el concepto de España: la guerra .................................. 1.3. El influjo de la Ilustración ..................................................... 1.4. El parón franquista ................................................................ 2. Un mundo proclive a la increencia ................................................ 3. Algunas causas de la pérdida de la fe ........................................... 3.1. La laicidad .............................................................................. 3.2. Una mala imagen de Dios ...................................................... 3.3. Dios sí, Jesucristo no .............................................................. 3.4. La Iglesia no es necesaria ...................................................... 4. Las respuestas de los cristianos .................................................... 5. Propuestas posibles para un cristianismo actual ......................... 5.1. El encuentro con Dios ............................................................. 5.2. El diálogo con nuestra cultura ............................................... 5.3. La práctica de la caridad ........................................................ 6. Como conclusión .............................................................................
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LA FE PERPLEJA ANTE LA AUTONOMÍA MORAL ANDRÉS TORRES QUEIRUGA 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Estilo e intención ............................................................................ La nueva situación como fecunda diferenciación cultural ........... “Salida de la religión” vs. renovación y reidentificación ............... La ambigua y difícil relación entre ética y religión ...................... La relación desde el punto de vista cristiano ................................ La religión en el mundo secular: entre la laicidad y la privatización .................................................................................................. 7. La cuestión urgente: la ética entre la religión y la política ..........
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LA FE PERPLEJA ANTE AL PLURALISMO RELIGIOSO JAVIER MELLONI 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.
El error de haber confundido plenitud con totalidad ................... La difícil alteridad .......................................................................... Tres grandes configuraciones religiosas ........................................ Dinamismo Pascual ........................................................................ La noche inevitable ........................................................................ La dimensión apofática de toda fe ................................................. Hacia el Cristo desconocido ............................................................ Conclusiones que no pueden ser sino inicios y oberturas .............
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LA HONRADEZ CON LA REALIDAD, “LUGAR” DE INTERPRETACIÓN DE LA FE JULIO LOIS FERNÁNDEZ 1. Introducción .................................................................................... 2. El diálogo honesto y crítico con la injusticia actualmente existente, “lugar” epistemológico necesario para una reinterpretación significativa de la fe cristiana ........................................................ 3. El diálogo honesto y crítico con la cultura moderna y posmoderna, lugar epistemológico necesario para una interpretación significativa de la fe ..................................................................................... 4. El diálogo honesto y crítico con el pluralismo o pluricentrismo cultural y religioso, lugar epistemológico necesario para una reintepretación significativa de la fe .................................................... 5. El diálogo honesto y crítico con el proceso de secularización y su sed de autonomía, “lugar” epistemológico necesario para una interpretación significativa de la fe cristiana .................................. 6. Consideración final .........................................................................
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EXPERIENCIA DE LA FE. URGENCIA DE TRANSMISIÓN MERCEDES NAVARRO PUERTO 1. Planteamiento inicial: creencias y fe ............................................. 2. El agente de la transmisión de la fe .............................................. 2.1. Agentes de fe y madurez psicológico-religiosa ...................... 2.2. De la experiencia a la actitud religiosa. De la aptitud a la actitud ..................................................................................... 2.3. Un ejemplo del evangelio: Mc 4, 1-20 y el desafío de la lógica 3. La fe que se transmite ....................................................................
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3.1. La fe y las creencias: TE creo ................................................. 3.2. La estructura triádica de la fe y la experiencia personal ..... 3.3. Posibilidades y dificultades psicológicas de la fe. Dos ilustraciones bíblicas ......................................................................... 3.4. La verdad de la fe o el “tercero implícito” .............................. 4. La dinámica de la transmisión de la fe ......................................... 4.1. La formación ........................................................................... 4.2. Personalización ....................................................................... 4.3. Narración-testimonio ............................................................. 4.4. Acompañamiento .................................................................... 5. Conclusión: creer en nosotros/as mismos/as ................................. 6. Bibliografía sobre psicología evolutiva de la religiosidad ............
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LA RECEPCIÓN DE LA FE. CONDICIONES DE POSIBILIDAD Mª JOSEFA GARCÍA CALLADO 1. Sobre la Fe ...................................................................................... 2. Sobre recepción ............................................................................... 3. Breve recorrido teórico ................................................................... 3.1. Infancia ................................................................................... 3.2. Identidad ................................................................................. 3.3. Adolescencia ............................................................................ 3.4. La joven adulted ..................................................................... 4. Desde la practica terapeútica ........................................................ 5. Curioso paralelismo con el testimonio narrado en los evangelios 6. Concluyendo ....................................................................................
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¿QUÉ DIOS ANUNCIAMOS? ¿A QUÉ CONVOCAMOS? DIEGO TOLSADA PERIS 1. Introducción. ¿Una convocatoria sobre Dios, hoy? ........................ 1.1. El camino recorrido en el ciclo ............................................... 1.2. ¿Hablar de Dios? ..................................................................... 2. ¿A qué Dios convocamos? Condiciones de posibilidad/credibilidad de Dios ............................................................................................. 2.1. Un Dios a la altura de la conciencia y de la subjetividad humanas ...................................................................................... 2.2. Un Dios que garantice el valor inalienable del otro, de cualquier otro ................................................................................. 2.3. Un Dios que soporte la dura prueba del sufrimiento y pueda ser Dios para las víctimas de la historia ............................... 2.4. Un Dios que resista la prueba de la universalización .......... Índice
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3. Una propuesta concreta de convocatoria ...................................... 3.1. El principio-misericordia ........................................................ 3.2. El anuncio de un Dios «diferente» .........................................
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¿CÓMO TRANSMITIMOS? LOS LENGUAJES DE LA FE Mª ÁNGELES LÓPEZ ROMERO 1. Del nacional-catolicismo al Concilio Vaticano II ........................... 1.1. La fe como contracultura ....................................................... 2. Análisis del proceso de transmisión de la fe desde la Teoría de la Comunicación ................................................................................. 2.1. El emisor ................................................................................. 2.2. El receptor: creyentes y no creyentes en una sociedad secularizada ...................................................................................... 2.3. El mensaje .............................................................................. 2.4. El código .................................................................................. 2.5. El canal o medio ..................................................................... 3. Propuestas para una comunicación eficaz .................................... 3.1. Los apellidos de Dios .............................................................. 3.2. Un nuevo lenguaje: la imaginación ....................................... 3.3. Nuevos emisores, nuevos altavoces de la fe .......................... 3.4. Hablar al hombre de hoy: demócrata, maduro, igual ........... 3.5. Transparencia, credibilidad y sentido del humor .................
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Índice
LA TRANSMISIÓN DE LA FE EN EL SIGLO XX: PERSPECTIVA HISTÓRICA JESÚS SASTRE GARCÍA Instituto Superior de Pastoral Universidad Pontificia de Salamanca
En la situación actual que vivimos no sólo hemos hecho una transición política, sino también social, cultural y religiosa. Hemos pasado de la religión del nacionalcatolicismo a otro modo de vivir lo religioso católico muy distinto, después de tres décadas del cambio de régimen; tenemos la impresión de estar rodeados de “transeúntes” y de “nómadas” (R. Díaz-Salazar). La sociedad española viene del mismo punto de partida, el catolicismo tradicional, pero no todos los que nos posicionamos cristianos estamos en el mismo camino ni tenemos una meta común en lo religioso. Con esto no nos estamos refiriendo al legítimo y rico pluralismo en el pensar teológico, en la vivencia de la misma fe o en el modo de concretar el compromiso cristiano, sino a algo más profundo que afecta a los elementos constitutivos de la fe y pone en cuestión nuestra manera de transmitir la fe. “España no es ni un país eclesialmente católico (la mayoría de los ciudadanos no son católicos practicantes, ni aceptan el magisterio oficial de la Iglesia) ni una nación poblada por personas agnósticas e indiferentes (los españoles religiosos duplican en número a los no religiosos)”1. Muchos de nuestros contemporáneos que se autoposicionan como católicos se han alejado de las instituciones, sistemas de creencias y prácticas religiosas. Otro grupo significativo ha transferido lo religioso a aspectos de la vida como la naturaleza, el cuidado de la salud y el cuerpo, las aficiones culturales y viajes, los
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R. Díaz-Salazar, 1993: 122.
compromisos sociales, etc.; estos elementos parecen que centran y dan algún sentido a sus vidas. Sigue habiendo un grupo significativo de creyentes sociológicos que viven la fe como la recibieron de sus mayores, y son más o menos fieles a las prácticas religiosas, aunque no posean una identidad religiosa definida y la fe incida poco en sus comportamientos morales y compromisos sociales. También existen grupos más minoritarios de creyentes con un sentido religioso profundo, formados, con referencias teológicas y eclesiales del Vaticano II, corresponsables en sus comunidades, y comprometidos con los más necesitados. En términos generales podemos decir que, si el catolicismo de los años 70 tenía poco que ver con el período preconciliar, la situación actual tampoco tiene mucho parecido con el catolicismo español del primer postconcilio lleno de ilusión, juventud, creatividad, apertura al mundo y sabedor de cierta admiración por parte de la sociedad. “Un malestar perceptible y plurisintomático la recorre [a la Iglesia] de arriba abajo y la destempla. Una “mala-estancia” en la sociedad española la disloca y le hace perder pie. Tratar de ocultar esta situación es una ingenuidad. Intentar salir de ella pulsando el mecanismo del “chivo expiatorio”, algo patéticamente inútil. Empeñarse en buscar explicaciones simples a una realidad sumamente compleja, una obcecación. Esperar su resolución del influjo de líderes carismáticos o de un ejercicio de la autoridad que “ponga orden en casa” a costa del diálogo, una temeridad. La Iglesia católica española —y muy especialmente quienes tienen en ella responsabilidades de dirección y de orientación pastoral— ha de saber afrontar con fortaleza el desafío de acrecentar su voluntad de realidad. La honradez con lo real —que J. Sobrino suele pedir desde otro contexto— constituye un talante eclesial imprescindible para transitar espiritualmente desde el desconcierto, el desánimo y la nostalgia del pasado a la esperanza en su futuro”2. En concreto: ¿sa-
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F. Javier Vitoria, “Sociedad española e Iglesia católica”, Iglesia Viva 150 (1992), 307; cita a R. Echarren, 1990: 47-48. Jesús Sastre García
bremos detener el éxodo de tantos católicos hacia la increencia práctica? ¿dialogaremos con gusto con los hombres y mujeres de nuestro tiempo? ¿aportaremos con claridad y sencillez la riqueza de valores que tiene el Evangelio? ¿sabremos hacer llegar la buena noticia a los familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.? ¿cómo recuperaremos la relevancia de la fe en una sociedad democrática, laica y plural? La respuesta a estas preguntas pasa porque la Iglesia haga su propia renovación interior en lo referente a estilos, estructuras, funcionamiento, etc. Seguimos teniendo pendientes algunos temas importantes que es preciso solucionar adecuadamente; a ellos se refería el cardenal Martini en una de sus últimas entrevistas publicadas como libro3. Esta situación de perplejidad en que nos encontramos tiene que ver con muchas cosas; entre ellas el modo en que hemos transmitido la fe en el pasado y la profundidad con que hemos asumido las aportaciones del Vaticano II. A esta ponencia le corresponde abordar la transmisión de la fe en el siglo XX desde la perspectiva histórica. Las siguientes ponencias abordaran los grandes retos que la realidad, con su configuración actual, plantea a la fe cristiana, hasta el punto de comprometer la validez de significación, como piensan los organizadores de este XXIX curso de la Cátedra Teología Contemporánea José Antonio Romeo.
1.
Breve precisión de términos
La expresión “transmisión de la fe” y “educación en la fe” sintetizan el paso del catecismo a la catequesis, de la transmisión de contenidos para ilustrar la fe a una acción eclesial preocupada por el aspecto existencial del mensaje cristiano y de cómo facilitar la respuesta creyente, el acto de fe. Por lo mismo, podemos hablar de educabilidad de la fe dentro de un
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Cfr. C. Mª Martini, Coloquios nocturnos en Jerusalén, San Pablo, 2008.
La transmisión de la Fe en el siglo XX: perspectiva histórica
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proceso de maduración religiosa. La educación de la fe se desarrolla en lugares y cauces muy variados; “por ejemplo, mediante la predicación, la homilía, la enseñanza religiosa escolar, la educación cristiana en la familia, la educación escolar de inspiración cristiana, la formación dentro de los movimientos apostólicos, el anuncio del mensaje a través de los medios de comunicación, la enseñanza de la teología, los ejercicios espirituales, retiros, cursillos y jornadas de reflexión” (CC 58; cfr. IC 33 ss.). Ahora bien, la catequesis dentro de este panorama se define por su finalidad y sistematicidad, pues promueve la maduración básica de la fe a través de un itinerario que desarrolla de forma adaptada, progresiva y orientada. El encuentro vital con el misterio de Cristo “es lo que principalmente distingue a la catequesis de todas las demás formas de presentar la palabra de Dios”4. El Directorio General para la Catequesis al hablar de las formas del ministerio de la Palabra distingue funciones y formas; presenta cinco funciones: de convocatoria, de llamada a la fe, de iniciación, de educación permanente de la fe, la función litúrgica (homilía) y la teología. Cada una de estas funciones se realiza en formas diversas, pero todas ellas están “al servicio del proceso de conversión plena. El primer anuncio tiene el carácter de llamar a la fe; la catequesis el de fundamentar la conversión, estructurando básicamente la vida cristiana, y la educación permanente de la fe, en la que destaca la homilía, el carácter de ser el alimento constante que todo organismo adulto necesita para vivir” (DGC 57). También está clarificada la diferencia y complementariedad entre catequesis y enseñanza religiosa escolar. La transmisión de la fe requiere una “pedagogía integradora”, pues se dirige a la persona como totalidad, no a una parte o aspecto de la misma. Esto sólo es posible si la propuesta y comprensión de la fe se da insertada en la vida y no como yuxtapuesta a la misma. “El principio de fidelidad a Dios y
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Pablo VI en el sínodo de 1977, recogido en CT 21. Jesús Sastre García
fidelidad al hombre lleva a evitar toda contraposición, separación artificial o presunta neutralidad entre método y contenido, afirmando más bien su necesaria correlación e interacción” (DGC 149). En consecuencia, “las experiencias de mayor importancia del hombre cuando son profundizadas, le ponen al descubierto los interrogantes más acuciantes de su existencia” (CC 223). Dios se comunica a través de experiencias humanas significativas; sólo por la vivencia de experiencias humanas similares a aquellas que aparecen en la Revelación se puede llegar a encontrarse con el Dios de Jesús. Existe correlación entre las experiencias humanas profundas y el mensaje cristiano; por esta misma correlación entre experiencia humana y experiencia de fe, los itinerarios serán diversos porque los destinatarios y los contextos también lo son. La educación de la fe en general, y la catequesis en particular, tienen una finalidad vinculatoria, de adhesión afectiva o de comunión con la persona de Jesucristo. “Comunión, en intimidad con Jesucristo” (DGC 80, recogiendo CT 5). Lleva a vincularse a “todo aquello con lo que el propio Jesucristo estaba profundamente unido” (DGC 81): comunión trinitaria, anuncio del Reino, opción por los pobres, etc. Aquí están los criterios principales para evaluar si la transmisión de la fe en un determinado lugar y tiempo es válida y produce los frutos esperados.
2.
De dónde venimos: algunos antecedentes históricos
El Símbolo de los Apóstoles se podría considerar como el primer catecismo, pues contiene “la suma de la catequesis dogmática del cristianismo primitivo (como) fundamento y norma de la vida cristiana” (J. A. Jungmann); “como un compendio de las Escrituras” (S. Jerónimo) (CT 28), y transmisión de la “íntegra sustancia vital del Evangelio” (MPD 8). Los adultos y jóvenes que se preparaban para el Bautismo hacían una preparación larga y estructurada a través de tres grandes etaLa transmisión de la Fe en el siglo XX: perspectiva histórica
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pas: etapa antropológica, teológica y mistagógica. Después de la entrega oral y explicada del Símbolo (Traditio evangelii in symbolo), los catecúmenos lo decían de memoria (Redditio symboli) como profesión de fe bautismal en presencia de la comunidad cristiana. Entre los siglos VII y IX va desapareciendo el catecumenado prebautismal de jóvenes y adultos como proceso oficial de iniciación cristiana. Con la desaparición del catecumenado desaparece también una forma y una institución en la transmisión de la fe; además, el catecumenado no fue reemplazado por otra forma de iniciación a la fe adaptada a la nueva situación. En un régimen de cristiandad, durante la Edad Media, los bautizados de niños eran instruidos en la familia y en la predicación dominical. A esta manera informal de hacer la enseñanza religiosa se le denominó catecismo y catequizar. La predicación dominical expone varias veces al año el símbolo, el Padrenuestro, los sacramentos, el modo de confesarse bien, los vicios y las virtudes. A partir del siglo XII se desarrolla el libro o libros de religión; son manuales de vida cristiana sobre los “deberes de los cristianos”. Se llaman Lucidarios, Septenarios (por la estructura que utilizan para exponer la doctrina cristiana) e Interrogatorios (ayuda para la confesión anual). En los siglos XIV y XV la centralidad del Símbolo y del Padrenuestro deja paso a una instrucción de mayor contenido moral y moralizante. En el siglo XVI se produce un cambio radial en el catecismo al surgir las escuelas de la doctrina cristiana. Tanto la educación de la fe como la predicación se hace cada vez más en referencia al catecismo-libro. Los catecismos que se publican y distribuyen son de dos tipos: extensos (destinados a párrocos, sacerdotes y personas doctas) y breves (para que el pueblo sencillo memorice; tiene forma de cartilla). Lutero es considerado “el padre de los catecismos modernos y el iniciador de la enseñanza religiosa popular” (L. Csonka). La imprenta facilitó la difusión escrita de lo que se pretendía enseñar. Entre 1555-1559 Pedro Canisio, como reacción a Lutero, publica tres 18
Jesús Sastre García
catecismos: mayor, mediano y menor. El contenido del catecismo está estructurado por la vida teologal. “La obra de Canisio tiene más próximo parentesco con la labor de los Padres de los primeros siglos que con la escolástica medieval y la corriente polemista” (L. Csonka). En 1556 se publica el catecismo del Concilio de Trento llamado “Catecismo romano o San Pío V” (Catechismus ad parochos). Es un buen catecismo para su época en contenido, organización interna y didáctica. Se inspira en los tiempos apostólicos y patrísticos, subraya la iniciativa de Dios y es rico en textos bíblicos y de los santos Padres. Estos dos catecismos procuran hacer una síntesis entre el contenido de la fe (fides quae) y la fe personal de los creyentes (fides qua) de la época renacentista. El de San Roberto Belarmino es un catecismo de contrarreforma con un subrayado muy fuerte en la transmisión íntegra de la fe en detrimento del aspecto personal del acto de fe, que queda en segundo plano. Al presentar la doctrina bajo el signo del deber, la iniciativa divina queda bastante desdibujada. Este giro que acentúa el aspecto objetivo del mensaje en detrimento del aspecto subjetivo de la fe, como virtud teologal, ha influido en la enseñanza religiosa hasta nuestros días. Unos años antes, en España, dos jesuitas, Gaspar Astete en 1576 y Jerónimo de Ripalda en 1586, publican sendos catecismos. Anticipan lo dicho sobre el catecismo de San Roberto Belarmino: insisten en el contenido objetivo de la fe presuponiendo el acto de fe. Este giro antropológico unido a la actitud antiprotestante, sobre todo en el Ripalda, va a marcar los siglos posteriores en España hasta mediados del siglo XX. En los siglos XVII-XX el contenido de los catecismos refleja muy poco las fuentes de la Escritura y la liturgia, el método es deductivo y el lenguaje bastante abstracto. El libro del catecismo es el centro del catecismo como institución, pues la transmisión básica de la fe queda reducida a la memorizaciónrepetición de preguntas y respuestas. Este modo de proceder, propio de la época de cristiandad se mantiene por la transmisión familiar de la fe y el ambiente social uniforme, confesional La transmisión de la Fe en el siglo XX: perspectiva histórica
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y protector de las costumbres cristianas. La escolarización de la transmisión de la fe tiene base histórica en las escuelas de las catedrales, abadías y parroquias; esta tendencia se reafirma a partir del siglo XVI con el surgimiento de congregaciones religiosas dedicadas a la educación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes. Los poderes públicos actúan en la misma dirección; Felipe V, el primer Borbón, pone la siguiente exigencia para ser maestro de primeras letras: “dar razón de lo que contiene el catecismo del P. Gerónimo de Ripalda”. La Constitución liberal de 1812 en artículo 336 dice: “Se enseñará a los niños el catecismo de la religión católica”. La escolarización de la religión ha tenido consecuencias positivas y negativas; si por un lado facilita la educación integral y abarca a todos los alumnos, por otro, al considerarse como una asignatura más, se produce la dejación de los padres y de la comunidad cristianas en la transmisión de la fe, que queda en manos de los maestros y sometida al régimen escolar. Los textos de religión, catecismos, son de talante racionalista y moral al servicio de la formación del buen cristiano y ciudadano. Un ejemplo es el texto anónimo “Catecismo constitucional y civil” (1820), donde se incluyen las obligaciones del ciudadano español. El Syllabus (1864) de Pío IX reforzó la actitud defensiva y de polémica de la Iglesia de finales del siglo XIX; así lo refleja, por ejemplo, el catecismo del P. Ángel Mª de Arcos “Norma del católico en la sociedad actual. Diálogos catequísticos para los católicos del siglo XIX”. E. de Ossó escribió una “Guía metódica y práctica del catequista” (1872); insiste en el ambiente “persuasivo y atractivo” que debe crear el catequista. A finales del siglo XIX se produce un intento de renovación de la Teología Pastoral como disciplina universitaria, pero influyó poco en la formación de los pastores. “Como disciplina, surgió en 1774, por real decreto de María Teresa de Austria, al aprobarse el plan de reforma de los estudios eclesiásticos formulado por el canonista benedictino Stephan Rautenstrauch. En España, el primer manual es de 1805; su autor es L. A. Marín y se titula “Instituciones de teología pastoral o Tratado del 20
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oficio y obligaciones del párroco”. Los manuales de pastoral buscaban la preparación de buenos pastores para que estos formaran, a su vez, buenos ciudadanos y cristianos. La orientación de estos manuales era pragmática (consejos y recetas), y el pastor era considerado como servidor del Estado para tutelar y educar en los valores sociales vigentes, pues el Estado se constituía en servidor y protector de la religión. La teología pastoral católica ha pasado por varias etapas: comprensión pragmática (siglos XVIII y XIX) como acabamos de exponer; concepción histórica-salvífica, debido a su inspiración bíblica y kerigmática y por la consideración del sacerdote como colaborador de Cristo; con todo, le falta la óptica eclesiológica. La comprensión eclesiológica se debe a A. Graf a mediados del siglo XIX y a la influencia de la Escuela de Tubinga. Para A. Graf la teología práctica surge de la reflexión o conciencia que la Iglesia tiene de sí misma al auto-edificarse de cara al futuro. Un discípulo de A. Graf, J. Amberger, vuelve a clericalizar el enfoque de la teología pastoral, al relacionar esta materia con el derecho canónico y presentar su objetivo como la adecuada formación del pastor para la recta administración de su oficio”5. En el siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX suceden muchos acontecimientos de importancia que no son recogidos ni en la formación de los pastores ni en la transmisión de la fe, que sigue deudora del esquema de preguntas y respuestas de un contenido inmutable.
3.
Intentos de renovación
3.1. Los Congresos Catequísticos A comienzos del siglo XX empiezan a celebrarse los Congresos Catequísticos nacionales. El Congreso de Valladolid (1913) se inspiró en la encíclica Acerbo nimis, sobre la enseñanza de la doctrina cristiana, de Pío X (1905); el tono del
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J. Sastre, Teología Pastoral, NDC, 1999, 2160-2161.
La transmisión de la Fe en el siglo XX: perspectiva histórica
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congreso fue apologético. A. Manjón presentó una ponencia de aportación didáctica: “El catecismo como asignatura céntrica en la escuela primaria”. El Congreso de Granada (1926) fue motivado por el motu proprio “Orben catholicum” (1923) de Pío XI que había creado una oficina central para “dirigir y promover la acción catequística en toda la Iglesia”. Al tiempo que el congreso hace un homenaje a A. Manjón, advierte del peligro de la Institución Libre de Enseñanza. El Congreso de Zaragoza (1930) inspirado por la encíclica “Divini illius magistri” (1929) de Pío XI propone que en todas las diócesis y parroquias se cree la Congregación de la Doctrina Cristiana. Como aspecto sugerente, se trató el tema de la catequesis según edades, con especial atención a los jóvenes. El Congreso de Valencia (1950) se celebra en un ambiente patriótico-religioso propio del nacionalcatolicismo. El tema fue la enseñanza religiosa en la parroquia, la escuela y el ejército. En todos estos congresos se abogó por un catecismo único, pero en ninguno de ellos se resolvió el tema. Los congresos sirvieron para tomar conciencia de la importancia y urgencia de la educación de la fe, se avanzó algo en lo metodológico, pero nada en la formulación y organización de los contenidos. Además se siguió considerando el marco escolar-infantil como el fundamental para la instrucción religiosa. Dos personas memorables introducen en España la renovación catequética. D. Andrés Manjón (1846-1923) trae las innovaciones del método psicológico de Múnich. El lema es “enseñar jugando”; se renueva algo el método, pero no el contenido doctrinal. D. Daniel Llorente (1883-1971) es el catequeta más importante y cualificado de la primera mitad del siglo XX en España. Trae las aportaciones del movimiento de Múnich y funda una revista para la formación de catequistas. Su libro “Tratado elemental de pedagogía catequética” tuvo bastantes ediciones; en esta obra hace una reflexión sistemática sobre la catequesis. Las aportaciones teóricas las enriqueció con materiales para la catequesis.
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Jesús Sastre García