ESTABILIDAD INTERNACIONAL, CONFLICTOS ARMADOS Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS CONSUELO RAMÓN CHORNET Coordinadora
tirant lo b anch Valencia, 2010
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Índice Palabras previas ..............................................................................................................
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I. ASPECTOS ACTUALES DE LA ESTABILIDAD INTERNACIONAL 1. La estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos de América.............. Cesáreo Gutiérrez Espada
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2. Novedades en el régimen jurídico internacional de las armas nucleares ............ Milagros Álvarez Verdugo
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3. Repercusión de nuevas tecnologías en las políticas de defensa: los sistemas no tripulados ................................................................................................................. Javier Jordán Enamorado
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4. El Derecho Internacional Humanitario ante las empresas militares y de seguridad privadas: aportaciones y límites del Documento de Montreux ............................ Mª Pilar Pozo Serrano
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II. RESPUESTAS ANTE LOS CONFLICTOS 1. La sociedad civil y la resolución de conflictos ...................................................... Alicia Cebada Romero
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2. De la prevención de conflictos a la responsabilidad de prevenir.......................... María José Cervell Hortal
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3. La rehabilitación posconflicto en el proceso de construcción de la paz .............. María José Marzá Bataller
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4. Derecho Internacional Humanitario y responsabilidad internacional del individuo ........................................................................................................................... Mireya Castillo Daudí Sergio Salinas Alcega 5. La Revisión del Estatuto de la CPI y el Crimen de Agresión.............................. Antonio Remiro Brotóns
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Índice III. DERECHOS HUMANOS, ORDEN INTERNACIONAL Y CONFLICTOS
1. La política exterior española en materia de derechos humanos ........................... Javier Roldán Barbero
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2. Los crímenes de lesa humanidad en el Estatuto de la Corte Penal Internacional y en el Derecho español.......................................................................................... Valentín Bou Franch
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3. La nueva República de Nepal tras el proceso de paz y la violación del Derecho Internacional Humanitario .................................................................................... José Elías Esteve Moltó
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4. El derecho de autodeterminación interna de la población bajo administración territorial externa .................................................................................................... Alejandro Carballo Leyda
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Palabras previas* La importancia del Derecho Internacional humanitario no se reduce a su función directa en la garantía de los derechos humanos de los miembros de las Fuerzas Armadas y de los agentes armados en los conflictos bélicos. Su creciente relevancia tiene que ver con su papel en relación con los principales riesgos que afectan a la paz y a la seguridad en las relaciones internacionales, hoy. Además, la experiencia reciente nos demuestra que la protección de la población civil es un objetivo prioritario de este Derecho, ya no por los daños colaterales que puedan experimentar, sino por su transformación en objetivo directo de la estrategia bélica. Esas características marcan profundamente las principales transformaciones y asimismo señala algunos de los más importantes desafíos de este sector del Derecho internacional.1 En efecto, la estabilidad mundial, en una era marcada por el incremento de la incertidumbre y la conciencia global de la vulnerabilidad, se ve afectada por la persistencia de algunos de los conflictos de alcance global (por mencionar sólo tres, Afganistan y ahora Pakistan, Iraq, Oriente Medio) y la aparición de otros nuevos, es decir, de otros escenarios de crisis armadas. Junto a ello, pesa la incapacidad de la comunidad internacional para ofrecer instrumentos jurídicos de garantía frente a las graves violaciones de derechos humanos, instrumentos entre los que deberían encontrarse mecanismos de sanción eficaces. Bajo ese hilo conductor de la relación entre estabilidad internacional, conflictos armados y derechos humanos, ofrecemos este nuevo libro de la colección de derechos humanos. Al igual que en otras ocasiones, su origen son las Jornadas de Derecho Internacional Humanitario que vienen celebrándose ininterrumpidamente en la Universitat de Valencia desde el año 1999, por impulso de un grupo de profesores de Derecho internacional y con el firme apoyo de Cruz Roja. En este caso, se trata de las XIII y XIV Jornadas celebradas en los años 2007 y 2008 que se dedicaron, respectivamente, al análisis de
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Los capítulos elaborados por los profesores Cesáreo Gutiérrez Espada, Pilar Pozo Serrano, Mª José Cervell Hortal y Maria José Marzá Bataller, han sido realizados en el marco del Proyecto de investigación SEJ 2006-14504, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia.
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Palabras previas
los nuevos conflictos armados y la protección de los derechos humanos y a la estabilidad internacional. En este libro incluimos trece contribuciones sobre esos temas, que hemos agrupado en tres apartados. En el primero se examinan algunos aspectos determinantes en la actual (in)estabilidad, comenzando por el trabajo del profesor Gutiérrez Espada, dedicado a lo que a juicio de muchos es el factor más relevante de desestabilización, la estrategia de seguridad nacional de los EEUU, desde el ataque sufrido el 11 de septiembre de 2001 (lo que no significa negar que el detonante es la transformación del terrorismo internacional desde la irrupción de Al Qaeda). Los otros tres trabajos se ocupan de las respuestas ante problemas que, sin ser inéditos en sentido estricto, han adquirido creciente agudeza. Así, la profesora Alvarez Verdugo atiende a la evolución más reciente de la regulación de las armas nucleares. El profesor Jordán se ocupa de uno de los aspectos más novedosos de la transformación experimentada en los procedimientos de inteligencia preventiva y en los conflictos bélicos como consecuencia de las nuevas tecnologías, los sistemas no tripulados. Finalmente, la creciente presencia de los agentes privados en el ámbito de la defensa y la seguridad, las “empresas militares” es el objeto de examen de la profesora Pozo, que se detiene en el examen de las posibilidades que ofrece el Documento de Montreux. Siguen cinco trabajos sobre el tratamiento de los conflictos y sobre las respuestas ante los desafíos que comportan. En el primero, la profesora Cebada atiende a un agente de la mayor trascendencia tanto en sentido activo como pasivo, la sociedad civil, que no sólo es crecientemente el objetivo y víctima directa de los conflictos sino que debe ser también protagonista de los procedimientos de resolución. La profesora Cervell trata de poner de relieve en su contribución el paso significativo que nos lleva desde la tarea de prevención de conflictos a la verdadera “responsabilidad de prevenir”. Una reflexión que viene complementada por el trabajo de la profesora Marzá sobre la rehabilitación después del conflicto, en el proceso de construcción de la paz. Finalmente, los estudios de los profesores Castillo Daudí y Remiro Brotons analizan dos temas básicos y considerablemente debatidos que muestran las líneas de desarrollo del Derecho internacional humanitario y aun del Derecho internacional: la responsabilidad internacional del individuo, de un lado y, de otro, la revisión del estatuto de la Corte Penal Internacional y la precisión del crimen de agresión.
Consuelo Ramón Chornet
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En el último apartado hemos reunido otros cuatro estudios relativos a cuestiones concretas de derechos humanos que nos llevan desde el análisis de la política exterior española en ese ámbito, presentada por el profesor Roldán, al análisis comparado de los crímenes de lesa humanidad en nuestro Derecho y en el estatuto de la Corte Penal Internacional, la contribución del profesor Bou. Se incluye además un análisis del profesor Esteve sobre la preocupante pero poco conocida situación en Nepal, y finalmente el estudio de Alejandro Carballo sobre el recurso al derecho a la autodeterminación de la población que se encuentra bajo administración externa del que se ocupa. Estoy convencida de que esta muestra de las aportaciones realizadas en estas dos ediciones de las Jornadas constituye un magnífico ejemplo de la calidad de las intervenciones y del interés del debate que vienen suscitando cada año y quiero aprovechar esta oportunidad para manifestar mi agradecimiento a los ponentes y autores de los trabajos y también al comité científico y al comité organizador de las mismas.
Valencia, 29 de diciembre de 2009
CONSUELO RAMÓN CHORNET
I. ASPECTOS ACTUALES DE LA ESTABILIDAD INTERNACIONAL
La estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos de Amércia CESÁREO GUTIÉRREZ ESPADA
Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales Universidad de Murcia
I. ¿QUÉ SON LAS “ESTRATEGIAS DE SEGURIDAD NACIONAL”?- II. LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA DE SEPTIEMBRE DE 2002 Y SU REVISIÓN DE MARZO DE 2006 BAJO LA ADMINISTRACIÓN REPUBLICANA DEL PRESIDENTE BUSH.- III. LA ADMINISTRACIÓN DEMÓCRATA DEL PRESIDENTE OBAMA, ¿CAMBIO O CONTINUIDAD?
I. ¿QUÉ SON LAS “ESTRATEGIAS DE SEGURIDAD NACIONAL”? 1. La elaboración de Estrategias de Seguridad Nacional está de moda. Desde el año 2007, se han ido haciendo públicos este tipo de documentos en países de la Unión Europea, como los Países Bajos (abril 2007), el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (marzo 2008), Alemania (mayo 2008) o Francia (julio 2008)1. Los Estados miembros de la Unión siguen de este modo el ejemplo de los Estados Unidos de América, cuya Estrategia de Seguridad Nacional proclamada en septiembre de 2002, y revisada después en el 2006, por la Adminis-
1 Sobre los objetivos básicos y procedimientos utilizados para la elaboración de estas Estrategias, así como las lecciones que de ambos extremos se desprenden para el caso en que nuestro país decidiera hacer lo propio, vid. Félix ARTEAGA: “Hoja de ruta para una Estrategia de Seguridad Nacional española”, ARI, núm. 57, octubre de 2008, pp. 22-27, pp. 22 ss. Sobre la estrategia francesa en particular, la más reciente de las adoptadas hasta el momento, también TERTRAIS, B.: “El Libro Blanco francés sobre la defensa y la seguridad”, ARI, núm. 57 cit., pp. 17-21, pp. 17 ss.
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tración Republicana encabezada por el Presidente Bush llegó rápidamente a los titulares de los medios de comunicación de todo el mundo por las razones que más tarde recordaré. Pero no es solo una moda. La aparición de este tipo de documentos obedece a la necesidad que tienen los Estados más avanzados de poner al día el modelo de seguridad que ofrecen a sus respectivas sociedades y en particular a sus ciudadanos.
2. Las Estrategias de Seguridad Nacional describen la visión que cada Gobierno tiene de los riesgos y amenazas que acechan a su sociedad y la forma en la que puede proporcionarse seguridad frente a ellos al Estado y a sus ciudadanos. Cada una de las Estrategias que han ido siendo adoptadas tienen sus rasgos propios en determinados aspectos, pero todas revelan conceptos y contenidos comunes. Así, la seguridad nacional emerge como un concepto superior que desplaza a otros (como la defensa nacional por ejemplo) y cuyo objetivo es la protección de los ciudadanos por el Estado frente a riesgos colectivos, ya se deriven estos de acciones intencionadas (terrorismo internacional, armas de destrucción masiva, crimen organizado…) ya de emergencias de origen humano o natural (crisis financieras de alcance internacional, pandemias, migraciones, daños ecológicos…). La protección además que el Estado pretende para el grupo social no incluye únicamente un catálogo de los posibles riesgos sino también de los fenómenos que los provocan o agravan (globalización, mala “gobernanza”, cambio climático…) y aún de riesgos que son poco probables (“sorpresas estratégicas” se los llama) pero que son susceptibles de causar daños irreparables. Más aún, la seguridad nacional contemplada en estos documentos amplía en el tiempo la actuación de los Gobiernos que los diseñaron, pues no solo pretenden ocuparse éstos de los riesgos una vez que se manifiestan (reacción) sino también anticiparse a su aparición y actuar incluso sobre las causas que los generan o alimentan (prevención), así como desde luego proponer medidas para superar sus efectos (recuperación). Las Estrategias de Seguridad Nacional adoptadas hasta hoy parten de un análisis, más o menos exhaustivo, de los riesgos concretos que a corto, medio y largo plazo afectan al concepto de seguridad diseñado. Por ejemplo, el Libro Blanco de Francia que se hizo público el 17 de julio de 2008 señala como riesgos el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, ataques a
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los sistemas informáticos, el espionaje, el narcotráfico o el tráfico de armas, las epidemias y las emergencias naturales. Y, como factores de agravación de tales amenazas, la globalización, la violencia no estatal, los conflictos “congelados” y el declive de las Potencias occidentales. Las Estrategias adoptadas determinan también las respuestas que deben darse a los peligros y factores de riesgo identificados, tanto desde un punto de vista material (precisando qué debe hacerse) como instrumental (identificando y creando en su caso los órganos o mecanismos que permitirán llevar a cabo lo que se considera necesario). Así, la estrategia francesa lleva a cabo un reparto de competencias y responsabilidades entre los diversos ministerios y agencias implicadas en la misma y precisa qué ámbitos de acción se reserva el Estado francés y cuales comparte con otro u otros Estados o con nuevos actores infraestatales o privados. Todas las Estrategias articulan la relación entre objetivos y medios, ofreciendo si no el detalle sí un marco genérico de los recursos por emplear. La Estrategia del Reino Unido, pongo por caso, determina un incremento concreto de los 2’5 millones de libras empleados para inteligencia y contraterrorismo a los 3’5 millones para el bienio 2010-2011. Es relevante, en fin, destacar que las Estrategias de Seguridad Nacional que se han aprobado hasta el momento ponen en marcha un proceso de revisión, sometido a su vez a revisiones periódicas que se concretan, de todos los sectores implicados en la seguridad nacional, con lo que se da cuenta de qué normas, procedimientos y aun órganos deberían suprimirse, modificarse o crearse como consecuencia de los cambios que la aplicación de la Estrategia adoptada generan. Estos documentos, por tanto, van más allá de una reforma estática y coyuntural de la seguridad nacional, generando un proceso de cambio sostenido en el tiempo. Lo cual permite a los Gobiernos afectados racionalizar el empleo de los instrumentos disponibles y dar coherencia y eficacia a las políticas asociadas a la seguridad.
3. Las Estrategias de Seguridad Nacional adoptadas por algunos de los Estados miembros de la Unión Europea así como las matizaciones, importantes en ciertos aspectos como veremos, que la Administración Obama introducirá en la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, eliminando algunos de los serios desencuentros aparecidos en las relaciones transatlánticas
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con motivo y desde la “Guerra de Irak” (2003)2, invitan a reflexionar sobre la conveniencia de proceder a una revisión de Estrategia Europea de Seguridad adoptada por la Unión Europea en el 20033. Y es que aunque seguramente no puede afirmarse que haya tenido lugar una alteración realmente estructural de la sociedad internacional, sí resulta evidente que el contexto internacional ha sufrido desde ese año cambios relevantes; si tuviera que anotar los dos en mi opinión más claros citaría sin dudarlo el agravamiento del riesgo de proliferación de armas de destrucción masiva y, desde luego, las amenazas que a la misma seguridad nacional es susceptible de generar en las próximas décadas ese inquietante fenómeno del cambio climático4. Uno de los objetivos de este trabajo ha sido, precisamente, el de contribuir a la reflexión de que estos documentos que llamamos Estrategias de Seguridad Nacional son algo más que una moda, y apoyar la idea de que tanto a nivel nacional (español) como en relación con la Unión Europea en su conjunto debería considerarse seriamente la conveniencia de su elaboración (en el primer caso) y (en el segundo) de su revisión.
4. En España no tenemos la tradición, ni desde luego obligación jurídica alguna, de elaborar formalmente los objetivos de la seguridad y de llevar a términos la aplicación las medidas necesarias para ejecutarlos. Y sin embargo los aspectos positivos que para un Estado moderno como el nuestro y los ries-
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Pasados tres meses desde la llegada al poder del Presidente Obama, el cambio radical que se esperaba en las relaciones transatlánticas no se ha producido. La conclusión del análisis que recientemente ha realizado al respecto Juan TOVAR RUIZ es claro: se “hace necesario una perspectiva más realista y menos utópica de las relaciones atlánticas” (“La política europea de Barack Obama: tres meses de nuevas relaciones transatlánticas”, ARI núm. 66/2009, 22/04/2009, pp. 1-9 [www.realinstitutoelcano.org]). 3 Una Europa segura en un mundo mejor. Estrategia Europea de Seguridad. Bruselas, 12 de diciembre de 2003, pp. 1-14 (véase también http://europa.eu/scadplus/leg/es/lvb/r00004.htm). Acerca de las diferencias conceptuales entre ésta y las estrategias de seguridad nacional de algunos de los miembros de la Unión así como de una comparación del contenido de la Estrategia de la Unión de 2003 con el del Informe del Consejo Europeo (11-12 de diciembre de 2008) sobre los resultados de la misma, Félix ARTEAGA: “La Estrategia Europea de Seguridad, cinco años antes”, ARI núm. 15/2009, 22/01/2009, pp. 1-7 (www.realinstitutoelcano. org). 4 Sobre cuales podrían ser las líneas maestras de la revisión de la actual Estrategia Europea de Seguridad, vid. Natividad FERNÁNDEZ SOLA: “A new European Security Strategy for 2009?, ARI núm. 36/2009, 13 de abril de 2009, pp. 1-8, pp. 1 ss. (www.realinstitutoelcano. org).
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gos (terrorismo, inmigración ilegal, narcotráfico…) ante los que se enfrenta, aconsejarían pensar seriamente sobre la conveniencia de llevar a cabo esta tarea. El Presidente del Gobierno, en su discurso de investidura de 8 de abril de 2008, declaraba su intención de proponer una Estrategia de Seguridad Nacional; y acaso nos ha dado, el Sr. Rodríguez Zapatero, ulteriormente, en la conferencia de 16 de junio de ese mismo año que organizada por el Real Instituto Elcano se desarrolló en el Museo del Prado, un esbozo de cual podría ser el contenido esencial de la misma5. También el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, hacía lo propio en su comparecencia ante la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados de 27 de mayo de 2008; el Sr. Pérez Rubalcaba destacó entonces que los principales riesgos para la seguridad nacional española en la actualidad son el crimen organizado, el terrorismo internacional, la proliferación de las armas de destrucción masiva, las catástrofes medioambientales o las diferentes manifestaciones de tráfico ilícito (armas, drogas y personas).Y, en fin, la ministra de Defensa, Carmen Chacón, comunicó igualmente en su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso, el 30 de junio de 2008, su deseo de formular una estrategia integral de seguridad y defensa. El diseño de una Estrategia Española de Seguridad nacional sería, además, uno de los elementos que contribuiría a insertar a nuestro país de forma estable en eso que comienzo a llamarse la “nueva gobernanza global”, acabando así con las dudas, foráneas y domésticas, que una política exterior sin pulso ha alimentado en los últimos años sobre el peso real de nuestro país en la formación de las grandes decisiones estratégicas a nivel mundial6
5 “En interés de España: una política exterior comprometida”, ARI núm. 55, julio de 2008, pp. 4 ss. 6 El si el Sr. Rodríguez Zapatero debía estar presente o no en las reuniones del G-20 y la patética imagen de si Francia nos “prestaba” o no una de “sus” sillas para hacerlo posible son buena prueba de esas dudas que menciono. Vid. al respecto la interesantísima aportación a esta cuestión del Instituto Elcano publicada recientemente: España ante el G-20: una propuesta estratégica sobre su inserción en la nueva gobernanza global, Real Instituto Elcano, 31/03/2009, pp. 1-19 (www.realinstitutoelcano.org).
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II. LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA DE SEPTIEMBRE DE 2002 Y SU REVISIÓN DE MARZO DE 2006 BAJO LA ADMINISTRACIÓN REPUBLICANA DEL PRESIDENTE BUSH 5. Cuando en septiembre de 2002, el Presidente Bush promulgó la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos de América7, su repercusión mundial fue inmediata. Su contenido “representó un cambio cualitativo”8 en el modo de enfocar su estrategia de seguridad y defensa por los Estados Unidos. Y no tanto por haber hecho de la lucha contra el terrorismo (Global War of Terror) (GWOT) un objetivo prioritario cuanto por reivindicar las acciones armadas preventivas para combatirlo. Esta es por lo demás la explicación del interés que este documento generó en medios académicos, políticos y aun sociales de todo el mundo; y es que, en términos de medios de comunicación, la Estrategia de los Estados Unidos declaraba al mundo el concepto de la “guerra preventiva” o “Doctrina Bush”.
6. La Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de septiembre de 2002 se refiere, sí, a la Guerra pues no en vano se promulga un año después de los ataques terroristas del 11-S (2001) y pocas semanas después de la “Guerra de Afganistán” (2001-2002), amén de preceder en unos meses al inicio de la “Guerra de Irak” (2003); pero también se refiere a la Paz9, aunque esta última parte de su discurso apenas interesó al sensacionalismo de algunos medios. El apartado VII de la misma se dedica en su integridad a la pobreza, al desarrollo, a la democracia. Partiendo de la constatación de que en un mundo en el que algunos viven en la abundancia, “la mitad de la raza humana vive 7 The National Security Strategy of the United States of America. September 2002, The White House, Washington (se publicó una traducción extraoficial al español por el Servicio noticioso del Gobierno en este idioma que pudo consultarse en http://usinfo.state.gov(espanol/ terror/02093001.htm). 8 La frase es de ARTEAGA, F: “La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos de 2006”, ARI, núm. 34, julio de 2006, pp. 18-23, p. 18. 9 BERMEJO GARCÍA, R.: “Guerra y paz (el palo y la zanahoria) en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de marzo de 2006”, Revista Española de Derecho Internacional, LVIII (2006), núm. 1, pp. 574-580, pp. 574 ss.
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con menos de 2 dólares al día” y de que “décadas de ayuda masiva al desarrollo han fracasado en estimular el crecimiento económico de los países más pobres”, la Administración de los Estados Unidos decidía adoptar “importantes estrategias” para ayudar a cambiar esta situación. Y, entre otras afirmaciones, se dice: hemos revertido la tendencia descendente de las contribuciones estadounidenses y hemos propuesto un aumento del 18% en las contribuciones de los Estados Unidos a la Asociación Internacional de Fomento (el Fondo del Banco Mundial para los países más pobres) y el al Fondo Africano de Desarrollo; hemos aumentado el monto de la asistencia para el desarrollo que se suministra en forma de donaciones en vez de préstamos. Como resultado del liderazgo de Estados Unidos, el acuerdo de la Asociación Internacional de Fomento ha previsto aumentos importantes en la concesión de donaciones destinadas a la educación, la lucha contra el SIDA, la salud, la nutrición, el agua, los servicios sanitarios y otras necesidades humanas en los países más pobres; Estados Unidos ha respaldado enérgicamente el foro mundial para el SIDA organizado por el Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan entonces. La Estrategia precisa que los Estados Unidos contribuía a esos esfuerzos con más del doble de la cantidad de dinero que el donante que le sigue en orden de importancia daba; o hemos incrementado al menos en un 20% nuestra financiación de asistencia a la educación en el Banco Mundial, con hincapié en mejorar la educación elemental y el adiestramiento de maestros en África. Debe advertirse, en fin, que la revisión que de Estrategia de Seguridad Nacional llevó a cabo el Gobierno de los Estados Unidos en marzo de 2006, tras la reelección del Presidente Bush para un segundo mandato en la Casa Blanca, insiste igualmente en esto que hemos llamado su dedicación tanto a la Guerra como a la Paz10.
7. Fue, sin embargo, la Guerra, la Guerra Global contra el Terror (GWOT) y la dimensión preventiva del uso de la fuerza armada el corazón de la Estrategia elaborada durante su primer mandato por el Presidente Bush, encarnadas como antes he apuntado en la figura de la “guerra preventiva”. Estados Unidos declara en este texto estar en guerra contra el terrorismo internacional,
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The National Security Strategy of the United States of America. March 2006, The White House, Washington, 49 pp. (también en su apartado VII, pp. 31-34) (http://www.whitehouse. gov/nsc/nss/2006/).
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contra los Estados que lo patrocinan y con todo aquél (organización terrorista o Estado) que intente obtener o cuente ya con armas de destrucción en masa “para usarlas como amenaza u ofensivamente a fin de lograr los propósitos agresivos de sus regímenes”11. La doctrina de la “guerra preventiva” sostiene que Estados Unidos corre hoy su peligro más grave por causa del terrorismo y de los Estados que intentan producir o adquirir armas de destrucción masiva para amenazarlos o atacarlos. Para combatirlo, Estados Unidos “actuará contra esas amenazas en surgimiento (sic) antes de que éstas terminen de formarse”; y más en concreto: atacará “mediante la identificación y destrucción de la amenaza antes de que llegue a nuestras fronteras…, no dudando en actuar solos, en caso necesario, para ejercer nuestro legítimo derecho a la defensa propia con medidas preventivas”; porque Estados Unidos “ya no puede depender exclusivamente de una posición de reacción, como lo hicimos en el pasado. La incapacidad de frenar un ataque potencial, la inminencia de las amenazas de hoy y la magnitud del daño potencial que podrían causar las armas preferidas por nuestros adversarios, no permite tal opción. No podemos dejar que nuestros enemigos den el primer golpe”; el ataque preventivo se realizará incluso “aunque subsista incertidumbre en cuanto al momento y el lugar del ataque del enemigo”12. La acción preventiva de los Estados Unidos, que se adoptará en solitario si es preciso, alcanzará no solo a los terroristas sino también a los Estados que les apoyen, pues “no hacemos ninguna distinción entre los terroristas y los que a sabiendas les dan refugio o les prestan asistencia”, de modo, que el objetivo inmediato de dicha acción “será atacar a las organizaciones terroristas de alcance mundial o a todo terrorista o Estado patrocinador del terrorismo”. En tales casos, las acciones preventivas pueden justificar incluso una guerra abierta que culmine con la ocupación del Estado y la remoción de su régimen político (como el caso de Afganistán demostró). La “guerra preventiva” puede
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The National Security Strategy…2002 cit. (nota 7), V (párrafo 4º). La revisión que de la misma se ha hecho (marzo de 2006) mantiene toda la esencia. 12 The National Security Strategy…2002 cit. (nota 7), Introducción (párrafo 5º), III (párrafo 8º), V (párrafos 7º y 13º). Y se añade: “Durante siglos el Derecho internacional ha reconocido que no es necesario que los países sufran un ataque antes de que puedan tomar legalmente medidas para defenderse de las fuerzas que presentan peligro inminente de ataque… especialmente una movilización visible de ejércitos, armadas y fuerzas aéreas que se preparan para atacar. Debemos adaptar el concepto de amenaza inminente a las capacidades y objetivos de los adversarios de hoy… Para impedir o evitar tales actos hostiles de nuestros adversarios, Estados Unidos actuará preventivamente, si es necesario” (V, párrafos 9º, 10º y 12º).
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desencadenarse también contra los Estados al margen de la ley “que intente(n) adquirir o utilizar armas de destrucción en gran escala o sus precursores”. La lucha contra estos Estados, pues “la guerra contra el terrorismo de alcance global es una empresa mundial de duración indeterminada…, se librará en muchos frentes… durante un largo período de tiempo”. No se descarta que las acciones preventivas que se tomen puedan serlo en defensa de otros Estados, amigos y aliados de los Estados Unidos, sin que en ningún pasaje del documento se limite geográficamente su ámbito de aplicación, por lo que podrían llevarse a cabo en cualquier lugar del mundo13. En suma, el Gobierno de los Estados Unidos se reserva el derecho de lanzar ataques armados preventivos para impedir que un grupo terrorista cometa un ataque a gran escala contra sus intereses, población civil o fuerzas armadas o los de sus amigos y aliados; para acabar con la ayuda que un Estado presta al terrorismo mundial, ocupando su territorio y derrocando a su régimen político si se considera necesario; o contra un Estado que intenta adquirir o utilizar para amenazar o atacar a Estados Unidos o a sus amigos y aliados armas de destrucción en masa. Estos ataques preventivos podrán llevarse a cabo en cualquier parte del mundo y a lo largo de un período indefinido de tiempo. En todos los casos las decisiones que se tomen se fundamentarán en la evaluación unilateral a la que el Gobierno de los Estados Unidos haya llegado. Item más. El diario estadounidense The Washington Post informó en su día sobre la revisión en curso que el Pentágono efectúa de los procedimientos nucleares de los Estados Unidos tal y como se aprobaron en 1995; en el documento, que según el diario sólo esperaba en esos días la aprobación final del Secretario de Estado de Defensa, se contemplaba la posibilidad de aprobar ataques nucleares preventivos en ciertos casos14.
8. La comunidad internacional rechazó muy pronto semejante planteamiento. Así pudo comprobarse en el Informe que el Secretario General de Naciones Unidas presentó la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los 13
The National Security Strategy…, Introducción (párrafo 5º y 4º y 9º), III (párrafo 8º, 2º y 3º), V (párrafos 5º, 7º, 9º, 10º, 12º y 13º, 4º). 14 Como ante una “inminente agresión de armas biológicas…” o con un enemigo que “trate de utilizar armas no convencionales contra Estados Unidos, sus aliados o poblaciones civiles” (M.G. Hontoria: “Estados Unidos aplicará a su arsenal nuclear la doctrina del ataque preventivo de Bush”, La Razón, de 12 de septiembre de 2005, p. 19).