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CABEZA DE KARRERA

CABEZA DE KARRERA

LAS LETRAS DEL TRAIL

Texto y fotografía: Quim Farrero

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Históricamente, la actividad montañera y náutica han generado a su alrededor un movimiento cultural no demasiado común en otros deportes. Desde sus inicios, el alpinismo, la escalada y la navegación han dado interesantes frutos en forma de relatos escritos que han originado una forma de cultura. El trail, a pesar de su juventud, es un digno seguidor de esa particularidad.

Desde sus orígenes, el ser humano ha sentido la necesidad de narrar sus experiencias. El contador de historias ha sido siempre una figura importante en un entramado social que espera oír historias y relatos de aquello que no conoce o de aquello que pueda generarle algún tipo de emoción. A lo largo de la historia, sólo han cambiado las formas de registro y difusión de esos relatos. La base siempre ha sido, de una forma u otra, la imagen y el sonido, pero la invención de la imprenta, en un lejano siglo XV, hizo posible que esas narraciones quedaran registradas de forma permanente en un soporte físico y su distribución aumentara su alcance de forma exponencial. Las actividades deportivas de montaña y náutica, siempre han tenido esa particularidad diferencial en relación a otros deportes, probablemente porque la actividad se realiza, normalmente, en la intimidad del grupo reducido o la soledad, y

Como siempre, el Rey. No importa correr o escribir.

Albert Jorquera (“Corriendo hacia lo imposible”), el punto de vista del popular.

eso hace imperativa la necesidad de contar, de hacer saber a los demás lo que se ha vivido y se ha sentido, muy vinculado también al factor exploración y descubrimiento, y más allá del simple factor técnico común en todos los deportes y que es el detonante de una forma de literatura más genérica pero también más limitada: el manual. La base liTeraria Ya antes de la popularización del trail, la idea de correr – o andar en su defecto – es el eje central de obras literarias que, en algunos casos, han dado posteriormente el salto al cine. Libros como “La soledad del corredor de fondo” de Allan Sillitoe, ya plantean, a mediados del siglo pasado, la influencia del correr como una forma de superar un situación vital compleja. Otro ejemplo es “Marathon Man” de William Goldman en la que el protagonista es un maratoniano que en alguna escena utilizará sus capacidades para huir de los nazis que lo persiguen, en una trama angustiosa que dio también el salto al celuloide de la mano de Dustin Hoffmann como protagonista. Otro ejemplo clásico al que ya hemos hecho referencia alguna vez en Revista TRAIL, es la novela de Stephen King “La larga marcha”. El nombre del autor ya da una idea de la línea de la narración: una prueba deportiva en una sociedad distópica en la que los participantes tienen que desplazarse a una velocidad mínima de 6 km/h. Los que bajan de esa velocidad, son abatidos a tiros. Sólo quedará uno… O en una línea similar, es difícil pasar por alto “El país de las últimas cosas”, de Paul Auster. Una novela en la que, de nuevo en un mundo de pesadilla, hay gente que opta por el suicidio colectivo, y una de las formas populares consiste en correr, habitualmente en grupo - los “clubes de suicidio”- hasta morir. Así pues, la actividad corredora es, de forma directa o accesoria, un elemento importante en

Los tarahumara se popularizaron gracias al libro “Nacidos para correr”, de Christopher McDougall.

muchas novelas, más allá de su vinculación (habitualmente ninguna) con el trail. La literatura del tRail Más allá de estas anécdotas literarias, el mundo del trail ha desarrollado una literatura propia en la línea de otras actividades montañeras. La ventaja del alpinismo como actividad de más solera es, justamente, haber dispuesto de más tiempo (y, también hay que decirlo, de filtros de publicación más severos) para dar a luz a verdaderas pequeñas joyas literarias, que han trascendido el ámbito puramente ligado a la actividad montañera. Las obras de Roger Frison-Roche (“El primero de la cuerda”), Lionel Terray (“Los conquistadores de lo inútil”) o Gaston Rebuffat (“Estrellas y tempestades”) son una pequeña muestra de relatos literarios de primera división. La laguna Laarga marca el inicio del ascenso final al Pico Urbión. Como en toda actividad deportiva, del fútbol al kárate pasando por la vela ligera, en el sector del trail no faltan manuales de todo tipo para divulgar aspectos técnicos vinculados al deporte: dietética, preparación física, técnicas específicas… Con más o menos acierto, con más o menos gracia y mejor o peor presentados. Otra opción es el relato personal, el texto en el que descubrir una forma de vivir el trail, coincidente o divergente de la nuestra y no necesariamente vinculada, y eso es lo interesante, a primeras espadas de nuestro deporte. A veces, el punto de vista del corredor popular es tanto, o incluso más, interesante. El mAnual Como en cualquier otro deporte, el trail tiene una serie de aspectos técnicos que deben ser dominados, tanto desde el punto de vista de la actividad física pura, como desde el punto de vista del entorno en que se desarrolla. La lista de textos que tratan estos aspectos es interminable, y cual-

“Cabeza de Karrera” (Unai Ugartemendia) un retrato excelente.

quier punto vinculado al trail está contenido en uno de estos libros, desde los manuales para tipos de prueba específicos, como “Fundamentos del entrenamiento de ultrafondo” de Jason Koop y Jim Rutberg (ed.Tutor) o “Entrenamiento para el ultra trail” de Eduard Barceló (Ed.Desnivel), este último un manual muy comprensivo que evita caer en esas complejidades técnicas que sólo los iniciados pueden comprender. Un aspecto en el que fallan muchos manuales, que pierden de vista que el lector a quien van dirigidos no está necesariamente licenciado en educación física, dietética ni nada parecido. Una vez más, se trata del “como”, no del “qué”. Existe otra línea de manual más vinculado a situaciones o puntos de vista personales concretos, como “Correr embarazada” de Mª Luisa Baena o “El reto descalzo” de Emilio Sáez, ambos de la editorial Desnivel o “Correr, comer, vivir” (ed. Booket) de Scout Jurek vinculado a la filosofía de vida vegana del popular corredor americano. La oferta es inacabable y hay puntos de vista para todas las filosofías de vida. En esta línea, hay un tipo de libro que, ante el envite de las facilidades digitales, ha desaparecido prácticamente de las librerías. Nos referimos a los clásicos libros de itinerarios, que podríamos englobar en esta categoría de libro técnico y que, ante la efectividad de plataformas para compartir trazados gps y las actuales herramientas de navegación, han visto, por desgracia creemos, su ocaso.

El placer de mIrar En el mundo del trail la imagen es un factor fundamental. Habitualmente todas las obras vinculadas al trail como temática están provistas, con mejor o peor fortuna, de imágenes que ilustran sea las técnicas descritas, sea diversos momentos de la vida y actividad del protagonista - a menudo autor - de la obra. Pero la riqueza visual de los momentos que el trail ofrece han propiciado, siguiendo la tradición de la literatura alpinística, la publicación de algunas obras vinculadas principalmente a la imagen, el libro puramente fotográfico, habitualmente de gran formato y que cumple también, más allá de la función divulgadora de todo libro, una función decorativa. Es el libro para hojear y disfrutar por excelencia. Publicado a raíz del décimo aniversario de la primera edición del UTMB, “Ultra-Trail” de Philippe Billard y Didier Lafond es un repaso visual interesante a esos diez años. Con temática más genérica, “Grand Trail” de los hermanos Berg (Alexis y Frédéric) es un espectáculo visual delicioso, con una secuela, “Grand Trail Extra” publicado en forma de carpeta con varios cuadernos temáticos en su interior, uno de ellos con fotógrafos invitados, que constituye una verdadera joya de colección. Una muestra más de la fuerza del trail como cultura.

El relato y el reto: La experiencia personal Desde un punto de vista literario, este sería el sector estrella. A menudo vinculado a la figura de un corredor famoso, la publicación de un libro, habitualmente biográfico, con experiencias vinculadas a carreras conocidas (siempre hay un capítulo UTMB…)

Dean Karnazes, un clásico de lectura recomendada.

es una buena manera de dar un empujón a la popularidad de un corredor cuando está en la cresta de la ola. Uno de los pioneros del marketing personal en el mundo del trail es Dean Karnazes, quien a principios de este siglo publicó “Ultra Marathon Man” (Ed.Penguin Books), en un claro guiño al clásico antes mencionado. Un libro divertido y ameno en el que Karnazes cuenta sus aventurillas corredoras y que ha marcado en gran medida el tono y estilo de los que han venido después. En este punto, como en tantos otros, la figura de Kilian Jornet está en otra división si consideramos el éxito de las ventas. No podemos olvidar que el trail es un deporte minoritario y, por tanto, la posibilidad de difusión de sus libros difícilmente va mucho más allá de sus circuitos habituales. Pero, como siempre, la excepción la encontramos en Kilian jornet, cuyos libros (6 incluido un manual de entrenamiento) son verdaderos súper ventas traducidos a docenas de idiomas. Estos suelen ser libros interesantes para saber más sobre las grandes figuras de nuestro deporte, habitualmente desde un punto de vista muy próximo y desenfadado. En esta línea, “Soy trail runner” de Luís Alberto Hernando (con la colaboración de Albert Jorquera, Ed.Desnivel) es una auténtica delicia de anécdotas divertidas contadas con el sentido del humor habitual de Luís. En una línea de carácter diferente, “Cabeza de Karrera” de Unai Ugartemendia (Ed.Desnivel) del que Revista TRAIL publica cortos fragmentos a modo de cata durante este año, nos ofrece una visión del trail de uno de los mejores corredores de todos los tiempos, Iker Karrera, con un carácter sobrio, un sentido común y una elegancia que muchos quisieran para sí. Iker en estado puro. Pero no todo son grandes figuras. Los relatos de corredores populares pueden ser también interesantes para apreciar cómo ven el mundo los que, a priori, están más próximos a nuestras aptitudes y capacidades, como el ya clásico “Filípides era vikingo” de Jorge González de Matauco (Ed.Laertes) en el que el autor nos narra sus viajes vinculados a las carreras en las que ha ido participando por todo el mundo, desde el punto de vista del corredor popular. En esta línea, el periodista Albert Jorquera, en “Corriendo hacia lo imposible” (Ed.Lectio) nos describe un viaje iniciático hacia el mundo del ultrafondo también desde la perspectiva del corredor popular, utilizando como eje central su primera participación, como no, en el UTMB. En una línea paralela, “Nacidos para correr” de Christopher McDougall (Ed.Debate) nos pone en la senda de los indios Tarahumara, cuya cultura los ha convertido en grandes corredores muy efectivos en largas distancias. Un libro que, para bien o para mal, lanzó a la fama a esta cultura que, durante un tiempo fueron apareciendo en algunas carreras a modo de exhibición. Nombres propios y experiencias personales a parte, “Insularidad” de Ralph del Valle (Ed.Desnivel) merece una mención especial porque no abundan los textos a modo de ensayo en la literatura del trail. “Insularidad” es uno de ellos, a modo del “Caminar” de Henry David Thoreau y con un inicio que siempre nos ha gustado: “Un hombre que corre es siempre un hombre que huye”. Dan ganas de seguir leyendo, ¿No?

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