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SALUD

CONDROMALACIA ROTULIANA

Texto: Equipo Quiro Clinic Fotografía: Quim Farrero

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Si hay una parte especialmente sensible en la anatomía de un corredor es la rodilla y así lo demuestra la cantidad de lesiones que se focalizan en esta articulación. Adentrándonos en las lesiones más comunes del mundo del running, nos encontramos con que la lesión que tiene mayor incidencia es la condromalacia rotuliana o dolor femoropatelar; observando que el segmento con mayor incidencia son las mujeres de entre 15 y 35 años de edad.

Los estudios realizados por Solvej Videbæk en 2015 (Artículo: “Incidence of Running - Related Injuries Per 1000 h of running in Different Types of Runners: A Systematic Review and Meta-Analysis”) concluían que por cada 1000 horas de práctica se reportan hasta 8 lesiones en corredores experimentados y aumentan hasta unas sorprendentes 18 lesiones en el mismo rango de tiempo en corredores inexpertos. Ahora estás pensando…. soy experto ¡por supuesto!. Si intentamos acercarnos de una manera comprensible y sin tecnicismos a esta patología, en pocas palabras diríamos que tienes un problema en el cartílago de tu rótula. Pero antes de comprender en qué consiste la condromalacia rotuliana es importante conocer algunas nociones básicas acerca de qué es la rótula y cómo y para qué funciona.

Flexibilización - Estiramiento vasto externo.

Fortalecimiento vasto interno - Elevación de pierna en rotación externa.

La rótula es sin duda el hueso más duro del cuerpo humano debido a que está sometido a enormes tensiones como parte fundamental del aparato extensor de la rodilla. Seguro que reconocerás su forma de triángulo invertido en la cara anterior de la rodilla. En su polo proximal se inserta el músculo cuádriceps, en el centro con su tendón formado por recto anterior y vasto intermedio, en la parte más lateral el vasto externo y en el borde medial el vasto interno. En el polo inferior se inserta el famoso tendón rotuliano, que llega hasta la tibia en su tuberosidad anterior, y que tanta guerra da a los corredores y futbolistas. La cara posterior de la rótula tiene dos carillas recubiertas de cartílago, que articulan con la parte anterior del fémur (tróclea femoral) que también está recubierta de este tejido. El cartílago es un tejido avascular que está específicamente adaptado a soportar alta carga de compresión. El cartílago de la rótula es el más grueso del cuerpo. La lesión de este cartílago es lo que se conoce como “condromalacia” (si sólo está blanducho) o “condropatía” (si ya hay daño estructural o rotura).

u ¿Qué es la condromalacia rotuliana? Esta lesión consiste en la degeneración del cartílago que recubre la rótula en la zona interior donde se articula con el fémur. Como explicaba anteriormente, el cartílago es un tejido superespecializado en la absorción de impactos y en facilitar el deslizamiento de los huesos en sus extremos articulares. Si este tejido está dañado, fisurado o reblandecido, la rótula y el fémur no deslizan entre sí con la suavidad necesaria o esperada para el correcto trabajo para el que está preparada la articulación y esto provoca el desgaste por el roce entre ellos.

Fortalecimiento vasto interno - Extensión de rodilla en rotación externa

u Síntomas Los pacientes refieren dolor en la cara anterior de la rodilla aunque, si la lesión se arrastra ya un tiempo, también pueden ubicar el dolor en la parte posterior (hueco poplíteo). Otros síntomas son quemazón, crepitación al doblar y extender la rodilla, bloqueos o pseudobloqueos, sensación de presión o hinchazón, y en algunos casos episodios de fallo o inseguridad al someter la rodilla a presión al subir o bajar escaleras o el famoso “movie sign”, o “signo de la butaca”, cuando empezamos a caminar después de estar mucho tiempo sentados con las piernas encogidas.

u Causas Es posible que el especialista que está tratando tu lesión te haya dicho que tienes una mala alineación de la rótula o mal “tracking” rotuliano, y que también te haya hablado del ángulo Q, que es el que forma el tendón del cuádriceps con el tendón rotuliano. Esto hace referencia a cómo se encarrila la rótula en el surco femoral durante la flexo-extensión de la pierna. En muy pocos casos nos encontramos con condromalacias idiopáticas, es decir, provocadas por causas desconocidas; en la inmensa mayoría de los casos se considera que la causa principal es la repetición de traumatismos de baja intensidad. Sin embargo, la lista de factores predisponentes es amplia e incluye alteraciones del alineamiento de la rodilla, como el aumento del ángulo Q, la rótula alta, desequilibrios musculares por atrofia del cuádriceps, específicamente del vasto interno e isquiotibiales, deformidad en recurvatum por displasias de la articulación que causan mala congruencia entre la rótula y el fémur como una subluxación o luxación de rótula, los traumatismos directos de alta intensidad o, más raramente, las

Fortalecimiento de extensores y rotadores externos de cadera.

enfermedades reumáticas o autoinmunes, como la artritis reumatoide, las enfermedades metabólicas, las infecciones o las secuelas de accidentes. Podemos indicar que hay ciertos perfiles con mayor predisposición a padecer condromalacia rotuliana: l Adolescentes: por desequilibrio músculo-esquelético durante el crecimiento. l Mujeres: con frecuencia con menos masa muscular y también por factores hormonales y de anatomía pélvica. l Deportistas de alto nivel, sobre todo en deportes en los que debemos saltar con frecuencia, en mayor o menor medida, como jugadores/as de baloncesto, bailarines/as y corredores/as de montaña. l Aquellas personas que han sufrido fracturas previas de rótula, luxación o subluxación u otras lesiones de rodilla. l Personas con pie plano moderado o severo. u Diagnóstico El diagnóstico se establece mediante la historia clínica del paciente y las pruebas de imagen siendo la resonancia magnética la opción más elegida por los especialistas. Esta visión directa de la lesión permite clasificar en grados el alcance de la lesión. Las clasificaciones internacionalmente más utilizadas son la de Outerbridge y la de ICRS (International Cartilage Repair Society), en las que se establecen los siguientes grados: l Grado I: Reblandecimiento y edema del cartílago, sin fisuras. l Grado II: Fisura o fragmentación en un área menor de 1,3 cm de superficie o menor del 50% de profundidad. l Grado III: Fisura o fragmentación en un área mayor de 1,3 cm de superficie o mayor del 50% de profundidad.

l Grado IV: Exposición del hueso subcondral (desaparición focal del cartílago).

u Tratamiento No existe un tratamiento definitivo que consiga revertir la degeneración del cartílago. El tratamiento varía en función del grado en el que se encuentre la lesión y la limitación funcional que provoque en el paciente. Prioritario siempre es trabajar en intentar aliviar el dolor con tratamiento fisioterápico. Su objetivo es conseguir un correcto balance muscular; fortalecer el cuádriceps es imprescindible y si tenemos un tracking algo alterado hay que prestar especial atención a su vasto interno. Nunca olvidar extensores y rotadores externos de cadera. Ocasionalmente puede hacer falta tratamiento médico con analgésicos o antiinflamatorios durante los períodos de dolor agudo. También existen rodilleras específicas para descargar esta articulación, son bastante ligeras, funcionales y cómodas. Puede ayudar el uso de fármacos condroprotectores, las infiltraciones de ácido hialurónico o de factores de crecimiento o plasma inducido. Recomendamos desestimar los corticoides. En casos muy contados se requerirá tratamiento quirúrgico, que deberá ser hecho a medida de cada paciente y con un diagnóstico exacto de las causas de su problema para intentar corregirlo en el origen. Es posible que se resuelva espontáneamente en el adolescente después de recuperar actividad física o que consigamos resolverla con el tratamiento y no vuelva a dar la lata. En el peor de los casos puede evolucionar a lesiones más graves de los cartílagos rotuliano y femoral (condropatías) e incluso hacia una artrosis femoropatelar.

u Conclusiones El origen de las lesiones es multifactorial, por ello debemos establecer planes y estrategias de prevención de manera holística. La condromalacia duele, más o menos, a temporadas, dependiendo de muchos factores, desconocidos o no. El corredor puede tener que modificar su forma de entrenamiento, su intensidad, combinar otros deportes pero todo esto no quiere decir necesariamente que tenga que renunciar a su deporte favorito. No nos cansaremos de recomendar que consultes siempre a profesionales especializados que personalizan el tratamiento más adecuado a tu caso.

Fortalecimiento vasto interno y aductores.

QUIRO CLINIC

FISIOTERAPIA - OSTEOPATIA QUIROMASAJE - NUTRICION

www.quiro-clinic.com

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