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100 MILLAS POR DONDE CAMINA EL OSO

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OSOS, MINAS Y VINO

Arrancar un evento es siempre una tarea dura. Si ese evento es, además grande - 5 carreras de 170 a 14 kilómetros – la dificultad aumenta de forma exponencial. Pero si, además, se hace en los tiempos que corren, caracterizados por la incertidumbre, se convierte en una tarea de titanes. Y los titanes lo pueden todo..

La comarca Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, es el territorio que da forma al evento y a las cien millas que siguen el perímetro de una comarca - siguiendo el GR 203 - decidida a dar proyección a su potencial paisajístico y social, en la que el vino es uno de los productos estrella, del mismo modo que lo es la figura del oso, cuya repoblación ha devuelto a Asturias una cantidad respetable de plantígrados.

El oso La carrera ofrece cinco distancias y, como viene siendo habitual, implican una cantidad decreciente de corredores a medida que son más largas lo que, además, propicia que las horas de montaña en solitario sean más frecuentes. En un entorno en que el oso es omnipresente y forma parte de buena parte de las conversaciones con los foráneos, es normal tener en cuenta algunas precauciones por si se produce un avistamiento (cosa que no sucedió en todo el fin de semana). Los osos son animales solitarios que huyen del contacto con el ser humano, con lo que su reacción natural es la huida si se produce el encuentro. La única situación que puede representar un cierto riesgo es la sorpresa: en zonas

La carrera ha propiciado la recuperación caminos perdidos.

con poca visibilidad es aconsejable ir haciendo algún tipo de ruido para ser detectados a distancia. A partir de ahí, las posibilidades de sufrir algún percance osuno, es menor que el de sufrirlo con un vehículo a motor. Evidentemente es mala idea abandonar los senderos para adentrarse silenciosamente en un bosque.

El territorio Dicho esto, el evento ofrece la oportunidad de descubrir un entorno espectacular que, sin grandes altitudes, ofrece un poco de todo: desde despejados terrenos de altura a bosques de ensueño, terrenos en que la progresión puede ser rápida y cómoda en una comarca que se distingue por un clima propio, que hace que, por ejemplo, la producción de vino esté por delante de la tradicional sidra. Temperaturas muy bajas en invierno dan paso a las más altas que se pueden sentir en Asturias en verano. Una tierra de extremos en la que es habitual pasar del sol a la lluvia de forma alternativa en poco tiempo, tal como quedó patente el fin de semana del evento, que se inició, tras una mañana soleada, con una intensa lluvia quince minutos antes de la salida de la prueba larga. Una lluvia que, de forma intermitente, amenizó la carrera a los participantes durante la primera noche y luego, de forma intermitente durante todo el sábado. Sólo las carreras del domingo (46 y 14 kilómetros) disfrutaron de una jornada plenamente soleada con contrastes térmicos significativos entre sol y sombra. Tiempo del norte.

Las carreras Los itinerarios del evento se basan todos en el recorrido de la prueba larga, con inicio y final en Cangas del Narcea, de forma que el resto de distancias dan comienzo en diferentes puntos del recorrido: San Antolín de Ibias (117 kms), Degaña (65 kms), Leitariegos (45 kms) y El Acebo (14 kms) y finalizan todas fente al ayuntamiento de Cangas del Narcea tras cruzar un bonito puente romano. La tradición minera de la zona también tiene su lugar en el paso por los restos de alguna de las minas – una de ellas a cielo abierto – que en su momento dieron vida económica a la zona (y carbón al resto del país). Lugares extraños que, sin poder ser calificados de bonitos, son interesan-

La laguna Laarga marca el inicio del ascenso final al Pico Urbión. Las primeras horas de las 100 Millas fueron complicadas.

Azara García protagonizó una actuación memorable (3era de la general).

tes – incluso espectaculares - y no dejan de ser testimonio de la historia. Desde un punto deportivo, y sin entrar en el detalle de las clasificaciones (las podéis consultar en el enlace al final del artículo: pordondecaminaeloso.livetrail.run) el fin de semana tuvo dos estrellas destacadas; por un lado, la actuación en la prueba de 65 kilómetros de Azara García de los Salmones quien, con autoridad, se plantó en meta en una tercera posición de la general menos de dos minutos después del segundo clasificado, Agustín Lujan. Todos por detrás de un pletórico Pablo Villa se resarció de una temporada en la que los resultados no lo han acompañado y entró en meta (6h03:42) media hora por delante del primero de sus seguidores. Por otro lado, el veterano Miguel Heras, uno de los grandes de la época dorada de los primeros equipos semi profesionales, dejó claro que quien tuvo retuvo y que se conserva en una forma extraordinaria. Con su discreción y clase habituales, Miguel se plantó el primero en la meta del maratón en unas impresionantes 3h29:42, un cuarto de hora por delante del segundo clasificado, y en un tiempo que no será fácil de batir. Las referencias de tiempo de las dos pruebas largas las dieron Pablo Ramos en las cien millas, quien necesitó 27h33:23 para llegar a Cangas del Narcea (casi una hora por delante de su inmediato seguidor) y en los 117 kilómetros, Emilio Alfonso y Daniel Pérez entraron juntos en meta (16h45:40) estableciendo así también el tiempo de referencia para posteriores ediciones. Las “100 Millas por dónde camina el oso” aporta aire fresco a un calendario al que no le viene mal algún territorio a descubrir. Con un nombre tan largo como su prueba reina, la apuesta por un itinerario de cien millas es fuerte, pero el apoyo del resto de pruebas confiere al fin de semana un carácter inclusivo, que da cabida a prácticamente todos los perfiles de corredor que quieran disfrutar del territorio, el vino, el cachopo y, si hay suerte, el avistamiento (de lejos por supuesto) del oso que da nombre al evento.

pordondecaminaeloso.com pordondecaminaeloso.livetrail.run revistatrail.com/100-millas-por-dondecamina-el-oso-2021

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