7 minute read
Comparación de la formulación simple y avanzada de la ración de vacuno de leche
nutrientes. Los últimos puntos relativos a la variación de la digestión de nutrientes y la modelización son la clave para desbloquear la producción del rebaño lechero, la eficiencia y las oportunidades económicas en el futuro.
Para entender las oportunidades de mejorar la formulación de las dietas lácteas, empezamos por separar la digestión de la fibra y el almidón en un esfuerzo por explicar mejor las diferencias entre ambos dentro del tracto digestivo de los rumiantes.
Advertisement
La fibra en las dietas lácteas es única, ya que se digiere aproximadamente en un 40 % y tiene lugar principalmente en el rumen. La variación en la digestión de la fibra oscila entre el 30 y el 60 %. Cada kilo de fibra digerible puede corresponder a 3 o 4 litros de potencial de producción de leche. La formulación avanzada de dietas lácteas puede tener en cuenta esta amplia gama midiendo el potencial de digestión de la fibra en el rumen de los ingredientes de la dieta y luego equilibrando los ingredientes del alimento para optimizar la digestión de los FDN en el rumen y en el tracto total (TTFDND). Los nutricionistas lecheros con visión de futuro evaluarán el potencial de digestibilidad de la fibra del forraje y del concentrado.
Con el almidón, la vaca lechera digiere el 90 % o más del almidón consumido. Históricamente, no se ha prestado mucha atención a la digestión del grano y del almidón. Sin embargo, el rendimiento económico de las vacas lecheras ha disminuido y la digestión del almidón ha sido cada vez más examinada. Los expertos en nutrición lechera han enseñado que el almidón se digiere tanto en el rumen como en el tracto digestivo inferior, y se han centrado en la digestión del almidón en el rumen para mejorar la eficiencia de la producción lechera.
El rango de digestión del almidón en el tracto total es del 85 al 99 %. Con un grano de maíz caro, el objetivo de las granjas lecheras hoy en día es conseguir un 98 % o más de digestión total del almidón en el tracto. Centrándose en el rumen, los investigadores han reconocido que la digestión del almidón en el rumen oscila entre el 40 y el 80 % de todo el almidón consumido. La industria láctea está reconociendo mejor este amplio rango en la digestión del almidón en el rumen y las estrategias avanzadas de formulación de dietas incluyen el equilibrio del nivel de almidón fermentable en el rumen proporcionado para apoyar el crecimiento de la proteína microbiana y la subsiguiente producción eficiente de leche. Para equilibrar el almidón fermentable en el rumen, tanto el contenido de almidón como su digestibilidad en el rumen deben ser evaluados en los ingredientes del alimento. La diferencia en la digestibilidad del almidón en el rumen con el ensilado o el grano de maíz puede suponer hasta 3 o 4 litros de producción de leche por vaca, sin cambiar la concentración de almidón en la dieta.
CONCLUSIONES
• La digestión de los nutrientes en el ganado lechero es mucho menos completa que la de los animales no rumiantes y mucho más variable. • La variación en la digestión de nutrientes separa las estrategias de formulación de dietas tradicionales de las avanzadas. • La digestión de nutrientes en el ganado lechero se conoce mucho mejor hoy en día que hace 10 años, y la digestión de la fibra y el almidón son los principales parámetros de digestión de nutrientes que tienen en cuenta los modelos avanzados de nutrición lechera. • Cuando se tiene en cuenta la digestión de la fibra y el almidón con los alimentos individuales, los expertos en nutrición lechera son capaces de equilibrar tanto la fibra fermentable en el rumen como el almidón para proporcionar a la vaca lechera una dieta optimizada y al menor coste. LOS ÚLTIMOS PUNTOS RELATIVOS A LA VARIACIÓN DE LA DIGESTIÓN DE NUTRIENTES Y LA MODELIZACIÓN SON LA CLAVE PARA DESBLOQUEAR LA PRODUCCIÓN DEL REBAÑO LECHERO, LA EFICIENCIA Y LAS OPORTUNIDADES ECONÓMICAS EN EL FUTURO
La granja SAT Gonzar, situada en Portomarín (Lugo) e inaugurada en 2020, es un modelo de eficiencia en vacuno de leche. Propiedad de Alberto Arias, cuenta con un total de 360 animales, de los que 190 están en ordeño, y con una producción anual de 2,7 millones de litros de leche. Esta ganadería destaca por su manejo y buenas prácticas y es pionera en la obtención de la certificación A de Granja Circular y el certificado de conformidad de Aenor.
¿Por qué os decidisteis a entrar en Granja Circular?
Nos pareció una gran oportunidad para dar valor al trabajo que hacemos en la granja, además de ser una herramienta para identificar posibles puntos de mejora.
¿Cuál ha sido el proceso para lograr la calificación A de Granja Circular y el Certificado de Conformidad de Aenor?
Lo fundamental fue evaluar la granja atendiendo a los criterios que engloba el proyecto de Granja Circular, para después ver qué necesitábamos hacer para terminar de adaptarnos a todos sus requisitos.
¿Con qué soporte habéis contado para conseguirlo?
Contamos con la ayuda del equipo de Nanta, con el que analizamos los resultados, identificamos aquellas áreas en las que era necesario mejorar y aplicamos las recomendaciones marcadas por su servicio técnico.
¿Qué buenas prácticas ya llevabais a cabo que os han servido para conseguir la certificación?
En SAT Gonzar siempre nos hemos preocupado por el bienestar de nuestros animales. Otro de los puntos clave sobre los que trabajamos en particular es el de optimizar los recursos de la granja.
¿Y qué aspectos estáis tratando de potenciar especialmente?
La granja es nueva, ya que la inauguramos en marzo de 2020, y, desde entonces, nos hemos preocupado por proporcionar a los animales el mejor confort que asegure además su producción, y, por lo tanto, nuestra rentabilidad. Nos enorgullece haber alcanzado la certificación A de Granja Circular, verificado por Aenor. No obstante, es fundamental seguir trabajando y no cesar en la búsqueda de la mejora continua.
¿En qué puntos creéis que debéis seguir trabajando? Gracias a este modelo de sostenibilidad de Nanta, hemos podido detectar potenciales áreas de mejora, que siempre las hay. Por ejemplo, en nuestro caso concreto, nuestros próximos objetivos van dirigidos a aumentar los metros lineales de los bebederos, a mejorar el mantenimiento diario de los cubículos y a llevar a cabo una gestión documentada del estiércol.
Granja Circular abarca la sostenibilidad no solo medioambiental, sino también social, económica y de bienestar animal. ¿Qué opináis sobre la inclusión de estos cuatro pilares en el modelo?
Consideramos fundamental prestar atención a todos y cada uno de estos pilares, ya que son los aspectos que definen la viabilidad de las granjas a largo plazo.
• Ubicación: Portomarín (Lugo) • Tipo de producción: Láctea (vacuno de leche) • N.º total de animales: 360 • N.º de animales en producción: 190 vacas lecheras • Producción anual: 2,7 millones de litros de leche
Valores como la salud y el bienestar animal, así como el respeto medioambiental y el compromiso social, son hoy día claves para alcanzar el éxito.
Pensando en el futuro, ¿qué beneficios creéis que aportará a vuestro negocio el certificado de Granja Circular?
Creemos que es una manera de revalorizar nuestro producto y de defender una mejor posición frente a la industria y en el mercado (no hay que olvidar que los consumidores reclaman cada vez más los productos sostenibles). Bajo nuestro punto de vista, proyectos como el de Granja Circular nos aportan diferenciación y reflejan el trabajo y el esfuerzo que día a día realizamos en nuestra ganadería.
¿Qué recomendaciones daríais a aquellos ganaderos que tengan interés o necesiten sumarse a un proyecto de sostenibilidad?
Es fundamental que consideren este tipo de acciones como un proceso de mejora continua que, en definitiva, van a suponer una mayor eficacia y rentabilidad para el negocio.
¿QUÉ ES GRANJA CIRCULAR?
Granja Circular es la propuesta de Nanta para avanzar en la sostenibilidad de la ganadería. Alineada con el Roadmap de Nutreco 2025, se trata de un modelo de sostenibilidad con el que demostrar el grado de sostenibilidad de una granja atendiendo a cuatro pilares fundamentales: económico, ambiental, social y bienestar animal. Con el Decálogo de Granja Circular como guía, conjunto de diez troncos críticos a considerar, Granja Circular califica a las granjas en tres categorías (A, B y C) en función de sus resultados de sostenibilidad.
Con un enfoque multidisciplinar, incluye varias herramientas de cálculo y evaluación y cuenta con indicadores solventes, medibles y prácticos, siendo posible la verificación de la certificación de sostenibilidad por parte de Aenor.