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Ad portas de la nueva Ley de Protección de Datos
by trendtic
Por Romina Garrido Iglesias. Abogada, subdirectora GobLab Universidad Adofo Ibañez
En el mundo superconectado el cada vez mayor acceso a las tecnologías ofrece oportunidades nunca antes vistas para nuestro desarrollo, más acceso a la información y conocimiento, acceso a más servicios, objetos conectados a Internet que facilitan nuestro día a día, las posibilidades de trabajar desde distintos lugares, lo que nos ofrece mejor calidad de vida, pero a su vez trae enormes desafíos por las capacidades de acceso a nuestra información personal que generan todas estas acciones, lo que a la larga puede amenazar nuestras libertades. Así podríamos afirmar que los beneficios de esta era son proporcionales a los riesgos sobre nuestra vida privada y, más allá aún, sobre la configuración de nuestros derechos fundamentales en el ciberespacio.
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Nuestras acciones en el mundo conectado dejan una huella, un dato que se ha transformado en el motor de la nueva economía, en una valiosa mercancía que forma parte del modelo de negocios de
N°19.628 muchas industrias.
Esta tensión entre la afectación de derechos de las personas versus el uso intensivo de sus datos ha dado origen a debates legales y éticos, sobre los límites del uso de la información que generamos - nuestros datos- y las formas en que podemos incentivar su uso, generar avances tecnológicos y proteger los derechos personales. Algunos hablan de la ética de los datos ante el retraso de las leyes en regular las condiciones adecuadas para la utilización de datos bajo un entorno respetuoso de los derechos de las personas.
En Chile tenemos una regulación del tratamiento de datos desde hace 24 años. La Ley N°19.628 sobre Protección a la Vida Privada en su tiempo llenó un vacío en la materia permitiendo el funcionamiento de ciertas industrias vinculadas al uso de datos crediticios, sin embargo, este no es su único ámbito de aplicación. La ley parte de la premisa de la libertad de tratamiento ajustado a ciertas reglas mínimas, aplicables tanto al sector privado como al público, consagró un vocabulario común, fijó mecanismos de acceso a datos y creó un procedimiento de reclamo en tribunales donde el titular tiene la carga de la prueba. Es decir, es la persona la que tiene que comprobar que sus datos han sido “mal tratados” y no el responsable probar su ajuste a la legalidad. Por eso y otras razones particularmente la falta de supervisión, su uso protector ha sido prácticamente nulo. Es una normativa que nació sin un norte y sin mecanismos que dieran real control a las personas sobre sus datos.
Intentos de mejorar esta situación y de adaptar la ley a los estándares internacionales han existido desde el año 2008 todos sin éxito. El año 2017 se presenta en el Congreso una reforma a la ley de datos, boletines 11092-07 y 11144-07 refundidos, cuyos textos se basan en el Reglamento Europeo de Protección de Datos y en los principios promovidos por la OECD, organización de la que Chile forma parte desde 2010, y con la cual contrajo compromisos internacionales para mejorar el estándar de legislación de privacidad.
Después de la consagración constitucional de este derecho el año 2018, el proyecto de ley comienza una activa tramitación deteniéndose el 2019 hasta prácticamente el 2022, por las convulsiones sociales y sanitarias por todos conocidas. Hoy su aprobación es inminente lo que ha llevado al mundo vinculados a las tecnologías sea público y privado a focalizar su atención en él.
¿De qué trata esta iniciativa?
Primero señalar que esta nueva ley representa un cambio de paradig - ma, los datos son de las personas y no de las empresas o del Estado. Estas organizaciones evidentemente podrán seguir utilizando los datos, pero deberán implementar sistemas de gestión y protección que aborden su ciclo de vida total. Deberán identificar si el dato que tienen es personal o puede llegar a serlo, por qué lo tienen, dónde lo tienen, quién accede a él , para qué se usa, cómo se resguarda, si se transfiere o se comparte, entre muchas otras cosas.
En segundo lugar, obligará a los responsables a instalar sistemas para el ejercicio de derechos de las personas, bajo la premisa que el tratamiento de datos debe ser controlado por éstas. Las personas tendrán derecho a saber qué datos se manejan de ellas, a rectificar, suprimir y oponerse a su tratamiento. Por cierto, no a todo evento sino cuando el tratamiento no se justifique, no sea necesario o no esté basado en la ley o el contrato. También se consagran dos nuevos derechos, el derecho a la oposición de las decisiones automatizadas, es decir, se garantiza que el procesamiento automatizado que decida aspectos significativos de la vida de las personas sea justo y transparente; y el derecho a la portabilidad, que en simple significa que las personas tendrán derecho a movilizar sus datos entre responsables, exigiendo mecanismos de interoperabilidad.
El proyecto tiene varias novedades, la regulación de categorías especiales de datos personales, la privacidad por diseño que obligará a concebir los sistemas de tratamiento de datos con la protección de datos embebida, los mecanismos de transparencia, los modelos de cumplimiento, la regulación de la seguridad de datos con notificación de brechas, la regulación de las transferencias internacio - nales, entre las más importantes. El proyecto de ley no debería sorprender debido a que nuestro país ya cuenta con varios años rezagado en mecanismos de protección y exigencias que efectivamente funcionan en varias partes del mundo, no solo en Europa si no también en la región.
Los cambios más trascendentales son un robusto catálogo de infracciones y sanciones y la creación de la Agencia de Protección de Datos, un ente especializado que fiscalizará, resolverá y sancionará por la vía administrativa los incumplimientos de la ley, siguiendo la tendencia de los países desarrollados que tienen las autoridades más fuertes en la materia como o son España y Francia.
En definitiva, esta iniciativa aclara las reglas para los actores que tratan datos y “empareja la cancha” entre personas y organizaciones. Esperamos que el Ejecutivo mantenga el impulso a este proyecto en medio de la vorágine legislativa, y durante este año podamos contar con esta columna vertebral que es fundamental para que proyectos de uso de datos aborden la protección de datos desde su inicio, para estrategias de ciberseguridad centradas en las personas y para la defensa de nuestros derechos en el espacio digital.
Hace 67 años, en el año 1956, John McCarthy, Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon durante una conferencia en la Universidad de Dartmouth, daban a conocer por primera vez el concepto de “Inteligencia Artificial” (IA).
En dicha conferencia, se definió la IA como la capacidad de una máquina para imitar la inteligencia humana. Desde entonces, el término ha evolucionado y han existido muchas definiciones diferentes de IA, pero la idea fundamental sigue siendo la misma: crear máquinas que puedan realizar tareas que normalmente, requerirían inteligencia humana para completarse.
Ahora en el 2023, en donde mucho se habla de Inteligencia Artificial, de las aplicaciones que ésta posee, del impacto y su avance, es que hemos querido a través de esta edición, aportar con una mirada que va mucho más allá de la última app de moda que ocupa IA, sino más bien informar desde una perspectiva sin fanatismos, pero tampoco sin desconocer los pro y los contras de este avance tecnológico.
Partamos señalando, que si bien hoy se habla más que hace un par de años de IA, según el “Artificial Intelligence Index Report 2023*”, la inversión privada mundial en IA en el año 2022 fue de 91.900 millones de dólares, lo que representó una disminución del 26,7% respecto al 2021. Aun así, durante la última década la inversión en IA ha aumentado significativamente, ya que la cantidad de inversión privada en IA en el 2022 fue 18 veces mayor que en el año 2013. Recientemente La Universidad de Queensland** en conjunto con la consultora KPMG, realizaron un estudio en 17 países distintos, el que tenía por finalidad averiguar los niveles de confianza de las personas hacia el uso de la IA. El informe dio a conocer que el 61% de las personas son ambivalentes o no están dispuestos a confiar en estos sistemas, ahora bien, esta disposición varía según su aplicación y ubicación de residencia. Cabe destacar, que hay una tendencia en confiar más en la IA, cuando ésta se utiliza en el área de salud, llegando al 44% y en confiar menos cuando ésta se usa con fines de recursos humanos, con tan sólo un 34%.
Según el mismo estudio, las principales emociones respecto a la IA son positivas, señalando al optimismo con un 67%, mientras que el 60% afirma estar ilusionada con esta tenología, sin embargo, uno de cada dos personas (48%) dice sentir preocupación.
No cabe duda que desde 1956 a la fecha, la inteligencia artificial y la capacidad de máquinas construidas por el ser humano con la capacidad de procesar información, ha evolucionado significativamente. Y ahora ya no es solo tema frecuente de especialistas o de una película de ciencia ficción, sino también de largas sobremesas y conversaciones casuales en nuestras casas, trabajos y a nivel global y probablemente un elemento que influyó significativamente en este cambio y expansión del alcance ha sido ChatGPT.
Este programa informático desarrollado por OpenAI que fue estrenado públicamente recién el 2022 en varios idiomas, hoy ya tiene disponible ChatGPT-4, que está basado en redes neuronales y que fue diseñado para responder preguntas, a través de un lenguaje humano de manera coherente.
Pero ¿Por qué ChatGPT ha causado tanto impacto comunicacional y en las redes sociales? Esta fue la pregunta que le hicimos al profesor de inteligencia artificial de la Universidad Adolfo Ibañez, John Atkinson, quien primero señaló que “se debe entender que ChatGPT está basado en un modelo de lenguaje grande (LLM) denominado GPT. Como tal, existen muchos
LLM disponibles desde el año 2017 por lo que GPT no es el único ni el mejor. Sin embargo, la diferencia ha estado en dos aspectos fundamentales:
• Una inversión importante de marketing excesivo que se generó para difundir la aplicación a pesar que posee variados problemas técnicos y de seguridad/transparencia que no estaban abordados.
• La accesibilidad inmediata que se dio a la herramienta de modo que mucha gente en el mundo pudiera utilizarla. Aunque las tecnologías tras ChatGPT no son nuevas y ya están en otros modelos (de Google, Amazon, Meta, Stanford, etc), el resto aún no era accesible por temas de seguridad y validación.
Este tipo de herramientas han generado un sin número de artículos, charlas y opiniones respecto al estado del arte y al impacto de la IA en los últimos meses, propiciando la aparición de nuevos “expertos”, fanáticos y detractores de su uso. Siendo su impacto en el mundo laboral, una de las preguntas que más se busca responder.
Los mismos OpenAI, buscan dar algunas luces a esta pregunta frecuente con un estudio que dio a conocer hace muy pocos días, sobre el impacto de la inteligencia artificial generativa, como lo es ChatGPT-4, en el mercado laboral de EEUU, señalando que alrededor del 80% de los trabajadores podría tener al menos el 10% de sus tareas laborales afectadas por el uso de este tipo de herramientas, mientras que aproximadamente el 19 % de la fuerza laboral podría verse impactadas en al menos el 50% de sus tareas.
“Creo que este tipo de herramientas tendrá un impacto positivo en mejorar la productividad en varias tareas productivas, particularmente en las de nicho (desarrollo de software, validación y marketing)”. Destaca Atkinson, agregando que “sin embargo, se debe remarcar que todos estos años ya se han incorporado muchas herramientas al mundo laboral y con resultados positivos del punto de vista de eficiencia y productividad. Desde ese punto de vista, quizás podría reemplazar mano de obra en tareas rutinarias, pero en la mayoría sigue requiriendo supervisión humana. De hecho, dada la naturaleza de los modelos (generativos) detrás de estas herramientas, sigue generando mucho contenido falso, no validado, sin base, por lo que claramente el humano debe estar aún en el loop”.
Cabe recordar que el World Economic Forum (WEF), en su informe “The Future of Jobs Report 2020” Estima que para el año 2025, la automatización y la IA desplazarían unos 85 millones de empleos en todo el mundo, pero que a la vez creará unos 97 millones de nuevos empleos.
Inteligencia Artificial más allá de ChatGPT
La película Elysium, protagonizada por el conocido actor Matt Damon y ambientada en el año 2154, presenta una plataforma espacial en la que los habitantes más adinerados de la Tierra tienen acceso a una cápsula médica de última generación, la que tiene capacidades de: diagnosticar, curar e incluso reparar lesiones corporales sin intervención humana.
Si bien esa tecnología futurista todavía no es una realidad, la inteligencia artificial ya está transformando la medicina de muchas maneras. Siendo utilizada para acelerar el desarrollo de nuevos fármacos, analizar el genoma de los pacientes y procesar enormes cantidades de información en los historiales médicos y pruebas de imagen para ayudar a los médicos a ofrecer mejores diagnósticos y tratamientos.
Un ejemplo de uso de IA en salud es InnerEye, un proyecto de investigación enfocado en explorar cómo el aprendizaje automático puede ayudar a los médicos a planificar tratamientos de radioterapia de manera más eficiente, permitiéndoles así dedicar más tiempo a sus pacientes.
En otro ámbito de uso de IA, es en el control de la pornografía infantil, la que ya en Alemania a través de una herramienta con IA, está realizando y desarrollando desde 2019 el llamado KIVI, el cual puede escanear publicaciones públicas en siete redes sociales y aplicaciones de mensajería, incluidos Twitter, YouTube, TikTok, Telegram y VK (la versión rusa de Facebook), así como sitios web en Internet abierto, llegando a revisar 10.000 páginas al día.
De esta manera, podríamos dar una variedad de usos actuales de la IA, que reflejan algunos de los beneficios tanto para las personas, Estados y empresas, entre los cuales podemos señalar los siguientes efectos positivos para las personas:
• Mejoras en la atención médica, ayudando en el diagnóstico y tra - tamiento de enfermedades, así como en la prevención de enfermedades al identificar patrones en los datos de salud.
• Automatización de trabajos peligrosos o tediosos, reduciendo el riesgo de lesiones o accidentes.
• Mayor precisión y eficiencia en tareas que requieren cálculos y análisis, lo que puede ahorrar tiempo y recursos.
• Personalización de productos y servicios para las necesidades individuales de los clientes, lo que conlleva una mejora en cuanto a la satisfacción del cliente.
En el caso de las empresas, destacan los siguientes beneficios:
• Automatización de tareas repetitivas, lo que puede ahorrar tiempo y recursos.
• Mejoras en la eficiencia operativa, en la cadena de suministro, la logística y otros procesos empresariales.
• Análisis de datos mejorado, ayudando a analizar grandes cantidades de datos para identificar patrones y tendencias, lo que puede facilitar la toma decisiones más informadas.
• Mejora de la experiencia del cliente, facilitando personalizar la experiencia del cliente, lo que puede mejorar la satisfacción del cliente y la retención.
Inteligencia Artificial para las Empresas
Según el Artificial Intelligence Index Report 2023*, las empresas están implementando la IA de múltiples formas, entre las que incluyen la automatización de procesos robóticos (39%), la visión por computadora (34%), la comprensión de texto (33%) y los agentes virtuales (33%). El informe también señala que en el 2022 los casos de uso de IA más comunes fueron el de optimización de operaciones de servicio (24%), seguido de la creación de nuevos productos basados en IA (20%), segmentación de clientes (19%), análisis de servicio al cliente (19%), y nueva mejora de productos basada en IA (19%).
Para Atkinson, la “IA ha cambiado en muchos aspectos los negocios y la industria del sector público en todo el mundo, llegando a ser parte del centro de la 2da revolución tecnológica. Esto se debe princi - palmente al mayor acceso y disponibilidad de tecnologías de IA en diversos sectores, a la transferencia más rápida de los laboratorios a la industria, y al impacto que la automatización inteligente está generando en la productividad y crecimiento de los países”.
En la misma dirección, Adolfo Tassara, fundador y CEO de ANIDA, recalca que la “IA puede ofrecer numerosas ventajas en diferentes puntos de la cadena de valor de una empresa, como la automatización de procesos, la toma de decisiones más informada, la mejora de la eficiencia y la reducción de costos. Algunos ejemplos que puedo mencionar son el análisis de datos en tiempo real en la industria de la salud para mejorar el diagnóstico y el tratamiento, la automatización de procesos de manufactura en la industria automotriz, para mejorar la eficiencia y la calidad del producto, la personalización de la experiencia del cliente en la industria minorista, para mejorar la satisfacción y las ventas y el monitoreo y observabilidad de un ambiente tecnológico complejo, que es en donde los cambios son demasiados frecuentes”.
Claro que antes de cualquier iniciativa de implementación de IA, el profesor de la UAI, recuerda que “es recomendable siempre establecer primero si la empresa requiere y justifica el uso de la IA. En mi experiencia he asesorado a muchas empresas, la gran mayoría no requiere soluciones de IA pues puede abordar sus problemas no sólo con tecnologías tradicionales más eficientes, sino que con herramientas que ya tiene disponible en su organización”. Agregando que “una vez que existe claridad de que realmente se justifica la necesidad de aplicar IA, esta puede ser útil cuando se aplica a procesos de tomas de decisiones complejas tales como lo son la comprensión de los perfiles de los clientes, análisis au - tomatizado de mucha información documental (ej. quejas, reportes, correos), negociación automatizada de bienes o contratos, procesamiento y detección de patrones en información multi-modal (i.e., texto, imágenes, voz, video)”.
Para Cristian Castro, VP para SOLA de Dynatrace, las empresas se enfrentan permanentemente, por ejemplo, “a la necesidad de detectar la causa raíz de algún incidente o problema en sus plataformas tecnológicas, lo que ha crecido exponencialmente en los últimos años en todas las industrias. El gran volumen de datos y los nuevos requerimientos asociados a las exigencias del negocio generan un estrés adicional. Considerando estas complejidades, actualmente las empresas en todas las industrias están adoptando enfoques de Monitorización/ Observabilidad más holísticos que combinan las funcionalidades de AIOps e Inteligencia artificial (IA), con el objetivo de obtener datos analizados en tiempo real y la contextualización de éstos. Lo anterior permite obtener ventajas a través de respuestas instantáneas resolviendo problemas de rendimiento inclusive antes que afecten a los usuarios”.
Lo que es ratificado por Tassara, señalando que “algunos desafíos comunes que enfrentan las empresas al intentar monitorear y administrar sus redes incluyen la complejidad de la infraestructura de red, la cantidad de datos a analizar y la falta de personal capacitado. Las soluciones de inteligencia artificial pueden ayudar a superar estos desafíos mediante la automatización de tareas, la reducción de falsos positivos y la detección temprana de posibles problemas, como también la redacción de los informes con sugerencias para realizar cambios, de modo que se logre solucionar los problemas de manera definitiva”.
Es así como las compañías están
Cristian Castro
comenzando a ver cómo esta tecnología puede ayudar a multiplicar el valor que pueden obtener, para Castro, el ROI de este tipo de iniciativas “se ve reflejado en diferentes análisis como el aumento en la cantidad de versiones de aplicaciones en el año, disminución en el esfuerzo en obtener observabilidad dentro de los sistemas, descenso de días gastados en su onboarding, disminución de MTTI e incidentes en el año y baja en las tareas operaciones triviales, entre otros”.
Otro aspecto en el cual la IA está ayudando a las empresas es en el factor ciberseguridad, al respecto, Rolando Martínez, Director ejecutivo del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), señala que “en general la inteligencia artificial es muy eficiente en la búsqueda de anormalidades en el comportamiento de las personas. Un ciberataque cada vez más común y complejo de detectar, tiene que ver con el robo de credenciales, donde se apoderan del nombre y clave legítimos de un usuario del sistema a atacar. La inteligencia artificial tiene la capacidad de identificar anomalías en el comportamiento de usuarios legítimos y alertar de la posibilidad de que sus claves hayan sido robadas.
En caso de un ciberataque, los equipos humanos están sujetos a una enorme presión por actuar eficientemente en un lapso muy breve de tiempo. La IA puede rescatar rápidamente información clave de los sistemas desde múltiples fuentes y presentarlo a los especialistas, para luego desplegar los planes y procedimientos de reacción que están formalizados para actuar en esa situación”.
Ahora bien, Martínez, subraya en que “las soluciones de cibersegu - ridad con IA deben tener especial cuidado con la información personal que puedan recoger y su tratamiento. La capacidad de relacionar eventos y de recoger datos biométricos (como el rostro, iris, voz, huellas dactilares) permite realizar perfiles muy exactos de las personas, lo que es un delicado balance entre seguridad y privacidad.”
En este contexto, las empresas tecnológicas se enfrentan a nuevos retos, con el objetivo de ser competitivas en relación a otras, señala Álvaro Soto, director del Centro Nacional de Inteligencia
Artificial, resaltando “las potencialidades que ofrece la inteligencia artificial permiten marcar grandes diferencias en cuanto a competividad. Las empresas que sean capaces de utilizar de mejor manera las nuevas oportunidades que entregan las herramientas basadas en inteligencia artificial, lograrán ser más competitivas y por ende, más exitosas dentro de su ecosistema. El desafío para las empresas consiste en detectar y entender cuáles son estas potencialidades y tener la visión para identificar cómo pueden ayudarlas a mejorar sus procesos de manera de que estén a la vanguardia competitiva y así poder ofrecer un mejor servicio y un mejor producto”.
Frente a la pregunta de ¿Cómo puede integrarse la inteligencia artificial en el ecosistema de las empresas tecnológicas para mejorar su eficiencia y productividad? Soto, responde lo siguiente: “lo que ofrece la inteligencia artificial es una evolución de tecnologías que han venido marcando diferencias desde los últimos 20 años, muchas de las cuales se han implantado en la mayoría de las empresas y han ayudado a manejar de mejor manera sus procesos internos y sistemas de información, lo han hecho por ejemplo, con tecnologías de base de datos, de sistemas transaccionales, de ERP, etcétera, lo que ha dotado de mayor eficiencia a las organizaciones.
El uso de esos nuevos canales de información, se da principalmente por lo que se llama información estructurada, es decir, yo capturo, guardo o veo un cierto proceso que está bastante bien estructurado, como por ejemplo, información de cuántas veces mi cliente compró un producto, la cual después puedo utilizar para mejorar mis procesos de servicio productivo.
Existe otro tipo de información que proviene de canales menos estructurados, por ejemplo, lo que las personas opinan de mi compa -
CHILE : OPINIONES SOBRE INTELIGENCIA ARTIFICIAL
FUENTE: : IPSOS, 2022 | Chart: 2023 AI Index Report
Tengo una buena comprensión de lo que es la inteligencia artificial.
Los productos y servicios que utilizan inteligencia artificial me ponen nervioso
76% ñía en internet, lo que pasa con la competencia o con mis proveedores, todo eso es bastante complejo porque está en un mundo de información no estructurada. En este sentido, las ventajas que ofrece la inteligencia artificial es que te permite aprovechar de mejor manera esa información. Antes yo podía consultar a una base de datos, la que me indicaba cuál es el cliente que gastó más dinero, y el sistema lo podía hacer porque la tecnología estaba bastante madura para eso, sin embargo ahora se pueden hacer cosas más sofisticadas. Puedo, por ejemplo, preguntar qué se dice sobre mi producto en los medios de comunicación, cuáles son las tendencias, qué pasó con el producto de mi competencia, en fin. Con las nuevas tecnologías puedo hacer una serie de consultas que consideran un manejo de información mucho más complejo que antes era imposible de lograr y las tecnologías de inteligencia artificial están permitiendo que eso suceda.
La mayoría de las personas buscan información en Google. Si uno busca en Google qué pasa con mi competencia, lo más común es buscar el nombre de la competen -
36% cia y Google arrojará una lista de links, lo que es bastante lento y poco productivo para hace ese rastreo. En cambio, las nuevas tecnologías de Google van a permitir realizar una búsqueda más específica y concreta, y el sistema va a ser muy preciso para entregarme específicamente la información que necesito. Esto, sin duda, le va a dar oportunidades importantes a las empresas para ser más competitivas”.
Inteligencia Artificial para Chile
Aunque desconocido por muchos, en Chile existe la Política Nacional de Inteligencia Artificial, presentada a finales de octubre del 2021 por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Política que contiene los lineamientos estratégicos que debe seguir el país en un horizonte de 10 años, con el objetivo de empoderar a las personas en el uso y desarrollo de herramientas de IA, y a participar en el debate sobre sus consecuencias legales, éticas, sociales y económicas.
El plan de acción prioriza 70 acciones y reúne a 185 iniciativas desde distintos servicios públicos centradas en aspectos sociales, económi -
Los productos y servicios que utilizan inteligencia artificial cambiarán profundamente mi vida diaria en los próximos 3 a 5 años
67%
Confío en las empresas que usan inteligencia artificial tanto como confío en otras empresas
56%
Los productos y servicios que utilizan inteligencia artificial tienen más beneficios que inconvenientes
63% 70%
Los productos y servicios que usan inteligencia artificial me hacen la vida más fácil