Direcció General del Patrimoni Artísti c Servei d'Arqueologi a
TRIBUNA D'ARQUEOLOGI A 1984~1985 ,.
,-,-
DI
.-Y' , y , '‘
DEPARTAMENT DE CULTURA DE LA GENERALITAT DE CATALUNY A Barcelona, 1986
rJ Departament de Cultura i autors Edició del Departament de Cultura de la Generalitat de Cataluny a Imprès per Impremta juvenil, S . A . - Maracaibo, 11 - 08030 Barcelon a ISBN : 84-393-0471- 4 Dipòsit legal : B . 39951 - 1986
Índe x
El hombre fósil de Ibeas y los yacimientos pleistocenos de la sierr a de Atapuerca (Burgos) . Emiliano Aguirre .
7
Les excavacions al poblat ibèric de Burriac (Cabrera de Mar, e l Maresme) durant l'any 1984 . Resultats preliminars i noves dades estratigràfiques . Núria Benito, Francesc Burjachs, M . del Mar Espadaler, Josep M . Defaus, Mercè Molina .
15
Darrers treballs a la Bòbila Madurell (Sant Quirze del Vallès , Vallès Occidental) . Miquel Llongueras, Roger Marcet, M . An gels Petit .
25
Les excavacions realitzades a Tarragona durant el Pla de Solidaritat amb l'Atur l'any 1984 . M. Adserias, J . M . V. Arbeloa , X . Dupré, A . M . León, M . J . Massó, M . Ll . Palanques, X . Solé .
35
El poblat prehistòric de Torre d 'En Gaumés (Alaior, Menorca) . G . Rosselló-Bordoy.
43
Resultat de les excavacions arqueològiques portades a terme a Castellruf (Martorelles, Vallès Oriental) . Pepa Gasull, Rosa M . Blanch, Alícia González, Clara Lorencio, Florencio Mayoral , Joana Xandri, Errikarta Yll .
53
Resultats de les excavacions arqueològiques portades a terme din s del Pla de l ' Atur a Sant Boi (Baix Llobregat) . M. José Albareda, Manel Alonso, Anna Biosca, Núria Molist, Ferran Puig , Josep M . Puig, Rosa Melian, Anna Saorín .
63
Ú :[times intervencions a Iluro (Mataró, Maresme) . Joaquim Arxé , Albert Bacaria, Cristina Bastit, Montserrat Caballero, Pila r Pratdesaba.
73
La necròpolis d'incineració de Coll S'Avenc (Tavertet, Osona) . M . Molist, W . Cruells, D. Buxó .
83
6
1NDE X
La genèse de la religion grecque . Pierre Lévéque . Université de France-Comté .
93
Los inventarios del patrimonio arqueológico en España . Manue l Martín-Bueno. Catedrático de Arqueología, Epigrafía y Numismática .
99
L'Inventari del Patrimoni Arqueològic de Catalunya . Josep Castells. Responsable de l'Inventari del Patrimoni Arqueològic de Catalunya.
10 5
Resultats de les excavacions arqueològiques portades a terme l'an y 1984 a Tortosa (Baix Ebre) . Albert Curto, Ana Loriente, M . Rosario Martínez . Elisa Ros .
115
Resultats de les excavacions arqueològiques portades a terme a l Turó del Vent (Llinars del Vallès, Vallès Oriental) . Josep Bosch, Roser Enrich, Josep M . Llorens, Montserrat Mataró, Anna Pàmies, Jordi Pardo, Josep Manuel Rueda, Isabel Serrat .
12 1
El hombre fósil de Ibea s y los yacimientos pleistoceno s de la sierra de Atapuerca (Burgos ) EMILIANO AGUIRR E
Los yacimientos de la sierra de Atapuerca, en Burgos, son de interé s para las ciencias relacionadas con el hombre antes de la historia, por s u contenido y potencial en vestigios de la fauna, la flora y el clima, en registro arqueológico y paleoeconómico, y en fósiles humanos, y por la evidencia de datos cronométricos, que enmarcan toda esta documentació n secuencial en los límites del Pleistoceno medio . Se trata, en realidad, de dos sitios, uno de ellos complejo y otro mu y restringido, al menos en su estado actual . Este último es el yacimiento d e fósiles humanos, SH, en un divertículo del actual aparato kárstico co n dos atrios, Cueva Mayor - Cueva del Silo, en el término de Ibeas d e guarros . El primero es el conjunto de la trinchera del ferrocarril des mantelado en el término de Atapuerca, que corta varias cavidades co n antiguos depósitos de relleno, de las que se han iniciado muestreos y excavaciones en TD y en el sistema TN-TG-TZ . Distan uno de otro meno s de un kilómetro . El sitio SH es un yacimiento secundario, y además removido y alterado por buscadores aficionados e ignorantes . Es de complicado acceso . Consiste en una pequeña cámara de bóveda en general baja, que comunica con la entrada de Cueva Mayor a través de 400 metros de galería y, al término de ellos, una sima vertical de 12 metros prolongada po r una rampa angosta . La sima permaneció inexplorada hasta fines del siglo xix . No sabemos desde cuándo, los visitantes aventureros arrancaban hue sos del fondo para llevarse colmillos de oso, desechando allí mismo e l resto . Se han acumulado toneladas de un amasijo de huesos y barro remo vidos . De aquí proceden la mayoría de los fósiles humanos recuperados . Los cortes TN, TG y TZ se continúan uno con otro : TG es el intermedio . TN es el relleno de un conducto vertical, el más septentrional
8
EMILIANO AGUIRR E
de tres que confluyen hacia abajo, cortados por la trinchera . Este rellen o tiene unos 13 metros de altura conocida, desde el fondo actual de l a trinchera hasta la superficie . El depósito de TN se continúa, en el sentid o de la longitud de la trinchera, con el sector que hemos llamado TG, baj o un techo prácticamente horizontal . Al término opuesto de TG desemboc a una cavidad que no llegó a colmatar el sedimento, que se continúa con e l de TG : es la que hemos llamado Covacha de los Zarpazos, o TZ . Otr a cavidad rellena, hasta donde la corta la superficie de la ladera, a casi 20 metros de la base, que llamamos TD, se divide en dos hacia la bas e vista . Contiene fauna variada e industria en varios niveles, como el complejo TN-TG-TZ .
LA
ESTRATIGRAFÍA
Entre los sitios de la trinchera, distinguimos cuatro unidades en T D y tres en TG-TN . Hay una clara correlación entre las unidades superiore s de ambos cortes, TD IV y TG I1I . No es fácil encontrar correlatos e n las unidades inferiores de la trinchera, ni entre estos cortes y el depósito de SH . En TD, la primera unidad vista, TD I, es compleja ; se subdivide en 6 niveles de distinto régimen, de los cuales los niveles 5 y 6 tienen marcado carácter cíclico . La potencia vista es de 10 metros . Cabía sospechar una antigüedad considerable para este complejo . Siguen l a unidad TD II, de gravillas cementadas, y la unidad TD III, de brech a muy fuertemente carbonatada, terminada con una capa de limos . L a unidad superior, TD IV, comienza con una brecha de bloques heterométricos con matriz arcillosa roja, muy fosilífera, a la que sigue un paquete de grava de pequeños cantos angulosos con matriz limosa, estéril ; éste concluye con un potente horizonte carbonatado, erosionado a tech o y recubierto por coluviones y suelos recientes . En TG faltan los equivalentes de TD 1, a menos que representen un a parte de esta unidad una brecha y una costra adheridas a la roca madr e que aflora en la parte inferior del corte . Siguen los limos de TG 3 y TG 4 , terminados por sendas construcciones carbonatadas, con gran desarrollo la del techo de TG 4, entre TG y TN . Un nuevo tramo limoso, TG 5 , muestra una estructura finamente laminar, que se hace más visible, cambiando de color hacia el techo (TG 6), donde bolsadas de arcilla se pronuncian y recubren (TG 7) bajo tramos discontinuos de costra o de brech a osífera (TG 8) ; los recubre una capa de limo pardo (TG 9) . Es muy verosímil que el paquete de transición TG 7-9 se corresponda con el miembro TD III del corte vecino . Termina esta serie con los tramos TG 1 0 a 13 . TG 10, muy fosilífero y rico en industria achelense, es una brech a de bloques desiguales en matriz arenosa y luego arcillosa roja ; TG 1 1 y TG 12 consisten en alternancia cíclica de limos y gravilla de canto s pequeños y angulosos («Paella») ; esta serie concluye con un fuerte en-
LA SIERRA DE ATAPUERCA
9
costramiento y la formación de un suelo estalagmítico allí donde el de pósito sedimentario no llega a tocar con el techo de las cavidades . Lo s tramos TG 10 a TG 13 se correlacionan bien con la unidad IV de TD ; hay, no obstante, ligeras diferencias : no se conoce en TD un suelo estalagmítico al techo, sino un desmoche erosivo y una discordancia, y el tramo inferior de conglomerado paella con alternancia de limos en TG 1 1 es muy regular y fosiliza una secuencia de suelos ocupacionales, mientra s que el equivalente en TD 11 es estéril . Los contactos TD 10/TD 11 so n erosivos . Análisis florísticos según el polen están siendo realizados por Mercede s García Antón . Prácticamente todos los niveles son fértiles, y algunos s e revelan ricos en contenido polínico . Los tramos terminales de TG revelan una vegetación básicamente análoga a la actual, de país mediterráneocontinental, con oscilaciones y presencias de indicadores fríos que re quieren un esfuerzo de interpretación muy ponderado .
LA FAUN A
Tres son las asociaciones de vertebrados fósiles hasta el presente estudiadas en los sitios de Atapuerca e Ibeas . Las especies identificadas son 2 de peces, 14 de anfibios y reptiles, 27 de aves y 47 de mamíferos, incluido el hombre . El conjunto faunístico más antiguo procede de la excavación de T . Torres . 1976, y de un muestreo en 1983, en la unida d inferior de TD, nivel 3 (TD I-3) . El conjunto superior es doble ; procede en su tramo más reciente, de los suelos de ocupación excavados en TG 11 , y en una composición relativamente anterior se conoce por los horizontes excavados tanto en TG 10 como en TD IVa . En los niveles inferiore s y transicionales de TG, así como en las unidades intermedias de TD I I y 1[1I, los indicios faunísticos recuperados en la limpieza o muestreo d e los cortes son todavía insuficientes . El tercer conjunto estudiado es e l de la sima de Cueva Mayor, SH, que incluye al hombre fósil de Ibeas , y se sitúa entre los otros dos desde el punto de vista bioestratigráfico . La fauna de TD 1-3 contiene Mimomys savini, Pliomys episcopalis , Pitymys gregaloides, Arvicola chalinei, Crocuta intermedia, Panthera gombaszoegensis, Dicerorhinus hemitoechus, Bison schoetensacki voigstedtensis, Dama sp ., Megaceros sp . En los tramos superiores de la unidad TD 1 aparecen morfotipos más modernos del grupo Pitymys-Microtus, se presenta Marmota, aparece también Ursus praearctos, y hay evidencia indirecta de Hystrix . Los grandes mamíferos corresponden a faunas que s e dirían «cromerienses» en sentido amplio, al menos, pues contienen especies que perdurarán todo el Pleistoceno medio, como el rinoceront e y la pantera . La forma del bisonte y el resto del complejo no desdicen l a correlación con Voigstedt, que precede al Menapiense . También los roe dores indican una proximidad a las faunas de Cueva Victoria, Le Vallon-
lo
EMILIANO AGUIRR E
net, Templomhegy . El conjunto indicaría una antigüedad ligerament e mayor que la fauna de La Pineta . Un análisis paleomagnético más preciso es necesario para clarificar la secuencia de los cambios faunístico s al final del Pleistoceno inferior . En la sima, junto con el hombre y con el dominante Ursus deningeri, están representados Panthera leo fossilis , Panthera gombaszoegensis, Vulpes vulpes, entre otros carnívoros, ademá s de un lagomorfo . Por último, en las unidades superiores de la trinchera (TD, TG, TZ ) aparece ya Ursus spelaeus, junto con Panthera gombaszoegensis, Equu s caballus germanicus, Cervus elaphus, Bison shoetensacki, Dicentrarchu s cf. hemitoechus, Hystrix, y un conjunto de roedores que se correlacion a con los de La Fage, Orgnac 111 y otros yacimientos que se atribuyen e n la literatura al «Riss superior» . Queda indicar que las atribuciones bioestratigráficas están de acuerd o en general con los datos cronométricos : unos y otros tienen amplios márgenes de aproximación . La continuación de este estudio conducirá a un a calibración más fina . En resumen, se sigue la evolución de la rama de l oso de las cavernas, y de los microtinos . En cambio, la pantera de Gombaszog, el rinoceronte de estepa y el bisonte de Schoetensack se mantienen como constantes fósiles característicos del Pleistoceno medio . La decadencia de los megacerinos después del inicio de ese período es clara . La orictocenosis de los suelos ocupados de TG 11 acusa selección de l cazador achelense ; la de SH es claramente desviada, y restringida a depredadores, por el lugar y ocasión de muerte, que es el refugio en cuev a o sala de hibernación .
CRONOMETRÍA Y
I?ALEOb1AGNETISM O
Se han hecho, hasta la fecha, ensayos de datación sobre tres muestras, con dos técnicas, y en dos laboratorios diversos . Una muestra d e la costra estalagmítica que cierra la formación sedimentaria de TG fue analizada con la serie del uranio, y con Resonancia de Spin Electrónic o (ESR) ; una muestra de otra construcción carbonatada, al final del cicl o menor mediano de la unidad inferior de TG, fue también estudiada co n serie del uranio y con ESR, en el Instituto de Geología de la Universidad de Colonia, como la muestra anterior . Por último, el fragmento mandibular AT-75, hallado en su contexto estratigráfico en SH, fue datad o por la serie del uranio en el Laboratorio de Débiles Radiaciones de Gifsur-Yuette . Los resultados preliminares, según comunicaciones orales por R . Grün (1, 2) y por Y . Yokoyama y N . van Nguyen (3), respectivamente , fueron : (1) Techo de la formación TG (nivel TG 13) : por la serie del U , cerca de 118 .000 años ; por SER, cerca de 170 .000 años antes del Actual . (2) Estalagmita al techo del nivel TG 4, hacia la mitad de TG inferior :
LA SIERRA DE ATAPUERCA
1 1
por la serie del U, cerca o más de 350 .000 años antes del Actual ; po r ESR cerca de 320 .000, con amplio margen de error . (3) Mandíbula humana AT-75, en SH : por la serie del uranio, cerca o más de 350 .000 año s antes del Actual . El primer ensayo paleomagnético, según un muestreo preliminar realizado por J . C . Carracedo y V . Soler, de la Estación Volcanológica d e Canarias, en Tenerife, revela un cambio de polaridad inversa a norma l un par de metros por debajo del nivel fosilífero TD I-3 . Éste tiene polaridad normal . Si se trata del Bruhnes o del episodio Jaramillo, deber á dilucidarse con estudio más minucioso de la secuencia por encima de l nivel 3 . En todo caso, la antigüedad mínima de la fauna transiciona l de TD I-3 sería próxima a 700 .000 años a .A .
LA INDUSTRIA Y LA OCUPACIÓ N
Los vestigios culturales en la Trinchera de Atapuerca no son tan raro s o excepcionales como se había pensado . La excavación de 1984 ya proporcionó una cifra importante de utensilios líticos . Si añadimos los recuperados en la campaña de 1985, el número total de éstos aparece ya má s que triplicado, y asciende a 260 piezas . No se cuentan las lascas registradas, pero irrecuperables, de sílex que se encuentran totalmente deshidratadas y reducidas a polvo . Los utensilios líticos se han encontrado, parte en los cortes de TD , TG y TN, al limpiarlos, o expuestos por la meteorización, o ya caído s entre los escombros ; algunos no abundantes en el nivel superior férti l de TZ y en los suelos de actividad paso de TG superior ; la gran mayoría procede de la excavación sistemática de los niveles, muy fértiles y correlativos de TD IV y TG 111a superior . Entre las materias primas de la industria lítica se encuentran el sílex , dominante y, en general, muy deshidratado ; la curcita, relativament e abundante y posiblemente diversa en dos variedades, una de color verd e típico ; otros materiales que se presentan más raramente son una roca d e esquistosidad basta y el cuarzo . No he detectado vestigios de activida d fabril en huesos . Las formas que se encuentran repetidas son denticulados y raedera s entre las lascas pequeñas a medianas elaboradas . Hay bifaces bien con figurados, en general de lasca gruesa, bastantes con forma de hendedor , y excepcionalmente de tamaño grande . También son frecuentes los percutores, así como las lascas sin retoques, y son varios los núcleos discoicles . En general, los complejos líticos hallados hasta ahora en la Trincher a de Atapuerca pueden asignarse a la gran tradición mesopleistocena llama da Achelense . Dentro de la secuencia señalada por los autores para est e vasto complejo, Atapuerca viene a inscribirse en un Achelense medio
12
EMILIANO AGUIRR E
a superior . Lo que falta por excavar de los tramos superiores dará material bastante para permitir una tipificación, y cuando se excaven nivele s inferiores se podrá establecer una secuencia evolutiva regional de sum o interés para la historia del Paleolítico inferior en Europa .
EL HOMBRE DE IBEA S
Del hombre fósil de Ibeas se poseen ya 117 piezas esqueléticas, l a mayoría pequeñas o muy fragmentarias, que representan un númer o mínimo de 10 individuos diferentes . Se han recuperado 37 fragmentos de bóvedas craneales, en genera l pequeños . Corresponden a porciones de parietales, temporales y occipitales . Entre varios se recompone un parietal izquierdo casi entero, y existen dos bloques petrosos, derecho e izquierdo, de individuos diferentes . Un hueso epactal se recogió en el sedimento no removido . Los restos mandibulares son cinco, cada uno de un individuo diferente . Además del cuerpo mandibular completo AT-1, con ambas serie s M, y M 3 , ya conocido, y de los fragmentos AT-2, de adolescente, co n C-M 1 derechos, y AT-3, de joven adulto con P .,, cuentan el fragment o horizontal AT-75 con M_-M 3 , hallado en estrato no removido, y el tram o ascendente AT-83, recuperados en 1984 . Los dientes aislados se cuentan ya en número de 43 . Añadidos a los 13 que conservan los fragmentos mandibulares, suman 56 piezas dentarias, varias de las cuales se ha averiguado que corresponden a los di versos fragmentos mandibulares AT-1, AT-2, AT-3 y AT-75 . Del esqueleto postcraneal se han recuperado dos fragmentos importantes de húmeros derechos, una diáfisis femoral y cuatro fragmentos de tibia, dos de los cuales conservan la superficie talar . A éstos se añade n 25 falanges, 16 de la mano y 9 del pie, verosímilmente de diverso s individuos . Los rasgos que se han podido observar y comparar con otros homínidos fósiles, sobre todo en los fósiles mandibulares, en la dentadura y e n fragmentos de parietal, permiten clasificar al hombre de Ibeas entr e los anteneanderthalenses europeos . Se parece al hombre de Mauer y a l de Tautavel, por el grosor de los huesos craneales y mandibulares, po r la gran inclinación hacia atrás del mentón, la anchura, la forma general , los perímetros, la robustez y la abertura de la mandíbula . Como aquéllos , los fósiles de Ibeas presentan rasgos propios o más frecuentes en forma s primitivas, junto con otros que se manifestarán como característicos de lo s neanderthales . El grado de progreso, en general, es análogo al de los «pitecántropos» asiáticos ; se conservan morfotipos de antiguas poblacione s de África Oriental . Los hallazgos de Ibeas confirman que la humanida d del Pleistoceno medio constaba de una especie politípica y polimórfica , anagenética en ciertos aspectos y peculiar en otros . Era la misma especie
LA . SIERRA DE ATAPUERCA
1 3
humana actual, Horno sapiens . Si se requiere dar nombres taxonómico s a algunas variedades corocronológicas, el hombre de Ibeas sería un Horn o sapiens heidelbergensis . Además de eficaces auxiliares de campo, sin los cuales no habrían sid o posibles las excavaciones, y de varios asesores, el progreso de esta investigación interdisciplinar se debe a un equipo de jóvenes investigadores : la fauna está identificada por Enrique Gil, Jorge Morales, Carmen Sesé , Enrique Soto, Begoña Sánchez y Trinidad Torres ; la flora, por Mercede s García Antón ; los datos arqueológicos se deben a Eudald Carbonell , Miguel Ángel Arnaiz, Carlos Díez Fernández-Lomana y Aurora Martín Nájera ; los aspectos geodinámicos, a Caridad Zazo, José Luis Goy y M . Hoyos ; la estratigrafía preliminar es de Enrique Gil, Emiliano Aguirre y Manuel Hoyos ; por último, en los estudios bioantropológicos ha n participado José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga, Marie Antoinette Le Lumley, Ignacio Martínez Mendizábal, Pilar Julia Pérez , Antonio Sánchez y el que firma estas páginas .
Les excavacions al poblat ibèri c de Burriac (Cabrera de Mar, el Maresme ) durant l ' any 1984. Resultats preliminar s i noves dades estratigràfique s NÚRIA BENITO, FRANCESC BURJACHS, M . DEL MAR ESPADALER , JOSEP M . DEFAUS, MERCÈ MOLIN A
INTRODUCCI Ó
El poblat ibèric de Burriac, a cops anomenat d'Iluro, es troba situa t a la vessant sud de la muntanya de Burriac, dins el terme municipal d e Cabrera de Mar (El Maresme) . El jaciment està situat en una vall habitada des d'època prehistòrica . La troballa arqueològica més antiga d'aquesta zona s'efectuà l'an y 1881, en què va ser descoberta casualment una necròpolis ibèrica a l'entrada del poble de Cabrera, en l'anomenat Hort de Can Rodon . Però n o va ser fins els voltants del 1915 que es descobrí l'actual poblat . Fins l'any 1953-54 només es van fer prospeccions i temptejos qu e confirmaren l'existència i la importància d'aquest poblat ibèric . És e n aquests anys quan s'excavà tot un marge del sector 2, i es posà al des cobert 10 habitacions (Ribas i Lladó, 1978) . A continuació, entre el s anys 1959 i 1963, se n'excavaren 17 més en el mateix sector (Ribas , 1964 a, 1964 b) . Després dels treballs de la campanya d'enguany, s'h a pogut comprovar, però, que totes aquestes habitacions només foren ex cavades parcialment . Se sap també que la Càtedra d'Arqueologia de la Universitat de Barcelona, a partir del 1963, va efectuar-hi excavacions, si bé no han esta t publicades . lis entre 1969 i 1972 quan l'Institut de Prehistòria i Arqueologia de l Museu Arqueològic de Barcelona hi realitzà quatre campanyes, que va n donar com a resultat la troballa del Gran Recinte i d'un magatzem d e dòlies (Barberà i Pascual, 1980) . Durant la dècada 1972-1983 no s'excavà el jaciment, però sí le s seves rodalies, amb excavacions de salvament portades a terme per l a Secció Arqueològica de Mataró, les quals han demostrat que ens movem
16
BENITO, BURJACHS . ESPADALER . DEFAUS . MOLIN A
en una gran zona d'hàbitat ibèric, ja que les habitacions surten de l'àmbi t murallat i tots els turons dels voltants solen tenir restes ibèriques . E s també en aquesta dècada que es comencen a construir xalets dins e l mateix recinte murallat : és el cas de Can Miralles i de Can Borràs . La Secció Arqueològica del Museu Comarcal de Mataró reprengu é les excavacions l'any 1983 . Inèdites fins al moment .
ELS OBJECTIU S Aquests treballs realitzats en el jaciment van determinar d'algun a manera els nostres objectius en iniciar la campanya d'excavacions del 1984, inclosa en el Pla de Solidaritat amb l'Atur de la Generalitat d e Catalunya . Campanya que comptava, a més de cinc arqueòlegs i un dibuixant, amb quaranta obrers i que va tenir una durada de set mesos . En primer lloc, no es coneixia absolutament res de l'urbanisme d'aquest poblat . Només s'havia publicat repetidament (Ribas, 1931, 1934 , 1952, 1964) un croquis de tot el vessant de la muntanya on es dibuixa ven les margenades, que es confonien amb les restes del traçat dels carrer s de la darrera fase urbanística del poblat . Una de les tasques previstes er a l'excavació de l'espai situat entre l'excavació de 1953-54 i la de 1959-6 3 (sector 2) . D 'aquesta manera s 'enllaçaven dues antigues excavacions . L a gran extensió excavada ens hauria permès de conèixer el seu urbanism e (encara que fos parcialment o pertanyés només a una època concreta , ja que hem de tenir en compte la gran extensió del poblat murallat , unes 10 Ha ., així com la superposició d 'estructures) . Aquest objectiu, però, a la pràctica no va arribar a assolir-se, ja que , un cop van quedar parcialment netejades les dues excavacions antigue s —del sediment acumulat des de l'època en què es realitzaren—, s'observ à que les margenades havien estat confoses per les parets del fons de le s habitacions, i que a una determinada profunditat s'havia parat incomprensiblement l'excavació, sense arribar a la roca mare . Això va fer qu e s'abandonés la neteja per assolir part de l'excavació que restava, cos a que ens ocupà tot el temps, sense poder enllaçar els dos sectors ja ex cavats, tal com s'havia previst . En segon lloc, malgrat que el jaciment oferia materials i, parcialment , estructures de sis segles de vida, mai no s'havia pogut obtenir una seqüència estratigràfica completa, cosa que, d'altra banda, constituïa un del s nostres objectius bàsics . El jaciment s'havia prospectat en molts sectors, però n'hi havia un , l'occidental, que pràcticament no s'havia tocat, car s'havia dit que estav a destruït per la confecció de les margenades i labors agrícoles en general . Es coneixia en aquest lloc una torre aïllada . Era probable que d'aquest a en sortís la muralla que tancaria el poblat pel cantó occidental . S'excavà en aquest punt (sector 1) i es confirmà la nostra suposició en aparèixer
18
BENITO, BURJACHS . ESPADALER . DEFAUS, MOLIN A
un tros de muralla, el que surt de la torre en direcció nord, i, a més, e s va detectar una seqüència estratigràfica amb una cronologia que va de s del segle v1 a .C . fins a l'entorn de l'any 75 a .C . (època aproximada e n què s'abandona l'hàbitat excavat), verificada —en els seus darrers segles— per l'excavació realitzada en el sector 2 . L'excavació del sector 1 permeté, axí mateix, datar la muralla descoberta i la torre ja conegud a entre mitjan i finals del segle Iv a .C . Coincidiren, doncs, en aquest sector, dos dels nostres objectius : obtenir una seqüència estratigràfica que abastés totes les èpoques d e vida conegudes en el poblat i obtenir més informació sobre els seu s límits . I, així doncs, una altra tasca en la qual es decidí treballar fou e n la delimitació del poblat . Només es coneixia un pany discontinu de muralla, amb cinc torres, al cantó oriental ; per tant, quedaven els límits nord , oest i sud per aclarir . S'aconseguí la delimitació fragmentària als canton s oest i sud, i restà per resoldre el nord (si bé l'espadat que hi ha fa inversemblant el fet que hi pugui haver una muralla, i és més lògic, per tant , que aquest mateix faci de límit natural —com no sigui que la murall a voregi el cim tot anant més enllà—) . RESULTAT S
L'urbanisme Quant a l'urbanisme, poca cosa podem dir, tal com ja s'ha explicat . El que sí s'ha pogut constatar és un pre-urbanisme amb hàbitat en cabanes, un primer urbanisme sense muralles conegudes, i un segon urbanism e amb remodelacions, ara ja dins d'un recinte emmurallat . Quant al sector 2 (Central), el més excavat fins ara, podem intuir que, d'un urbanisme escalonat, seguint el mínim pendent de la muntanya, i amb els carrers fen t ziga-zaga, es passa a un urbanisme amb carrers lineals, ja en plena fas e de romanització i en la darrera fase del poblat . La delimitaci ó La delimitació a la banda oest s'aconseguí mitjançant l'excavació de l sector 1 (torre occidental) i del sector 5 . Mentre que a la banda sud s'excavà el sector 3, on es descobrí per primer cop un accés al poblat —aquesta excavació fou duta a terme per membres de la Secció Arqueològica de l Museu Comarcal de Mataró : J . A . Cerdà, J . Miró, J . Pujol i A . Soler . En el sector 1, la muralla, que baixa des de dalt del poblat, encaix a perfectament amb la torre coneguda de ponent. Es tracta d'una murall a que no arriba als dos metres d'amplada, no està assentada ni introduïd a en el sauló, sinó que descansa sobre un estrat de la primera meitat de l segle Iv a .C ., i les pedres que la integren no tenen mesures considerables . El tros destapat és molt petit, i no sabem ara mateix les proporcions qu e pot adquirir en altres sectors del poblat . De tota manera, en el sector 5
EL POBLAT IBÈRIC DE BURRIAC
19
(encara que només es va fer un petit sondeig i que del tros aparegut sola ment es conservaven dues filades) s'observen unes característiques similars , amb l'única diferència que, aquí, la muralla recolza directament sobr e el sauló . El resultat més espectacular el proporcionà l'excavació del sector 3 , on es descobrí una porta d'accés, que, per la seva orientació sobre la vall , deu ser una de les més importants del poblat . Tot aprofitant un gra n bloc de pedra natural, falcat per sota amb una petita paret, se li adossa l'entrada en el seu cantó esquerre ; mentre que el cantó dret recolza en la robusta muralla de grans blocs . La part visible d'aquest accés és mol t acurada, construïda amb carreus molt ben tallats . A dreta i esquerra de l'entrada hi ha les pollegueres de la porta, amb el seu forat central . Un pedrís i un enllosat completen aquest accés . Malgrat que l'espa i obert no és considerable, s'intueix una entrada en forma d'embut, qu e evidencia una tècnica constructiva molt defensiva . La seqüència cronológic a De l'estudi de 1'estratigrafia s'han pogut deduir els següents període s de la vida del poblat : — Període Pre-Urbanístic . Fins ara s'havia parlat d'un Ferro I hallstàttic a Burriac, basat en la troballa de fragments aïllats d'aquesta ceràmica , o en una urna que sortí en el fons d'una probable cova artificial esfondrada (Ribas, 1964), o en una llar de foc que aparegué en l'excavaci ó del Gran Recinte (Barberà i Pascual, 1980) . S'ha de dir que en la presen t campanya no s ' ha trobat cap estrat ni cap fragment de ceràmica que pugui correspondre a aquesta època . En canvi, extramuralla s'ha detecta t un fons de cabana d'època la ibèrica . Aquesta cabana està retallada en e l sauló, i complementada per una filera de pedres, allí on hi ha una depressió de la roca mare . Dins de la cabana trobem una llar de foc preparad a amb argila, de forma ellíptico-circular, que s'ha cuit per l'acció del foc ; dins de la terra cuita s'hi trobaren dos fragments informes de ceràmica : un de comuna ibèrica a torn, i un altre d'importació, d'àmfora a la brosse, que ens data molt bé aquest primitiu assentament en el segle vi a .C . H i ha també una llar retallada, de forma còncava, en el sauló, enlairada e n la paret nord del sauló retallat, que contenia un estrat de cendres amb ossos ; en la seva preparació d'argila només s'hi trobaren uns fragment s informes de ceràmica feta a mà . La seva posició és extranya, però s'h a de tenir en compte que aquest fons de cabana queda en un cantó del quadre que s'excavà, i una part resta encara desconeguda . Per tant, quan s'ampliï més l'excavació podrem veure més clarament la seva posici ó espacial i funció, ja que la seva tipologia no sembla correspondre a l a d'un foc domèstic . D'aquest segle també s'ha trobat un estrat residual a la base de l a torre occidental, sense poder-lo associar a cap estructura, que dóna una
20
BENITO, BURJACHS, ESPADALER . DFFAUS . MOLIN A
gran proporció de ceràmica feta a mà, ceràmica feta a torn pintada, algu n fragment d'àmfora eivissenca arnb engalba, i fauna abundant . Pel que fa a les troballes superficials hem de destacar una vora d e plat à marli, de ceràmica gris focea . — Període Primer Urbanisme . Cap a finals del segle vI a .C . o començaments del segle v a .C . apareix una veritable arquitectura en el contex t d'un món material similar a l'anterior, però una mica més evolucionat . Es tracta d'una casa de planta rectangular amb murs de pedra del país , ben encaixats i lligats amb fang, que recolzen en un sòcol format pe l substrat natural retallat . L'estructura de sosteniment del sostre s'aconsegueix mitjançant un a columna central (probablement de fusta) que té com a base una pedr a quadrangular molt ben falcada . El sostre devia estar format per brancatge i fang . Tot i que en un primer moment les llars de foc continuen amb la tradició anterior de l'hàbitat en cabanes, de seguida evolucionen cap a nove s tècniques de construcció, que apunten a una major efectivitat, mitjançan t la introducció de material refractari (fragments ceràmics) sota l'argil a cuita pel foc . Això s'observa en la llar de la casa excavada . Cal destacar , però, que es tracta en realitat de cinc llars refetes una sobre l'altra, on e s pot veure la seva evolució tipologica, així com la cronologia a través del s materials que les integren . També cal remarcar la presència d'un totx o de tovot entre el material refractari (primera refracció), i la d'una petxin a al centre del material refractari, des del primer moment que s'adopt a aquesta nova tècnica . En els materials d'importació s'observa un canvi que queda reflecti t en la presència de ceràmica àtica de figures roges, i de les noves forme s de ceràmica púnica eivissenca . Quant a la producció ibèrica, els percentatges de ceràmica realitzada amb torn superen amb escreix a la confeccionada a mà . Aquesta ceràmica feta amb torn continua sent de past a clara, de bona cocció i so metàl'lic ; i dins d'aquesta gamma hem de destacar també una imitació de cràter, i dos tipus de nanses que pertanye n a grans vasos, no freqüents en el món ibèric i, per tant, poc conegudes . El final d'aquest període resta marcat pel terraplenament d'aquest a habitació, cap a mitjan segle rv a .C ., en el moment en què es construei x la torre-muralla . — Període Construcció torre-muralla occidental i Remodelació urbanística . Entre mitjan i finals del segle Ev a .C . es realitza un terraplena ment de les estructures anteriors, per construir-hi a sobre un sistema d'emmurallament amb, almenys, una torre quadrangular . Aquesta estructura s'utilitzarà fins l'abandonament del poblat . Immediatament després de la construcció de la muralla, s'aprofitar à aquesta per adossar-hi noves habitacions, en les quals les llars de fo c continuen la tradició anterior, pel fet d 'estar preparades amb una capa de fragments ceràmics i una petxina en el seu centre .
EL POBLAT IBERIC DE BURRIAC
21
Els materials d'importació que es troben en aquest moment són les darreres àtiques de vernís negre, les protocampanianes, les púniques de l Mediterrani central i les eivissenques . És ara, també, quan es produeix un floriment de la ceràmica grisa monocroma de diferents tallers, si teni m en compte els diferents tipus de pasta . L'habitació sembla que continuaria coberta per brancatge i fang, j a que l'estrat d'abandonament no conté tègula ni ímbrex . Aquest període resta obliterat per un estrat de mitjan segle u a .C . — Període Romanització. A partir de mitjan segle u a .C . s'han de definir dues fases importants . Encara que no es puguin diferenciar am b una cronologia absoluta, puix que només es pot veure que les darrere s parets de les habitacions han canviat la seva orientació respecte de le s anteriors . Estratigràfrcament, malgrat que es poden diferenciar dos estrats , els dos contenen els mateixos materials : tots posteriors al 150 a .C . Aquest període s'acaba als voltants del 75 a .C ., moment en què s'abandona l'hàbitat de la zona excavada . La primera fase urbanística es caracteritza per habitacions rectangulars que s'adapten perfectament al terreny : quan es tracta de sauló, només es retalla per anivellar el pla de l'habitació ; però quan és més tou , s'excava a fi d'estalviar material constructiu, o, fins i tot, potser, per aconseguir dos àmbits sobreposats en dos pisos . Per primera vegada, els sostre s de les habitacions estan construïts amb tègula i ímbrex . Les llars de fo c d'aquest moment experimenten unes petites modificacions, en ser perfectament rectangulars, i no circulars o ellíptiques com abans ; d'altr a banda, es continua fent la preparació refractària amb fragments ceràmics, i no hem pogut constatar la presència de la petxina en el seu centre, ja que només s'ha conservat un fragment de la llar que no arrib a a la meitat, i la resta ha estat destruïda per la remodelació de la dar rera fase . Aquest període marca, també, el començament de la utilització de l a moneda ibèrica . Juntament a la producció ibèrica de ceràmica, en la que domina l a realitzada a torn (imitant de vegades les formes típiques de les d'importació), ara de pasta vermellosa i de pitjor cocció, apareixen la Campaniana A tardana i la Campaniana B . En la segona fase urbanística, les cases continuen sent rectangulars , i en algun cas empren elements constructius de la fase anterior . No cal dir que aquesta darrera fase és la que ens ha arribat més ben conservada , podent-se constatar com s'aconsegueix una unitat formada per dues habitacions i un espai d'emmagatzemament extern . L'accés a aquesta unita t evolucionada es fa des d'un nou carrer, que cobreix part de les habitacion s de la fase anterior . Les llars presenten en aquest moment dues modalitats : es troben fete s només d'argila, o preparades amb material refractari, que en aquest ca s és substituït per un gran fragment de tègula posada horitzontalment .
22
BENITO, BURJACHS, ESPADALER, DEFAUS, MOLIN A
Les monedes ibèriques es troben en un gran moment de circulació, trobant-s'hi representades moltes seques, malgrat que el predomini és pe r part d'Ilduro. Quant a les ceràmiques d'importació, hi ha una major presència d e comuna itàlica, de Campaniana B, i la gran importància de la Dressel 1 (àmfora) . Els metalls, encara que presents en tots els períodes del poblat, aqu í els tenim molt ben representats i conservats . Predomina el ferro, en forma de claus de fixació d'estructures . El plom, sota forma de projectils de fona i abundosos retalls informes . El bronze, a part de les monedes, es presenta sota formes variades, com són hams, anelles, fíbules, claus , agulles de pentinat, etc . ; encara que també en quantitat de retalls informes . Excepcionalment, en un farcit es trobà una resta humana : un fragment de mandíbula d'un home jove . La gran troballa d'aquest moment fou, però, un conjunt d'àmfore s i dues dòlies a l'interior de la gran sitja que es troba darrera de l'àmbit Il . Tots aquests envasos estaven ben collocats de cap per avall a la base d e la sitja, i la majoria s'han conservat sencers . Encara que l'estudi d'aquests resta per fer, es pot avançar que el conjunt està format per 13 àmfore s itàliques Dressel 1 dels tres tipus : A, B i C ; per una Lamboglia 2 ; pe r dues dòlies, i per 3 àmfores corses de l'època de dominació romana . Dues Dressel 1 presenten taques de pintura, i una tercera conserva u n titulus pictus dels cònsuls de l'any 90 a .C . (Publius Rutilus Lupus i Luciu s Julius Caesar) . Quant als segells, n'hi ha un de trencat, i un altre amb la marca PHIL ; una dòlia té incisa una M sobre el seu llavi pla . La única inscripció ibèrica que s'ha detectat es troba en una bas e d'una imitació de Campaniana, amb el grafit kai . La data consular del 90 a .C . que ens dóna l'àmfora trobada a l'interior de la sitja —de la qual se sap que fou construïda en la darrera fase urbanística del poblat—, i el fet que l'àmfora sigui un envàs d'amortització ràpida, fan que puguem datar l'abandonament d'aquestes habitacion s cap al 75 a .C ., aproximadament .
CLOENDA
El poblat ibèric de Burriac sempre ha estat considerat com un gra n jaciment arqueològic, sobretot a nivell de troballes exhibibles, però, mé s enllà, quan es féu un intent de recerca científica, semblava com si e l poblat hagués estat massa erosionat, tant per les labors agrícoles co m pels agents naturals ; o com si les darreres remodelacions urbanístique s de la romanització haguessin eliminat antics estrats . En aquesta campanya no només s'ha constatat la riquesa del jacimen t quant a materials arqueològics, sinó que, a més, s'han posat de manifest
FL POBLAT IBERIC
DE
BURRIAC
23
les possibilitats estratigràfiques . Possibilitats estratigràfiques amb una seqüència cronològica que abasta tot el període ibèric i que, fins i tot, pe r materials antics que s 'han pogut observar, és probable que trobem algu n estirat del Ferro I, que aniria molt bé per estudiar la transició del substra t indígena cap a la iberització . D'altra banda, cal remarcar la importànci a de la troballa d'un horitzó ibèric pre-urbanístic, i el fet que el pobla t prengui unes proporcions tan considerables (unes 10 Ha .) durant la romanització ; cosa que estimula l'interès per les relacions i/o nexes d'uni ó que té amb 1'Iluro romana . Una altra problemàtica interessant que ens planteja aquest pobla t és la d'esbrinar quines dimensions/proporcions té en cada fase concreta . Si ens cenyim només al perímetre emmurallat conegut veiem que la muralla occidental és de mitjan segle Iv a .C ., i l'oriental sembla molt mé s tardana, potser de la darrera fase urbanística . No correspondrien, doncs , al mateix moment i es constatarien canvis en el circuit emmurallat . Pensem que la importància d'aquest jaciment fa necessària una actua ció arqueològica especial, amb tota mena d'anàlisis, llargs períodes d'excavació i estudi, tot començant primerament per la protecció del jaciment , el qual s'està expoliant des del seu descobriment, i enguany encara mé s degut als avenços tècnics (detectors de metalls) i crisi econòmica .
BIBLIOGRAFI A BARBERÀ FARRAS, J . (1968) : La necrópolis ibérica de Cabrera de Mar . Colección Rubio de la Serna . Ampurias, XXX : 97-150 . BARBERÀ FARRAS, J . (1970) : La necrópolis ibérica de Cabrera de Ma r (Excavación 1968-1969) . Ampurias, 31-32 : 169-189 . BARBERA, J ., i PASCUAL, R . (1980) : Burriac, un yacimiento protohistóric o de la costa catalana (Cabrera de Mar, Barcelona) . Ampurias, 41-42 : 203-242 . RIBAS BERTRAN, M . (1934) : Origen i fets històrics de Mataró . Mataró . RIBAS BERTRAN, M . (1952) : El poblament d'Ilduro. Institut d'Estudi s Catalans . Barcelona . RIBAS BERTRAN, M . (1964 a) : Els orígens de Mataró . Mataró . RIBAS BERTRAN, M . (1964 b) : El poblado ibérico de Ilduro. Excavaciones Arqueológicas en España, 30 . Madrid . RIBAS BERTRAN, M ., i LLADÓ FONT, J . (1978) : Excavació d'unes habitacions pre-romanes a Burriac (Cabrera de Mar) . Pyrenae, 13-14 : 153-180 . Barcelona .
Darrers treballs a la Bòbila Madurel l (Sant Quirze del Vallès, Vallès Occidental ) MIQUEL LLONGUERAS, ROGER MARCET, M . ANGELS PETI T
El jaciment arqueològic anomenat Bòbila Madurell està situat en e l municipi de Sant Quirze del Vallès (Vallès Occidental), a les terres qu e ocupà l'esmentada bòbila, que donà nom a la zona i per tant al jacimen t arqueològic . La seva exacta localització correspon a les coordenade s 5° 46 ' 35 " de longitud Est i 41° 31 ' 55 " de latitud Nord (full núm . 392 , Sabadell, de 1'Instituto Geográfico y Catastral, edició 1927, a escal a 1 : `0 .000) . Aquest indret es troba actualment molt modificat per l'acció de l'home , i es fa molt difícil la comprensió de la geografia primitiva del lloc . H i ha vestigis d'antics conreus de vinya, però a l'actualitat solament hi h a alguns camps destinats a produir farratge i unes poques hortes . La vegetació és molt escadussera i resten solament alguns bosquets de pin s com el proper a Can Feu, i altres, producte de recents repoblacions forestals . Es tracta d'un indret format per una plana de suaus inclinacions , situat entre la gran aglomeració urbana de Sabadell i el petit poble de San t Quïrze del Vallès, destinat principalment a zona d'expansió industrial , cosa que ha fet canviar considerablement l'aspecte de tota aquesta àrea . A més i precisament prop de la Bòbila Madurell es creuen l'autopista Barcelona-Terrassa, la carretera de Sabadell a Rubí i la via del ferrocarri l Barcelona-Sabadell . Totes aquestes remocions del terreny i les tasque s pròpies de la bòbila han estat les causes dels descobriments arqueològic s efectuats fa més de trenta anys, així com dels realitzats recentment, ex cavats per nosaltres entre els anys 1975 i 1984, que formen el gra n complex de la Bòbila Madurell . Des de l'any 1921 s'efectuaren troballes aïllades que foren controlades pels senyors Lluís Mas i Vicenç Renom, durant la construcció d e la via del ferrocarril de Sant Cugat del Vallès a Sabadell . Quan començaren els treballs de l'esmentada bòbila, l'any 1931, s'efectuaren nou s descobriments, i a partir de l'any 1944 fou quan es practicà un control
26
LLONGUERAS, MARCET, PETI T
metòdic dels treballs i per tant l'excavació del jaciment, que es portà a terme sota la direcció dels senyors Vicenç Renom i J . de C . Serra Ràfols . ' D'aquesta gran estació prehistòrica s ' excavaren prop de cinquant a sepultures i, entre elles, i segons els autors mencionats, restes menys abundants d ' un poblat contemporani . Això converteix aquest jaciment en u n dels millor coneguts de tots els que formen la Cultura dels Sepulcres d e Fossa de Catalunya . Les tombes estaven excavades a l'argila i la seva profunditat er a bastant uniforme, situades entre 1,60 i 2 metres respecte al sòl actual . Sembla que estaven collocades sense ordre i separades les unes de le s altres de manera irregular . Les seves formes eren en general ovalades , amb l'eix major d'un metre aproximadament i el menor de 60 a 80 centímetres . En alguns casos a 30 o 40 centímetres del fons de la fossa h i havia un entrant en tot el seu perímetre, que servia per a collocar-hi l a llosa de coberta, que en algunes sepultures es trobava encara in situ . També es va observar la possible existència d'una rampa per fer-hi descendir el cadàver . Les tombes excavades el 19-V-1946 i el 25-V-194 6 eren molt diferents ; estaven formades per una petita coveta amb la llos a de tanca, de conglomerat propi del país, collocada verticalment . Els individus eren situats a les tombes violentament encongits, trobant-se e n general un sol individu a cada tomba i en alguns casos dos . La majori a de les tombes presentaven conjunts funeraris, encara que també n'hi h a alguna que no en tenia . Pel que fa referència a les estructures que alguns autors considere n habitacions d'un poblat situat entre les restes de la necròpolis, hem d'assenyalar que són realment de difícil interpretació . N'hi ha de neolítiques, l a millor estudiada de les quals consisteix en una cavitat de 1,50 metre s de diàmetre i situada a una profunditat de 1,40 metres, en la que s'h i trobaven materials revolts idèntics als de les sepultures, fragments de molins de mà, restes de fauna i cendres barrejades amb l'argila . També s'hi localitzaren estructures pertanyents al Bronze Antic . Totes elles só n similars a les que nosaltres anomenem «focs» . J . de C . Serra Ràfol s menciona també l'existència d'un «poblat» de l'Edat del Ferro . Les excavacions efectuades per nosaltres començaren l 'any 1975 i finalitzaren l ' any 1984 . Les estructures excavades es trobaren en obrir u n nou accés a l'esmentada bòbila i en fer explanacions de terres per eixamplar la carretera Sabadell - Sant Quirze del Vallès, i consisteixen en cin c estructures de combustió, que denominem «focs», i dos sepulcres de fossa , 1 . D'aquestes excavacions es conserva, al Museu d'Història de Sabadell, e l «Diari d'Excavacions», del Sr . Vicenç Renom i Costa . La bibliografia fonamenta l d'aquesta necròpolis és : J . DE C . SERRA RAFOLS, La exploración de la necrópoli s neolítica de la Bòbila Madurell en Sant Quirze de Galliners, a Anuario del Muse o de Sabadell, 111, 1947, pàgs . 57-75 ; E . RIPOLL PERELLÓ i M . LLONGUERAS CAMPAÑA, La cultura neolítica de los sepulcros de fosa en Cataluña, a Ampurias, XXV, 1963 , pàgs . 16-20 ; ANA M . a MUÑOZ AMILIIBIA, La cultura neolítica catalana de los «sepulcros de fosa», Barcelona, 1965, pàgs . 59-93 .
LA BdBILA MADURELL
27
tots parcialment destruïts . Així mateix, en el talús del punt quilomètric 13,600 de l ' autopista Barcelona - Terassa aparegué un nou jaciment, e n aquest cas un fossat pertanyent possiblement a un lloc d'habitació i que , per la proximitat a la citada necròpolis, considerem que constitueix e l lloc d'habitació dels individus allí inhumats, cosa que converteix aques t jaciment en el primer lloc d'habitació de la Cultura dels Sepulcres d e Fossa del Neolític Mitjà-Recent . Parlarem en primer lloc de les estructures neolítiques excavades i a continuació de les de l'Edat del Bronze .
ESTRUCTURES NEOLÍTIQUE S
Arrel dels esmentats treballs que s'efectuaren per eixamplar la carretera Sabadell - Sant Quirze del Vallès i per dotar d'un nou accés a l a bòbila, aparegueren les citades estructures de cremació, tres de les qual s pertanyien al Neolític, i dos sepulcres de fossa . Al mateix temps es v a descobrir en el talús de l'autopista Barcelona - Terrassa l'esmentat fossat , contemporani a la necròpolis dels sepulcres de fossa . Sepulcres 1 i 2
En el moment de la seva excavació, aquests sepulcres es trobave n ja molt deteriorats, tant per l'acció de les màquines com per l'actuació humana de saqueig . Del sepulcre 1 pràcticament no se ' n pot dir res, j a que es trobava totalment destruït i tan sols s'insinuava la forma i l'existència d'un sepulcre . Del sepulcre 2, malgrat estar també bastant desfet, se'n va pode r excavar una mínima part que donà com a resultat el fet de comprova r que tenia les mateixes característiques que la majoria dels excavats antigament . Es recuperaren restes òssies (la tíbia i el peroné de la cama dreta, restes dels dos peus, els dos fèmurs i restes d'una mà), de les qual s es pot deduir que l'individu es trobava encongit . Respecte al possible conjunt funerari que acompanyava el cadàver, tan sols es recuperare n alguns fragments de ceràmica llisa i ganivets de sílex de petites dimensions . 2 . Vegeu : M . LLONGUERAS, M .' A . PETIT i R . MARCET, Recientes excavaciones en la Bóbila Madurell (Sant Quirze del Vallès, Barcelona), a XV Congres o Nacional de Arqueología (Lugo, 1977), Zaragoza, 1979, pàgs . 253-264 ; MIGUE'. LLONGUERAS, MARÍA ÁNGELES PETIT, ROGER MARCET, Nouvelles fouilles sur le sit e de la Bòbila Madurell (San Quirze del Vallés, Barcelona), a Le Groupe de Vérazu et la fin des temps néolithiques clans le sud de la France et la Catalogne, C .N .R .S . , París, 1980, pàgs . 155-159 ; M . LLONGUERAS, M . " A . PETIT, R . MARCET, J . GUILAINE i Y . THOMMERET, La Bòbila Madurell (Sant Quirze del Vallès, Barcelona) . Noves dates de C14 a Catalunya, a Ampurias . 41-42 . 1979-80, pàgs . 352-354 ; MIQUEL LLONGUERAS, ROGER MARCET i M . ÀNGELS PETIT, Excavacions de jaciments neolítics a l a Bòbila Madurell (Sant Quirze del Vallès), a El Neolític a Catalunya. Taula rodona de Montserrat, Publicacions de l'Abadia de Montserrat, 1981, pàgs . 173-183 ; MIQUEL LLONGUERAS, ROGER MARCET . M . ÀNGELS PETI"I . Bóbila Madurell, Sant Quirze de l Vallès, a Les ExeaI'acions Arqueològiques a Catalunya, núm . 1, Barcelona, 1982 . pàgs . 85-87 .
LLONGUERAS . MARCET . PPTIT
«Foc» 3 Com totes les estructures que es troben a l'aire lliure, aquesta tamb é és de difícil interpretació . La denominació «foc» ve donada perqu è aquestes estructures van aparèixer dins un recinte sepulcral i perquè en el seu interior es produïa un procés de combustió lenta . Degut a aquest a circumstància es van identificar amb el món funerari i ritual . Concretament aquesta estructura aparegué en el rebaix que s ' efectu à en realitzar la variant de la carretera que uneix Sabadell amb Sant Quirz e del Vallès . Es trobà ja una mica escapçada per les màquines excavadores . Es tracta d'una estructura tronco-cònica de 2 metres de diàmetre amb l a base molt aplanada i còncava i d'una profunditat des del terra rebaixa t de 90 centímetres . La dispersió dels materials, formats per pedres (hi h a molins en la base corn en els «focs» de l'Edat del Bronze), tovots, diverse s restes arqueològiques i faunístiques, fa pensar que l'estructura es constru í d'una sola vegada . La terra que la farcia estava cremada i era cendrosa , i és per aquesta raó i pel fet que els materials no sortissin alterats, pel qu e creiem que la combustió era lenta i de baixa temperatura . El material exhumat, tant el ceràmic com el lític, és representati u de la Cultura dels Sepulcres de Fossa . Pel que fa a la ceràmica, cal destacar la presència d'una escudella sencera de carena molt baixa amb un a nansa perforada verticalment i fragments decorats amb incisions forman t triangles i d ' altres amb línies paralleles a la vora, a la cara interna, qu e són decoracions de tipus Chassià . 3 La resta de ceràmica s'identifica perfectament a les taules de formes de la Cultura dels Sepulcres de Foss a (formes 1-2 de Ripoll i Llongueras i 8-12 de Muñoz ; 6-3, 4-4, 5-1 i 5- 2 de Ripoll i Llongueras que corresponen a les formes 25, 29, 10 i 13 d e Muñoz) .' La indústria lítica és molt similar a la trobada en els sepulcres , essent realitzada sobre fulles de mitjanes i petites dimensions sense reto car i de secció trapezoidal . Cal destacar, però, un trapezi i un petit perforador. D'indústria òssia tan sols es recolliren dos punxons i una espàtula . Cal fer menció també que juntament amb el vas sencer apareguere n restes òssies humanes molt desfetes . Respecte a les restes faunístiques, encara que molt fragmentades, pertanyen a ovi-càprids, Sus scrofa domèstics, Cervus elaphus, Capreolu s capreolus i Bos taurus en un gran percentatge . ' 3. M . I .LONGUERAS, M . A . PETIT i R . MARCET, Matériaux Chasséens probable s ele la province de Barcelona, a Le Groupe de Véraza et la fin des temps néolithique s clans le sud de la France et la Catalogne, C .N .R .S ., París, 1980, pàgs . 151-154 ; M . LLONGUERAS, R . MARCET i M . A . PETIT, Ceràmica de tipus «Chassey» a Catalunya, a El Neolític a Catalunya . Taula rodona de Montserrat, Publicacions d e l'Abadia de Montserrat, 1981, pàgs . 185-193 . 4. Taules de formes ceràmiques deis sepulcres de fossa de RIPOLL i LLONGU RAS, La cultura neolítica de los sepulcros de fosa en Cataluña, citat, figs . 44 i 45 , i de Muñoz, La cultura neolítica catalana de los «sepulcros de fosa», citat, figura 106 . 5. Tota la fauna de les estructures excavades per nosaltr es ha estat estudiad a per Carme Miró .
29
LA BbBILA MADURELL
_:_2 M
Dalt : Secció i planta esquematitzades del «Foc» 3 (les zones ratllades correspone n
a pedres; les negres a tovors i terra cuita ; i les puntejades a pedres de molí) . Baix : Secció transversal de !'«hàbitat» 1 .
30
LLONGUERAS . MARCET . YFTI T
També es recolliren grans de cereals carbonitzats que, un cop analitzats, han donat la presència de Triticum aestivo-compactum i Hordeun t vulgare var . nudum . s D'aquesta estructura també es té el resultat d'una datació de C-14, l a qual ha donat una data de M .C . 2142 :4800 ± 150 B .P . = 2850 B .C ., qu e situa aquesta estructura en un moment avançat de la Cultura dels Sepulcres de Fossa del Neolític català . ' Com ja hem dit anteriorment, la interpretació de la funció d'aquest a estructura es difícil . En un primer moment es va pensar que evidentmen t aquest tipus d 'estructura tenia un sentit ritual i funerari, perquè es trobav a juntament amb sepulcres, per tenir en la base un molí de mà, terres mol t cendroses i cremades, per la troballa de restes òssies humanes acompanyades d'un vas sencer, per la presència d'un crani de gos en el vèrte x superior d'una de les estructures, etc . Cal dir, però, que nosaltres mateixo s ens hem plantejat i qüestionat aquesta funció, i hem considerat una funció de simple dipòsit de deixalles, ja que a part de les consideracion s esmentades, tant l'estructura com la dispersió de materials al seu interio r és molt similar a estructures excavades en altres jaciments . «Focs» 4 i 5 Aquestes dues estructures, molt similars a l'anteriorment descrita , aparegueren molt pròximes l'una de l'altra i van ser excavades pel senyo r Albert Roig, del Museu d'Història de Sabadell . «Hàbitat» 1 Fou descobert gràcies als treballs de l'autopista Barcelona - Terrass a i aparegué concretament en el talús del quilòmetre 13,600, on s 'observ à una gran taca fosca de més de vint metres de longitud, en la qual h i havia materials arqueològics . Fou excavada al llarg dels anys 197 7 al 1984 . És una gran fossa excavada a l'argila, de forma allargada i irregular . Les seves dimensions són d'una longitud de 27 metres, d'una amplad a de 4 metres i d'una profunditat màxima de 60 centímetres . El seu interior estava farcit per una terra més fosca que l'argila natural i les seve s parets eren inclinades cap a l'interior de la fossa, que tenia el fons més o menys aplanat . En el seu interior aparegué un nombrós i fragmentat material arqueològic típic de la Cultura dels Sepulcres de Fossa . També van aparèixer alguns elements de tipus Chassià .' De la indústria lítica, també típic a 6. L'anàlisi deis grans carbonitzats de totes les estructures excavades pe r nosaltres es deu a Maria Hopf . 7. Datació efectuada pel Centre Scientifique de Mónaco . Data no calibrada . 8. Aquest tema ha estat debatut a R . MARCET 1 BARBÉ i M . A . PETIT 1 MENDIzABAL, Assentaments d'habitació a l'aire lliure de la comarca del Vallès . De l Neolític al Bronze Final, a Estudios de la Antigüedad, núm . 2, Bellaterra, 1985 .
31
LA BbBILA MADURELL
d'aquesta cultura, cal destacar alguns elements que no apareixen a le s sepultures, com perforadors, gratadors i peces realitzades sobre ascle s de . considerable grandària . La indústria d'os i els objectes d'ornamen t són molt escasos en l'hàbitat, destacant una perla de calaïta i valves d e Pectunculus glycimeris . Quant a les restes faunístiques, les anàlisis ha n proporcionat el següent resultat : ovi-càprids, Sus scrofa, Bos taurus i Cervus elaphus . La funcionalitat d'aquesta estructura sembla que sigui la d'un gra n fossat relacionat amb un lloc d'habitació o poblat, el qual no s'ha pogu t localitzar. Cronològicament se situa com a contemporani a la necròpoli s de la Bòbila Madurell, pertanyent a la Cultura dels Sepulcres de Fossa . Una datació de C-14, de 5020 ± 80 B .P . = 3070 B .C ., confirma aquest a dada, situant el fossat aproximadament en el mateix moment que 1'an . teriorment citat «foc» 3 . 9
ESTRUCTURES DE L ' EDAT
DEI . BRONZ E
Dins de l'àrea de la Bòbila Madurell s'excavaren també dues estructures pertanyents als inicis de l'Edat del Bronze, localitzades en obrir e l nou accés a l'esmentada bòbila . La primera es trobava seccionada verticalment i es conservava l a meitat aproximadament de la mateixa . La segona havia estat malmesa pel que fa a quasi tota la meitat superior, i també es trobava tallada verticalment, encara que només en una petita part . Ambdues presentave n una forma similar, bitroncocònica, essent el diàmetre màxim de 1,50 me tres i l'alçada aproximada de 1,20 metres . Ambdues, també, es trobave n formades per elements semblants : terra argilenca, a voltes cremada, cendres, restes de tovots, pedres, materials faunístics, grans carbonitzats , una bona quantitat de fragments ceràmics i unes poques peces lítiques . Per la manera en què aparegueren els materials arqueològics, es po t afirmar amb seguretat que el contingut de cadascuna de les estructure s és estrictament contemporani, és més, que foren omplertes sense interrupció temporal . Cal assenyalar també que, per la disposició dels distints elements que les constituïen, sembla que aquests foren llençats . Només al «foc» 2 es localitzaren unes pedres planes en cercle, en el pun t del diàmetre màxim de l'estructura . També cal dir que, tant al «foc» 1 com al «foc» 2, hi havia sengles molins de sorrenca (elements passius) amortitzats i llençats justamen t a la part més fonda d'aquests . La terra argilenca, sovint cremada i cendrosa, així com les reste s de grans carbonitzats i de fauna cremada, fan que suposem que en aques 9 . Datació efectuada pel Servei de Datació per Radiocarboni de les Facultat s de Física i Química de la Universitat de Barcelona . Data no calibrada .
LLONGUF.RAS . MARCET . PI'TI T
32
tes estructures degué produir-se un procés de combustió, semblant a l'as senyalat en els «focs» neolítics, la qual cosa ha fet que també els anomenéssim «focs» . El conjunt de materials arqueològics es presentà molt semblant a le s dues estructures i fou prou significatiu com per a poder atorgar un a cronologia relativa . La ceràmica exhumada revela l ' existència de gran s vasos de cordons digitats i a vegades combinats amb botons, vaso s mitjans, de perfil en «S», fons pla i amb llengüetes a mig cos ; final ment, de vasets petits, bols de vora incisa i un petit fragment amb decoració externa amb línies incises en garlanda, rematades per un serrel l de pseudo-ungulacions . La indústria lítica es trobava representada pe r 4 ganivets fragmentats de sílex, un nucli exhaurit, algunes ascles tamb é de sílex i un petit fragment de cristall de roca . Cal afegir-hi 9 valves d e Pectunculus glycimeris L . Pel que fa a la fauna, veritablement escadussera, podem dir que e s presentava molt fragmentada i en mal estat de conservació . Per aques t motiu, només s'ha pogut identificar amb seguretat la presència d'ovi-càprids, a més dels Pectunculus esmentats . Els grans carbonitzats es recuperaren amb abundor al «foc» 1 . Així es constatà l'existència d ' una major varietat que en les estructures neolítiques . Abunda 1'Hordeum vulgare cf . nudum seguit a escala menor pel Triticum aestivo-compactum i el Triticum aestivum i encara menys pel Triticum dicoccum . També s'identificaren algunes restes de lleguminoses , probablement no conreades, i algunes males herbes . Cal assenyalar qu e la major part dels grans d'ordi són d'una varietat nua, però que tal vegad a alguns grans d'ordi vestit es podrien trobar barrejats amb ells . Els gran s de Triticum solen aparèixer deformats, la qual cosa fa que no sempre s'hagi pogut assegurar si es tractava d 'una espècie tetraploide o hexaploide, i fins i tot tetraploide nua, cas del Triticum durum . El «foc» 2 proporcionà un nombre molt menor de grans de cereals , els quals s'han classificat com a 7'riticnm dicoccum i uns pocs de Hordeu m vulgare cf . nudum . La cronologia relativa, corresponent al Bronze Antic, que ja es presumia a partir de les restes arqueològiques recuperades, fou corroborad a per dues datacions radiocarbòniques del «foc» 1 : M .C . 1243 : 3750 ± 90 B .P . = 1800 B .C . 3740 ± 70 B .P . = 1790 B .C . ' ° La constitució i possible funcionalitat dels «focs» 1 i 2 resulten d e difícil interpretació, com la major part de les estructures no funeràrie s que han estat exhumades al llarg dels anys a l'àrea arqueològica qu e anomenem Bòbila Madurell . 10 . Ibídem nota 7 .
LA BÒBILA MADURELL
33
D'entrada creiem que aquestes estructures del Bronze Antic podie n haver-se realitzat amb una excavació prèvia en forma de tronc de co n invertit, el qual es colmatà amb la composició ja esmentada, tot formant hi un monticle d'aspecte i mida semblants al tronc de con excavat . Per la seva situació dins d'una àrea de necròpolis —encara que aquest a de moment no es pot fer anar més enllà del Neolític Mitjà-Recent— i pe l fet que s'han exhumat estructures semblants i aquesta vegada contemporànies a les fosses sepulcrals, hem pensat en una possible relació am b el món funerari . Ara bé, alguns dels aspectes morfològics i de composició interna en s acosten aquests «focs» a tipus propers al que podríem qualificar co m dipòsits . " Finalment cal dir que aquestes no són les úniques estructures exhumades a la Bòbila Madureli pertanyents a l'Edat del Bronze . A les antigues excavacions, dutes a terme per Renom i Serra Ràfols, s ' identificaren un seguit de «fons de cabana» o «clots» molt semblants als nostres i qu e proporcionaren, a més de materials neolítics, conjunts de l'Edat del Bonze que evidencien la utilització de l'indret al menys fins el segle vir a .C .
CONCLUSIONS GENERAL S
En el diari d'excavacions de la Bòbila Madureli del Sr . Vicenç Renom se citen diversos «fons de cabana», semiexcavats en l'argila quaternària , de dimensions petites i amb materials similars als dels «focs» excavats per nosaltres . Fins ara, aquests «fons de cabana» eren considerats el poblat de la Bòbila Madurell ; en aquests moments, però, creiem que deuen correspondre a estructures similars a les que nosaltres anomene m «focs»," puix que ni per la situació a l'interior de la necròpolis, ni pe r les seves reduïdes dimensions i molt menys per l'àmplia cronologia qu e abasten es poden considerar llocs d'habitació . Creiem que el veritabl e poblat corresponent a la necròpolis de la Bòbila Madurell es troba a un s dos-cents metres de la mateixa, coincidint amb la ubicació del fossat excavat . Pel que fa referència als «focs», aquests plantegen una interessan t problemàtica, en part ja mencionada . D'una banda, desconeixem el seu significat ; donada la seva situació en l'interior de la necròpolis, ¿es tract a potser de «focs» rituals? D'una altra, ¿com podem explicar la perduraci ó d'una idea funerària, en un marc cronològic tan ampli, donat que el «foc » número 3 és clarament d'un moment avançat del Neolític, i els núme 11. Ibídem nota 8 . La exploración de la necrópolis neolítica de la Bóbila Ma citat, pàgs . 71 i 72 ; MuÑOZ, La cultura catalana de los «sepulcros de fosa» , citat, pàgs . 91-93 ; A . M . MUÑOZ, Les comunitats neolítiques, a Història de Catalunya, 12.
SERRA RÀFOLS,
Ed . Salvat, Barcelona, 1979, pàg . 59 .
34
LLONGUERAS . MARCET . PETIT
ros 1 i 2 corresponen al Bronze Antic? Com ja hem dit abans, la sev a funcionalitat, correspondrà a simples dipòsits de deixalles? Tots aquest s interrogants resten oberts a l'espera que noves excavacions aclareixin el problema . Referint-nos als materials arqueològics neolítics, cal remarcar que en s trobem, per primera vegada, davant d'un conjunt procedent d'un llo c d'habitació de la Cultura dels Sepulcres de Fossa, diferent en part del s conjunts funeraris que apareixen a les sepultures . Aquesta diferènci a es fa patent, no solament en l'aparició de materials nous, que no es trobe n a les tombes, com són les decoracions de tipus Chassei o certs instrument s lítics (gratadors, perforadors, ascles retocades), sinó també en diferèncie s en la proporció del material ossi o d'ornament —en les sepultures abund a molt i en el fossat excavat és molt escàs—, en l'absència d'altres material s típics dels sepulcres, com són les destrals de pedra polida i els nuclis d e sílex en forma de pota de cabra . El coneixement que tenim del fossa t excavat, que presumiblement correspon a un lloc d'habitació, no perme t avançar conclusions definitives al respecte, però ens atrevim a presenta r com a hipòtesi de treball la possibilitat que existeixin uns tipus determinats de materials destinats als conjunts funeraris, cosa que no exclo u que fossin emprats també en la vida quotidiana . Finalment, voldríem insistir, com hem fet altres vegades, en el fe t que ens trobem davant d'un jaciment complex, de grans proporcions , en el que coincideixen, per una part, la major necròpolis de Cataluny a de la Cultura dels Sepulcres de Fossa del Neolític Mitjà-Recent, i, pe r l'altra, el que considerem el lloc d'habitació dels individus allí inhumats , que és el primer d'aquesta cultura que es troba a Catalunya, encara qu e els llocs d'habitació pròpiament dits no han estat localitzats fins ara . També voldríem assenyalar que hem constatat la perduració dels «focs » neolítics fins al començament de l'Edat del Bronze, la qual cosa, junta ment amb l'existència d'altres restes d'aquesta època al Museu d'Històri a de Sabadell, procedents del mateix jaciment, fa pensar en una continuïta t d'habitació en la zona, fet que esperem que noves excavacions pugui n aclarir .
Les excavacions realitzades a Tarragon a durant el Pla de Solidaritat amb ('Atu r l'any 198 4 M . ADSERIAS, J . M . V . ARBELOA, X . DUPRÉ, A . M . LEÓN , M . J . MASSÓ, M . LL . PALANQUES, X . SOLÉ
Les característiques especials de la ciutat de Tarragona pel que f a a l'Arqueologia —les quals determinen la necessitat de realitzar al llar g de l'any un seguit d'excavacions qualificades d'urgència— aconsellen destirtar el cos de tècnics i la mà d'obra contractada dins del Pla de Solidari tat amb l'Atur a reforçar les activitats que realitza normalment el Serve i d'Arqueologia . Així doncs, l'existència d'un equip interdisciplinari no e s dedicà a la realització de noves excavacions, sinó a l'execució d'aquelle s que es trobaven ja programades pel Servei d'Arqueologia com a fruit de l control de la concessió de llicències d'edificació que realitza la Comissi ó Tècnica de Tarragona del Consell del Patrimoni Cultural de Catalunya , en virtut del que estableix el decret que declara Conjunt Històrico-Artísti c la ciutat de Tarragona . '
1 . CIRC ROMÀ
Dues foren les actuacions realitzades a l'àrea del circ romà, que respongueren a la necessitat de realitzar excavacions arqueològiques posteriors a l'enderrocament de diversos edificis que se sobreposaven a le s restes del monument . Les expropiacions i enderrocaments formaven par t de les actuacions previstes en el Pla Especial Pilats, elaborat per l'Ajuntarnent de Tarragona, per tal de potenciar el sector oriental o capçaler a del Circ . 1 . Volem des d'aquestes pàgines manifestar el nostre agraïment a totes aquelle s persones que ens varen oferir la seva collaboració . La nostra gratitut en especia l a Josep M . Pena, responsable dels aixecaments planimètrics ; Francesc Tarrats, Di rector del Museu Nacional Arqueològic de Tarragona, i a l'Ajuntament de Tarragona per la seva collaboració .
36
ADSERIAS, ARBELOA, DUPRF, LEóN, MASSÓ, PALANQUES, SOL É
1.A. Hotel Bea La primera d'aquestes dues actuacions consistí en l'excavació de l solar de l'antic Hotel Bea (Rambla Vella, 3) . La construcció estava adossada a la façana meridional del circ i els esforços es varen dedicar a de terminar l'estat de conservació de la façana meridional del monument, d e la muralla del segle xiv i de les possibles restes del carrer («vicus losatus » dels documents medievals) que teòricament separava el circ de la ciuta t pròpiament dita . Si bé diversos problemes de tipus pràctic aconsellave n paralitzar l'excavació fins que no es procedís a l'enderroc d'un dels edificis veïns, es va poder constatar la inexistència de restes de la façan a meridional del circ, si bé construccions d'època medieval havien reaprofitat la fonamentació romana i per tant havien perpetuat la seva alineació . També es va poder comprovar la fonamentació del parament exterior d e la muralla del segle xiv, tot i que havia estat arrasada quan es constru í l'hotel Bea . Excavacions realitzades amb posterioritat han posat al descobert la fonamentació de la façana meridional del circ, construïda am b opus caementicium, el qual presenta marques de l'encofrat de fusta, con servant-se en una alçada de més de dos metres . 1.B. Carrer de Sant Ermenegild, 2 i 4 Els solars en qüestió configuren un espai triangular, ocupat per due s cases de la primera meitat del segle xix, que estava delimitat al Nord pe r l'anomenat Pretori (angle sud-orientad del Forum Provinciae Hispania e Citerioris), a l'Est per la muralla tardo-republicana (amb els corresponent s refets posteriors) i a l'Oest pel carrer de Sant Ermenegild . Les tasques es varen centrar en l'excavació dels nivells d'època moderna deixant al descobert les restes de les nombroses reutilitzacion s medievals de les voltes del Circ . Es varen localitzar tres voltes paralleles , orientades NO-SE, que connectaven amb les que es poden visitar al Musc u d'Història de Tarragona, allotjat en l'edifici veí del Pretori . La volta mé s oriental es trobava plena de terra, mentre que la central s'havia reutilitza t com a cisterna, recobrint les seves parets d'una forta capa impermeabilitzant, i la tercera de les voltes era ja accessible des del Museu . També es va posar al descobert un ampli sector del parament inter n de la muralla, que en aquest sector fou destruïda per les càrregues explosives collocades per les tropes franceses l'any 1813, explosions qu e comportaren la destrucció de la muralla i també de les voltes del Circ . Quan s'excavà el reompliment de terres efectuades el segle xix per ta l d'obrir el carrer de Sant Ermenegild, es varen localitzar importants masse s d'opus caementicium corresponents a les voltes del Circ . Treballs efectuats amb posterioritat en aquest sector han permès de terminar que les tres voltes descrites anteriorment no corresponen a l circ, sinó a una construcció anterior i que foren reaprofitades en la construcció d'aquest important monument .
EXCAVACIONS A TARRAGONA
2.
37
CARRER ROBERT D ' AGUILÓ, 3 8
Prèviament a la construcció d'un edifici d'habitatges i un cop com provada l'existència de restes, s'inicià l'excavació d'aquest solar situa t fora del perímetre de la ciutat antiga, al Nord-Est del punt en què la Vi a Augusta, procedent del Nord, arribava a la ciutat . Troballes casuals i excavacions anteriors havien permès identificar restes de villae extraurbane s i d'enterraments . Per sota dels nivells moderns corresponents a la utilització del sola r com a hort aparegueren una sèrie d'estructures i nivells que permetere n establir diverses fases d'ocupació . Una primera fase representada per un seguit d'habitacions corresponents a una construcció de tipus extra-urbà, la durada de la qual correspondria a August-Tiberi . La inexistència de nivells republicans vindria a confirmar la teoria de què l'accés a la ciutat en època republicana e s realitzaria pel Nord-Oest i Oest del nucli urbà . L'abandó de les estructures esmentades en època de Tiberi coincidiri a amb l'aparició d'enterraments, inhumacions i incineracions, activitat qu e perduraria fins el segle tu, si bé alguns elements demostren l'ús d'aquest a zona com a cementiri a finals del segle Iv-principis del v . Parallelamen t a aquesta activitat es documenta la construcció de noves estructures arquitectòniques, probablement d'hàbitat, entre mitjan segle i i el prime r quart del segle H . Entre els materials arqueològics recuperats cal destaca r una important collecció de llànties en excellent estat de conservació . Finalitzada l'excavació es procedí a la construcció del nou edifici , queden, però, les restes arqueològiques conservades i accessibles al subsò l del mateix .
3.
RAMBLA NOV A
La iniciativa de l'Ajuntament de Tarragona de renovar la massa a r bòria de la Rambla Nova, projecte que es realitzà en diverses fases, motiv à la realització d'excavacions d'urgència els anys 1982, 1983, 1984 y 1985 . L'any 1984 es procedí a la renovació del sector comprès entre els carrer s Unió/Sant Francesc i Cañellas/Ixart, zona que prometia ésser especial ment interessant donat que s'hi havien trobat restes tan importants co m el lot d'escultures del Forn del Cigne . Una de les qüestions que es voli a resoldre era el traçat del sector occidental de la muralla, que teòricamen t havia d'atravessar part de l'àrea a excavar . Els treballs que es varen realitzar permeteren documentar la inexistència de nivells d ' interès arqueològic, localitzant-se a poca profundita t la roca amb evidents marques de les barrinades utilitzades per al rebaix
38
ADSERIAS, ARBELOA, DUPRÉ, LEON, MASSÓ . PALANQUES, SOL É
de la mateixa . Les obres d'obertura de la Rambla Nova, realitzades a principis de segle, comportaren el rebaix de la roca natural i per tant la destrucció de totes les restes d'època romana . La rasa realitzada permeté realitzar un estudi dels components geològics del subsòl .
4.
CARRER DE PERE MARTELL, 3 5
El solar número 35 del carrer de Pere Martell fou objecte d'una excavació d'urgència, degut a l'existència d'un projecte d'edificació i al fe t que es tracta d'una zona de gran interès . El solar es troba situat a la zona occidental de Tarragona, a 500 m del riu Francolí, molt a prop del turó on s'assentava el primitiu nucli ibèric, fora del recinte de la ciutat roman a i a l'est de la necròpolis de la fàbrica de tabacs . La gran quantitat d e notícies referents a les troballes efectuades a la zona, des de principis d e segle, aconsellà la realització de prospeccions . Fruit de la tasca realitzada fou la identificació d'un seguit d'estructures corresponents a una construcció extra-urbana de tipus agrícola . A u n primer nivell amb materials típicament ibèrics però sense estructure s associades, s'hi superposava la construcció d'un edifici de mitjan segl e II a .C . que fou objecte d'importants reformes a finals del mateix segle i a principis del i a .C . L'època imperial estava documentada per la construcció de dues habitacions de planta rectangular associades a un pou (s . i d .C .), que e s mantingueren en funcionament fins a finals del segle IIt . És precisamen t en aquest moment quan es documenta l'abandonament total de les habitacions excavades, coincidint amb l'ús d'aquesta zona com a necròpoli s principal de la Tarraco del Baix Imperi . Les reduïdes dimensions de l'àrea excavada no permeteren obteni r resultats més amplis pel que fa a la planta i funcionament de les construccions .
5.
RAMBLA NovA,
52
L'existència d'un projecte de construcció d'un edifici de vivendes en e l solar en qüestió i la seva situació en el context de la ciutat antiga aconsellaren la realització de cales de prospecció . El resultat de les tasques realitzades fou la identificació d'una llind a d'una porta, situada just per sobre de la roca . Els estrats que cobrie n aquestes estructures presentaven materials arqueològics que cobrien u n ampli marc cronològic que s'estenia des d'època tardo-republicana fin s el segle r1I d .C . ; es tracta, doncs, d'un reompliment d'aquest darre r moment .
EXCAVACIONS
6.
CARRER
A TARRAGONA
39
UNIÓ, 5 2
Les tasques portades a terme durant el Pla de l'Atur en aquest edific i serviren per a finalitzar els treballs que amb anterioritat havia realitza t el Servei d'Arqueologia . Les obres s'iniciaren a causa de l'adaptació d'u n local de la planta baixa de l'edifici per a allotjar una oficina bancària . L'excavació del subsòl del local permeté individualitzar un seguit d e construccions de planta ortogonal que presenten diverses fases d'utilització . El nivell més inferior, just per sobre de la roca, presenta materials d e la primera meitat del segle n a .C . i elements residuals del segle III a .C . ; es tracta d'un nivell de regularització del terreny previ a la construcci ó de les primeres estructures arquitectòniques —habitacions de planta quadrangular amb paviments d'opus signinum decorats amb tesselae— qu e s 'ha de situar a mitjan segle u a .C . ; un important estrat d 'obliteraci ó situa el final de l'ús d'aquestes habitacions a finals del mateix segle . Els nivells superiors, associats a diferents reaprofitaments de les estructures, evidencien l'ús d'aquesta zona fins als segles tv-v d .C ., moment en el qual sembla ésser que es produí una important transformació de l a topografia urbana de Tarragona : les zones monumentals es convertiren en zones d'hàbitat i la ciutat pròpiament dita es despoblà de forma generalitzada . El solar en qüestió es troba en el centre de la zona residencial de l a ciutat antiga i ofereix una seqüència de l 'evolució d ' aquesta part tan poc coneguda i tan necessària per a poder determinar la interrelació existen t entre la part residencial de Tarraco i la seu del Concilium Provinciae Hispaniae Citerioris, lleugerament més ben coneguda .
7.
CLAUSTRE
DE LA CATEDRA L
Aprofitant l'execució d'un projecte de restauració de les cobertes d e la catedral, promogut pel Servei del Patrimoni Arquitectònic de la Generalitat de Catalunya, i donat que aquest projecte comportava l'obertur a de rases en el claustre de la catedral, vàrem decidir la realització de do s sondeigs . Aquesta zona havia ja estat objecte d 'una excavació per part de J . Sánchez Real i el nostre propòsit era el de determinar les cotes i aixeca r una bona planimetria d'un canal, tallat a la roca, d'època romana . El claustre de la catedral de Tarragona aprofita en part les estructure s del recinte superior del Concilium Provinciae, el qual estava dedicat a l culte imperial i que junt amb el Forum Provinciae, immediatament inferior, constituïen la seu del Concilium . El canal que vàrem documentar correspon a aquest complex i no és altre que el construït per a recollir les
42
ADSERIAS, ARBELOA, DUPRÉ . LEÓN, MASSó . PALANQUES, SOL É
aigües de la teulada del pòrtic occidental, del themenos que envoltava e l temple . Tradicionalment s'ha dit que aquest era el temple d'August, per ò tot fa pensar que es tractaria d'un temple dedicat per la província al cult e imperial i la seva construcció s'ha de situar en època flàvia . El Templ e d'August es trobaria a la part baixa de la ciutat .
8.
AMFITEATRE.
Finalment es va aprofitar la disponibilitat de mitjans humans qu e comportava el Pla per a realitzar una exhaustiva neteja de l'amfiteatr e romà de Tarragona . Monument excepcional tant per les seves característiques formals com per la superposició de construccions existents (basílica visigòtica, església romànica), les seves dimensions i la seva situació comporten importants problemes de manteniment, a la resolució dels qual s contribuí el Servei d'Arqueologia .
EI poblat prehistòri c de Torre d'En Gaumés (Alaior, Menorca) G . ROSSELLÓ-BORDOY
«La (població) més extensa, almanco tal com l a veiem avui dia (abans de 1892, segons les paraule s d'Emile Cartailhac), es troba a la possessió anomenad a Torre d'En Gaumés, al sud d'Alaior . En aquest indre t s'estén un pujol, molt poc elevat, encara que a l'abas t per dominar fins lluny la planura . En el lloc mé s elevat s'aixequen tres grans cons, arrenglerats d e Llevant a Ponent, seguint la direcció del pujol . qu e es troben enderrocats i formen un veritable caos d e blocs . Entorn d'ells, en especial als vessants del sud , es troba la vila, retallada pels camps conreats co m estretes llengües de terra penosament conquerides . Aquesta vila pareix que no va estar defensad a per murs . . . »
ANTECEDENT S
Amb aquestes paraules, E . Cartailhac va descriure per primera vegada , amb visió científica, el conjunt talaiòtic de Torre d'En Gaumés . Despré s el conjunt va entrar de ple dins la literatura científica de Menorca prehistòrica i els seus monuments han estat citats continuament per Mayr , Chamberlin, Martínez Santaolalla i molts d'altres investigadors . Declarat Monument Històric-Artístic per R . Decret de 16 de juliol de 1930, fins a 1942 no començaren les excavacions en aquell lloc . Joa n Flaquer i Fàbregues, notari de Maó i conegut afeccionat, va ésser el prime r que encetà la tasca de destriar el que hi havia a Torre d'En Gaumés . Le s seves campanyes d'excavació a la sala hipòstila del sud i al recinte d e taula foren publicades molt prest a la Revista de Menorca (1943), i al Noticiario Arqueológico Hispánico els anys 1952-53 es va reproduir el text . D'aquestes investigacions n 'haurem de parlar de nou més endavant . El conjunt, un camp de runes impenetrable, va ésser l'obsessió de l professor Pericot, que des de sempre tingué la idea de recomençar le s investigacions . El 1958, quan començàrem a projectar els treballs d'investigació a l'empar de l'ajut a la investigació concedit per la Fundaci ó Joan March, es va programar de seguida el pla de treball de Torre d ' En Gaumés . L'ajut March fou insuficient, puix el primer pas era organitza r de manera racional l'entrada al conjunt per tal de poder retirar els ender-
44
G . ROSSELLÓ-BOR DOY
rocs i bastir els aparells necessaris per treure els grans blocs que cobrie n els diferents monuments . Gràcies al projecte enllestit per Alejandro Ferrant Vázquez, redactat plenament d'acord amb Maria Lluïsa Serra , aleshores directora del Museu de Maó, i basant-se en els plànols aixecat s per Victorino Tolos, es va programar la realització dels camins enditenant s que avui recorren tot el poblat . La sobtada mort de Maria Lluïsa Serra va ajornar el projecte, qu e fins a 1971-1972 no es dugué a terme . Els doblers sobrants d'aquesta obr a foren destinats per l'arquitecte Ferrant a una deforestació completa de l poblat . Aquesta tasca em fou encomanada per Ferrant i des de 1974 e m trobo junyit al jou feixuc, encara que agradable i fruitós, de Torre d'E n Gaumés . Són deu anys d'investigacions que voldria breument explicar-vos, aix í com donar-vos a conèixer el pla d'investigació que hem procurat segui r des del primer moment, pla que segueix els esquemes plantejats per Perico t l'any 1958 i que no pogué dur a terme, encara que les primeres descobertes del 1974 i 1975 varen ésser conegudes i analitzades pel nostr e mestre abans de la seva mort . A les primeres campanyes (1974-1976) ens limitàrem a la neteja de l conjunt i a la reexcavació de la taula i exteriors del gran talaiot . El 197 7 excavàrem a la zona sud del poblat un petit indret que ens va proporcionar el sistema de recollida d'aigües i l'estudi de la cova artificia l pretalaiòtica, funerària en principi . A partir de 1978 començàrem l'estudi dels cercles (cercle 1), i el 1979 el sector perifèric a l'Est del pobla t on redescobrírem les coves artificials d'habitatge, amb una llarga pervivència en el seu ús, que va ocasionar importants canvis dins la sev a funcionalitat . Les darreres campanyes (1980-1982) es dedicaren al cercle 2, i l'an y passat s'excavà el cercle 3 i es va preparar la planimetria del sector S E del poblat, on trobàrem un important complex monumental de cercle s adossats uns als altres, en connexió amb la sala hipòstila 1 (excavad a en part per J . Flaquer) . Aquest conjunt format pels cercles 5, 6 i 7, l a sala hipòstila i el cercle 4, ens ha posat en contacte amb una possibl e muralla o paret de tancament del poblat que defensaria la zona mé s feble del conjunt . Aquesta zona serà estudiada amb atenció des d'ar a i al llarg de les campanyes vinents . DESCRII'CIÓ DEL CONJUN T
El poblat s'aixeca a uns 8 km en línia recta del poble d'Alaior, a un a zona plana lleugerament accidentada per ondulacions i pujols arrodonits . Al vessant sud de la comarca, a una alçària de 92 m per sobre el nivel l del mar i a 6 km de la costa, el poblat ocupa una superfície de 62 .000 m ` aproximadament . El pendent és prou pronunciat, puix la diferència d e cotes entre la zona més alta i l'extrem sud del poblat és de 29 m .
TORRE D'EN GAUMÉS
45
La superfície ocupada fa que el poblat sigui el més extens dels poblat s talaiòtics de les Illes Balears . Dita superfície fa que Torre d'En Gaumé s sigui quasi bé 3 vegades i mitja més gran que el poblat de Can Danie l Gran a Mallorca, considerat el més extens dels mallorquins ; això ens f a suposar que els seus habitants al moment de màxima ocupació del con junt fossin més de mil, encara que aquesta avaluació, purament teòrica , no es podrà comprovar fins que el conjunt sigui prou més conegut . És de suposar que el poblat no sempre va tenir una extensió semblant , i que va créixer progressivament : la presència de la cova funerària a l sud, clarament pretalaiòtica, incorporada més endavant al sistema d e recollida d'aigües, ho fa pensar així . D'altra banda, la llarga perduració de l'hàbitat, comprovada fins a època medieval islàmica, tan sols es cons tata a determinats indrets ; quelcom de semblant podem dir pel que fa a les reutilitzacions romanes, que no s'estengueren a tot el poblat . La distribució dels diferents tipus constructius queda prou clara, en cara que la zona excavada fins avui sigui una petitíssima part del total . El centre del poblat, situat a la part més alta (cotes entre 90 i 92 m) , conté els tres talaiots, el recinte de taula i una ampla zona lliure d'edificacions que considerem com una mena de recinte públic de caràcter comunal i cultural . El recinte de taula el definim com a centre cultural ; els talaiots, recintes defensius o habitatge dels notables del poblat . A di r veritat, la funció del talaiot menorquí no està aclarida perquè fins ara n o tenim cap talaiot excavat íntegrament . Al nord del centre cultural es pot observar un petit conjunt d'habitatges format per cercles i recintes rectangulars . La zona, lleugeramen t inclinada, arriba a la cota de 85 m . A l'extrem NE s'aixequen els cereles 2 i 3, excavats íntegrament . La part del poblat més propera a Alaio r presenta l'aspecte d'un recinte murallat encara que sigui una falsa impressió, perquè la muralla no existeix en realitat ; els murs exteriors del s edificis imbricats uns als altres podrien haver servit de defensa . Ta n sols un veritable mur es pot identificar entre el talaiot central, el més gran i alt, i el talaiot de ponent, el més petit dels tres . Al sud del nucli central (entre les cotes 90 a 69) segueix el vertade r poblat, conformat bàsicament per cercles secants que es complemente n arnb recintes rectangulars i les sales hipòstiles, de les que fins ara e n tenim identificades dues al límit sud del poblat : sales Flaquer i Cartailhac . Les coves, naturals i artificials, es troben per tot arreu, tant al centr e com a la perifèria del conjunt . Els monuments identificats fins ara corresponen als tipus ja conegut s a altres indrets menorquins i mallorquins : 3 talaiots , 1 taula , 2 cambres hipòstiles, i un nombre indeterminat de cercles de formes i estructures interiors molt diferents, excavats fins ara tres d'ells i en vies d'excavació altres
46
G . ROSSELLÓ-BOR I)O Y
quatre . Les seves plantes són molt variades, possiblement a causa de le s reformes i reestructuracions obrades a les diferents reocupacions del s habitatges ; tot això fa que, ara per ara, no sigui possible presentar u n cercle-tipus, com podríem fer per exemple a Alcaidus . La idea del cercl e es manté d'una forma coherent encara que el pati central, també circular , amb recollida central d'aigües, mitjançant un sitjot, presenta molte s variants . L ' anàlisi individualitzada de cada tipus es pot fer de la maner a següent : 7'alaiots Deixant de costat el més petit, el talaiot 3 o talaiot de ponent, veie m que el talaiot 1 és el característic talaiot menorquí amb entrada elevada , com el de Torelló, Torre Vella d'En Lozano o el d'Hospitalet a Mallorca . És una torre cònica amb corredor d'entrada practicable en part que duu a una cambra alta . L'accés a la planta inferior no queda establert d e moment . A la base presenta edificacions adossades, de planta ronyonenca , com es troba al talaiot de Son Oms, és a dir, ampliacions de la zon a habitable fetes mitjançant l'adossament de murs corbats anteriors cronològicament als adossaments de murs rectes en disposició radial, qu e també comprovàrem a Son Oms . El talaiot central o talaiot 2 podríem definir-lo dins el tipus monumen t escalonat . La seva alçària és considerable, quasi deu metres per uns 30 m de diàmetre a la base i més o menys 18 m a la planta superior fins avu i conservada . No coneixem l'entrada, amagada tal volta baix els enderrocs , però a la part nord del monument i a mitja altura és possible recórrer , amb moltes dificultats, uns corredors que s'endinsen a l'interior del talaiot . Al sud una cambra ronyonenca enllaça el gran talaiot amb l'absis de l recinte de taula . El talaiot 3, a ponent, és el més petit . Els enderrocs amaguen la possible entrada . Per les seves mides i forma, planta oval de 20 X 15 i 5 m de diàmetre al nivell superior, el podríem comparar amb els talaiot s mallorquins, encara que a Menorca trobem molts d'altres monument s semblants . Ara per ara cap dels talaiots de Torre d'En Gaumés ha estat excavat . Tan sols la zona a ponent de la taula entre els talaiots 2 i 3 ha estat ne tejada, sense trobar cap tipus de jaciment definit, tan sols petits fragment s de ceràmica fora de context i possiblement anterior al període talaiòtic . La zona queda tancada per un mur en corba pronunciada que uneix el s dos talaiots i tanca el sector per la part de ponent . El recinte de la taula
És tal vegada el més espectacular i conegut de Torre d'En Gaumés . Avui no entrarem en la funció de la taula, prou literatura existeix entorn
TORRE D'EN GAUMES
47
a aquest enigmàtic monument . Per a mi la taula és un element constructiu : pilar central d'un sistema de cobertura arquitrabada . Considero qu e els estudis del recordat Sanz Roca són prou probatoris . A causa de les excavacions de Flaquer no podem dir gaire cosa sobr e el jaciment . La troballa de l ' Imhotep a 1974 i el fragment de cast d e bronze, provinent d'una petita figura de guerrer, fa que la identificaci ó del lloc amb un santuari, lloc sagrat o centre de culte no tingui problemes . Les troballes de caràcter sacre i ritual a la taula de Torralba confirme n la hipòtesi . Els problemes cronològics seran tractats després . La tècnica constructiva a base de grans blocs de mesura i pes for a mida és característica . Els paraments externs, disposats en filades formades per blocs més o menys regulars i grans, fan del conjunt un del s més espectaculars . El fust de la pilastra central, romput i lleugeramen t desplaçat del seu lloc original, resta espectacularitat al monument . L a pedra capitell, caiguda temps enrera, fou utilitzada com a tomba e n època romana . La cavitat oval que es pot contemplar ara es va fer e n el moment de la reutilització . La coberta a base de falsa cúpula per acostament de les filades es pot comprobar encara gràcies a les restes que es conserven a l'interior del monument . Cambres hipòstiles Les cambres hipòstiles o recintes coberts, d'acord amb la terminologi a proposada per Pericot, són dues identificades fins ara i es troben localitzades als extrems del poblat a la zona sud . Una (la sala Flaquer) a llevant i l'altra (sala Cartailhac) a ponent . Ambdues edificacions foren construïdes adossades a cercles preexistents . Aquesta circumstància es veu clara ment en el cas de la sala Flaquer, adossada al cercle 6, utilitzant el se u parament exterior com a suport de l'arquitrau de la coberta . Generalment presenten una planta oval amb columnes monolítique s centrals suportades per una base prismàtica i capitell pla format pe r una pedra sense retocs, que suporta els elements monolítics horitzontal s que s'aguanten sobre les pilastres laterals, plurilítiques i juxtaposades al s murs, bé preexistents, o sigui el parament extern del cercle : sòcol, blo c prismàtic vertical, filades de pedra mitjana, o bé de nova planta a bas e de pedres mitjanes i petites disposades en filades regulars . A l'exterior el parament a base de blocs grans, irregulars, collocats verticalment sobr e un sòcol de peces horitzontals imita els paraments exteriors dels cercle s de tècnica molt més perfecta . Coneixem relativament bé la sala Flaquer, excavada, en part, el 1942 , encara que gràcies a les intervencions de neteja dutes a terme el novembre de 1984 comprovàrem que Flaquer no havia fet una excavació completa, tan sols unes cates superficials sense arribar a la roca base, quedan t gran part del jaciment sense estudiar . La sala Flaquer, enrunada a l a zona d'entrada, amb els seus elements estructurals caiguts sobre el jaci-
48
G . ROSSELL6-BORDOY
ment, donarà nova llum a mida que es pugui dur a terme l'anastilosi, prevista per a les pròximes campanyes . La sala Cartailhac, així anomenada perquè es va construir adossad a al cercle planificat i publicat per E . Cartailhac el 1892, molt reduïda d e mides, presenta tan sols una columna central, de fust molt ample, qu e illustra clarament la hipòtesi de la taula = suport central d'un sistema de coberta plana . Aquesta sala no ha estat excavada i el cercle preexisten t tampoc . Així els problemes d'estratigrafia murària no es poden planteja r de moment . Els cercle s Coneixem els cercles gràcies a les excavacions de M . Lluïsa Serr a a Alcaidús, encara que malhauradament els resultats mai no s'hagin publicat, tot i que els trets fonamentals d'aquest tipus d'edificació fossi n donats a conèixer per la mateixa M . Lluïsa Serra a un dels congresso s nacionals d'Arqueologia . En síntesi, el cercle és l'edificació típica d e l'habitatge prehistòric menorquí . Estructuralment és un cercle concèntri c que tanca un espai central a cel obert, com si fos un pati comunal o n s'obri una sitja o pou de recollida d'aigües . L'espai entre els cercles con cèntrics es troba segmentat per murs radials que delimiten les diferent s habitacions . Aquest esquema és teòric, puix en realitat les modificacion s sofertes al llarg del temps han trastocat l'esquema teòric . Tal vegada e l cercle Cartailhac és el lloc que s'ajusta més a l'esmentat esquema, complementat per unes columnes monolítiques, avui enrunades, que voltarie n el pati central . Les altres edificacions excavades o en vies d'excavació en s mostren molts de canvis estructurals, potser marcats per les modificacion s d'època romana . Això es veu amb claredat al cercle 2, on el cercle mant é l'estructura tan sols a l'exterior . L'interior ha quedat compartimenta t mitjançant murs rectes que mimetitzant l ' esquema de la domus quadrat a han transformat l'edifici, encara que el pati central amb el pou es mantingui molt reduït i en forma quadrada . La juxtaposició de cercles és un element cronològic prou important . Això ho veiem als cercles 2 i 3 . El 3 seria el més antic i des del pun t de vista constructiu el més perfecte . El 2 aprofità el mur exterior del 3 per estalviar construcció . Aquesta mateixa solució la veiem al conjun t sud, on el cercle 5 seria el més antic, el 6 aprofitaria part del 5 i el 7 s'afegiria després . La sala hipòstila Flaquer aprofitaria els murs dels cercles 6 i 7 per aixecar-se . El cercle 1, el més complex dels estudiats, manté l'estructura circular amb cambres radials, si bé presenta un apèndix, pui x es va adossar a una gran cova natural que completa el seu espai útil . Un element estrany el trobern al cercle 3, on veiem a l'interior de l mur un recinte adíntellat, com una mena de porta que cobreix una endinsada natural ; tal porta no condueix a cap lloc, és tan sols com un nínxo l obert al mur interior . ¿Ens trobem davant un cocó cobert per a la
TORRE IYEN GAUMÍ:S
4` )
recollida d'aigües? Els materials trobats així poden demostrar-ho : fragments petits de ceràmica, bolles de pedra esfèriques petites i de poc pe s i terra fina, ascolada, pròpia d'una sedimentació produïda per la correnti a de les aigües . En aquest cercle manca la meitat sud del recinte, per tan t no podem saber com era l'estructura del pati . Al centre del conjunt, u n petit recinte de pedres grosses, escairades, va donar-nos gran quantita t de cendres . Seria una foganya central ? Les coves arti f icials i naturals Les coves a Torre d'En Gaumés són de dos tipus : les naturals, cavitat s obertes al subsòl de sauló, roca sedimentària semblant al marès mallorquí, més o menys retocades, i les coves artificials excavades per l'hom e també al subsòl gràcies a 1'escasa duresa de la roca base del poblat . Les coves artificials plantegen un problema : el de la seva antiguita t i la seva funcionalitat, puix la cova artificial de tipus mediterrani és un element de clara funcionalitat funerària anterior al moment talaiòti c i d'acord amb els costums funeraris d'aquest poble que no enterra els seu s morts dintre dels àmbits urbans, ens resulta estranya la simbiosi enterrament-habitatge al mateix lloc . Hom pot pensar que les coves artificials identificades fins ara (cov a Cartailhac i cova 1 en relació amb el sistema de recollida d'aigües) sigui n construccions anteriors a l'habitatge talaiòtic, reutilitzades amb una funcionalitat diferent al moment de l'establiment de l'habitatge talaiòtic . L a cova 1 s'adapta plenament al tipus de cova artificial funerària mediterrània, és a dir corredor-pou en rampa que duu a una cambra de plant a triangular amb nínxols laterals i a l'absis . Un petit nínxol obert al corredor mateix introdueix un nou element dins aquest tipus de cova . En el cas de la cova 1, excavada totalment, veiem com la seva funcionalitat funerària va ésser substituïda per una altra funció : la de dipòsi t d'aigua, integrant-se dins el complex de recollida i depuració d 'aigües . Modernament la cova fou emprada com a sestador, per guardar el bestiar , i amb tal motiu fou buidada totalment, retocats els nínxols, que es convertiren en menjadores, i retallat el pis rocós per donar més alçària a l conjunt . A causa d'això el resultat de l'excavació va ésser negatiu . La cova Cartailhac, de planta circular i entrada de pou, no ha esta t explorada encara . Les coves naturals investigades fins ara són tres . La cova en connexi ó amb el cercle 1, estèril, puix va ésser emprada com a sestador, i le s coves 2 i 3, cavitats naturals retocades per l'home, que ha obert nínxols , les ha tancat amb parets de pedres i les ha utilitzat llargament . Així a l a cova 2 trobàrem una sèrie de tombes antromorfes obertes a la roca, i a la cova 3, a unes cavitats circulars a un moment tardà, possiblement islàrnic, s'hi installaren unes moles d'un molí de sang, és a dir molí acciona t per la força d'una bístia .
SO
G.
RoSSELLb-BOR I)O Y
Ambdues coves ens mostren la llarga pervivència de l'hàbitat a Torr e d'En Gaumés, que si bé no suposa una ocupació completa del poblat, en s indica que l'home seguí ocupant esporàdicament i parcialment aques t important habitatge almenys fins a l'època de la conquesta catalana d e l'any 1287 . La descoberta al sector sud del poblat del sistema de recollida i depuració d'aigües va suposar una de les troballes més copsadores a Torr e d'En Gaumés . El sistema està format per un grup de sitjots o cisterne s de forma de pera, excavades a la roca i enllaçades unes a les altres mitjançant unes cavitats còniques no gaire fondes, reblides de macs torrenters que, a causa de l'alt contingut en calç de les aigües, els trobàre m com a cimentats per les sals . Unes canals uneixen els diferents pous d e decantació amb els sitjots . La cova artificial 1 que es troba al nord del conjunt fou emprada com a aljub i dins el pou d'entrada es va excava r un petit pou de decantació . El sistema suposa una gran sofisticació i en general segueix, de maner a rudimentària, els sistemes actuals de decantació . Per la seva situaci ó a la part més baixa del poblat, el sistema estava en condicions de recolli r totes les correnties del conjunt, independentment dels sistemes particular s de recollida als diferents cercles, que mantenen en el centre del pati el se u sitjot propi . La investigació desenrotllada a Torre d'En Gaumés suposa deu any s d ' atenció . Les nostres investigacions permeten estructurar un ampli panorama entorn a l'evolució arquitectònica del poblat i en especial a l a seva cronologia, encara que els nivells de fundació restin, ara per ara , ignots . Pensem que Torre d'En Gaumés abans de l'establiment del gran con junt talaiòtic ja va ésser ocupat per l'home . La sepultura megalítica de Roques Llises, a uns centenars de metres lluny del poblat, les coves artificials d'enterrament i les restes ceràmiques de la plaça entre els talaiot s ens indiquen la possibilitat d 'una ocupació en època pretalaiòtica . CRONOLOGI A
Les dades cronològiques venen donades pels jaciments de la taul a i els diferents cercles excavats . La taula, publicada recentment, a causa de les intervencions de Flaquer el 1942, té un escàs valor probatori, pui x tan sols poguérem estudiar el que Flaquer no havia excavat . . . entre altre s coses la troballa de 1'Imhotep i els materials complementaris on no e s trobava cap tipus de ceràmica clàssica ni tan sols púnica . De tota manera, les meves afirmacions, ja dic, recentment publicades, necessite n una matisació, puix gràcies a la informació obtinguda a altres indret s creiem que el procés cronològic queda prou clar, i en el cas del recint e de taula, en no poder conèixer el contingut dels nivells d'abandonament , excavats per Flaquer, tota la informació que tenim és insuficient .
TORRE D'EN GAUMÉS
51
La constitució de Torre d'En Gaumés com a habitatge talaiòtic és u n mïsteri, encara que no faltin ceràmiques talaiòtiques del tipus pitoid e o gerres d'emmagatzament que podrien ésser d'un talaiòtic inicial . La dada més clara la tenim envers el primer moment d'abandonament, assenyalat per un incendi comprovat al cercle 1, moment marcat per l'abundant ceràmica púnica en connexió amb les talaiòtiques finals , entre elles els vasets de doble fons o de fons alt . Un detall curiós el tenim amb la troballa de les nanses d'àmfora púnica emprades com a pece s de teler . Aquest abandonament el podríem connectar amb l'expedició de Mag ó que a finals del segle III va realitzar a Menorca a la recerca de mercenaris per les avantguardes cartagineses . Abandonament que possiblemen t no afectà tot el poblat, puix en altres indrets les troballes de ceràmic a campaniana podrien demostrar la persistència de l'hàbitat als segles ► > ia .C . La reocupació romana al cercle 2 es pot considerar d'època imperial (segle i d .C .) amb una certa pervivència . En canvi, al cercle 3 aquest a reutilització de l'habitatge no està documentada . Els enterraments antropomòrfics de la cova natural, encara que estèrils, podrien documentar l'hàbitat a època tardo-romana, mentre que e l molí de sang de la cova de veïnat amb ceràmiques pintades perllong a l'ocupació fins al moment islàmic de Menorca .
EL
FUTUR DE TORRE D 'EN
GAUMÉ S
En publicar la taula i els resultats de les primeres investigacions pro posava continuar la recerca fins a cobrir almenys un 10 % de la superfíci e total del conjunt, això suposaria uns 6 .000 metres quadrats que ens permetrien conèixer bé la problemàtica dels cercles . Restaria l'anàlisi del s talaiots, tema que almenys caldria intentar fer pel que fa al talaiot 3, e l més petit, que és el que menys dificultats tècniques presenta . L'estud i de les cambres hipòstiles creiem que es podrà dur a terme dins aques t projecte a curt termini, pensant que la gran cambra variada de Sa Comerma de Sa Garita suposa una important reserva, complementària a l a informació que ens pugui donar l'estudi de les dues cambres fins ara identificades . Després d ' aquesta fase seria convenient emprendre una fase de restauració i posada a punt dels monuments, fins i tot no estaria de mé s la reconstrucció hipotètica d'algunes estructures a fi de fer més adient l a visita al conjunt monumental . Una vegada aconseguit això potser convindria fer una llarga paus a a les investigacions, en espera de nous mètodes i sistemes d'investigaci ó que puguin donar més llums al que va ésser Torre d'En Gaumés al llar g de la seva dilatada història .
Resultat de les excavacion s arqueològiques portades a term e a Castellruf (Martorelles, Vallès Oriental ) PEPA GASULL, ROSA M . BLANCH, ALÍCIA GONZÁLEZ , CLARA LORENCIO, FLORENCIO MAYORAL, JOANA XANDRI , ERRIKARTA YL L
INTRODUCCI Ó
Les excavacions dutes a terme en el poblat ibèric de Castellruf formen part del Programa de Recuperació de Jaciments Arqueològics, organitzat pel Departament de Treball en collaboració amb el Servei d ' Arqueologia, ambdós de la Generalitat . Els treballs de camp han tingunt una durada aproximada de 7 meso s (abril-octubre del 1984) i han estat duts a terme per un equip integra t per 7 arqueòlegs, 1 topògraf, 1 dibuixant i 54 obrers . Abans d'iniciar les excavacions només sabíem d'aquest assentamen t que es tractava d'un poblat ibèric situat en un turó,' rodejat possiblemen t per una muralla . Un cop netejat l'àmbit del poblat de l'espessa garriga que el cobri a es varen poder identificar amb claredat algunes estructures : una murall a que de manera intermitent rodejava la plataforma superior del turó (muralla 1) ; una segona muralla, present únicament en el vessant Est (muralla 2), que corria parallela a 13 m per sota de la muralla 1 ; i restes de construccions situades tant a la plataforma superior, és a dir, dins d e l'espai delimitat per la muralla 1, com en l'espai comprès entre les due s rnuralles esmentades . Alguns dels recintes que conformaven els murs havien estat excavat s amb anterioritat per diversos afeccionats . Per gentilesa del Sr . Cueto, veí de Martorelles de Dalt, vàrem tenir accés a part del material provinen t 1 . MAYA, J . L . : Nuevos vasos polípodos pirenaicos en Cataluña . Trabajos de Prehistoria, núm . 40, pàgs . 59-84, 1983 . MAYA, J . L . : Notes d'arqueologia badalonina . El Eco de Badalona, 13 agost 1930 . SERRA RÀFOLS, J . de C . : Forma Conventu s Tarraconensis, I .E.C., fasc . I, pàgs . 42-43, 1928 . SERRA RÀFOLS, J . de C . : Lloc s d'habitació ibèrics de la costa de Llevant . AIEC, vol . VIII, pàg . 50, 1927-31 . SERRA RÀFOLS, J . de C . : El poblamiento del Maresme o costa de Levante en la époc a anterromana . An:purias, VI, pàg . 92, 1942 .
54
GASULL, BLANCH, GONZÁLEZ, LORENCIO . MAYORAL . XANDRI, YLL
d'algunes habitacions situades en el vessant Est del turó . Les ceràmique s allí aparegudes ens indicaven un període d'ocupació relativament curt , similar al que posteriorment constataríem en les habitacions situades e n la plataforma superior i que podia emmarcar-se entre els segles Iv i i a .C .
CASTELLRUF DINS EL POBLAMENT IBÈRIC DE LA CORDILLERA LITORA L
El poblat ibèric de Castellruf es troba situat en el cim i en una ampl a terrassa del vessant Est del turó del mateix nom . Es troba dins el term e municipal de Sta . Maria de Martorelles (Vallès Oriental) . Les seves coordenades geogràfiques són les següents : longitud : 2° 16 ' 05 " Est (meridi à de Greenwich) ; latitud : 41 ° 30' 54 " Nord ; altitud : 459 m .s .n .m . El turó de Castellruf s'integra en la unitat geològica de la Serralad a Litoral, també denominada en aquesta zona Serra de Llevant de Barcelona . Es destaca davant d'ella, essent fàcilment visible des de la de pressió del Vallès, i la seva situació es presenta majoritàriament continental, degut a la major altitud dels turons de Matas (477 m), El Pi d'e n Casals (465 m) i Figuerals (471 m), que en la seva part Est constitueixe n la frontera divisòria entre els vessants marítim i continental de la ser ralada . Dins el poblament ibèric de l'àrea de la Serralada Litoral, el patró d'assentament de Castellruf correspon a una zona muntanyenca, fora de le s valls, emmarcat en un terreny orogràfic accidentat, l'abastiment d'aigu a del qual s'efectua a través de les fonts o de les capçaleres dels curso s d'aigua, i amb un camp visual rnolt ampli que permet la comunicaci ó òptica directa amb els altres poblats amb el mateix patró d'assentament . L'existència d'altres poblats, amb un patró diferent però complementari , situats en les valls i de camp visual reduït i sempre amb un nucli muntanyenc, reflecteix una ocupació racional del territori . La intervisibilitat, directa o indirecta, entre tots els poblats perme t el control del territori on es troben, distingint-se els poblats de contact e visual directe d'aquells que precisen de visualitzacions indirectes a través dels primers . Aquesta diferenciació és funcional i jeràrquica, en relació amb la situació ocupada en el territori . Funcionalment, els poblat s amb contactes visuals indirectes corresponen a nuclis dedicats exclusiva ment a l'explotació econòmica del territori, mentre que aquells de con tactes visuals directes constitueixen nuclis de control del territori, qu e també exploten els recursos econòmics de la seva àrea circumdant . Jeràrquicament, aquests darrers depenen d'aquells, ja que els nuclis d e contacte visual indirecte no tenen necessitat de controlar el territori , ocupen les zones amb més rendiment econòmic i se situen al costat de le s vies de comunicació més fàcils . Tanmateix, manquen dades sobre l'extensió dels diferents assentaments per a contrastar aquesta direcció en l a jerarquització, segons la regla volum-rang .
56
GASULL, BLANCH . GONZÁLEZ, LORENCIO, MAYORAL, XANDRI, YL L
El poblament està articulat longitudinalment, seguint els cursos d'ai gua més importants i les seves valls, ramificant-se pels cursos secundari s i les valls més petites . Les valls apareixen com els segments territorial s bàsics en què es pot dividir un conjunt territorial més extens, com indiquen les visualitzacions, en el sentit que qualsevol assentament pot conèixer l'existència dels altres . Se suggereix una jerarquització lineal e n raó inversa a la situació al llarg de les valls (per la relació entre el s recursos potencials i la població) i la facilitat de comunicació entre el s assentaments (per la relació entre la intensitat dels intercanvis i el volum) , i perpendicular a mida que s ' ocupen posicions excèntriques dins del territori (per la relació entre el centre i la perifèria) . En base a això, Castellruf representa un nucli subordinat a Turó de Can Gallem, el seu veí mé s proper, en el curs mig de la riera de la Font, dins d'una situació perifèrica respecte al centre de l'àrea .
PLANTEJAMENT 1 DINÀMICA DE L ' EXCAVACI Ó
L ' assentament de Castellruf ocupa una extensió aproximada de 0,6 H a i queda inclòs en gran part dins d'un espai delimitat per muralles . Coneguda l'existència i cronologia aproximada d'algunes de les habitacions situades en el vessant Est, en l'espai comprès entre les due s muralles abans esmentades, els treballs de camp es van centrar en l a plataforma superior del turó a fi d'esbrinar si les cases ubicades din s del primer recinte serien anteriors, posteriors o sincròniques a les existent s en el vessant Est . En primer lloc es varen realitzar dos talls estratigràfics en dos punt s oposats del poblat per tal de tenir un registre exacte del marc cronològi c dels habitants de la plataforma superior : el tall I (de 5 x 5 m) va ser ubicat en l'extrem sud, i el tall 11 (de 4 X 4 m) en el sector est, tocan t ambdós al parament intern de la muralla 1 . Un cop coneguda la seva seqüència cultural es va procedir a realitza r les excavacions en extensió . En total s'han excavat 240 m 2 : 56 m2 cor responen al sector Est del poblat, espai situat tocant al parament inter n de la muralla est (tall II i zona B) ; 25 m 2 en l'extrem sud del poblat , tocant a la muralla (tall 1 o habitació 0) ; i 159 m ` al llarg del paramen t intern de la muralla oest (zones A i C) . Un cop tret el nivell superficial i part del nivell de sedimentació natural i enderroc (el gruix d'aquest nivell varia segons els indrets), vare n aparèixer diferents construccions que delimitaven un total d'l 1 recinte s tancats o habitacions, dels que només s'han excavat totalment 9 ; u n d'ells s'ha excavat parcialment (habitació 6) i l'altre resta intacte (habitació 8) . Totes aquestes habitacions estan distribuïdes al llarg del tra m oest de la muralla i d'un tros del tram sud (zones A i C) . En la banda es t del poblat (zona B) van aparèixer, a més de dos trams de mur que con-
EXCAVACIONS A CASTELLRUF
57
figurarien una habitació i que no incloem com a tal degut a què nomé s es va treure a la llum una superfície de 2,8 m2 , dos nivells d'ocupaci ó que corresponien a un espai obert reacondicionat com a zona de freqüentació . A continuació presentem un petit resum de la dinàmica ocupaciona l de cada una de les habitacions excavades, és a dir, una lectura diacrònic a dels diferents nivells arqueològics apareguts en cada un dels recintes . No incloem l'habitació 1 per haver estat excavada per aficionats . Nosaltre s ens vàrem limitar a treure la terra deixada pels esmentats clandestin s que, evidentment, presentava una estratigrafia totalment alterada . Ometem la descripció de la ceràmica apareguda en cada un dels ni vells perquè en tots ells (de reompliment, pisos d'ocupació, sedimenta ció i enderroc) ha aparegut indistintament el mateix tipus de ceràmica , tant d ' importació (campaniana A, vernís negre de Roses, àmfora púnic a i àmfora greco-itàlica) com ibèrica . Únicament mitjançant un estud i exhaustiu de les seves pastes i característiques tipològiques es podra n detectar variacions que ens indicaran una evolució cronològica, estud i que de moment no s'ha pogut realitzar . Aquesta omissió la fem extensiva als ítems ossis i lítics per les mateixes raons . Les diferents habitacions les hem agrupat en funció de la seva estratigrafia : — Les habitacions 0 i 4 presenten un sol moment d'ocupació : — nivell de reompliment i anivellació , — pis d ' ocupació , — nivell d'enderroc i sedimentació natural . — L'habitació 5 .1 ofereix dos moments d'ocupació : — nivell de reompliment i anivellació , — pis d'ocupació , — sedimentació i acondicionament , — pis d ' ocupació , — nivell d ' enderroc i sedimentació natural . — L'habitació 9 també presenta dos moments d'ocupació, però am b una seqüència estratigràfica un xic diferent : pis d'ocupació (roca mare retallada) , nivell d'enderroc i reompliment , pis d'ocupació , nivell d'incendi , nivell d'enderroc i aportació natural i humana . — Les habitacions 2, 3 i 7 ofereixen una altra problemàtica ; co m recintes tancats presenten un sol moment d'ocupació, però en un momen t posterior, ja mig enderrocades les parets de les habitacions, es reacondicionen els espais ocupats per aquestes habitacions, donant lloc a recinte s possiblement oberts, és a dir, sense sostre . Així, les habitacions 2, 3 i al
58
GASULL, BLANCH . GONZÁLEZ, LORENCIO, MAYORAL, XANDRI . YL L
menys part de la 1 passen a integrar una mateixa dependència, ment a que l'habitació 7 segueix mantenint les mateixes estructures com a mur s que la delimiten encara que, corn ja hem dit, es tractaria d'un recint e obert . Per tant, l'estratigrafia d'aquestes tres habitacions mentre tene n la funció de recintes tancats és la següent : — nivell de reompliment i anivellació , — pis d'ocupació , — nivell d'enderroc i sedimentació , i corn a recintes oberts : — pis d'ocupació , — nivell de sedimentació natural i enderroc .
CARACTERÍSTIQUES CONSTRUCTIVES 1 FUNCIONALITAT DE LES HABITACION S
Tots els elements estructurals de Castellruf estan fets de pedra . Le s estructures muràries estan construïdes a base de superposició de pedres , sense desbastar, en sec, observant-se en alguns casos una tendència a l a superposició en filades . Totes s'assenten sobre la roca mare, adaptant-se a les seves irregularitats . En el cas de la muralla, normalment es constat a la presència de fossa de cementació ; en canvi, els murs poden, indistintament, tenir-la o no . Els trams de muralla excavats (en total 44,4 m) consten de dos paraments de pedres grans i algunes mitjanes . 2 En l'espai intermig apareixen pedres petites i també les trobem a manera de falca . La seva amplad a té una mitja de 1,15 m, essent la seva oscillació mínima . Els murs estan construïts majoritàriament també a base de dos para ments de pedres mitjanes, encara que degut a la seva menor amplada n o presentin un reompliment de pedres petites entremig d'ambdós paraments . A més dels murs que conformen la muralla o les cases, estan present s a Castellruf una sèrie d'estructures auxiliars . Diem auxiliars o complementàries perquè per si soles són de difícil adscripció, ja que la sev a funcionalitat, i per tant la seva presència, es veu quasi sempre condicionada per l'existència de murs . Així podem parlar de les plataformes, é s a dir, la roca mare reacondicionada que pot fer la funció de pis o, en e l cas d'estar situada a un nivell més elevat, de banqueta . Les portes (8 en total), és a dir, l'espai buit emmarcat per dos murs a on aquestes estarie n installales . Estan totes, excepte la corresponent a l'habitació 9, flanquejades per dos brancals (disposició acurada de les pedres dels extrems del s murs que les delimiten), i només dos d'elles (entre les habitacions 5 .1-5 . 2 2 . Consideren] pedres grans les que tenen una longitud superior a 40 cm ; mitjanes les que la seva longitud máxima osciNa entr e 25 i 40 cm, i petites les qu e no sobrepassen els 25 cm de llargada .
EXCAVACIONS A CASTELLRUF
59
i 5 .2-6) presenten una renglera de pedres a manera de llindar . No s'observa cap constant pel que fa referència a la seva amplada ni a la sev a orientació . Els empedrats són tots molt rudimentaris, fets indistintamen t amb pedres de mides diverses, tres d'ells corresponen a espais oberts (al llarg del parament intern de la muralla 1 i en l'espai ocupat anteriormen t per les habitacions 3 i 2) i un forma part del pis de l'habitació 7, qu e eslava situat al llarg del mur oest (muralla) . Les obertures són com petites «finestretes», és a dir, espais buits qu e atravessen tot el gruix de la muralla i tenen forma de triangle isòsceles . En total n'han aparegut cinc, distribuïdes al llarg de la muralla oest . En cara que desconeixem la seva funcionalitat, pensem que podria tractar-s e d'una mena de sortides d'aigües, ja que la base d'aquestes obertures est à sempre per sota deis pisos de les habitacions corresponents i aquest a zona del poblat va presentar un grau molt elevat d'humitat . Els fogars estan escassament representats . Només n'han aparegut tres , dos d'ells associats a pisos d'habitació i un a un pis de freqüentació, é s a dir, ubicat en un espai obert i relacionat amb uns forats de pal, reste s d'una possible estructura (cabana?) . Tots ells estan assentats sobre l a roca mare aprofitant una concavitat, són de forma més o menys circular i estan rodejats un per pedres (habitació 0), un altre per pedres i tovot s (zona B) i el tercer no presenta cap tipus de protecció (habitació 5 .1) . L'únic factor comú és l'absència de preparació prèvia del seu interior ; no s'ha constatat la presència de cap capa refractària, sigui de pedres , ceràmica, etc . L'interior dels fogars només estava compost per terr a més o menys cremada barrejada amb cendres i algun fragment de ceràmica o pedra solta . Les cases a Castellruf eren totes de pedra . L'alçada conservada de le s estructures muràries i la quantitat de pedres d'enderroc trobades a l'entor n deis murs ens ho evidencien . Una dada addicional és l ' absència de tovots o altres tipus d'argila preparada (per exemple, tàpia), possibles substitutius de les pedres a l'hora de construir parets . Els sostres, en base al s troncs carbonitzats trobats a l'habitació 9, deurien estar fets amb bigue s de fusta i branques . La quantitat de terra molt alterada pel foc apareguda també en l ' habitació 9 ens fa suggerir la possibilitat que, juntamen t amb les bigues de fusta i branques, hi posessin també un gruix de terr a com a capa impermeabilitzant . Les parets internes de les cases serie n a pedra vista, ja que no s'han trobat restes de cap tipus de revestiment . Els pisos de les habitacions tren simplement de terra piconada, sense ca p tipus de preparació prèvia . En alguns casos, part del pis estava forma t per la mateixa roca mare aplanada, i en una ocasió s'ha constatat l a presència d'un petit empedrat (habitació 7) . Les cases poden estar constituïdes per una o més dependències . En funció de les portes que comuniquen unes habitacions amb altres, pode m dir que existeixen cases d'una sola habitació (habitacions 0, 7 i 9), case s amb dues dependències (habitacions 2 i 3) i cases amb un mínim de tres
611
GASULL, BLANCH, GONZÁLEZ . LORENCIO . MAYORAL . XANDRI . YL L
recintes individualitzats (habitacions 5 .1-5 .2-6) . Totes les habitacions só n rectangulars excepte la 7, que presenta una planta quasi quadrada . Referent a la funcionalitat de les habitacions, el fet d'haver-les troba t buides (o pràcticament buides) de qualsevol tipus de material ens f a difícil determinar la seva adscripció . No podem avançar quin tipus d'activitat es desenvoluparia en aquestes estances (excepte en l'habitació 9 , de la que parlarem seguidament) sense fer prèviament anàlisi de les terre s extretes en els diferents nivells d'ocupació . El que sí podem avançar é s que, excepte l'habitació 0 i un moment d ' ocupació de l'habitació 5 .1 , les habitacions no eren vivendes . Considerem com element definitori d'un a vivenda la llar, i aquestes no han aparegut sinó en les habitacions aban s esmentades . Un altre element definidor d'una vivenda —que presumiblement s'ha de relacionar amb les llars— són les restes alimentàries, concretament els ossos, i aquestes habitacions presenten un percentatge d'ossos d'animals que no arriba a 1 ' 1 per cent del total del material troba t (0,65 %) . L'habitació 9, en sofrir un incendi que va representar la fi de la sev a utilització, ens va permetre trobar tot el seu material in situ . La presència de restes d'un forn fet de tàpia (el seu estat de conservació no en s permet reconstruir la seva forma inicial) rodejat de nombroses escòrie s de ferro i diverses eines, també de ferro (en procés de restauració), em prades en els treballs dels ferrers, ens fa afirmar que es tractaria d'un a estança on es treballaria el ferro un cop ja beneficiat en algun altre indre t (presumiblement fora del poblat, a prop de les mines d'extracció) . Respecte a l'espai obert reacondicionat com a zona de freqüentaci ó situat en el sector est del poblat (zona B), és de ressaltar la presènci a d'un pis constituït per un empedrat (ubicat al llarg de la muralla) d e factura poc acurada, fet de pedres mitjanes i petites, terra piconada (detectada de manera intermitent) i per la roca mare aplanada que aflorava j a per quasi tota la banda nord de la zona . CRONOLOGIA 1 DINÀMICA POBLACIONA L
Fins ara hem parlat del poblat de Castellruf des del moment en qu è pren entitat com a tal, és a dir, quan es porten a terme una sèrie d'activitats constructives que el defineixen, fruit possiblement d'un augmen t demogràfic o de l'arribada de noves gents . Ens referim al moment e n què es prenen algunes mesures que comporten la construcció de la muralla —delimitació espacial de l'assentament— i l'edificació d'una sèri e de cases . Podríem dir que es planifica urbanísticament el poblat o a l menys una nova fase del poblat . Totes les habitacions són d'aquest moment i, excepte a l'habitació 5 . 1 on s'han detectat 2 pisos d'ocupació, la resta presenten un sol momen t d'ocupació . Posteriorment, quan les habitacions estan ja abandonade s i mig enderrocades, s'habiliten certs indrets del poblat, acondicionant-los
EXCAVACIONS A CASTELLRUF
(. I
com a recintes oberts, i diem oberts —sense sostre— perquè l'escàs en derroc trobat per sobre d'aquests segons pisos d'ocupació ens fa inferi r que els murs que delimitaven aquests recintes tindrien poca alçada . Aquest és el cas de l'espai denominat zona A (habitacions 2, 3 i part d e la 1) . Allí trobem un empedrat que ocupa la meitat occidental del qu e havia estat l'habitació 3, associat a un pis de terra piconada que ocupav a la meitat oriental de l'esmentada habitació, i associat també a un pis d e roca i terra piconada situat en l 'espai ocupat anteriorment per l'habitació 2 i part de la 1 . Aquest recinte estava delimitat per 3 murs (bandes nord, est i oest), i en la banda sud no existia ja cap tipus de mur . Un cas semblant es dóna en l'habitació 7, on per sobre d'un nivell d'en derroc (dels murs de l'habitació 7) s'acondiciona un nou pis d'ocupaci ó format en part per un empedrat i en part per terra piconada . En aques t moment els murs que delimitarien aquest recinte (els mateixos murs d e l'habitació 7) tindrien una alçada aproximada d'l metre . Però la presència de ceràmica àtica i precampaniana en els nivell s de reompliment i l'existència en dos indrets del poblat, per sota de l nivell d'ocupació dels habitants de les cases abans descrites, de restes d e construccions més antigues, ens evidencien dos moments d'ocupació anteriors a la fase, podríem dir, d'apogeu de Castellruf . I diem dos moment s perquè el tipus de construccions trobades en els nivells més inferior s (forats de pal associats a plataformes i pisos fets a base de reacondicionar , retallant i aplanant, la roca mare), trobats a la zona B i en l'espai qu e després es convertirà en habitació 5 .1, ens fan pensar en cases de tipu s cabanes que en principi serien reflex d'una societat molt poc evolucionada i, per tant, que no estaria en condicions de realitzar intercanvis comercials que donessin com a resultat l'adquisició de ceràmica àtica . Aques t tipus de ceràmica sempre ha estat un article de luxe i la seva presència , creiem, implica un grau considerable de desenvolupament i, per tant , l 'existència d'un excedent que no correspon al tipus de societat usuàri a d'aquest tipus de construccions . La cronologia d'aquest assentament en base als únics fòssils directors trobats en el transcurs de l'excavació es pot establir entre mitjan segle Iv a .C . (ceràmica àtica) i principis del segle I a .C . (campaniana A i absència de campaniana B), encara que el moment d'esplendor del pobla t correspon a un període de temps bastant curt que no pot sobrepassa r la durada de la campaniana A, ja que aquesta s'ha trobat indistintamen t en els nivells de reompliment (incloses les fosses de muralla), sobre el s pisos d'ocupació de les habitacions i en els nivells d'enderroc de les mateixes . Però, en base a les dades que ens proporcionen la ceràmica i les diferents fases constructives, podem dir que la dinàmica poblacional d'aquest assentament presenta les fases següents : — Un primer moment d'ocupació que correspondria a la roca mar e retallada i als forats de pal de la zona B, i a la petita estructura i forat
62
GASULL, BLANCH . GONZÁLEZ, LORENCIO, MAYORAL, XANDRI, \L I
de pal de l'habitació 5 .1 . Aquest moment no el tenim datat per la ceràmica (sobre el pis d'ocupació d'aquest moment va aparèixer el matei x tipus de ceràmica que en els nivells superiors : campaniana A, àmfor a púnica i greco-itàlica, etc .) . Ara hé, pel tipus d'estructura que sostindrie n els forats de pal ens fa pensar en un moment molt incipient de la cultur a ibèrica . — Un segon moment correspondria als habitants que varen utilitza r la ceràmica àtica trobada en els nivells de reompliment i fosses de muralla, encara que, ara per ara, no s'han trobat les estructures que conformarien les seves dependències . — Un tercer moment correspon a la construcció de la mu r alla amb la/les portes d'entrada . Aquest moment està datat per la presència de campaniana A en les fosses de cimentació . — Un quart moment (potser consecutiu a la construcció de la muralla) correspondria a la construcció de les habitacions i a la seva ocupació . — En un moment posterior aquestes cases deixen de funcionar com a tals i sofreixen un procés de destrucció, ja que hem trobat nivells d'en derroc per totes les habitacions . — Un últim moment en què en certs indrets (concretament en le s àrees ocupades per les habitacions 2, 3 i 7) s'habiliten nous espais, i e s construeixen els empedrats abans esmentats . L'escàs enderroc trobat pe r sobre d ' aquests ens fa pensar que en aquest moment els murs que els delimitaven tindrien poca alçada ; es tractaria, segurament, de recintes oberts , sense sostre . Ens trobem, per tant, amb un assentament que si bé ja existia aban s de mitjan segle iv a .C ., experimenta en un moment no anterior a mitja n segle III a .C . una reestructuració . En aquest moment sabem que es construeix la muralla, al menys la que circumda la plataforma superior, i també una sèrie de dependències adossades a l'esmentada muralla . Tamb é sabem que en una data no més tardana de mitjan segle t a .C . aques t poblat és abandonat . Ara per ara no es pot concretar més, però esperem que en un futur , mitjançant un estudi minuciós dels materials i la realització d'anàlisi s antracològiques, sedimentològiques i políniques, i també a través de l a realització de noves excavacions, es podran resoldre molts dels interrogants que presenta aquest poblat .
Resultats de les excavacion s arqueològiques portades a terme dins de l Pla de ('Atur a Sant Boi (Baix Llobregat) M . JOSÉ ALBAREDA, MANEL ALONSO, ANNA BIOSCA , NORIA MOLIST, FERRAN PUIG, JOSEP M . PUIG , ROSA MELIAN, ANNA SAORI N
El Programa de Recuperació de Jaciments Arqueològics del Pla d e Solidaritat amb l'Atur es desenvolupà dels mesos de febrer al novembr e de 1984 . L'acció principal del Pla al Baix Llobregat es portà a la vila d e Sant Boi de Llobregat, perquè les necessitats urbanístiques municipal s forçaren urgentment la investigació arqueològica d ' aquesta zona . D'altres actuacions van ser realitzades també a Sant Vicenç dels Hort s i a Gavà . Les excavacions a Sant Vicenç dels Horts consistiren en una prospecció i posterior investigació de l'estructura d'un dipòsit d'època roma na . Aquest dipòsit ja havia estat escapçat a l ' època quan es va construi r la línia dels ferrocarrils de la Generalitat i, darrerament, havia sofert un a altra mutilació a causa de les obres d'eixamplament de la via . Considerades les restes ceràmiques trobades podria atribuir-se-li una cronologi a entre el segle i i la segona meitat del n d .C . Les diverses actuacions a Gavà i al seu terme es poden diferenciat• en dos blocs : la neteja, delimitació i topografia de la zona on s'ubique n diverses estructures de la villa romana de Can Valls del Racó, per un a banda, i l 'excavació, per altra, de diversos punts la identitat arqueològic a dels quals era ja coneguda . Les restes del que fou la masia de Can Valls del Racó —habitada fin s les darreries del vuit-cents— consisteixen en unes migrades parts d'un s murs de pedra sorrenca de la zona . A més d'aquestes restes se n'observe n d'altres encara en alguns indrets propers del voltant que donen testimon i de la filiació romana de tot el conjunt arquitectònic . L'acció que s'hi v a desenvolupar fou, com ja s'ha apuntat, la neteja de bardisses i deixalle s que s'hi han anat acumulant d'ençà que els camps que l'envolten va n deixar de ser conreats . Aquesta tasca fou orientada només a deixar e l jaciment en condicions de fer-hi una campanya d'excavació per ser realitzada a curt o a llarg termini .
64
ALBAREI)A, ALONSO . BIOSCA . MOLIST . PUIG . PUIG . MFLIAN . SAORI N
L'altre bloc d'actuacions consistí en : a) L ' excavació d ' una sitja al costat del Cementiri Municipal (Avgda . de loan Carles 1), que donà materials romans —opus signinum, ceràmiques comunes, àmfora— junt amb fragments de ceràmica ibèrica, ferros , restes de fauna i, superficialment, materials moderns . Aquesta actuació fou realitzada per Maria Sardà . b) L'excavació d'una sitja o bossa que contenia materials ibèrics ha via estat detectada, de ja feia anys, al costat del collegi loan Salamero . L'excavació consistí a buidar-la ja que, a causa d'estar seccionada d e quan el carrer fou obert i urbanitzat, l'erosió de la terra que conteni a la sitja anava posant al descobert i malmetent els materials arqueològic s que hi havia . c) Un altre punt investigat fou a la serra de Les Ferreres . Es tractava d'un clot artificial que contenia materials neolítics . Era una cubet a de forma més o menys circular que havia estat tallada per una excavadora, quan es va fer la urbanització de la zona . Els materials trobat s consistiren en una trentena de fragments de ceràmica que podrien cor respondre a un conjunt d'uns sis atuells, a part d'elements lítics : percussors, mans de molí, ocres i també restes de tovots, de petxines . Es f a difícil d'establir la funció d'aquest clot o cavitat, ja que el rebaix que v a sofrir l'entorn podia haver destruït, si de cas ho era, l'accés a una min a de la qual no se n'ha trobat cap rastre . d) Al carrer de Roger de Flor, a la barriada de Can Tintorer, es v a portar a terme un sondeig de prospecció quan, durant les obres de clavegueram d'aquest carrer, es va observar una coloració de la terra de l subsòl que feia creure en la possibilitat de trobar l'entrada d'una min a de les ja conegudes del jaciment de Can Tintorer . La prospecció va se r infructuosa, ja que va posar de manifest que es tractava d'un clot que n o contenia altres elements que uns esporàdics fragments de ceràmica actual . A Sant Boi de Llobregat es van realitzar diverses actuacions orienta des a la recerca de dades relacionades amb la presència del món rom à en l'àmbit de la vila . La investigació es va portar a terme dins del nucl i antic, principalment, i, fora d'aquest nucli, a zones on s ' havien troba t indicis que podien també justificar-la . Fora del nucli antic es van portar a cap les excavacions a : a) La Muntanyeta . Amb aquest nom es coneix un petit turó d ' un s 70 metres, actualment dins del nucli urbà de la vila . L'excavació es v a plantejar de fer-la mitjançant una sèrie de sondeigs que consistiren e n l'obertura de quatre cates d'un metre d'amplada per longituds diferent s en cadascuna d'elles . Els materials apareguts situen aquest jaciment co m a ibero-romà en els segles 11-1 a .C . Destaquem, d'entre les troballes, un s fragments i un peu de ceràmica campaniana B, aquest amb una inscripci ó de dos signes ibèrics . 1 . a més, una gerreta de bronze amb la vora de perfil en S, que tenia una nansa decorada, a la part baixa, amb un a representació d ' un cap femení ami.) els cabells rinxolats i, voltant-lo, dos
EXCAVACIONS A SANT BOi
65
dofins, amb els caps cap amunt . Aquesta gerra fou trobada a l'interio r d'una sitja escapçada . Arran de la sitja aparegueren les restes d'una estructura d'un dipòsit —un angle només— arrebossat d'opus signinum . Aquest conjunt, datable al moment romà republicà, sembla indica r l'existència d'un hàbitat o d'un assentament la funció del qual no h a pogut ser determinada . La imprecisió de la informació ha vingut determinada per les alteracions que el turó ha sofert al llarg dels segles : conreus, pràctiques militars, etc ., han esborrat pràcticament els vestigis d e possibles estructures . b) Carrer de la Viuda Vives . Aquest punt es va excavar atenent l a notícia que es tenia que en aquesta zona s 'havien trobat unes sitges sens e cronologia i, també, el que semblava un fons de cabana . A part d'això es tenia coneixement que havia estat trobada una sitja que contenia materials romans, quan una excavadora va fer uns rebaixos, i que fou investigada pel Grup de Recerques Arqueològiques de Sant Boi l'any 1981 . Malgrat tot el cúmul d'informació de què es disposava, els resultats d e l'excavació foren totalment negatius . Cap resta arqueològica no fou j a trobada, probablement per haver ja estat arrasat el camp quan tingué llo c l'acció de les excavadores . Dins del nucli antic de la vila es van emprendre accions a : a) Baixada de Rossinyol . És un estret i curt passatge format per le s parets laterals de dos edificis i, per tant, sense trànsit . És un indret que , per les condicions en què es troba, s'ha convertit en un abocador de deixalles i de runes . La intenció era de trobar les restes de l'antiga ermita de Sant Pere que, segons la informació documental, devia estar ubicada en algun racó d'aquella zona . Es van obrir, doncs, tres cates de prospecció, dues de le s quals no van aportar cap resultat significatiu . La tercera, en canvi, a l a part més baixa del Carreró i arran de la cantonada amb el carrer de Mallorca, va aparèixer un mur, orientat de N a S, format per pedres de llicorelia agafades amb morter de calç . Aquest element corresponia al fona ment i part de la paret exterior de l'antiga masia de Can Basons, avu i desapareguda . Els únics materials trobats corresponen a ceràmiques vidriades modernes . b) Carrer Baix de Sant Pere . És un estret carreró que uneix perpendicularment el carrer de l'Hospital i el carrer del Pont . La motivaci ó d'excavar en aquest indret era condicionada per la proximitat que té am b les Termes Romanes, que es troben a uns 30 metres de distància . Hi h a el fet, a més, que a pocs metres, a la propietat de Ca 1'Endins, hi fo u trobat un forn d'àmfores . Les condicions arqueològiques, tot i ser óptimes, no van fornir cap troballa després de fer dues cates —una a cad a extrem del carrer— que constatessin les suposicions que s'havien fe t a priori . c) Les Termes Romanes . L'edifici de les termes es troba situat a l'angle format pel carrer de l'Hospital i l'avinguda de Maria Girona .
ALBAREDA, ALONSO . BIOSCA, MOLIST, PUIG, PUIG . MELIAN . SAORI N
66
j
~J ~
,,-/
C .
PAU
1
-- - ~
CLARI S
1 2 3 4 5 6 7
8
LA MUNTANYET A C . DE LA
VIUDA VIVE S
BAIXADA DE RUSINYO L C . BAIX DE SANT PERE TERMES ROMANE S CAN MASSALLERE S C . DE L'HOSPITA L C . DE L A PAU
EXCAVACIONS A SANT BOI
67
Les accions que s'hi van fer consistiren en efectuar una neteja exhaustiv a de tot el recinte de les termes a part del desenrunament d'una casa enderrocada ; el solar on s'ubicava forma part del terreny de les termes . d) Can Massalleres . Aquesta zona es troba a ponent i arran del barri de Sant Pere ; en aquest indret es va portar a terme, per part del municipi, l'obertura dels carrers de Mallorca, de Montevideo i de Sant Joa n Bosco que, fins aleshores, eren solars no urbanitzats . El rebaix de terre s va posar al descobert una sèrie de sitges a part d'una cavitat o gran cubet a de forma aproximadament circular amb una superfície d'uns 50 m 2 . Le s sitges trobades —deu en total— i igualment la cavitat esmentada, conte nien materials ceràmics medievals acompanyats de gran quantitat de reste s òssies de fauna i de cendres . Cal destacar que a les sitges números 1 i 2 foren trobades les restes humanes completes de tres individus —dos a l a primera y un a la segona— . Els ossos estaven collocats d'una maner a que indicava que havien estat llençats a l 'interior sense cap mirament . Els esquelets de la primera sitja estaven capiculats i superposats amb un a orientació a ponent i a llevant . En la segona, l'individu inhumat estav a orientat cap a ponent . No anaven acompanyats d'aixovar, només uns escassos —tres— fragments de ceràmica grollera medieval va ser el qu e es va trobar, circumstància que obliga a no poder donar cap cronologi a segura . Una altra troballa important en la zona de Can Massalleres va ser e l descobriment d'un conjunt de tombes d'època medieval que van aparèixe r a conseqüència de les obres d'urbanització abans esmentades . Aquestes tombes eren ubicades en el sector delimitat pels carrers de Mallorca, d e la Baixada de Tarrés i del Molí Vell . L'excavació de la necròpolis va se r portada a terme mitjançant una acció d'urgència . Calia, doncs, intentar la delimitació del jaciment i conèixer quines eren les característiques generals i la seva importància . La necròpolis presentava, en la part qu e es va investigar, un total de trenta tombes, de les quals se'n van excava r vint-i-sis . Eren tombes de datació poc precisa, ja que no contenien aixovar, però que, tanmateix, podrien ser datades entre els segles ix a 1'xi . Les tombes, retallades en el tortorà, eren de planta ovalada i de fon s còncau . Eren cobertes per lloses de pissarra i contenien enterraments individuals —llevat de la tomba 10, on hi havia una doble inhumació— . L'orientació dels cossos era, majoritàriament, envers llevant . D 'aqueste s trenta tombes, dinou eren situades a la cantonada dels carrers de Mallorc a i de la Baixada de Tarrés, amb una extensió d'uns 80 metres quadrat s —zona que no es va poder arribar a excavar del tot degut a la limitaci ó de temps imposada, tot i que presentava una gran densitat d ' inhumacions . En alguns punts es van observar superposicions triples, com és el ca s de les tombes 3, 21 i 22 . En altres, es van veure tombes adossades le s unes amb les altres —el cas de la tomba 8, que era formada per tres inhumacions individuals i tapades amb una mateixa cobertura de pedres— . Quant als materials trobats, cal dir que només va aparèixer un petit
68
ALBAREDA, ALONSO . BIOSCA, MOLIST . PUIG, PUIG . MFLIAN . SAORI N
vas ceràmic de pasta oxidada feta a mà, de perfil en S, llavi arrodoni t i base plana, localitzat als peus de la tomba 2 . e) Carrer de l'Hospital . Prop de la cruïlla entre aquest carrer i e l del Mediterrani es va obrir una cata de 7 x 4 metres . En el curs del s treballs realitzats es van posar de manifest les restes arquitectòniques d e diferents períodes que abasten des de començaments del segle I d .C . fins a l'actualitat, amb dos intervals sense representació arqueològica . El primer, del segle Hl fins al xii, i el segon, del segle xvi fins el xvli . D'inicis del segle i d .C . és l'angle d'una estructura, format per do s murs encofrats de factura molt acurada i d'una gran alçada (3 metres) , que s'assenten directament sobre la roca mare . L'interior de l'estructura contenia una àmplia estratigrafia . Els tres primers nivells eren de reompliment, servien per assegurar l'estabilita t dels murs i s'ubicaven sobre d'un gruix de morter informe, relaciona t amb el moment de la construcció de l'estructura . Els materials trobat s (T .S .L, Campanianes B 5/7, Pascual 1, Dressel 1 i 2/4 i cassola republicana, així com una gran quantitat de fragments de morter arrebossat , alguns d'ells pintats a franges blaves i vermelles) permeten situar la construcció d'aquesta estructura en el període Augusteu . Just per sobre d e l'últim d'aquests estrats i amb una mateixa cronologia, es va localitza r la preparació, molt malmesa, d'un paviment de terra batuda sobre el qua l es fonamentava la base d'un pilar . Finalment, cobrint aquest paviment , hi havia un estrat d'enderrocament de la coberta de l'edifici, datat e n època antonina, com ho demostren la imatge estratigràfica i els material s (restes constructives : tegulae i irnbrix junt amb la llàntia de disc C . OPPI . RES ., T .S .C .A . i cuina africana) . A partir de l'abandó d'aquesta estructur a no es troben restes arqueològiques de cap mena fins l'Alta Edat Mitjana . Es tracta d'un mur bastit amb pedres irregulars lligades amb terra i morte r de calç, adossat a la part externa i superior de l'estructura romana . Incorporada a la banda externa del mur medieval i amb una mateixa tècnica constructiva hi havia una estructura auxiliar de forma arrodonida , recolzada directament sobre la roca mare i amb dues obertures cap a l'exterior, que podrien correspondre a algun tipus de canalització . El momen t fundacional cal situar-lo entre els seges xI i xil, sense poder-ne precisa r res més ja que la seva datació pot deduir-se per uns quants fragments d e ceràmica de pasta grisa, típica d'aquest moment, i de la cronologia relativa establerta a partir de les dades que ofereixen dues sitges de factur a posterior . Per a la construcció d'aquestes sitges van ser retallats tant el s murs anteriors —romà i medieval— com la roca mare . De les restes arqueològiques que contenien les terres del reompliment destaquen : cin c diners de tern —quatre de Jaume I i un de Jaume II- i un penjoll d e bronze amb una inscripció de lletres gòtiques, així com ceràmica vidriad a amb decoració de verd i de manganès del taller de Barcelona, de reflexo s metàllics, de Paterna i de Manises, o bé vidriades comunes, dentre le s que cal destacar una tapadora de color marró castany amb nansa d'arc
EXCAVACIONS A SANT BO1
69
de punt . Aquest material indica que l'amortització d'ambdues sitges e s va produir cap a finals del segle xrv o, a tot estirar, durant el primer ter ç del segle xv . Així doncs, i considerant que les sitges podien haver estat utilitzade s com a mínim durant uns cinquanta anys, es pot suposar que la seva construcció data de començaments del segle xiv . Els murs medievals, per tant , són possiblement del segle x1 o del XIII . Finalment, després d'un silenci arqueològic, es va aixecar un no u edifici durant el segle xvll i es van aprofitar com a fonaments les estructures anteriors —romana i medieval— . Aquest edifici, del que tan sol s en quedaven els senyals del pa de morter trobat, va acollir les installacions de l'hospital d'aquella època . Tant les fonts escrites com les reste s arqueològiques —ceràmiques vidriades blaves catalanes— confirmen l a cronologia de la seva fundació . Tot i que l'espai investigat, donada la seva reduïda extensió, no v a permetre de treure conclusions definitives, es constata —no obstant això — el singular interès arqueològic de la zona .
CARRER DE LA PA U
El carrer de la Pau es troba situat al bell mig del casc antic de San t Boi, just al costat nord de l'església parroquial . Fou inclòs en el Pla de l'Atur degut a la problemàtica urbanística que es derivava de la presència d'estructures romanes visibles superficialment . L'existència d'aquestes restes era coneguda des de feia anys,' encar a que mai havien estat excavades en extensió . Tan sols havien estat objecte de prospeccions superficials realitzades pel Grup de Recerques Arqueològiques locals . El coneixement arqueològic previ es limitava a la presència d'un paviment d'opus signinum i algun fragment de mur, amb arrebossat i cord ó hidràulic del mateix material . D'època medieval s'observaven, embotides dins del mur septentriona l de l'església, diverses arcades tapiades amb pedra i maons . El carrer s'excavà en extensió seguint un mètode estratigràfic, registrat amb fitxes sistema Harris . Es documentà totalment, tant planimètricament com fotogràficament . En total foren estudiats uns 300 m 2 del vial, els quals ens mostre n una evolució estructural molt variada, amb una estratigrafia molt complexa deguda, sobretot, a una acció antròpica molt important . Malgra t això, ha estat possible poder seguir les transformacions històriques d e l'edifici que s'ha localitzat en el seu subsòl . El nivell més antic ens mostra una edificació rectangular, de 30 m 1 . SERRA 1 RÀFOLS (1960), MARTÍ (1979) .
70
ALBAREDA, ALONSO, BIOSCA, MOLIST, PUIG, PUIG, MELIAN, SAORI N
de llarg, amb una amplada presumible entorn dels 10 m . Es tracta d'un a construcció hidràulica d'època romana, sense datació precisa degut a l a manca d'estratigrafia d'aquest horitzó . S'han pogut estudiar tres dels seus murs, encara que molt parcialment . El mur nord no es pogué estudiar, ja que es troba situat sota les case s adjacents . El mur est presentava un grau considerable d'erosió, conservant-s e a nivell de solera de fonaments, encara que en l'angle SE mesurava un s 0,60 m d'alt, conservant una gran motllura d 'opus signinum d 'uns 0,25 m d'alt, així com restes de l ' arrebossat, del mateix material . El mur sud, el més ben conservat de tots, es pogué observar en diferents punts, ja que serveix de fonamentació del mur nord de l'actua l església parroquial . El trobem conservat a més de 2,50 m d'alt . El mu r oest es conservava al voltant d'1 m d'altura . L'amplada dels murs superava els 0,80 i els trobem fonamentats directament damunt la roca del turó . Tota l'edificació és pavimentada amb un opus signinum de gran qualitat i gruix, i es troba compartimentada en dos àmbits separats per u n muret parallel al mur de tancament est, del que es troba separat un s 6,50 metres . La construcció havia de tenir una funcionalitat de dipòsit hidràulic , amb una capacitat superior als 750 m 3 i que podria tenir relació amb el conjunt termal proper, 2 o bé amb el nucli urbà de la població . Aquest gran dipòsit fou reaprofitat posteriorment amb una funcionalitat molt diferent, ja que s'utilitzà com a estructura principal del primitiu temple parroquial de Sant Boi, al menys en un període comprè s entre el segle x i el xviii d .C . La primera església, datada a la segona meitat del segle x, utilitzà l'estructura romana com a nau, comunicant els dos àmbits del dipòsit mitjançant una obertura situada en la paret divisòria . Aquest moment no é s gaire clar estructuralment, encara que hi trobem diverses sepultures, tan t infantils com d'adult, que perforen el sòl de l'edifici . Es tracta d'enterraments amb fosses que perforen 1opus signinum i la roca . Són de forme s diverses i, tipològicament, semblen correspondre a un moment anterio r al segle responen a una varietat notòria, amb enterraments antropomorfs, amb capçalera diferenciada o no, amb formes trapezoidals, rectangulars, ovalades, etc . Així mateix, se'n localitzen amb cista formad a per grans lloses de pissarra, o bé construïdes amb pedra i morter . É s interessant notar que les tombes antropomorfes amb el cap diferencia t corresponen sempre a enterraments infantils . L 'orientació d'aquestes tom bes és la mateixa que la de la nau del temple, amb els peus cap a l'oest . Cap dels enterraments presentava ofrenes que responguessin a un ritua l d'enterrament . A aquest moment corresponen cinc grans sitges que també perfore n 2 . Pule (1985) .
EXCAVACIONS A SANT BOI
71
el paviment i la roca natural sobre la qual reposa l'edifici . Són de gran s dimensions, arribant a superar els 3,50 m de profunditat . Alguna presentava in situ la tapa de pedra . Al segle xii, una remodelació total de l'església provoca una nova pavimentació de l'edifici . La nau és reformada en tots els aspectes, re forçant interiorment els murs amb un parament de més d'un metre d e gruix, en el qual hi trobem diverses capelles de fons pla destinades a allotjar les diferents advocacions del temple . Aquest regruixament del s murs respon, sens dubte, a un canvi de sistema de cobertura, substituin t el primitiu, segurament d'embigats de fusta, per una volta de canó típic a de les construccions romàniques de l'època . Propera a la zona de l'alta r major, hi trobem una capella de dimensions lleugerament superiors a le s altres i emmarcada amb pilars d'arc toral, cosa que sembla indicar la presència d'un cimbori en aquesta zona, acomplint la funció de pseudo-Geneu . També és interessant de constatar la presència, als peus de la nau , d'uns pilars d'obra que fan pensar en l'existència d'un cor elevat e n aquest indret .' Des del punt de vista constructiu, l'obra és realitzada amb morter i pedra diversa, folrada amb petits carreus de sorrenca roja ben encaixats , combinada amb pedra grisa en el cas de les impostes dels arcs de tanca ment de les capelles . L'estat de conservació és, en general, dolent, encar a que el parament sud està conservat, excepcionalment, fins a una alçad a superior als 15 m, tot i que ha estat molt retocat per les construccions posteriors . Al voltant del segle xv es produeix una nova reforma que afecta bàsicament a la capçalera del temple, que és remodelada totalment . La construcció, realitzada amb pedra grisa, consisteix en un absis poligonal, que substitueix el tancament primitiu, probablement rectangular . Interiorment, aquest nou absis presentava fornícules de les quals en s n'ha pervingut una bastant malmesa . Formant part d'aquesta reforma, e s produeix una nova pavimentació de l'església amb maons (prèviament s e n'havia fet una altra de morter allisat que correspon, probablement, a l segle xiv), així com una elevació del paviment de l'altar major . En aques t moment s'obre una porta d'entrada situada als peus de la nau (la port a anterior no ha estat localitzada) i també es refà el cor, ja que es localitze n nous pilars de sustentació . A mitjan segle xvii es construeix una gran capella lateral que ocup a i, lògicament, destrueix les dues capelles romàniques esmentades . Aquesta edificació podria correspondre a la capella de la Mare de Déu del Roser , que es documenta l'any 1639, la construcció de la qual coincideix am b uiia constatació documental del mal estat general de l'obra principal d e l'església . D'aquest moment s'han localitzat 3 panteons construïts amb 3 . La presència de cimbori i de cor la trobem testimoniada a diversos documents de l'Arxiu Parroquial de Sant Boi .
72
ALBAREDA, ALONSO, BIOSCA, MOLIST, PUIG, PUIG, MELIAN, SAORI N
obra de pedra, morter i maons que es relacionen perfectament amb l'esmentada capella . De les visites pastorals a l'església se n'extreu que a principis del segle xvIII l'obra major amenaçava ruïna . Això obligà, a partir del 1750 , la construcció d'un nou temple, de dimensions majors i seguint les paute s arquitectòniques de l'època . L'església actual, d ' estil neoclàssic, es constru í seguint la mateixa orientació del temple antic, però canviant la ubicaci ó de l'altar major, que en el nou temple se situà a ponent . També sofrí u n desplaçament lateral, de tal manera que el parament interior de l'esglési a romànica es convertí en façana exterior del temple actual, que es construí , ben segur, damunt l'antic cementiri . Així, el que abans era temple invert í les funcions i es convertí en el nou cementiri de la població, utilitzant le s capelles laterals com a ossaris comunals, tapiant-les amb maons . El fet de ser cementiri provocà una destrucció intensa de 1'estratigrafia , que dificulta notablement la lectura de l'evolució de l'ocupació humana d'aquest indret . A partir de finals del segle passat, la funció del lloc estudiat és la d e carrer . Per sort no ha estat tan intensament urbanitzat com altres de la zona i ha permès, així, la conservació i estudi de les restes que s'hi localitzen .
BIBLIOGRAFI A MARTí, Carles : L'esclavitud a la vila . Sant Boi, 1979 . PUIG, Ferran : Les termes romanes de Sant Boi . Tesi de Llicenciatura , inèdita (1985) . SERRA I RÀFOLS, J . de C . : Estratos ibéricos debajo de las villas romana s de la costa catalana, VII, CLAVA, Barcelona, 1960 .
Últimes intervencions a Iluro (Mataró, Maresme ) JOAQUIM ARXÉ, ALBERT BACARIA, CRISTINA BASTIT , MONTSERRAT CABALLERO, PILAR PRATDESAB A
TOPOGRAFIA D ' ILURO. ESTAT DE LA QÜESTI Ó
El coneixement de la topografia d'Iluro es basa principalment en le s notícies publicades per membres de la Secció Arqueològica del Muse u Comarcal del Maresme (Mataró) . Aquestes publicacions són el refle x d ' intervencions d ' urgència o seguiments d 'obres que moltes vegades n o han tingut el rigor arqueològic desitjable degut a la forma com s'ha n plantejat . És a dir, els interessos dels constructors o les exigències urbanístiques de la ciutat actual no han permés, fins fa poc, plantejar actuacions de salvament amb unes garanties científiques . Es per això que fen t un repàs dels elements arqueològics coneguts ens adonem que és difíci l elaborar una hipòtesi sobre l'urbanisme d'Iluro amb fonaments fiables . Un dels temes importants dins d'aquest estudi és establir el perímetre de la muralla de la ciutat romana . Existeix un testimoni epigràfic sobr e el recinte murallat recollit per J . Pujades . Aquesta inscripció, actualmen t desapareguda, ha estat profundament analitzada per G . Fabre, M . Mayer i E . Rodà (Inscripcions romanes de Mataró i la seva àrea . Epigrafia Ro mana del Maresme, Mataró, 1983, pp . 52-53, làm . 10), pel que ens remetem al seu estudi . Aquest podria ésser el testimoni més clar de l'existènci a de la muralla, ja que l'arqueologia de camp no ha estat massa explícit a sobre aquest element . F . Clariana (Notes sobre l'estructura urbana d'Iluro , Faventia, 6/1, 1984, pp . 89-91) fa una síntesi de les antigues publicacions que es refereixen a testimonis interpretats com a restes de la murall a i que tradicionalment han portat a establir un perímetre hipotètic qu e grosso modo aniria parallel al carrer Riera, Bonaire, carrer de la Coma , Sant Bonaventura, Figueres i Muralla d'en Titus . Una anàlisi minuciosa i crítica d'aquests testimonis ens porta a afirma r que actualment no hi ha bases suficientment segures com per establir e l perímetre aproximat de la muralla .
74
ARXL, BACARIA, BASTIT, CABALLERO, I'RATDESAB A
L'estructuració de la ciutat romana dins del perímetre hipotètic de l a muralla fonamentalment s'ha basat en el traçat urbanístic que present a el casc antic de Mataró . Així des de vell antuvi se suposava que el forun i se situava on actualment s'ubica la Plaça Gran i que la xarxa viària seguiria, més o menys, el model actual . Les excavacions realitzades pel Servei d'Arqueologia de la Generalita t l'any 1982 a la Plaça Gran varen posar al descobert part de la plant a d'una domus de finals del segle i a .C . (J . Arxé i J . A . Cerdà : Notíci a sobre les darreres actuacions arqueològiques a la Plaça Gran de Mataró . L ' excavació de l'any 1982, Laietania, 1982-83, pp . 289-290) . Amb aques t fet es demostrava per primera vegada amb proves concloents que e l forum no se situava en el lloc on tradicionalment s'havia pensat, i am b el repàs dels resultats de les antigues excavacions se'ns demostra que l'estructura que presenta l ' actual casc antic de Mataró no segueix el mode l urbanístic de la ciutat romana . Davant dels resultats de l'esmentada excavació de l'any 1982 i tenin t en compte les notícies de M . Ribas que situen restes pertanyents al templ e romà sota l'actual Basílica de Santa Maria (M . Ribas : Orígens i fets històrics de Mataró, Mataró, 1934, p . 61, i Els orígens de Mataró, Mataró , 1964, p . 97), així com l'existència de diversos pedestals amb inscripcion s de sexvirs augustals consagrant-los a les divinitats, procedents de l'entorn de Santa Maria (G . Fabre, M . Mayer i I . Rodà : Inscripcions romanes de Mataró i la seva àrea . Epigrafía Romana del Maresme, Mataró, 1983 , pp . 19-35) . F . Clariana situa hipotèticament el forum en la zona de l'actua l Santa Maria, encara que no estableix límits concrets . La seva hipòtes i també la recolza amb les restes aparegudes en el Carreró núm . 45 i qu e defineix com un templet dedicat a una divinitat secundària . Els testimoni s arqueològics que hem pogut examinar d 'aquesta construcció ens fan dubta r que realment es pugui tractar d'un templet . Esperem que un estudi més aprofundit sobre aquestes restes ens aclareixi aquesta qüestió . Si bé creiem que els indicis topogràfics i arqueològics apunten a l'emplaçament del forum en aquesta àrea, cal desenvolupar una investigaci ó més concreta per delimitar amb més exactitud la seva situació . Amb motiu de la construcció de la Casa de Cultura de Can Xamma r (1975) foren destruïdes unes restes arqueològiques que en part poguere n ésser excavades per membres del Museu Arqueològic de Barcelona . Segons F . Gusi (Topografia urbanística de Mataró, Miscellànies Arqueològiques de Mataró i el Maresme, I, 1976, pp . 35-39), en un nivell superior haurien aparegut diverses habitacions i compartiments d'una extens a domus, que per l'estil dels seus mosaics es podria situar des de finals de l segle I a .C . fins a inicis del ui d .C . Aquestes restes s ' han identificat molte s vegades com corresponents a unes termes, encara que F . Gusi creu qu e no hi ha proves evidents per fer aquesta afirmació, ja que els plànol s s'han publicat amb certs errors . En el nivell inferior de Can Xammar aparegué una construcció de
ÚLTIMES INTERVENCIONS A ILURO
75
planta rectangular de 10 x 5 metres de parets de bona factura, que dataria de mitjan segle I a .C . i que fou terraplenat per construir l'edific i superior . Actualment s'està realitzant l'estudi d'aquestes restes que pot aporta r noves dades sobre la seva identitat, i que podran aprofitar-se per aclari r la topografia de la zona . Les necròpolis pertanyents a Iluro es concentren clarament en el secto r de la Riera i a l'entorn de Santa Maria . A la zona de la Riera ja des d'antic hi ha notícies de l'aparició d e restes d'enterraments durant les obres de construcció de la zona . Aqueste s troballes casuals són molt confuses . Tots els indicis que tenim ens fa n pensar que es tracta d ' una necròpolis amb enterraments molt dispersos . L'entorn de Santa Maria ha estat la zona on s'han localitzat enterra ments tardans, si bé el nivell inferior del Fossar Xic va donar sis incineracions amb urnes (M . Ribas : Els orígens de Mataró, 1964, p . 103) .
EXCAVACIÓ A LA PLAÇA DE L
' AJUNTAMENT
Motivacion s Atesa la incoació de l'expedient de declaració de monument històricoartístic a favor del jaciment de l'antiga Iluro, situat en el subsòl del cas c antic de Mataró (El Maresme) (DOG 383, de 23 de novembre de 1983) , i davant del projecte de remodelació de la Plaça de l'Ajuntament, el Servei d'Arqueologia de la Generalitat de Catalunya va decidir d'acord am b l'Ajuntament realitzar una intervenció arqueològica en l'esmentada plaça , abans de l'inici de les obres . El Ple Extraordinari de l'Ajuntament del dia 22 de desembre de 198 3 va autoritzar aquesta intervenció arqueològica amb dues condicions : — Els treballs, exceptuant que es produïssin troballes excepcional s que ho justifiquessin, no havien d'interferir el normal funcionament d e l'activitat social i econòmica de la plaça . — La data límit d 'aquests treballs es fixava en el 30 de setembr e del 1984 . L'elevat pressupost de l'excavació de la plaça va fer que s'hagué s d'incloure dins del Programa de Recuperació de Jaciments Arqueològic s del Pla de Solidaritat amb l'Atur . Per això es va formar un equip dirigi t pels sotasignants i compost per l ' arquitecte Joan Puig, els topògrafs Xavie r López i Martí Abella i trenta-tres obrers . Aquest equip, a més de l'excavació de la Plaça de l'Ajuntament , havia d'assumir les urgències que es poguessin presentar a l ' àrea de l a ciutat . Així es va intervenir als carrers Beata Maria núm . 3 i Onofre Arnau, a la villa romana dels Caputxins, al solar del cinema Modern i a l a plaga Beat Salvador núm . 10 .
76
ARXÉ, BACARIA . BASTIT, CABALLERO, I'RATDLSAB A
Antecedent s La Plaça de l'Ajuntament no sempre ha constituït un espai lliure co m es presenta a l'actualitat . Les fonts documentals ens indiquen que a l'any 1880 la part posterior de l'Ajuntament tenia adossada una illa d e cases limitada pel carrer Carreró i el carrer d'en Palau . L 'espai actual e s va formar des de l'any 1921 al 1970, període en el que es varen enderrocar les cases existents . A l'any 1962, amb motiu de l'ajardinament de la zona del costat d e l ' Escola d'Arts i Oficis, Marià Ribas hi realitzà una excavació . En la nota que publica dels resultats d'aquesta intervenció (M . Ribas : Notícia sobre la muralla d'Iluro, Laietania, 1, 1981, pp . 187-191), ens diu que aparegueren quantitat de pedres de totes mides . Les més grans foren interpretades com a restes de fonament o de mur de la muralla, descober t anteriorment en el carrer d'en Pujol . Per això afirma que la muralla ro mana devia passar per aquest sector . Juntament amb aquestes restes es varen trobar carreus grans que , segons M . Ribas, podien procedir d'un important edifici romà del qua l no n'hauria quedat cap rastre i desferres de construccions romanes barrejades amb material medieval i modern . El descobriment de les restes d'una claveguera romana de 14 m d e longitud li plantejà el problema de com devia desembocar a la riera travessant la muralla . L'aprofitament de materials romans vells per a l a construcció de l'esmentada claveguera li va fer suposar que era d'èpoc a tardana, d'un moment en què la muralla ja havia deixat de funciona r com a tal i ja no constituïa cap obstacle . Projecte d'excavació Per tal de no entorpir el funcionament de l'activitat de la plaça, l'àre a a excavar es va dividir en cinc sectors que s'obriren i es taparen successivament . Cada un d'aquests sectors es va subdividir en diversos quadre s que també s'obriren i es taparen successivament, ja que s'havia de col locar la terra extreta dins del mateix sector . Els treballs d'excavació s'iniciaren el mes de febrer del 1984 i finalitzaren, perllongats amb permís del Ple de l'Ajuntament, en el mes d e gener del 1985 . Resultats Les expectatives que oferia l'excavació de la plaça de l'Ajuntamen t de Mataró eren immillorables, car sorgia la possibilitat d'excavar un sola r situat al bell mig de l'àrea que ocupava la ciutat romana d'lluro i, pe r tant, zona de riquesa arqueològica provada . Augmentava l'interès del s treballs a realitzar el fet que tant l'urbanisme com l'evolució i vida de l a ciutat antiga eren, i malauradament encara són, mal coneguts . Els re-
ÚLTIMES INTERVENCIONS A ILURO
77
sultats de l'excavació, tot i que han estat més minsos del que esperàvem , són d'una gran vàlua i indubtablement obren noves escletxes en el coneixement de l'urbanisme, i en definitiva de la història, de la ciutat romana d'Iluro . En l ' excavació de la plaça realitzada pel nostre equip, detectàrem diferents moments d'ocupació romana en la zona . Les restes més antigue s localitzades en l'àrea excavada són del segon quart del segle t d .C ., i le s més modernes dels segles Iv i v d .C ., aquestes últimes més mal conegude s degut a que les remocions efectuades en la zona en els últims segles le s varen afectar profundament . Dels cinc sectors en què es dividí la plaça a efectes d'excavació, nomé s tres d'aquests ens proporcionaren informació sobre lluro ; foren els sectors 1, 2 i 5, que tot seguit passem a explicar . Sector 1
En aquest sector es distingiren tres moments d'ocupació diferenciat s tant en el temps com en les tècniques constructives emprades en cad a un d'ells . El primer moment el constitueix un àmbit de forma rectangular qu e amida 6 x 8,5 m . Restes de murs malauradament incomplets ens indicaren que aquesta estructura estava subdividida en dos espais interns . Les cantonades de tancament de l'edifici en el seu costat oest foren localitzades en l'excavació del sector 2 . Els murs que configuraven aquesta estructura estaven formats per pedres irregulars, no escairades, nomé s allisades en les cares vistes, de mida mitjana i agafades amb terra, am b una qualitat constructiva molt escassa . Afortunadament tant el moment de la construcció de l'edifici com el de la seva inutilització poguere n ésser establerts amb precisió . La construcció de l'edifici s 'ha de situa r en el segon quart del segle I d .C ., data proporcionada pels materials arqueològics trobats en l'estrat de construcció de l'edifici . D'entre el material ceràmic cal destacar : T . Sigillata Sudgàllica forma 29a, Ritt . 8 , Ritt . 1, etc . ; T . Sigillata Africana formes Ostia II fig . 302 ; ceràmique s de parets fines formes Mayet II, XXXII n .° 255, XXIII, XXIV ; tamb é una llàntia forma Dressel 9a i àmfores de les formes Dressel 1, 2, 3 . 12 i 20 . Pel que fa a la inutilització de l'edifici, la causa d'aquesta fou u n incendi, del qual quedaren nombrosos indicis ; així, les pedres dels mur s restaren ennegrides per l'acció del foc, i les parets cobertes per un estra t de cendres . Fou aquest estrat el que ens permeté conèixer el moment d e la seva destrucció, que s'ha de situar en el tercer quart del segle I d .C . Els materials ceràmics més representatius que ens varen permetre data r aquest estrat de cendres amb precisió foren : T . Sigillata sudgàllica forme s Dragg . 36, Ritt . 1, Ritt . 8, T . Sigillata Africana formes Lamb . IOB, Osti a I11 fig . 303, Ostia II fig . 306, Hayes 181, etc .
7s
ARXÉ, BACARIA . BASTIT. CABAI .LF.RO, I'RATDESAB A
1, Plaça Gran ; 2, Àrea situació hipotètica del Fòrum ; 3, Església de Santa Maria : 4, Situació restes del Carreró núm . 45; 5, Can Xammar ; 6, Àrees enterraments de la Riera ; 7, Àrees enterraments de Santa Maria ; 8, Plaça de l'Ajuntament .
ÚLTIMES INTERVFNCIONS A ILURO
79
Les estructures del segon moment constructiu reutilitzen les reste s de les estructures de l'edifici del segle t d .C . com a fonamentació . Le s restes del segle n d .C . es localitzen en el centre de la meitat occidenta l del quadre . Es tracta de dos murs i un paviment de calç . Els murs forme n un angle de tancament i estan estucats en una de les seves cares, delimitant un espai interior . Aquest segon moment constructiu, del qual malauradament en queden molt poques restes, s'ha de situar en el segle n d .C . , data que ens ve donada pels materials ceràmics trobats en l'estrat qu e oblitera el paviment . D'entre aquesta ceràmica cal destacar : T . Sigillat a Sudgàllica formes Dragg . 27 i 37 ; T . Sigillata Hispànica formes Dragg . 37B i Dragg . 29 ; T . Sigillata Africana (ceràmica majoritària) del tipus A , formes Lamb . 4-36A i 4-36B, Salomonson 9a, Lamb . 3a ; T . Sigillata Africana de cuina formes Ostia II1 fig . 324, Ostia I fig . 261, Ostia II fig . 112 , Ostia III fig . 267, Lamb . 10B, etc ., i àmfores formes Dressel 14 i 9 . Le s estructures d'aquest segon moment estaven molt destruïdes i els estrat s que hi corresponien havien sofert les remocions que s'efectuaren en l a zona per tal de construir-hi noves estructures . El tercer moment constructiu que detectàrem s'ha de situar en el s segles III i Iv d .C . i estava conformat per un conjunt de murs que travessen el quadre en la meitat sud d'aquest, delimitant un espai situa t a l'est . Una bona part d'aquests murs utilitzaren com a fonamentació le s restes dels murs de l'edifici del segle 1 d .C ., una proba més dels continuat s rebaixos de terra efectuats en el sòl de la plaça, rebaixos que moltes vegades han comportat la destrucció dels estrats arqueològics . Els mur s d'aquest tercer moment presenten una tècnica constructiva molt pobra . Estaven formats per alguns carreus granítics, amb tota seguretat reaprofitats, i pedres irregulars petites i mitjanes, tot unit amb terra . La rest a d'estructures trobades en la zona no presentaven interès arqueològic , car es tractava de restes d'edificacions que s'han de situar en un momen t indeterminat entre la segona meitat del segle xix i la primera meita t del xx . La funcionalitat de les estructures localitzades en aquest sector, aix í com el paper que jugaven en l'urbanisme d'lluro, no ha pogut ésser establert per nosaltres . Sector 2 En aquest sector poguérem localitzar cinc nivells d'ocupació, que da ten de la primera meitat del segle I d .C . fins a finals del segle v d .C . Le s restes de cada moment són molt pobres i no ens permeten cap interpretació de conjunt . Les estructures del segle I d .C . consisteixen en els angles de tancamen t del costat oest de l'edifici rectangular trobat en el sector 1 . La seva excavació confirmà la data de tercer quart del segle I d .C . per a la destrucci ó de l'edifici en qüestió .
110
ARXÍ, BACARIA, BASTIT . CABALLERO, PRATDESAB A
El segon moment constructiu queda definit per dues fases successives que inclouen una canal i una claveguera . La primera és una conducci ó d'aigua formada per tubs de ceràmica en direcció nord-sud . A mig recorregut, la canal estava inutilitzada per una claveguera . Aquesta última , formada per tègules planes, presentava un fort desnivell en el seu costa t nord . Ambdues conduccions s'assentaven sobre un estrat de farcimen t de finals del segle i d .C . i estaven obliterades per un estrat datable en l a primera meitat del segle nI d .C . Així doncs, pensem en una cronologi a del segle II d .C . per aquestes restes, essent més antiga en el temps l a canal que la conducció . Malauradament aquestes dues conduccions no s'han pogut relacionar amb cap estructura, i per aquest motiu nomé s podem apuntar la hipòtesi que la canal pertanyés a una construcció privada, mentre que la claveguera fos d'una pública . Hem de pensar, doncs , que la zona sofrí una remodelació urbanística en el segle II d .C . La tercera fase constructiva només estaria representada per un paviment de factura grollera, fet amb pedres, tègules i algun fragment ceràmic . Aquest paviment, que s'assenta sobre un nivell de reompliment datable entre finals del segle u d .C . i la primera meitat del segle III d .C . , està recobert per un altre estrat de farciment de la segona meitat de l segle II d .C . a la primera meitat del segle Iv d .C ., la qual cosa ens proporciona una data per al paviment del segle III d .C . Finalment, la darrera etapa constructiva estaria representada per dos paviments, o preparació de paviments, que formarien part amb tota seguretat d ' una mateix a pavimentació . Els paviments en qüestió estaven fets amb tègules disposades verticalment, fragments ceràmics, terra i pedres . Entre els material s que constituïen aquest paviment s'hi trobava un interessant fragment d e plat de Terra Sigillata gris d'època paleocristiana de finals del segle v d .C . o inicis del vi d .C ., procedent dels tallers de la regió de Narbona, de l a forma Rigoir 1 . Aquest plat ens proporciona una datació força precis a per al paviment, que no pot ésser anterior a la segona meitat del segl e v d .C ., sense que es pugui descartar una cronologia més tardana . L'excavació del sector II ens confirmà l'ocupació d'aquesta zona e n època romana des de la primera meitat del segle i d .C . fins als segle s v-vi d .C . No podem, però, oferir cap interpretació de les estructures localitzades per manca de dades . Sector 5 També en l'anomenat per nosaltres sector 5, situat en la zona mé s occidental de la plaça, vam poder documentar diferents moments d'ocupació, que es traduïen majoritàriament en una sèrie d'escombreres qu e abracen un espai temporal de cinc segles . L'escombrera més antiga e n el temps és d'època augusta, està excavada en la terra verge i té un a forma Inés o menys cònica amb una base que s'anava fent més estret a a mesura que adquiria profunditat . Aquesta escombrera, situada en la
ULTIMES INTERVENCIONS A ILURO
si
meitat nord del sector, fou reomplerta en un espai temporal molt curt , que s'ha de situar entorn a l'any 20 d .C . El material arqueològic que l'obliterava presentava una gran homogeneitat, d'entre el qual cal destacar : ceràmica campaniana A i B ; Terra Sigillata prearetina i Terr a Sigillata Aretina (serveis I, II, III de Haltern), llises i decorades, amb nombroses estampilles ; parets fines majoritàriament amb vasos cilíndric s i troncocònics amb decoració de pinta i de pinyes ; llànties tardo-republicanes (Dressel 2, 3 i 4) i de volutes ; ceràmiques comunes d 'importació itàlica i àmfores, majoritàriament les formes Pascual 1, Dressel 2- 4 i Dressel 7-11 . Possiblement en relació amb aquesta escombrera, documentàrem un paviment o preparació de paviment fet a base de fragment s ceràmics, sobretot d'àmfora informe, tègula i pivots d'àmfora, les mide s del qual són 2 X 0,9 m . No hem pogut establir ni la seva funcionalita t ni la seva cronologia, tot i que sospitem que ha d'ésser contemporan i a 1'escombrera . En l'extrem sud-oest d'aquest sector localitzàrem una altra escombrera que hem de datar en un moment indeterminat del segle v d .C . i que , com l'anterior, també estava excavada en la terra verge . Entre el materia l arqueològic que conformava el farciment es constata la presència d e Campaniana B, Terra Sigillata Aretina, Sudgàllica i Hispànica, Terr a Sigillata Africana A, C i D, i ceràmiques grises d'època paleocristiana . En el costat sud-oest d'aquest sector localitzàrem una altra escombrera que no pogué ésser excavada en la seva totalitat i que, com les anteriors, consistia en un pou realitzat en la terra verge . El material qu e 1'obliterava no era massa homogeni i les ceràmiques més modernes, qu e són les que ens daten el moment últim de funcionament, són la T . S . Africana A/D forma Lamb . 9 i la forma Lamb . 3c1 = Hayes 16 núm . 1 e n T . S . Africana A2 ; també un fragment en T . S . Africana D amb decoracions de l'estil Al i amb una cronologia de 320-400 d .C . Finalment en aquest sector documentàrem una quarta escombrera , d'època flàvia, que estava situada al costat nord-oest i obliterava un a claveguera d'època romana de la que en posàrem al descobert un tra m de 2,50 metres amb una amplada de 50 cm . Estava formada per dos murets construïts amb pedra petita i mitjana agafades amb argamassa, amb una coberta que consistia en lloses planes allisades en la seva cara inferior que en la part sud havien desaparegut . La claveguera estava obliterada per 1'escombrera, i és el material ceràmic trobat en aquesta el qu e ens dóna la data d'inutilització de la conducció d'aigua, que hem de situa r en la segona meitat del segle t d .C . D'entre el material ceràmic destac a la presència de : T . S . Sudgàllica formes Dragg . 37, Hermett 2/12 , Dragg. 35 i 36, Dragg . 33, Dragg . 39, Dragg . 18/31, etc . ; T . S . Tardoitàlica forma Dragg . 17b ; T . S . Africana de cuina formes Lamb . 10b , Hayes 93 A, Ostia II fig . 312, Ostia II fig . 302, Ostia III fig . 332, etc . Malauradament en l'excavació no es pogué establir el moment de construcció de la claveguera .
R2
ARXE, BACARIA . BASTIT . CABALLIRn . I'RATI)lSAB A
Per acabar, només ressaltar la troballa d'un magnífic fragment d e cancell decorat amb una franja vertical i fulles en baix relleu forman t un joc d'ombres . Fou trobat en el farciment d'una estructura moderna .
CONCLUSION S
Com ja s'havia pogut comprovar en altres excavacions en el casc anti c de Mataró, en l'excavació de la Plaça de l'Ajuntament hem pogut constatar que la majoria d'estructures romanes apareixen arrasades a nivel l de fonament o han desaparegut, degut als terraplenaments efectuats pe r l'edificació de noves construccions . Malgrat això, l'excavació d'aquest a plaça ens ha donat una informació considerable sobre les restes romanes d'Iluro . Aquesta informació ens ha arribat per dues vies diferents : 1) resultats concrets de l ' excavació, i 2) comprovació empírica que algunes de les hipòtesis que es mantenien sobre l'urbanisme i configuraci ó de la ciutat romana són falses . Aquest aspecte ens ha estat confirmat pe r l'absència d'alguns elements estructurals que fins aquest moment es pensava que estaven localitzats en el subsòl de la plaça . Per la primera via s ' ha demostrat que hi ha una ocupació continuad a de la zona excavada des del segon quart del segle i d .C . fins al segle v d .C . També ens ha donat a conèixer una zona d'escombreres a la part orienta l de la plaça, prop d'on antigament hi havia la Riera, i s'ha pogut posa r al descobert una sèrie de construccions com l'edifici rectangular, conduccions, paviments, etc . Malauradament les estructures aparegudes a l'excavació no aporten moltes dades noves per resoldre la topografia de l a ciutat antiga . No obstant plantegen una problemàtica molt interessan t que pot tenir un paper important a l'hora de plantejar l'estudi global d e la ciutat romana . La segona via ha proporcionat una informació valuosíssima, car s'h a pogut demostrar arqueològicament que la muralla de la ciutat roman a no tenia el recorregut que tradicionalment se li venia assignant . Aques t fet ens ha demostrat que moltes de les afirmacions que es venien fen t sobre la configuració urbana d'Iluro no tenen una base arqueològica, sin ó que, ben al contrari, són desmentides per aquesta . Un dels objectius de l'excavació era el d'aportar noves dades sobr e la data fundacional de la ciutat romana, que per la majoria d'autor s s'ha de situar a finals del segle ii o inicis del i a .C . La resta arqueològica més antiga apareguda a la plaça és 1'escombrera d'època augustea , i el material anterior a aquest moment l'hem de considerar com a residual . Aquest fet encaixa amb els resultats de les excavacions de Can Ximma r i de la Plaça Gran .
La necròpolis d'incineraci ó de Coll S'Avenc (Tavertet, Osona ) M . MOLIST, W . CRUELLS, D . BUX 6
Descoberta durant els treballs d'ampliació del camí que de Taverte t porta fins a Rupit, la necròpolis de Coll S'Avenc es troba a l'extrem es t de la comarca d'Osona (Catalunya central), al flanc sud de la serralad a del Collsacabra, molt pròxima a l'actual poble de Tavertet . Emplaçada en una de les estretes plataformes eocèniques que caracteritzen el paisatge, la necròpolis s'estén al costat i al llarg de la vor a del cingle que domina la vall mitja del riu Ter . La zona presenta u n relleu pla, amb una lleugera pendent vers el costat sud, essent actualmen t objecte de cultiu o bé àrea de pasturatge . L'erosió natural havia despullat de sediment la part més propera a la cinglera . Al mateix temps una par t importat del jaciment havia estat alterada pels treballs mecànics ; així, l a part central, en una superfície d'uns 40 m2 , es presentava completamen t arrasada . Fou en aquest sector on es realitzaren les primeres troballe s que motivaren el descobriment del jaciment . Les excavacions realitzades durant els anys 1983-84 s 'han centrat e n dues àrees : l'àrea A, al nord, excavada en una superfície de 62 m 2 i qu e ha proporcionat una concentració de sepultures, i l'àrea D, a uns 20 m de l'anterior vers el sud i separada per la zona alterada mecànicament , la qual fou explorada en uns 47 m 2 , i que ha fornit d'una part (costa t nord) la continuació de les sepultures, i de l'altra (costat sud) una complexa estructura de pedres utilitzada com a lloc d'enterrament . ' De manera complementària es realitzaren diversos sondeigs per delimitar l ' extensió de la necròpolis . 1 . Per a una informació més completa sobre les primeres troballes i la primera campanya, vegeu : MoETsT . 1982, i MoT.rsT e1 alii, 1985 .
f
Extensió de la Necròpolis (zona ratllada), de l'àrea excavada (rectangles ) i de la distribució de les sepultures . L'aixecament topogràfic ha estat a cura de J. Baulenas i Piella .
LA NECRÒPOLIS DE COLL S'AVENC
85
LES SEPULTURE S
Es troben excavades en un sediment granulós, compacte, d'un colo r marró-fosc molt homogeni (estrat II A), apareixen a poca fondària d e la superfície actual . Aquesta varia segons l'emplaçament de les sepultures : així, al costat sud-est la fondària se situa entre 18 i 25 cm ; a l a part central i vers el nord apareixen entre 8 i 18 cm, mentre que en le s situades a proximitat del camí o de la zona alterada la fondària és mínim a (3-4 cm), trobant-se en algun cas aflorant en superfície o fins i tot es capçades . La sepultura venia determinada en la seva majoria pel vas o vaso s que la formaven . En dos casos, les restes òssies disperses a l'exterior i envoltant el vas cinerari ens donaren indicis de la forma de la fossa . E l primer cas (sepultura D3) contenia dos vasos i formava una fossa ova l de 0,50 X 0,45 m . El segon (sep . B3) tenia el diàmetre de la fossa lleugerament superior al vas que contenia . A la resta de les sepultures, malgra t l'excavació practicada en extensió i l'atenció dispensada a les variacion s de sediments, no es pogué diferenciar la forma de la fossa . Així, cal pensar que l'estructura es limitava a una simple fossa excavada de forma circular o oval, de dimensions molt poc superiors al va s o vasos que havia de contenir, dins la qual era dipositada l'urna (o urnes ) normalment amb el plat/tapadora que les cobreix . L'excavació ha permès identificar un total de 21 enterraments concentrats a la part nord (àrea A) i un altre a la part sud, on l'existènci a de fragments de ceràmica i restes òssies cremades disperses indiquen probablement l'existència de més sepultures, alterades pels treballs mecànics . La seva distribució espacial és ordenada i regular . No s'ha observa t cap cas de sobreposició o intrusió de diverses sepultures . Els diferent s enterraments es disposen seguint quatre alineacions amb una direcci ó Nord-Est vers el Sud-Est, corresponent al mateix temps a una segon a alineació de direcció Nord-Est vers el Sud-Oest . La distància entre le s sepultures presenta unes mides constants : 0,90 i 1,20 m són les més freqüents, trobant-se també algun cas de 1,50 o 0,45 m .
VASOS CINERARI S
Del total de sepultures descobertes, 19 contenien un sol vas cinerari i en tres d'elles es trobaren dos vasos en cada una d'elles . Tots aquests vasos es troben en un estat de conservació defectuós, fruit de la seva situació superficial, de la penetració dels elements de la coberta vegeta l i dels desplaçaments laterals del sediment . En la major part dels enterraments amb una sola urna, aquesta apareix dreta i coberta per un plat/tapadora . Aquest es localitza bé a la
86
MOLIST, CRUELLS, BUXt)
part superior lleugerament inclinat vers l'interior o bé al fons de l'urna , trobant-se en aquest cas la vora del plat a l'exterior trencada formant un cercle a l ' entorn del vas principal . En un dels enterraments (sep . E4 ) es comprovà amb certesa l'absència del plat/tapadora, en no haver-s e localitzat ni en aquest ni en cap d'altre enterrament les llosetes o pedre s retallades utilitzades pel mateix fi en d'altres necròpolis . Les tres unitats que contenien dos vasos cineraris presenten una morfologia molt similar . Les urnes apareixen ben disposades, dretes l'una a l costat de l'altra, normalment a la mateixa altura, tocant-se a nivell d e carena i amb una dispersió d'ossos a l'exterior a l'entorn dels vasos, con firmant en cada cas la seva unitat com sepultura .
RESTES DE LA CREMACIÓ DEL CADÀVER : OSSOS
1
CENDRE S
En cap indret de la part excavada s'ha localitzat el lloc on s'efectuava la cremació o ustrinium . A l'interior de la sepultura es troben normalment les restes de la cremació del cadàver . Aquestes estan constituïdes bàsicament per fragment s d'os de petites dimensions (inferiors a 1,5 cm), de color blanc, totalmen t calcinats . Cal remarcar l'absència de cendres, enteses com el producte final de la combustió (pols) . De la mateixa manera els fragments de carb ó són totalment absents . Les observacions sobre la distribució de les restes òssies respecte a l'estructura i al vas que les contenia permet diferenciar tres grups : e l primer está format pels exemplars en què els ossos es troben exclusiva ment a l'interior del vas . És el grup més nombrós i les restes òssies e s localitzen generalment a la part rnitja-baixa del vas . En el segon grup les restes es troben a l'interior i també a l'exterior envoltant l'urna . Les sepultures més illustratives d'aquesta variant són les tres que contenie n dues urnes, trobant-se també en diverses sepultures d'un sol vas . Les restes òssies de l'exterior es disposen de manera regular a L'entorn dels vasos , concentrant-se en la zona de contacte de les dues urnes . En els exemplars d'un sol vas la posició és més irregular, localitzant-se bé a la part superior, o bé a la part mitja i baixa . El tercer grup, menys nombrós, es caracteritza per l'absència de restes òssies .
AIXOVAR
A part dels vasos cineraris amb els seus corresponents plats/tapadores , les sepultures presenten molt pocs elements d'aixovar . No es troba ca p vas accessori i els aixovars metàllics són rars . El més significatiu és e l format per una punta de bronze i restes d'un possible anell del matei x material que es descobriren a l'interior del mateix vas cinerari (X2b),
LA NECROPOLIS DE COLL S'AVENC
87
el qual formava part d'un enterrament de doble urna (sep . X2) . Aquest s elements es localitzaren a la base del vas barrejats amb les restes òssie s calcinades . No presenten deformacions ni traces de combustió, fet que indicaria que foren afegides a l'enterrament després de la cremació de l cadàver . Caldria destacar també la presència a l'interior de l'urna i barrejat s amb els ossos de diversos objectes arqueològicament menys significatius : un galet de quars rosat (sep . D3) i dos fragments petits de petxina (sepultura Z4) .
L'LSTRUCTURA DE L ' ÀREA D
La presència en superfície d'una acumulació de pedres i l'existènci a d'un petit turonet que contrastava amb la resta de l'àrea plana del jaciment, així com la troballa de restes arqueològiques superficials, provocaren l'excavació d'aquest sector sud de la necròpolis . L'excavació ha permès observar una complexa estructura formada pe r una forta acumulació de blocs, lloses i pedres, la qual és probablemen t incompleta pel costat oest, part alterada pels treballs del camí . Dos conjunts s'hi han distingit : El primer, de forma global semi-circular (4,80 x 3,90 m) presenta e l perímetre delimitat per una sèrie de grans lloses, disposades de form a plana . A l'interior i a la part central, sis grans blocs quadrangulars qu e arriben fins a la base de l'estructura constitueixen un espai rectangular . Aquest es troba envoltat per una sèrie de lloses de grans mides, disposades verticalment o lleugerament inclinades, recolzant-se en els bloc s centrals . Com a reompliment del conjunt trobem a la part superior (15-25 cm) una forta acumulació de pedres mitjanes i a la part inferior (23 cm) u n sediment marró amb abundants pedres de dimensions reduïdes . Tot e l conjunt se situa sobre l'estrat de terres granuloses de color marró fos c (estrat II A) localitzat a la resta de la necròpolis . El segon conjunt es troba adossat al primer pel costat nord-est . D e forma rectangular, té una morfologia més simple i unes mides més reduïdes . La seva constitució és similar al primer : grans blocs o llose s disposades verticalment i planes, reomplert de pedres de mides petite s barrejades amb sediment . La troballa de restes arqueològiques a l'interior dels dos conjunt s facilita la seva comprensió . Així, a part d'alguns elements superficials , foren localitzades dues sepultures d'incineració i diferents materials dispersos dins els dos conjunts . Els dos enterraments se situaven a uns 20 cm de fondària, cada un a l'interior d'una de les dues unitats distingides . Estaven formats per una sola urna amb el seu corresponent plat/tapadora . L'urna es trobava en ambdós casos encaixada entre diverses lloses dispo-
88
MOLIST, CRUELLS . BUXcï
sades verticalment, tenint la part inferior envoltada de pedres més petite s que semblen falcar-les . Una d'elles (sep . A4/5) contenia restes òssies exclusivament a l'interior i situades a la part baixa del vas on també e s trobà una làmina de bronze . La segona, més mal conservada, estava des proveïda de restes òssies i d'aixovar . A la resta de l'estructura i situant-se, en general, en els espais buit s encaixats entre diverses lloses, aparegueren algunes concentracions de materials arqueològics, formats per fragments de ceràmica de reduïdes dimensions i restes òssies cremades, procedents, probablement, d'enterraments alterats . A la resta de l'àrea excavada, pel costat sud d'aquests elements, e s localitzaren solament dins el sediment natural de l'àrea alguns fragment s de ceràmica . Gairebé al límit est i molt superficialment va aparèixer l a base d'una paret en pedra seca . De direcció nord-sud, està formada pe r pedres de dimensions mitjanes formant una sola filada amb una disposici ó general molt irregular, malgrat presentar una lleugera ordenació pe l costat oest .
MATERIAL ARQUEOLÒGI C
Els objectes metàllics són poc abundants, formats per diversos fragments de làmines i plaquetes de bronze, així com una tija d'agulla d e secció circular . Caldria destacar la troballa d'una sageta de bronze am b aletes i peduncle curt, de secció plana i molt prima . Els vasos cineraris (urnes i plats/tapadores) estan fabricats exclusiva ment a mà amb una factura cuidada . La pasta és grollera, presentan t un gran nombre d'intrusions : granets de quars, feldespats . . . La major part dels plats/tapadores tenen la forma d'un con truncat, amb les parets rectilínies o bé lleugerament còncaves i la base plana . Alguns d'ells presenten una decoració d'acanalats amples i suaus a l'interior . L'acabat sol ésser cuidat a l'interior, mentre que la superfície extern a pot ser allisada o bé grollera . Les urnes tenen un acabat cuidat a l'exterior . Dos grups morfològic s s'han diferenciat : el primer està format per vasos de forma bicònic a amb carena mitja arrodonida i lleuger coll cònic ; o bé els de forma mé s alta i cos globular . Les vores d'aquest primer grup són exclusivamen t convexes i les bases planes o amb un petit peu aixecat . El segon grup el constitueixen urnes de boca ampla i cos amb perfil carenat suau . Le s vores són exvasades amb perfil rectilini o convex, les bases planes o b é amb un lleuger peu . Les decoracions són abundants i variades, situant-se generalment a l'espatlla del vas . La tècnica més abundant és la dels solcs acanalats . Aquests poden presentar-se com a ímic motiu o bé combinar-se amb impressions (puntillats, oves) o incisions . També es troben casos de sobre-
LA NECROPOLIS DE COLL S'AVENC
89
posició : grups d'acanalats verticals sobre els acanalats horitzontals d e l'espatlla del vas . En un cas els solcats acanalats formen motius de meandres, i en un altre de rectangles combinant-se amb línies de puntillats .
CONSIDERACION S
Els treballs efectuats permeten conèixer pràcticament la totalitat d e la necròpolis i les seves principals característiques . Malgrat que l ' estud i complet es troba en curs de realització, un seguit de consideracions e s desprenen en l'estat actual de la informació . La seva extensió inicial sembla limitar-se a una àrea de 96 m 2 aproximadament . Dues formes d'enterrament han estat atestades . La primera , més nombrosa, correspon al simple forat circular o oval, on són disposat s els vasos cineraris sense cap mena de protecció . La seva senzillesa fa qu e sigui un dels tipus d'enterrament més utilitzats, estant documentat en l a major part de les necròpolis d'incineració . 2 La segona forma és la representada pels pocs enterraments localitzats a l'interior de l'estructura d e l'àrea D . Un dels aspectes importants a assenyalar és la clara ordenació de le s sepultures del primer tipus, les trobem alineades i separades amb un a distància regular . Aquest fet és significatiu, car solament s'ha pogut constatar una situació similar a la necròpolis de Can Roqueta (Sabadell ) i a la necròpolis més tardana de Le Fleury, al Llenguadoc Occidental . " Aquesta ordenació permet suggerir l'existència d'algun element senyalitzaclor (acumulació de terra, o d'algun tipus de pedra) i que posterior ment ha estat erosionat, així com d'una clara voluntat d'ordenació e n el moment de practicar-se l'enterrament (seguint unes orientacions precises, o bé uns espais delimitats) . D'altra banda, les dificultats d'apreciació de la forma original de l a fossa ens permetrien subscriure les observacions realitzades per Bosc h Gimpera i Colomines Roca a la necròpolis de Can Missert (Terrassa), on , segons els autors, un cop les urnes estaven dipositades al fons d 'un clot , aquest es tornava a omplir de terra . ' L'estudi de les restes òssies el considerem important pels coneixement s que ens pot aportar a nivell antropològic i del ritual practicat . Malgra t les dificultats pròpies a l'estat de conservació i a les seves reduïdes dimensions, una anàlisi osteològica és en curs, així com un examen sobre le s característiques de la combustió soferta (graus, etc .) .' La natura i dispo 2. Correspondria al tipus 1 de la tipologia proposada per E . Pons per I'àrc a empordanesa . Vegeu : PONS, 1984 . 3. MALUQUER DE MOTES, 1945-46, pàg . 123 ; Louls i TAFFANEL, 1958, p . 70 . 4. BOSCH-GIMPERA i COLOMINES ROCA, 1915-20, p . 582 . 5. Realitzats per P . Anfruns, A . Roca i A . Susini respectivament, ens permetran, sens dubte, aportar dades noves en aquest camp tan poc desenvolupa t fins a l'actualitat .
MOLIST, CRUELLS . Huxt S
sició de les mateixes ens semblen significatives . La seva morfologia, c l color blanc-blavós, la manca de part esponjosa, indiquen una forta cremació . D'altra part, l'absència de cendres i carbons, així com la variabilitat del seu volum i pes, semblen indicar que les restes òssies són dipositades a l'interior de la sepultura amb cura, després d'haver estat sotmese s a una tria i potser neteja de les restants restes de la combustió del cadàver . Les variacions en la distribució dels ossos segueix en general les observacions realitzades en la major part de les necròpolis d'incineració . Tanmateix l ' emplaçament dels ossos a la part superior del vas, en algu n cas, suggereix l'existència de possibles objectes d'un material peribl e (teixit, fusta . . .) que han donat lloc a una lenta infiltració de la terra , com ho han establert els treballs de G . Grevin en d ' altres necròpolis . L'homogeneitat de la major part de les sepultures i dels trets morfològics que les formen, el seu emplaçament concentrat i la seva ordenaci ó indiquen un desenvolupament unitari de la necròpolis, probablement e n un espai de temps relativament breu . La morfologia dels vasos ens con firma aquesta impressió, permetent-nos afinar la cronologia donat que le s proves de C14 resulten negatives . Els parallels més significatius els trobem en les necròpolis d'incineració descobertes a la comarca del Vallès (Can Missert, Terrassa ; Ca n Roqueta, Sabadell) . La similitud afecta no solament a les estructures des cobertes (majoria d'enterraments de tipus simple, aixovar poc nombrós . . .) , sinó que sobretot cobreix les formes dels vasos (formes bicòniques, vore s exvasades . . .) . Diversos detalls en la morfologia dels vasos de Coll S'Avenc : coll poc diferenciat, presència de petits peus, riquesa decorativa, semble n indicar un moment recent dins l'evolució proposada per l'anomenat «Gru p de Terrassa» . La necròpolis de Coll S'Avenc se situaria, dones, en un moment recen t del grup de les primeres manifestacions de la incineració a Catalunya (segle ix a .C .), pròxim a la transició de les fases Bronze Final III A i 111 B de la cronologia proposada per Guilaine, 6 és a dir, lleugerament anterio r al desenvolupament homogeni de les necròpolis d'incineració en l'àre a empordanesa .
PROSPECCIONS :
EL
POBLAT DEL PLA
DEL CASTEL L
Durant l'exploració de la necròpolis i com a complement de la mateixa, es realitzaren un seguit de prospeccions en l'àrea de Tavertet, am b l'objectiu de conèixer l'existència de possibles installacions d'hàbitat (poblats . . .) corresponents al mateix món cronològico-cultural . La coneixença de diverses coves en les cingleres pròximes (coves de les Pixarelles, cov a de Can Feló . . .) ens permeté centrar-nos en el mateix espai geogràfic d e b . Gu,LAInU, 1972 .
LA NECRÓPOLIS DE COLL S'AVENC
91
la necròpolis, és a dir, en la part superior de la plataforma calcària d e Tavertet . El resultat més important és la prospecció realitzada en el jacimen t del Pla del Castell. Aquest nou jaciment es troba a proximitat del pobl e de Tavertet i per tant proper a la necròpolis de Coll S'Avenc . Se situ a a la part nord-est d'una gran península que està limitada per les cinglere s escarpades que dominen les valls del riu Ter i de la riera de Balà . L'àrea del jaciment havia estat afectada de manera important pel s treballs mecànics durant un projecte d'urbanització de la zona . Les reste s reconegudes en superfície són tanmateix importants : es tracta d'una muralla construïda en pedra seca, de direcció est-oest i amb una llargad a aproximada de 126 m . L'amplada, que no es pogué verificar amb seguretat, no seria inferior als 2 m . L'alçada conservada sembla situar-se entr e 1-1,5 metres . Dos petits sondeigs es realitzaren en el sediment adossat a aquest a construcció . L'estratigrafia observada, malgrat trobar-se en curs d'estudi . permet assenyalar l'existència d'una llarga ocupació en aquest nou poblat . Els estrats superiors corresponen al nivell d'habitació i de construcci ó de la muralla, així com els més superiors a l'abandó i progressiva erosió/destrucció d'aquesta construcció . Els materials arqueològics trobat s (forta concentració de ceràmica a torn de tipologia ibèrica, ceràmica a m à grollera, metalls . . .) i la natura de les estructures permeten associar-los al món ibèric clàsic (segles ill-I a .C .) . L'estrat següent representa una altra ocupació, probablement am b installacions fixes d'hàbitat (focs), anterior a la construcció de la muralla . Els materials arqueològics trobats, si bé estan en curs d'estudi, podrie n correspondre a un ibèric antic (paleo-ibèric, segles v-Ilt a .C .) . Els estrats inferiors, ben diferenciats sedimentològicament, proporcionaren restes arqueològiques pròximes del món cultural de la necròpoli s (ceràmica acanalada, vores bisellades . . .), si bé el reduït espai sondeja t no permeté conèixer l'existència d'estructures d'hàbitat . En un deis sondeigs, un darrer estrat fou reconegut, proporcionant diverses restes arqueològiques que semblen indicar una altra ocupació anterior, databl e deis primers moments del Bronze Final o finals del Bronze Mig . Les novetats que acabem d'exposar, conjuntament amb l'existènci a d'altres jaciments (coves de les Pixarelles, coves de les Grioteres, cov a de Can Feló), fan de l'àrea de Tavertet un lloc privilegiat per l'estudi d e l'evolució cultural, econòmico-social i cronològica de les poblacions de l segon i primer milleni . La importància del desenvolupament i continuaci ó d'aquests estudis es fa cabdal en observar la manca d'informacions d e què es disposa per aquests períodes de la Catalunya interior .
92
MOLISI', CRUELLS . BUX ó
BIBLIOGRAFI A BOSCH-GIMPERA, P ., i COLOMINES ROCA, J . : La necròpolis de Can Misser t (Terrassa) . A .I .E .C., pp . 582-586 . Barcelona, 1915-1920 . GUILAINE, J . : L'áge du Bronze en Languedoc Occidental, Roussillon , Ariège, p . 449 . París, 1972 . Louls, M ., i TAFFANEL, O . J . : Le premier áge du Fer languedocien . Montpellier, 1958 . MALUQUER DE MOTES, J . : Las culturas hallstáticas en Cataluña . Ampurias , VII-VIII, pp . 115-184 . Barcelona, 1945-46 . MoLIST, M . : Aportacions al coneixement deis períodes Bronze Final-Primera edat del Ferro a la comarca d'Osona . Ausa, X, pp . 217-230 . Vic, 1982 . MOLIST, M . ; CRUELLS, W . ; Buxó, D ., i ESPADALER, M . M . : Nota preliminar sobre la necròpolis de Coll S'Avenc (Tavertet, Osona) . Cypsela, V, pp . 71-77 . Girona, 1985 . PONS, E . : Les agrupacions culturals de l 'Empordà i del seu entorn adjacent en el període de transformació de l'Edat del Bronze a la del Ferro . Girona, 1984 .
La genèse de la religion grecqu e PIERRE LÉVEOU E Université de France-Comt é
Le problème de la genèse de la religion grecque est relativement nouveau, bien qu'il ait à 1'occasion retenu 1'attention des Anciens : ains i Hérodote passe pour souffrir d'égyptomanie, lui qui a tendance à attribuer à 1'Egypte 1'origine de maints cultes des cités . C'est qu'on a tro p considéré la civilisation grecque comme une tabula rasa, si bien que l a religion hellénique apparaissait comme un commencement, non comm e un aboutissement . . . En fait, il faut remonter très haut pour tenter 1'exégèse des forme s idéologiques de l 'Antiquité . Déjà, les chasseurs paléolithiques élaboren t des structures imaginaires complexes autour de figures divines, représentant, abstractisées, le monde de la nature : dieux-animaux et Grand e Déesse, mère de la fécondité animale et humaine et patronne de la chasse . Des analogies en chaine, rendues possibles par le développement du cortex du cerveau, se mettent en place et soustendent les croyances qui s'expriment dans un somptueux art figuré : bipolarité sexuelle comme force d e tension du cosmos ; interconnexion de la fécondité et de la chasse, cett e dernière pouvant s'assimiler à un acte sexuel ; union sacrée du gran d animal cornu et de la Déesse-Mère, renouvelant l 'univers, en liaison san s doute avec le cours des astres ; loi de compensation optimisante qui fonde un équilibre entre vie et mort, en faisant de la mort un renouveau indéfin i de la vie . Sur ce dernier point, une comparaison anthropologique peu t étre éclairante . Chez les Desana, des Indiens d'Amérique du Sud, le dieu jaguar Wai-maxsé, le Seigneur des animaux, réside dans une caverne o ú il stocke les énergies vitales, oú il récupère celles des morts, d'ou il fai t sortir les animaux-gibier nécessaires au groupe humain . Cette caverne es t 1'espace d'une mutation décisive, de la transformation incessante des énergies qui transcende la mort, qui établit le primat des forces de vie et de
94
I'IFRRF. LFVÍ QUI~,
reproduction . On peut y voir l'origino de la conception des Enfers sou terrains, si répanclue à I'áge du Bronze . Tout s'éclaire d'un jour nouveau avec la révolution néolithique les techniques de fabrication de la nourriture (céréaliculture, élevage de s animaux domestiques) remplaçant les durs aléas de la chasse, transforment la Grande Mère paléolithique en une Terre-Mère, détentrice d e toutes les énergies vitales de l'univers : fécondité, fertilité et suvie pos t moríem . Accompagnée d'un dieu reproducteur, plus petit et moins important qu'elle — souvent encore sous forme animale : taureau ou bélier , oiseau elle est au centre d'une «sainte famille néolithique» : mère , grande filie, enfant divin . D'oros et déjà semblent bien émerger (ou prendre tout leur essor?) de vastes thèmes mythiques qui organisent l'univer s des forces surnaturelles : 1'hiérogamie, ou union sacrée de la Mère qu i renouvelle chaque année 1'élan des forces végétatives ; la dyade mère/fille , en liaison directe avec le renouveau du printemps ; 1'enfant divin qui connait peut-étre déjà les vicissitudes qui sont les siennes à 1'áge du Bronze : enfances difficiles, fécondation de la Mère (done schéma du fils-amant , si largement répandu), mort suivie de résurrection, c'est-à-dire une autr e transcription de la disparition et de la renaissance annuelles de la végétation . De telles structures perdurent sur des millénaires et sont encore bie n vivantes en Grèce . L'hiérogamie incarne le renouvellement du cosmos pa r les amours des déesses : il suffit de relire celle d'Héra sur le mont Gargaros dans l'lliade, celle d'Aphrodite sur 1'Ida troyen dans l'Hymn e homérique qui lui est consacré . La dyade mère/fille est le prototype de s «deux déesses», Déméter/Coré, dont les mystères représentent l'élémen t le plus spirituel de 1 ' hellénisme religieux et sont pour Platon le modèl e de la contemplation du philosophe . L'enfant divin fécondateur, ses épreuves et son salut final sont dans bien des mythes, notamment dans ceu x de Zeus, de Dionysos, d'lasion . . . Ces cultes profondément naturistes sont parfaitement adaptés à de s sociétés agro-pastorales : ils répondent aux incontournables questionnements sur la reproduction de la vie végétale et animale, sur 1'éternel retour des naissances et des moissons en fonction des grands cycles qui sont ceux des forces vitales de l'univers . Mais ils assument en méme temp s les angoisses sur l'au -delà : la Terre-Mère poursuit sa bienveillante protection jusque sur les morts, conçus déjà comme résidant en son sein , dans des Enfers souterrains : conception qui trouvera son plein essor à 1 ' áge du Bronze chez les Égyptiens, Sumériens, Crétois (chez ces derniers , ce sont les Champs Élysées, dont les Grecs recueilleront l'héritage) . Dans un large secteur de la Méditerranée orientale (Chypre, Crète , Grèce), mais aussi dans les Balkans et dans une partie des steppes pontiques, toutes régions néolithisées à partir de 1'Anatolie, cette religio n naturiste perdure longuement à travers le premier Bronze : partout son t prépotentes des Terres-Mères, souvent accompagnées de déesses filies
LA GENPSE DE LA RELIGION GRECQUF.
4S
comme sur les idoles couplées de Crète ou dans les cavernes de l a méme grande ïle, si exubérante par son potential religieux chatoyant qu i s'exprime dans un art incomparable — ou d'enfants divins — et ici encore c'est le cas crétois qui retient 1'attention avet la multitude de se s jeunes dieux parèdres de la Mère, tel Zeus naissant et renaissant chaqu e année de la Mère dans la grotte de sa naissance, sur le mont Ida — . C e sont les migrations des premiers Grecs, conquérant la Grèce au début du Ile millénaire, qui vont modifier considérablement ce paysage religieux . Les Grecs représentent en effet un rameau des peuples indo-européen s et lis amènent done avet eux un héritage idéologique bien analysé depui s les remarquables travaux de G . Dumézil : c 'est une religion organisée autour des trois fonctions de souveraineté, de force physique et militair e et de production/reproduction, les dieux des deux premières exerçan t normalement leur hégémonie sur ceux de la troisième, comme roi et prétres et nobles guerriers dominent les producteurs ruraux qui assurent la survie biologique de la communauté . Les divinités de la troisième fonctio n ne peuvent étre exclues du panthéon, car elles régissent toutes les activité s de subsistance et de reproduction et sont chères aux masses laborieuses qui fournissent le travail productif, mais elles sont considérablement minorées et c 'est là la différence essentielle avet les religions naturistes d e type néolithique oú ces mémes forces de I'élan vital représentent la structure la plus vivante et la plus cohérente de tout le panthéon . Sans cherche r évidemment une correspondance rigoureuse entre les trois fonctions divines et les trois classes des peuples indo-européens, nous constatons qu'i l s'agit d'une religion particulièrement socialisée, religion de groupes tribaux peu soudés les uns aux autres, mais avec une forte hiérarchisation social e en voie d'émergence : d'ou un décalage extreme avec les grandes religion s despotiques de l'Orient anclen, égyptienne ou suméro-sémitique par exemple, qui sont dans la suite directe du Néolithique, mais avec une structuration et complexisation du panthéon, composé de dieux cosmique s dont le despote est le reprèsentant sur terre, dieu lui-méme en Égypte o u vicaire des dieux en Mésopotamie . En Grèce on constate alors comme le choc frontal de deux idéologies . II y a d'abord, dans les premiers siècles qui suivent les migrations, un e nette diminution des cultes naturistes, comme il est patent du fait de l a raréfaction et souvent disparition des offrandes funéraires dans les tom bes : preuve de ce que le problème de la survie est passé au second plan , ainsi que dans la plupart des religions indo-européennes primitives . Mais, à partir de 1700 environ, 1'évolution est très rapide en Grèce . Différents facteurs, multiples, jouent pour renforcer les royautés dan s toute la Grèce du Sud, la seule qui participe vraiment à ce décollage : jusqu'alors tribales, elles tendent à devenir despotiques . De fait le développement considérable de la production et des échanges avec la Méditerranée orientale, 1'urbanisation, les besoins de défense ceuvrent dans l e sens d'un net renforcement des pouvoirs des rols qui règnent dans les —
')b
I'IIRRE Lt VL(2U1 :
cháteaux -forts des acropoles, ce à quoi poussent également, dés les 17e e t 18e siècles, les apports crétois qui donnent l 'exemple de petites monarchies autocratiques et théocratiques, controlant la production et sans doute le trafic . Le mouvement ne fait que s 'étendre, lorsque, avec la périod e mycénienne, on entre dans le Bronze récent (vers 1580) et l'on débouche sur les puissantes royautés des Achéens, dites mycéniennes du nom d u site le plus important du Péloponnèse . C'est alors que le trifonctionnalisme indo-européen, désormais nullement opératoire, puisqu'il correspondait à des formes tribales très láche s d'organisation des communautés, va littéralement exploser, alors que l a vieille religion méditerranéenne des forces de la vie constitue un instrument pleinement adapté à 1'exploitation des travailleurs ruraux — se soumettre au roi, c'est en effet adhérer à l'ordre du monde et lui résister , c'est commettre un crime de lèse-divinité — . De plus elle répond bie n aux questionnements immémoriaux des paysans qui cherchent la stabilité de l'éternel retour dans une nature au sein de laquelle ils ceuvrent e t l'espoir d'une survie bienheureuse dans les profondeurs mémes de l a Terre dont leur labeur n'aura cessé, toute leur vie durant, d'assurer l a productivité . C'est pendant ces siècles, décisifs dans la genèse que nous étudions , que se forme une religion mixte, souvent désignée de l'expression asse z impropre de syncrétisme créto-mycénien . De la rencontre entre l'idéologi e indo-européenne très socialisée des migrateurs grecs et la millénaire idéologie naturiste de la Méditerranée orientale nait un imaginaire très spécifique oú les cultes des forces vives de la nature, incarnées dans le s déesses et leurs parèdres, demeurent au premier plan, au détriment de l a trifonctionnalité, dont il subsistera bien des vestiges, mais qui est éliminé e en tant que structure organisatrice du panthéon comme de la société . II y a done simultanément net éclatement du tripartisme des migrateurs grecs et flottement dans les vieux cultes indigènes, du fait que l e syncrétisme amalgame les forces idéologiques en prèsence, juxtaposan t ou mixtant les dieux à l'intérieur de personnes divines nouvelles, con servant leurs noms ou les rhabillant de noms grecs . Coré («la vierge» e n grec) porte méme un double nom, puisqu 'elle est aussi la Crétoise Perséphone . Mais le cas le plus intéressant est sans doute celui de Zeus . Tel qu'i l se présente dans les cités grecques, c ' est un dieu que nous pouvons dire typiquement indo-européen : sans qu'on doive minimiser ses aspects na turistes, qui forment un ensemble cohérent autour du ciel lumineux e t orageux, de la foudre, de la pluie fécondante, il est essentiellement u n père (Zeus Pater, comme à Rome Jupiter et dans 1'Inde védique Dyau s Pitar) et un roi qui assume pleinement la fonction de souveraineté dan s l'Olympe ; en tant que Zeus Téleios, il est, avet Héra Téleia, le garan t de 1'accomplissement du mariage, opérateur de base d'une société patriarcale .
LA GENirSE DE LA RELIGION GRECQUE
97
Mais il est indubitable qu'un enfant-dieu crétois s'est amalgamé en lui — done en une méme personne — avec le dieu père et roi, maitre de la foudre . I1 en conserve les enfances tres difficiles, menacées par l a cruauté vorace d'un père, les appuis qu'il trouve dans la nymphe/chèvr e Amalthée et dans la troupe bondissante des Courètes, des jeunes en armes, la multiplicité de ses métamorphoses animales (en taureau, en oiseau d e diverses espèces . . .), sous lesquelles il possède nombre de ses partenaires , ses amours adolescentes avec sa seeur Héra — déjà connues de 1'Iliade —, Héra vers qui une tradition ultérieure le fait voleter en coucou, afin qu'i l puisse échapper à la surveillance de leurs parents, ses enlèvements d e nymphes ou héroïnes sous la forme d'un taureau, son tombeau que 1'o n montrait sur le mont louktas, au grand étonnement d ' un Callimaque qu i ne pouvait concevoir la mort d'un immortel . . . On est frappé aussi de so n étrange association, à la grotte crétoise d'Amnisos, avec la dyade mère / filie qu'on y adore sous les noms de Héra/Ilithyie, qui sont représentée s dans des idoles naturelles, stalagmites et stalactites grossièrement ébauchées : à lui est consacré, devant la caverne, une petite butte oú sa mèr e était venue offrir son cordon ombilical, rite suivi par les femmes aprè s d'heureuses couches . La topographie méme est ici signifiante : devant le sanctuaire rupestre, le divine child sert d'introducteur, d'embrayeur nécessaire au fonctionnement de la dyade ainsi transformée en triade . Mai s étrange association, dissais-je, car ailleurs Zeus n'est pas 1'enfant d'Héra , la grande «Dame» crétoise, mais son frère, son jeune amant, son époux . La confusion est d'autant plus signifiante que, dans la grotte de sa naissanee, sur le mont Ida cette fois, il est tout simplement mentionné dan s les mystères comme le fils de la Mère . Aucune figure divine des Grecs ne me parait exprimer autant le syncrétisme créto-mycénien que ce dieu-roi des Indo-Européens, dont le nom mime de Zeus fait si nettement référence au ciel lumineux, mais qui est si clairement aussi un dieu-enfant crétois, dont la dernière et définitiv e épouse légitime est cette Héra au magnifique nom égéen (= «La Dame») , maitresse des énergies végétales et animales, et qui semble concevoi r plutót les enfants qu'elle a de lui par parthénogénèse . . . L'essentiel du panthéon grec est ainsi constitué à la fin du IIe millénaire, quand s'écroulent les palais mycéniens sous la pression de force s mal définies, qui peuvent etre, au moins en partie, les migrations d e nouveaux Grecs restés plus au Nord, les Doriens . Le déchiffrement de s tablettes palatiales, rédigées en linéaire B (une écriture dont 1'origin e crétoise ne peut étre mise en doute, ce qui est bien signifiant! ), montr e que la quasi-totalité des grands dieux de la Grèce sont déjà présents dan s les royaumes achéens . Ce qui n'empéche pas que bien des mutations ou simplement glissements et bricolages prennent place pendant les quatre siècles, dits Age s Sombres, qui séparent la destruction des palais de 1'émergence de la cité
98
PIERRE LtrVF:QU E
au tout début du 8e siècle . Les migrations doriennes renforcent le caractère indo-européen, au moins dans certaines zones, et en tout cas l a prépotence de Zeus, beaucoup plus nette dans les cités que dans les monarchies mycéniennes oú il semble que Poséidon («1'Epoux de la Terre» ) jouisse de l'hégémonie . Mais on constate en méme temps des apports en provenance de l'Orient, creuset des grandes religions de la vitalité de l'univers et des forces secrètes qui 1'animent et le reproduisent : les nouveaux dieux qui s'introduisent, inconnus des tablettes, sont des divinité s féminines-mères (Léto, Cybèle, Hécate) ou filles (Aphrodite), ou u n jeune dieu-fils comme Apollon . Le meilleur témoignage de ce qu 'est la religion grecque dans le premier siècle d'émergence de la cité, c'est la Théogonie d'Hésiode qui es t rédigée peu de temps après Homère . I1 permet en effet de décrypter l a théologie qui la structure . Dans un prodigieux effort de rationalisation , le poète organise son eeuvre autour de trois principes constructeurs : remonter au passé le plus lointain, au Chaos initial, en suivant d'incontestables modèles orientaux ; montrer les luttes de générations et les lutte s de puissances (dont certaines sont de monstrueuses puissances du Mal) : organiser le planning d'ensemble du monde surnaturel autour des impetu s de la sexualité qui permettent les enfantements successifs à partir d'un e phase première de parthénogénèse, à telle enseigne que 1'ensemble d u recueil peut se résumer en un tableau généalogique démesuré . Ce qu e nous y voyons vivre et agir, ce sont les forces profondes de 1'élan vital , productrices d'abord de toutes les émergences de dieux, monstres et héros . Un mot-clef de la Théogonie est au reste Eros, l'Amour, dit par le poèt e «le tendre Amour», qui — malgré sa polysémie — désigne essentiellement 1'élan génésique auquel ni dieux ni hommes ne se peuvent soustraire . Or, ce vocable, pour lequel on cherche en vain une étymologi e indo-européenne vraisemblable, a toute chance d'étre méditerranéen , crétois . C 'est bien montrer combien en Grèce les cultes immémoriaux, au moins néolithiques, de fécondité/fertilité/vie éternelle gardent une richesse prégnante, chatoyante : ils continuent à répondre aux questionnements et angoisses des hommes concernant leur vie sur terre et leur s possibilités de survie . Ce qui permet aussi de comprendre pourquoi l a religion grecque est, malgré de nombreuses traces assez évanides d u trifonctionnalisme, I'une des moins indo-européennes . . .
Los inventarios del patrimoni o arqueológico en Españ a MANUEL MARTÍN-BUEN O Catedrático de Arqueología, Epigrafía y Numismátic a
La situación actual de conocimiento sobre el rico patrimonio arqueo lógico en nuestro país y por extensión en el resto del mundo occidental , sobre todo plantea una serie de problemas a la hora de establecer lo s criterios de conservación y protección de restos monumentales y yacimientos, tanto si éstos son conocidos, como si, y ello es frecuente, aú n permanecen desconocidos para la investigación o para las institucione s responsables de su guarda y conservación . El panorama actual, acentuado en nuestro contexto occidental sobr e todo, con desarrollo todavía no sujeto a un adecuado control, plantea enormes problemas a la hora de adecuar las medidas de protección en l a espera de la intervención para estudio o integración, por el medio que se a en el contexto social para su simple disfrute o guarda . Estas dificultade s que tienen una adecuada, pero siempre pronta, respuesta en las modificaciones de legislaciones o creación de nuevas y específicas, están en muchos casos sujetas a la falta de conocimiento rápido y concreto que per mita recurrir adecuadamente al punto y momento en que la actuació n sobre el patrimonio se hace imprescindible . Tanto para su conservació n y protección como para su estudio es necesaria, y ello no es nuevo, un a coordinación de la información que permita acceder prontamente a lo s datos de referencia . En lo que se refiere al acceso y globalización de la información arqueológica con fines de estudio, la situación es especialmente patética , puesto que a las dificultades que plantea la imposibilidad de abarca r fácilmente toda la información existente se une una desmedida, y a vece s hasta disparatada, generación de nueva información sin haber asimilad o o sintetizado la anterior . No hace muchos años ya se especulaba en ámbitos internacionales con el problema que planteaba el exceso de información y sobre todo su dispersión hasta llegar a niveles de esclerotiza-
100
M . MARTÍN-BUEN O
ción total de algunos campos en los que la situación se hacía particular mente trágica . La realidad general y particular en lo que a España afecta es evidentemente ésta, pero si bien en otros países el problema, bien se dejó senti r antes, o quizá mejor sintieron más rápidamente el estímulo de la reacció n para su control, en España por diversas razones sigue sin confiarse e n exceso en que en un futuro próximo seamos capaces de disponer de u n medio rápido, ágil y sobre todo compatible entre los diversos ensayos , para que esa torpe realidad actual, balbuceante tan sólo, pueda cambia r y dar un giro de ciento ochenta grados al problema . Son diversos los intentos de sintetización de la información patrimonial arqueológica que se han puesto en funcionamiento desde la Administración en sus diversas formas en los últimos años y no es meno s cierto que el panorama empieza a experimentar un cambio notable per o poco aparente . No es menos cierto también que los medios de que s e dispone para su ejecución, no de los programas, sino de la recogida de l a información, son bien escasos, y también, por qué no, en muchas ocasiones no se dispone del personal realmente cualificado para ejecuta r dicha recogida con unas garantías de solvencia científica adecuada . Entre las diversas situaciones puestas en funcionamiento por las Administraciones autonómicas o de otra índole menor desde el punto d e vista territorial, son conocidos, aunque no bien divulgados, los caso s de Cataluña, País Vasco y algunos otros, aunque con carácter distint o en su planteamiento, lo que a veces invalida no la bondad de los mismo s sino la capacidad de acceso rápido desde los distintos puntos o inclus o la intercomunicación necesaria de la información por haberse realizad o con programas y sistemas informáticos diferentes . El caso que nosotros tratamos, el del programa puesto en march a desde el Ministerio de Cultura hace varios años, y finalizada no total mente su primera fase coincidiendo casi con el proceso de transferenci a de competencias a las comunidades autónomas, se intentaba una aproximación básica a un inventario de yacimientos arqueológicos en una bas e de datos con soporte informático, coordinado ello por el Departamento Ministerial correspondiente, la Secretaría General Técnica, con la ejecución del planteamiento y la revisión de la información recogida por l a entonces Subdirección General de Arqueología y Etnología de la D . G . BB .AA . y Archivos, hoy Departamento de Arqueología . La filosofía de l a recogida de información en una primera base de datos, que se denomin ó YAAR, —Yacimientos Arqueológicos— era la de disponer de una información primaria rápida, sucinta y eficaz con un muestreo general de l territorio nacional distribuido por provincias que permitiría, en un plaz o breve de tiempo, conocer numéricamente y de forma localizada la cantidad y ubicación de los yacimientos, su contexto cultural y su definició n para poder agilizar su protección y para poder utilizar esa informació n como una primera aproximación científica . Aquel programa se puso en
LOS INVENTARIOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN ESPAÑA
10 1
marcha tras el diseño de la ficha correspondiente y de su sistematizació n informática con la intención, lograda, de que una vez recogida fuera distribuida a los usuarios mediante la red nacional de los Puntos de Información Cultural, PIC, instalados en la práctica totalidad de las capitales provinciales y conectados con el banco de datos central del Ministeri o de Cultura . Esa primera fase fue encomendada a diversos equipos y, con alguno s desajustes en la recogida de la información, por defectos de ajuste a la s normas establecidas o por falta de cualificación en algunos componentes , constituyó, una vez revisados por el equipo de la Subdirección Genera l de Arqueología, la primera base de información arqueológica de acces o rápido desde todo el territorio nacional, manteniendo algunas reserva s de protección en evitación de que la información contenida pudiera ser d e utilización inmediata por los arqueólogos clandestinos, lamentablement e muy extendidos en nuestro territorio . Problemas de tipo administrativ o por producirse en aquel entonces las primeras transferencias a las comunidades autónomas significaron el no poder integrar ya algunas zona s que se vieron sujetas a su propia programación de inventarios, no siempre adaptables a la base general por realizarse con otro criterio . La primera fase debía completarse con una segunda en la que la in formación habría de enjuiciarse con un criterio más exhaustivo y con e l complemento del estudio sucinto de los materiales o estructuras contenidas en los yacimientos, así como con el complemento gráfico o documental necesario . Esta fase iba a constituir ya el necesario instrumento de trabajo de tipo científico a la vez que ayudar decididamente en lo s esfuerzos y trabajos de planificación realizados por las diferentes instancias administrativas que pudieran afectar al patrimonio arqueológico , tales como planes generales o parciales de urbanismo, planificación d e obras públicas o rurales, etc . El programa se puso en funcionamiento, financiado aún por el Ministerio de Cultura, con una muestra de ocho provincias, coincidiend o esta puesta en marcha con las transferencias de competencias, por lo qu e toda la política de ejecución directa posterior de dicho programa u otro s iba a ser continuada por las referidas comunidades autónomas sin perjuicio de la tarea coordinadora que pudiera restarle al Estado según l a Constitución de 1978, los propios decretos de transferencias y posterior mente la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985 y demás elementos reguladores del Patrimonio . Como complemento de ese programa básico y subsiguiente del Inventario de Yacimientos Arqueológicos, YAAR, se pusieron en march a durante los años 1983-84 una serie de Inventarios Específicos, con finalidades complementarias y enfocados fundamentalmente al estudio científic o de la Arqueología, en los que bajo el nombre de Planes Nacionales d e Documentación se esperaba culminar una serie de necesidades sentida s claramente en el ámbito de estudio que pudieran, tomando como soporte
102
M . MARTIN-BUEN O
inicial aquella base de YAAR, complementar sucesivamente la informació n con la puesta en marcha de programas que con ejecución separada y simultánea irían completando la información recogida y sobre todo posibilitarían el acceso de cualquier información que se generase posterior mente al banco de datos general, con lo que de una manera eficaz y simple se irían completando una serie de elementos y datos que enriquecerían el banco general y poco a poco irían también acostumbrando a usuarios e investigadores a la utilización de una sistematización concret a y unitaria en el procesamiento y tratamiento de la información, tanto par a su entrada hacia el banco de datos como para su utilización tras su re cogida de él . Este planteamiento se inscribía en la política internacional existent e para este tipo de problemas y permitiría además la posibilidad de integra r nuestra información, perfectamente compatible con la de otros paíse s y asimismo utilizar sus bancos de datos arqueológicos . La finalidad es claramente múltiple, por una parte utilizar el procesamiento de la información como soporte y apoyo en la documentació n para la gestión y protección del patrimonio arqueológico, y por otra s u utilización científica con posibilidad de interrelación a nivel internacional . Además y desde el punto de vista de la legislación actual permite introducir directamente este banco de datos y los complementarios en el Registro de Bienes Culturales, con lo que la declaración de BIC queda en troncada con los bancos de datos y por tanto sirve de elemento de utilización en la protección patrimonial como determina la actual legislació n de 1985 . Los bancos de datos pueden ser así enriquecidos con programas específicos entre los que destacamos, por haber sido ya puestos en marcha , los de : 1. Banco de datos numismáticos . NUMTES, NUMARQ, NUMUS . De carácter internacional, con posibilidad de integración a nive l europeo, con programa común a casi todos los países o compatible . Compatible también con la ANS de Estados Unidos . 2. Banco de datos petrográficos . Apoyado en programa de investigación y análisis de los elementos petrográficos de nuestros monumentos, materiales, etc . Iniciado para época romana y con ensayos en protohistoria . 3. Banco de datos dendrocronológicos . Basado en el programa d e investigación en curso . 4. Banco (le información de yacimientos submarinos . Carta Arqueo lógica del Litoral Español, dentro de la Forma Maris Antiqui s (internacional) . 5. Banco de datos epigráficos . Basado en el programa de inventario s de materiales epigráficos puesto en marcha por el Ministerio d e Cultura en el año 1981 .
LOS INVENTARIOS DEL PATRIMONIO ARQUEOLOGICO EN ESPAÑA
103
6 . Otros . De forma experimental se pretendía introducir bajo el mis-
mo criterio los restantes programas de investigación : metalográficos, cronológicos (radiocarbónicos, etc .) . Inventario Bibliográfic o RAE (Repertorio de Arqueología Española) . Parece evidente, y así se ha manifestado en distintos foros y reunione s tanto nacionales como internacionales, la necesidad de contar lo más rápidamente posible con una información sistematizada y veraz, con apoy o científico adecuado en la generación de la información y en su recogid a que pueda cumplir las finalidades expuestas antes . La introducción ya de algunos paquetes importantes de datos, y sobre todo la familiarizació n con su adecuada utilización, sin recelos, ni abusos en ello, pueden constituir en un futuro inmediato el marco adecuado para complementar l a investigación o para hacerla más rápida, efectiva y segura . Uno de los problemas fundamentales y prioritarios es el de considera r esta actividad no sólo como un elemento marginal en las diversas políticas arqueológicas desde las diferentes instancias, sino prioritario, y sobre todo considerar de igual manera la necesidad ineludible de coordina r las líneas generales en la ejecución de los programas generales de suministro y acceso, ya que si el fenómeno se convierte en una multiplicida d de bancos de datos independientes su inutilidad está garantizada de antemano . En esa dirección parece apuntarse en otros países con experienci a mayor en estos asuntos y no sería ocioso insistir por un camino ya experimentado, sobre todo pensando en la inevitabilidad de nuestra inserció n en todo tipo de circuitos internacionales, entre los que los del patrimoni o arqueológico no son ajenos .
L'Inventari del Patrimoni Arqueològi c de Catalunya JOSEP CASTELL S Responsable de l'Inventari del Patrimoni Arqueològic de Cataluny a
L'elaboració d'un inventari de jaciments arqueològics, de la seva situació i les seves característiques, és l'eina imprescindible del Servei d'Arqueologia, ja que per un costat ens dóna la informació correcta sobr e l'estat actual del Patrimoni Arqueològic, mentre que per l'altra ens situ a correctament l'estat actual de la investigació arqueològica a Catalunya . Un cop finalitzat, l'inventari permetrà un coneixement a fons de tot s els jaciments descoberts, la qual cosa farà possible un programa raciona l de prioritats quant a investigació, excavacions, compra de jaciments , restauració i revalorització, difusió i explotació museística dels jaciments . Per a la realització dels inventaris arqueològics, el Servei d'Arqueologia confeccionà dues fitxes : una pels jaciments o monuments arqueològics i l'altra pels elements arqueològics, on estarien recollides totes le s dades necessàries per a la correcta confecció de l'Inventari Arqueològi c de Catalunya . La fitxa de «jaciment o monument arqueològic» ens proporciona tot a la informació coneguda existent sobre els següents punts : 1) nom/s de l jaciment ; 2) terme municipal ; 3) comarca ; 4) coordenades i alçada ; 5) accés ; 6) tipus de jaciment ; 7) cronologia ; 8) estat de conservació ; 9) context geogràfic ; 10) croquis d'emplaçament ; 11) elements d'identificació geogràfica i fotogràfica ; 12) descripció, fent referència a le s qüestions de morfologia del jaciment, distribució i forma, tècniques constructives i característiques arquitectòniques, estratigrafia, horitzons culturals i característiques, estudis antropològics i ampliació de l'apartat d e l'estat de conservació ; 13) ubicació actual dels materials arqueològics ; 14) excavacions realitzades ; 15) notícies històriques ; 16) bibliografia ; 17) règim jurídic ; 18) protecció existent i proposada ; 19) altra documentació gràfica i fotogràfica, i 20) notes .
106
JOSEP
CASTELL S
La fitxa d'elements arqueològics recull totes les dades sobre : 1) no m de l'element ; 2) terme municipal ; 3) comarca ; 4) detall de situació ; 5) procedència ; 6) classificació genèrica ; 7) mides i matèria ; 8) cronologia ; 9) estil o cultura ; 10) autor o taller ; 11) estat de conservació ; 12) croquis d'emplaçament ; 13) elements d'identificació gràfica i fotogràfica ; 14) descripció ; 15) bibliografia ; 16) règim jurídic, i 17) altra documentació gràfica i fotogràfica . ESTRUCTURA DE LA REALITZACIÓ DE CATALUNYA
DE L ' INVENTARI ARQUEOLÒGI
C
A finals de novembre de I'any 1982, el Servei d'Arqueologia decidei x iniciar la realització de 1'lnventari del Patrimoni Arqueològic de Catalunya . Aquest es realitzarà per comarques (38 comarques) i sota el segui ment del mateix Servei . Després d'un estudi previ de la problemàtica arqueològica de cada comarca, de les possibilitats de treball dels arqueòlegs de la mateixa i d e les possibilitats pressupostàries del Servei d'Arqueologia, es trien les comarques a portar a terme durant l'any . La realització de l'inventari arqueològic de cada comarca la port a a terme un equip d'arqueòlegs contractats pel Servei d'Arqueologia am b una capacitat de resposta prou àmplia com per a cobrir tot el marc cronològic dels diferents jaciments amb què es trobaran . Bàsicament el treball de l ' equip es resumeix en una revisió exhaustiv a de tota la bibliografia coneguda (des de l'especialitzada fins a les publicacions locals) per un costat, i en un treball de camp on es realitzen le s tasques d'estudi del jaciment, prospecció de la zona i contactes amb el s estudiosos, afeccionats i clandestins de la comarca per l'altre . Així doncs, durant l'any 1983 s'ha realitzat l ' inventari arqueològic de les comarques : Baix Empordà, Vallès Oriental ; Baix Llobregat, Conc a de Barberà, Segrià i Montsià, cobrint un total de 4 .753,22 km' , del s 31 .962,46 km ' que té Catalunya . Continuant la mateixa línia de treball, durant els anys 1984-85 s 'ha n realitzat els inventaris arqueològics de les comarques següents : Osona , Anoia, les Garrigues i Garraf, cobrint d'aquesta manera un total d e 7 .939,09 km' . Està també previst, i actualment es troba en procés de prova, la informatització de tot el contingut dels inventaris arqueològics, per tal d e poder connectar d'aquesta manera amb altres centres d'informació i obtenir una més completa i ràpida informació del Patrimoni Arqueològic de Catalunya . La informatització d'aquestes dades es veurà enriquida amb l'aportació de les dades informatitzades provinents de l'inventari realitzat pe l Servei de Museus, pel que fa referència als materials arqueològics dipositats als diferents museus .
L'INVENTARI DEL PATRIMONI ARQUEOLÒGIC DE CATALUNYA
10 7
198ï-198 4
1984 - 198 5
1985- 198 6 1 .P .A . Subaquàti c 1985
El pla general de realització d'inventaris arqueològics portats a term e pel Servei d'Arqueologia fins l'any 1985 ha estat el següent : 1983-1984 :
1 . Baix Empord à 2. Vallès Orienta l 3. Baix Llobrega t 4. Conca de Barber à 5. Segri à 6. Montsià
JOSEP CASTELL S
108
1984-1985 :
7 . Oson a 8 Garra f 9. Anoi a 10. Les Garrigue s
1985-1986 : 11 . Garrotx a 12. La Selv a 13. Alt Cam p 14. Baix Cam p 15. Terra Alt a 16. Baix Penedè s Inventari del Patrimoni Arqueològic Subaquàtic Zona 1 . Alt Empordà, Baix Empordà i la Selv a Zona 2 . Maresm e Zona 3 . Baix Llobregat i Garra f Zones 4 i 5 . Tarragonès i Montsi à
PRIMERES CONCLUSIONS DE L ' ESTUDI DE L ' INVENTARI ARQUEOLÒGIC : Dos EXEMPLES : COMARQUES DEL MONTSIÀ I BAIX EMPORD À
Un cop finalitzats els inventaris arqueològics de les sis comarque s esmentades anteriorment, realitzats durant l'any 1983, començà la segon a fase de treball del plantejament global de la realització de l'Inventari de l Patrimoni Arqueològic de Catalunya . Aquesta segona fase, tant o més important que la primera, ens ve concretada per l'estudi de cada inventari arqueològic comarcal, dins del mar c general de l'arqueologia a Catalunya . Aquest estudi és el que ens donar à la pauta de treball durant uns quants anys per tal de portar a term e qualsevol tipus d'actuació, ja sigui des de la perspectiva de l'actuaci ó arqueològica, ja sigui per a conèixer, determinar i exigir la responsabilita t que té l'Administració sobre el malmés Patrimoni Arqueològic de Catalunya . Remarquem, així doncs, la realització d'aquesta segona fase de l treball, pel que fa referència a qualsevol inventari arqueològic que e s realitzi, tasca que massa sovint resta oblidada tant pels arqueòlegs co m per l'Administració . Una de les primeres anàlisis que podem realitzar és la quantitativa . La relació entre el número de jaciments, quilòmetres quadrats, habitant s i dinàmica socio-econòmica i cultural de cada comarca, ens donarà un a idea molt exacta de la nombrosa quantitat de problemes arqueològic s que se'ns plantejarà tant a curt com a llarg termini, als quals s'haurà de fer front, als primers de manera urgent i immediata, i als segons am b una previsió que els eviti i doni solució al futur problema .
L'INVENTARI DEL PATRIMONI ARQUEOLÒGIC DE CATALUNYA
o9
Vist això tenim :
Baix Empordà Vallès Oriental Conca de Barberà Segrià Baix Llobregat Montsià
km'
Jaciments
Jaciments/km 2
700,47 813,87 637,83 1 .469,04 474,67 657,34
205 353 144 291 84 73
1/3,4 1 1/2,3 0 1/4,4 3 1/5,0 5 1/5,6 5 1/ 9
4 .753,22
1 .150
que ens dóna un total de 1 .150 jaciments repartits entre 4 .753,22 km 2 ; és a dir, un promig d'1 jaciment localitzat per cada 4,13 km ' . Una simple comparació amb el resultat d'altres inventaris arqueològics d'Espanya ens fa veure la magnitud del problema del Patrimoni Arqueològic de Catalunya :
Catalunya Terol Guipúscoa
Superfície total
Inventari arq . de
Jaciments
31 .962 km ' 14 .804 km' 1 .997 km '
4 .753 km ' 14 .804 km' 1 .997 km '
1 .16 9 572 * 30 0
* Localitzats en 150 municipis, d'un total de 283 .
De continuar la mateixa proporció per la resta dels inventaris arqueo lògics comarcals de Catalunya, cosa més que probable, es fa evident un a desproporció de xifres entre els tres inventaris arqueològics . Mentre qu e per Catalunya dóna un jaciment localitzat per cada 4,13 km', Terol' t é un jaciment per cada 25,8 km2 , i Guipúscoa 2 un jaciment per cada 6 km' . Possiblement una més antiga i nombrosa tradició en la recerca arqueo lògica, combinada amb un més alt nombre d'habitants per quilòmetr e quadrat, amb una ben organitzada realització de l ' inventari arqueològi c i amb un possible major nombre de jaciments, donada l'especial situaci ó geogràfica de Catalunya i Guipúscoa respecte a la resta de la Península , facin possible aquest percentatge d'un jaciment per cada 4,13 km 2 i d'u n jaciment per cada 6 km 2 respectivament . No obstant, els factors que condicionen la correcta solució del pro 1. Curta Arqueológica de España, Teruel .
PURIFICACIÓN ATRIAN JORDÁN
el alii .
Instituto de Estudios Turolenses . Teruel, 1980 .
2. Carta Arqueológica de Guipúzcoa .
los 1-3 . San Sebastián, 1982 .
JESÚS ALTUNA
et alii. Munive 34, fascícu-
I
lo
.IOSEI' CASTELL S
blema que presenta el resultat d'un inventari arqueològic són els mateixo s per a tothom : 1. Mitjans tècnics i econòmics suficients . 2. Investigadors qualificats . 3. Conscienciació, especialment de l'Administració, de la importànci a del Patrimoni Arqueològic . Evidentment aquests problemes s 'agreugen molt més a mesura qu e augmenta el nombre de jaciments, com és el cas de Catalunya . Un segon tipus d'anàlisi que podem realitzar és la qualitativa . Aquest a es porta a terme sobre els diferents aspectes que ens interessi conèixer , com l'estat de conservació dels jaciments, jaciments excavats, amb estructures, inèdits, visitables, i jaciments que necessiten un pla especia l de restauració, per exemple . Dues comarques podem prendre com a exemple d'aquestes anàlisis : el Baix Empordà i el Montsià . BAIX EMPORDÀ
L'inventari arqueològic de la comarca del Baix Empordà ha dona t un total de 205 jaciments distribuïts en un espai de 700 km 2 . Aquest s jaciments els podem desglossar en un seguit de conjunts : ler conjunt De 205 jaciments, tenim un conjunt de 13 jaciments arqueològics e n els quals s'han realitzat excavacions i han proporcionat estructures . Per la importància de les estructures localitzades alguns d'aquests han de forma r part d'un pla de conservació i restauració del Patrimoni Arqueològic d e Catalunya . De 13 jaciments : 6 han estat excavats entre els anys 1944 i 1981 . 7 han estat excavats entre els anys 1981 i 1983 . Els 13 jaciments han donat informació sobre : Neolític Bronze Ferro-Ibèric Romà
1 2 6 6
2on conjun t D'un total de 205 jaciments tenim un segon conjunt de 19 jaciment s arqueològics amb restes d'estructures arquitectòniques observables superficialment on mai s'han realitzat excavacions oficials . De no portar a terme algun tipus d'actuació podem considerar irremeiable la destrucci ó d'aquests jaciments arqueològics .
L'INVENTARI DEL PATRIMONI ARQUEOLdGIC DE CATALUNYA
11 1
Els 19 jaciments ens donen informació sobre : Bronze . . Ferro-Ibèric Romà .
.
1 7 14
De 19 jaciments, 4 es troben en perill de destrucció immediata . 3er conjun t D'un total de 205 jaciments tenim un tercer conjunt de 33 jaciment s arqueològics amb estructures conservades i amenaçats de destrucció total . Agreuja aquesta situació escandalosa el fet que alguns jaciments han esta t excavats i que una gran majoria d'aquests es poden considerar monuments arquitectònics, com és el cas dels sepulcres megalítics . Els 33 jaciments ens donen informació sobre : Megalitisme Romà .
. 28 . 5
4rt con jun t D'un total de 205 jaciments tenim un 4rt conjunt de 37 jaciments arqueològics formats per coves, abrics, baumes, etc ., de cronologia Calcolític-Bronze amb la característica comuna d'haver estat excavats de manera totalment incontrolada, situació que actualment encara es repeteix , procluint-se d'aquesta manera una irrecuperable pèrdua de coneixement s de la nostra prehistòria i una destrucció d'aquests interessants jaciment s arqueològics . 5è con jun t Aquest grup està format per la resta de jaciments : 103 Llocs considerats com a jaciments superficials molt pobres i un mínim de jaciment s ja excavats que no han donat estructures conservables i que podem considerar exhaurits per a la investigació . MONTSI À
L'inventari arqueològic de la comarca del Montsià ha donat un tota l de 73 jaciments arqueològics repartits entre 657 km 2 , que podem des glossar de la següent manera : ler conjun t D'un total de 73, tenim un primer conjunt de 13 jaciments arqueològics en els quals s'han realitzat excavacions oficials i han donat estructures . Per la importància de les estructures localitzades, aquests jaciment s
JOSEP CASTELL S
1 12
han de formar part d'un pla general de conservació i restauració de l Patrimoni Arqueològic de Catalunya . Aquest conjunt de 13 jaciments podem desglossar-lo en tres subgrup s ben diferenciats pel seu especial estat de conservació : a)
8 jaciments destruïts totalment : Neolític-Bronze (pintures) Neolític (sepulcres neolítics) Bronze-Ferro-Ibèric (necròpolis) Tardo-romà (necròpolis)
1 3 3 1
b)
3 jaciments amenaçats de destrucció greu i progressiva : 1 Neolític (sepulcre neolític) Ferro-Ibèric (poblats amb estructura urbana) . 2
c)
2 jaciments en un estat de conservació satisfactori : Neolític-Bronze (pintures) Calcolític-Bronze (cova)
1 1
ton conjun t D 'un total de 73 tenim un segon conjunt de 25 jaciments arqueològics amb la característica comuna que mai han estat excavats oficialmen t i tenen estructures observables superficialment . Alguns d'aquests són mol t rics pel que fa referència als rnaterials arqueològics i d'altres es pode n considerar inèdits i intactes . Aquests 25 jaciments es desglossen de la següent manera : Paleolític Neolític (sepulcres neolítics) Calcolític Bronze Ferro-Ibèric (4 d'aquests conserven la planta d'u n poblat totalment intacta) Romà (1 d'aquests és una villa inèdita i amb estruc. tures ben conservades) . . .
1 12 2 5 7 3
3er conjun t D'un total de 73 tenim un 3er conjunt de 9 jaciments arqueològic s amb la característica comuna que mai han estat excavats of icialment i qu e tenien estructures conservades prou interessants . Aquests 9 jaciments es desglossen de la següent manera : Neolític (sepulcres neolítics) Romà Tardo-romà
3 1 5
L'INVENTARI DEL PATRIMONI ARQUEOLÒGIC DE CATALUNYA
11 3
4rt conjun t Aquest darrer conjunt està format per 26 jaciments arqueològics n o inclosos a les classificacions anteriors i que formen la resta de jaciment s fins a la totalitat dels 73 de tota la comarca . D'aquests 26, 23 jaciments tenen la característica comuna de ser troballes aïllades superficials i jaciments de poc interès per la seva manc a de rnaterials arqueològics i d'estructures que els puguin definir . Els altre s 3 jaciments són subaquàtics, 2 actualment destruïts i 1 d'interès per a l a investigació arqueològica subaquàtica . Pocs comentaris podem fer de les dades que ens proporcionen aquest s dos tipus d'anàlisi, la quantitativa sobre la globalitat de tots els inventaris arqueològics i la qualitativa sobre les comarques del Baix Empord à i el Montsià . Creiem que són dades que es comenten per si mateixes i qu e són prou illustratives del que succeeix amb el Patrimoni Arqueològic d e Catalunya . Únicament farem notar un fet important : els objectius que volíe m assolir quan ens vàrem plantejar la realització de l ' Inventari Arqueològi c de Catalunya s'estan assolint satisfactòriament, com es pot veure un co p finalitzats aquests sis primers inventaris arqueològics comarcals . Bàsicament podem resumir la informació que ens donen els inventaris arqueològics en tres punts : 1) Història del que ha succeït amb e l Patrimoni Arqueològic de Catalunya i les investigacions realitzades e n aquest camp ; 2) Estat actual del Patrimoni Arqueològic i les actuacion s que es realitzen ; 3) Línies d'actuació a seguir tant des del punt de vist a de la investigació com de la protecció del Patrimoni Arqueològic . La correcta lectura d'aquesta informació i una encertada línia d'actuació és ja tot un altre problema, del qual l'Administració d'una banda , les institucions dedicades a la investigació i els mateixos arqueòlegs, en seran els responsables .
Resultats de les excavacion s arqueològiques portades a term e I'any 1984 a Tortosa (Baix Ebre ) ALBERT CURTO, ANA LORIENTE, M . ROSARIO MARTÍNEZ, ELISA RO S
L'any 1984, dins del Pla de Solidaritat amb l'Atur de la Generalitat , a Tortosa es portaren a terme, entre altres, dues excavacions que per le s seves característiques i significat mereixen un tractament individualitzat : una a la plaça de Nostra Senyora de la Cinta —plaça de 1'Oliverai l'altra al castell de la Suda . PLAÇA DE L 'OLIVER A
L 'excavació d'aquesta plaça, en la qual l ' any 1983 s 'hi havien j a realitzat uns sondeigs arqueològics, ha posat al descobert una seqüènci a estratigràfica que abraça des d'època romana fins als nostres dies . La profunditat màxima assolida en l'excavació fou de 5,50 m . L a capa freàtica apareixia a partir dels 5 m de profunditat i impedí continua r aprofundint . Hem pogut diferenciar deu grans fases : la . fase: segles II-VI d .C .
A aquest moment ' més antic correspon un mur (99) en sentit est-oes t de factura molt grollera, que en el seu extrem oest es basa en una estructura d'encofrat (111) . Els materials més abundants són els recipients d'emmagatzematge . No obstant també hi són presents altres tipus ceràmics romans de cronologies molt diverses . Entre aquests predomina la terra sigillata clara D . Apareix també la terra sigillata grisa i ataronjada amb decoració estam pillada . de 2
1.
x
Aquestes dades 2 m.
es basen en
els
resultas de
dues petites
cales de
sondei g
116
CURTO . LORIENTE . MARTINEZ, RO S
2a . fase : segona meitat segle VI-segle VI I Immediatament sobre les estructures anteriors trobem un mur en disposició est-oest, de traçat sinuós, i dos altres murs perpendiculars (81 ) al primer que separarien diversos àmbits . A l'interior ha estat possible diferenciar-hi tres nivells d'habitació, l'últim dels quals presenta un paviment travat amb fragments ceràmics i codolets . Pel que respecta al material s'evidencia un fort augment en el volu m de la ceràmica, feta a mà o torn lent i en general d'un aspecte molt mé s tosc . Apareixen decoracions d'estries, acanalats i bandes pentinades . El nivell superior d ' ocupació presenta un element innovador respect e als dos anteriors : una ceràmica feta a torn, de pasta beige ben cuit a i superfícies grises . Les formes són generalment tancades, tipus olla . 3a . fase : finals segle VIl-inicis segle VII ! La construcció del nou edifici (70) obligà a arrasar en bona part l ' anterior . De la nova edificació en coneixem tres murs, construïts amb un a tècnica més acurada, collocant blocs de pedra parallelepípedes en el s angles . Coneixem, doncs, part d'un àmbit, tancat pel nord, l'est i l'oest , del que s'ha conservat parcialment, i a uns deu centímetres de la fonamentació dels murs, un paviment de sorra blanquinosa de gra gruixut . Continua el predomini de les olles fetes a mà, de pastes grises i ne-
EXCAVACIONS ARQUEOLbGIQUES A TORTOSA
11 7
grenques, la major part de les quals presenten el llavi bisellat i les paret s de la panxa allisades per tal de disminuir-ne la gruixària . S'observa la desaparició dels elements decoratius de les fases anteriors i la presència d'un nou tipus ceràmic, fabricat a torn, de pasta grisa, bon a cocció, parets primes i so metàllic . 4a. fase : segles VIII-IX
Solament hem pogut localitzar d'aquest moment dos murs (66 i 67) , disposats en sentit nord-sud, a 11 m de distància l'un de l'altre, qu e posteriorment —fases 5a . i 6a .— foren reaprofitats . La importància de la fase ve donada pel canvi que experimenta e l material, indicatiu de la presència andalusina a la ciutat, amb la introducció de nous tipus ceràmics . No obstant això, perduren els tipus propi s de la ceràmica de cuina, però al seu costat trobem gerres i gerretes d e colls cilíndrics o molt poc exvasats, amb acanalats i en ocasions decorade s amb cordons amb impressions digitals i línies ondulades incises en el cos , i base amb motllura central . Altres porten decoració pintada . Apareix també un tipus de ceràmica recoberta per una engalba roja . La cobertura vítria no és encara massa usual . Sa . fase: segle X Es divideix aquesta fase en dos moments successius . En el primer, els esmentats murs 66 i 67 són inclosos ara en una nova edificació, de planta rectangular, de 10,40 x 2,30 X 2,40 m, constituint-ne els extrems est i oest . Els murs nord i sud, de nova planta, só n construïts amb una tècnica d'opus spicatum no massa ben definit, trava t amb morter blanc . A l'extrem est s'ha conservat el brancal d'una porta, a la base de l qual una fina pellícula de guix senyala el llindar . Aquesta pellícula form a a l'interior el paviment, situat quasi a la base dels murs longitudinals . Estretament associat al guix apareix un nivell de carbons i una poten t capa de sorres i graves d'origen fluvial, que segellen el nivell d'habitació . Immediatament sobre la capa sorrenca es disposaren tres envans (39 A , B, C) que divideixen l'edifici en quatre àmbits de dimensions força regulars . S'aprecien poques diferències en els materials d'un i altre moment . Abans de la compartimentació de l'edifici el major volum correspon al s recipients d'emmagatzematge, grans tenalles i gerres d'anses amples i aplanades o trenades . En menor proporció existeixen olles, cadubs, llumener s de bec i unes poques safes o bols amb cobertura vítria . Després de la construcció dels envans, en general perduren els mateixos tipus, però amb petites variacions, i s'introdueixen d'altres, sobreto t dins de la ceràmica de luxe . Les peces vidriades, corresponents quasi sempre a formes obertes,
118
CURTO . LORIENTE, MARTINEZ, ROS
són molt més freqüents . Els colors més utilitzats són els axocolatats , melosos, verds i verds jaspiats arnb groc, aplicats en una o ambdues cares . La ceràmica de luxe utilitza les tècniques decoratives del verd i manganès —en relació a safes tipus II1 i IIIa de Rosselló, amb temes lineal s i geomètrics—, i la corda seca parcial —aplicada a gerretes i gerrets am b anses provistes d'apèndix cilíndric, de pastes rogenques i engalbes ataronjades, dibuixant ovals i línies sinuoses . Finalment cal assenyalar la troballa, en un sector molí reduït a l 'exterior de l'edifici, d 'un important conjunt ceràmic, integrat per vasos d'ú s comú i de luxe . Destaca una gran safa del tipus III de Rosselló, l'exterior recobert per un vidriat melós i l'interior amb la representació d'un mamífer de mode esquemàtic en verd i manganès sobre blanc estannífer . 6a . fase : segle X I En aquesta fase s ' aixequen nous murs (9 A i B) sobre els murs longitudinals anteriors, aprofitats corn a fonamentació, i es continua utilitzan t l'antic mur 67 (a l'est), on s'obre una porta ; així mateix la part superio r dels envans formen part d'un paviment compost per dues successive s capes de còdols recobertes amb guix, situades a un nivell més elevat qu e la zona d'entrada ; a fi de salvar aquest desnivell es colloquen dos bloc s esgraonats de graveta rogenca, morter i guix . Sobre l ' antic àmbit comprè s entre els envans 39 B i C, el paviment de còdols desprovist de la pellícul a de guix i amb una disposició més acurada delimita un espai rectangula r interromput pel costat oest per una fossa (veure fase 8) . A l'exterior, pels extrems est i oest, s'efectuen dues canalitzacions . La situada a l'oest posseeix un braç secundari que penetra en un edific i veí (28) per sota el llindar de la porta . La connexió d'ambdues canalitzacions es realitza mitjançant una canonada de terrissa . El material corresponent a aquest període és molt abundant . Predominen en la ceràmica comuna les formes tancades : tenalles, gerres, olles , gerretes, fogons i cadubs piriformes i plans . Les principals formes oberte s són safes, bols, plats, cassoles i algun llumener de cassoleta . S'observen carenes altes i repeus anulars desenvolupats . Les pastes són depurades i ben cuites . Moltes de les olles i cassoles presenten a l'interior un fi recobrimen t vitri a fi d'aconseguir una millor impermeabilització . Les peces de luxe, ampolles, gerrets o gerretes, així com safes o plats , poden ser vidriades per una o ambdues cares, en ocasions amb jaspiats i línies en manganès . L'interior de les formes obertes sol reservar-se per a temes geomètrics o florals en verd i manganès . Les gerretes i gerrets, a vegades provistos de filtre, acostumen a presentar una decoració de frisos en corda seca parcial . Els motius són geomètrics o pseudo-epigràfics .
EXCAVACIONS ARQUEOLOGIQUES A TORTOSA
11 9
Es manté la ceràmica d'engalba roja i fa la seva aparició, tot i qu e de manera esporàdica, la ceràmica de reflexos metàllics, de tonalitat daurada-rogenca . És molt significativa la presència de gran nombre d'útils de terrissair e —barretes còniques i cavallets— relacionats amb peces defectuoses i inacabades i gresols que fan pensar en una terrissa molt pròxima . 7a . fase : primera meitat segle XI I
L'única estructura d'aquesta fase és un mur de tècnica molt descuidada que divideix el gran espai central de l'edifici de la fase anterior , que novament es pavimenta amb còdols . Tampoc la ceràmica experimenta grans canvis, llevat d'un reduït gru p de peces que presenten característiques innovadores . Aquestes característiques són la combinació de les tècniques de la corda seca parcial i 1'esgrafiat, i la decoració estampillada a base de temes epigràfics o pseudoepigràfics —rosetes i creus inscrites en cercles— . b'a . fase: segona meitat segle XI I
En aquest moment es practica una gran fossa de 240 cm de profunditat que destrueix parcialment les anteriors construccions . Al seu interior es trobaren les restes de 9 esquelets humans disposade s de forma desordenada . Juntament amb aquests esquelets han aparegut tre s eines —un pic, una aixada i un «xapo» de ferro—, claus i altres element s de ferro i bronze . Així mateix associades a les restes òssies s ' han trobat anelles, arracades, fíbules, una sivella, un penjollet de ferro i bronze, i tres monede s que s'han pogut identificar com a diners de billó corresponents als comte s Ramon Berenguer III i Ramon Berenguer IV . 9a . i 10a . fases
Després de la conquesta cristiana sembla ésser que aquest indret esdevé la plaça que ha perdurat fins avui . En el seu costat oest existien dues construccions de moments cronològics diferents, associades a la fonamentació d'un antic immoble recent ment enderrocat, mentre que en el perímetre corresponent a l'antiga plaç a es localitzen únicament successives línies de paviment de terra . Dipositades en aquestes línies s'han trobat una sèrie de monedes, entre elle s una de Jaume 1, una d'Alfons III i una de Joan II . CEMENTIRI MUSULMÀ DEL CASTELL DE LA SUD A
Al castell de la Suda de Tortosa també es portaren a terme unes intervencions arqueològiques . Concretament el jaciment excavat se situ a en el costat SE del castell, limitat per un parell de muralles, l'antic pala u reial i l'actual accés al parador .
120
CURTO, LORIENTE, MARTfNEZ, RO S
Es coneixia aquest jaciment arrel de les obres del Parador Naciona l de Turismo, on hi aparegué una làpida funerària àrab del segle x i un a tomba de grans proporcions, de planta rectangular (310 X 170 cm) i sec ció semicircular, que a resultes de les esmentades obres quedà seriosa ment danyada . La tomba es troba recoberta per un estucat de color vermell . Al seu interior es disposa la sepultura pròpiament dita, definid a per dos rengleres paralleles de lloses enclavades verticalment, que encaixonen l'espai on encabir-hi el mort . Sembla ésser que la làpida i l a tomba estan estretament relacionades . Els treballs arqueològics han posat al descobert una necròpolis am b enterraments pertanyents a diferents moments cronològics, emprant sepultures de tipologia diversa . Els esquelets exhumats presenten una orientació NE-SW i amb el cap mirant en direcció SE . La posició és de costa t lateral dret i també en posició mixta, de decubito supino amb la par t superior del cos girada cap el seu costat dret . Aquest jaciment actualment està en estudi, essent objecte de nove s intervencions arqueològiques .
CONCLUSION S
Els resultats d'aquestes dues excavacions han permés obtenir una primera aproximació arqueològica de la ciutat, essent objecte de dues comunicacions en el I Congreso de Arqueología Medieval Española, celebra t a Osca l'abril del 1985 . De la Tortosa musulmana coneixíem l ' important paper que juga din s de la Marca Superior andalusina, però fins ara no en teníem una constatació arqueológica . 2 Ara, doncs, disposem d 'una seqüència urbana completa d'aquesta floreixent etapa de la ciutat . Pel que respecta a la plaça de l'Olivera, cal assenyalar també el fe t que la fossa abans esmentada, ben datada per les monedes, en tallar el s nivells musulmans ens dóna una clatació final per aquests, que coincidei x aproximadament amb la conquesta cristiana de Tortosa . A partir d'aques t moment —almenys pel que respecta a aquest punt concret de la ciutat— veiem com s'efectua un canvi en l'estructura urbana, en convertir-se e n plaça un espai contínuament habitat, que caldria saber si respon a un a vertadera remodelació de l'urbanisme de Tortosa efectuada després d e la conquesta .
2 . Si exceptuem els materials dipositats en el Museu de Tortosa, que si b é interessants, han aparegut de forma ocasional i sense context .
Resultats de les excavacion s arqueològiques portades a term e al Turó del Vent (Llinars del Vallès , Vallès Oriental ) JOSEP BOSCH, ROSER ENRICH, JOSEP M . LLORENS , MONTSERRAT MATARÓ, ANNA PAMIES, JORDI PARDO , JOSEP MANUEL RUEDA, ISABEL SERRA T
Aquest informe és un resum de la memòria de les excavacions realitzades al jaciment ibèric del Turó del Vent del 13 de febrer al 12 de setembre del 1984, promogudes pel Servei d'Arqueologia de la Generalita t de Catalunya i dirigides per l'equip d'arqueòlegs format per Josep Bosc h i Argilagós, Roser Enrich i Gregori, Josep M . Llorens i Rams, Montserra t Mataró i Pladelasala, Anna Pàmies i Pahí, Jordi Pardo i Rodríguez, Josep Manuel Rueda i Torres i Isabel Serrat i Subirats . El jaciment del Turó del Vent es localitza a la carena de la Serr a del Corredor, sobre la població de Llinars del Vallès, dominant la Depressió del Vallès Oriental, i amb contacte visual amb el poblat de Burriac , a Cabrera de Mar . La zona d'aquest sector de la Serralada Litoral est à formada per un conjunt de plegaments hercinians i caledonians de constitució granítica, els quals han configurat un paisatge de turons suaus, de formes arrodonides, enllaçats per nombrosos colls i planes de carena . En alguns casos aquests són fàcilment cultivables per haver-se forma t dipòsits saulonencs on s'han sedimentat argiles de descomposició . L'orografia presenta alçades que superen els 400 metres sobre el nivell del mar . El Turó del Vent està situat a 486 m . La zona està coberta de bosc mix t de pi i alzina, amb arboceres abundoses i el sotabosc típic d'aquest àmbi t mediterrani . Aquesta serra està al vessant interior de la Serralada, delimitant l a zona meridional de la Depressió Vallesana . El règim pluviomètric fa possible l'existència de nombroses fonts, torrents i rierols . La Riera d'Argentona neix precisament en un indret proper al jaciment, i el vessan t septentrional aboca les aigües al Mogent . Aquesta zona s'inclou dins e l projecte de Parc Natural del Corredor .
122
BOSCH, ENRICH, LLORENS, MATARÓ, PÁMIES, PARDO, RUEDA . SERRAT
L'àrea on es localitza el jaciment es troba situada prop de Can Bordoi , on tenen cruïlla el camí carener que va de la Torrassa del Moro i Ca n Collet, al sud-oest, fins al Santuari del Corredor, seguint la carena, passan t per Castellvell, les Planes, Turó del Vent, Sant Andreu d'Alfac i el Cor redor, i el camí que va de Llinars del Vallès a Mataró . Aquest camí segueix la Riera d'Argentona i comunica la marina amb les terres de l'interior . Es una ruta natural que, segons el nostre criteri, té un paper mol t important per entendre el procés de configuració del poblament d'aques t sector . El Turó del Vent es localitza en una zona farcida de jaciments arqueològics ibèrics, on el factor de les comunicacions ha marcat un caràcter especial a la configuració i distribució dels assentaments . El jacimen t és conegut des de finals del segle xix . Posteriorment Carreras Candi , J . C . Serra Ràfols, Antoni Gallardo, Josep Estrada i Marià Ribas fa n referència i descripcions d'aquest jaciment . Però fou gràcies als treball s efectuats per Alberto López, Enric Sanmartí i Jordi Rovira, i a la publicació corresponent (3r volum de Monografies Arqueològiques de l'I .P .A . de la Diputació de Barcelona) que s'inicia l'aprofundiment en l'estudi de l jaciment, maltractat per l'acció indocumentada dels excavadors furtius . Després de la campanya d'excavacions de l'any 1984, es formalitzà un a denúncia per espoli, excavació illegal i destrucció del jaciment arqueològi c contra un excavador clandestí, el pare del qual ja havia estat denuncia t per Alberto del Castillo . A les accions dels excavadors furtius cal afegi r la destrossa que suposà el camí que travessa el jaciment, provocad a l'any 1972 en eixamplar l'antic camí carener . En aquest moment es va n seccionar més d'una vintena de sitges . Malgrat els atemptats que ha pati t el jaciment, la seva extensió i morfologia el fan, encara, un dels mé s importants i interessants del Vallès Oriental . L'equip director de les excavacions de 1984 es va plantejar com a grans objectius de la campanya de set mesos la delimitació del jaciment , la cronologia de les fases d'ocupació i la delimitació de les àrees funcionals . El registre arqueològic es va realitzar emprant el mètode «Harris Carandini» . El biòleg Antoni Arrizabalaga i Blanch s ' encarregà de l'estud i de les restes de fauna i microfauna . Donat el caire resumit d'aquest article, exposarem a continuació el s trets principals dels diferents sectors exhumats . El jaciment es troba dividit en dos sectors per un camí . El secto r situat al nord d'aquest és 1'A, i el que es troba al sud d'aquest és el B . Després de les tasques de desboscat, neteja i planimetria general, es pro cedí a la intervenció en les següents àrees i estructures : 1) Sistema defensiu ; 2) Habitacions ; 3) Sitges ; 4) Cisterna ; 5) Enterraments medie vals, i 6) intervenció al jaciment associat de Castellvell (Llinars de l Vallès) .
124 BOSCH, E.NRICH, LLORENS, MATARO, PÀMIES, PARDO, RUEDA, SERRA T
1.
SISTEMA DEFENSI U
En excavar el sector B ben aviat es comprovà que les estructures qu e inicialment havien estat catalogades com habitacions eren les restes de l sistema defensiu de l'entrada de l'assentament, orientada cap al jacimen t de Burriac, a Cabrera de Mar, a la banda de migdia del Turó del Vent . Es localitzà un potent mur d'uns 90 cm d'amplada, el qual una vegad a excavat definí l'articulació d'una entrada, flanquejada per una torre quadrada a cadascun de llurs laterals . L'altra torre, hipotèticament simètrica a l'excavada, només ha pogut ésser documentada parcialment . Aquests paraments defensius, construïts amb blocs mitjans de granit carejats, i disposats sense cap tipus de morter, s 'assenten sobre una banqueta, una mica més ampla que el mur, la qual es va construir sobr e el granit o roca mare . Aquestes banquetes dels murs orientats en direcci ó est-oest, varen ésser construïdes en un vall o fossar, el qual corresponi a a una estructura defensiva d'una fase anterior . Aquesta fase anterior, l a niés antiga documentada al jaciment, és definida pel reompliment de l fossar amb material ceràmic situat al segle rv a .C . El reompliment de l fossar ha estat datat corn anterior al final del segle Iv a .C ., amb la localització d'una llar amb ceràmica de figures roges i absència de material d e cronologia posterior, situada sobre de l'últim estrat de reompliment de l a primera fase de colmatació de L'antic fossar, una vegada els murs am b banqueta ja havien estat construïts . L'excavació d'aquest sector va permetre definir l'existència d'un sis tema defensiu que delimitava el jaciment per la banda sud, amb un fossa r excavat al sauló en forma de triangle invertit, a l'igual que els fossar s dels castra, amb sistema de clavicula . És de suposar l'existència d'u n amuntegament de material a la banda interior del fossar (desaparegu t després de les modificacions funcionals de les fases posteriors), al damun t del qual podria haver-hi existit un mur de tapial o una cleda de troncs . Aquest fossar, perfectament definit, delimitava l'espai interior d'aques t sector excavat, amb un nivellament del sauló, realitzat en època antiga . A l'interior del recinte hom localitzà un gran conjunt de sitges ovoide s excavades en el sauló-granit, i omplertes amb fragments de ceràmic a de figures roges, gris de la costa catalana, comuna ibèrica a torn, comuna ibèrica a mà, i pondera en les sitges corresponents a la fase mé s antiga . En un moment posterior, aquest sistema defensiu compost per l a combinació de cleda i fossar deixà de tenir utilitat, i es va tapar parcial ment amb material de finals del segle rv a .C . Aquest sistema defensi u de la zona de l'entrada del poblat fou substituït per un de nou, el qua l es construí aprofitant el fossar antic com a trinxera de fonamentació . Es va bastir la banqueta i els murs articulats d'acord amb un eix centrat
EXCAVACIONS AL TURÓ DEL VENT
125
en sentit nord-sud, tenint com a centre la porta d'entrada al recinte . Aquesta fase de construcció de sòlides muralles va acompanyada de noves sitges, d'excavació més irregular i amb reompliment de finals de l segle III, a l'entorn del 220 a .C . (±25), datada amb materials de vernís negre, representats per les produccions de Rhode, el «taller de les tres palmetes sobre fons estriat», i algun fragment de les formes velles de le s produccions de ceràmiques campanianes de vernís negre tipus A . E n aquest moment, en el que s ' emmurallà a consciència el jaciment, es construí una torre de guaita, assentada sobre una banqueta de blocs granítics , i sobre el sauló dur, a l'extrem nord (sector A) . Els nivells estratigràfics que xoquen contra aquesta banqueta presenten un conjunt de material s situats també en el que podríem anomenar el moment d'esplendor material i funcional del jaciment, és a dir, a mitjan segle III a .C ., amb e l conjunt habitual de ceràmiques indígenes i el complex ceràmic de verní s negre dels tallers occidentals, amb un nombre extraordinari de pondera i fusaioles de totes mides i pesos . Des del punt on estava situada aquest a torre de guaita es pot contemplar una gran panoràmica sobre les plane s del Vallès i es realitza contacte visual amb la resta de jaciments ibèrics . De l'estructura superior no hi ha cap rastre, donat l'alt grau d'erosió d e la zona . Malgrat aquest fet, es pot delimitar la planta de la torre, la qua l tindria uns 20 m 2 , de forma quadrangular . L 'estructura vertical superio r podria haver estat construïda amb tàpia o fusta . Aquesta torre marca, doncs, l'extrem nord del jaciment . Pel que respecta a la delimitació nord-sud, ja és completa . Respecte als panys d e muralla que tancarien el turó, se'n conserven alguns fragments, tots ell s del mateix parament, tant en el sector B com en el sector A . Per altr a banda, la topografia ajuda a perfilar el perímetre emmurallat . Als vessant s S-SW, fins a N-NW, s'hi localitzen nombrosos fragments de murs, algun s dels quals coincideixen amb els punts topogràfics òptims per a l'enlla ç defensiu dels murs . La neteja del bosc i sotabosc permet, malgrat qu e no s'ha pogut excavar la totalitat de les línies de muralles, delimitar l'àre a total del jaciment . Pels vessants S, SE, E i NE també trobem la mateix a problemàtica, però en aquest sector hem de constatar la presència d'u n mur que travessa diagonalment el camí, fent un angle d'uns 60° adreçantse cap a la direcció de la torre nord, veritable vèrtex del jaciment . Coincidint amb les fases globals del jaciment, trobem que després d e la fase de construcció del mur i utilització durant el segle III a .C ., i coincidint cronològicament amb l'inici de la fase militar de la romanització , datada al jaciment amb abundosa quantitat de tegulae i imbrices i fragments d'àmfora itàlica, hi ha un moment en el qual s'amortitza el sistem a defensiu descrit, i s'aprofiten els murs del sector B, a la zona de l'entrada , per falcar un seguit d ' estructures d'habitació sense paraments de la tipo logia dels de les fases anteriors, construïts amb murs de tàpia dels qual s hem localitzat les rases de fonamentació, amb restes de tovots . Aquest a és la fase degenerativa del jaciment, precedida de l'anterior reomplert
126
BOSCH, ENRICH, LLORENS . MATARÓ . PÀMIES . PARI)) . RIJFI)A, SERRAT
de sitges i de la construcció d ' altres de noves, molt més irregulars i mé s profundes (en alguns casos, 4 m de profunditat) . El material de reomplert comprèn tot el conjunt de produccions indígenes, de difícil datació , a més de gran quantitat de tegula, imbrices i fragments d'àmfora itàlica , de la qual no ha aparegut cap vora, pel que és molt difícil apreciar-ne l a tipologia . De totes formes, en el complex de vernís negre que acompany a aquest material, no apareixen les campanianes B, pel que hem de situa r el moment de datació en el primer terç del segle 11 a .C . Aquest conjun t d'habitatges de l'últim moment del poblat utilitzava com a element defensiu, després de l'amortització de l'anterior, una nova línia de muralla , construïda de forma més irregular, amb pedres i blocs petits de granit , molt diferent a la factura de l'anterior recinte dels segles Iv-ili a .C . Pe r la banda S, situada al sector B, davant de l'antiga entrada, el pany de l a muralla tanca i engloba tot l'espai corresponent als anteriors sisteme s defensius, mantenint la mateixa disposició en aquest sector de l'entrada , en direcció E-W . L'àrea delimitada per l'últim sistema defensiu és considerablement més petita, marcant aquest caire degeneratiu i de procé s de despoblament que va patir el jaciment . Durant aquesta última fase s 'utilitzà l'antiga torre que flanquejava el costat est de la porta d'entrada , tallant el mur sud i construint una coberta de tegulae, que es trobà caiguda sobre un nivell de reutilització .
2.
HABITACION S
A partir del descrit anteriorment, hem de fer esment d'un seguit d e dades que clarifiquen la comprensió i ubicació dels habitatges del ja ciment . Al sector B, on inicialment ens pensàvem localitzar les estructures d'habitació, aparegueren en les fases dels segles iv i III a .C ., un conjun t de sitges, definint una gran zona de magatzem . El sector d'habitacions del poblat, relativament petit si el compare m amb l'extensió total del jaciment i amb la superfície destinada a cam p de sitges, se situa al vessant de migdia, protegit del vent (val la pen a recordar el topònim Turó del Vent) . De la fase corresponent a la utilització del fossar com element defensiu (segle v a .C .?), desconeixem, de moment, els seus habitatges, encara que els suposem en el sector talla t pel camí i pel vessant de SE i E . De les estructures d'habitació de la fase posterior a aquest prime r moment coneixem restes de les cabanes localitzades en relació a l'anti c fossar, documentades per la llar de l'entrada, amb ceràmica de figure s roges, i el conjunt indígena, amb forats per clavar pals, al sector B de l jaciment . De la fase corresponent a la construcció i utilització de la murall a amb banqueta, descrita a l'anterior apartat, podem parlar com hipòtesi
EXCAVACIONS AL TURÓ DEL VENT
12 7
demostrada pels resultats procedents de l'excavació illegal objecte de l a denúncia, de l'habitació del vessant de migdia, indret on situàvem le s habitacions de la fase anterior i també d'aquesta, en la qual el poblat est à en el moment de màxima ocupació . En aquest moment, fixem la datació de les habitacions destruïdes pe r les obres d'eixample del camí, realitzades l'any 1972 . Al costat dels pilar s d'entrada a la part A del jaciment, i fins a l'indret on es troba situat e l mur que travessa el camí i que ha estat descrit anteriorment, a prop d'on es realitzà la cata clandestina de 20 m 2 , s'observa, quan plou i el sòl é s humit, un conjunt de taques i també petits fragments d 'antics panys d e paret assentada sobre la línia topogràfica de descens del vessant d e migdia, els quals poden definir aquest conjunt d'habitatges destruïts pe l camí . De la fase en la qual és utilitzat el nou pany de muralla, construïd a de forma ràpida i amb material molt lleuger, ens ha quedat un conjunt d e rases amb restes de tovot, associades a les sitges ibero-romanes de l'última fase, en el sector B . En el sector A desconeixem habitatges d'aquest moment, malgrat qu e el material ceràmic d'aquesta fase arriba fins a l'extrem N del clot . Ca l reconstruir aquests habitatges, amb coberta d'obra romana (tegulae) , i murs de tapial des de la base . La superfície interior se situaria a l'en torn dels 16 m 2 . D'aquesta fase localitzem un exemple molt clar en l'habitació construïda desmuntant parcialment l'entrada del sector B, i qu e inutilitzà l'accés d'entrada .
3 . SITGE S
Com hem vist en els apartats anteriors, el jaciment presenta en tote s les seves fases gran nombre de sitges . Aquestes estan excavades directa ment al sauló . En podem distingir cinc tipus distints, en funció de l a forma i factura de les mateixes . Aquesta proposta tipològica està essen t estudiada per veure la relació cronològica o funcional respecte als con junts de material arqueològic de colmatació . En principi aquestes sitges o excavacions al sauló són les següents : 1. 2. 3. 4. 5.
Sitges ovoides, amb o sense forat excavat al fons . Sitges hemi-esfèriques . Sitges irregulars ovoides . Sitges amb fons pla . Cubetes hemi-esfèriques .
Podem distingir tres tipus que la morfologia i els materials de colmatació associen a les grans fases del poblat, determinant una evoluci ó tipològica diferenciada .
128
BOSCH, ENRICH . LLORENS . MATARÓ . PÀMIES . PARDO . RUEDA, SERRA T
1. Sitges corresponents a la fase del camp de sitges tancat pel fossar , amb material ceràmic indígena i fragments de ceràmica àtica de figure s roges corresponent a la fase més antiga del poblat . Estan documentade s de forma parallela al jaciment associat de Castellvell (a uns 1000 m de l Turó del Vent), on aparegué una àmfora púnico-ebusitana P .E .I 1, am b cronologia del segle v fins al iv a .C . 2. Sitges omplertes amb material del segle III a .C ., amb una ric a representació de les ceràmiques de vernís negre dels tallers Occidentals , amb molla presència de les productions dels tallers de Rhode, i amb fragments d'àmfora púnica Mañà D i púnico-ebusitana, en especial P .E .14 , P .E .15 i P .E .16, aquesta última molt abundosa . Aquestes sitges tenen una forma hemi-esfèrica o globular, i són excavades seguint els àmbits espacials generats en el que el jaciment és emmurallat, construint-se la port a d'entrada . És la fase corresponent al període de més gran activitat de l poblat, comprès des d'inicis fins a finals del segle III a .C . 3. Conjunt de sitges localitzades únicament en el sector B del jaciment, que seria la zona a la que es redueix l'ocupació en l'última fas e del poblat, posterior al moment de l'amortització de l'anterior sistema defensiu i del reompliment de la majoria de les sitges . És, doncs, la fas e corresponent a l'etapa inicial de la romanització, arribant fins al prime r terç del segle 11 a .C . Datades per nombrosos fragments de tegulae, àmfora itàlica i algun fragment d'àmfora púnico-ebusitana P .E .17, i corrobora t a Castellvell amb una moneda ibèrica amb patró de Kese, corresponent al s inicis de la fase d'ocupació i d'establiment de les stipendia, amb les encunyacions situades a l'entorn del 170 a .C . Aquestes sitges són generalment més profundes i de majors dimensions, i estan excavades de form a més irregular . En alguns casos tenen una profunditat que supera els 4 m . Aquesta successió de tipus de sitges ha estat plantejada després de ]'anàlisi de les sitges excavades durant els set mesos de campanya d e l'any 1984, les excavades pels clandestins i les retallades per l'eixampl e del camí l'any 1972 . El conjunt total supera les vuitanta sitges, definin t una àrea de magatzem extraordinàriament gran en la fase del segle 111 a .C . en relació amb l'extensió destinada a habitatges . Aquest factor ens defineix un assentament fortificat amb una clara funcionalitat de magatzem . 4.
CISTERN A
Les excavacions i la posterior publicació dels arqueòlegs de l'I .P .A . definiren un àmbit, situat al sector A del jaciment, el qual havia esta t saquejat per part dels clandestins . Tenia una potència extraordinàri a de nivells arqueològics i fou interpretat com l'angle d'una torre . L'any 1984, l'excavació en extensió de tot l'àmbit definí un clot, excavat en època antiga al granit, situat al centre del poblat . Aquest clot , d'unes dimensions d'uns 80 x 10 ni, va ésser excavat al sauló de forma
EXCAVACIONS AL TORO DEL VENT
12'J
acurada, podent-se observar les marques de les eines de tall emprade s en l'excavació d'època antiga . Aquest clot tallà un sector del camp d e sitges del segle Iv a .C . La neteja de tota l'àrea definí que estava rodeja t del sòcol natural de granit . Al lateral sud hom pot observar un mur en angle, molt a prop de l marge abrupte de granit, el qual havia estat interpretat com el paramen t d'una torre . El buidat dels nivells de reompliment fins al nivell verge donà un a gran sorpresa : la profunditat de l'excavació realitzada a finals del segle Ivinicis del segle 111 a .C . era d'onze metres . Al fons d'aquest impressionan t clot es va detectar un nivell de llims formats per sedimentació de les partícules en suspensió del que havia estat una gran cisterna, utilitzada e n la fase de més esplendor del jaciment, en el mateix moment en què funcionaven les sitges posteriorment reomplertes a finals del segle III a .C . Els nivells de reompliment dels onze metres d'estratigrafia demostre n una superposició de capes de formació artificial, amb un ric conjunt d e material arqueològic, amb una cronologia que va del segle Iv a l'any 220 (± 25) a .C ., moment en què s'abandonà el sector . Els materials van del s fragments de cràtera àtica de figures roges, alguns fragments amb pintur a blanca, als conjunts ceràmics dels Tallers Ocidentals, i amb una importantíssima presència d'àmfora púnico-ebusitana, sobretot dels tipus P .E .1 5 i P .E .16, vital per a la datació dels nivells . Per altra banda, aparegueren en el reompliment gran nombre d'esquistos, elements estranys al jaciment, i gran quantitat de mineral de ferro, nombrosos gresols amb reste s de fosa en bronze i escòria metallúrgica . Es localitzaren també gran nombre d'objectes de bronze, dels que destaquem les fíbules, punxons de gravat i objectes diversos . La interpretació de la seqüència estratigràfica i la relació amb le s estructures arquitectòniques defineix dos grans moments dins de la historia del clot o cisterna . En primer lloc, una fase d'utilització a la primera meitat del segle In a .C ., moment en el que encara no van ésse r construïts els murs . Degut a un important esllavissament dels laterals saulonencs, es tapà pràcticament el terç final de la profunditat del clot i e s construí posteriorment el mur en angle, falcat sobre el nivell esllavissa t i damunt del granit, marcant un segon moment d'utilització documenta t pel nivell de llims situat en relació al reompliment de la trinxera d'aquest s murs . Per altra banda, aquest segon nivell d'utilització posterior a la construcció del mur acabà en el mateix moment en què es reompliren le s sitges i es reduí l'àmbit d'ocupació del poblat, als voltants del 218 a .C . Aquesta data ve confirmada per la poca presència de ceràmiques campanianes, únicament representades per les formes més velles . El material arqueològic presenta poques variacions cronològiques del s nivells més profunds als nivells últims d'utilització . La mateixa causa qu e provocà el reompliment sistemàtic del camp de sitges provocà aques t reompliment del que havia estat la gran cisterna del poblat . A part de
130
BOSCH, ENRICH, LLORENS, MATARÓ, PÀMIES, PARDO, RUEDA . SERRA T
l'àmbit estricte del clot, s'han localitzat els que han estat interpretats co m els elements integrants del sistema del filtratge d'aigües, al costat nor d de la cisterna . Procedent de la torre nord, s 'ha detectat un talús longitudinal, format de terra i pedres, que segueix el pendent natural fins l a zona del clot . Aquest amuntegament és la protecció de reforç d'una canal , excavada al costat de la torre nord del poblat, que recolliria les aigüe s pluvials del vessant nord-oest i oest del poblat, conduint-les a un peti t embassament definit per un mur disposat de forma parallela al costat nor d del clot, el qual amb una cubeta en forma de prisma rectangular, semi excavada al sauló, actuaria de sobreixidor-decantador, abocant l'aigua . sense l ' aportació directa de sediments, a l'interior de la gran cisterna .
5.
TOMBES MEDIEVAL S
En el sector B del jaciment, sobreposades a les estructures protohistòriques, es va localitzar un conjunt de 6 tombes medievals, datades e n els segles xi-xll i associades a un probable nucli dispers depenent de l Castell de Llinars (Castellvell), situat a prop d'uns 1 .000 metres del Tur ó del Vent . Les tombes havien estat excavades al sauló, encaixant un seguit d e blocs granítics en molts casos arrencats de les estructures ibèriques, fen t una mena de caixa de pedra coberta amb blocs i amb dues pedres situade s al costat del cap dels individus inhumats, recordant els vells sepulcre s antropomorfs . Totes les inhumacions estaven orientades a Llevant, sens e cap tipus de parament o ofrena . Aquest conjunt d 'enterraments podria haver estat associat a Castellvell , enderrocat per l'acció d'un terratrèmol l'any 1448, o bé al camí carene r que va cap a la parròquia de Sant Andreu d'Alfar, i al Corredor, seguin t la carena, des de l'ermita de Sant Cristòfol de Can Bordoi fins al Corredor .
6.
INTERVENCIÓ AL JACIMENT ASSOCIAT DE CASTELLVELL . (LLINARS DEL VALLÉS )
El jaciment ibèric associat de Castellvell es troba situat a uns 1 .000 metres de Turó del Vent . Aquest jaciment ha estat referenciat per diverso s autors (Balil, 1953 ; Estrada, 1955 ; Estrada-Villaronga, 1967 ; LópezRovira-Santmartí, 1982 ; Monreal-Barrachina, 1983) . Durant la campanya d'excavacions a Turó del Vent, i arrel de l'actuació dels furtius en aquest sector, es va plantejar una intervenció pe r tal de documentar la troballa d'unes sitges amb nombrós material . Es localitzà un conjunt de sitges i diferents articulacions de rases d e fonamentació de cabanes de murs de tapial, excavades al sauló . Del tota l de les 20 sitges excavades es poden classificar quatre tipus diferents :
EXCAVACIONS
AL TURO DEL
VENT
13 1
A. Sitja de poca fondària i fons pla, de diàmetre superior al d e la boca . B. Sitja de forma ovalada, amb diàmetre màxim a la boca . C. Sitja de forma ovalada, amb diàmetre màxim a l'interior . D. Sitja de tipus C, amb un forat circular a la base d'uns 15-20 c m de profunditat . Malgrat la complexitat del jaciment i que només es van poder excava r 300 m 2 , l'anàlisi dels àmbits funcionals i l 'estudi del material aparegu t permeten parlar de tres fases d'ocupació . En un primer moment, aquest indret fou ocupat com a lloc d'habitatge . Aquesta fase està documentada per les rases orientades a NS-S W que tanquen una habitació amb l'entrada a NE . Posteriorment a aquest moment, una sitja amb material indígena : un fragment d'àmfora P .E . 11 , ceràmica àtica de figures roges i pre-campaniana, va inutilitzar una d'aquestes rases en el segle Ev a .C . Per altra banda, a l'interior de la sitj a va aparèixer gran quantitat de terra cuita amb empremtes d'encanyissat , el qual segurament hauria format part de les parets i sostre de l'estructura d'habitatge d'aquesta fase més antiga . La resta de les rases semblen indicar dos moments diferents de construcció de vivendes . La segona fase es caracteritza per l'excavació de sitges que talle n les rases de les antigues cabanes i que són reomplertes amb material d e finals del segle 1v-principis del 111 a .C . Aquesta fase coincideix amb 1'emmurallament del recinte màxim de Turó del Vent, la construcció de l a cisterna i la utilització del camp de sitges . La tercera fase la situem ja entrat el segle 1 i a .C ., moment en qu è es constata de nou la presència d'activitat humana . El final d'aquesta fas e es data per una moneda amb llegenda ibèrica encunyada a la primer a meitat del segle u a .C ., fragments d'àmfora P .E . 17 i tegulae . En aques t segle Ti a .C . s'abandonà el lloc d'una manera definitiva fins a època medieval . L'interval cronològic entre inicis del segle 11t i el segle 11 a .C ., el qual no presenta signes d'activitat, s'ha de relacionar amb la transformació que enregistra Turó del Vent . A més de les tres fases d'època antiga, es localitzà una nova ocupaci ó baix-medieval . D'aquest moment hem localitzat molta quantitat d'escòri a metallúrgica, ceràmica grisa medieval, fragments de ceràmica de ver d i manganès, i de blau cobalt . En aquest moment apareix un nou tipus d e sitja (tipus A), superposat a les estructures antigues, del qual trobe m paral•lels a Castellvell . Aquesta àrea es troba al peu i a pocs metres d e la fortificació de Castellvell, destruïda per un terratrèmol l'any 1448 .
132
BOSCH, ENRICH, LLORENS . MATARÓ . PÀMIES . PARDO, RUEDA, SERRA T
BIBLIOGRAFI A
A . : Prospecciones arqueológicas en el Valle del Mogent . A .E .A ., XXVI, pp . 174-179, ler semestre 1953 . ESTRADA 1 GARRIGA, J . : Síntesis arqueológica de Granollers y sus alrede dores . Publicaciones del Museo de Granollers, 15 pp ., 1955 . ESTRADA, J ., i VILLARONGA, L . : La Lauro monetal y el hallazgo de Càno ves (Barcelona) . Ampurias, XXVIII, pp . 135-194, 1967 . GALLARDO, A . : Del Mogent al Pla de la Calma . Butlletí del Centre Excursionista de Catalunya, núms . 514-516 i 518-523, pp . 90-92, 1938 . LÓPEZ, A . ; ROVIRA, J . ; SANMARTI . E . : Excavaciones en el poblado layetano del Turó del Vent, Llinars del Vallès . Campañas 1980 y 1981 . Monografies Arqueològiques, 3 . Diputació de Barcelona, Institut d e Prehistòria i Arqueologia, 1982 . MONREAL, L . ; BARRACHINA, J . : El castell de Llinars del Vallès . Un casa l noble a la Catalunya del segle XV . Col . Abat Oliba, 28 . Publicacion s de l'Abadia de Montserrat, 1983 . BALIL 1LLANA,