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Dedicación

a Karla María Castellanos

Me dedico a esperarte, por ahí, como quien no quiere que pase el tiempo, envuelto en el humo de este cigarro, ignorando el mundo que me observa y pretende juzgarme y condenarme, intentar ser mi verdugo como si entendiera o pudiera entender esta angustia lenta y viscosa que se escurre entre mis dedos y abrasa la punta de mi lengua, y quema mis adoloridos huesos, mientras me dedico a esperarte, por ahí, como quien no quiere que pase el tiempo.

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Fantasmas

Hay fantasmas que se sientan a mi mesa, rebeldes, obstinados y mordaces, a recordarme cosas que pertenecen al olvido otros se quedan por ahí, en los rincones, agazapados, observando, murmurando del presente, ellos son los más peligrosos, porque me traen tu imagen desleída en el café o el recuerdo de tu cuerpo al pasar por aquella habitación mientras se niegan a sentarse a la mesa y simplemente dejarte en el olvido.

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