entrar adecuadamente en el amor de la familia, para que la familia permanezca. Ahora repitamos el consejo que les he dado, todos juntos: “Nunca terminar el día sin hacer las paces.”
GRAN VIGILIA DE PENTECOSTÉS Sábado 23 de Mayo A las 7.00 p.m. ¡ TE ESPERAMOS !
Muchas gracias. Papa Francisco.
ESPÍRITU SANTO, VEN / Espíritu Santo, ven, ven, / (3 v) en el nombre de Jesús. 1. Acompáñame, condúceme, -MINUTOS de AMOR JUNIO toma mi vida. “La Palabra de cada día” Santifícame, -“TALLERES DE transfórmame. PAREJAS y de FAMILIA” Espíritu Santo, ven. ANUNCIOS
Los Martes a las 7.00 pm
- MISA DOMINICAL: 12 md Sábados y Domingos - RETIROS de PRIMEROS VIERNES de MES, 3.00 pm - En DIRECTV: Canal 117 TVFamilia,5.30 am “Un Nuevo Despertar”
2. Resucítame, conviérteme todos los días. Ilumíname, renuévame. Espíritu Santo, ven.
3. Fortaléceme, consuélame - INTERNET en YouTube: en mis pesares. en: “hogardebethania”, y Reconcíliame, libérame. “Nuevo Despertar Televid” Espíritu Santo, ven.
ORACIÓN Señor concédeme: - Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar. - Valor para cambiar aquellas que sí puedo cambiar. - Sabiduría para conocer la diferencia. Oh Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre: - lo que debo pensar, - lo que debo decir, - como debo decirlo, - lo que debo callar, - lo que debo escribir, - como debo de obrar, para procurar tu Gloria, el bien común de todos y mi propia santificación. Espíritu Santo ilumina mi entendimiento, fortalece mi voluntad, y dame tu equilibrio divino. Amén.
Taller de San José - Hogar de Bethania Martes de Parejas y Familias - Casa de Espiritualidad y Retiros Espirituales Carrera 81 A # 49 - 63 / Barrio Calasanz
/ Tel.: 234 29 20
PERMISO, GRACIAS, PERDÓN… EN FAMILIA El Papa Francisco, so a través de miles de en la Audiencia del dificultades y pruebas. 13 de Mayo de 2015 En cambio si faltan, poco a poco se abren grietas “Queridos hermanos y que hasta pueden hacer hermanas: La catequesis que la casa se derrumbe. de hoy es como la puerta de entrada de una serie Nosotros las entendemos de reflexiones sobre la normalmente como las Vida de Familia, su vida palabras de la “buena educación”. Es así, una real, con sus tiempos y persona bien educada pide sus acontecimientos. Sobre esta puerta de entrada están escritas tres palabras, que ya he utilizado en esta plaza otras veces. Y esas palabras son: “permiso”, “gracias”, “perdón”.
permiso, dice gracias o se disculpa si se equivoca. La buena educación es muy importante. Un gran obispo, san Francisco de Sales, solía decir que “la buena educación es ya media santidad”.
En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una Pero, cuidado, en la historia gran fuerza: la fuerza de hemos conocido también custodiar la casa, inclu- un “formalismo de las
buenas maneras” que puede convertirse en máscara que esconde la aridez del ánimo y el desinterés por el otro. Se suele decir: “Detrás de tan buenas maneras se esconden malos hábitos”. Ni siquiera la religión está exenta de este riesgo, que hace resbalar la observancia formal en la mundanidad espiritual. El diablo que tienta a Jesús usa buenas maneras -es un verdadero señor, un caballero- y cita las Sagradas Escrituras, parece un teólogo. Su estilo se presenta correcto, pero su intención es desviar de la verdad del Amor de Dios. Nosotros, en cambio, entendemos la buena educación en sus términos auténticos, donde el estilo de las buenas relaciones está firmemente enraizada en el amor al
bien y respeto del otro. La familia vive de esta finura del querer. La primera palabra es “permiso”. Cuando nos preocupamos por pedir gentilmente incluso lo que tal vez queremos conseguir, ponemos, así, un verdadero amparo al espíritu de convivencia matrimonial y familiar.
También el Señor pide permiso para entrar. No lo olvidemos. Antes de hacer algo en familia: “Permiso, ¿puedo hacerlo? ¿Te Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte gusta que lo haga así?”. Es un lenguaje educado, de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud lleno de amor. Y esto hace no invasora, que renueve mucho bien a las familias. la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, La segunda palabra es “gracias”. Algunas veces no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, nos viene a la mente pensar que nos estamos cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige convirtiendo en una civilización de malas maneras el respeto de la libertad y y malas palabras, como si la capacidad de esperar fuese un signo de emanque el otro abra la puerta cipación. Lo escuchamos de su corazón. decir muchas veces Al este respecto recordaincluso públicamente. mos la palabra de Jesús La amabilidad y la en el libro del Apocalipsis capacidad de dar gracias (3, 20): “Mira, estoy de son vistas como un pie a la puerta y llamo. Si signo de debilidad, y a alguien escucha mi voz y veces suscitan incluso abre la puerta, entraré en desconfianza. su casa y cenaré con él y Esta tendencia se debe él conmigo”.
contrarrestar en el seno mismo de la familia. Debemos convertirnos en intransigentes en lo referen te a la educación a la gratitud, al reconocimiento: la dignidad de la persona y la justicia social pasan por esto. Si la vida familiar descuida este estilo, también la vida social lo perderá. La gratitud, además, para un creyente, está en el corazón mismo de la fe: un cristiano que no sabe dar gracias es alguien que ha olvidado el lenguaje de Dios. Escuchen bien: un cristiano que no sabe dar gracias es alguien que ha olvidado el lenguaje de Dios. Recordemos la pregunta de Jesús, cuando curó a diez leprosos y sólo uno de ellos volvió a dar las gracias (Lucas 17, 18). Escuché una vez a una persona anciana, muy sabia, muy buena, sencilla, pero con la sabiduría de la piedad, de la vida, que decía: “La gratitud es una planta que crece sólo en la tierra de almas nobles” Esa nobleza del alma, esa Gracia de Dios en el alma nos impulsa a decir
“gracias a la gratitud.” Es la flor de un alma noble. Esto es algo hermoso.
faltar el aire, las aguas comienzan a verse estancadas. Muchas heridas de los La tercera palabra es afectos, muchas lacera“perdón”. Palabra difícil, ciones en la familias es verdad, sin embargo tan comienzan con la pérdida necesaria. Cuando falta, de esta preciosa palabra: se abren pequeñas grietas “Perdóname”. -incluso sin quererlo- hasta En la vida matrimonial se convertirse en fosas prodiscute, a veces incluso fundas. No por casualidad “vuelan los platos”, pero en la oración que nos les doy un consejo: enseñó Jesús, el “Padre “nunca terminen el día nuestro”, que resume sin hacer las paces.” todas las peticiones Escuchen bien: ¿han esenciales para nuestra discutido mujer y marido? vida, encontramos esta ¿Los hijos con los padres? expresión: ¿Han discutido fuerte? No “Perdona nuestras está bien, pero no es este ofensas como también el auténtico problema. nosotros perdonamos a El problema es que ese los que nos ofenden” (Mt 6, 12). sentimiento esté presente todavía al día siguiente. Reconocer el hecho de haber faltado, y mostrar el Por ello, si han discutido deseo de restituir lo que nunca terminen el día se ha quitado -respeto, sin hacer las paces en sinceridad, amor- hace la familia. dignos del perdón. Y así ¿Y cómo debo hacer las se detiene la infección. paces? ¿Ponerme de Si no somos capaces de rodillas? ¡No! Sólo un disculparnos, quiere decir pequeño gesto, algo que tampoco somos pequeño y vuelve la capaces de perdonar. armonía familiar. Basta una caricia, sin palabras. En la casa donde no se pide perdón comienza a Pero nunca terminen el día
en familia sin hacer las paces. ¿Entendido esto? No es fácil pero se debe hacer. Y con esto la vida es más hermosa. Estas tres palabras-clave de la familia son palabras sencillas, y tal vez en un primer momento nos causarán risa. Pero cuando las olvidamos, ya no hay motivos para reír, ¿verdad? Nuestra educación, tal vez, las descuida demasiado. Que el Señor nos ayude a volver a colocarlas en su justo lugar, en nuestro corazón, en nuestra casa, y también en nuestra convivencia civil. Son las palabras para entrar precisamente en el amor de la familia. Ahora los invito a repetir todos juntos estas tres palabras: “permiso”, “gracias”, “perdón”. Son las palabras para