La impre

Page 1

Vol. 1 - N°1 Julio 2015

48 páginas & funnies Sinónimo de Calidad en toda la Argentina

Precio: $100

La Impre

EL DIBUJANTE MÁS LISTO DEL MUNDO

Y su historia de «El chico más listo del mundo»

Divirtiendo a la cognición desde 2014


The Fadel & Fadel translation and not so of the best not-daily periodic on Chris Ware on earth, with his added new stories, cheap staff and open-eying reflections from the southern country. With brand new stolen full color comic spreads !

Esta revistita consta de dos secciones: Sección I: Conjeturas, Noticias, Reflexiones y Entrevista Sección II: Selected Comics

Sólo 100 ejemplares dando vueltas. Ejemplar N° Republicado ilusoriamente por F&F, Originalmente publicado por

Daniel K. Raeburn, editor de The IMP. Reportage herein is copyright ©1999 Dan Raeburn and artwork is copyright Chris Ware and Fantagraphics Books, except where noted otherwise. Printed in Argentina. ›Como siempre, mejor pedir permiso antes de republicar‹ Artistas y escritores que contribuyeron a esta republicación: Martín Linares Díaz - Visual Artist Matías Heer - Sabio Loco Julián Bejarano - Reseller Tomás Fadel - InDesign Master Daniel Raeburn - Publication Commander

Especialistas

Un robot siente cuando piensa Matías Heer Me manda un mail Tomi que si quiero escribir algo sobre Ware; curiosamente me agarra en un momento muy punk. Leo la nota que tradujo mientras alimentan al cerdo que vive debajo de mi cuarto (que no puede figurarse a una persona leyendo sobre su cabeza; sobre su cabeza sólo: barro, agua, moscas; agita las orejas); a su vez el agua, el sol, el movimiento del porcino inundan la pieza de un olor nauseabundo que se entremezcla con el irritante olor a pata de mi bolsa de dormir. La humedad de la sierra y el bosque, del río dándole la vuelta al cerro, no ayudan; mis condiciones higiénicas actuales, menos. Igualmente, pasando el bosque de eucaliptus, sorteando el camino del tambo, en un ojo de agua de un volcán inactivo, hoy, alumbrará la luna llena. Pero yo leo, al ras de los hechos, sin integrarme. Leo sobre Chicago, un río putrefacto, fábricas y barrios residenciales, un departamento deslumbrante, un hombre de Un Robot… sigue en página 7

¡Dios es! Martín Linares Díaz

en la creación, distribución y exportación de

Publicaciones insólitas Aberrantes diseños Poemas inentendibles y otras C hucherías GA R A

N T I Z AD O

Ácido como un limón verde, nuestro amigo Chris nos tira a la cara la verdad en su forma más cruda y violenta, de la forma más directa y sincera: “Cometa errores, ten hijos y altera para siempre el sabor de tu vida”, “A toda la gente que conoces le gusta sentirse bien y a todas les encanta consumir drogas”, “Autentica forma de hacer dine¡Dios es! sigue en página 24


EL DIBUJANTE MÁS LISTO DEL MUNDO Y su historia de «El chico más listo del mundo» Libro de 380 páginas permite a humanos viajar en cuatro dimensiones, escuchar música inaudita y leer fantasmal lenguaje Y aún así, nada pasa Un brillante fraude, dicen los críticos Un brillante fraude, dice el autor Nuestra investigación exclusiva Encuentra un escritor que sea sin duda americano en su pulso, que tenga algo nuevo y peculiarmente americano para decir y que lo diga de un modo americano, que no pueda ser de otra forma, y nueve de cada diez veces te vas a dar cuenta de que el escritor en cuestión tiene algo que ver con el gigante espacio de los lagos de Michigan: que fue criado ahí, o que pasó por ahí, o que estuvo ahí cuando era joven. H.L. Mencken Buenos Aires- En un día nublado a fines de 1998, me tomé el elevated hasta la casa de Chris Ware. El tren rugía sobre las filas de autos húmedos, humeantes, cuando se acercó para cruzar el único río que el hombre ha forzado a correr hacia atrás. A medida que pasábamos hileras de casas de barrio marrones, proyectos de casas, tanques de agua descascarados y plantas procesadoras de carne de cerdo, mis pensamientos se elevaban distan-

tes como los rascacielos negros que rodean el ojo largo y aguado del Lago Michigan. Estaba entonces componiendo el primer párrafo de esta historia, una que espero pueda capturar el panorama de un pueblo construido sobre un pantano y nombrado por el olor apestoso de su fruto característico: la cebolla Chakawga. Salí del tren sobre Damen Avenue y me hice camino entre los charcos aceitosos hasta ­Hoyne Street, hogar de Mr. Ware y su Acme Novelty Library. La ventana superior de la casa de piedras brillaba en el sol del mediodía. Un chiflido, toqué el timbre y ya estaba adentro y subiendo por los escalones, que chirriaban. Chris Ware es un hombre de estatura media, y usa ropa normal, elegida por esa sola razón. Esta ropa que no dice nada, aunque recuerda a los treinta y algo, sin embargo, sostiene sobre sí a una fabulosa cabeza. Posada en la cima de su cuerpo y brillando sin espectáculo, es una cabeza que sólo puede ser descripta como owlish, seria, a la vez que buhesca, de búho. “Ey Dan”, agitó Chris. Preparó café, espantó a los gatos que se enroscaban en mis tobillos y vio a su afable esposa, Marnie, que volvía de hacer unos mandados. Me senté en el sillón con mis hojitas llenas de preguntas y me puse cómodo. Cualquier persona que esté familiarizada con el trabajo de Chris se sentiría cómodo en la Novelty Library de la vida real. Como los comics de Chris, su casa es una amalgama densa y elaborada de boludeces masivas, aunque sólidas y pulidas: todo bien hecho y ornamentado. Un piano y por lo menos dos vitrolas estaban ahí entre otros cositos, chucheThe Smartest Kid sigue en página 4


AUTÉNTICO VIAJE EN EL TIEMPO AQUÍ Y AHORA

Se dice que nada ha logrado la física teórica. Duda usted, y hace bien, de eso acerca de los quarks y los gravitones, neutrinos y rayos cósmicos. ¿El CERN? Sin dudas, un chamuyo europeo. Pero ahora ha llegado su hora,The la hora de que Novelty usted, Acme Library un cuidadano común y atemorizado, triste porque su novia lo ha dejado y parte rumbo a Birmania, pueda viajar en el tiempo y revivir in praesentia los momentos más felices de su vida, de repente arrebatados de su memoria por el that mal uso de say about this comic hasn’t already fármacos. O incluso cambiarlos! Sí, con un breve envío de paypal usted podrá disfrutar de manejar los invisibles hilos que lo manejan. Sea el titiritero de su propia vida! Abandone el ser-ahí y convénzase del ser-ser! Con el simple uso del espacio, ahora usted también puede viajar en el tiempo. ¿Se pregunta cómo?, ¿siago a veritable blizzard of printed gue dudando de nuestras palabras? Escuche las palabras de Joe, que viajó con nosotros y ahora puede regocijarse felizmente entre los millones que creó para sí: “Gracias a Timeships Inc. pude viajar en sólo flake among hasta the Bristol multitude swirling dos horas y logré salvar al amor de mi vida de un ataque terrorista contra la universidad de sus diseñadores. Salí en los periódicos y fui el héroe de la semana!”. Sea usted también un héroe!

Timeships Inc.

Respuestas y soluciones metafísicas, 15¢ la pregunta Rivadavia 120. * * * 5560 Tunuyán, Mendoza.

Auténticos Aparatos Tecnológicos F&F

La vida podría ser un constante movimiento errático, gris monotonía, crecer, educarse, casarse, tener hijos, éxito en el trabajo, claro, un hígado fuerte y una muerte lenta y duradera. Pero hay más, hay más con los Auténticos Aparatos Tecnológicos de Fadel & Fadel. La tencología más antigua del mundo recreada para la vida del lector común de hoy. Cómodos precios antiinflacionarios, fuertes y auténticos aparatos de modernidad, es lo que usted tiene en sus manos. Esta serie de hojas cosidas con alambre van y vienen en sus manos, pero lo que, amigo lector, quizás olvida, es que usted ahora tiene una copia de nuestros más valiosos textos archivada en el lugar más seguro del mundo, y encriptada de forma tal que sólo es reproducida por un estímulo perceptual o emotivo específico. No más passwords ni folders, ahora usted también puede ser su propio cerebro. Incorporando la belleza a la trama cognitiva de nuestras notas y anuncios nos aseguremos de que usted produzca infinitas cantidades de pensamiento, al menos las necesarias para recordar este Auténtico Aparato. Aunque no haya oído hablar de Chris Ware ni de nuestra ya reconocida marca editorial, permaneceremos en esos pocos bytes que precisamos para permanecer ejecutivos en su sistema operativo. Pero atento, todavía puede consumir otra gran cantidad de títulos y contenido digital en nuestra web y sus librerías más cercanas. ¿Ansioso? ¿Por qué no hojea entonces al final de este volumen nuestro catálogo? Fadel&Fadel, publicaciones y chucherías txt.

The Smartest Kid viene de página 3

rías y manganetas, puestos en cajitas y baúles, llenos además con banjos, linternas mágicas, view-masters, rollos de edison, partituras, libros, juguetes hechos a mano en cajas coloreadas, historietas amarillentas, postales antiguas y, por supuesto, las esculturas de Chris del gato y el ratón que bailan y cantan cuando tirás de su manija de metal. Chris sacó un disco de 78 r.p.m. de la pilita de cartas del día y lo dejó junto con otros discos, separados entre sí por el manila de los sobres de manila. Yo me quedé viendo un panel de cassettes, cada hexágono del panel mostrando un logo escrito a mano, intrincado. (“Viste esos cassettes?”, me preguntó el dibujante más tarde, casi susurrando. “Sólo esas etiquetitas grabadas hacen que me dé cuenta de que he desperdiciado mi vida”.) Comics: ¿Cuestión

de vida o muerte ?

El pensamiento más extraño que se me vino a la mente mientras curioseaba las cosas de Chris fue: Nunca me suicidaría si viviera acá. Beethoven se lanzó desde el estéreo y se mezcló con el ronroneo del gato panzón que se había instalado en mi regazo como un Buda. Acaricié al gato y medité sobre mi pensamien-

4


to más agridulce. “Ey –dijo Chris desde la cocina–, quería agradecerte pero de verdad por tu carta de la semana pasada y por tu... eh... adjunto”. La semana pasada le había mandado a Chris mis gracias por darme la entrevista y le había adjuntado con la carta una Biblia de Tijuana como muestra de mi aprecio. Hot Nuts, el librito de ocho páginas, de comics pornográficos, estaba graciosamente ilustrado por el anónimo “Mr. Prolífico”, y describía las técnicas de venta del Fuller Brush Man en la apertura de un campo nudista de “Nuevas Mujeres”. Vi el Hot Nuts en uno de los armarios de la habitación, brillando detrás del vidrio, como si fuera una mariposa. out of it.”

nouncements, howf Mostness grows 5

tive possible, short A comic book similar to the one that saved Ware’s life.

“De hecho –dijo Chris, volviendo al living con el café–, llegó en un día en el que contemplaba la idea del suicidio, y me sacó de ahí inmediatamente”. Nos sentamos para la entrevista. Una copia del último libro de Daniel Clowes, Caricature, yacía en la mesa entre nosotros. “Recién me llega por correo –dijo Chris–, y yo me sentí como...”. Se rascó la sien con su dedo índice e hizo una silenciosa pantomima. “No hay manera de que sea capaz de escribir al nivel de Dan –dijo, moviendo su cabeza de lado a lado, confirmándose, y disfrutando el castigo autoimpuesto–. Casi me había olvidado lo increíblemente denso y compacto que es lo de Dan”.

Entonces, ¿Caricature lo envolvió en una depresión de la que lo sacó Hot Nuts? Chris pareció distraerse. Dijo: “No... Ah, no. No. Eso pasa cada dos semanas más o menos. Es parte normal del trabajo”. Se llaman fechas límite por ese motivo. La madre de Chris fue periodista y editora del World-Herald de Omaha; y el padre de su madre había sido el editor en jefe. Con tanta tinta negra corriendo a través de sus venas, es lógico que Chris Ware sea ante todo un comiquero de los que salen en los diarios. Cada semana exuda una nueva historieta full-color, full-­page, para el tabloide semanal de Chicago, el New City. Uno, dos o tres años después de su primera aparición en un diario, Chris Ware colecciona sus historietas en unos volúmenes y los imprime en lo que es más conocido como su libro periódico de comics: The Acme Novelty Library. Los últimos seis años de estas historietas serán la base para una “novela gráfica” de más o menos 380 páginas, lo que es un gran libro para ser comic: Jimmy Corrigan: The Smartest Kid on Earth. Algo después, ­recién entrado el siglo siguiente, este libro sería publicado. Chris me mostró el desplegable impreso a dos caras, lo que era una sobrecubierta quintaesencialmente waresiana, y que había diseñado para la edición de tapa dura. “Al principio quise que se viera como un libro normal, o una ‘novela’ normal. Pero después me dije, No. Quiero que se vea como un libro de comics. Quiero que tenga comics por todos lados, quiero que grite la palabra comics”. ¿Qué

es este libro ?

Miríades! son los obstáculos que hay para


intentar definir este libro. Para empezar, es una tira de historietas para un diario, después, un fanzine de comics, y después un libro de comics. A pesar de la simpleza, voy a referirme al libro por su subtítulo, El chico más listo del mundo [TSKOE, por sus siglas en inglés], para minimizar la confusión con Jimmy Corrigan, el ostensible protagonista. También hay que decir que Chris está todo el tiempo toqueteando sus historietas, al menos cada vez que se aproximan a su nueva reencarnación; así que las tiras y las reproducciones Acme que usted ve en esta revistita, quizás no coincidan con su forma final en el libro de Pantheon. Añadirle a esto también que la tira original todavía no está terminada (10 semanas para entrar en imprenta en IMP) y que, además, es obviamente fútil el hablar del libro como la forma definitiva. Va a cambiar por lo menos dos veces más antes de que se “complete”, y con estas incertezas, es mejor que nos acerquemos a la constante transformación de la historia con las vagas y generosas generalizaciones que caracterizan a Fadel&Fadel. Incluso si la historia no fuera a mutar, su complejidad es tal que una revistita de 48 páginas sólo puede capturar un tufillo de su esencia. Vamos a ver más acerca de qué trata el libro, más que al libro mismo, para hacer de esta publicación un poco menos ephemeral, efímera, y, esperamos así también no incluir ningún spoiler para todos los todavía-no-waresianos. Quizás el gran problema que representa para mí hablar de este libro surge de que sea un comic. El arte del comic es un arte que se entiende intuitivamente, aunque sea extrañamente elusivo. Sus palabras y sus dibujos funcionan cada uno por su lado, y a su vez funcionan juntas, en armonía y contrapunto. La posibilidad que nace de la unión de la prosa con los visuales es una tercera cosa, más

triqui que sus respetables padres, y quizás por esto mismo es que los comics son considerados hijos bastardos. Cualquiera puede leer el lenguaje de los comics, pero casi nadie, incluido yo, puede explicarlo fácilmente. Los comics de Chris Ware son más indefinibles que la mayoría porque ellos son mayormente comics: usa la rara alquimia de los comics para escribir con imágenes y dibujar con palabras mucho más, digo que usa esta maquinaria mucho más que la mayoría de los que escriben “historietas ilustradas”. Los comics de nadie juegan así como el tiempo, el espacio y tu cabeza de un modo parecido al de Chris Ware. Es un genio, algo que acepta hasta el más acérrimo de sus críticos. El genio de estos comics quizás mientan en su deliberada similitud con la poesía. La “poesía” es una de las palabras más abusadas del lenguaje, pero la analogía entre un poema y un comic es inevitable. En un poema, la forma física de una oración (su largo, su entonación y puntuación) significa tanto como el sentido literal de la oración. Por eso la onomatopoeia, cuando una palabra suena exactamente como significa, es tan apreciada para un poema. Los comics de Chris son onomatopéyicos porque él ha simplificado sus viñetas casi al punto de un ícono que podemos leer rápido, en secuencia, sí, claro, como las palabras. Ha reducido, en efecto, la imagen al nivel de la palabra. También ha hecho lo inverso: hacer que las palabras visualmente construyan viñetas, humores, y lugares en un tiempo y un espacio. [véase The Chinese Written Character as a Medium for Poetry]. El problema con mi definición pseudopoética es el hecho de que esas múltiples funciones pueden armonizar o chocar, y las dos cosas, en el nivel visual y en el verbal, simultáneamente, en un rango infiniThe Smartest Kid sigue en página 9

6


Un Robot… viene de página 2

7

sweater y un café de por medio. Imagino una atmósfera confortante, resguardada. Imagino a Ware y su entrevistador con las mejillas sonrojadas por el calor ambiente, los gatos irradiando domesticidad, la mujer de Ware pensando con idolatría en su marido, la ventana con vista al parque, el parquet de madera patinado por los haces de un sol norteamericano; incluso lo imagino a Tomi traduciendo, a Martina durmiendo detrás en la cama, hecha un bollo, sacando instantáneas entre pestañeos de una espalda en cuero, de una luz azulina detrás. Incluso imagino el arrullo de autos por Villa Chris unwrapped a 78 r.p.m. record Urquiza. Pero los imagino a from the day’s mail—“An old banjo todos como caricaturas, no tune I bid on,” he said sheepishly—and puedo concebir la realidad slid it away in a record closet lined de los hechos, su aspereza edge-to-edge with manila sleeves. I verdadera. Quizás es una spotted a honeycomb of cassette tapes, each spine bearing an intricate, handcuestión del trazo: la memolettered (“Did you see his ria ylogo. la imaginación, sintapes?” imoneportar cartoonist latersólo asked producen me in a nearqué, whisper. “Those labels alone made me dibujos animados. Más allá realize that I have wasted my entire de estas conclusiones seudo cognitivistas, me irrito. Ware me parece el estereotipo del genio bobo: un personaje trillado y fácil, que dice y no dice nada, que apuesta y retira la apuesta de momento, personaje que, en su fuero interno, se remuerde por todo lo que se miente, una mentira que al ser vivida, sin embargo, se inclina a ser verdad. El entrevistador también me resulta un imbécil. De aquellas personas que sacan brillo a cualquier herrumbre con verborragias, comparaciones un tanto ingeniosas y un poco de ridículo, para no llevarse el título de pretencioso; personas que vanaglorian una pulserita hecha en cinco segundos con hilo industrial,

dando cátedra sobre lo sublime de lo mundano. En pocas palabras los siento en una burbuja norteamericana, patética y brillante, construida sobre las sombras de los típicos #tags sobre “genio”, “mundanidad”, “ironía”, “autobiografía”, “sentido profundo”, “enemigos detractores”. Pese a todo, me interesa. La analogía poesía-música-comic es bastante certera, aunque finalmente reside en una imposibilidad básica de estas tres artes: tanto la música, el poema y el comic (más allá de todas sus cualidades técnicas y las ideas que expresen) son, en primera instancia, de comprensión intuitiva. Por otro lado, recuerdo tener una charla similar con Tomi mientras contemplábamos borrachos y embobados los comics de los hermanos Burns, a eso de las cuatro de la mañana, en un puesto de diarios de calle Cabildo. Recuerdo cómo dentro del 152 nos iban golpeando las luces de los locales cerrados, a toda velocidad por la calle vacía, cómo íbamos moldeando la idea de una identidad compartida entre comic y poesía: la síntesis imagen y palabra, las temperaturas de los colores y las temperaturas de los adjetivos, los movimientos imprevistos de viñeta y los cambios abruptos de ritmo, la narración fragmentada y… timbre, Tomi se bajó y yo suspendí mi mirada en las estelas de los autos que pasaban. Tomi al caminar, quizás, continuó escalando en su mente hacia el brillo pero este brillo, seguramente, titiló hasta apagarse en la oscura pregunta ¿dónde dejé las llaves? y Un Robot… sigue en página 27


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.