CASTILLO
STA MARÍA LA MAYOR
PALACIO CHAVES (EL VIEJO)
PLAZA MAYOR
PALACIO DE LA CONQUISTA
CONVENTUAL DE LA CORIA
TRUJILLO
TORRE DEL ALFILER
En medio de la guerra, la reina Isabel acude a misa en la iglesia de Santa María la Mayor. Pasa unos días en Trujillo, lejos de la primera línea de combate donde se decide la sucesión de la corona contra su sobrina Juana la Beltraneja. Sabemos de esa estancia por el cronista oficial de los Reyes Católicos Hernando del Pulgar. Sus escritos son los primeros sobre una ciudad que han cruzado incontables viajeros y escritores. Bella y altiva la vio Hernán Cortes, según sus Crónicas, en la época de apogeo de la localidad, cuando el nombre de Francisco Pizarro emergió hasta convertirse en la figura literaria central de Trujillo, sostenido en el tiempo por viajeros, poemas y novelas. Cuatro siglos después de su muerte, cuando el inglés Richard Ford visitó el pueblo la fama de Pizarro seguía intacta. Aludió a su “temple mental” y a su arrojo (“el primero en los peligros”). El portugués Miguel Torga en su viaje de 1954 buscó al hombre detrás de la máscara y rechazó su gesto heroico. “Sigo estando del lado de los incas y de los aztecas vencidos”, escribe en su Diario. En la década de los 80, el novelista holandés Cees Nooteboom, dejó, sin embargo, en El desvío a Santiago la mera constancia de que Pizarro y su pequeña tropa acabaron en treinta y tres minutos con el imperio inca. Más recientemente en 2012, Olaizola ha narrado en Crónica de una locura, la vida de Trujillo y la partida de Pizarro a América. Otro personaje de la localidad real y legendario ha inspirado crónicas y romances: Diego García de Paredes, el Sansón Extremeño: “Un Viriato tuvo Lusitania; un César Roma; un Aníbal Cartago; un Alejandro Grecia; un Diego García de Paredes Extremadura”, escribe Cervantes en El Quijote. Si Lope de Vega alude a personajes trujillanos orgullosos, viajeros posteriores (Edward Cook, en Spain and the spaniards, de 1843) reflejarán las ruinas y vestigios. No se llevó muy grato recuerdo Unamuno de Trujillo, aunque dijo de ella en Por tierras de Portugal y España que “da una cierta sensación de bienestar de hidalgo campesino”. Más allá de los límites de Trujillo, su comarca ha dado autores como los poetas Luisa de Carvajal y Mendoza, de Jaraicejo (siglo XVII) o Francisco Gregorio de Salas, también de Jaraicejo; y en la actualidad uno de los novelistas más exitosos, Javier Cercas, de Ibahernando.
Información informadoresturisticos@dip-caceres.es www.turismocaceres.org
Torre del Alfiler
TRUJILLO
Plaza Mayor
La plaza constituye una pequeña lección de historia. Basta invocar el nombre de Francisco Pizarro (el palacio que lleva su nombre y la poderosa estatua a caballo) o los apellidos Vargas-Carvajal y su palacio para evocar un tiempo en que esa historia se hacía de manos de trujillanos en América. A la planta renacentista e irregular de la plaza la rodean soportales y casas señoriales, la iglesia de San Martín y el palacio de Piedras Albas.
Palacio de Juan Orellana Pizarro
Miguel de Cervantes se hospedó en este palacio renacentista, remodelado en el siglo XVI sobre los restos de un antiguo edificio medieval. Destaca un bello balcón renacentista, situado entre sus dos torres rectangulares de los siglos XIV y XV que tienen sus almenas desmochadas.
Santa María la Mayor
No hay visita a Trujillo que pueda eludir esta iglesia románica, cuya importancia solo la equipara dentro de la diócesis de Plasencia su catedral. Los Reyes Católicos celebraron en el templo el sepelio por la muerte del rey de Aragón. En su interior cobija los restos de Diego García de Paredes.
Palacio de la Conquista
Francisco Pizarro ordenó construir este palacio renacentista, que debe su nombre al título que se otorga a la familia Pizarro, marqueses de la Conquista, como agradecimiento por su intervención en la toma de Perú.
Torre del Alfiler y Palacio Chaves-Cárdenas
La reina Isabel mandó desmochar la torre, que se convirtió en torre del homenaje del Palacio-fortaleza de los Chaves-Cárdenas. Hoy es un mesón y conserva símbolos de privilegios concedidos por Felipe II (el derecho de asilo entre otros). Alcazaba
Hernando del Pulgar
Nacido en Pulgar, Toledo (1436–1493?), fue cronista de Enrique IV y de los Reyes Católicos, a los que sirvió como embajador y secretario. Entre su obra destaca Crónica de los Reyes Católicos.
Luisa de Carvajal y Mendoza
El fuerte sentimiento religioso de esta poeta y religiosa de Jaraicejo (1566 o 1568) muerta en Londres en 1614 la impulsaba hacia el martirio. Su poesía esta influida por la mística.
Francisco Gregorio de Salas
Su Observatorio rústico fue un éxito en la época. Nació en Jaraicejo en 1729, fue sacerdote y crítico con la literatura de su tiempo.
Miguel de Cervantes
En Trujillo escribió Miguel de Cervantes parte de su último libro, Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Ya había traído a su obra la presencia de este pueblo cuando en El Quijote se refiere en dos ocasiones al trujillano Diego García de Paredes. En una de ellas detalla los rasgos de este militar, que fue “valentísimo soldado, y de tantas fuerzas naturales, que detenía con un dedo una rueda de molino en la mitad de su furia”.
Miguel de Unamuno
En uno de sus numerosos viajes, el autor de Niebla, recaló en Trujillo, “una ciudad abierta, clara, confortable” escribe Por tierras de Portugal y España. La visita no fue del todo plácida porque le desagradó la “pobrísima” y solitaria biblioteca del casino comparada con la animada actividad de la sala de juego. “Los socios que faltaban en la biblioteca sobraban aquí”.
Javier Cercas
El éxito de Soldados de Salamina convirtió al extremeño Javier Cercas (Ibahernando, 1962) en uno de los novelistas más reconocidos de la literatura española. David Trueba dirigió para el cine esta historia que unía ficción y documento, novela y ensayo. Obras posteriores (Anatomía de un golpe y El impostor) refrendaron esta concepción propia de su literatura.
MÁS QUE LETRAS
Esta atalaya de piedra que dibuja el perfil de Trujillo desde la lejanía tiene más de diez siglos. Firmes y sólidos muros circundan la alcazaba de origen Omeya, como delata su puerta de arco de herradura. Las torres circulares corresponden a la época cristiana.
OBRAS & AUTORES
PAISAJES
Alcazaba
Conventual de la Coria
Feria del Libro de Trujillo
La guerra de la Independencia arrasó con este convento de San Francisco el Real fundado en el siglo XV para las monjas clarisas. El pensador Xavier de Salas lo adquirió y restauró el pasado siglo. Allí instaló la Fundación Xavier de Salas, que promociona y las artes y la cultura trujillana e hispanoamericana. Situado junto a la puerta de Coria y próximo la alcazaba, su construcción conserva reminiscencias del último gótico alemán y primer renacimiento italiano.
La cita multitudinaria con la lectura en Trujillo se celebra en marzo. Hace cinco años se creó la feria del libro, por la que han pasado escritores como Andrés Aberasturi, Luis Eduardo Aute o Diego Doncel. Coordinada por el poeta José Cercas, los puestos de libros se instalan en plaza Mayor.
Calle Santa María s/n 927 32 18 98 www.fundacionxavierdesalas.com/es
Ayuntamiento de Trujillo 927 32 10 50 www.trujillo.es
Parador Nacional de Turismo de Trujillo Sito en el convento del siglo XVI de Santa Clara, tiene un ambiente relajado donde poder leer, conversar o reunirse para hablar de literatura. El edificio, organizado alrededor de un hermoso claustro, conserva ese aire conventual y de recogimiento que le imprimieron las religiosas Concepcionistas desde 1533. Santa Beatriz de Silva, 1 927 32 13 50 www.parador.es