009 Influencia de los partidos políticos en el desarrollo de una cultura política personalista.

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Influencia de los partidos políticos en el desarrollo de una cultura política personalista. Caso Venezuela. Período 19451998.

1º Edición, San Cristóbal ISBN: 978-980-6500-19-8 Depósito legal: lfi7682016320452 1º edición: Febrero de 2016.

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ÌNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 6 PARTIDOS POLÍTICOS: UN INSTRUMENTO PARA AYUDAR A ENTENDER LA DEMOCRACIA............ 9 Partidos Políticos. Definiciones, elementos y características. .................................................... 9 ¿Para qué sirven los Partidos Políticos? Una aproximación a sus funciones. ........................... 18 Sistemas de Partidos: Una tipología para comprender las sociedades. ................................... 21 Clasificación de los Partidos Políticos: La diversidad de este instrumento de representación. 28 Partidos Políticos: Importancia para un sistema democrático ................................................. 31 LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN VENEZUELA .................................................................................... 36 Evolución Histórica .................................................................................................................... 36 Contexto Gomecista .............................................................................................................. 39 Contexto Cívico ..................................................................................................................... 48 Partidos políticos más influyentes ............................................................................................ 54 Acción Democrática............................................................................................................... 55 Unión Republicana Democrática ........................................................................................... 56 Comité de Organización Política Electoral Independiente .................................................... 57 Partido Comunista de Venezuela .......................................................................................... 57 Etapas de los Partidos Políticos. Una mirada en la transformación del país. ........................... 58 Etapa I (1945-1948) El Octubrismo ....................................................................................... 59 Etapa II (1948-1957) Regresión Dictatorial ........................................................................... 63 Etapa III (1958-1978) Auge y caída del Pacto de Punto Fijo, y comienzos del sistema de Partidos Puntofijista .............................................................................................................. 71 Etapa IV (1978 - 1998) Estructuración de una partidocracia personalista (sin ideologías) .. 80


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Elecciones e identidad partidista: Una aproximación al voto en Venezuela ............................ 91 Factores que influyen en el voto ........................................................................................... 93 El abstencionismo y los niveles de participación electoral. (Etapas de la abstención) ......... 95 Hubo abstencionismo pero no tanto .................................................................................. 100 CONCLUSIONES ............................................................................................................................... 103 Partidos Políticos y Facciones: Evolución o Degeneración ..................................................... 103 El totalitarismo y la unilateralidad desaparecen con los partidos políticos............................ 104 El Estado moderno venezolano como consecuencia de la aparición de los partidos ............. 105 El personalismo en Venezuela reapareció con los partidos políticos ..................................... 105 El partido político generó abstención, pero el personalismo desaceleró este indicador ....... 106 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................. 108


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GRATITUD

… Y ella me besó el cabello y luego todo estuvo mejor. … Y me enseñó que el sentido de su vida siempre será el que su hijo sea mejor que él. … Y sus ojos diáfanos me convencieron que para ella yo era su escritor favorito. … Y el de la estola y la nariz de payaso. … Y el amigo que extraño. … Y un Pan con café con leche supo hacernos sentir juntos cuando el mundo nos dejaba solos. Y a Dios…


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INTRODUCCIÓN

A través de estas páginas se buscará comprender mejor la actuación de los partidos políticos, su aparición y su evolución, así como su influencia en la reaparición de una cultura personalista que desplaza al sistema de partidos a finales del siglo XX. En todo buen análisis de la sociedad venezolana aparece como un elemento inseparable el partido, y es así porque se ha convertido indiscutiblemente en el actor principal de la política y la modernización del último siglo.

En el primer capítulo se intentará crear una base teórica que sirva para asentar la investigación, este se denominará Partidos Políticos: un instrumento para ayudar a entender la democracia. A través de las definiciones y características claras se conocerá los orígenes de los partidos políticos, ya que una correcta teorización de este instrumento de representación permitirá poder adentrarse más a la verdadera influencia de estos en la sociedad. En los cinco apartados que corresponden este capítulo, se hará mención de las funciones de los partidos, así como la tipología de estos sistemas propuesta por algunos autores, a su vez se observará y se estudiará la diversidad de los partidos, y para culminar la importancia de este instrumento en la sociedad.

Como toda búsqueda para comprender un fenómeno en particular, se debe empezar por las ideas más generales, claro está, sin caer en una excesiva ambigüedad que pueda poner en peligro el entendimiento a causa de no poseer limitaciones claras. Por esto mismo, la tarea de la investigación será desarrollar una línea de tiempo que permita dar respuesta a los acontecimientos que surgieron en la segunda mitad del siglo XX. Por cuestiones lógicas, la comprensión de la segunda mitad del siglo no exige el análisis de esta únicamente, sino que habrá que remontarse a los orígenes de la idea partidista en Venezuela, es decir retornar al siglo XIX con las grandes guerras entre Liberales y Conservadores e incluso tocar algunos puntos como la visión de Bolívar y algunos próceres sobre la idea de la división ideológica, el federalismo y la facción.


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Ya que el segundo capítulo se titula Los Partidos Políticos en Venezuela, se hará referencia a lo ya mencionado en el párrafo anterior, es decir, los antecedentes directos de los partidos políticos modernos, para esto se desarrollará un apartado denominado Evolución Histórica, en el cual se procurará hacer una aproximación teórica a la historia partidista desde sus orígenes hasta 1948, y se dividirá en dos períodos fundamentales para entender cómo nacieron y de qué manera “sobrevivieron” estas organizaciones hasta la consolidación de un sistema sólido de partidos. Se clasificaron como Contextos ya que en ambos períodos la política del país se manejó de diferente forma, lo que definió el modo de proceder de los partidos y de la sociedad civil. El primer apartado se titula Contexto Gomecista y hace referencia no sólo al período dictatorial de Juan Vicente Gómez, sino a la etapa conocida como Hegemonía Andina, que culminará con el Octubrismo y la caída de Isaías Medina Angarita; el segundo apartado se ha denominado Contexto Cívico, ya que se estudiará el proceso de toma de poder de los civiles en 1945 y la conquista de la Presidencia por Rómulo Gallegos y Acción Democrática, para así comprender la manera como los partidos aperturaron nuevas maneras civilistas de hacer política, abandonando los tradicionales métodos caudillescos y militaristas.

A los largo de la historia partidista en Venezuela, han surgido cientos de organizaciones políticas, unas muy importantes, antiguas e influyentes, otras que desaparecen o incluso por sus configuraciones ni siquiera se podrían considerar como partidos. A pesar de la gran cantidad que existen, un número muy limitado de partidos se han consolidado como los más importantes, por esto mismo el apartado siguiente será denominado Partidos Políticos más influyentes; por razones de limitación de la investigación, no se tomarán los partidos anteriores a Gómez, sino que serán tocados sólo los partidos modernos: Acción Democrática, COPEI, URD y PCV. Por motivos específicos estos partidos son los más influyentes y determinantes de todo el siglo XX, y tranquilamente se podría decir que es a través de ellos que el país es transformado, lo que significa que su aparición es fundamental, y el estudio de ellas imprescindible.


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A partir de aquí, se entrará en el espacio limitado por la investigación, es decir, se analizará la historia partidista desde 1945 hasta 1998, se ha denominado este apartado Etapas de los partidos políticos. Una mirada en la transformación del país, la que a su vez contendrá cuatro etapas que ayudarán a sistematizar el proceso de ruptura de los partidos políticos tradicionales con la sociedad venezolana. Por último, el apartado final se denominará Elecciones e Identidad Partidista: Una aproximación al voto en Venezuela, este es fundamental en esta investigación ya que los procesos electorales y en particular el abstencionismo serán indicadores claros para determinar el proceso de deslegitimación de los partidos y la apertura nuevamente a los líderes personalistas


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PARTIDOS POLÍTICOS: UN INSTRUMENTO PARA AYUDAR A ENTENDER LA DEMOCRACIA

Partidos Políticos. Definiciones, elementos y características.

Es completamente necesario para el estudio de las Ciencias Políticas poder analizar y lograr entender todo el profundo y complicado sistema de la Democracia Moderna. Desde allí, parten más hilos que configuran la red de la sociedad y de la política de nuestros días. Sin embargo, aunque sea asunto de otro análisis, éste va en dirección a los partidos políticos, pues se tiene en cuenta la necesidad de profundizar en los conocimientos, así como motivar el estudio y la reflexión para darle el valor y la importancia que se merece ante la sociedad actual y al sistema democrático. Es verdad, Sartori lo afirmaba, justo ahora los partidos políticos son el puente representativo más idóneo entre los que gobiernan y los que han permitido ser gobernados, por eso, los partidos políticos son la voz (imperfecta) que se habla y se deja escuchar para que la Política funcione1. Pero, para hablar primero de los partidos políticos, se debe empezar por separarlos de su antecedente: las facciones. El término facción tiene un origen mucho más antiguo que los partidos políticos, según Sartori: Se puede advertir que el término Facción nace para la historiografía política con el estigma de la disolución social, inevitablemente relacionado con el origen y desarrollo de las tres grandes teorías clásicas de las formas de gobierno, el concepto de Facción se convierte a la postre, en una de las categorías de reflexión política de todos los tiempos2. Para verificar este análisis, ir a SARTORI, Giovanni. “Partidos y sistemas de partidos”. Madrid. 2012. Alianza Editorial. 2 ROMO. Felipe. “Facción y partido. Indagaciones sobre la historia de los conceptos”. Extraído de la página web http://meme.phpwebhosting.com/~migracion/rimd/documentos_miembros/11700Facci%F3n%20y%20Partid o.pdf. Revisado el 01 de Julio de 2015. Pág. 4 1


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Por lo tanto, podría decirse que en sus orígenes las facciones van ligadas con los tipos de gobierno, o sea, que va en sentido del cómo se gobierna: si es el pueblo (Oclocracia), unos pocos (Oligarquía), o sólo uno (Tiranía), y refiero a las formas degenerativas de gobierno porque son estas las que realzan el verdadero significado de la facción. Según Sartori:

La facción es con mucho el término más antiguo y más establecido, se deriva del verbo latino facere que significa hacer o actuar, y la palabra factio llegó a indicar, para los autores que escribieron en latín, un grupo político dedicado a un facere perturbador o nocivo o a "actos siniestros3.

Y en la práctica es así, las facciones son instrumentos de la voluntad unitaria y no del bien común, el interés general, el valor de todos o algo parecido. Más explícitamente, las facciones son expresiones de la realidad y la necesidad de unos pocos y son propulsores de luchas y divisiones únicamente, pues manipulan conforme a sus intereses. Por lo mismo, a lo largo de la historia, muy pocas veces se le ha dado un valor positivo a las facciones, pero esto no es en parte así para los partidos, pues también ha habido intentos de igualarlos con su lado degenerativo, por lo que ha sido una tarea bastante dura el hecho de separar un concepto del otro. Pero saliendo un poco de lo antes mencionado, y retomando la primera cita de Sartori, resulta muy interesante la estrecha relación que tienen las facciones y los partidos políticos con la dinámica de los sistemas de gobierno, y así como las formas buenas de gobierno derivan a las malas y luego irán de las formas malas a las buenas, también las facciones evolucionarán a los partidos políticos y estos a su vez con el paso del tiempo irán degenerando en facción. Esta afirmación resulta muy novedosa y guarda consigo una realidad que cada vez llega a la sociedad con mayor fuerza. Si se entiende que las facciones y los partidos guardan no sólo una relación de evolución, sino también de 3

SARTORI, Giovanni. Op. Cit. Pág. 28


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involución, no hay garantía para que los grandes partidos con años de tradición y experiencia en el poder, lentamente vayan llegando a su punto de origen, como una secuencia que retorna a la facción. Obviamente, existen muchos partidos que nacieron sin la génesis faccionaria, pero esto no los exime de llegar hasta tal punto. Conocer estos elementos de los partidos y facciones ayuda a saber que no siempre un partido será un partido, y que una facción no siempre será una facción, sino que con un tiempo obviamente indefinido,

este

cambiará,

trayendo

consigo

debilitamiento

doctrinal,

falta

de

direccionalidad, pérdida de una ideología establecida, daños a la democracia interna de la organización y hasta una degeneración en la idea del partido como institución, transformándolo en un personalismo que afecta a todo el sistema. Esto explicaría muchos de los conflictos de representación de hoy día, así como la dificultad de generar un juicio claro sobre la actuación de los partidos políticos, para ello se hace necesario conocer muy profundamente las diferencias entre facción y partido, y preguntarse si se están usando los términos correctos. Al conocer que también los partidos políticos pueden degenerar, surgen muchas preguntas más, y una que se hace muy necesaria resaltar es quién degenera primero: el partido político o el sistema de gobierno, o al contrario, quién pasa primero a su forma buena, dependiendo de quién sea primero, el uno afectará inmediatamente al otro. Si es el gobierno quien se transforma primero, con él lo hará todo el sistema a su cargo: instituciones, leyes, cultura, conceptos básicos, reglas de juego de la política, y eso llevará a cambios en los partidos, como sucede en regímenes totalitarios donde algunos partidos son legalmente suprimidos, dando paso a unipartidismos, claro que esto transforma el sistema de partidos, más no a todos los partidos en sí, pues aunque algunos se desarrollan desde la clandestinidad, estos mismos llevan consigo la materia que permitirá la evolución a una forma buena. Un caso notable es durante el régimen Gomecista4 y la ilegalización de algunos partidos políticos, pues a pesar de que se encontraban en un sistema totalitario y opresivo, 4

No se confunda este término sólo con el período presidencial de Juan Vicente Gómez. Se entiende por régimen Gomecista al período de Dictadura militar que va desde su ascendencia al poder en 1908, hasta el derrocamiento del presidente Isaías Medina Angarita en 1945, donde una junta de gobierno cívico militar toma el poder y con sufragio libre lleva a la presidencia a Rómulo Gallegos, primer presidente electo


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el cambio social puede venir desde cualquier lado, y precisamente vino de aquellos estudiantes organizados en partidos, lo que demuestra que siempre habrán elementos que se mantendrán inquebrantables ante la degeneración de los gobiernos. Si por el contrario, es el partido quien degenera primero, habrá que ver de qué magnitud es el partido y su alcance en la sociedad, su importancia, su papel en el sistema, y también de qué tipo de sistema partidista se está hablando. Una situación muy común es la degeneración de los partidos del gobierno, el elemento más claro donde interactúan ambos puntos, dando consigo con lo que Enrique Neira denominaba Sistema de Partido dominante5. Obviamente puede haber otras situaciones y por el contrario no sea sólo uno quien caiga en perversión, sino varios como casi ocurrió en la sociedad venezolano al final de la segunda mitad del siglo XX 6. Indiferentemente de quién degenere primero, la realidad es que están estrechamente ligados, y para el análisis social e histórico, conocer las causales de transformación y los efectos de ella es de vital importancia. Las Facciones, a diferencia de los partidos políticos carecen de organizaciones estables y fines ideológicos precisos, persiguiendo intereses personales y particulares7, por ello, aunque se puede comprender por qué los partidos son buenos y las facciones malas, y que una degenera en la otra, los partidos políticos también fueron objeto de deslegitimación, produciéndose un rechazo principalmente desde su etimología, pues partido se deriva del latín partire, que significa dividir8, pero esta no ingresó en la política a través de tal derivación, Sartori habla de una connotación etimológica que la precede:

democráticamente. Se hace esta generalidad del Régimen Gomecista porque aun al haber pasado casi 10 años de la muerte de Gómez, las prácticas políticas eran muy similares, y es sólo hasta las elecciones de Gallegos y la legitimación de los partidos políticos que Venezuela entra a una época modernizadora en su aparato de Estado. 5 Según NEIRA, Enrique. “El saber del Poder, Introducción a las Ciencia Políticas”. Mérida. 1985. Universidad de Los Andes. Pág. 292, el sistema de partido dominantes es una cuasi-dictadura de partido. Legalmente están reconocidos varios partidos, pero de hecho la hegemonía la ejerce el partido de gobierno. 6 Aunque no existen elementos suficientes para considerar que hubo una degeneración de todos los partidos hacia la facción, habrán algunos puntos a considerar más adelante donde se explicará detalladamente el rumbo de los partidos políticos más importantes y su evolución en la sociedad venezolana, donde se intentará comparar los conceptos básicos de facción y partido y determinar en cuál encaja más. 7 XIFRA, Jorge. “Formas y Fuerzas Políticas”. Barcelona. 1958. Bosch, Casa Editorial. Pág. 17 8 SARTORI, Giovanni. Op. Cit. Pág. 29.


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El predecesor de la palabra partido es la “secta”, término derivado del latín secare que significa separar, cortar y, por tanto, dividir. Como ya se disponía de la palabra “secta”, que se había establecido para expresar el significado estricto de partire, la palabra “partido” se prestaba a una utilización más flexible y más suavizada. O sea, que la palabra “partido” expresaba básicamente la idea de parte, y la palabra no es, en y por sí misma, un término derogatorio: es una imagen analítica. Sin embargo el término “parte” había perdido hacía mucho tiempo su connotación inicial. Interviene en el francés partager, que significa compartir, al igual que en el inglés partaking (o partnership y participation). Cuando la palabra “parte” se convierte en “partido”, disponemos pues, de un término que está sometido a dos atracciones semánticas opuestas: por una parte, la derivación de partire, dividir, y por la otra, la asociación con participar y, en consecuencia, con compartir. De hecho, esta última asociación es más fuerte que la primera derivación. Sin embargo, debe señalarse una complicación. Cuando el término “partido” iba ingresando en el vocabulario de la política, el término “secta” iba saliendo de él. Durante el siglo XVII, el término secta pasó a ir unido a la religión, y especialmente al sectarismo protestante. Por estas vías, el término partido también adoptó, al menos en parte, el significado que anteriormente expresaba “en el terreno político” el término secta. Y esto reforzó la vinculación inicial de la palabra “partido” con la idea de división9.

9

Idem. Pág. 29


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Si bien, se estableció un análisis etimológico de partido, aún queda mucho que hablar de su significado, y por eso se hace indispensable tomar las tres premisas creadas por Sartori10 que definirán el término que se quiere aclarar: 1) Los partidos políticos no son facciones, 2) Los partidos políticos son parte de un todo, y 3) Los partidos políticos son conductos de expresión. La primera de las tres premisas ya fue un poco explicada anteriormente, básicamente para que un partido político pueda llamarse así, debe distinguirse fácilmente desde su estructura de la facción, en definitiva, si un grupo es una facción, no es un partido político. Burke habla de partido como un cuerpo de hombres unidos para promover el interés nacional sobre la base de algún principio particular 11, y es importante distinguir esta definición a la de facción porque el partido no sólo busca promover el bien común, sino que se estructura a través de principios claros que serán los que permitirán lograr el fin para el cual fue creado el grupo. Claro que Bolingbroke 12, en contra de los partidos, afirmaba que estos sólo generaban en el pueblo una división y fragmentaban la sociedad porque lo hacía desde sus principios e ideologías. Este es un análisis totalmente descartable, al menos en la actualidad, pues si bien los partidos políticos exaltan una pluralidad ideológica, esta funciona a través de una práctica democrática, libre e incluyente, respetando el derecho de asociación y pasando por el interés individual para desembocar en el interés general. Cualquier intento de abolir este principio degeneraría en facción. Claro está, que a raíz de la primera guerra mundial, empezaron a surgir los llamados “sistemas unipartidistas”, un poco contradictorio si no se explica que se crearon bajo regímenes totalitarios, mayormente militaristas-dictatoriales, donde los elementos indispensables para una democracia real son inexistentes. Sin embargo, la conformación de un sistema unipartidista no elimina la pluralidad, como se explicaba anteriormente, es más, como es lógico, a toda posición existe una oposición, que eventualmente irá creciendo desde la misma base del unipartido, lo que generará en su momento una división desde la estructura. Aunque siempre ocurre así, y la oposición surge desde la clandestinidad y la

CAZARÍN, Angélica. “Los factores de la alternancia en Tlaxcala. 1991-2001”. Extraído de la página web http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2008/acm/Partidos%20politicos.htm. Revisado el 01 de Julio de 2015. 11 SARTORI, Giovanni. Op. Cit. Pág. 36 12 Ibid. Pág. 38 10


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ilegalidad, la ausencia de una libertad partidista es un elemento claro para definir a un sistema democrático de uno que no lo es. En cuanto al segundo punto, con respecto a que los partidos políticos son parte de un todo, se hace referencia a que los partidos políticos son parte de un sistema llamado sistema de partidos, en ella, todos los partidos serán piezas necesarias para desarrollar la labor de los partidos políticos. Los partidos políticos son garantes de pluralidad y diversidad ideológica, y cada partido unido al sistema se convierte en un elemento más que va a entrar en constante conexión con otros elementos. Cada partido político será un instrumento y entrará en relación con otros iguales a él dentro del sistema por medio de complejas formas de agrupamiento. Mientras los partidos políticos estén más unidos a otros iguales a ellos, el sistema será más fuerte, garantizando mejores vías para cumplir los objetivos y llegar al fin por el cual han sido creados. Por último, como tercera premisa, se tiene a los partidos políticos como conductos de expresión. Los partidos políticos, como ya se sabe, están creados para cubrir un medio de representación de toda la población, la persona escogerá el partido con la ideología que más le convenga y trabajará en pro del partido que decidió. Claro que existen muchos otros medios de representación que las personas usan para expresar sus opiniones, pero el partido político actualmente es por mucho el mejor instrumento, tanto para que sus integrantes puedan alcanzar cargos en la administración pública, como para agrupar y consolidar una organización estable con mucha más capacidad de representar el interés de la sociedad. Se ha definido a los partidos políticos desde el punto de vista histórico y político, pero es importante dejar en claro el valor sociológico a la hora de crear partidos y organizar a las personas. La sociología propone un vínculo de hombres con interés similares que buscan la consolidación de ciertos fines. Por ello, los partidos políticos también son “Reuniones de hombres que profesan la misma doctrina política13”. Entendiendo que los hombres se “reúnen”, habrá que determinar por qué buscan reunirse y qué buscan al momento de interactuar, también es importante dejar en claro que el cambio en las 13

XIFRA, Jorge. Op. Cit. Pág. 10


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relacione humanas es constante y va cambiando poco a poco, así como el interés y las razones de generar vínculos interpersonales. En los partidos, el elemento artificial y voluntario que se refiere a la organización interna y a los objetivos que les asignan los dirigentes es tributario de las circunstancias; varía según las épocas y las posibilidades que el medio social ofrece a la acción política. Sólo permanece inmutable el elemento natural constituido por la solidaridad moral y material que agrupa a los individuos que profesan concepciones políticas análogas14.

Para agregar una definición sustancial, y siguiendo con Sartori, un partido político es “cualquier grupo político identificado con una etiqueta oficial que se presenta a las elecciones y puede sacar en elecciones (libres o no), candidatos a cargos públicos”15. A esto, se le sumaría que un partido político actúa como un medio de vinculación entre el soberano y los garantes del funcionamiento de la sociedad, pero, no sólo queda allí la labor de los partidos políticos, sino que este a su vez juega un papel de doble compromiso, ya que en una democracia como la venezolana, los hombres y mujeres que ocupan los cargos públicos están casi siempre conectados con algún partido político, y en el total de los casos, los aspirantes a cargos de elección popular son siempre representantes de algún partido, o sea, pasarán a ser los representantes políticos ante la sociedad, siendo electos por estos mismos. Para ampliar este análisis, será necesario usar la definición de Neira en la que señala a los partidos políticos como una “agrupación de ciudadanos que profesando un mismo contenido ideológico y con una cierta organización que le asegura adherentes, busca detentar el Poder del Estado16”. Para aclara más esta definición será necesario establecer sus elementos los cuales son cuatro: Su base social, su doctrina o ideología, su organización

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Ibid, Pág 11. SARTORI, Giovanni. Op. Cit. 16 NEIRA, Enrique. Op. Cit. Pág. 288 15


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y su vocación política17. El primero de ellos, la base social, serán los ciudadanos que por intereses particulares se agruparán para representar los intereses de una clase, un grupo o un estrato. El segundo elemento, la doctrina o ideología, serán los motivos por los cuales se crea y se agrupa el partido. Hay partidos con un lineamiento más ideológico, otros que son más pragmáticos, pero la ideología como ya se ha mencionado anteriormente será indispensable en todo momento. Como tercer punto se tiene a la Organización, elemento necesario pues debe existir una agrupación sólida, capaz de responder de manera sincronizada a la resolución de los problemas. Debe tener una estructura interna que facilite el buen desarrollo de los lineamientos ideológicos. Por último, la vocación política, será la que separará al partido político de otros grupos, pues permitirá conformar un instrumento de representación en cuanto puedan conseguir el poder, y cuando lo hagan, buscarán mantenerlo18. También se puede usar el texto de Calero, Antonio M. sobre partidos políticos, quien los define como una “organización estable que tiene como objetivo principal la conquista y ejercicio del poder político, con el fin de organizar la sociedad y el Estado de acuerdo con la ideología e interés de los sectores sociales que representa”19. Lo primero que aparece al analizar la cita, es que es una organización, o sea, un grupo bien estructurado con una conformación jerárquica estable, que busca el poder como un medio, pero a su vez, este medio es un fin, en pocas palabras el poder político vendrá a ser el instrumento para la solución de las necesidades de las personas, pero el fin de los partidos será igualmente la perpetuidad en el poder. Es claro que las definiciones cambiarán de acuerdo a la posición del autor, su realidad política y su momento histórico; las ideas que crean la razón de cada concepto son únicas pero en esencia es lo mismo: Las numerosas definiciones que se han dado de los partidos insisten en aspectos diversos, según los puntos de vista de sus autores. Pero la práctica totalidad coincide en que lo fundamental es la toma y ejercicio del poder político. Eso es precisamente 17

Idem. Para revisar el origen de este análisis, Idem. 19 CALERO, Antonio M, “Partidos Políticos y Democracia”. Barcelona. 1982. Salvat Editores, S.A. Pág. 4. 18


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lo que distingue a los partidos políticos de otras organizaciones también políticas y, por supuesto, de todas las privadas. Por ejemplo, de los grupos de presión: éstos pretenden influir en las personas e instituciones que ejercen el poder político para que tomen las decisiones que interesan a esos grupos, pero no pretenden ejercerlos por sí mismos. Es el caso de las organizaciones empresariales, sindicatos obreros, asociaciones de todo tipo – religiosas, profesionales, deportivas, familiares–.20 En definitiva, los partidos políticos llevarán las demandas de la sociedad a la figura Estatal con la búsqueda de cargos gubernamentales mediante el voto. El partido tratará de perpetuarse en el poder, este es el fin y a la vez un medio para resolver las necesidades de los ciudadanos, a su vez que su estructura y forma de actuar vendrá de la mano con la identidad ideológica que será su modo de proceder.

¿Para qué sirven los Partidos Políticos? Una aproximación a sus funciones.

Conociendo las características que forman a los partidos, los elementos que los definen, los antecedentes y su relación con los sistemas de gobierno, este instrumento de representación vendrán a cumplir funciones específicas pero a la vez muy dinámicas. Una de las primeras funciones que se encuentran dentro de los partidos políticos, es la función de organizar los intereses de los ciudadanos, puesto que el partido vendrá a ser el mejor instrumento para canalizar las necesidades populares. Enrique Neira considera que el partido político será el responsable de organizar adecuadamente esta representación, a su vez buscará la integración social para que pueda responder idóneamente a las demandas populares, y permita una correcta organización en el proceso de toma de decisiones21. Antonio Calero también se adentra en esta función de integración ciudadana, determinando su génesis en las mismas características que definen al sistema democrático. Teóricamente

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Idem. Para profundizar este enfoque, se recomienda ir a NEIRA, Enrique. Op. Cit.


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la democracia es el poder en manos del pueblo, situación que no se lleva a cabo literalmente, ya que para el contexto actual resultaría imposible una democracia directa, lo que obliga a que no sólo se tenga que representar a los ciudadanos, sino que se debe organizar al individuo en grupos para una maximización a la hora de ejercer la voluntad. Estos grupos en la realidad van a estar determinados por su ideología. Obviamente todos los individuos van a tener más o menos pensamientos únicos, pero como no puede haber un partido político por cada habitante, se agrupan ideologías similares o que sigan fines parecidos, así, se masifican las ideas y se crean organizaciones más estables y con una militancia más numerosa22. Por esto, “se entenderá que en la democracia los partidos son sujetos, necesarios, de la acción política: organizando las elecciones, mediante la actividad parlamentaria, ejerciendo el gobierno o practicando la oposición”23. Otra función que es de vital importancia en los partidos de masas 24, es el del reclutamiento del personal político administrativo.25Ya que el partido será el medio de canalización de personas interesadas en formar parte de la vida política, el partido también deberá contar con un sistema que capacite correctamente a sus miembros, ya que el éxito no consistirá en la cantidad de miembros si estos a su vez no se sienten identificados con la ideología del partido, o si no pueden responder a las exigencias que el juego político les presenta. En el caso venezolano, esta función ha sido imprescindible para la vida de los partidos y para la persecución del poder a través de las elecciones, ya que desde la segunda mitad del siglo XX, los partidos de masas serán los que tendrán la posibilidad de encajar en la dinámica social venezolana, respondiendo a las necesidades sociales y creando el mejor espacio para la representación del poder de los ciudadanos. La dinámica social en la que interactúa la humanidad ha hecho necesario la búsqueda de la mejor alternativa de resolución de conflictos, y a su vez, de garantizar

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Para aclarar más este análisis, ir a CALERO, Antonio M. Op. Cit. Idem. Pág. 28. 24 Según Neira, se puede definir a los partidos de masas como una organización que busca como meta el encuadrar y movilizar políticamente la mayor masa posible de ciudadanos, a su vez presenta una fuerte disciplina e ideología partidista. Ver: Neira, Enrique. Op. Cit. Pág. 290. 25 Ibid, Pág. 286. 23


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espacios sanos donde el poder sea cedido, tomado y utilizado a beneficio de la sociedad. Así lo explica Calero: El objetivo fundamental de los partidos político es la conquista y ejercicio del poder político: es una verdad evidente, hay que reconocerla sin complejos. Es frecuente, sobre todo en los países latinos, acusar a los partidos y a sus miembros de que solo buscan el poder. Pero esto no puede constituir una acusación, ya que para solucionar los problemas de la comunidad, para la, y gobernarla, para transformarla y mejorarla, hace falta un instrumento imprescindible, aunque no único: el poder político26.

Los partidos políticos vendrán a ser uno de los mejores instrumentos para colocar orden al poder. Se sabe con toda certeza, que los conflictos seguirán apareciendo a lo largo del tiempo, es más, un conflicto es la respuesta diplomática a un problema existente, por ello, el partido tiene esta difícil tarea: la de racionalizar la lucha política, aceptando y a su vez creando ciertas reglas de juego donde lo político se debata, creando una organización estable, con candidatos que puedan enfrentarse en elecciones, o sea, serán las “respuestas a las diversas formas en que el Estado estructura las oportunidades de ocupar los cargos públicos electivos”27. Así, los partidos políticos han influido de una manera tan positiva en la democracia moderna venezolana, ya que tienen la suficiente capacidad para manejar la representación ciudadana, y crear un canal sólido y legítimo en el que la persona puede alcanzar el poder, sin más limitaciones que las que el juego político le presenta. También se hace referencia a la necesidad de una unidad nacional como función básica, esto no significa una igualdad de pensamientos o ideologías, sino la búsqueda de un beneficio general, donde las doctrinas no estén por encima del bien común, sino que los partidos políticos trabajen para erradicar las divisiones sociales y toda clase de disputa política que conlleve a un enfrentamiento dañino para el interés nacional28.

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CALERO, Antonio M. Op. Cit. Pág. 26 Idem. 28 NEIRA, Enrique. Op. Cit. Pág. 287. 27


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Otra función de los partidos políticos es ser no sólo un instrumento de representación, sino estar vinculados y colaborar con todo el proceso gobernativo y de toma de decisiones29. El Estado no puede ni debe ser el único encargado de manejar la difícil situación de gobernar y organizar, debido a esto, los partidos políticos junto con otros instrumentos de representación y participación tendrán esta función30.

Sistemas de Partidos: Una tipología para comprender las sociedades.

Según la Real Academia Española, un sistema es un “conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto31”. Cuando se habla de “cosas” se hace incluso referencia a los partidos políticos, pues ellos serán los que conformen tal sistema. Al decir sistema de partidos, se está hablando del conjunto de partidos que se relacionan entre sí dentro de la política de cada país, cada partido político vivirá en una constante interrelación con otros partidos similares, que buscarán casi los mismos objetivos y se disputarán cierto poder mediante unas ya conocidas “reglas de juego”. Resulta lógico hablar que en un sistema de partidos, un partido político no es otra cosa sino una parte de un todo constituido por muchas partes relacionadas, lo que significa que cada parte es sumamente importante para el sistema, y que su actuación, desenvolvimiento y modos de ser en la política influirán de manera directa no sólo en su propio sistema, sino en el resto de sistemas que convivan en su entorno. Un sistema de partidos condicionará de gran manera el sistema político de cada país, reformando tanto los modos de proceder, como la manera de ser en sociedad, así, desde las poblaciones, hasta las instituciones que son del Estado y las que no, el sistema de partidos reformará el modo de vida de cada lugar.

29

Idem. Se entiende como otros instrumentos de representación a las Instituciones políticas, grupos de presión, cooperativas, religión, grupos deportivos, clubes, fundaciones, entre otras. 31 Real Academia Española. Extraída de la página web http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=yHfxyKIWfDXX2kpDVRWA. Revisado el 01 de Julio de 2015 30


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Una clasificación muy bien desarrollada es la que presenta Giovanni Sartori, y la fundamenta en tres variables: número de partidos, competitividad y distancia e intensidad ideológica32. Estas tres variables serán las que generarán las casi infinitas tipologías de los sistemas de partidos. Aun así, conocer el espectro político de los sistemas de partidos es casi imposible en su totalidad, a la final, cada sistema será el resultado de un contexto único de cada nación, y la actuación de sus partidos políticos será el efecto histórico, geográfico y cultural. Cuando se habla del número de partidos en un sistema, se refiere a la cuantificación de los partidos y su acción dentro de la sociedad. Dependiendo de cómo se relacionen, qué clase de poder funcione, cómo compiten por el poder o cuantos partidos existen, se podrá decir que prevalece un sistema monopartidista o de partido único, un sistema bipartidista o pluripartidista. Estos tres sistemas son la base de los sistemas de partidos33, y cada uno estará caracterizado por las variables anteriormente expuestas. Así, cada sistema será similar en algunas cosas, pero también abrirá un sin fin de posibilidades a la hora de llevar a la práctica los partidos políticos. En cuanto al número de partidos dentro del sistema, se dividen en tres clasificaciones básicas: el monopartidismo o partido único, el bipartidismo y el pluripartidismo34. Sea cual sea el número de partidos dentro del sistema, se entiende en este contexto al partido político como aquel al que Sartori caracteriza con una: “Posibilidad de chantaje”, quiere decir: “que tenga una fuerza política suficiente como para obligar al Gobierno a que se les tenga en cuenta”35 Antes de pasar directamente a lo que son los sistemas básicos de partidos políticos, es importante analizar las dos restantes variables, a efectos de poder entender mucho más claramente cada sistema. Ya se pudo nombrar muy sutilmente las tres clásicas tipologías de los sistemas de partidos, aun así, las dos variables restantes explicadas a continuación

32

CALERO, Antonio M. Op. Cit. Pág. 34. A pesar de que se nombran sólo tres clases de sistemas, este no será el número definitivo en la tipología de los sistemas de partidos. Para ello se tomará la tipología hecha por Giovanni Sartori que cuenta con 6 clases de sistemas de partidos 34 NEIRA, Enrique. Op. Cit. Pág. 290. 35 CALERO, Antonio M. Op. Cit. Pág. 34. 33


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ampliarán en gran medida ésta clasificación. La segunda de estas variables: La competitividad, que vendrá siendo la manera como compiten los partidos políticos en un sistema. Esta variable es imprescindible para definir un sistema, ya que es elemental a la hora de analizar distintas formas de gobiernos. La competitividad ayudará a conocer de qué manera cada partido político tiene la posibilidad de acceder al poder, y si esa “competencia” ya determinada por ciertas reglas de juego es real. Normalmente aquellos gobiernos totalitarios o dictatoriales crean una escaza competitividad debido a la necesidad de mantener un orden a costa de derechos civiles y políticos; en otras circunstancias se encuentran aquellos sistemas democráticos donde promueven un amplio abanico de alternativas a la hora de elegir representantes, donde cada partido tiene la posibilidad real de ser parte del poder Estatal. Caso notorio de señalar que presentaba una escasa competitividad es el PRI mexicano, a pesar de que legalmente existía la posibilidad de más partidos políticos, la realidad es que la fuerza aplastante de este gran partido generaba que no hubiese una real competencia. Esto ejemplifica la verdad de que tener un sistema democrático no garantiza poder gozar de sólidos partidos políticos, ya que el sistema puede estar viciado, por ello, no basta con que haya una democracia para que se denomine un sistema competitivo, pero si existe una competitividad en el marco de lo que eso significa, se acerca mucho más al ideal democrático. En cuanto a la tercera variable, se habla de una variable en la intensidad ideológica. Los partidos políticos se enfrentan a dos propósitos o modos de ser, unos son mucho más pragmáticos, otros son más ideológicos. Cada partido político llevará consigo cierto modo de actuar, mientras algunos se irán por la vía de la acción y del pragmatismo, otros tendrán como fuente la ideología. El partido político está tentado a tomar una vía y alejarse de la otra, esto sería un problema ya que tomar únicamente el camino ideológico los sacaría de la realidad y del encuentro con la sociedad, haría que el partido se alejará de la persona y de su objetivo final; si por el contrario, decide irse por la corriente más pragmática, carecería de cimientos sólidos que garanticen una estabilidad contra los arrebatos de la sociedad y del tiempo, no existiría una base de sustentación, ni un medio idealista para la unión estable de un grupo.


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Para reforzar mejor este análisis, se puede decir que “el criterio de intensidad ideológica sirve para medir su posición entre estos dos polos. La distancia se refiera a las diferencias ideológicas que existen entre los partidos de un mismo sistema, que a su vez suelen ser expresión de las divergencias ideológicas de la sociedad”36 Conociendo cada variable, esta ayudará a formar un pequeño pero amplio espectro de partidos políticos, Giovanni Sartori, habla de siete clases de sistema de partidos que a su vez las divide entre democráticos y no democráticos. Estas son: pluralismo polarizado, pluralismo moderado, partidos de atomización, bipartidismo y partido predominante dentro de los democráticos; y los sistemas de partido hegemónico y único entre los no democráticos37. Para definir la clasificación de los sistemas de partidos, se empezará por hablar del Pluralismo Polarizado. Este sistema está caracterizado por un grupo a partir de seis partidos que presenta una distancia e intensidad ideológica bastante alta, esto quiere decir que estarán separados considerablemente por ideologías sólidas y establecidas. Las relaciones entre unos partidos y otros dentro del Pluralismo Polarizado es de resistencia y oposición, y existe un partido o coalición de partidos situados en el gobierno que entrará en oposición con diversos partidos antisistemas38. Algunas características que presente este sistema de partidos son:  La existencia de oposiciones bilaterales y excluyentes a izquierda y derecha del partido en el poder. Por las diferencias ideológicas, los partido de un lado y otro se sitúan separadamente, por lo que no suman sus fuerzas en oposición conjunta al poder del gobierno, así, se hace más difícil la acción de la oposición en el juego político.

36

Idem. Ibid, Pág. 35. 38 Según Sartori, los partidos antisistemas son aquellos que van en contra de los partidos del régimen, considerándolos ilegítimos y oponiéndose al mismo. 37


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 El centro del sistema está ocupado por un partido o grupo de partidos. estos partidos o grupos de partidos, están centrados, pero no por razones ideológicas, sino por intereses relativos.  La existencia de partidos antisistemas importantes. Estos partidos van en extrema oposición, afirmando una ilegitimidad.  El sistema está fuertemente polarizado. Ya que existe un partido en el centro, los demás partidos se sitúan hacia los extremos por la gran intensidad ideológica.  Está fuertemente ideologizado. Los enfrentamientos son de carácter ideológico más que pragmáticos.  Partidos a los extremos que posiblemente nunca conseguirán el poder. Esto representa un problema, ya que no existe una responsabilidad al momento de prometer acciones debido a que probablemente no llegarán al poder.

El segundo sistema dentro de la tipología de Sartori es el Pluralismo Moderado39. Se conforma de tres a cinco partidos importantes. Es bastante diferente a los sistemas de pluralismo polarizado ya que no son caracterizados por una ideología fuertemente establecida, por lo tanto no tienen partidos antisistema importantes, tampoco hay un solo partido en el centro y las distancias ideológicas son cortas. Una característica muy importante en este sistema de partidos es que es habitual la coalición de partidos, esto debido a que un partido por sí solo no tiene la suficiente fuerza política para alcanzar el poder, por lo tanto, surgen alianzas con ideologías más o menos similares y que buscan fines parecidos; otra característica bastante importante y que va de la mano con la primera, es que tienden a generar coaliciones bipolares, o sea, que cada polo se agrupa en la centroderecha o la centro-izquierda.

39

SARTORI. Giovanni. Op. Cit. Pag. 38.


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El siguiente sistema es el Bipartidista40, se entiende por tal a aquel sistema donde el poder real sólo lo pueden alcanzar dos partidos. No se trata de que en este sistema existen dos partidos únicamente, en países con sistemas bipartidistas aparecen más de dos partidos, por lo que es importante aclarar que a pesar de que existen más partidos, sólo estos dos son los que tienen la posibilidad de alcanzar el poder y de mantenerse en él. De ahí aparecen dos características fundamentales: la alternación del poder y el gobierno en solitario. La alternabilidad del poder sucede cuando estos dos partidos tienen la capacidad de repartirse periódicamente el gobierno, durante un periodo un partido gobernará, mientras que en el siguiente este saldrá para dar paso al otro partido; la otra característica es que por lo general no necesita una coalición ya que tienen el poder suficiente para llegar en solitario. El Partido Predominante, será el siguiente sistema que formula Sartori41, este sistema está caracterizado por un solo partido que casi siempre mantiene el poder, este sistema mantiene una alta competitividad de acuerdo a lo que significa esta variable, pues existe una alta competencia a la hora de querer alcanzar el poder, también está caracterizado por un fuerte pluralismo que garantiza libertad a la hora de batirse en elecciones, claro que esto es en la teoría, pues en la práctica a pesar de que existe la posibilidad y la capacidad real de gobernar, esto no ocurre, pues es casi siempre un solo partido el que llega al poder. Ahora, el Partido Hegemónico42 es bastante parecido al predominante, con características similares, pero en su esencia guarda reales diferencias. La primera y más importante es que no entra dentro de los sistemas competitivos, esto es debido a que aunque existen partidos legalmente reconocido, con oportunidades legalmente definidas, el partido que se encuentra en el poder es absoluto y omnipotente, no existe una competencia real entre todos los partidos del sistema ya que la dinámica política imposibilita totalmente a que otro partido gane. El caso más notable es el PRI en México, a pesar de que existen

40

Ibid. Pág. 40. Ibid. Pag. 42 42 Ibid. Pag. 43 41


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otros partidos con ideologías bastante diferentes, el PRI gana indiscutiblemente todas las elecciones, y ha configurado el panorama político para que solo ellos obtengan la victoria. Se encuentra también el Partido Único43. Este es el sistema más fácil de determinar, ya que no permite ni de hecho ni derecho otro partido más que el del gobierno. Cada sistema guarda consigo una multitud de diferencias, pero presenta ciertas similitudes o estándares donde se puede analizar tal sistema. E s el caso también del sistema de partido único, pues presenta ciertas características similares: son todos autoritarios y están basados en Estados totalitaristas, también pueden tener una gran intensidad ideológica o ser mayormente pragmáticos. Sólo los partidos únicos tiene la posibilidad de participar en la dinámica política, pues todos los demás serían grupos ilegales al margen de los intereses del Estado. Claro que las relaciones humanas y políticas a la luz de las libertades frecuentemente no admiten tales tipos de restricciones y por lo general ante tal imposición existe una oposición, quiere decir que a pesar de que el sistema sea monopartidista, es imposible suprimir definitivamente a todos los partidos, y que un partido único persista para siempre. En este tipo de sistemas, ciertos derechos civiles son inexistentes, también resulta bastante singular que este tipo de gobiernos llegan al poder normalmente mediante elementos para nada partidistas o democráticos, sino que son el resultado de la acción de otro tipo de fuerzas que los llevan al poder. El último sistema que propone Sartori es el de los sistemas atomizados44, y explica claramente que son aquellos sistemas donde existe una gran cantidad de partidos pero que no representa un verdadero valor dentro de la política. Usualmente hay 10 o más partidos pero ninguno es capaz de generar una verdadera fuerza dentro del sistema y están tan poco desarrollados que no existe algún tipo de interacción entre partidos.

43 44

Ibid. Pag. 44 SARTORI, Giovanni. Op. Cit. Pág. 166.


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Clasificación de los Partidos Políticos: La diversidad de este instrumento de representación.

Los partidos políticos son bastante diversos, cada uno es único y representa la realidad de un determinado momento histórico en un preciso lugar del espacio geográfico, conocerlos a todos es tarea difícil pues habría que estudiar uno por uno y comprobar las diferencias que aparecen. Pese a esto, a lo largo del tiempo y gracias a rigurosas investigaciones en esta área, se han podido desarrollar diversas clasificaciones para los partidos políticos las cuales vislumbran un método práctico en el que se pueden agrupar a los partidos que presentan similitudes tanto por sus fines, como por su estructura y orígenes. La primera clasificación vendrá justamente desde los orígenes de los partidos políticos, Duverger formulará está clasificación que se divide entre partidos de orígenes electorales y parlamentarios, y los partidos de origen exterior45. Los partidos de orígenes electorales y parlamentarios nacen como agrupaciones que constituyen grupos dentro del parlamento, conformados gracias a relaciones afines e ideologías más o menos similares que al surgir una relación con los comités electorales se crean los primeros partidos políticos. Estos se conocen como los partidos de origen parlamentario y pueden agruparse alrededor de diversos elementos: Condiciones ideológicas iguales, convivencia en cierto lugar geográfico que genera un vínculo entre los parlamentarios, intereses pragmáticos similares, entre otros. A diferencia de este anterior, los partidos de origen exterior nacen fuera de los centros de poder parlamentarios o electorales, en cambio, surgen desde otros puntos de poder social como: sindicato, iglesia, grupos industriales, grupos comerciales. Los partidos de origen exterior en cuanto a sus características tienden a ser más centralizados, más disciplinados y con una estructura organizativa mucho más fundada que FLORES, Oscar. “Partidos Políticos, Teorías y Régimen Legal”. Universidad Nacional de Tucuman. 2008. Extraído de la página web http://www.docencia.unt.edu.ar/oscarflores/content/PARTIDOS%20POL%C3%8DTICOS%20%20Dr.%20O scar%20Flores%202008.pdf. Revisado el día 07 de Mayo de 2015 45


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los partidos de orígenes parlamentarios, además, actualmente predominan los partidos de origen exterior pues en realidad, los de origen parlamentario han casi desaparecido46 El próximo criterio para clasificar a los partidos políticos atiende al tipo de interés que busca cuando se agrupa y se organiza, también este criterio irá determinado por el tipo población al que será dirigido este partido, o sea, puede ser un partido selectivo y exclusivo, o relativamente inclusivo. Estos pueden ser puros o impuros47. Los intereses puros son los representados por los intereses de toda la colectividad y son abiertos para cualquier tipo de persona, al contrario de los intereses impuros que vendrán siendo excluyentes y clasistas, sólo aceptando a aquellas personas que sigan un perfil específico y que cumpla ciertas líneas donde el partido se desarrolla. Los ejemplos de estos pueden ser “Clasistas (laborismo), Racismo (nazismo), Profesionales (agrarios), Confesionales (católicos), Carismáticos (basados en la fe en una personalidad)48. Jellinek, jurista y teórico Alemán afirmaba que: Todo partido legítimo ha de tener un programa que comprenda los puntos fundamentales de la vida general del Estado, lo cual no es posible ni partiendo del punto de vista de una determinada nacionalidad ni de una cierta confesión religiosa. Existen partidos fragmentarios que se proponen a solucionar una cuestión en particular, y carecen de una concepción sobre la política general del Estado. Aparecen comúnmente estos partidos en aquellos Estados donde existe una gran división de ellos, es decir, allí donde un pueblo está dominado por intereses particulares49

Esta clase de partidos aunque son muy reprochados, presenta un número bastante alto de adeptos en todo el mundo, y aunque son clasistas, son garantes de las diferencias enmarcadas en las reglas de juego democráticas que todo país debería tener, o sea, agrupaciones de ciudadanos caracterizadas por distintos pensamientos ideológicos y Para revisar este análisis, ir a FEO, Manuel. “Los Partidos Políticos: Su Origen y Su Funcionamiento”. Extruido de la página web http://servicio.bc.uc.edu.ve/derecho/revista/mempol5/5-7.pdf . Revisado el día 07 de Mayo de 2015 47 XIFRA, Jorge. Op. Cit. Pág. 59 48 Idem, Pág. 59 49 FLORES, Oscar. Op. Cit. 46


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múltiples modos de proceder, donde podrán estar garantizadas al menos la libertad de asociación y el derecho de agruparse según su interés personal requiera. Otra clasificación que presentan los partidos políticos viene de los fines pragmáticos e ideológicos50. Max Weber es el principal exponente de esta clasificación de los partidos, él

presentaba

la

diferenciación

del

sentido

ideológico

del

partido

(Weltanschauungsperteie51), y del sentido pragmático (Interessenparteien52). Esta clasificación determinará la forma en cómo el partido se desenvuelve en el sistema. Todos los partidos obligatoriamente deberán presentar estos dos elementos, algunos partidos serán evidentemente más ideológicos, y otros más prácticos, pero, lo importante es entender que un partido político se crea con estos dos, y el vínculo entre uno y otro es lo que le da a un partido el suficiente valor para ser denominado así. Por la orientación de su programa será la próxima clasificación que presenta Xifra, estos se caracterizan por ser conservadores, reaccionarios, progresistas o revolucionarios53. A su vez, los partidos también pueden ser liberales o socialistas dentro del ámbito de sus fines, y en cuanto a la participación de sus miembros son totalitarios o especializados54. Sin embargo, las dos clasificaciones que más interesan en esta investigación son las que Duverger hace, estos son los partidos de masas y los partidos de cuadros55. Los partidos de cuadros son los primero partidos en aparecer dentro de la clasificación de Duverger, están conformados por una reunión de notables, los cuales valiéndose de su prestigio y popularidad dentro de la esfera social y político, pueden alcanzar los escaños electorales y así conseguir el poder. Este prestigio no es sólo para conseguir un recurso político, sino también para conseguir bienes económicos, o sea, gracias a otros notables conseguirán los fondos necesarios para que el partido continúe. También, al momento de adherirse a un partido político, el individuo no entra sólo porque exprese la voluntad de hacerlo, pues el

50

XIFRA, Jorge. Op. Cit. Pág. 59 Se basa en aquellos partidos donde el elemento ideológico es el más resaltante. 52 Aquellos partidos donde el patronazgo y el pragmatismo dominan la organización. 53 XIFRA, Jorge. Op. Cit. Pág. 60 54 Ibid, Pág. 61. 55 DUVERGER, Maurice. “Los Partidos Políticos”. México. 1957. Fondo Cultural Económico. Pág. 93 51


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partido no está diseñado para todos, es una cúpula muy cerrada donde el poder está personalizado. Al contrario, “Los partidos de masas tienen por meta encuadrar y movilizar políticamente la mayor masa de ciudadanos posibles56”. Estos son partidos caracterizados por una fuerte unión ideológica, su organización es centralizada y autoritaria, buscan la mayor cantidad de población posible dentro de sus filas partidistas ya que afirman que el desarrollo de la organización está en conseguir y agrupar la mayor cantidad de personas que puedan sustentar y apoyar el trabajo del partido, y así lograr el poder gubernamental. Los partidos de masas están usualmente ligados a las democracias universales, donde toda la población tiene la capacidad de poder influir en el poder, estos partidos aparecen como mecanismo representativos y participativos de la población que quedaban desplazados en los sistemas de notables por carecer de ciertas singularidades que los convertían en sujetos inapropiados para tales organizaciones, pero que fácilmente se agrupaban dentro de los estándares del sujeto común, perfecto para las nacientes democracias de masas.

Partidos Políticos: Importancia para un sistema democrático

Desde sus orígenes, los partidos políticos han tenido que enfrentarse a detractores, personas encargadas de negar el valor de esta organización que pese a sus problemas, se ha mantenido firme dentro de las conflictividades del poder. Sin embargo, los partidos políticos son (por ahora) el mejor medio de representación o puente desde los ciudadanos al Estado, ninguna otra forma ha podido llegar tan adentro como lo ha hecho el partido, y ninguno ha tenido las habilidades y características para permanecer en una posición tan arraigada en las sociedades. Un partido político vendría a ser la más pura agrupación encaminada a ser la voz de las personas, ninguna otra tiene la efectividad para posicionarse en el poder y generar resultados claros donde puedan solucionar necesidades específicas.

56

NEIRA, Enrique. Op. Cit. Pág. 290.


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De acuerdo a los fines ya mencionados, el partido vendrá a desempañar distintas funciones en la vida política que son imprescindibles, una de ellas es la de agrupar y ordenar las opiniones públicas para que sean efectivas voces a la hora de crear juicios críticos y reflexivos sobre las realidades sociales, los partidos son un medio para que la diversidad de ideas y pensamientos hagan vida, garantizando así el elemento primordial de la democracia: la libertad. Roberto Smith Perera plantea 3 roles de los partidos políticos que pueden ayudar a sostener la importancia que esta organización tiene en todo sistema democrático57. Todo partido tiene como primer rol el ser instrumento de interpretación de la realidad, y así, con una mirada clara de esa realidad, dar respuestas a problemáticas necesarias de las sociedades en las que conviven. Esto crea un gran peso para los partidos, al ser ellos la mayor organización dentro del Estado y fuera del él con la capacidad de enrumbar al país hacia una u otra visión; por ello, mediante la interpretación de las realidades, los partidos políticos generarán métodos de desarrollo y planes adaptados a cierto lineamiento ideológico-partidista. Movilizar es una tarea fundamental en las democracias actuales, se vive justo ahora en sociedades con despliegues masivos de participación (al menos electorales), y es necesario por esta razón encausar a las grandes poblaciones en proyectos concretos donde cada persona adquiera una vinculación a los partidos políticos como institución. Ya se había mencionado en el primer rol que los partidos generarán un programa de acuerdo a lo que puedan percibir e interpretar de la realidad social, pero esto no puede quedar allí; los partidos político actuales necesitan de las masas para poder alcanzar los fines que tanto persiguen, es lógica tal afirmación si se supone que en un sistema democrático la participación para la soluciones populares va de la mano del esfuerzo de todo un conju nto de esferas sociales, una de la mano de la otra. Así, los partidos políticos serán las organizaciones más idóneas para agrupar y movilizar poblaciones en busca de un fin político. Para mayor información sobre estos tres roles, dirigirse a, SMITH, Roberto. “Transparencia Electoral, Rediseño de los Partidos Políticos”. Caracas. 1997. Konrad Adenawer Stiftung. Pág. 83. 57


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Las aspiraciones de los partidos serán alcanzar el poder, pero en términos estrictamente teóricos, el poder es un medio y no un fin en sí mismo. Cada partido buscará alcanzar la mayor cantidad de escaños gubernamentales y así generar las políticas públicas que crean convenientes para la nación. Por ello, representar a la población en las diversas instituciones del Estado es el último rol que Roberto Smith desarrolla para los partidos. Normalmente ocurre un problema de disconformidad con la pregunta de ¿a quiénes representan los partidos?; existen dos consideraciones por las cuales se puede tomar esta pregunta: una es que los partidos políticos representan a los miembros y simpatizantes de tal organización; otra es que al ser institución, representa a todos aquellos que son destinatarios de las decisiones de esa misma institución. Esto suele confundirse cuando no se tiene claridad al diferenciar Estado y Gobierno, o incluso puede ser característico de sistemas represores, totalitarios o autócratas donde la pregunta de ¿a quiénes representamos? es resuelta mediante la afirmación ¡a quién nos convenga! Los partidos políticos guardan en sí mismos el valor de la pluralidad, por ello, es la única institución capaz de ver las diferencias en las sociedades y trabajar para ello, pues al ser lo partidos políticos fuentes de igualdad por el mismo hecho de ser representantes de un sistema de partes, trabajan en conjunto para la solución de las necesidades de todo un sistema y no de un solo elemento. Sin duda, el partido político es el mejor puente para la interacción del Estado y la Sociedad, ningún otro tipo de organización o institución guarda tan estrecha relación como lo hacen los partidos, ya que se mezcla con el aparataje gubernamental, y a su vez es generador de espacios donde la ciudadanía puede agruparse y ser representada, dando posibilidad a que también dicha ciudadanía sea representante, por lo que las posibilidades de una democracia representativa con participación estable sea mucho más real que en cualquier otro sistema donde carezcan de partidos políticos. Ya anteriormente se había tratado la definición del partido político como “parte” de un “todo”, o sea, aquella fracción de un sistema constituido por muchos elementos. Al decir “parte” se busca hacer referencia al partido político, y al decir “todo”, se entiende por sistema de partidos. Está de más decir que cada sistema de partidos es único, pero lo es tanto como lo pueden llegar a ser los partidos que lo integran, y estas diferencias entre unos


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y otros partidos es el mejor ingrediente para una democracia, o sea: su pluralidad; por consiguiente se genera la desaparición de aquellos regímenes tiránicos con un solo pensamiento y una sola “verdad”, estructuras de poder que casi rayan hasta en lo orwelliano en términos de libertades de pensamiento. Para explicar mejor lo anterior: “El partido es así, por concepto, una expresión sectorial, una manifestación orgánica de una parcialidad de la totalidad social, y coexiste por ello con otras agrupaciones sectoriales similares, que representan intereses disímiles. Así como la “parte” se contrapone con el “todo”, el “partido” se contrapone entonces con el totalitarismo58”

Con esto, se intenta hacer ver el valor que tienen los partidos para la erradicación de aquellos sistemas totalitarios, ya que por definición los partidos políticos crean un ambiente plurideológico y multilateral donde la totalidad se construye a través de muchas partes cuidadosamente acomodadas, por lo que se entiende que no existe una totalidad homogénea, ni un conjunto análogo o uniforme, sino que es una suma que se construye con piezas muy diferentes que aunque frecuentemente no encajen, no se necesita hacerlo para que funcione el sistema. Los partidos políticos son expertos arquitectos si de formar una sociedad se trata, ya que no sólo tiene la habilidad de extender las dimensiones de su sistema, sino que generan la posibilidad de crear más y más instrumentos democratizadores y civilistas59. El partido podrá desarrollar más sencillamente herramientas para la modernización, como lo son los sindicatos, organizaciones no políticas, federaciones, entre otras cosas, lo que significa que el partido político tiene un radio de alcance mucho más grande, ya que indirectamente incide en el nacimiento, formación, control y evaluación de otras organizaciones, siempre en el marco democrático alejando vicios políticos como el paternalismo, el clientelismo, entre otras cosas. De esta y muchas maneras más, el partido político cumplirá una función generadora de estabilidad social y política, empoderando al ciudadano y creando un sistema OROPEZA, Ángel. “Venezuela, República Democrática “/ Los partidos políticos como instrumento de viabilidad. Barquisimeto. 2011. Editorial Arte S.A. Pág. 415. 59 AZCARGORTA. Jesús. “Una Mirada Sobre Venezuela”. Caracas. 2006. Fundación Centro Gumilla. Pág. 307 58


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de redes de participaci贸n, abriendo posibilidades casi infinitas para la interrelaci贸n de las sociedades


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LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN VENEZUELA

Evolución Histórica

Origen en Venezuela

Adentrarse completamente a la historia de los partidos políticos venezolanos será tarea de otro análisis, ya que resulta insuficiente el espacio delimitado y faltaría mucho por mencionar. Sin embargo, para un correcto estudio de la evolución del partidismo, se hace necesario al menos construir un hilo conductor desde los inicios partidistas (o faccionarias), hasta la consolidación del sistema moderno de partidos. Como decía Duverger: "Es imposible, por ejemplo, comprender la diferencia de estructura que separa al Partido Laborista Británico del Partido Socialista Francés, si no se conocen las circunstancias distintas de su nacimiento, es imposible analizar seriamente el multipartidismo francés u holandés, el bipartidismo norteamericano sin referirse a los orígenes de los partidos en cada uno de los países, lo que explica su proliferación en unos, su restricción en otros60" Los partidos políticos nacen como un medio para mejorar la calidad de la expresión popular, o sea, como organización encargada de llevar la voz de la población hacia los centros de poder, también nacen como un instrumento para que todo aquel que se sintiera identificado con cierta ideología del partido se pudiera unir a la organización y así ser protagonista del juego político y no sólo cada cuatro, cinco o seis años cuando se necesitara el voto del individuo. Así, el ciudadano podía sentir que formaba parte de un grupo en el que podía plasmar sus ideas e incorporarse a las decisiones políticas que tanto le atañan61

60

DUVERGER, Maurice. Op. Cit. Pág. 15 REY, Juan Carlos. “Temas de formación sociopolítica. El sistema de partidos venezolano, 1830-1999”. Caracas. 2009. Fundación Centro Gumilla. 61


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Socialmente representó un avance pues las personas sentían al menos en una fracción muy minúscula, que su voz era importante para el país y podían a su vez ser representantes de otros venezolanos. Para la época de la independencia, sin partidos políticos, la única forma que los hombres tenían de participar en la vida política era tomar sus esclavos, llenarlos de armas, subirse a unos caballos y elegir una posición en la batalla por la independencia y más tarde por el mantenimiento de la República, esta era casi la única forma que tenía el hombre de hacerse escuchar y de sentir que era protagonista social durante el Siglo XIX. El faccionalismo y más tarde el partidismo, tardaron bastante para entrar a la vida política venezolana, el mismo Bolívar veía en la “división ideológica” algo peligroso para la República, esta misma opinión se hacía sentir con la división político-territorial y la división de poderes y competencias que tanto se buscó con el federalismo, por lo tanto, sólo fue una idea sin concreción y más tarde, siendo influenciada por las ideas positivistas62, Juan Vicente Gómez acaba definitivamente con todos los caudillos y crea un único poder, central, indivisible, omnipotente y omnipresente. Pero antes de esto, no fue sino hasta mediados del Siglo XIX donde se dejó de rechazar la idea de partido y se empezó a separar de la definición de facción, al menos lo suficiente como para que poco a poco se hiciera inseparable de la cultura política venezolana63. Juan Carlos Rey explica: A Antonio Leocadio Guzmán se deben las más brillantes páginas defendiendo a los partidos políticos y justificando su necesidad en la democracia representativa. Los partidos son, por tanto, una manifestación necesaria de la libertad de pensamiento y de opinión, de modo que donde no hay partido, allí puede asegurarse que no hay libertad, no hay civismo, 62

Sistema de carácter filosófico que sólo admite el método científico como instrumento de generar conocimiento. Para una mayor profundidad, remitirse al artículo de: SOSA. Arturo. “El Pensamiento Político Positivista y el Gomecismo”. Extraído de la página web http://www.ucv.ve/fileadmin/user_upload/facultad_agronomia/Economia/SOCIOLOGiA_DEL_DESARROL LO_RURAL/Arturo_Sosa_EL_PENSAMIENTO_POLITICO_POSITIVISTA_Y_EL_GOMECISMO.pdf. Revisado el 01 de Julio de 2015. 63 REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 53.


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no hay virtudes sociales; allí hay opresión visible o enmascarada, hay oligarquías o aristocracias, no hay un pueblo sino un rebaño64.

Con ayuda de Antonio Leocadio Guzmán y un diario escrito por él llamado El Venezolano65, se crea un partido de oposición al partido Conservador y más personalmente a Antonio Guzmán Blanco, este es llamado El Partido Liberal o Gran Partido Liberal de Venezuela (GPLV). Buscaba el federalismo y la descentralización, la abolición de la esclavitud y la prohibición de la pena de muerte por delitos políticos. Así, el partido liberal nace como un medio de oposición, con una ideología determinada y un proyecto con aspiraciones reales, siendo (al menos en palabras) un partido doctrinario, no personalista como el mismo Antonio Leocadio Guzmán afirmaba. Esto poco a poco cambió hasta que ninguno de los dos partidos terminó siendo lo que originalmente eran. Gil Fortoul habla66 del problema tan grave que estos partidos suponían, y afirmaba que jamás fueron doctrinales sino personalistas, ya que sólo buscaban el poder a cualquier precio dejando a veces a un lado sus bases ideológicas y practicaban fusiones entre Conservadores y Liberales para llegar al poder. También se puede entender tal grado de degeneración de estos partidos cuando se buscaba destruir al adversario, sin entender que el combustible que alimenta el sistema de partidos era la pluralidad ideológica y la coexistencia de unos con otros; contrario a esto, la única solución que existía eran las constantes luchas y guerras, ejemplo de esto es La Guerra Federal también conocida como Guerra Larga o Guerra de los cuatro años (1859 – 1863)67

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Idem. Ibid. Pág. 54. 66 REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 56 67 Se entiende por Guerra Federal al enfrentamiento bélico entre Liberales y Conservadores en la segunda mitad del siglo XIX en Venezuela con el fin de disputarse el poder del país. 65


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Contexto Gomecista

Lo que es importante saber, es que no se hace referencia al Gomecismo como momento que comprende sólo el período presidencial de Juan Vicente Gómez; la verdad, es que se entiende por Gomecismo a los gobiernos sucesores de éste, como el de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, ya que el Gomecismo no será una presidencia de 27 años, sino una corriente política que llega a su fin al momento que se instaura la Junta Revolucionaria de Gobierno68 y se crea por primera vez un gobierno cívico-militar con elecciones libres. Para inicios del Siglo XX, con el poder en manos de Cipriano Castro y luego de Juan Vicente Gómez, los partidos políticos casi se extinguieron, esto gracias a las ideas positivistas que influenciaron estos períodos presidenciales. Ya en este punto de la historia, se había perdido todo interés en la figura de los partidos políticos, pues estos no habían sido capaces de resolver los problemas más importantes de la sociedad venezolano, en cambio, degeneraron al faccionalismo mientras intentaban buscar el poder a toda costa y colocaron la figura de la institución partidista por debajo del rostro que representaba el partido. Para inicios del siglo, Rómulo Gallegos, también defendería la idea de que aún el venezolano no estaba listo para separarse de la figura del caudillo pues no era capaz de mirar una realidad más doctrinaria, ideológica y abstracta y por ende buscaba materializar el poder a través de la figura de un líder mesiánico que fuera el intermediario entre el poder y las personas69. A partir de aquí, y por muchos años más tarde, no existiría una fuerza contraria lo suficientemente estable para dar pie a un cambio no sólo presidencial, sino de modernización en el sistema. Sólo los sucesos de 192870, el desarrollo del ARDI y con este

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La Junta Revolucionaria de Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela se creó posterior al derrocamiento del presidente Isaías Medina Angarita, la cual desarrolló el ambiente necesario para las primeras elecciones libre del país, dejando como ganador al escritor y político Rómulo Gallegos 69 Para revisar esta afirmación, ir a REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág 59. 70 Se hace referencia a los acontecimientos que surgieron en Caracas entre en un grupo de estudiantes y la dictadura de Juan Vicente Gómez. Más tarde estos estudiantes serían conocidos como la Generación del 28, muchos de ellos serán las figuras más importantes de la política Venezolana durante la primera mitad del siglo XX.


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el Plan de Barranquilla71, y los acontecimientos de 14 de Febrero de 193672 crearán un despertar en la mentalidad del venezolano y sobre todo, serán con estos dos momentos de insurrección y libertad, los detonantes de la tradición democrática que se extenderá en los años siguientes mientras crecía el Estado moderno venezolano. Para las primeras décadas del siglo XX en Venezuela, el único lugar donde se hablaba de evolución, modernización, desarrollo, pluralidad, eran las universidades; sus estudiantes reconocían la realidad de un país que necesitaba un sistema nuevo, por ello, desde allí comenzará el despertar de una conciencia democrática, y los estudiantes serán los actores principales de ese cambio de paradigma. La Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) fue la organización que trajo consigo el más importante levantamiento estudiantil en Venezuela: el de los carnavales de 1928. La FEV más tarde dará paso a la época de los partidos políticos, y su creación es génesis de esta clase de organizaciones ya que de allí aparecen algunos de los más grandes líderes partidistas de la historia venezolana. Por otro lado la FEV no nace como organización partidista, al principio sería sólo una agrupación de estudiantes conformados por jóvenes revolucionarios con una visión crítica de la realidad del país. A consecuencia de la difícil y conflictiva sociedad, “La influencia en las masas y la participación en asuntos públicos tomó el típico carácter de una organización política. Esta circunstancia hizo pensar a los dirigentes de la FEV en la necesidad de transformar esta en un partido político73”. Así, la FEV (OP) es legalizada el 26 de septiembre de 1936, adquiriendo un carácter de legitimidad ante la gran mayoría de la sociedad al ser casi la única organización con la capacidad de estar al frente de la oposición al gobierno. Aun así, gracias a la cruda represión del gobierno de López Contreras, es ilegalizado sólo un año después en febrero de 1937 al salir el decreto donde se permitía la

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ARDI (Agrupación Revolucionaria de Izquierda), conocido como el primer partido moderno en Venezuela. A su vez, los fundadores de este partido político serían los que en el exilio firmarían el plan de Barranquilla, documento de análisis político sobre la realidad venezolana creada en 1931. 72 Masacre ocurrida bajo el gobierno del presidente Eleazar López Contreras. Para muchos historiadores, tal acontecimiento marcaría el inicio de la vida democrática en Venezuela, pues sería la primera vez que gracias a una insurrección popular, el Estado se vería obligado a cambiar algunos aspectos en sus políticas. Lo que reflejaría en el principio fundamental de la soberanía recaída en el pueblo. 73 MAGALLANES, Manuel Vicente. “Los Partidos Políticos en la Evolución Histórica de Venezuela” Caracas, 1977. Editorial Arte. Pág 248.


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disolución de los partidos de izquierda y la persecución y expulsión del país de todo al que se presumía mantener una ideología comunista. Pedro Manuel Arcaya, Ministro de Relaciones Interiores, insertó en el proyecto de la constitución de 1925 la prohibición de toda doctrina comunista en Venezuela, así, adelantándose a su época desarrolló un sistema legal donde toda ideología marxista o simplemente izquierdista fuera perseguida y desechada por el aparato gubernamental dictatorial. Tal vez por una cuestión de rebeldía al orden establecido, los orígenes del Partido Comunista Venezolano (PCV) aparecen en 1926, es decir un año después de su prohibición, con la creación del Partido Revolucionario Venezolano (PRV) con José Pio Tamayo, principal precursor de las ideas marxistas en Venezuela. Este personaje de la política venezolana es una de las figuras más importantes, sus enseñanzas sirvieron de base a los jóvenes de la FEV, más que todo enseñanzas revolucionarias de desobediencia civil y la no aceptación de un régimen que cercenara las libertades más básicas; algo muy interesante de resaltar era que ser comunista no tenía nada que ver con la ideología, sino con un estado de rebeldía a un régimen totalitario, por ello se dice que el “comunismo en ese momento no era una identificación filosófica, sino un estado de inquietud y de réplica74”. Pronto se crea por primera vez en Venezuela un comité de trabajadores denominado “Comité central provisional del partido comunista, sección venezolana de la Internacional Comunista75” En 1934 fueron expulsados del país una serie de dirigentes comunistas, al volver y junto a los que pudieron permanecer dentro del territorio en clandestinidad se les ordena que “Quienes se tutelaban comunistas para ese entonces, que se dispersaran y reubicaran en los distintos partidos burgueses76”; por lo tanto, progresivamente se fueron inscribiendo en partidos como ORVE, PRP, FEV (OP), Federación de Trabajadores y UNR, de esta manera se fueron relacionando y reagrupando en nuevos partidos con el fin de pasar desapercibidos y progresivamente ganar fuerzas. ESCOVAR, Ramón. “Evolución Política de Venezuela”. Caracas. Editorial Monte Ávila. Pág. 128. Para revisar la extracción y analizar más profundamente estas líneas, ir a. MAGALLANES, Manuel Vicente. Op. Cit. Pág. 408 76 Ibid, Pág. 414. 74 75


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De los sucesos del 28, muchos de los jóvenes se retirarán del país, y en 1931 crearán ARDI y a su vez el programa de reforma Estatal, este será el documento que le dará vida a la nueva y aún esperada (sin saberlo) democracia partidista venezolana. Tras la muerte de Gómez, muchos exiliados regresan a Venezuela, entre ellos los estudiantes que luego de 8 años manifiestan una visión más clara y amplia, con una ideología definida y un plan moderno adaptado a la realidad del país. Los partidos políticos más importantes, aquellos que cambiaron la forma de hacer política en Venezuela mantienen una particularidad de crearse, extinguirse y dar paso a otra organización que el mismo contexto configurará, esto sucede con ARDI, pues al momento que sus dirigentes llegan a Venezuela crean el Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), más tarde surgirá de este y otros partidos más el Partido Democrático Nacional (PDN), y así sucesivamente hasta llegar a Acción Democrática en 1941. ARDI nace en Barranquilla con Rómulo Betancourt como su mayor líder; la máxima herencia que dejó esta organización fueron los lineamientos de una nueva sociedad, planteando el fin del caudillismo Gomecista y la reorganización de la política venezolana a través de la institucionalización progresiva del aparataje gubernamental, y así lograr el cumplimiento de un programa mínimo que fuera capaz de solucionar la grave crisis del país77. Como ya se había mencionado, ORVE nace con algunos de los creadores del Plan de Barranquilla cuando estos deciden volver luego de la muerte de Gómez; pero ORVE no nace como partido político, para ese momento el término partido no se empleó, más bien se mantuvo el término “organización”, por lo que: “Se caracteriza por ser una organización policlasista a la que pertenecen obreros, estudiantes, comerciantes, periodistas, etc.; y aspira a la reorganización de la sociedad a la cual cada hombre debe contribuir,

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Ibid, Pág. 231


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haciendo de la política una empresa colectiva y nacional, en vez de un asunto de oligarquías78”

ORVE trató por mucho tiempo de hacerse notar ante el gobierno como una organización que buscaba ir de la mano con el Estado para lograr el surgimiento del país, no desconociendo y apoyando las primeras políticas públicas del gobierno de Eleazar López y su Programa de Febrero. Esto cambió debido a los acontecimientos de 1936 donde el panorama del país estaba decayendo y la necesidad de tomar una posición clara ante las injusticias del gobierno era más que fundamental. En Julio de 1936 se reúnen en asamblea los miembros de ORVE con el fin de reestructurar la organización y su directiva, para así abrir paso a un partido que pudiera hacerle frente a la política de aquel entonces. ORVE sabía lo que hacía falta, estaban claro de que la unión era la mejor forma de salir de la crisis, por ello, se sumarán otro grupo de partidos que en conjunto formarán el PDN, construido con la unión del Partido Republicano Progresista, El Frente Obrero, El Bloque Nacional Democrático y el Frente Nacional de Trabajadores79 López Contreras, en comparación con su antecesor, hacía ver un Gobierno tranquilo, con menos restricciones, un poco Liberal y hasta Democrático. Una opinión bastante errada pero lógica cuando se colocaba en una balanza la figura de Juan Vicente Gómez y sus casi tres décadas en el poder. Siempre sería referente para López Contreras la figura de Simón Bolívar, sobre todo cuando buscaba darle sentido al elemento partidista que poco a poco iría llenando todas las esferas de la sociedad venezolana, claro que Bolívar hablaba del mal faccionista, término que López Contreras asimiló con los nuevos partidos emergentes del Siglo XX. Así, no se permitió confiar en estos partidos, y para crear organizaciones que lo ayudaran a controlar las próximas elecciones, decidió formar las Agrupaciones Cívicas Bolivarianas, que para las elecciones de 1937 lograría anular las

MIJARES, Silvia. “Organizaciones Políticas de 1936”. Caracas. 1980. Academia Nacional de Historia. Pág. 72. 79 MAGALLANES, Manuel Vicente. Op. Cit. Pág. 280. 78


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elecciones municipales y la de varios senadores y diputados con la ilegalización de diversos partidos y organizaciones, y la expulsión del país de algunos dirigentes políticos80 De ésta manera, tal como lo afirma Juan Carlos Rey: En realidad, desde la reforma constitucional de 1936, el gobierno había establecido un dispositivo jurídico destinado a impedir que las organizaciones políticas de masas se convirtieran en un peligro para el orden político y social. Además, la Constitución de 1936 conservaba y ampliaba el famosos inciso 6º del Articulo 32, existente desde la Constitución de 1928, que prohibía la propaganda comunista, anarquista o destinada a subvertir el orden político y social, pues ahora se autorizaba al Ejecutivo en todo momento, sin necesidad de que estuvieran suspendidas las garantías constitucionales, a prohibir la entrada al territorio de la República o expulsar de él (por un plazo de seis meses a un año si se trataba de venezolanos o por tiempo indefinido si fueran extranjeros) a los individuos afiliados a cualquiera de las doctrinas antedichas, cuando lo considerase conveniente para el orden público y la paz social. Basándose en tales disposiciones, en 1937 el gobierno ilegalizó a las principales organizaciones políticas y sindicales populares, negó la legalización del PDN, antecedente de la futura AD, y expulsó del país a 47 líderes populares. Los partidos como el PDN y sus líderes tuvieron que desarrollarse en la clandestinidad, durante todo el gobierno de López81.

Esto no sólo se quedó allí, más tarde se autorizaba al Ejecutivo a anular todas elecciones donde resultara ganador algún representante que formara parte de aquellas doctrinas prohibidas por la Constitución. Por ello, el Presidente se convirtió en el encargado de decidir qué organizaciones se creaban, quienes podían formar parte de ellas, los inhabilitados políticos y hasta los ganadores de las elecciones; constitucionalmente tenían el control del país. Sin duda, la historia de los partidos encontró un problema con el gobierno de López Contreras, ya que ilegalizó a cuanto partido quería, pero el mayor fraude

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REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág 68 Ibid. Pág. 69.


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podría ser en las elecciones de enero de 1937 donde el PDN logró una gran cantidad de escaños en los Concejos Municipales y Asambleas Legislativas, logrando la mayoría de escaños en el Concejo Municipal de Caracas y consiguiendo también posicionar a varios senadores y diputados en el Congreso82. El gobierno no permitió tal victoria y el 3 de Febrero fueron ilegalizados los partidos pertenecientes al PDN83. Muchos dirigentes políticos fueron exiliados y otros permanecieron en la clandestinidad. Años más tarde Rómulo Betancourt regresa de su exilio en Chile en 1941 para asumir los últimos aires del PDN, poco tiempo después se crearía Acción Democrática. Acción Democrática será conocida como el partido más importante e influyente en la historia venezolana y heredera de la tradición de “partido del pueblo”, la cual toma popularidad de la mano con la candidatura de Rómulo Gallegos 84. Su primera aparición será en 1941 en un acto en Nuevo Circo donde es presentada ante la nación, desde aquel entonces AD mantendrá su poderío a excepción de los 10 años de dictadura en el triunvirato que comprende de 1948 hasta el 1958, y posteriormente hasta la culminación interrumpida de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez; AD será también parte responsable del golpe de Estado contra el presidente Medina Angarita y de la conformación de un Estado moderno, partidista y democrático. El PDN entra únicamente a la legalidad cuando es cambiado su nombre y es legalizado por la Gobernación del Distrito Federal. La primera estructuración de Acción Democrática queda: “Presidente: Rómulo Gallegos; Vicepresidente: Andrés Eloy Blanco; Segundo Vicepresidente: Luis Beltrán Prieto Figueroa; Director de Organización: Rómulo Betancourt; Director de Prensa: Juan Oropeza; Director de Finanzas: Valmore Rodríguez; Director de Trabajo y Agricultura: P. Pérez Salinas; Director de Correspondencia: Gonzalo Barrios; Director Jurídico: Inocente Palacios85” 82

MAGALLANES, Manuel Vicente. Op. Cit. Pág. 283 La ley que se utilizó para ilegalizar a estos partidos fue la “Ley para garantizar el orden público y los derechos individuales”, o mejor conocida como la “Ley Lara”, que entra en vigencia el 18 de junio de 1936, hasta 1945. 84 MIJARES, Silvia. Op. Cit. Pág. 92 85 Ibid. Pág. 100. 83


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Se dice que Acción Democrática fue un partido de todos los venezolanos, ya que estuvo conformada por elementos humanos originarios de diversos sectores geográficos y socio-económicos, por lo que se constituyó como el primer partido real de masas en Venezuela, transformando la política como se conocía y el sistema de representación fue modificado otorgando mayores libertades civiles. Luego del golpe de Estado a Rómulo Gallegos, retornaron a la acostumbrada clandestinidad, regresando al poder con Rómulo Betancourt, lo que marcaría el inicio de la democracia de partidos. Junto a Acción Democrática, el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), nace para convertirse en la opción rival en un sistema bipartidista, desarrollando una opción socialcristiana para la solución de las necesidades. Tiene distintos elementos: “nacional, socializante, policlasista, democrático, cristiano, unitario, pacifista y anticomunista86” sus inicios tienen lugar con Rafael Caldera, el cual siendo representante de Venezuela viaja en 1936 a un congreso de la juventud de acción católica en roma donde piden la creación de movimientos católicos. Más tarde tiene origen la Unión Nacional de Estudiantes, creada por la disolución de la FEV en dos alas: una revolucionaria izquierdista, y otra conservadora. En 1938 la UNE crean Acción Electora, que en 1942 se aliarían con otro partido para crear el partido Acción Nacional87. Posterior a la Revolución de Octubre, el 20 de Diciembre es legalizado COPEI por el ejecutivo regional del Distrito Federal, lo que da inicio a este partido como figura antagónica de AD en la política venezolana, pero tanto este partido como URD son miembros de la época cívica que arranca con este acontecimiento. Existían grandes crisis en todas las esferas de la sociedad de ese entonces, Medina Angarita tenía serios problemas para manejar el gobierno. Luis Cordero Velásquez desarrolla cinco factores que produjeron la crisis y más tarde la caída de la hegemonía andina88: 1. La Crisis Militar; 2. La Crisis Política Nacional; 3. La Crisis Internacional; 4.

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MAGALLANES, Manuel Vicente. Op. Cit. Pág. 378. Ibid, Pág 380. 88 CORDERO, Luis. “Betancourt y la Conjura Militar del 45” Caracas. 1978. Editorial Lumevec. Pág. 12. 87


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La Crisis Petrolera y 5. La Crisis Agraria. Se explicarán de manera concisa las dos primeras crisis a efectos de una mayor especificidad y desambiguación: En las filas militares existía un gran problema de conexión y vinculación entre los Técnicos y los Chopos de Piedra89, aquellos con una instrucción militar conseguían en la institución armada mucha trabas para avanzar, siendo a veces muy injustos los ascensos ya que según ellos, obtenían mayor beneficios aquellos viejos que habían llegado antes de la conformación de las Fuerzas Armadas. Estas dos líneas estamentales iban poco a poco rosando y gradualmente erosionando. Medina Angarita descuidó progresivamente al ejército y ellos a su vez veían en él una inclinación civilista, siendo ejemplificada con la creación de Partidarios de las Reformas de Gobierno (PRG), y más tarde la conformación del Partido Democrático Venezolano (PDV). Estos elementos produjeron la crisis militar que más adelante se transformó en deslegitimación y el complot para el derrocamiento del presidente. La segunda crisis, la política nacional, arranca al momento en que Medina Angarita rompe relaciones con su antecesor, Eleazar López Contreras. El Lopecismo veía muy mal las reformas y las acciones civilistas del actual presidente, por lo que se convirtió en enemigo principal, atacando gradualmente hasta el punto de debilitar el régimen Medinista. Lo que los Lopecista no comprendieron fue que aunque evidentemente debilitaron al gobierno, esta acción se convirtió en un arma de doble filo pues desde los puntos débiles que había creado el ala conspirativa de López Contreras, pudieron servirse y aprovecharse de ellas Acción Democrática y los militares jóvenes que buscaban el golpe de Estado.

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Se les llamaba técnicos a aquellos militares que tenían una instrucción militar. Por el contrario, los Chopos de Piedra eran aquellos que carecían de ella, o sea, que habían llegado con la gesta restauradora.


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Contexto Cívico

Se puede afirmar que junto con los partidos políticos en Venezuela, ningún otro elemento excepto el militarista ha influido tan profundamente y ha afectado de una manera tan grande el modo de ser del pueblo. La primera institución del Estado Venezolano fue la militar, la mayoría de los presidentes de Venezuela (sean técnicos o “chopos de piedra”) fueron militares; por ello, la conformación de la sociedad venezolana ha estado ligada al militarismo y a una serie de elementos de tal sistema, dejando no sólo edificaciones, constituciones y demás; sino también una cultura llena de vicios políticos donde la configuración de un sujeto venezolano ha sido más que evidente. Al existir dos elementos tan marcados y tan importantes en la sociedad venezolana, siempre se ha generado una conflictividad, una dialéctica entre los civiles y los militares que negativamente ha dañado la democracia desde sus orígenes. El siglo XX arrancó con el castrismo, las reglas de juego fueron elaboradas mediante preceptos militares y positivistas90 donde el papel de la “sociedad civil” quedó relegado a un apretado sistema donde las libertades básicas eran inexistentes, por lo que era prácticamente ilegal cualquier fuerza que contrariara el statu quo del momento. Todo el poder lo tenía el Estado, Juan Vicente Gómez fue el mejor caudillo que existió porque sencillamente acabó con el resto y “pacificó” la nación. La única esfera de la sociedad que tenía la capacidad de romper con los esquemas del momento, era la esfera civil de la mano de los partidos políticos como el más grande elemento civilista de la sociedad venezolana. Como históricamente se sabe, los partidos políticos llegan a cambiar las reglas de juego establecidas, cambiando los roles y, modificando el aparato del Estado, desarrollan una verdadera democracia, ejemplo para toda Latinoamérica.

LACRUZ, Tito. “Balance y Perspectiva de la Política Social en Venezuela” Caracas. 2009. Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales. Pág. 115. 90


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En el Plan de Barranquilla, el primero punto del programa demuestra cómo los militares deberán ser excluidos del orden gubernamental: “Hombres civiles al manejo de la cosa pública. Exclusión de todo elemento militar del mecanismo administrativo durante el período preconstitucional. Lucha contra el caudillismo militarista91”, y este era el plan, pues se entendía que los militares debían ser sacados del juego político y crear un sistema partidista donde el sector castrense quedara únicamente al servicio de la cosa pública. Esto no sucedió así. Para el momento de la crisis de Medina Angarita el país se articuló en tres posibles escenarios de dominación: uno con Unión Militar Patriótica92; el segundo con los Lopecistas; y el último, un escenario gubernamental por parte del Medinismo: primero con Diógenes Escalante como candidato a la presidencia de la mano con Acción Democrática, más tarde al ser sustituido Escalante por el Ministro Ángel Biaggini, se rompe el acuerdo de AD con el gobierno, y la relación de la UMP con este partido se fortalece para buscar el golpe de Estado93. Es así como dan el salto. Los jóvenes militares unidos con Acción Democrática el 19 de octubre de 1945 toman el poder y crean una junta revolucionaria. A pesar de que muchos historiadores denominan estos tres años como “trienio adeco”, esto no es así al momento del golpe, y menos en un tiempo posteriormente inmediato a la creación de la Junta; la verdad es que el protagonismo del sector militar era mucho mayor, y la influencia y dominación del sector castrense se hacía evidente por encima de la esfera civil, que poco a poco a pesar de un supuesto equilibrio, se iba generando una “subordinación condicional”, o sea, donde los civiles ejercían un control limitado y los militares desarrollaban una influencia indirecta94. Aunque esto fuera así, lo

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CABALLERO, Manuel. Op. Cit. Pág. 74. Logia militar encabezada por Marcos Pérez Jiménez que buscaba derrocar el gobierno de Medina Angarita, fundamentada en la conflictiva situación entre los jóvenes oficiales de la modernidad profesional, y los antiguos militares. Aunado a esto, alegaban una crisis en las fuerzas militares y el decaimiento de tal institución 93 ARRÁIZ, Lucca. “El trienio adeco (1945-1948) y la conquista de la ciudadanía”. Caracas. 2011. Editorial Alfa. Pág. 53. 94 DOMINGO, Irwin. “Venezuela, República Democrática”/Una visión histórica de las relaciones civiles y militares venezolanas. Barquisimeto. 2011. Editorial Arte S.A. Pág 277 92


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importante realmente no era quién tenía mayor poder, o qué esfera era vista como la mayor concentradora del control gubernamental; lo más importante fue la transformación que AD consiguió al implantar un modelo civilista en los modos de proceder de la sociedad, consiguiendo el mayor beneficio: la aceptación y posterior legitimación del modelo partidista. Más adelante se evidenciará el paso del poder de los militares hacia los civiles. Aunque existía un verdadero problema con los elementos militares y civiles, el octubrismo abrió paso a la alineación progresiva de una democracia partidista, alineación que se intentaba lograr tanto por el acta de conformación de la Junta, como por sus decretos. Uno de los rasgos más significativos que estructuraron la Junta Revolucionaria de Gobierno es el segundo ordinal: “Que esa Junta dure en el ejercicio del Poder Ejecutivo el tiempo necesario para convocar a elecciones generales, elección del Presidente de la República por sufragio universal, directo y secreto, realizar esas elecciones y llevar a cabo cuanto sea necesario para reformar la Constitución Nacional, de acuerdo con la voluntad del pueblo95”.

Estos elementos anteriormente señalados demuestran que esta Junta (al menos la parte civil) buscaba la transformación real del sistema político venezolano a través de la eliminación de la personalización y el continuismo, típico de los anteriores regímenes militaristas; y efectivamente lo lograron, generaron por primera vez espacios civilizadores y democráticos que pretendían generar un cambio real en la cultura política venezolana. En palabras del Padre Arturo Sosa: “En boca del sector político que participó en el “atajo insurreccional”, éste tenía tres objetivos: reintegrarle la soberanía al pueblo, despersonalizar el ejercicio del gobierno y moralizar la actividad pública96”. Pero lo que más interesa por ahora en este análisis es el segundo objetivo, el que habla de la prohibición de los miembros de la junta revolucionaria a postularse a cargos electivos. Según el Padre Arturo Sosa, este objetivo alude a la utilización de los partidos políticos 95

ARRÁIZ, Lucca. Op. Cit. Pág. 59. SOSA, Arturo. “Venezuela, República Democrática “/ El Régimen Octubrista (145-1948). Barquisimeto. 2011. Editorial Arte S.A. Pág. 307. 96 96


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como actores principales, eliminando el personalismo y el caudillismo, generando una institución que garantizara el correcto desarrollo de la democracia.97 Esto marcó un hito en la sociedad venezolana, nadie a lo largo de toda la historia venezolana había gobernado para otros y no para el bien personal, donde hubiese una real limitación del poder y una separación clara de aquel poder que democráticamente debía ser dispersado. La imposibilidad de elegir a aquellos que conformaban la Junta generó un ambiente de respeto ético y de legalidad indispensable para que el país saliera de aquella difícil situación. Para ese momento, el país fue creando progresivamente los espacios sociales de representación y participación democráticos. Un balance considerable aparece en la “Introducción a la memoria del Ministerio del Trabajo, correspondiente al año civil de 1946”, hecha por el entonces ministro Raúl Leoni: “Para el 18 de octubre de 1945 existían legalmente organizados doscientos quince (215) sindicatos, y para el 15 de diciembre de 1946 tienen existencia legal y funcionan normalmente setecientos cincuenta y siete (757) sindicatos. Además, se han constituido trece (13) Federaciones Sindicales, debiendo observarse que para el 18 de octubre no existía en Venezuela ninguna Federación de Trabajadores98”

Para un análisis político, aquellas cifras representan un avance impresionante al momento de evaluar el impacto que tuvo la Revolución de Octubre: se creó la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la Federación Campesina de Venezuela en 1947, lo que representó el prime respaldo real a lo que para ese entonces eran los dos sectores más importantes del país, o sea, se empoderó a los sectores obreros y campesinos, impulsando la democratización del país. Así mismo, Rafael Arráiz Lucca expone en su libro una serie de decretos que impulsaron la “conquista de la ciudadanía”: el decreto 52 se creó con el fin de lograr la redacción de un Estatuto Electoral y un proyecto de Constitución, para eso se crea una comisión preparatoria; el decreto 216 fija el “Estatuto para la Elección de Representantes a la Asamblea Nacional Constituyente”, tal Estatuto por 97 98

Idem. ARRÁIZ, Lucca. Op. Cit. Pág. 62.


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primera vez estableció verdaderas elecciones universales, siendo único requisito ser mayor de 18 años, y mayor de 21 años (pero que supiera leer y escribir) para ser elegido; a su vez los funcionarios públicos del Poder Ejecutivo no podían elegir mediante votación; También con el decreto 319 crean la Corporación Venezolana de Fomento (CVF), entre otras cosas99. Para entender mejor el cambio que se estaba generando en la psique del venezolano: “Se abre paso una concepción de la política en la que la organización es más responsable que el individuo. Transformando en activista o militante. El individuo pasa de ser solamente un ciudadano a convertirse en constructor de los procesos sociales, formando parte de un colectivo organizado. Al mismo tiempo, la responsabilidad individual tiende a identificarse con la obediencia al partido, concebido y aceptado como la instancia capacitada para interpretar el curso de la historia. En otras palabras, el partido sustituye al ciudadano como actor social inmediato100”

En pocas palabras el venezolano se estaba reformando en un marco institucional que ponía al partido político por encima del individuo, no relegando de él, ni mucho menos disminuyéndolo (en realidad el piso sobre el cual se asienta el partido son las personas, militantes o no), más bien el sujeto pasa a formar parte de un conjunto organizado de reglas, trabajando sobre una base ideológica y un fin programático. Algo muy importante de tocar es que el partido como institución construye internamente responsabilidades éticas, y genera sanciones que la misma organización plantea, sanciones que están fuera de la normativa legal, es decir, vendrían siendo sanciones políticas que se verán reflejada en la vida partidista del ciudadano; gracias a esto, el individuo tiene doble responsabilidad: la que el Estado como institución le exige, y la que el partido como institución le pide. Si al principio el poder estaba en manos de los militares, para el final del trienio los papeles cambiaron, se estaba logrando crear mecanismos idóneos para que surgiera una 99

Ibid. Pág. 63. SOSA, Arturo. Op. Cit. Pág. 311.

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democracia partidista, donde la representación no sólo estuviera conformada por esta clase de organizaciones, sino por una serie de vías instrumentales capaces de empoderar al ciudadano, formando una sociedad liberal con derechos civiles modernos, pero de la mano con un Estado que mantuviera las garantías constitucionales y rigiera la vida en sociedad. Acción Democrática influyó bastante en los modos de hacer política en el trienio, pero esto no fue necesariamente positivo; sus métodos y su búsqueda del poder hicieron de ellos un elemento de necesaria eliminación por parte de ciertas élites sociales y del grupo de jóvenes militares que veían desvanecido su actuación. AD iba con todo para lograr los objetivos que se planteaba, por ello, fueron vistos como un partido sectario, que buscaba controlar todas las esferas de la sociedad incluso la militar, no dejando espacios para nadie y asfixiando la ya difícil relación entre unos y otros actores101. El golpe no se hizo esperar más, el 24 noviembre de 1948 se pone fin al gobierno cívico-militar, y aquellos jóvenes militares toman el poder por las armas enviando al exilio a Rómulo Gallegos y persiguiendo arduamente a Acción Democrática. Se restringieron muchas libertades, partidos como COPEI y URD aunque no fueron ilegalizados, tuvieron muchos problemas para avanzar en ese contexto militar. Al final, los civiles fueron desplazados y mediante la fuerza fueron impuestas nuevas reglas de juego. Pese a esto, el avance que tuvo la sociedad venezolana fue gigantesco y por más represiva que fuera la acción del gobierno, el país no se detuvo, un ejemplo fueron las elecciones donde URD y COPEI obtuvieron una victoria aplastante contra el gobierno militar, lo que provocó que no se reconocieran los resultados y descaradamente salió nuevamente victorioso el sector castrense. No importa quién estaba en el poder, ni de qué manera habían ilegalizado partidos, o perseguido a políticos, o desconocido elecciones; a partir del momento en que Acción Democrática empezó a transformar el país, se comprendió que el nuevo modelo para la representación iban a ser los partidos políticos, abriendo paso a un proceso de poder en manos de los civiles, no sólo en el poder ejecutivo o cualquier otro cargo público de

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Ibid, Pág 319.


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elección, sino en el poder de los ciudadanos capaces de abrir espacios democráticos, generando a su vez una relación entre el individuo y el Estado, génesis de este tipo de analogías en Venezuela. El trienio adeco posicionó a los civiles como los más capaces para ser encargados de la nación, y abrió un cauce donde fluirían 10 años después la democracia partidista y representativa que se plantaría en el país hasta 1998.

Partidos políticos más influyentes102

Manuel Vicente Magallanes en su vasta obra: “Los partidos políticos en la evolución histórico venezolana”, texto citado anteriormente en este trabajo, enumera un amplio número de partidos políticos, agrupaciones y movimientos creados a lo largo de toda la historia republicana. Este libro de tal envergadura, desarrolla 308 de estas agrupaciones, lo que deja un amplio espectro de organizaciones por revisar. Sin embargo, muchas de ellas quedan ante la historia como ínfimos elementos en un período corto de tiempo, con una importancia menor. Otros, por el contrario, han influenciado de tal manera la cultura política venezolana que podría decirse que sin ellos el panorama sería otro, partidos que han trascendido cualquier barrera y quedan para la historia como actores decisivos en determinadas épocas. Muchos partidos en Venezuela tienen tales características. Sin embargo, al tratarse de un análisis de la segunda mitad del siglo XX, cuatro partidos se definirán casi unánimemente como los más influyentes: Acción Democrática, COPEI, URD y el PCV. Estos tres partidos son ejemplo de antigüedad, al menos contextualizándolo en términos de nuestra corta democracia, por ello, es imposible hacer un detallado análisis de su historia, por lo que es una mejor proposición en términos obvios, construir un marco de referencia de estos partidos de la manera más breve. 102

Debido a las características de esta investigación y la amplitud tan grande que explicar estos partidos tan importantes significa, sólo se hará un pequeño esclarecimiento sobre lo que estos partidos significaron, por lo que no será prudente extenderse mucho en este punto. De igual manera para conocer detalladamente estos partidos, es bueno remitirse a: MAGALLANES, Manuel Vicente. Op. Cit.


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Acción Democrática

Acción Democrática es heredero de una larga tradición partidista, y es así porque no es un partido que nace de la nada, como suele ocurrir normalmente, sino que sus dirigentes originales formaron parte de anteriores organizaciones políticas. Acción Democrática es el triunfo de un ideal partidista, es el partido modelo, la mayor gloria de Rómulo Betancourt, su cofundador. Este partido se remonta a 1928, con la generación de estudiantes que fueron exiliados del país tras los sucesos de los carnavales en Caracas. A causa de esto crean ARDI desde Barranquilla; más tarde formarán ORVE y luego mediante una coalición de partidos crean el PDN. Este último es el antecedente partidista más cercano a AD. Para 1941 Rómulo Gallegos había propuesto a reunirse con un grupo de hombres del PDN, estos hombres permanecían en la clandestinidad a causa de la ilegalización de este partido. Gallegos buscaba construir un partido político que lo ayudara a alcanzar la presidencia, y efectivamente lo logró. En la Plaza Nuevo Circo de Caracas, ese mismo año, presentan al país tal partido, de la mano con una serie de puntos programáticos. Desde que AD fue conformado para el apoyo de Rómulo Gallegos, se ha debatido en 11 elecciones presidenciales, lo que lo hace el partido con mayor experiencia y con mayor número de disputas en comicios electorales. Seis elecciones presidenciales han ganado: Rómulo Gallegos, Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, dos elecciones de Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi; siendo el único partido que le ha entregado la banda presidencial 2 veces a su mismo partido. Acción Democrática ha pasado por muchas fases y ningún otro partido tiene tanta importancia como él, debido a su incidencia en los asuntos públicos del país por más de 40 años; por ello, se le puede considerar de igual manera directamente responsable en conjunto con otros partidos sobre la situación actual, tanto por el crecimiento del país, como por el deterioro del sistema.


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Unión Republicana Democrática

URD nace como un partido de centro izquierda, legalizado el 18 de diciembre de 1945, fundado por Elías Toro, Isaac J. Pardo, Jesús Leopoldo Sánchez, Andrés Otero, Amílcar Plaza y la mayor figura que este partido tuvo jamás: Jóvito Villalba. Este partido nace con integrantes de la generación del 28 al igual que AD, pero más adelante deciden abrirse hacia una línea que ellos llamaban “progresista”. Es un partido que desde sus inicios se movía muy difícilmente, nació con el octubrismo pero a su vez fue opacada por la casi omnipotente figura de AD, lo que lo hizo verse poco, aunque a pesar de esto, tuvo una gran aceptación entre la sociedad venezolana y no tardó mucho en agruparse entre los partidos más influyentes del país.

Se mantuvo como partido principal en el período de la Junta Militar de Gobierno en 1948, y fue para 1952 gracias a su capacidad, trabajo y apoyo entre la ciudadanía que logra su primera y única victoria en toda la historia venezolana, la cual sería desconocida por el gobierno militar, Pérez Jiménez tomaría el poder y este partido entraría en una oposición casi ilegal, al ser expulsado Jóvito Villalba del país, y junto con la imposibilidad de hacer proselitismo político debido a una auto-censura obligatoria. La importancia de este partido es tal debido a su apoyo en la lucha contra el régimen Perezjimenista, la creación de la Junta Patriótica y más tarde la adhesión al Pacto de Punto Fijo y los demás pactos y acuerdos que devendrían a lo largo de los años, lo que lo convierte en un activista fundamental en la lucha de los derechos sociales y la búsqueda de la progresiva civilización del pueblo venezolano.

Este partido debió sobrevivir mediante pactos electorales o parlamentarios, nada ideológicos, pero debido al sistema bipartidista de los 80 hasta 1994 y a la muerte de su máximo líder y figura Jóvito Villalba, este partido desapareció casi por completo, dejando una larga tradición y un sistema de partidos en deterioro.


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Comité de Organización Política Electoral Independiente

Es un partido socialcristiano mayormente conocido por el acrónico COPEI. Fue fundado por Rafael Caldera y tiene como antecedente la Unión Nacional Estudiantil, el cual, luego de la instauración de la Junta de gobierno tras el golpe contra Isaías Medina Angarita, es legalizado en 1946 y desde ese momento empezó a disputarse las elecciones siguientes. Fue uno de los únicos partidos que quedó luego de del golpe de Pérez Jiménez, y al igual que URD y AD, sería un aliado progresivo para el derrocamiento en 1958.

Es uno de los partidos que firma el Pacto de Punto Fijo, y a su vez será uno de los más aguerridos defensores de tal sistema, será la oposición más dura de AD y por ello se le considera como un partido alternativo, y parte del sistema bipartidista que transformó la política venezolana junto con grandes figuras de la política como Rafael Caldera y Luis Herrera Campins, quienes han sido los candidatos por COPEI que han alcanzado la Presidencia de la República. Este partido por ser de tendencia social cristiana (antónima a la social democracia)

tiene unos principios programáticos tales como: Defensa de la

dignidad humana, subsidiaridad, sociabilidad y defensa del bien común; estos configuran su modo de actuar y su bandera ideológica que los posicionó de favoritos en ciertas poblaciones de Venezuela.

Partido Comunista de Venezuela

Es sin duda el partido más ilegalizado en la historia democrática venezolana, y esto es debido a su corriente de pensamiento comunista y al contexto social que en esos momentos existía. Fue fundado el 5 de Marzo de 1931, pero el antecedente partidista es el PRV creado en 1926. Para el momento de la creación, las ideas comunistas eran prohibidas y por lo tanto este partido no fue legalizado sino hasta mucho tiempo después de su fundación, lo que generó que todo ese tiempo se mantuviese en la clandestinidad. Podría


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decirse que el PCV nació como partido revolucionario en contra de un sistema que los ilegalizaba incluso antes de existir, ya que las reformas a la constitución que lo prohibían son anteriores a la idea de fundar una organización comunista, así que su creación responde más a situaciones de rebeldía que a ideologías concretas.

El PCV se mantendría entre los partidos más importantes, no por la cantidad de elecciones ganadas o el poder que manejaban, sino por su influencia y su papel en la política venezolana a lo largo de casi todo el siglo. Ilegalizados por los gobiernos preoctubristas y por la Junta Militar que llega al poder en 1958, a su vez también fueron ilegalizados por Rómulo Betancourt y se mantuvo así hasta Caldera y su política de pacificación. Este partido al verse con tan poco poder político, resultado de las aplastantes victorias de los demás partidos, deciden abrirse a otros medios más fácticos y subversivos para tomar el poder por la fuerza, de esta manera se convierten en un partido anti-sistemas que desde la clandestinidad apoyarían varios momentos insurrectos. Por cuestiones que serán mencionadas más adelante, este partido no es invitado a formar parte del Pacto de conciliación de élites y partidos, por lo que este acto marca abiertamente el rechazo del nuevo sistema imperante a la ideología comunista, y la no vinculación y cooperación con tal partido.

Etapas de los Partidos Políticos. Una mirada en la transformación del país.

La historia de los partidos políticos venezolanos es complicada, es difícil de entender por cuanto implica una gran cantidad de actores que influyeron relativamente en lo sucedido en el país. Los inicios de los primero partidos datan en Venezuela desde el siglo pasado, y las ideas que desarrollaron tales preceptos son mucho más antiguas aún. En este análisis (y gracias a una corta mirada desde el inicio del siglo XX) que busca un conciso pero sustancial vistazo de la historia moderna de los partidos políticos, ve necesaria que


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exista una delimitación en lo que resta del siglo XX, segmentando en cuatro etapas históricas que ayudarán a comprender la sistematización partidista, y así dar una mirada más clara que posibilite el acercamiento al objetivo de la investigación. La primera etapa será la de “El Octubrismo”, comprendido desde 1945 con la toma del poder por la Junta Revolucionaria de Gobierno, hasta 1948 cuando los militares derrocan al gobierno de Rómulo Gallegos y asumen el control. La segunda etapa corresponde desde 1948 hasta 1958, iniciando con la culminación de la etapa octubrista y llegando hasta el momento en que Marcos Pérez Jiménez es derrocado el 23 de enero, esta será denominada “Regresión Dictatorial”. Para la tercera etapa se hablará del “Auge y caída del Pacto de Punto Fijo, y comienzos del sistema de partidos Puntofijista”, y llegará hasta 1978 cuando Rafael Caldera entra la presidencia a Carlos Andrés Pérez; a pesar de que el Pacto de conciliación de élites y partidos no duró más de unos pocos años, es ideal hablar del puntofijismo como contexto histórico posterior a la caída de este acuerdo debido a las implicaciones sociales que tal acción derivó. Por último, y hasta la llegada de Chávez a la presidencia de la república, se titulará esta etapa como “Estructuración de una partidocracia personalista (sin ideologías)”.

Etapa I (1945-1948) El Octubrismo103

Para el desarrollo de la democracia partidista es fuente el octubrismo, pues sería la primera vez que un partido moderno, de masas y democrático llega al poder. La aparición de AD en la Junta Revolucionaria de Gobierno transformó al país adentrándolo a la modernidad mediante modos nuevos de hacer política. Los partidos políticos lograron crear por primera vez en Venezuela modos para generar ciudadanía, donde el Estado se relacionara con la sociedad mediante mecanismos populares de participación, donde el individuo se sintiera parte de la toma de decisiones y del juego político, no únicamente en 103

Debido a que anteriormente existe un tema completo para el octubrismo y las relaciones civiles y militares, se buscará hacer énfasis en el sistema de partidos de este período, y así no redundar y librar este análisis de una exhausta repetitividad.


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elecciones, sino a través de estructuras organizativas que empoderaran y sirvieran de intermediario directo con el Estado. Se podría decir que era el inicio de la figura de los partidos como fuentes de poder, y cuatro partidos eran insignias de modernización y evolución: AD, COPEI, URD y PCV; estos partidos serán los más importantes e influyentes de aquel período, y a excepción de URD, su valor trascendería hasta hoy día. Estos cuatro partidos serían los más fuertes para aquel entonces, pero hubo uno que siempre llevaría la delantera: AD, el partido del pueblo, sería prácticamente el líder de tal período. Para aclarar mejor el panorama de aquella época, es conveniente usar ciertos instrumentos que puedan contribuir a determinar el contexto y el modo de proceder de los partidos, así como determinar qué clase de sistema existía según los conceptos de Sartori explicados anteriormente; también será importante analizar las variables para conocer de qué manera los partidos convivían y así lograr una visión más clara del proceso histórico, y establecer su papel en la democracia venezolana. Acción Democrática arrasó totalmente con las tres elecciones en la época octubrista: elecciones presidenciales, asamblea constituyente y la elección de diputados y senadores al congreso; pero este período no entra en la clasificación democrática como un partido predominante, sino más bien como un sistema hegemónico, alineados entre las tendencias no democráticas o en otras palabras, no competitivas. Si bien es cierto que el objetivo principal de la Junta era enrumbar al país hacia una verdadera democracia, y como ya se ha explicado anteriormente, evidentemente lo hizo; esto no desmiente tampoco que este partido se convirtiera en una organización hegemónica. Hay que recordar que para el momento de la revolución de octubre, UMP y AD tuvieron que atrapar totalmente el poder por causa de la necesidad de mantener el control del Estado para poder llevar al país hacia donde ellos creían que era el lugar ideal104. Por consiguiente se encontraron ante la existencia de una dictadura democrática, tales connotaciones al detenerse a analizarlas no representa una incoherencia en este contexto, ya que AD debía mantener por los momentos 104

Existen muchas justificaciones para el golpe de Estado del 18 de Octubre de 1945, para poder analizarlas y ampliarlas, es ideal remitirse a los textos anteriormente citados sobre el octubrismo; o, dirigirse a: LEIVA, Luis. “El Dilema Octubrista 1945-1987”. Caracas. 1998. Editorial Arte S.A.


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este poder hegemónico que garantizaba por ahora la continuidad del sistema democrático, mientras salían de la inestable dicotomía entre los civiles y los militares. En cuanto a la variable competitiva, hay que dejar claro que se abrieron totales libertades civiles, la posibilidad de agrupación y el libre desenvolvimiento del pensamiento, así como la autonomía por parte de los partidos de llevar sus campañas electorales. Pero en la práctica no ocurría del todo así, “el partido supo usar, de forma no siempre ética ni legal, las ventajas derivadas del uso de los recursos del gobierno provisional, para obtener ventajas políticas105”; AD tomó el poder de manera abrupta y arbitrariamente comenzó a tomar decisiones que afectaban a los demás partidos: “El partido Acción Democrática se embriagó con el triunfo y se enfermó de un sectarismo militante. Cuando los que empezamos a organizar partidos de oposición salíamos a las calles a convocar a las masas, nos encontrábamos frecuentemente con brigadas adecas decididas a impedir por la fuerza el ejercicio de nuestro derecho. Las autoridades policiales eran militantes del partido de gobierno106”

De la misma forma Allan Brewer-Carías afirma que: “El sistema no era el de una relación entre competidores políticos que se respetaban mutuamente, sino que era un sistema de relaciones entre partidos enemigos que aspiraban destruir unos a otros. Por eso, se ha dicho que el sistema se configuró como uno de conflicto entre partidos antagónicos e irreconciliables, pues no había aceptación mutua ni tolerancia. Al contrario, había rechazo y discordia107”

Esto demuestra que el sistema de partidos no era tan unido; mejor dicho, no existían los elementos necesarios para hablar de una competencia real donde los actores formaran

105

REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 92 CALDERA, Rafael. “De Carabobo a Puntofijo. Las Causahabientes”. Venezuela. 2008. Editorial Libros Marcados C.A. Pág. 99. 107 BREWER-CARÍAS, Allan. “Venezuela, República Democrática “/La Institucionalidad Democrática (1958-1998) Barquisimeto. 2011. Editorial Arte S.A. Pág. 400. 106


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parte de un juego limpio y que se respetaran unos a otros, y sobre la base de esta discordia, AD se posicionaba como el más grande partido, y también como el más predominante. Por último, este período será caracterizado por un fuerte posicionamiento ideológico, tal vez el mayor de toda la historia de los partidos políticos modernos, esto debido a que eran partidos nuevos, y el proceso de superposición de lo pragmático por lo ideológico no había viciado aún a estos partidos. AD mantenía una fuerte postura, con una doctrina sólida de la mano con la social democracia; COPEI se perfilaba fuerte al ser la oposición a este partido, siendo el social cristianismo un doctrina contrario de lo que se propugnaba desde AD, por lo que se hacía fuerte en aquellos sectores donde “el partido del pueblo” no llegaba108. Esto, en el marco de la difícil represión hegemónica, representaba un problema: “Al sectarismo AD unía un excesivo ideologismo. Desde su fundación, el partido tuvo una orientación predominantemente ideológica, pues aspiraba la conquista del poder, no como un fin en sí, sino para transformar a Venezuela109”. Si es verdad que aunque este era un partido eminentemente de masas, el primero en su tipo y con la mayor capacidad de inclusión, no era mentira tampoco que se mantenía en un profundo sectarismo en base a una ideología y al pensamiento que por ser electos por la inmensa mayoría, los calificaba para ser la voz de la voluntad general, aun yendo con la lógica teórica que los partidos de por sí sean una voz particular dentro de un sistema Poco tiempo duró este período que sentó las bases del ideal partidista, que diez años después tendría su momento de gloria al desarrollar un sistema totalmente democrático y libre. Claro que habría que esperar un poco más, debido a la regresión de la dictadura militar que con el derrocamiento de Rómulo Gallegos ponía fin al gobierno civil.

108

Para ejemplificar esto en términos geográficos, la región andina, específicamente Táchira y Mérida, estuvo conformada mayormente por COPEI, razón quizá por el catolicismo tan marcado que estas zonas guardan. Para una mayor visión de este enunciado, ir a: ARRÁIZ, Lucca. Pág. 90. 109 REY, Juan Carlos. Pág. 97.


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Etapa II (1948-1957) Regresión Dictatorial110

Muchas historias surgen de estos años, muchos momentos, muchos actores, muchas represiones, muchos elementos a analizar y comprender. La situación es muy amplia y compleja, nació para ser de obligatorio entendimiento si se quiere conocer el por qué los venezolanos son como son, lo que significa que su estudio es grande y bastante complicado. Sin embargo, este es un análisis de la situación cívico y militar, que aunque exige una mirada en todos los ángulos, es preferible a su vez una delimitación, sobre todo porque de por sí, son poco comprensibles. De esta manera, se intentará revisar cómo fueron las relaciones entre el sector castrense y el sector civil con los partidos políticos como bandera de estos últimos, cuáles fueron las transformaciones que sufrió el país a causa del desplazamientos de los civiles en el poder, y cómo regresan los partidos casi de la muerte para desarrollar una sociedad de partidos completamente sólida que le pondría el acento a la democratización y civilización de Venezuela en 1959. La junta militar tomó el control completamente, prometiendo pronta estabilidad y generando la confianza de que más temprano que tarde el país volvería a reestructurarse como una verdadera sociedad democrática; la Junta tenía por hombres al mando al ex ministro de la defensa Carlos Delgado Chalbaud, y a los tenientes coroneles Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera Páez, este triunvirato cambiaría gradualmente con el pasar de los acontecimientos. AD fue disuelta el 7 de Diciembre, y buena parte de los sectores sociales del país parecían estar de acuerdo con el freno militarmente impuesto a este partido: “La máxima dirigencia de URD y COPEI después de ser recibida por el presidente de la Junta Militar de Gobierno, expresaron que la práctica de una conducta hegemónica y sectaria por parte de AD llevó la situación a un extremo de tal opugnación y discordia

OTEYZA. Carlos. “Tiempos de Dictadura” Venezuela. 2012. Para desarrollar este apartado se contó con la utilización del documental antes expuesta, ya que representó un recurso sustancial y verás de los acontecimientos que se presentarán a continuación. 110


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nacional, que determinó la acción de las fuerzas armadas111”

Al parecer, la hegemonía Adeca logró ganar un ambiente de discordia y desigualdad, provocando que los partidos más fuertes lo rechazaran, apoyando indirectamente el golpe y esperando calmadamente a que unas prontas elecciones decidieran el destino del país en un ambiente “más justo” con partidos “en igualdad de condiciones”. Básicamente los dos partidos más importantes después de AD: URD y COPEI, no sólo estaban de acuerdo con este golpe militar, sino que justificaban la actuación de los militares con el fin de darle un orden necesario al país y crear un ambiente partidista donde la competencia política fuera real. Rómulo Gallegos fue exiliado del país, y los dirigentes de AD se vieron sumidos en tres posibilidades: cárcel, exilio y clandestinidad; y así pasarían los hombres y mujeres del partido del pueblo 10 cruentos años recibiendo los más deshumanizantes abusos por parte del régimen militar. Pronto, los ganadores empezaron a redactar las reglas de juego, expulsaron a Gallegos y su gabinete, disolvieron el Congreso Nacional y las Asambleas Legislativas, los Concejos Municipales y el Consejo Supremo Electoral, renovaron la Corte Federal de Casación y disolvieron también a la CTV112. Los militares tenían el mando total del país, pero aun así, siempre se auto-llamaron un gobierno de turno que buscaba calmar la difícil situación para así convocar a elecciones libres. Siguieron los ataques represores y el 13 de mayo de 1949 es disuelto el PCV, el cual es disminuido a la clandestinidad junto con AD a causa de la situación internacional, la lucha contra el comunismo en el mundo y la búsqueda de la aceptación del gobierno de facto por parte de los Estados Unidos. A su vez, se generaba el inicio de la guerra contra los partidos, ya que ya no era sólo el odio contra el partido del pueblo al ser este quien con sus actos se “buscó” el golpe de Estado, sino que empezaría una batalla contra cualquier elemento civil que pusiera en peligro el nuevo orden establecido. SILVA, Luis. “De Cipriano Castro a Carlos Andrés Pérez (1899-1979)” Caracas. 2000. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Pág. 228. 112 MAYOBRE, Eduardo. “Venezuela, la Dictadura Militar 1948-1958” Caracas. 2013. Fundación Rómulo Betancourt. Pág. 22. 111


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Para poder comprender mejor este período, será necesario dividirlo en dos momentos, el primero que arranca con el golpe militar en 1948, y el segundo que empieza en 1952 con la ascensión de Pérez Jiménez al poder total de Venezuela que culmina con el final de su dictadura. Ambos períodos presentan muchas singularidades y diferencias, los dos tienen elementos políticos muy particulares victimas del contexto que al momento existía. A su vez el sistema de partidos, el punto que más interesa, fue modificado totalmente y no es exagerado decir que . Los partidos políticos más importantes apoyaban el gobierno de facto, lo justificaban, y esperaban tranquila pero activamente el momento en que se restablecieran las reglas de juego democráticas; mientras tanto, comenzaron poco a poco las desapariciones de figuras políticas, se cerraron varios periódicos y medios informativos, y la Junta Militar empezó a crear un ambiente de auto-censura y miedo para aquellos sectores enemigos del régimen. Este primero período, el que se analiza actualmente, también dio el primer magnicidio, el del encargado de la Junta Militar: Carlos Delgado Chalbaud, el 13 de noviembre de 1950, esto abrió un caudal de mayores represiones al creerse que tal asesinato había sido provocado por adeptos de los partidos ilegales, pero es sabido que fue más un asunto personal cuando se conoció al asesino del presidente, quien era Rafael Simón Urbina; otras vertientes un poco más increíbles sostienen que el responsable de tal asesinato fue Marcos Pérez Jiménez, este magnicidio jamás fue aclarado totalmente y Rafael Simón Urbino fue ejecutado por la seguridad del Estado. Aun así, el gobierno intensificó su fuerza pues esta muerte los hacía ver débiles y en parte vulnerables, y en un momento tan delicado como aquel, era lo peor que les podía pasar. En este momento el gobierno de facto se desplazó hacia la preferencia de un civil, el cual sería él quien presidiera la ahora nueva Junta de Gobierno, cambio de nombre que se supuso necesario al incorporar al abogado Germán Suárez Flamerich al poder. Esta estrategia política fue ideal, pero no significó un paso a la apertura de un sistema militar al civil, sino al contrario, se intensificaron las acciones y el ambiente se fue poniendo cada vez más difícil. Para 1952, el gobierno se sentía más seguro de sí mismo, más fuerte, más capaz de conseguir esa legitimidad de origen que aun carecían, por ello, se abrió paso las


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elecciones de la asamblea constituyente las cuales serían el inicio tan anhelado por los partidos que quedaban. Suárez Flamerich prometió que las elecciones serían totalmente legales y que “la voluntad del pueblo sería respetada113”, y a causa de esto, salieron a votar masivamente todos los venezolanos, a un por encima de la orden de AD para que las personas se abstuviesen. Fueron momentos donde se vio sin máscaras la violencia que el gobierno estaba provocando, directores de URD y COPEI fueron detenidos temporalmente para intimidarlos, fue asesinado en las calles de Caracas Leonardo Ruiz Pineda y Antonio Pinto Salinas, entre otros, muchos más corrieron con la misma suerte. A pesar de las duras represiones, los partidos hicieron sus campañas, buscando gente y agrupando masas, desde 1948 URD y COPEI se estaban preparando para estas elecciones que se ejecutarían el 30 de Noviembre de 1952. Este caso histórico, es bastante difícil de analizar; Juan Carlos Rey, en su obra ya citada: “El sistema de partidos venezolanos (1830-1999)”, expresa, que el período comprendido desde 1948 hasta 1958, es un “paréntesis sin sistemas de partidos114”, pero en base a ciertos argumentos, se podría decir que hubo no sólo un sistema de partidos, sino que hubo dos sistemas de partidos que caracterizaron estos 10 años. Habrá que analizar muy bien esto, y lo primero que hay que dejar claro es que sí existió un sistema de partidos, dañado, totalitario y despótico, pero un sistema de partidos al fin. El problema con este sistema es que es imposible agruparlo en una tipología de los sistemas expuestos por Sartori y presentados anteriormente, sino que es una especie de quimera donde aparecen muchas características y elementos que se deben combinar para que de alguna manera se pueda clasificar este período partidista. Por lo tanto, se ha decidido desarrollar este período dentro de los sistemas no democráticos, por obvias razones, una de ellas al ser transformado un período de transición con una Junta de gobierno militar provisional, a un gobierno militar personalista; entre otras razones más. Al separar a los sistemas democráticos y no democráticos, surge el primer problema, dentro de los sistemas no democráticos, aparecen 113 114

Ibid, Pág 31. REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 56.


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dos subdivisiones: el sistema hegemónico, y el sistema único; ambos son en teoría incompatibles para este período ya que por un lado la aún legalidad y capacidad de los partidos de batirse en elecciones descarta la opción del unipartidismo; y por otro lado, aunque los sistemas hegemónicos se caracterizan por ser totalmente poderosos, y no dar paso a la competitividad, lo cierto es que sí era un momento donde se competía arduamente y como lo afirma Luis Salamanca: “Los datos de prensa revelan que la campaña de 1952 tuvo importantes elementos competitivos, pese a la ilegalización de AD115”. El Frente Electoral Independiente tenía el apoyo del gobierno, junto con eso los recursos del Estado y la capacidad de limitar legalmente la acción de los partidos opositores en las campañas, lo que eventualmente hicieron, pero aun así, su poder no era tal como para que se hiciera imposible la victoria de la oposición, y esto ocurrió así: 1.198.00 votos para URD, 403.000 votos para FEI y 306.000 votos para COPEI116. Los resultados fueron cambiados y se autocorrespondieron 60 diputados por FEI, 29 por URD y 14 por COPEI. Las elecciones fueron saboteadas, y la hegemonía de los militares se mantenía, pero no por la capacidad que el partido del gobierno tuviese para generar una supremacía legítima dentro de las reglas de juego, sino que se mantenía y se hacía fuerte porque se pasó por encima de estas mismas reglas de, y legalizaron por la fuerza un gobierno a causa de una falta en la legitimación de origen, por lo tanto, un sistema hegemónico tampoco es el ideal, sino más bien una unión entre ellos para generar un sistema adaptable a las condiciones. Se habla entonces para el período de 1948 a 1952 de un sistema no democrático, represivo, que ilegaliza partidos pero a su vez legitima otros, que cuenta con un partido político de gobierno, y esto es realmente fascinante, pues reconoce el valor que tiene el partido político para una sociedad como la venezolana, que está de acuerdo con el funcionamiento de tal institución y comprende que para desarrollarse dentro de la política se necesita tal organización, aun entendiendo que el sector militar y el sector cívicopartidista siempre han mantenido una relación dialéctica, donde uno no excluye al otro pero si se repelen. También se genera mucha competitividad, aunque a un nivel poco

115 116

SALAMANCA, Luis. “¿Por qué vota la gente?”. Caracas. 2011. Editorial Alfa. Pág. 95. MAYOBRE, Eduardo. Op. Cit. Pág. 36.


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democrático y desigual, pero con la posibilidad que a pesar de estar en un momento con apenas los mínimos derechos electorales, se permite un espacio lo suficientemente grande para competir y ganar. Por ende, se tiene un sistema que no es ni libre ni democrático, pero si lo suficiente como para que se generen ciertas oportunidades: oportunidades de elecciones

desiguales,

oportunidades

de

victorias

opositoras,

oportunidades

de

desconocimientos electorales, oportunidades de nuevos gobiernos. Todo cambia luego de este momento, el gobierno inmediatamente desde el mediodía comenzaba a recibir noticias desalentadoras, todos sabían ya que la Asamblea sería amarilla. Los asesores de Pérez Jiménez le piden “que liquide la junta y gobierne solo, los problemas y las dificultades han surgido siempre de la división del ejecutivo117”. Y efectivamente lo hizo, luego de cerrarse las actas del 30 de Noviembre, Vallenilla Lanz presenta una carta de renuncia de la Junta de Gobierno, y en un acto subscrito en representación de las fuerzas armadas nacionales, se acepta la renuncia de la junta de gobierno y se designa al coronel Marcos Pérez Jiménez como presidente de Venezuela para el período que arrancaría del 19 de abril de 1953, al 19 de abril de 1958. “Venezolanos, próximo a concluirse el gobierno provisional, la Junta de Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela estimó conveniente dimitir los poderes entre los representantes autorizados de las Fuerzas Armadas, que es la institución donde estos poderes emanan. Como consecuencia de aquel acto, las Fuerzas Armadas, por el medio autorizado de sus representantes, han determinado que yo asuma la presidencia provisional de la república118”

El golpe se había consumado, el gobierno no aceptó las elecciones y las desconoció. Asumiendo el control a favor del “bien de la nación” los votos fueron saboteados y por medio de un traspaso de poder de la Junta de Gobierno a Pérez Jiménez, de la mano con el fraude en la elección de diputados, el gobierno se hizo de la mayoría de los escaños en la

117 118

SILVA, Luis. Op. Cit. Pág. 245. Alocución de Marcos Pérez Jiménez. Idem.


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Asamblea Constituyente, dando el golpe final al proceso de toma de poder. Aun así, Marcos Pérez Jiménez busca sostener conversaciones con URD y COPEI para llegar a un acuerdo que calmara la situación, esto en base a que Vallenilla Lanz veía más que conveniente no romper relaciones con Jóvito Villalba y Rafael Caldera con el fin de que se posicionaran en los lugares de la asamblea y no abandonaran sus escaños. Ambos representantes de tales partidos rechazaron su incorporación a la asamblea, y anunciaron que cualquier miembro que asistiera sería expulsado del partido. Así, ratificaban su rechazo rotundo al acto de asumir dictatorialmente la presidencia y la mayoría del parlamento. Pronto, el gobierno perdió toda relación con los partidos políticos más influyentes del país, ya no les interesaba compartir el poder, ni aceptar otra fuente de opinión o expresión del pueblo que fuera “en contra de los intereses de la nación”, es más, dejó prácticamente de existir otra voz, el país se paró, nadie pudo hacer más, toda oposición fue casi destruida por la seguridad nacional, ellos eran la única voz. Jóvito Villalba es expulsado del país por sospechas ficticias de que preparaba una sublevación, COPEI estaba a la espera de cualquier cosa y todo acto o proselitismo político fue auto-censurado, nadie se atrevía a hacer nada. El 2 de Diciembre comienza una nueva etapa para el país, se crea un proyecto constitucional y con él se eligieron a los miembros del Congreso Nacional, la Corte Federal y de Casación, el Procurador de la Nación, el Contralor General de la República, la Asamblea Legislativa de los Estados, los Concejos Municipales, y otros elementos de la administración pública venezolana. Es el segundo período que se había mencionado anteriormente, las reglas de juego cambiaron, el poder también cambió, y el sistema de partidos fue transformado. A partir de aquí y hasta 1958 se puede hablar de un sistema unipartidista. AD y PCV seguían prohibidos, pero no se necesitó ilegalizar a URD y a COPEI para sacarlos del juego, “Eran hostilizados por el gobierno y se encontraban disminuidos. La mayoría de dirigentes de URD estaba en el exilio y COPEI se le imponían todo tipo de trabas para su funcionamiento119”; al final, prácticamente fueron vetados del sistema al serles bloqueada su participación en las elecciones del 58. El gobierno 119

MAYOBRE, Eduardo. Op. Cit. Pág. 63.


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desconocía el papel de esos partidos, pero no de los partidos políticos en sí, aún el FEI seguía vigente, y seguía por la vinculación tan grande que la población tenía con tal institución; así que aunque el gobierno personalista de Pérez Jiménez se posicionaba como un ente suprapartidos, el sistema unipartidista seguía existiendo como medio de constante legitimación a su figura, y si llegaba a necesitarlo, como forma de batirse en elecciones en una sociedad que reconocía y aceptaba a los partidos. Un plebiscito fue el medio con el que el gobierno se valió para pedirle la “opinión” al pueblo si quería que Marcos Pérez Jiménez siguiera en el poder hasta 1963. No se dio otras alternativas, no se llamaron a otros partidos políticos, no se dijo qué pasaría si se votaba por la opción “NO”; todo esto era totalmente desconocido, era una simple consulta sobre la reelección del presidente y a su vez del Congreso Nacional, Asambleas Legislativas, Estadales y Concejos Municipales. 2.374.790 fueron los votos por la opción “SI” del plebiscito, mientras que por la opción “NO” votaron 384.182120. Ningún partido reconoció las elecciones, ni siquiera en la constitución estaba consagrada la figura del plebiscito como medio de elección, por ello, significó el abuso del gobierno, la gota que derramó el vaso y produjo el fin del gobierno Perejimenista. Para ese entonces, la Junta Patriótica, organización exclusivamente encargada de impedir la continuación del gobierno, llevaba dos años de vida clandestina pero activa, junto con miembros de AD, PCV, URD y COPEI, esta unión de partidos con un objetivo principal, será la primera vez que se trabajase armónicamente para el bien del país, sin una organización por encima de la otra, sino todas trabajando en conjunto para generar un cambio. Tal Junta ejecuta una serie de acciones que serán decisivas: dan a conocer la declaración de sus principios, crean el manifiesto de unidad nacional, y (la mayor ventaja para los inicios del fin del gobierno) la penetración en las Fuerzas Armadas, gracias a esta última se produjo la sublevación aérea de Palo Negro en Maracay, lo que genera el bombardeo de aviones a Miraflores. La sociedad civil no se hace esperar, huelgas por todo el país aparecen y las universidades se suman a tal acción. Caldera es expulsado del país y el 20 de enero subscribe con Rómulo Betancourt y Jóvito Villalba el Pacto de

120

SILVA, Luis. Op. Cit.Pág. 284.


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Nueva York, los cuales se comprometían a luchar por la caída del régimen militar. Se dan así los primeros pasos a la instauración de una democracia de partidos con apoyo mutuo. El final de la dictadura se oye gracias a las campanas de las iglesias que anuncian el 21 de Enero la huelga general. Comercios, bancos, transporte, prensa; todos fueron cerrados, el país completo cayó en un estado de desobediencia civil y muy pronto las Fuerzas Armadas declaran su rebelión ante el gobierno121. El 23 de enero Pérez Jiménez abandona el país y una Junta Militar de Gobierno encabezada por Wolfang Larrazábal toma el poder provisional, con la promesa (ahora si cumplida) de realizar elecciones libres.

Etapa III (1958-1978) Auge y caída del Pacto de Punto Fijo, y comienzos del sistema de Partidos Puntofijista

Más que parafrasear la historia, o valerse de una acción de cuenta cuentos para relatar los acontecimientos sucedidos en estas épocas, lo que interesa es descifrar la actuación del sistema de partidos, sus características, sus elementos más importantes, la manera en que se relacionaban unos con otros, determinar cuáles fueron sus desaciertos y cuáles son los puntos más sólidos que consiguieron crear. Aquí arranca una democracia de partidos, comprendida así porque serán los partidos los encargados de enrumbar todo el sistema venezolano en unas reglas de juego hechas por y para ellos mismos, manejando el poder, disponiendo de él, y, salvo excepciones de unos que otros grupos sociales y élites venezolanas, los partidos políticos dominarán totalmente la segunda mitad del siglo XX. Los partidos políticos se fortalecen en la clandestinidad gracias a la creación de la Junta Patriótica, la cual a través de ciertos movimientos secretos y con la ayuda del sector militar, logra derrocar al gobierno y crear uno nuevo, de facto, que abriese las libertades y propiciara un ambiente para prontas y libres elecciones. Esta junta Patriótica será el primer

121

MAYOBRE, Eduardo. Op. Cit. Pág. 73.


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encuentro entre partidos con el fin de trabajar mutuamente en un mismo fin, por lo que es un inicio de lo que vendrá a ser el espíritu de Punto fijo: “La unidad de los partidos hecha presencia real y no consigna verbal en el seno de la Junta Patriótica, trajo consigo como consecuencia lógica la unidad de los sindicatos obreros, la unidad de los intelectuales, la unidad de la nación entera a la luz de la decisión enfurecida de echar de esta tierra al tirano y a su cortejo de rufianes y verdugos122”.

Con la venida de esta nueva etapa, aparece como instrumento estabilizador de la situación la Junta de Gobierno, conformada por aquellos militares que apoyaron la caída de Pérez Jiménez encabezada por el Contralmirante Wolfang Larrazábal, y más tarde por dos civiles más: Eugenio Mendoza y Blas Lamberti. Una de los actos más importantes de esta Junta fue la creación de la Comisión Redactora del Estatuto Orgánico Electoral, la cual designaba a quienes serían los miembros del Consejo Supremo Electoral y llevarían a cabo las prontas elecciones, que fueron programadas para diciembre de 1958. Aquel acuerdo hecho en Nueva York por Rafael Caldera, Jóvito Villalba y Rómulo Betancourt sería el más grande e importante antecedente del Pacto de Punto Fijo123: “Al día siguiente (de la llegada de Rafael Caldera a Nueva York, el día 19 de enero), un grupo de líderes políticos venezolanos de los tres partidos democráticos (AD, COPEI y URD), fueron los invitados de Ignacio Luis Arcaya en el New York Athletic Club, en el Central Park South. Hablaron ellos allí acerca de la inminente caída de Pérez Jiménez y sobre lo que sucedería después. Acordaron que era necesaria una tregua entre los partidos políticos, porque si no lo

122 123

REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 103. CARTAY, Gehard. “Caldera y Betancourt” Caracas. 1987. Editores Centauro. Pág. 224.


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hacían así, se encontrarían pronto de nuevo en la cárcel o el exilio124”.

De la búsqueda por darle un sentido más respetable y sólido a aquellas reuniones y conversaciones sobre la integración interpartidista, surgió este Pacto, una alianza en todos los ámbitos de la sociedad venezolana. Nadie podría contrariar la idea de que este Pacto rompió con un modo de vida política y dio paso a un nuevo sistema, sólo pocos acontecimientos en Venezuela han fragmentado la historia y han generado novísimas y prácticas formas de hacer política, que aun hoy, casi 60 años después, resulta muy difícil imaginar una Venezuela como la que tal Pacto desarrolló y los métodos de gobernabilidad democrática que esta coalición generó. Un par de meses antes de las elecciones de 1958, exactamente el 31 de Octubre, se reunieron en la quinta Punto Fijo de Rafael Caldera los representantes de AD, URD y COPEI; a su vez contaban con la presencia de distintas figuras de diferentes sectores de la sociedad. Juntos desarrollaron 3 principios fundamentales que serían las bases de tal acuerdo, estos principios eran: 1. Defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral; 2. Un Gobierno de unidad nacional; y 3. Un programa mínimo común125. Estos tres puntos serían esenciales al momento de constituirse un nuevo gobierno, ya que brindaría la posibilidad de crear una democracia de partidos que estuviera abierta y libre de todo canibalismo. Rodolfo José Cárdenas publica por COPEI en abril de 1958 una serie de escritos sobre lo que debería ser la intensión de un “candidato de unidad” y la actuación de un gobierno de coalición y sus beneficios: “El candidato de unidad (comenzaba diciendo) envuelve la tesis del gobierno de coalición nacional. Si esta candidatura es exigencia de la unidad, el gobierno de coalición nacional es el desarrollo gubernativo e esa misma unidad. De momento no puede haber un gobierno monopartidista, con exclusión de los otros partidos y de los sectores independientes honestos. El SUÁREZ. Naudy. “Punto Fijo y otros puntos. Los grandes acuerdos políticos de 1958” Caracas. 2006. Fundación Rómulo Betancourt. Pág. 11. 125 CALDERA, Rafael. Op. Cit. Pág. 123. 124


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gobierno de coalición nacional es la exigencia práctica de la unidad política; es un requerimiento de la fortaleza que han de tener el nuevo régimen constitucional: es darle la mayor base de sustentación al gobierno popular, es dotarlo de estabilidad suficiente como para resistir cualquier impacto retrógrado de las fuerzas antipopulares126”.

La conformación de una unidad nacional en torno a un gobierno, sería el mayor logro de tal Pacto, ya que agruparía a una coalición de partidos dentro de la institución gubernamental al mismo tiempo, por ello, no sólo se gobernaría para todos, sino que todos gobernarían por medio de los 3 partidos más importantes del país y las numerosas agrupaciones y élites que se posicionaban al rededor, siendo responsables de la administración pública y actuando a su vez como freno del resto de la coalición. Este principio es fundamental ya que no significaba la repartición de los cargos como pareciese, sino que a través de un proceso de democratización, no se gobernaría unilateralmente y sin alianzas, y gracias a esto todos los ámbitos de la sociedad, incluso los no partidistas, tendrían voz en el gobierno. URD aporta una idea de cómo debe ser esta conformación multilateral: “1. El presidente de la república deberá organizar el gabinete y los gobiernos estatales, dando adecuada y justa participación en aquellos a los partidos democráticos que obtuvieses respaldo nacional y amplio, en escala nacional, en las venidas elecciones; 2. La participación de cada partido sería proporcional a los votos por él obtenidos, pero en ningún caso podrá un solo partido tener mayoría absoluta en el gabinete ni en las gobernaciones de los estados; 3. Los sectores independientes deberán tener también participación en el gabinete y los gobiernos regionales127”.

Así se vincula la idea de la coalición de partidos, el gobierno multilateral, la unidad y la cooperación. De esta coalición queda por fuera el PCV, que a idea de Betancourt y del 126 127

SUÁREZ. Naudy. Op. Cit. Pág. 14. Ibid. Pág. 18


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resto de firmantes este partido, no representaba los ideales nacionales y democráticos, por lo que su inclusión en tal Pacto no tenía ningún sentido, más adelante tal acción le restaría fuerzas al Pacto y sería mal visto ante la mirada pública128. Las elecciones estaban muy cerca, Acción Democrática había optado por Rómulo Betancourt, COPEI por Rafael Caldera, y una jugada muy buena de URD fue buscar a Wolfang Larrazábal que para aquel entonces contaba con una gran popularidad y que a su vez era apoyado por el PCV; por ello, el 14 de noviembre expone su renuncia de la Junta de Gobierno para así poder optar al cargo de presidente, y queda dirigiendo la Junta Edgard Sanabria129.

Se recordará la victoria de Rómulo Betancourt en aquellas elecciones, el cual obtuvo 1.284.092 votos, Larrazábal 903.479 votos y Caldera 423.262; a su vez que en los cuerpos deliberantes Acción Democrática obtuvo 32 senadores y 73 diputados, Unión Republicana Democrática obtuvo 11 senadores y 34 diputados, el partido social cristiano COPEI

obtuvo 6 senadores y 19 diputados, y el PCV consiguió 2 senadores y 7

diputados130. Aquí arranca el gobierno de coalición, ya que inmediatamente Betancourt cumple con su palabra y con el Pacto acordado, él no gobernará solo, su partido no lo hará tampoco, sino que inmediatamente se le es otorgado a URD 3 ministerios, a COPEI 2, y a AD 2; en los Estados Táchira, Mérida, Barinas y Anzoátegui serían manejados por COPEI; Miranda, Aragua y Carabobo por URD; y el resto del país por AD. En el Congreso Nacional es designado a Raúl Leoni como presidente del Senado, a Domínguez Chacón por URD y Patrocinio Peñuela por COPEI como primer y segundo vicepresidente respectivamente; para presidir la Cámara de Diputados se eligió a Caldera y representantes de AD y URD como primer y segundo vicepresidente131 Esta es la ejemplificación más grande del nuevo ideal al que apostaban los partidos políticos, dejando el monopartidismo y trabajando por un sistema más justo y amplio con mayores elementos democratizadores. Ya la época de AD como partido hegemónico había 128

REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 104. SILVA, Luis. Op. Cit. Pág. 284. 130 Idem. Pág. 355. 131 Idem. Pág. 370. 129


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pasado hace mucho tiempo, ahora, el panorama era distinto, se gobernaba para todo y se otorgaban las oportunidades reales de que no sólo un partido pudiese tener indefinidamente el poder, por ello, según la tipología de los sistemas de partidos, el período que comprende de 1959 a 1963, se conoce como Sistema Pluralista Moderado, ya que cuenta con 3 partidos fuertes que tienen posibilidades concretas de alcanzar el poder, con distancias ideológicas no tan grandes por lo que se puede generar un consenso. Estos pactos y los que vendrán más adelante serán de poca duración, y el primer punto de desmembramiento para el pacto de conciliación de élites y partidos fue la salida URD del gobierno y el traslado al sector opositor. Fue un golpe muy difícil para el Pacto esta salida y su paso a la oposición de la coalición, desde aquí vendrá a desempeñar acciones que no los beneficiaría para alcanzar un gran poder electoral, y su vinculación constante con grupos del PCV generó una visión inapropiada en la sociedad venezolana. A pesar de la valiosa creación de las alianzas y cooperaciones entre los partidos para alcanzar una paz nacional, no se impidió que fueran años de duras represiones, violencia guerrillera y debilitaciones en los partidos. Situaciones como la división de AD que abrió paso al MIR y al Grupo ARS; atentados contra el gobierno de Betancourt con lamentables insurrecciones como la del Porteñazo y el Carupanazo; la conformación de fuerzas guerrilleras apoyadas por Cuba que buscaban mediante las armas la conquista del poder; el intento de magnicidio contra el presidente; el paso del PCV y el MIR a la ilegalización y sus alineaciones como partidos anti-sistemas; entre otras cosas, generaron un ambiente muy difícil para gobernar en coalición. Se puede evidenciar que estos años resultaron muy difíciles de gobernar, sobre todo para AD y Rómulo Betancourt, a pesar de esto, supieron mantenerse cuando en las elecciones de 1963 gana Raúl Leoni. Se podría decir que el país estaba dividido en dos vertientes: una era la coalición del ARS, MIR, PCV y URD; la otra coalición era la del Pacto con COPEI y AD. La última coalición demostraba su poderío y la capacidad de entendimiento y de coordinación a diferencia de los primeros que jamás pudieron ponerse de acuerdo y desempeñar una acción verdaderamente conjunta. Por ello mismo, gana Leoni, aunque con un piso político en la


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Asamblea bastante débil, y con la dificultad de gobernar en coalición. Jesús Ángel Paz Galarraga, secretario general del partido, declara no sorpresivamente que COPEI era “Importante y deseable, pero no indispensable132”, con esto el presidente Leoni designará su primer gabinete, todos de su mismo partido. Eran momentos duros para el Pacto de Punto Fijo, URD había salido y COPEI, el mayor apoyo del gobierno de coalición había sido desplazado, y en términos claros y teóricos, la salida de Betancourt del poder acaba con el Pacto. Claro que en palabras de Caldera, este Pacto jamás fue previsto para ser una asociación eterna, sino que sería de sólo un quinquenio, y esto no representaba un problema o un fracaso para tal pacto, ya que “El compromiso solidario de sostener las instituciones por encima de las diferencias partidistas133” había significada el mayor logro. Por ello, el “Espíritu de Punto Fijo134” había mermado en la sociedad venezolana, y un llamado “pacto institucional135” seguiría a lo largo de estas décadas con coaliciones partidistas muy momentáneas pero que hacían ver que los actores políticos apostaban por gobiernos asociados entre muchos partidos u organizaciones. Por ello, se intentará conformar un gobierno de Amplia Base con URD y el reciente Frente Nacional Democrático, “partido Uslarista”. Este pacto durará muy poco debido a las diferencias que existían entre las partes. Se establecieron como principios: “1. Pacificación del país mediante una política de convivencia nacional; 2. Libertad de los detenidos sin juicios; 3. Revisión de los juicios con vista a pacificar los ánimos; 4. Ley de elección que restringiera el voto por color sólo para analfabetas; 5. Autonomía del poder judicial136”.

Era muy difícil la elaboración de estos gobiernos de conciliación y se necesitaban condiciones muy específicas para que pudiese perdurar, tal vez por ello esta clase de sistemas estaban destinados a ser muy efímeros, ya que las características que lo creaban 132

Ibid. Pág. 531. CALDERA, Rafael. Op. Cit. Pág. 129. 134 REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 129 135 Idem. 136 SILVA, Luis. Op. Cit. Pág. 538. 133


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eran sumamente inusuales. Para llegar a acuerdos que pudiesen generar asociación, se necesitaba una mínima homogeneidad; un número relativamente reducido de grandes y sólidas organizaciones que pudiesen articular todos los intereses; y líderes que tuviesen autoridad y confianza en las masas137. La primera característica era muy difícil de desarrollar ya que existía realmente una gran heterogeneidad entre las partes, y por lo general era aún más difícil ponerse de acuerdo a la hora de elaborar consensos; en la segunda característica los partidos ya no significaban lo que eran al principio a pesar de que poco más de 5 años atrás eran organizaciones completamente sólidas, por ello era tan complicado las coaliciones, por el hecho de que las organizaciones eran mucho más débiles y su estructura no era lo suficiente como para agrupar grandes intereses; se pueden ver algunos intentos de lograr una solides en el Pacto de Punto Fijo como la exclusión del PCV y cualquier otra organización que generara una situación problemática de consentimiento en las reglas comunes y consensos básicos138; la última característica sin embargo era la más estable de todas, los líderes seguían ahí, fuertes, se mantenían en la popularidad de los venezolanos, estaban bastante legitimados, eran considerados imponentes figuras y grandes hombres de bien, muy por encima de las organizaciones que eran gradualmente saboteadas y minimizadas. Los sistemas partidista son bastante dinámicos, serán movidos por acontecimientos significativos, y leves cambios en las relaciones políticas significarán una transformación de tales sistemas. El paso de algunos partidos a la ilegalización y más adelante a formar parte de partidos anti-sistemas, no entra en la caracterización de los sistemas pluralistas moderados, sino más bien en los polarizados. Luego de que el pacto cayera cuando Leoni desplazó a COPEI del gobierno y generó otra coalición, se amplió el número de partidos y la

distancia

ideológica

fue

creciendo,

así

como

fue

creciendo

también

la

desinstitucionalización de los partidos políticos. Pero a pesar de esto, los partidos sabrán encontrar muy bien el camino a la estabilidad política, aún esto no pasaría, faltarían algunos

137 138

REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 130 Idem.


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gobiernos más y algunos procesos que propiciarán la disolución de partidos pequeños hasta llegar a un sistema bipartidista de AD y COPEI más adelante. En la presidencia de Leoni fue la primera vez que es pasada la banda presidencial del gobierno a la oposición, ya que el cargo fue asumido por Rafael Caldera por COPEI. Muchos elementos pueden entrar en consideración si se quiere saber por qué perdió al fin AD, y el que más sale a la vista fue su tercera y más dura división, cuando se buscaba un candidato de este partido y Gonzalo Barrios y Luis Beltrán Prieto Figueroa se disputaban este lugar, a la final Barrios será el candidato y Beltrán Prieto se llevará a gran parte de la militancia, lo que significó también la pérdida de las cámaras legislativas y la presidencia de la República. A pesar de que Caldera gana las elecciones presidenciales, su partido pierde en las elecciones de los cuerpos deliberantes, siendo ganador AD. Caldera necesita del apoyo de AD y del piso político que este le podía dar, por lo que acuerdan trabajar mutuamente, primero en carácter parlamentario, más tarde en las demás áreas de la vida pública venezolana139. En los primeros momentos del gobierno de COPEI, se desarrollarán las relaciones de cooperación a partir de otros ángulos, ya no se buscarán coaliciones permanentes, sino coaliciones parlamentarias ocasionales cuando se necesitase aprobar algo140. Esto se convirtió en un problema que más tarde Caldera rectificaría, ya que para ese entonces existían 16 fracciones en los parlamentos, un número que imposibilitaba totalmente las coaliciones, por lo que por fin se acordó que AD y COPEI trabajarían en conjunto ya que eran las organizaciones más poderosas en ese momentos.

La política de pacificación del presidente Caldera supo crear un ambiente de tranquilidad en el país, la legalización del PCV y del MIR generó un estado de apertura donde todos los partidos y movimiento mediante la vía legal podían alcanzar más espacios políticos que con actos guerrilleros o desestabilizadores, estos partidos que salían de la ilegalidad lo entendían así, y rápidamente se sumaron al sistema para debatirse limpiamente en elecciones. Los últimos años del gobierno de Caldera fueron políticamente de mucho éxito para ambos partidos, pero justo aquí aparecerá uno de los más grandes problemas de 139 140

SILVA, Luis. Op. Cit. Pág. 587. REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 177.


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los partidos políticos venezolanos: la desideologización y el exceso de pragmatismo. Los partidos políticos se habían convertido en simples maquinarias de votos y habían dejado a un lado los intereses ideológicos, esto se convierte en un elemento que poco a poco envenenará al sistema de partidos y abrirá paso a una falla en la institucionalización de ellos mismos.

Etapa IV (1978 - 1998) Estructuración de una partidocracia personalista (sin ideologías)

Sin duda, el petróleo a mediados de los 70 puso su toque en la política venezolana y generó un nuevo ambiente donde los deseos y ambiciones podían ser saciadas. Venezuela era beneficiada con un boom petrolero que llenaba las arcas con petrodólares prácticamente ilimitados. A Carlos Andrés Pérez le corresponderá ser el responsable de administrar el caudal de dinero que le empezaría llegar a Venezuela, y sería el solo sin otro partido que compartiera el poder, ya que AD obtuvo la mayoría absoluta de todos los escaños en ambas cámaras junto con las Asambleas Legislativas, los Concejos Municipales, a su vez que los gobernadores en ese entonces eran de libre nombramiento y remoción. Jamás en la historia un presidente a través de su partido había tenido tanto poder y la capacidad de gobernar sin ningún inconveniente. “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”, este aforismo fue escrito por Lord Acton, y es el mejor ejemplo de lo que estaba ocurriendo en Venezuela. Carlos Andrés Pérez controlaba todo, y el dinero que le entraba a Venezuela era más del que podían gastar, gracias a la nacionalización de la industria del hierro y del petróleo el país entró en un proceso de dominación sin precedentes del Estado en todas las áreas de la nación, pero esto no fue lo más riesgoso del asunto, el problema se agravó cuando “AD empezó a tener muy poco que ver con las decisiones del enorme y complejo


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aparato del Estado, que dependían de la voluntad del Presidente y de su equipo de confianza, en cuyas selección privaban criterios más bien personalistas que partidistas141”. Ocurría que el partido estaba siendo relegado por el individuo, ya las reglas de juego no se tomaban entre partidos políticos, sino que una persona era la responsable de todas las acciones. Aún se vivía una sociedad de partidos y estos mismos eran la mayor fuerza política en el país, controlaban el Congreso y todas las instituciones, pero a su vez su poder fue cedido a CAP quien con una desmesura irresponsable142 controlaba arbitrariamente todo el aparato del Estado: “Todo ese poder se concentraba en las manos del Presidente, al que el partido AD, además de haberle liberado de disciplina partidista, le había delegado los poderes adicionales, por lo que podía actuar con total libertad, sin controles de ninguna clase143”. EL presidente se situaba por encima de los partidos y los usaba a su favor, pudo controlar el país con poderes extraordinarios que se le fueron otorgando legalmente por su partido a través del Poder Legislativo y así gobernó hasta que Luis Herrera ganó las elecciones mediante consignas de “¿Dónde están los reales?” o “¡Basta ya!”, era la primera vez en el país que se ganaban unas elecciones usando los delitos de corrupción que tenía el gobierno como método de campaña. Cuando llegó Rómulo Betancourt a la presidencia e instauraron un sistema democrático partidista mediante el Pacto de Punto Fijo, el país entró en una calma institucional sin precedentes, la nación era un caos en términos de libertades civiles; y aunque este pacto duro poco más del medio período del antes dicho Presidente, se creó el “espíritu del Pacto de Punto Fijo” lo que significaba el trabajo y el apoyo de todos los sectores de la sociedad para la solución del problema país, tal espíritu era la consagración de un nuevo ideal de cooperación y consenso que generaría la estabilidad política que la sociedad necesitaba.

141

Ibid. Pág. 188. Ibid. Pág. 184. 143 Ibid. Pág. 187. 142


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Pero los partidos políticos sufrieron una especie de degradación y más tarde comenzaron a desempeñar sus funciones como si fueran la única fuerza del país, controlando todos los ámbitos de la sociedad y manejando arbitrariamente a través de alianzas que degradarían su imagen ante Venezuela. Poco a poco los partidos consiguieron un poder tan grande que ya no eran intermediarios o el muy usado término de “puente” entre el Estado y la ciudadanía, sino que trascendieron la línea de gobierno y se creyeron el Estado mismo. En este momento el espíritu del pacto entraría en decadencia y abriría paso al sistema Puntofijista, un sistema controlado por los partidos a niveles peligrosos y poco sanos. Aun con la fuerza que tenía el partido y su respaldo en la sociedad (que aunque muy alto, poco a poco iba disminuyendo), era una institución desgastada y nada sólida, que generó no sólo gobiernos personales, sino acentuó con mayor vigor la herencia de una cultura personalista a cargo de líderes grandes, mesiánicos y todo poderosos que supeditaban cualquier otro poder o actor. Se propiciaría el declive del sistema de partidos, y aunque uno que otro gobierno se apoyaba en la figura del partido como institución de bien, estas décadas se caracterizaron por un excesivo pragmatismo y una decadencia ideológica que sólo generó la visión de los partidos políticos como instrumentos para conseguir votos y ganar elecciones, al mando de personalidades irresponsables con intereses singulares. Un sistema bipartidista es el que se estaba desarrollando en Venezuela a partir del gobierno de Carlos Andrés Pérez, AD y su presidente habían tomado la iniciativa de gobernar desde el personalismo y darle al presidente plenos poderes para administrar unilateralmente el país; pero falta COPEI, el segundo partido más importante se encontraba ante una nueva realidad donde ahora ellos gobernaban, tal vez no como quisieran, pero Luis Herrera Campins supo valerse de estrategias para instaurar completamente una partidocracia donde más nadie salvo ellos (los partidos) tuvieran el control de la sociedad.

A penas Luis Herrera llega a la presidencia, COPEI comete las mismas equivocaciones que su partido antagónico, “Liberó de la disciplina partidista a Herrera que gobernó con criterios claramente personalistas rodeados de sus amigos y de gente que le


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merecía su confianza144”, por lo que continúa con la tradición personalista que se creía superada 20 años atrás. Aunque COPEI había ganado las elecciones presidenciales, su dominio en el parlamento no era total, incluso era bastante reducido, aún el poder legislativo lo dominaba AD, y aunque esto era un problema para administrar despóticamente la nación, Herrera Campins gobernó de manera arbitral de la misma manera que CAP, sólo que este no contaba con el poder de las cámaras, lo que significaba que sin importar intereses políticos o bien estar del país, gracias a una visión sesgada y fuera de lugar, decide ir en contra de la lógica y entra en conflicto directo con AD. Se puede evidenciar la continuidad del sistema bipartidista al revisar los votos obtenidos por los partidos AD y COPEI, y llegan a la cifra de 2.469.042 votos y 2.295.052 votos respectivamente, sumando un 89.97% de los votos totales145, los otros partidos no alcanzaban una real representación, y ante el Congreso la situación no cambiaba mucho, lo que significaba que por otro período más, ambos partidos tendrían el control de la situación; pero a diferencia de años anteriores, haciendo un análisis comparativo y en retrospectiva viendo la manera tan cordial y cooperativa en la que convivían, ahora eran partidos con una relación casi irreconocible, y con modos de proceder que llegaban a extremos de odio debido a fuertes métodos de hacer política y campaña, buscando siempre desprestigiar al otro o deslegitimando su desempeño. “No es exagerado afirmar que, como resultado de este tipo de acciones, el sistema de partidos estuvo próximo a volver al clima de canibalismo político propio del siglo XIX, tantas veces denunciado por Betancourt y que se había creído poder cancelar definitivamente, en 1958, mediante el Pacto de Punto Fijo146”

Ambos partidos políticos se distancian uno del otro, pero no lo hacen por principios ideológicos, sino más bien por principios pragmáticos, o sea, la mera persecución del poder a toda costa; esta característica es típica en el sistema bipartidista antes mencionado, pues 144

Ibid. Pág. 194. BAUTISTA, Diego. “Temas de formación sociopolítica. La política venezolana desde 1958 hasta nuestros días” Caracas. 2012. Fundación Centro Gumilla. Pág. 65. 146 REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 194. 145


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sólo se buscaba ganar las elecciones a cualquier precio ya que el fin última era conseguir más y más poder. Este período se basa en el hecho de que ambos partidos se repartirán el poder, no de manera conciliatoria, sino mediante unas reglas de juego muy conflictivas que iban propiciando la volatilidad electoral, la abstención, el desconocimiento de los partidos como medios democratizadores y el personalismo; todos estos elementos se analizarán más adelante. La segunda característica que presentan estos sistemas bipartidistas y que tiene lugar en el período de gobierno de Luis Herrera Campins, es el gobernar individualmente y sin coalición de ningún tipo, ya que los partidos no necesitaban esta clase de apoyo grupal para alcanzar el poder debido a que tienen la suficiente capacidad de lograrlo individualmente, esto genera que los partidos más poderos tiendan a desconocer a otros partidos del sistema, los menosprecien y comiencen a trabajar de manera unilateral ya que no conciben la multilateralidad porque simplemente no la necesitan. A partir de estos años y como anteriormente se ha mencionado, existe una constante desideologización en los partidos, o sea, empiezan a pragmatizarse y se convierten sólo en partidos electorales que buscan únicamente resultados en los mismos, esto genera una desvinculación del sujeto, lo que conlleva una crisis de “identificación y representación147”. “Si bien es cierto que una de las ventajas de los partidos políticos democráticos, a comienzos del modelo de república civil, fue una mezcla inteligente de ideología con un sano realismo políticos. También es cierto que la percepción progresiva por parte de la población de un evidente abandono de los contenidos doctrinarios y programáticos en aras de un exagerado pragmatismo electoral, fue una de las razones que influyó en la creciente deslegitimación y crisis de credibilidad de estos actores148”.

Las ideologías como estaban establecidas empiezan a decaer; estos son acontecimientos mundiales, no sólo venezolanos, pero este acto genera un cambio gigante en los modos de RAMOS, Alfredo. “La Revolución Bolivariana, El Pasado de una Ilusión”. Venezuela. 2011. Editorial Gráficas Lauki. Pág. 293. 148 OROPEZA, Ángel. “Venezuela, República Democrática “/Los partidos políticos como instrumento de viabilidad de la democracia. Barquisimeto. 2011. Editorial Arte S.A. Pág. 423 147


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hacer política, con ello el partido político va siendo mirado de manera diferente, y la percepción de los venezolanos sobre estos mismos va ganando cada vez más desconfianza, a su vez que la ineficiencia de los gobiernos (caso Viernes Negro) va dañando cada vez más la aceptación que el pueblo tiene sobre términos como democracia, partidos políticos, Estado, Gobierno, entre otros149. Pese a la manera tan descarada que los partidos tomaban el poder y lo usaban para intereses personalistas mediante actos de corrupción, las personas seguían votando y confiando en el sistema electoral, “El bipartidismo no daba muestras de estar en crisis150”, y se evidenciaba con los altos niveles de legitimación que las personas otorgaban mediante el voto. Jaime Lusinchi obtiene 3.755.501 votos, o sea 56,72% por sobre los 2.286.272 votos de Caldera y su 34,54%, lo que sumaba un aplastante 91,30% del bipartidismo151. Las grandes élites políticas, sobre todo las de AD no veían necesaria la transformación del sistema y del tan dañino puntofijismo ya que les resultaba beneficioso un ambiente polarizado donde ellos tenían el mayor poder (eran también mayoría en las cámaras legislativas). Pero Lusinchi estaba claro del problema de su partido y del sistema partidista en sí: “El partido de gobierno y el gobierno se convirtieron en trincheras de la lucha de facciones enfrentadas. Venezuela vio con asombro como un gobierno se desentendió de su identificación partidista y como el partido de gobierno, por una dosis innegable de sindéresis, advirtió con más cónsone con sus posibilidades alejarse prudentemente de la orientación gubernamental. Esta fue la señal de un desastre del cual todavía Venezuela no ha alcanzado a recuperarse de modo adecuado152”.

Habrá que valerle al Presidente Lusinchi el deseo de solucionar el embrollo en el que estaba metido Venezuela, y una de las más habilidosas demostraciones del interés por

149

Véase. SALAMANCA, Luis. Op. Cit. BAUTISTA, Diego. Op. Cit. Pág. 73. 151 Idem. 152 REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 204. 150


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mejorar al país fue la instalación de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), conformado por excelentes representantes no sólo de AD y COPEI, sino también integrado por otros partidos políticos en menos medida, académicos de Universidades de Venezuela, representantes de sindicatos, empresas privadas, iglesia y del sector militar, entre otros, “que tendrían como tarea llevar a cabo las consultas, los estudios y las discusiones necesarias para elaborar un conjunto orgánico de propuestas de reforma del Estado venezolano153”. A partir de esta comisión surgirán una gran cantidad de propuestas y reformas del Estado, pero quizá la más significativa y la que tal vez más repercusiones tuvo fue las vinculadas al área de descentralización del poder y la administración, trayendo consigo la apertura de elecciones regionales. A pesar de esta excelente iniciativa, la realidad bipartidista no había cambiado mucho, “existía aún un partido de gobierno y un partido principal de oposición. El partido depende cada vez más de las decisiones de un pequeño grupo de dirigentes que se conocerán con el nombre de cogollo154”, y la línea que separa al gobierno del partido se vuelve casi invisible cuando Lusinchi decide que los gobernadores serán los secretarios generales de AD, lo que dejaba ver aun más el criterio de que Venezuela ya no era un sistema democrático hecho por el pueblo y para el pueblo, sino un sistema partidocrático hecho por los partidos y para los partidos Se adentra Venezuela en los años 90, y de la misma manera que Lusinchi entró a la presidencia así lo volvería CAP, legitimado nuevamente por una gran cantidad de votantes y consolidando otra vez al sistema bipartidista como rector indiscutible del acontecer político. A causa de la terrible situación económica guiada por el Estado-Partido, se iba propiciando cada vez más una falta de credibilidad en tales instituciones a causa de una irresponsable y malsana superposición una de otra. “El sistema de partidos venezolano se mostró totalmente incapaz de cumplir con sus responsabilidades políticas y se pretendió que esta falta fuera sustituida por una responsabilidad política personal del Presidente de la República155”. Los 153

BAUTISTA, Diego. Op. Cit. Pág. 74. Ibid. Pág. 75. 155 REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 215. 154


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partidos políticos habían concentrado tanto poder y de una manera tan poco responsable, que por una suerte de morder más de lo que era posible tragar, quedaron casi totalmente corrompidos, al punto en que imposibilitó a la institución partidista seguir ostentando el poder. Ocurrió que los partidos alcanzaron una especie de degeneración, convirtiéndose en un extraño cuerpo político más parecido a una fracción que a un partido, siendo una figura personalista la encargada de supeditar a esta institución débil y casi sin vida, y si bien es cierto que aunque los partidos aparecieron en Venezuela para suprimir todo personalismo tiránico e instaurar una democracia multipolar y moderna, ahora los partidos habían generado un mal quizá mayor ya que el germen del personalismo se había incrustado en los partidos políticos, y estos a su vez los habían hecho reaparecer en la sociedad venezolana ahora como una institución de amplia cobertura en todas las áreas sociales del país. Aquella democracia representativa que debía existir desapareció y por ella se instauró una sociedad en la que, gracias a una cultura de “Democracia Delegativa156”, el Presidente no estaba bajo la responsabilidad del cumplimiento de sus promesas y de sus deberes, sino que era una suerte de gobernar tal cual él le pareciese adecuado, y gracias a la separación del Presidente de su doctrina partidista, es decir, de una doctrina institucional, la responsabilidad era sólo de él, y al fin y al cabo, una responsabilidad personalista y casi única. Con las elecciones de CAP el bipartidismo llega a su máxima expresión electoral, es la última vez que tal poder sería concentrado en las clásicas formas de dominación, ya que con el enjuiciamiento del Presidente, la deslegitimación total de los partidos tradicionales y la creación de CONVERGENCIA, el sistema como se conoce desaparece cuando Rafael Caldera gana las elecciones. Para evidenciar la gran fortaleza que aún tenían estas clases de organizaciones, se puede revisar el porcentaje electoral de las elecciones de 1988, en las que sumando la representación de ambos partidos logran llegar a un dramático 96,30% de los votos157. El nuevo Presidente se rodeó de muchas individuos ajenos a su partido, personalidades de alta capacidad política y académica, pero casi nadie de AD estuvo 156 157

Ibid. Pág. 218. BAUTISTA, Diego. Op. Cit. Pág. 85.


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vinculado a este gobierno, lo que generó un distanciamiento de él con esta institución y sin un partido que lo controlar, se acrecenta aun más el problema que a los partidos políticos se les había escapado de las manos el país.

Hay que dejar muy clara la importancia de este segmento de la historia, las figuras tecnócratas que el Presidente Pérez usó para sustituir a los partidos eran los encargados de tomar las decisiones del país, se rompió definitivamente con el paradigma que los partidos eran los encargados de resolver y velar por los “intereses de la sociedad”, por ello se habla de un sistema en el que los partidos servían únicamente para conseguir votos, pero las responsabilidades del país recaían sólo en las figuras personales. CAP no le debía explicaciones a nadie, tampoco tenía una doctrina que asegurara una sanción pertinente si desafiaba la institución y al sistema de partidos que lo había colocado en la presidencia, su partido estaba por debajo de él ya que prácticamente decidió gobernar solo y sin las ataduras organizativas de AD.

Si en su primer período había intensificado la separación entre los actores políticos partidistas y se había desplazado a gobernar más personalistamente, ahora se desvincula casi completamente de toda organización antipersonal, había decidido gobernar sin ninguna responsabilidad y con el objetivo único de salvar al país así costase lo que fuera. Quizá un elemento que marcó totalmente la política y el destino del sistema de partidos fue la apertura de elecciones descentralizadas de gobernadores, alcaldes y concejales, ya que rompió (afortunadamente) con la fatiga que los partidos tenían, esto se consiguió cuando las elecciones se afianzan en otras figuras y otros actores distintos a los bipartidistas, con nuevos liderazgos regionales y una apertura a la descentralización del poder existente158.

A pesar que en teoría esta salida pudiese verse sana para la descentralización del poder partidista, en la práctica esto representó un problema para la institución de los partidos políticos, ya que aunque las grandes organizaciones no tenían mucha fortaleza en

158

RAMOS, Alfredo. Op. Cit. Pág. 300.


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representaciones regionales, los nuevos partidos que nacen de estas elecciones locales son partidos pequeños que carecen muchas veces de un programa y de una ideología, normalmente eran partidos personalistas y la legitimidad de estos se basó en una legitimación personal159. Habrá que considerar lo que anteriormente se ha mencionado que uno de los métodos imprescindible para la estabilidad y la gobernabilidad es la baja cantidad de partidos políticos, ya que en un sistema mientras menor sea la cantidad de actores partidistas, más fácil será la cooperación y el consenso, evitando así un exceso de este instrumento.

Es para estos años donde aparece uno de los actores más influyentes y decisivos de la política de finales del siglo XX y lo que va de siglo XXI: Hugo Chávez, el mayor exponente de la corriente anti-partidos que estaba tomando fuerzas en esos años; su golpe del 4 de Febrero de 1992 lo lleva a la cárcel y a engancharse en la conciencia de los venezolanos que años después le darían la oportunidad de su vida. Los últimos respiros de 40 años de democracia partidista se acaban con la destitución del Presidente; por primera vez en la historia moderna venezolana la responsabilidad cayó sólo en una persona: Carlos Andrés Pérez, y ahora era una sanción jurídica, normalmente a pesar de la irresponsabilidad del Presidente y su partido, las sanciones eran más políticas que legales, es decir, una sanción impuesta en el acto de votar que se expresaba a través de la no elección del candidato de gobierno. Este era el punto de degradación al que llegaba el sistema partidista, y la separación del Presidente de su partido de origen generó una falta de respaldo y apoyo a su persona, alcanzando el rechazo en el senado y en la corte quienes autorizaron el juico contra CAP y su destitución. El vacío presidencial sería momentáneamente llenado por Octavio Lepage e inmediatamente luego por Ramón J. Velásquez.

Lo que sucede a continuación es la expresión más clara de que el personalismo había llegado para quedarse. A través de CONVERGENCIA, una coalición de partidos hecha por Rafael Caldera, logra alcanzar el poder ejecutivo. Caldera había sido durante

159

BAUTISTA, Diego. Op. Cit. Pág. 89.


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décadas el mayor representante del Socialcristianismo en Venezuela, y para COPEI, no existía un individuo con mayor legitimidad en sus filas como el fundador de esta misma; que este hombre le diera la espalda al partido y buscara otras agrupaciones para llegar al poder fue el más grande golpe visto alguna vez por el socialcristianismo Copeyano, ya que significó que hasta su dirigente más grande le daba la espalda al bipartidismo puntofijista del cual ellos eran parte. “El Chiripero”, organizaciones pequeñas sin vocación partidista ni identidad ideológica, estaban únicamente para ganar las elecciones y apoyar al candidato, tales organizaciones incluso se hacían llamar claramente “Partido Calderista”, debido a la decadencia en esta institución y estos “grupos políticos – electorales” sin afición partidista, la figura de Caldera era la que más se percibía y la que más poder aglomeraba.

Caldera quería gobernar mejor que la primera vez, necesitaba un piso político más estable a toda costa, por ello aparecen incorporándose a esta coalición de partidos personalidades de COPEI y AD. “Lejos de constituirse en el primer gobierno no partidista de la etapa democrática, el gobierno de Caldera terminó siendo identificado como “más de lo mismo” y si “el espíritu de Punto Fijo” se mantenía vivo, el resentimiento y el rechazo a todo gobierno de partido se fueron extendiendo como manifestación antipolítica de un pueblo receptivo hacia una más que eventual oferta neopopulista160”.

El Bipartidismo había muerto, la aparición de nuevos y personalistas partidos generaban un nuevo ambiente con un sistema atomizado caracterizado por muchas organizaciones con poderes mínimos. La coalición CONVERGENCIA logra apenas el 30% de los votos en las elecciones presidenciales, un porcentaje minúsculo si se analiza la cantidad de partidos y agrupaciones coaligadas; AD y COPEI aunque con una mayoría en el parlamento, eran agrupaciones acabadas, la atomización del poder en pequeñas y muy variadas fracciones, desgastó mucho el sistema político, y en términos económicos, el país 160

REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 236.


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estaba en una crisis tan grande que el Presidente suspendió las garantías económicas, se vuelve incapaz de manejar el país.

La figura más grande de la anti-política aparece luego de salir de la cárcel algunos años después de su encierro, y comienza a recorrer el país. Cuando surge para los años finales del gobierno de Caldera, no es aún la mayor expresión del personalismo, pero sin embargo lo será; el anti-partidismo se convertirá en su mayor promesa de campaña junto con la de hacer pagar muy caro a los culpables de la situación del país, renace la visión del “Cesar Democrático161” de la mano de un ex-militar golpista, que propone la sepultura del sistema de partidos como se conocía y el puntofijismo como el peor mal del siglo XX. A partir de aquí, Chávez liquidará el sistema de partidos como se conoce, y estos mismos se enfrentarán a las nuevas reglas de juego creadas por él, experimentando una especie de supervivencia política que aún es ley.

Elecciones e identidad partidista: Una aproximación al voto en Venezuela

La capacidad que tiene un individuo en sociedad de poder elegir a su representante, es decir, quien quiere que sea el encargado de gobernar, será uno de los más importante elementos de la democracia, decidir por uno o por otro es ejercer (para unos un derecho, para otros un deber) una capacidad ciudadana que viene otorgada cuando se cumplen ciertos requisitos civiles. Claro que el hecho de existir elecciones no garantiza del todo una democracia real, pero si no existe el acto de elegir es seguro que no es un sistema democrático. Lo que se quiere hacer entender con esto es que la democracia no viene limitada únicamente al acto de votar, ya que existen otros instrumentos que posibilitan al individuo el desempeño de sus actuaciones participativas, pero sin embargo será el sufragio la mayor herramienta para conocer la voluntad popular y que el ciudadano sienta que

161

VALLENILLA. Laureano. “El Cesarismo Democrático”. Caracas. Editorial Eduven.


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influye de alguna manera en la vida política de su entorno; por ello, es imposible hablar de un sistema democrático sin la oportunidad de elegir libremente. A través de las elecciones el ciudadano podrá manifestar su apoyo o su rechazo a una persona, una ideología, un partido político, entre otras cosas; debido a esto, con este instrumento se otorgará una legitimidad racional amparada por la ley y el derecho. A través de la historia se ha podido demostrar que los partidos políticos son el mejor instrumento para acompañar las elecciones, ya anteriormente se había mencionado las razones de esta correlación. El partido tiene vocación de poder, y esto no es malo en lo absoluto, él buscará ganar las elecciones ya que así puede generar soluciones a la problemáticas planteadas, es decir, que el poder no será un fin sino un medio para su persecución, lo que suceda más allá de esto es una mera degradación de las funciones partidistas. Los partidos políticos son verdaderos instrumentos de recolección de votos y movilización de masas, luego del surgimiento de esta clase de democracia en Venezuela se ha tenido que reinventar nuevas formas en el acto de elegir que cumpla las demandas requeridas por la sociedad deseosa de integrarse. De esta manera el partido será el encargado de apoyar, invitar y propiciar las votaciones y el sistema electoral junto con todo el aparataje Estatal. Por eso el partidos políticos, las elecciones y la democracia son cuestiones inseparables, y a través de un enfoque histórico sobre los procesos electorales desde el momento en que arranca la democracia en Venezuela en 1948 hasta 1998, se puede orientar la investigación a comprender y analizar el rol que tuvieron los partidos políticos en la aparición del personalismo y la desinstitucionalización del poder.

Uno de los puntos más importantes que vale la pena enfocar en esta investigación es el de la abstención, esta no representa un elemento aislado dentro de la gran dinámica electoral, sino que más bien constituye una pieza fundamental para conocer el desempeño de los partidos políticos en Venezuela. se está claro que la popularización de los procesos electorales en el país surge cuando los partidos políticos entran en el juego, no es una casualidad histórica la aparición de los partidos políticos con el inicio de las primeras elecciones verdaderamente democráticas, sino que el surgimiento de sufragios masivo es


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única y exclusivamente gracias a los partidos políticos; aunque lo más lógico de todo es que si a esta institución se le debe la aparición y popularidad del acto de votar, también hay que deberle la degradación del sistema, y a la par de la deslegitimación de los partidos políticos, también surgen la de los procesos electorales. Obviamente el desarrollo del abstencionismo no depende sólo de los partidos, existen una variedad gigante de razones y características que configuran la manera como la sociedad elije y es representada, será tarea de este análisis exponer estas razones.

Factores que influyen en el voto Antes de conocer por qué las personas se abstienen, es ideal conocer por qué votan desde un principio, ya que estos dos puntos de vista son en realidad parte de las mismas causas. Luis Salamanca señala 3 fuentes o factores originales del voto: “Las fuentes extrapolíticas (de tipo social, cultural, sicológico), las fuentes políticas (el sistema político, la identificación partidista, etc.). La primera pone el énfasis en los correlatos sociodemográficos del voto. La segunda se concentra en los correlatos propiamente políticos (identificación partidista, actitud política) del voto. Un tercer enfoque da especial relevancia al cálculo racional del individuo162”.

El primer factor a estudiar es el Factor Social, el cual engloba todo lo que tiene que ver con los elementos sociales que influyen en la vida de los individuos. Puede ser tan variados y diversos estos factores que abarcan desde los lugares donde se habita y las personas con quien se convive, la religión que se practica, el nivel socioeconómico, las particularidades de cada persona, los niveles académicos e intelectuales, entre otras infinidades de caracteres. Lo antes mencionado estará directamente implicado no sólo si el elector vota o no, sino también en la forma como el votante ejerce el sufragio, a quién elije, cuando se abstendrá, entre otras cosas. A parte de estas características más personales, 162

. SALAMANCA, Luis. Op. Cit. Pág. 26.


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serán de suma importancia otras de carácter mucho más macro o generales, tales como la modernización y la historia, ya que la evolución de las sociedades y los grandes acontecimientos históricos y políticos desencadenarán acciones en los individuos a nivel grupal produciendo modificación en las personas y en su actuación.

El segundo factor es el político y hace referencia a la identificación partidista que un individuo tenga. Esta identificación partidista se entiende como el “Lazo sicológico de adhesión afectiva duradera (de largo plazo), del individuo hacia determinados objetos políticos, en particular los partidos163”. Es muy importante analizar este factor ya que está implícitamente relacionada no sólo al acto de votar, sino en la vinculación del votante con el partido político, ya que este será el responsable de llevar la carga ideológica y política que requiere cualquier sistema electoral, por eso es tan importante el partido en el abstencionismo, pues generará la fortaleza o debilidad que el sistema democrático tenga. Por último quedan los factores racionales, los cuales se dividirán entre los costos y los beneficios del voto164. Esta es otra corriente que puede ayudar, ya que se intenta explicar por qué vota la gente a través de la racionalidad en el acto de sufragar. No todo puede estar influido por sentimentalismos, sino que existen variables cuantificables que darán respuesta al problema del abstencionismo. Según la teoría un ciudadano ejercerá su voto si logra obtener un ingreso mayor al gasto que se genera cuando se vota, es decir, que un individuo no votará si pierde dinero directa o indirectamente; el votante racional analizará lo que puede ganar o perder, no sólo en términos monetarios, sino en oportunidades de vida, negocios que puede o no desperdiciar, logros que puede o no alcanzar, entre otras cosas, a su vez percibirá coherentemente los beneficios que votar por uno u otro candidato (o no votar) le genere. Fuera de estos 3 factores del abstencionismo que propone el autor, aparecen dos enfoques que no entran en estas categorías anteriores, son importantes pero no influyen tan profundamente como las antes explicadas; aun así se explicarán, ya que aportarán 163 164

Ibid. Pág. 36. Ibid. Pág. 42.


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elementos aclaratorios para la investigación: una es el enfoque cívico-patriótico y la otra el enfoque ideológico165. El primero viene más con la identificación patriótica del deber ante la sociedad, es decir, que el individuo votará porque cree y siente que es una obligación fundamental, ya que con esto ayudará a que el país mejore y avance, estos son votantes meramente sentimentalistas y pasan por encima de los factores atrás tocados debido a que el deber con la patria es mucho más importante. El segundo enfoque: el ideológico, se basará en la acción de votar mediante intereses y vinculaciones ideológicas; este enfoque es en parte importante si el elector conoce las ideologías y es un votante que sabe de política, por lo tanto es difícil y a veces resulta en vagas aproximaciones, sin embargo, para cierta clase de electores resulta bastante esencial esta razón.

El abstencionismo y los niveles de participación electoral. (Etapas de la abstención)166 Las primeras elecciones verdaderamente libres y democráticas surgieron luego de los acontecimientos Octubristas, un caudal enorme de personas asistieron al acto de votar, logrando una clara legitimación de este instrumento, demostrando que el venezolano amaba la democracia, votar y decidir. A partir de aquí las elecciones tendrán el protagonismo cuando se trate de decidir algo en particular, y a través de este medio se le otorgará al elegido plenos poderes para regir los asuntos públicos del país. La implementación de una democracia de masas fue el “boom” de los años 40, la ley otorgaba a todos los venezolanos mayores de 18 años la posibilidad de vota y con esto se ampliaba enormemente el padrón electoral; este paso fue importante para la historia de Venezuela ya que se reconocía a todo hombre y mujer mayor de 18 años como ciudadano capaz de elegir e incidir en la vida

165

Ibid. Pág. 48. Para hablar de abstencionismo y elecciones en Venezuela, se deben analizar dos vertientes: las elecciones centrales y las regionales. Por motivos de delimitación será prudente ajustar este análisis sólo a las centrales (Presidenciales, Asambleas, etc.); y por cuestiones de contenido en esta investigación es bien sabido que los partidos políticos no influyeron tanto a lo largo de la historia en votaciones regionales, y es sólo a partir de las reformas del Estado (COPRE) donde se desarrollarán elecciones descentralizadas de los gobiernos locales y los partidos se inmiscuirán más arduamente en esta clase de sufragios. 166


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pública del país, y con esta democracia de masas surgieron los partidos de masas que definirían el sistema electoral de los años siguientes. En las elecciones de 1946 para escoger a la Asamblea Nacional Constituyente concurrió un número jamás visto de votantes: 1.527.392 personas eligieron, sólo el 8.20% se abstuvo de votar; pero para las elecciones presidenciales en 1947, el porcentaje de la abstención aumentó un 23,37%167. Existen distintas causas para explicar por qué la abstención incrementó tanto en tan sólo un año, la que es tal vez la razón más firme es la inmadurez del padrón electoral: hay que entender que el venezolano era novato si de elecciones se trataba, no tenía experiencia ni mucha claridad tampoco, y existe una tesis a nivel internacional que conforme pasa el tiempo aquellos “boom” electorales empiezan a fluctuar y más adelante se estabilizan, es decir, si al aperturarse el sufragio libre el venezolano vota masivamente, cuando pasa el entusiasmo aumentan los niveles de abstención; esto es algo normal y típico, y asumiendo que esta es una constante, puede verse como una variable-causa en las continuas alzas de los niveles de abstención. Mediante los niveles de votación se puede calcular que el venezolano es un ciudadano que le gusta votar, pero no mucho, y que lo hace en mayor medida cuando siente la necesidad y el deber, también vota cuando siente que puede influir en un cambio, por lo tanto, no votará cuando siente una desmotivación o cuando el acto de elegir no representa gran relevancia168

La participación en las elecciones se puede analizar en 3 etapas: una es la etapa de alta votación que va desde 1958 hasta 1973 con un 93,45% de asistencia electoral y un 6,54% de abstención; la segunda etapa caracterizada por una transición a la abstención desde este año a 1988 con un 14,26% de abstencionismo; y la tercera que se extiende hasta 2006 con una 39,8% de abstención169.

167

SALAMANCA, Luis. Op. Cit. Pág. 94. DELGADO, Rafael. “Notas sobre la abstención electoral” Centro Gumilla. Revista Sic. 1992. Extraído de la página web http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC1992549_403-405.pdf. Revisado el día 30 de Junio de 2015. 169 SALAMANCA, Luis. Op. Cit. Pág. 137. Conociendo la delimitación de la investigación, la tercera etapa llegará sólo hasta 1998. 168


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Para la primera etapa se acentúa más el fenómeno de la modernización del Estado y de la sociedad que había comenzado en 1948, a través de los partidos políticos como actores decisivos de esta modernización. El país se transformó, los modos de actuar y hacer política también; las personas, los centros de poder, las zonas urbanas y rurales, la forma de trabajar, entre otras cosas, siguieron el mismo rumbo. “El renacimiento de la democracia en 1958 motivó y movilizó a la casi totalidad de los electorales durante varios períodos, como lo atestigua la baja abstención en los primeros vente años de democracia. Con entusiasmo y fervor, el electorado venezolano hizo caso omiso de las dificultades para votar, como los costos y las limitaciones institucionales (inscribirse) o los peligros, como el delos atentados en la década de los sesenta170”.

La modernización motivó, pero también movilizó al pueblo desde las zona rurales a las zonas urbanas, el venezolano se abría paso a una sociedad con mayor nivel educativo, de salud, de servicios básicos, y generó prontamente una vinculación en el quehacer político-electoral171; surgía nuevamente un “boom” electoral, las poblaciones que se trasladaron a zonas más urbanas, casi inmediatamente se vincularon masivamente en los canales electorales que estaban surgiendo, propiciados por los partidos como la cabeza de la transformación social de estos años; de esta manera se explica la gran aceptación del partido y el voto, y la alta participación en las primeras décadas electorales. Es por ello que para 1958 la abstención llega a un 6.58%172, algunas razones son que el sistema democrático de partidos estaba apenas arrancando y gozaba de gran legitimidad; por otro lado habían pasado 10 años desde que los venezolanos no votaban libremente, y 6 años desde que estos eligieron a URD en las elecciones de 1952; todos saben lo que ocurrió desde entonces, el desconocimiento de los resultados fue un duro golpe a la población que creía en este instrumento, por esto mismo para las elecciones que dan por ganador a Betancourt el pueblo estaba impaciente por decidir y ser actor cívico mediante el único 170

SALAMANCA, Luis. Op. Cit. Pág. 97. Ibid. Pág. 99. 172 Ibid. Pág. 104. 171


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medio que podía serlo en ese momento: las elecciones. La abstención en los años siguientes no va a fluctuar mucho, en las elecciones que vendrán el porcentaje variará sólo unos pocos dígitos, aún existía un fuerte sistema. A pesar de esto, para los años inmediatos la confianza en los partidos irá decayendo por las razones ya analizadas, influyendo directamente en la abstención.

La segunda etapa comienza cuando Carlos Andrés Pérez llega a la presidencia y desajusta los pactos institucionales e instaura un sistema puntofijista con AD y (en mayor medida) él como los líderes de la sociedad venezolana. CAP fue escogido mediante un gran apoyo popular, alcanzando niveles de participación de más de 96%173, aún la población confiaba en el sistema y en sus representantes; pero gracias a sus actuaciones se disparará por primera vez la abstención llegando a 12,45% para las elecciones de Luis Herrera Campins174. Es en esta etapa donde ocurren distintos acontecimientos decisorios en Venezuela y el mundo; las mayores bonanzas y crisis petroleras influirán completamente al ser Venezuela un Estado manejado por la renta petrolera, y al ser el partido y más tarde la persona la encargada de manejar y distribuir esa renta, los gobiernos se servirán para crear un ambiente de dominación partidista a través de los ingresos del petróleo, ayudándolos a generar cierta estabilidad y dominio en el sistema. Al disminuir este caudal de petrodólares disminuyó también la capacidad del ejecutivo de derrochar dinero, y obligó a replantearse el malacostumbrado manejo de la administración pública y los bienes del Estado venezolano

El bipartidismo es otro problema que surge en estos años, este sistema asienta los problemas del abstencionismo en el país, genera monotonía y una excesiva alternabilidad, lo que ocurre es que las personas no sienten la emoción de salir a sufragar, no hay nada que los motive ya que aunque salgan o no el presidente será o de AD o de COPEI, la intención de votar para generar un cambio o participar un descontento es inexistente, no hay oportunidad de otros candidatos ya que el sistema tiene casi vetado a otros actores 173 174

Idem. REY, Juan Carlos. Op. Cit. Pág. 134.


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partidistas. En definitiva, las personas votarán más cuando sienten que son actores decisivos en una elección, y no lo harán si notan que su aporte es insignificante o poco determinante.

Si se desea comparar el abstencionismo en Venezuela con el de algunos países del mundo, se podrá evidenciar que el país siempre ha estado junto con aquellos que ostentan los mayor índice de participación, y aunque pese a la disminución del elector a lo largo del siglo XX es clara, aún es posible decir que Venezuela tiene el beneficio de ser uno de los menores abstencionista175. Pero pese a esto, la reversión del abstencionismo a cifras menores no volvió a suceder en el país, a partir de 1988 se vivirá con una participación decreciente, CAP al parecer estará intrínsecamente relacionado con la disminución de la participación, quizá porque en sus períodos ocurrirán los mayores desajustes del sistema de partidos.

La última etapa será la del fin del sistema de partidos y el incremento de la abstención llegará para 1998 a un 36,55%. En términos internacionales, Venezuela se ubicaba entre los países con votación media (aquellos con menos del 40% de abstención) junto con Francia, Canadá, Chile, Japón, Uruguay, Costa Rica, Reino Unido, Irlanda, entre otros176. Aunque esto no es necesariamente malo, Venezuela ha punteado con los países con votación alta desde el inicio de su democracia, lo que significa un desajuste cuando se obtienen cifras bajas en participación. No es una sorpresa realmente que haya disminuido de esa manera la votación, más bien sorprende que no haya disminuido más, ya que es para este período donde todo el sistema partidista como se conocía se derrumba, primero con la destitución de CAP, y segundo con la aparición de Rafael Caldera liderando una coalición de partidos personalistas, casi sepultando a COPEI y a todo el sistema. La falta de lealtad y la crisis de la identificación partidista llegan a su máxima expresión, los partidos tradicionales llegaban a este punto con una cantidad casi absurda de adeptos y militantes, ya que la deslegitimación había desplazado a la población hacia otros actores sociales y 175 176

SALAMANCA, Luis. Op. Cit. Pág. 71. Ibid. Pág. 70.


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electorales, apareciendo así partidos personalistas como la coalición de CONVERGENCIA que arrastró al electorado hacia la figura de Rafael Caldera.

Hubo abstencionismo pero no tanto La abstención se generó gradualmente, y poco a poco fue tomando más fuerza en la sociedad venezolana; se han explicado distintos factores y enfoques que generan abstención, sin embargo, si se examinan todos estos, aparecen algunas cosas que no concuerdan. Como bien se ha mencionado anteriormente, el enfoque político tiene a su vez una variable de identificación partidista la cual influirá decididamente en el nivel de abstención, es decir, que a menor identificación partidista, menor compromiso y participación electoral; esta no es la única variable que influye en la decisión de votar o no, existen otras que ya se han mencionado (crisis internacional, costos en las votaciones, disminución del “boom” electoral y democrático, entre otras), así, todas ellas determinarán el problema del abstencionismo.

La identificación partidista decayó junto con la crisis de los partidos políticos, la relación que las personas tenían con estos instrumentos de representación se vio afectada cuando los gobiernos y el sistema que existía no respondieron a las necesidades poblacionales. Los militantes fueron disminuyendo gradualmente hasta el punto en que los partidos tradicionales habían perdido casi toda su base, la identificación con el partido estaba cada vez más debilitada, pero la fortaleza con los líderes personalistas se hizo poco a poco más fuerte.

Si bien es cierto que la abstención se ha incrementado gradualmente a lo largo de las décadas, también es cierto que para 1998 Venezuela era uno de los países con más alto nivel de participación electoral; aunque existen todos estos factores que inciden en el abstencionismo, no hubo tanto aumento como debió existir; si estamos ante un país con un sistema en decadencia, los partidos políticos totalmente deslegitimados, el aparato Estatal y


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burocrático por el piso y una crisis internacional muy problemática, entre otras cosas, el abstencionismo debió haber sido muchísimo mayor; si la militancia en AD, el partido más importante en Venezuela disminuyó para el apogeo de la crisis representativa, de 2.253.807 militantes en 1985, a 1.597.430 en 1993177, y seguiría aumentando conforme se adentraran al siglo XXI178. Los electores que anteriormente votaban por AD ya no lo seguirán haciendo, pero sin embargo seguirán votando, no por un partido, sino por una figura individual, por lo tanto se alinearán con otros representantes que les demostrarán más capacidad de mando y solución de sus necesidades; a raíz de esto la volatilidad electoral aumentó en torno a estos años, y forjó un grave problema para la estabilidad del sistema. Es para la época en que más y más figuras personalistas siguen apareciendo disfrazadas de partidos, una de ellas es CONVERGENCIA, a través de esta organización electoral que no era más que una organización personalista de Rafael Caldera, logran apuntar a esta masa poblacional que quedaba en el aire por la desvinculación de las bases partidistas. Ya las personas no querían saber nada de tal institución, desconfían de ella, pero a pesar de todo el venezolano sigue votando, ama la democracia y los procesos electorales179, y le da una oportunidad más a un partido político con un líder de antaño a la cabeza de este. Se entiende que aunque todas estas variables siguen empeorando: la identificación partidista continua disminuyendo, la volatilidad está por el cielo, y las demás crisis generadoras de abstencionismo producen una baja en la participación; no disminuye tanto la abstención gracias a que el ciudadano le gusta votar y lo considera un deber cívico, y a pesar de que existe un vacío institucional dejado por los partidos, ve en la figura personalista un actor en quien confiar. Ejemplo de esto son las elecciones de 1998, primero con la ex candidata Irene Sáez, que es derrotada gracias a su vinculación con COPEI; y segundo, cuando se analiza la victoria del ex Presidente Chávez se puede decir que recibió 177

Ibid. Pág. 126. Esto no sucede sólo con Acción Democrática, COPEI y los demás partidos tradicionales entrarán en tal decadencia de la militancia. 179 Una paradoja muy grande que tiene el venezolano es que es un ciudadano democrático, civilista, amante de los procesos electorales practicándolos constantemente. A pesar de esto históricamente ha buscado líderes mesiánicos y totalitarios, dejando ver así su herencia que antecede la época emancipadora, por lo que siempre va a representar un problema para el desarrollo del país su vinculación tanto por sistemas democráticos como por regímenes tiránicos y populistas. 178


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el apoyo popular y los votos suficientes para ganar las elecciones no sólo gracias a su desvinculación con el sistema de partidos, sino a la guerra que comenzó a hacer contra ellos. Hubo abstencionismo, pero no tanto debido a que el ciudadano encontró otros actores electorales fuera de la típica institución partidista, y precisamente estos actores serán los modelos personalistas que gobernarán los años siguientes, el votante no le importa quien reciba la banda presidencial, lo único que quiere es que alguien venga a poner “mano dura” al caos que existía, y por una cuestión de cultura, el país tendrá una vuelta en la espiral histórica y recibirá al mayor personalista del siglo XX luego del derrumbe de la partidocracia.


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CONCLUSIONES

El estudio de los partidos políticos es amplio, y contextualizarlo a una época y a un lugar en particular resulta difícil e insatisfactorio cuando no se abarcan los puntos requeridos para su comprensión, por ello, la ampliación de la investigación a épocas anteriores, o tratar temas que a simple vista son innecesarios, es fundamental si se quieren encontrar respuestas a la complejidad de una institución que ha marcado la vida de todos los venezolanos. A través de este apartado se sintetizará la información más relevante que surgió luego de esta investigación para aclarar puntos que deben ser resueltos antes de concluir.

Partidos Políticos y Facciones: Evolución o Degeneración

Los partidos políticos y las facciones son instrumentos representativos que guardan una muy estrecha relación. A lo largo de los años se ha caído en el error de agruparlas como si fueran una sola, y parte de esta equivocación viene dada gracias a la poco importancia del conocimiento teórico que se da a este tema, actuando y creando partidos desmesuradamente, olvidando las definiciones y cayendo en el debilitamiento de la línea que separa a ambos, llegando a creer que hay un partido cuando hay una facción y viceversa. La involución y evolución forma parte de los dilemas de esta clase de instrumentos, y es así ya que al ser una facción la antecedente más directa que tiene el partido, evolucionará de la primera a la segunda. Se ha demostrado que esta metamorfosis no va en un solo sentido, sino que un partido político en la medida de su actuación y la del sistema, podrá degenerar nuevamente a sus orígenes; y en esto Sartori es muy explícito ya que incluso las relaciona intrínsecamente con los sistemas de gobierno, debido a que estos también tendrán la posibilidad de poder involucionar de una forma buena o una mala, o su mejora si es de una forma mala a una buena. Lo que es importante señalar es que no


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siempre un partido será un partido, ni una facción será facción, sino que las características de estos instrumentos generarán dinámicas y tenderán a desestabilizarse con el paso del tiempo.

El totalitarismo y la unilateralidad desaparecen con los partidos políticos

Los partidos políticos son fuente de diversidad, si se estudia su etimología se puede entender que son una “parte” dentro de un “todo”, este todo no estará constituido por sólo un segmento, sino que representa la sumatoria de muchas “partes” agrupadas entre sí para generar un sistema macro de partidos políticos. Entender a los partidos es entender que sólo son una fracción, es decir, que la parte que él representa compartirá espacios con otras partes, y que el respeto a la diversidad será la base de este instrumento. Un problema de los regímenes totalitarios y despóticos es creer que son representantes de la totalidad de los habitantes, es decir, que son la voz de la voluntad general (Hay que comprender que la voluntad general, según Rousseau, es la expresión de la soberanía popular180, pero en términos prácticos, conocer esta voluntad es casi imposible, por lo que se usan distintos medios como las elecciones para conocer lo que quiere la mayor cantidad de ciudadanos. No es lo mismo la voluntad general y la voluntad de la mayoría, pero por cuestiones lógicas, no queda de otra que asimilarla como la idea general de toda la sociedad, pese a esto las minorías siguen existiendo, y aunque se gobierno con los preceptos y mandatos del grupo mayor, esta minoría antes mencionada deberá ser reconocida como un elemento más de la sociedad; es aquí cuando aparecen los partidos políticos como instrumento que permite velar por los intereses tanto mayoritarios como minoritarios), pero los partidos rompen con este esquema totalitario ya que aunque son escogidos por la mayoría, gobiernan para todos, incluso para los que no votan por ellos. Los partidos políticos REY, Juan Carlos. “Temas de formación sociopolítica. El sistema de partidos venezolano, 1830-1999”. Caracas. 2009. Fundación Centro Gumilla. Pág. 15. 180


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entienden la necesidad de la diversidad, y al saber que ellos forman parte de esa pluralidad, buscarán medios para fomentarla y fortalecerla. Generar unilateralidades es atentar contra el mismo fin del partido, y el sectarismo sólo producirá faccionalidad.

El Estado moderno venezolano como consecuencia de la aparición de los partidos

No es una coincidencia histórica el hecho de que surgiera el Estado moderno y los Partidos Políticos casi al mismo tiempo, los partidos transformaron la sociedad venezolana, tanto así que generaron los medios para que un nuevo Estado naciera. Los partidos políticos movilizaron al país, crearon y manejaron la renta petrolera que transformó toda la sociedad, aperturaron mayores libertades civiles y políticas, empoderaron al ciudadano, popularizaron y masificaron las elecciones, desarrollaron un complejo sistema de participación política y brindaron la más larga época de relativa paz en la historia del país, entre otras cosas. Por estas razones, el Estado pasó de ser un aparato de dominio a través de figuras caudillescas, y se convirtió en una institución dedicada a velar por los intereses de sus ciudadanos al servicio de ellos.

El personalismo en Venezuela reapareció con los partidos políticos

Si se dice que los partidos políticos alientan la institucionalización y la multilateralidad, entonces ¿Cómo pudieron influir en la propagación y dominación de la sociedad por parte de líderes personalistas? Esto sólo pudiese ocurrir si los partidos comienzan a desvirtuar sus funciones y por otro lado comienzan a alinearse bajo doctrinas que son prácticamente anti-partidistas, se podría considerar incluso que los partidos políticos tradicionales casi cayeron en una involución al faccionalismo, pero afortunadamente no se llegó hasta ese extremo. El ideal del espíritu del Pacto de Punto Fijo


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era la alineación y cooperación de todos los actores de la sociedad con el fin de generar un ambiente de consenso y diálogo; en vez de eso dividieron al país en muchas plataformas electorales que no tenían nada de beneficiosas, y al surgir la desideologización y exceso de pragmatismo en estas organizaciones, se limitaron únicamente a ser máquinas generadoras de votos y promesas. La desvinculación de CAP a AD y de todo el sistema de partidos, fue la aperturación nuevamente a los gobiernos personalistas, ya que comenzaron a gobernar sin identificación y junto a tecnócratas sin ideales partidistas, produciendo que el poder no estuviese en manos de una institución, sino de muchas personas con poderes casi ilimitados.

El partido político generó abstención, pero el personalismo desaceleró este indicador

Los partidos políticos influyeron decisivamente en la disminución del caudal electoral, si tuvieron la capacidad de propiciar el boom electoral de mediados del siglo XX, tenían de igual manera la misma habilidad para dañar el sistema y afectar directamente el modo que votaban las personas. A través de los distintos errores que fueron cometiendo los partidos, el ciudadano fue desacreditando esta institución y desplazando su apoyo electoral a otros lugares más nuevos. Esta desacreditación de los partidos se ve reflejada en el momento que la identificación partidista se ve disminuida, es decir, que el votante dejará de apoyar a los partidos políticos tradicionales; a pesar de esto, el venezolano es un ciudadano que le gusta votar y continuará así, y aunque ya no vote por los partidos tradicionales, lo seguirá haciendo, pero de ahora en adelante será en el personalismo donde centrará su apoyo electoral. La hipótesis que se plantea es que aun habiendo muchos elementos que propiciaban la disminución en la participación electoral (y efectivamente ocurrió) y la identificación partidista se fue contrayendo abruptamente (hasta el punto en que nadie votaba por AD o COPEI), la abstención no fue tan alta ya que los votantes redirigieron su apoyo y respaldo a líderes personalistas como Rafael Caldera y Hugo Chávez, lo que significó la legitimación del mesianismo y su superioridad indiscutible. Si las personas


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estaban claras o no del vuelco que significó la desconfianza en los partidos tradicionales y su traspaso a la aceptación de las figuras personalistas y anti-partidos, es trabajo de otro análisis, por ahora, vale la pena dejar claro que esta institución cavó su propia tumba cuando influenció la aparición del personalismo.


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