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Los pitutos de la vida
una oportunidad importante a manos de alguien que tenía algún parentesco o cercanía con alguna autoridad, y en muchas de estas ocasiones, sin merecerlo.
El sistema completo está infectado con estas prácticas, el desorden viene desde arriba y lo podemos reafirmar con varios ejemplos:
En abril de 2018, luego de asumir por segunda vez la presidencia del país, Sebastián Piñera nombró a su hermano Pablo embajador en Argentina, un cargo sensible en la diplomacia chilena. Frente al diluvio de cuestionamientos y ante la posibilidad que la Controlaría lo desautorizara, el presidente emitió un comunicado en el que, luego de detallar los méritos de su hermano, concluyó: “Aquí no existe ningún acto de nepotismo ni mucho menos de des-
La bruma del mérito
El relato sobre el concepto “mérito” es parte de nuestra cotidianidad, pero cual bruma se instala, disipa o se transforma en noticias, testimonios de “superación” o frases motivacionales que a la postre se extinguen. O duraron lo que tenían que durar.
Pasa en las universidades, escuelas, empresas, en las micros, en los trabajos, en los celulares y en un largo etcétera.
¿Qué se nos viene a la cabeza cuando se nos habla de mérito?, puede ser que aparezcan imágenes relacionadas con el esfuerzo, la disciplina y el éxito bien logrado, pero ¿qué pasa cuando la realidad nos aparta de un manotazo de la meritocracia? Para disipar la bruma, ocuparemos una linterna que nos dará luces de una realidad que no cambia.
Son conocidas las frases como “si tú pudiste, yo también puedo” o “si tú quieres, siempre puedes lograrlo”, que no están mal como auto ayuda o mantra personal frente a algunas situaciones. Sin embargo, cuando aluden al esfuerzo de un trabajador de clase media en un país donde los ingresos del 20% de la población más rica son 10 veces más que los del quintil más pobre (Ocde, 2018), resulta difícil creer en aquellas frases que “al vuelo” suenan bonitas.
Quién no ha visto en un noticiero o
Editora general: Sonnia Mendoza Gómez
Editora: Valentina Provoste Meza matinal de TV la historia de un abuelito trabajando después de jubilarse, relatos que se aprecian como muestra de esfuerzo y perseverancia, pero que oculta precarización o una pensión insuficiente. Más aún cuando la alta informalidad, desempleo y bajas remuneraciones son algunos de los principales aspectos que caracterizan el trabajo de los mayores (65+) en Chile, según la OIT.
Otro caso típico es el del estudiante de liceo municipal que sacó puntaje nacional o destaca en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (Paes). Detrás de ese resultado hay desafíos, anhelos, esperanzas, pero también un “a pesar” y ahí radica el problema y la lógica perversa de convertir historias de injusticia y desigualdad en “superación”. No es coincidencia que, en 2022 de cien colegios con mejores puntajes en la Paes a nivel nacional, 96 sean particulares pagados, tres municipales y uno particular subvencionado. ¿Se va despejando la bruma?
En este análisis, entonces, caben algunas interrogantes: ¿para quién o a quiénes sirve este relato?, ¿a qué intereses responde? ¿Será coincidencia que estos discursos tengan una lógica enceguecedora de injusticias en pos de la producción? o ¿qué tan saludable es normalizarlos?
Reporteros: cuido del interés público, pues su nombramiento no obedece a su calidad de hermano ni a ningún interés particular, si no sólo a un legítimo interés público”.
Lamentablemente, el problema es que este caso no es exclusivo de Piñera, puesto que durante años los políticos han instalado a amigos y familiares en el aparato público, con alcaldes y parlamentarios rodeándose de cercanos.
De ahí que las críticas tengan un tinte de oportunismo político y no por razones de principios, pese a que la razón exista. Esto, porque sólo basta con dar una pasada por algunos municipios para encontrar familiares en puestos de importancia.
Otro ejemplo; cuando Sebastián Dávalos asumió en la Dirección Sociocultural de La Moneda, sin remunera-
Buenos Aires en llamas
ción de por medio. O cuando el yerno del expresidente Ricardo Lagos, Gonzalo Rivas, fue designado vicepresidente ejecutivo de Corfo.
La familia Frei Ruiz-Tagle tampoco queda fuera de la polémica con -en su momento- Carmen Frei a la cabeza del directorio de la Polla Chilena de Beneficencia, su hermano Francisco como director de TVN, y con la hija del exmandatario, Magdalena Frei Larraechea, como directora en la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE).
Y desde ahí para abajo.
A todos nos conciernen estas malas prácticas, deberíamos priorizar el mérito por sobre la cercanía. ¿El esfuerzo y conocimiento realmente vale más que un “es mi amigo, lo llamo y listo” o “y qué, me debe un favor”?
Pues, debería.
Buenos Aires arde. De inflación e incerteza política, claro. Pero también de música. El fin de semana se reunieron por separado Caetano Veloso y Jaime Roos, músicos entrañables para el público argentino. Uno en el Movistar Arena y otro en el legendario Luna Park, feliz coincidencia que puede ser el acontecimiento cultural del año.
El viernes Caetano presentó un show de casi dos horas, repasando su fecunda carrera, pero con foco en su disco Meu Coco (2021). A los 80 años, de impecable terno blanco, minimalista y elegante, cantó algunos de sus clásicos y composiciones más recientes luciendo una estética cercana a David Byrne en una amalgama de rock, funk, reggae y música popular brasileña. Estupendos arreglos con una banda impecable de músicos jóvenes. Un guiño a Chile con su versión de Volver a los 17 de Violeta Parra. Ese día y después recorrimos librerías, disquerías, uno que otro café, descubrimos una pizzería rodeados del aroma a mate y parrillas con el pulso loco del dólar blue. Pero hay más. El sábado se jugó la final de la Champions League y el domingo, antes de volver, Djokovic hizo de las suyas en París, mientras que la Sub 20 uruguaya se coronó campeón mundial de fútbol.
Quien también campeonó fue Jaime Roos. En Chile es un ilustre desconocido, pero allende Los Andes es nadador de las dos orillas del Río de La Plata. Confieso que entré al Luna Park con un nudo en la garganta. Lo escucho desde fines de los ‘80 y lo había visto por primera vez en Santiago en el 2018. No cabe un alma. Banderas charrúas flamean alrededor con un público fiel que cantó desde el comienzo cuando el montevideano se largó con Los futuros murguistas al frente de una banda de 22 músicos. El planeta Roos propone esa uruguayes mágica, costumbrista, republicana y barrial. Hay que oírlo si fuera el cumpleaños de Juan Ángel, la novela de Benedetti. ¿Por qué dirán ustedes? Porque tradujo en canciones pequeños retratos de una forma de ser donde el carnaval, el fútbol, la bohemia, las calles, los personajes, los amores y la gente común de ese bello país se cantan con murga, rock, jazz o candombe. Más allá de la nostalgia y ese andar oriental, nada parece hasta ahora vencer esa declaración que dice “que no se apague nunca el eco de los bombos, quiero vivir en el reinado del Dios Momo, quiero cantarle una canción a Colombina, quiero llevarme su sonrisa dibujada”.
Diseño: Jaime Veloso Muñoz
Diagramación: Daniel Tapia Valdés
Domicilio: Carrera de Periodismo
Universidad Católica de la Santísima
Concepción, Alonso de Ribera 2850, Concepción
Contacto: sfmendoza@ucsc.cl vprovoste@periodismo.ucsc.cl
No es novedad que todos los inviernos ocurra un peak de enfermedades respiratorias y en consecuencia un colapso del sistema de salud. Sin embargo, este año la situación se agravó y los más afectados son los menores de edad, en especial los lactantes.
En el Hospital Regional de Concepción, según información oficial, 62 de los 281 menores que han sido internados por enfermedades respiratorias, siguen hospitalizados. Al respecto, el jefe de pediatría de este mismo recinto hospitalario, Jaime Tapia Zapatero, exteriorizó su inquietud frente a la crisis actual y las acciones adoptadas por el gobierno.
Según explicó el facultativo, el alza de casos ocurre principalmente por las secuelas que dejó la pandemia, pues los menores de tres años carecen de inmunidad suficiente para soportar el virus, ya que durante los dos años de encierro no generaron anticuerpos ni defensas necesarias: Son más vulnerables, expresó.
Respecto del colapso del hospital, el pediatra comentó que de los 200 a 250 pacientes pediátricos diarios que llegan, más de la mitad no debería asistir a ese recinto, sino que a uno de atención primaria (y no ambulatoria): “Llegan con un virus, y en la espera se contagian con otro”.
El jefe de Pediatría se refirió también al petitorio del Colegio Médico: “No estamos hablando de vacaciones en todo el territorio nacional, sino que en las zonas más afectadas (…) No tiene sentido mantener las escuelas abiertas si la mitad de los alumnos están enfermos y no asisten”, precisó.
Finalmente, cuestionó las estrategias que ha hecho el gobierno para mejorar la crisis. ¿Cómo protege el Estado a la infancia de Chile?, se preguntó tras referir que las autoridades relacionadas con el sector educacional deberían ser flexibles con el contexto que se vive, para disminuir la muerte de nuevos infantes afectados por enfermedades respiratorias.
Por Valentina Fauré Contreras