Flexitarianismo, una Alimentación Responsable con el Medio Ambiente

Por MC. Estefania Fuentes Medel

La alimentación según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2020), representa un proceso consciente y voluntario que consiste en el acto de ingerir alimentos para satisfacer la necesidad de comer. Este proceso involucra diversas etapas desde la selección del alimento, hasta la ingesta del mismo, razón por la cual no se puede visualizar únicamente como un aspecto biológico, es fundamental poner una amplia atención a los aspectos sociales, culturales y ambientales relacionados con el mismo.

Por otra parte, según el informe de la FAO “The future of Food and Agriculture: Trend and Challenges” para el año 2050, el gran incremento en el número de población a nivel mundial y la intensa explotación de los recursos naturales, representarán un riesgo en la seguridad alimentaria de la humanidad y alimentar a la población mundial será uno de los principales desafíos a enfrentar. Una de las propuestas sobresalientes para hacer frente al desafío, es incrementar la producción de alimentos de manera eficiente y sin ejercer presión sobre los recursos naturales; así mismo, se opta por la obtención de nuevas fuentes de proteína.

Recientemente, se han identificado tendencias alimentarias enfocadas en una modificación del consumo de ciertos alimentos, tales como los productos de origen animal.

Diversas investigaciones han mostrado, que cerca de un tercio de la población a nivel mundial que refiere una ingesta habitual de carne, está reduciendo su consumo de manera significativa.

Las causas que se relacionan con dicha reducción son diversas, entre ellas surgen motivos económicos, culturales, éticos y nutricionales; sin embargo, en los últimos años los aspectos medioambientales han tomado fuerza.

En conjunto con los datos reportados por la Encuesta Global Advisor de Ipsos en 2018, se conoce que a nivel mundial el 73% de la población mantiene una dieta omnívora (ingesta de alimentos de origen animal y vegetal), mientras que el 25% mantiene tendencias alimentarias relacionadas con la restricción parcial o total de alimentos de origen animal, tales como el flexitarianismo, vegetarianismo, veganismo y pescetarianismo.

El flexitarianismo es una tendencia alimentaria en aumento y de origen en los años 90; el término nace por la unión de los conceptos “flexibilidad” y “vegetarianismo”. Se caracteriza por una reducción en el consumo de productos de origen animal y prioriza la ingesta de verduras, frutas y legumbres; sin embargo, se identifica de otras tendencias (como el vegetarianismo), por su capacidad de ser flexible, ya que incorpora proteína de origen animal en porciones reducidas y de manera esporádica, porque no “prohíbe” ningún tipo de alimento.

Es importante mencionar que los flexitarianos mantienen el gusto por la ingesta de carne y las características propias de la misma, otra de las características que lo diferencia del veganismo o vegetarianismo.

Desde el punto de vista nutricional...

La dieta flexitariana puede ser relacionada con ciertos tipos de patrones alimentarios, como la dieta mediterránea y la dieta DASH, las cuales se caracterizan por presentar una baja ingesta de carnes rojas, una ingesta moderada de lácteos y un incremento en la ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y semillas. Este tipo de dietas presentan un alto índice de calidad de la dieta, gracias a su aporte de antioxidantes, fibra y una baja ingesta de azúcares, grasa saturada y trans.

Por otra parte, la industria de alimentos ha realizado esfuerzos para lograr favorecer la creación de productos que sean coherentes con las nuevas tendencias alimentarias. Actualmente en algunos países, existen alimentos basados en proteína vegetal (elaborados principalmente con trigo y soya), que contienen características (textura y sabor), similares a los productos cárnicos y con el objetivo de satisfacer la demanda de productos para sustituir la carne, pero manteniendo sus características organolépticas.

En adición, gracias al avance tecnológico, actualmente se están desarrollando nuevos alimentos que permitan aportar proteína de fuentes alternativas, como la carne cultivada o in vitro, la cual obtienen en un laboratorio a partir de cultivos de células de músculos de animales, con el objetivo de evitar el sufrimiento de estos, en adición con factores que resultan benéficos como ser libres de antibióticos y con un control de inocuidad. Por este motivo, se muestra como una opción adecuada considerando razones éticas y medioambientales.

Desde diversos puntos de vista el flexitarianismo representa una tendencia inteligente, ya que permite tener un acercamiento hacia el mundo vegetal sin la necesidad de ser forzosamente veganos o vegetarianos; sin embargo, resulta interesante e indispensable realizar un análisis integral del flexitarianismo, tomando en cuenta aspectos nutricionales, éticos, industriales y medioambientales; con el objetivo de tomar una decisión adecuada, segura y confiable.

Conoce a… Eduardo Arellano Martínez

Realizado por: Por Redacción UDES

Ha trabajado en diferentes talleres multimarcas desde el año 2013. En 2016 laboró en una agencia automotriz de Volkswagen, realizando los siguientes cursos: protección de ocupantes, electricidad básica, fundamentos de la electricidad, AQ transmisiones manuales, VTB003p.0 Bq bloque 3 tt004, tt006, vt007, básico 1 técnico y Bq bloque 2 tt001, tt002 tt003 vtt005, en la academia de Volkswagen.

Actualmente labora en la empresa CIE GODE PUEBLA en el área de manufactura y también es docente de la Ingeniería en Mecánica Automotriz en UDES Universidad.