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Un atardecer

Amaba ver sus ojos azules todos los atardeceres, su risa, su sonrisa, todo en ella era perfecto, lástima que todo tiene su final… Mi único pasatiempo era leer libros, aunque era muy aburrido, pero era lo único que había por hacer, hasta que la conocí a ella, a Jane. Todos los atardeceres se daban alrededor de las 4pm, y ahí estaba ella con un helado en su mano sentada en una de las sillas del parque. Jane y yo ya nos conocíamos sin embargo no solíamos hablar entre las dos, hasta aquel momento en el cual quise hablarle, me regresó a ver y me senté a lado de ella, hablamos de cosas no importantes, Jane ya se tenían q ir así que le acompañé a su casa. No vi a Jane por una semana entera, y cuando la vi me dijo que estaba muy ocupada trabajando en la tienda de su madre, no tenía mucho tiempo para salir sin embargo era fin de semana y ya no iba a trabajar así que le dije que iba a ir a su tienda con Víctor (mi mejor amigo) a jugar juegos de mesa y comer, claramente aceptó. Pasamos toda la tarde y noche con Jane y Víctor hablando de cómo nos iba en nuestros estudios, era demasiado increíble la conexión que había entre yo y Jane, se sentía como si las dos fuéramos almas gemelas. Todos los fines de semana Jane y yo íbamos juntas al parque justo en la tarde para ver los atardeceres y las estrellas cuando anochecía, amaba ver los cabellos pelirrojos de Jane en los atardeceres, sus ojitos brillando en la noche cuando salen las estrellas, Jane era tan perfecta, su simple presencia me hacía sentir tanta paz, me hacía sentir segura y en casa. Pasaron varias semanas y fueron las semanas más lindas que pude haber vivido en toda mi vida, fui de viaje con Jane y su tía, la tía de Jane era muy buena persona, era muy simpática y agradable, el destino de nuestro viaje era una cabaña de la tía de Jane (La Sra. Amelia). Fue muy bonito e inexplicable pasar 2 semanas con Jane, compartiendo cada segundo. Ella me gustaba mucho, no me importaba lo que la gente pensara de nosotras, lo único que me importaba era Jane, me importaba hacerla feliz, me importaba ella, todo absolutamente todo de ella. Cuando regresamos de aquel viaje le conté a Víctor todo lo que yo sentía por Jane, y el me dijo que se lo dijera, pero no era tan fácil para mí, realmente no importaba si Jane no gustaba de mí, yo jamás la dejaría de amar, porque yo estaba perdidamente enamorada de ella. Después de varios colapsos mentales fui a la casa de Jane, solo estaba ella y su tía, era el momento perfecto para contarle muchas cosas. Su tía me recibió con mucha amabilidad y apenas entre a la casa busqué a Jane con

mi mirada, y ella estaba sentada leyendo el libro que yo le regalé, le dije que salgamos un rato al parque, había muchas cosas por decirle. Lloré. Jane también sentía lo mismo que yo, ese momento fue tan hermoso, si pudiera guardarlo en mi mente para siempre lo haría sin dudarlo. Jane y yo le contamos todo a la Sra. Amelia, y ella salto de la felicidad, la Sra. Amelia organizo rápidamente un viaje a la cabaña que ella tenía, íbamos a ir con Víctor a celebrar que Jane y yo estábamos en una relación. Jane hacía que yo olvidara de todos mis problemas, porque había un grave problema. Mis padres habían decidido casarme con el hijo del alcalde, ya que mi familia era de muy bajos recursos, a mi padre le pagaban muy poco y mi madre era ama de casa. Víctor se había enterado de este problema e hice lo posible para que no se lo dijera a Jane, realmente me asustaba que Jane se enterara de esto, no quería que ella lo supiera, ahora no. Ya habría un momento en cual se lo contaría yo misma y nadie más. Me encontraba en el parque con Jane, notaba algo extraño en su mirada, la notaba angustiada e inquieta, no le pregunté que le pasaba porque sabía que no me lo iba a decir a pesar de que siempre nos contábamos nuestros problemas o disgustos. Ya habían pasado 4 días desde de que Jane actuaba rara conmigo, sentía que Víctor le había contado a Jane sobre mi casamiento, y mi corazón dejó de latir normal, Jane era mi todo, y me dolía mucho que se comportara así conmigo, mi miedo de perder a Jane era inmenso. Pasaron 1 semana exacta sin saber nada de Jane, Víctor tampoco sabía nada de ella, la busque todos los días, esperando a que este en su casa, pero nunca estaba, realmente yo estaba muy preocupada por Jane, sin embargo, tenía una buena idea. Estuve alrededor de 1 hora esperando el tren, sin embargo, no llegaba, estaba a punto de marcharme cuando oí al tren venir, y ahí estaba Jane, sentada leyendo. Víctor me dijo que Jane siempre iba a la ciudad en la que vivía su tía (La Sra. Amelia) así que fue por eso que decidí ir a aquella ciudad, no importaba si Jane no estaba ahí, yo la iba a buscar hasta encontrarla y abrazarla un día entero. Noté la mirada de Jane en mí, sentí muchos nervios, ella estaba ahí, después de 1 semana buscándola la encontré. Jane solo paso a mi lado y bajó del tren, obviamente yo también me bajé del tren, no tenía sentido ir a una ciudad en la cual mi novia Jane no iba a estar.

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La seguí hasta que ella se dio la vuelta y me miró, fue un poco incómodo. Le pregunté algo bastante obvio a lo cual ella me aclaro que su tía estaba muy enferma y fue por eso que tuvo que irse una semana hasta que la Sra. Amelia mejorara, no terminó de contarme todo y me lancé sobre ella y la abracé como nunca antes, la extrañé tanto, extrañé ver sus ojitos color cristal. Pasaron varios días y todo iba demasiado bien, pero había algo que me preocupaba mucho, cada vez faltaba menos para mi casamiento con el hijo del acalde y solo Víctor lo sabía, él siempre me apoyó en todo lo que yo hacía, y es por eso que mi confianza con él es muy fuerte. Estaba en la casa de Jane, me había invitado a comer y a dormir, también a Víctor. Hace algunos días Víctor me dijo que ya era hora de contarle a Jane sobre mi casamiento, pero me asustaba la posible reacción de Jane, pero ese era el momento de contarle eso. Eran las 10 pm, Víctor se fue a su dormitorio que la tía de Jane le asignó, era el momento perfecto ya que yo y Jane estábamos solas en la Sala. Después de pensarlo bien se lo dije; lloré, me dolía mucho el no poder cambiar las cosas. Jane solo me miraba, ninguna de las dos dijo ninguna palabra. Lentamente Jane fue saliendo de la sala mientras lloraba, me partió el alma ver como sus ojitos azules de cristalizaban, me quedé sola en la sala pensado en todo lo que podía pasar en las próximas horas, fui muy tonta al pensar que Jane iba a reaccionar bien a esto, lo único que quería en ese momento es que Jane regresara. Pasaron 8 meses y mi casamiento con el hijo del alcalde no pasó. Fue tan injusto que gracias a esto el amor de mi vida se haya ido. Sentía tanta rabia el no poder hacer nada para que Jane vuelva a mí. Víctor y yo escapamos de esa ciudad y vivíamos en la cabaña de la Sra. Amelia. 8 meses sin saber absolutamente nada de la única persona que realmente me importaba. Era muy complicado vivir así, pero Jane no volvió, y yo estaba bastante cansada para buscarla otra vez. La madre de Víctor cumplía años en 2 días y claramente Víctor y yo teníamos que volver a la ciudad. Estábamos saliendo del tren y la familia de Víctor estaba ahí, desempacamos todas nuestras cosas y salimos a comer con toda la familia. Le dije a Víctor que necesitaba ir al baño, pero en realidad iba a ir al parque de la ciudad, eran exactamente las 5pm, corrí lo más que pude, mi corazónlatía a mil.

Fin.

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