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Alma en constante evolución
Mi nombre es Amalia, tengo 25 años, vivo en Italia junto a mi novio, Sebastián, y trabajo en un hospital psiquiátrico. Mi vida ha estado llena de traumas, miedos, fobias, además de que he tenido que sobrellevar la ansiedad y la depresión desde temprana edad. Hace algún tiempo, mis síntomas empeoraron, he acudido a varios psicólogos y psiquiatras, he probado todo tipo de terapia, pero ninguna ha tenido éxito, es por ello que decidí acudir a Daniel, quien también es el jefe de psiquiatría del hospital donde trabajo, con la esperanza de que él pueda ayudarme. Daniel trató mis trastornos con la terapia tradicional, pero no funcionó, es entonces que decidió tratarme bajo terapia de hipnosis regresiva. Este método consiste en ayudar al paciente a conseguir un estado alterado de consciencia y así poder revivir situaciones “enterradas” en su mente, es decir, acontecimientos que han quedado en el subconsciente. Una vez conseguido ese estado alterado mediante la relajación profunda o la hipnosis, el terapeuta guía al paciente de tal manera que las regresiones a edad temprana (infancia y adolescencia) implican revivir acontecimientos que pudieron provocar un impacto emocional que haya sido el causante de comportamientos y problemas actuales. Revivir el trauma es imprescindible para desactivar de nuestro cuerpo lo que se conoce como memorias ancladas y, por lo tanto, poder llegar a la sanación física. Hay que conectar con la emoción, la cual suele llevar mucho tiempo reprimida, darle un espacio y liberarla, y gracias a esto se producirá una sanación emocional. Tomar conciencia de manera profunda y poder comprender los patrones de conducta que quedaron en el subconsciente conlleva a la sanación mental. En la primera sesión recordé varios sucesos de mi infancia, sin embargo, mis síntomas seguían empeorando. A pesar de que he intentado de todo y nada ha funcionado para ayudarme a tratar mis problemas, tenía esperanza de que Daniel pueda ayudarme. En la segunda sesión sucedió, pude acceder a mis vidas pasadas, al parecer hacer estas regresiones me ayudó a mejorar y sanar. Fue un trabajo de varios meses, en mis vidas pasadas encontré el origen de muchos de mis traumas, pero finalmente sané. Lo que no sabía era que al tener estas experiencias y con la práctica de la meditación, estaba mejorando mis habilidades psíquicas. Daniel fue mi maestro espiritual todo este tiempo, fue fundamental en mi evolución espiritual, al igual que mi novio, Sebastián. En realidad, no conocemos a nadie por casualidad, todo
pasa por algo, todas las personas llegan a tu vida para enseñarte y cada una de esas personas son necesarias para tu evolución. Conocí a Sebastián en abril, desde el primer momento en que nos encontramos, sentí una gran conexión con él, sentía que lo conocía de toda la vida, me sentía como en casa, él me brindaba paz. Desde entonces comenzamos a vernos casi a diario, conforme nos íbamos conociendo empezamos a enamorarnos, hasta que dos meses después, en junio, me pidió ser su novia. No podíamos pasar el uno sin el otro, apenas llevábamos 6 meses de relación, pero decidimos ir a vivir juntos. Con él comprendí que para enamorarse no hacen falta años, a veces basta con apreciar los pequeños detalles como mirarle bailar su música favorita, escucharlo cantar, su reacción ante mis detalles, el sonido de su risa, sus gestos y la peculiar cualidad que tiene de convertir una simple conversación en poesía. Mi amor por él no tiene que ver con las horas, las semanas, los meses ni los años que han pasado. No es cuestión de tiempo, es conexión. Coincidir y conectar son dos cosas totalmente distintas, las personas coinciden con otras todo el tiempo, pero conectar con alguien es algo que no sucede todos los días, tener una conexión real implica una sintonía de frecuencias entre sus energías. Cuando dos personas conectan, sus almas se reconocen de alguna otra vida en otro tiempo y posiblemente en otro mundo. Conectar con alguien es crear todo un universo solo para dos. Es maravilloso ir por la vida conectando con quién jamás te imaginabas, compartir un poco de ambos y perderse en pláticas nocturnas, de esas en las que el tiempo se pasa volando. El universo pone todo en sintonía y entonces llega alguien totalmente diferente a todo lo anterior, con otra luz, con otro brillo; alguien que posee una forma de pensar tan distinta, como de otra galaxia, alguien que incluso te motiva a ser mejor persona. En varias regresiones pude notar que Sebastián estaba conmigo, en otro cuerpo, en otro lugar, pero nuestro amor existía desde vidas pasadas. Quién diría que mirarse como nos mirábamos era más que una conexión de amor, era simplemente una conexión de viejas almas que ya antes se habían amado. Conocernos fue el mejor tropiezo de nuestras vidas, los dolores del pasado desaparecieron y la magia del amor se impuso con mucha fuerza y firmeza, fue la unión de dos almas que ya se amaban y ansiaban con vehemencia unirse nuevamente. Sin duda alguna, las almas que están destinadas a estar juntas, siempre se encontrarán. La meditación se volvió indispensable en mi vida, la realizaba a diario y poco a poco Sebastián también la empezó a practicar. Las habilidades se
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obtienen trabajando continuamente en ellas, la práctica es necesaria para poder ser expertos en algo, es así que, de pronto empecé a poder controlar lo que sucedía en mis sueños, lo que muchos suelen llamar sueños lúcidos. Tiempo después empecé a tener viajes astrales. Los viajes astrales son la separación de los cuerpos físico y astral. El cuerpo astral es considerado un cuerpo sutil, el cual está formado por una energía translúcida y que sería una forma exacta del cuerpo físico. Todas las noches cuando nos vamos a dormir y el cuerpo físico se relaja se produce de forma natural la proyección astral. Muchos indican que el cuerpo astral abandona siempre el físico por la glándula pineal. Es importante mencionar que el astral carece de las limitaciones típicas del cuerpo físico y por ende éste puede traspasar objetos, muros y trasladarse de un lugar a otro. Durante el desdoblamiento o viaje astral, el alma puede salir del cuerpo, sientes ilimitada libertad, puedes tener una sensación de elevación, algo así como flotar en el aire, llegando a un punto en que lograrás verte a ti mismo recostado tranquilamente en tu cama, puedes verte en tercera persona, viajar a diferentes lugares y dimensiones, además de aprender y experimentar el mundo espiritual de una manera distinta. Estas experiencias son maravillosas y únicas, podría decir que se sienten más reales que experimentar la vida humana. Luego del desdoblamiento astral, puedes ir a dónde tú desees, todo lo que está en tu mente, todo lo que pienses, sucede. Todos los seres, durante la noche, cuando el cuerpo duerme y se está recuperando física y psicológicamente, se produce también la proyección astral. Al mismo tiempo que el cuerpo duerme, la conciencia en el cuerpo astral se desprende del cuerpo físico, teniendo vivencias y experiencias en otros planos y dimensiones extrafísicas. Seamos consciente de ello o no, queramos o no, este hecho se produce. Durante mis viajes astrales pude ir a varios lugares, pero específicamente uno de ellos fue el que más me marcó. Cierto día, decidí realizar un viaje astral, pero esta vez todo fue diferente. Antes de tener aquel viaje astral, procuré asegurarme de que nada interfiera durante él. Se lo mencioné a Sebastián y como era de esperarse, me apoyó completamente, me dio sugerencias de lo que podría hacer para que esta vez el viaje dure más tiempo y sea una experiencia inolvidable, al parecer este tema también le interesaba a Sebastián y llevaba bastante tiempo investigando acerca de ello. La hora del día no importa, siempre y cuando nadie te moleste, pero esta vez preferí realizar este viaje astral durante la noche, esperando a que
Sebastián se vaya a la cama. Además de que, por la noche las llamadas telefónicas no molestarían y el viaje en sí, podía llegar a ser tan largo como desee. El día anterior al viaje, solo ingerí alimentos ligeros. Hice caso a los consejos de Sebastián y le di preferencia a una dieta vegetariana y evité comer carne y alimentos ricos en proteínas y grasas. Para lograr con éxito tener un viaje astral es importante entrar en un estado de desapego de lo mundano. Por lo general, tan pronto como nos encontremos relajados, nos vienen a la mente pensamientos sobre actividades que tenemos pendientes por hacer, el trabajo, las tareas domésticas cotidianas, etc. Es esencial olvidarse de todo esto por un tiempo. También creí necesario realizar una protección para mi cuerpo físico. El método que utilicé es crear una "nube" protectora imaginaria de luz blanca pura. Para esto, imagino cómo la luz no solo me rodea, sino que también penetra en cada célula del cuerpo. Mientras la protección de la luz permanece en el cuerpo físico, me llevo una partícula en mi viaje astral. En la mayoría de los casos no hay necesidad de protección, pero sentí la necesidad de realizar una esta vez. Utilicé ropa cómoda, ligera y holgada. También es importante no cruzar los brazos o las piernas, debido a que los miembros cruzados impiden la salida astral. Llegó la noche, era hora de empezar el desdoblamiento astral. Me recosté en mi cama, seguí el ejercicio de respiración progresiva, una vez que me encontraba completamente relajada, me concentré en la respiración, la cual era profunda, suave y rítmica. Era consciente de mi cuerpo físico, el entorno y cualquier sonido extraño. Me concentré en mi yo interior, mi mente se encontraba tranquila, relajada y al mismo tiempo enfocada en salir del cuerpo físico. Y sin tanto esfuerzo, sucedió, mi alma salió de mi cuerpo. Observé una luz dorada salir de mi cuerpo y logré acceder a una dimensión maravillosa, llegué a una ciudad flotante, todo resplandecía, era una ciudad hermosa. Allí había varios seres, todos eran muy amables, estaban felices, el lugar era agradable, sin embargo, empecé a preguntarme a mí misma si en aquel lugar también existían entidades malas, al tener esos pensamientos me trasladé a otro lugar, pertenecía a la misma dimensión, pero en aquel lugar había entidades extrañas, todas de colores opacos, sin embargo, no tenía miedo, ya que conocía que podía regresar a mi cuerpo cuando desease. Las entidades me causaban intriga, sentía un ambiente extraño y negativo, sin embargo, mi presencia para estas entidades era insignificante. De pronto choqué con alguien, este ser era de color gris, era un tanto diferente
a los demás. Al inicio me miró intrigado, se sorprendió al verme, parecía que él me conocía, aunque nunca nos habíamos visto antes, me pidió disculpas por el incidente ocurrido y me preguntó si podía darme un recorrido por el lugar. No noté malas intenciones, se comportó amablemente y era el que menos miedo causaba, entonces accedí. Me llevó a un lugar extraño, como una especie de palacio de color gris, entramos a una habitación, este ser me dijo que ya me conocía, mencionó que soy especial, que poseo varios dones y una energía muy poderosa, pero que aún tengo muchas cosas que aprender y un largo camino por recorrer. De pronto todo se puso obscuro, este ser desapareció y empecé a observar imágenes extrañas, formas y colores raros. No entendía lo que sucedía, pensé que quizá podía quedarme atrapada allí y no podría regresar a mi cuerpo físico, tal vez esta entidad quería quedarse con mi energía ya que había mencionado que esta era muy poderosa. Estaba muy preocupada, pero recordé que todos tenemos el cordón de plata. El cordón energético o también llamado cordón de plata es una especie de hilo o conexión energética que mantiene conectado nuestro cuerpo físico con nuestro cuerpo astral cuando nos encontramos en una proyección o en un viaje astral. Al ser energía, el cordón de plata no se puede romper, cortar o lesionar con nada físico. Recordemos que la ley de la conservación de la energía afirma que “la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”. Esta conexión energética no se puede romper, es como si intentáramos cortar los rayos del sol con una tijera. Además, regresar al cuerpo físico no entraña ninguna dificultad, de hecho, es lo más fácil en una proyección astral. La mayoría de las veces regresamos al cuerpo mucho antes de lo que nosotros desearíamos. Muchas veces esto se puede convertir hasta en un inconveniente, debido a que volvemos a nuestro cuerpo antes de que termine nuestra experiencia, lo que nos puede llevar a sentirnos frustrados por no haber podido controlar la situación y lograr que el viaje astral dure más. Los peligros de cuando estamos en un viaje son menores que cuando estamos en el cuerpo físico. En esta vida existen muchos peligros, nos pueden herir, lesionar, tener un accidente…, pero estas situaciones y estos riegos no pueden ocurrir cuando estamos en una proyección astral. El mayor peligro de la proyección astral es la falta de información y también la falta de control. Cuanto mayor sea nuestro conocimiento sobre la proyección astral, a qué planos podemos acceder, con qué seres nos podemos encontrar, y el saber lidiar con ello, nos va a permitir ir perdiendo
el miedo, controlar cada vez mejor la proyección astral y obtener beneficios que nos pueden ayudar a conocernos mejor como seres en evolución. Tras recordar mis conocimientos respecto al cordón de plata, mis dudas, preocupaciones y miedos se esfumaron. Entonces aparecieron personas que anteriormente estuvieron en mi vida, con las que no se concluyó un ciclo, aparecieron recuerdos que tenía guardados muy adentro, traumas y cosas que tenía que sanar. Luego de observar esto, empecé a llorar, no podía contenerme, fui consciente de muchas cosas, entonces perdoné a aquellas personas, me perdoné, lloré y sané. El ser gris, mencionado anteriormente, volvió a aparecer y me ayudó a tomar consciencia de mis malas acciones del pasado, de los patrones repetitivos, de mis creencias limitantes y de muchas cosas que estaba haciendo mal en mi presente, en el plano terrenal. Me di cuenta de que cada experiencia nos marca, cada experiencia nos enseña algo, pero lo importante es aprender de cada una de ellas, no volver a repetir aquello que no ayuda a nuestra evolución y que solo nos estanca. A lo largo de la vida vamos teniendo experiencias y con ellas aprendizaje. Al aprender de las situaciones que se nos presentan, dejamos de crear patrones repetitivos. Por cada experiencia, aprendemos algo y esto nos permite crecer y mejorar día a día. Todo es crecimiento y aprendizaje continuo. Finalmente, aparecieron dos seres altos y resplandecientes, eran mis guías espirituales, me hablaron de mis dones, de mi misión y propósito de vida, me brindaron sus conocimientos y luego de esta experiencia comprendí y aprendí todo aquello necesario para mi evolución. Somos la energía más pura existente, somos el universo y la consciencia colectiva manifestándose en un cuerpo humano, experimentando la individualidad. Aprendí que estamos en constante cambio, no debemos tenerle miedo, el cambio significa evolución y nuestro propósito al estar en este plano terrenal es ese, evolucionar. El alma es eterna y se encuentra en evolución constante, el cuerpo no es eterno, pero es una herramienta que nos ayuda y nos permite poder estar aquí, así adquirir experiencias y aprender de ellas. No existen las coincidencias, no existen las equivocaciones, todo empieza y termina, la felicidad y la tristeza son emociones momentáneas, la muerte es una transformación a un estado de éxtasis superior, la muerte nos ayuda a trascender. Nuestra alma eligió esta vida, estos acontecimientos, este momento, para adquirir experiencias, la Tierra solo es una estación más de nuestro inmenso camino. Una de mis misiones de vida es nutrir a los demás, enseñarles y ayudarles en su evolución, es por eso que he decidido
que además de continuar trabajando en el hospital psiquiátrico, junto a Daniel, empezaré a escribir libros en los cuales pueda contar mis experiencias durante mi evolución espiritual, anécdotas sobre mis viajes astrales y sueños lúcidos, cómo realizarlos, entre otros. Con el fin de poder ayudar a otros en su crecimiento personal y espiritual. Luego de recibir toda esta información, luego de todas las experiencias y el aprendizaje que obtuve, me despedí de aquellos seres y regresé a mi cuerpo. Nuestros guías espirituales siempre nos acompañan, están presentes en nuestro día a día, pero al estar en nuestro cuerpo físico se vuelve más complicada la interacción con nuestros guías espirituales y con todo tipo de entes, debido a nuestras creencias y limitaciones, pero mediante el desdoblamiento astral podemos mantener una mayor interacción con ellos. Tuve muchas más experiencias de viajes astrales, sin embargo, esta en particular fue fundamental para ayudarme a sanar, abrir mi mente, re direccionar mi energía, recordar lo que tengo que aprender y hacer durante esta vida, además de que permitió que sucedieran los demás viajes astrales, en los cuales también estuve acompañada por mis guías espirituales. Luego de esta experiencia mi vida cambió completamente, me interesó mucho más la espiritualidad, mi rutina, creencias y perspectiva de la vida cambiaron. He dejado de preocuparme por el pasado, vivo enfocada en el presente ya que de este depende mi futuro. Todos los días se crean infinitas posibilidades en las que podemos ser felices. Busco crecer y mejorar día a día, aún tengo muchas experiencias que vivir y aprendizajes por adquirir, pero este no es un proceso que lo vivo sola, Sebastián me acompaña en él. Nuestras almas se amaron desde mucho antes de que se amaran nuestros cuerpos, están conectadas desde vidas atrás, él me ha enseñado mucho, ha sido fundamental para mi crecimiento espiritual, al igual como yo he sido esencial en el suyo. Ambos buscamos mejorar día a día, tenemos el mismo objetivo: la evolución de nuestras almas. Encontrar a alguien que te acompañe en tu camino espiritual es el mejor tesoro que puedes encontrar. El amor es la frecuencia más elevada en la cual podemos vibrar. Sana tu mente para sanar tu alma, y así empezar a vivir.
Fin.