Revista Adventista - Lecciones de la Biblia sobre racismo y nacionalismo (Abril 2016)

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Lecciones de la Biblia sobre racismo y nacionalismo 1 de 26


Mensaje del presidente: “¿Qué tipo de fe es la tuya?”
 “Que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” (1ª Corintios 2:5). El texto escogido nos habla de algo a tener en cuenta, sobre todo, por la importancia que tiene. Me refiero a la fe. La psicología da a la fe una dimensión genérica. Para ella tener fe es igual a tener confianza: confianza en la vida, en la gente, en el futuro, etc. No es de extrañar que todas las escuelas psicológicas coincidan en decir que, sin confianza, no es posible vivir con dignidad ya que la desconfianza mata la ilusión y la esperanza. Para Pablo, la fe, además de ser un concepto teológico, es un concepto personal; es decir, cuando Pablo habla de la fe se refiere a la confianza en Dios. Esta concepción es importantísima ya que de ella depende el éxito en la vida cristiana. Nos centraremos en la visión teológica y personal que Pablo le da a la fe. Para él tener fe es bueno, tener fe es necesario, pero no es suficiente. El texto de hoy dirige nuestra atención sobre algo que puede pasar desapercibido. ¿De qué se trata? Antes de responder comentemos una parábola de Jesús. UNA PARÁBOLA CURIOSA Entre las parábolas que Jesús contó hay una que encaja muy bien con nuestro texto. Me refiero a la parábola de los dos cimientos. En ella dos hombres se ponen a construir su casa. La construcción de ambos fue impecable. Pero hubo algo que uno de ellos no tuvo en cuenta: el lugar donde apoyarla. Mientras todo fue bien, nadie notó la diferencia entre una casa

y otra, pero cuando llegaron los ríos y soplaron los vientos entonces sucedió algo que sorprendió a los oyentes: una de las casas se derrumbó. En realidad ¿cuál es el mensaje de esta parábola? Cuando Jesús contaba parábolas lo que estaba haciendo era hablar de lo que nos pasa a las personas mientras vivimos. A través de las historias Jesús intentaba explicar el por qué, a veces, nos suceden cosas que no entendemos. En la parábola de los dos cimientos Jesús quería resaltar lo bueno que es prestar atención a los detalles. Mientras la vida te sonríe los detalles parecen no contar, pero hay momentos donde estos no sólo cuentan sino que son cruciales. ¿Cuáles son esos momentos? Los momentos de dificultad, de prueba y de zarandeo son los momentos en los que uno sólo puede hacer una cosa: “resistir”. ¿Qué pasa entonces?, que puedes encontrarte con una triste realidad, todo lo que tú has hecho, se viene abajo. LA CASA Y EL FUNDAMENTO Con frecuencia la Biblia es progresiva; es decir, que en un momento dado nos da un mensaje y más tarde ese mensaje es ampliado de forma que todo queda más especificado. Esto es precisamente lo que hace Pablo. Jesús, en su parábola, habló de la construcción de una casa y de dos fundamentos. ¿Qué representa la casa, la arena y la roca? El texto de hoy responde a todo esto. Ahora toma los datos que da Pablo y ponlos en la parábola de Jesús. Al hacer esto tendrás el siguiente resultado: la casa representa “la fe”, la arena la “sabiduría humana” y la roca el “poder de Dios”.

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Vistas así las cosas, se nos abre una ventana que nos permite ver con más claridad el mensaje. LO HUMANO Y LO DIVINO ¿Se puede construir la fe con la sabiduría humana? Sin lugar a dudas que sí. Entre las capacidades que Dios nos dio está la capacidad de crear. Podemos crear muchas cosas, una de ellas es la “fe”. Dicho de otra forma, a través de la lectura, el estudio y la investigación teológica podemos generar fe. Esta fe se denomina humana ya que ha sido generada por el hombre. Esta fe puede ser tan parecida a la fe auténtica (divina) que, en tiempos de bonanza, nadie es capaz de distinguir, ni siquiera uno mismo. ¿Cuándo se hace evidente la diferencia entre ambas? Cuando aparecen los ríos, soplan los vientos y ambos golpean la casa (la fe). ¿Qué ocurre entonces? Que lo humano se derrumba porque no es capaz de resistir. Lo que Jesús intentó decirnos, a todos los que creemos, es que sólo lo que viene de Dios permanece. Por eso si tuviésemos que definir la fe verdadera, diríamos que es aquella que procede de Dios: Dios la genera y Dios la sustenta. El resultado es claro: cuando llegan los momentos malos tú resistes, tú aguantas y tú permaneces. EL PODER DE DIOS

gentiles locura; mas para los llamados, Cristo es “poder de Dios” y sabiduría de Dios”. (1ª Corintios 1: 23, 24). En ambos textos se muestra que el poder de Dios no se asocia a su fuerza sino a la cruz. Y ¿qué representa la cruz? La humillación, es decir, la capacidad que tiene Dios para humillarse y hacerse pequeño. Por eso cuando Pablo escribe a los Filipenses y analiza la humillación a la que Jesús se sometió dirá: “Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos y en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. (Filipenses 2: 9-11). El poder de Dios no consiste en su fuerza para hacer o deshacer sino en su capacidad de hacerse pequeño. CONCLUSIÓN

La recomendación que el Señor nos hace a través de Pablo es clara: “Que tu fe se apoye en el poder de Dios”. Lo que es necesario aclarar ahora es ¿qué es el poder de Dios? Al oír la palabra “poder” uno tiende a asociarla con “fuerza”. Dicho de otra manera, cuando oímos que Dios es poderoso tendemos a pensar en pasajes como: “la creación”, “el diluvio”, “las plagas de Egipto”, “la resurrección de Lázaro” o las curaciones que hizo Jesús a los endemoniados, leprosos o paralíticos. ¿Es este el poder al que se refiere Pablo y en el cual debe apoyarse nuestra fe? La respuesta es ¡no!

Consideremos de nuevo el texto de Pablo: “Que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1ª Corintios 2:5). ¿Cuál es el corazón del mensaje? ¿Que nuestra fe debe apoyarse en Cristo? Si, esta es una gran verdad, pero hay algo más: la fe debe apoyarse siempre en la humildad. Quiero terminar con unas preguntas para tu reflexión: 1. ¿Cómo va la construcción de tu fe? 2. ¿La fe que tú tienes es humana o divina? 3. ¿Quién construye tu fe: ¿Dios o tú?

Consideremos los siguientes pasajes: “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan es “poder de Dios”. (1ª Corintios 1: 18). “Nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero y para los

4. ¿Qué pasa cuando los ríos y los vientos de la vida te golpean? 5. En tus experiencias difíciles, ¿tú tienes que sostener la fe o la fe te sostiene a ti? Piensa en estas preguntas, quizás descubras aspectos interesantes para tu vida. Que Dios te bendiga. Jesús Calvo, Presidente de la UAE.

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Editorial: Atentado en Bruselas, el horror de la irracionalidad
 Mientras me acercaba a la oficina esta mañana, no pude sino quedar sorprendido y anonadado ante la terrible noticia del atentado en Bruselas. Otras personas de bien, que se dirigían a su lugar de trabajo, buscando la defensa de las libertades y derechos como un servidor, hoy no han llegado a su destino. Como padre y esposo, me horroriza pensar siquiera en el drama que se está desarrollando en estos momentos, las dolorosas llamadas que muchos familiares estarán recibiendo en estas horas, la preocupación de aquellos que estarán buscando a sus seres queridos sin encontrarlos aún. Como Secretario General de la ADLR me horroriza la idea de la responsabilización de un colectivo religioso que no tiene nada que ver con religión sino con fanatismo e irracionalidad. Ninguna religión puede buscar su imposición a ningún precio, y menos usar la violencia en nombre de ningún Dios. El terrorismo es sólo y nada menos que eso, terrorismo. Desde la Asociación de la Defensa para la Libertad Religiosa se promueve el respeto y derechos de la libertad de conciencia, religión y creencia, pero siempre en el marco de los derechos humanos que reclamamos donde es necesario, y defendemos en todo momento. El derecho a la vida es fundamental, el primero y básico, sin vida no hay capacidad de raciocinio ni de ejercicio de libertad religiosa. El concepto universal de religión es “re-ligar”, o volver a unir, al ser humano inmanente con el ser divino trascendente, e invitar a los semejantes a disfrutar de esa experiencia espiritual que impregna, o debería impregnar, el

diario vivir con una experiencia reconciliadora en todos los niveles, en lo trascendente y con los semejantes. Cualquier otro tipo de experiencia que no sea de esa naturaleza, que impone, no respeta, e incluso usa la violencia despreciando el primer derecho básico a la vida, no puede ser tildada de religiosa en absoluto. Como Secretario General de la ADLR y defensor de los derechos religiosos de todos los grupos que realmente se preocupan de la experiencia místicatrascendente buscando el beneficio del prójimo, me preocupa grandemente la posible injusticia social que pueda sufrir el colectivo musulmán, inocente y víctima a la vez de esta barbarie terrorista que se realiza falsamente en su nombre. Condenamos profunda, enérgica y rotundamente los atentados de hoy en Bruselas y todos los actos de intolerancia y especialmente los que atentan contra la vida de los semejantes. Nuestros pensamientos y ruegos están junto a aquellos que sobreviven y sufren tras esta terrible tragedia, así como con los familiares de aquellos que vieron su vida violentamente segada esta mañana. Por las noticias que sabemos, el Secretario General de la AIDLR, rama europea de la ADLR con sede en Bruselas no ha sido afectado por esta tragedia. Extendemos un sentido y fuerte abrazo a la vez hacia aquellos que desde el corazón de Europa siguen luchando por las libertades y derechos de los ciudadanos, rogando que no se desanimen ante cualquier reacción natural humana ante la barbarie, y a defender los derechos de la gran mayoría de ciudadanos del mundo que son gente de bien.

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Pedro Torres, editor de la RA.


Informe de Secretaría General de la Unión Adventista Española
 Cada trimestre, la Secretaría General de la Unión Adventista Española elabora un breve informe sobre la feligresía de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España. A fecha de 31 de diciembre de 2015 la membresía constaba de 16.638 miembros. A fecha de 31 de marzo de 2016 la membresía se cerró con 16.537 miembros, un decrecimiento de 101 personas en los registros de las Iglesias Adventistas en España. El motivo de esta disminución se debe al ajuste de los libros de registro en diferentes congregaciones, donde se está procediendo a dar de baja a aquellas personas que están desaparecidas, es decir, que no asisten desde hace mucho tiempo y es imposible localizarlas por ningún medio. Los datos de las nuevas altas en este trimestre son: • 62 nuevos bautismos. • 15 profesiones de fe. • 130 cartas de traslado. Las bajas registradas han sido por las siguientes causas y en las siguientes cantidades: • Cartas de traslado (nacionales): 100. Son personas que causan baja de membresía en una congregación

por ser trasladadas a una nueva congregación dentro del territorio nacional. • Cartas de traslado (al extranjero): 39. Son personas que causan baja de membresía en una congregación en España y solicitan su traslado a otra congregación en otro país. • Apostasía: 31 bajas. Son aquellas personas que deciden no seguir perteneciendo a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, causando baja en sus listados. • Fallecimientos: 20 personas. • Falta de información: 118 personas. Esta es la causa principal de la estadística negativa. Se están actualizando los listados de iglesias dando de baja aquellos nombres de personas que llevan mucho tiempo sin saberse nada de ellas, dando lugar a un listado diferente de la realidad en cuanto a miembros en las congregaciones. Número de iglesias organizadas hasta la fecha: 111 congregaciones. El número de iglesias que informaron para elaborar este informe fueron 107 del total de 111.

Secretaría UAE.

Bautismos
 EL PUERTO DE SANTA MARÍA

ZARAGOZA GITANA

El 30 de abril el pastor Loris Bizarro bautizó a Juan Carlos Méndez Cabrera en un entorno paradisíaco, cerca de la ciudad. Vea el reportaje completo de este "bautismo inesperado y maravilloso" en la página de noticias de ANN-España. FUERTEVENTURA El 16 de abril de 2016 fueron sumergidos en las aguas del bautismo Liliana Petana Puerta, Maria Pilar Sierra Acin, Gina Marcela Ramos Hernández, Pablo Gabriel Montero. El pastor que ofició la ceremonia fue Petrisor Gheorghe.

El 23 de abril se organizó una ceremonia bautismal en la que se sumergió en las aguas a nuestro nuevo hermano: Antonio Campos Oto. Ofició la ceremonia el pastor Eugenio Gabarre Durán. ¡Felicidades por poner a Dios en primer lugar y demostrarlo públicamente! Y también os damos una cordial bienvenida a la feligresía de la Iglesia Adventista. Recordad que si los catecúmenos envían su dirección de correo electrónico a revista@adventista.es, recibirán completamente gratis la suscripción a la Revista Adventista en su buzón de correo electrónico cada mes (previa confirmación de su parte).

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Natalicios

MADRID VALLECAS Elisabeth y Raúl agradecen a Jesús por el nacimiento de su hijo Josué Sáez Muñoz, el 9 de noviembre de 2015. Le damos la enhorabuena los felices papá y mamá, abuelito y abuelita y demás familiares. ¡Que Dios guíe vuestra mente y corazón con la sabiduría de educar a Elia en armonía con el mensaje de amor, paz, gozo y redención!

Necrológicas

BADALONA El pasado mes 29 de abril falleció la hermana Mª Carmen Sabio Polo, tras una larguísima enfermedad que poco a poco la fue apagando. Toda la membresía de su querida iglesia quiere dar testimonio de la resistencia de su fe y del ejemplo de su espiritualidad en los momentos duros que tuvo que pasar: siempre tenía una sonrisa para el que le preguntaba cómo estaba. Quedará en nuestra memoria y en nuestro corazón. Desde aquí queremos transmitir todo nuestro cariño a Francisco, su esposo. "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13). SABIÑÁNIGO El pasado 20 de marzo de 2016 descansó en el Señor la hermana Manolita Sánchez Ortiz, en Sabiñánigo (Huesca), a los 86 años. Acompañamos a todos los familiares con nuestro más profundo y sincero cariño. Pronto podremos volver a disfrutar de su presencia para siempre, sin más lágrimas, dolor, ni pena, cuando regrese de nuevo nuestro Señor.

Solidaridad: ¿Qué es la solidaridad?
 La solidaridad es la adhesión a la causa, opinión, situación u objetivos de otros, e incumbe tanto al que da, como al que recibe, aunque sin perder de vista, lo que los receptores puedan y deban aportar para compensar. La solidaridad también es apoyo, respaldo, unión, ayuda, protección, participación, favor, aval, defensa, adhesión, apego, fidelidad, caridad, generosidad, filantropía, lealtad, camaradería, fraternidad, etc. Lo contrario de solidaridad es el individualismo, la indiferencia y el egoísmo. La solidaridad trabaja en paralelo con el amor, la caridad, la generosidad, el altruismo, el voluntariado, la sensibilidad, el respeto, la justicia, la autoexigencia, la empatía. etc. La solidaridad no es solamente caridad, es principalmente sentir empatía y demostrarla por las causas justas. Tanto bien puede hacer una caridad en dinero, como una conferencia sobre la solidaridad por alguna causa, que arrastre a otros a ayudar. Esa conferencia, artículo, libro, mensaje, conversación o postura civil, puede mover a muchas más personas en la dirección adecuada que un simple donativo para la causa, aunque

menos es nada. Una cosa es la caridad y otra cosa son los actos solidarios hechos de forma inteligente, proactiva, comprometida y coherente. Una limosna puede no ser solidaria, puede ser un “acallar la conciencia” o “para quitarse un problema de encima”. La solidaridad va mucho mas lejos, pues está íntimamente relacionada con la identificación del problema o de la idea que se persigue. La solidaridad no es solamente cuando se aplica en casos de crisis puntuales, continuas o en determinados momentos, difíciles y extraordinarios. Es una actitud que debe mantenerse con hechos reales, para ayudar a que determinadas causas buenas, se consoliden y crezcan. La solidaridad es un proceso, que se va aprendiendo poco a poco, desde la infancia, para ejercerla con todos los que la necesitan, incluso aunque no la pidan. Si la solidaridad está bien asentada, como una de las principales virtudes y valores humanos, será mucho más fácil realizarla, siempre o en los momentos necesarios. Ese deseo y obligación de ayudar a los demás no desa-

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parecerá en el momento que se terminen o se nos olvide, voluntaria o involuntariamente, la crisis o la situación por la que en esa ocasión, nos hemos hecho solidarios. Es el apoyo inteligente, que se tiene que dar en cualquier ámbito de la vida, a los que lo necesitan, pero no solamente con el sentido de ayuda y limosna caritativa, ya que debe hacerse sin esperar recompensas, reconocimientos o pagos por lo realizado. La solidaridad empieza con el prójimo más cercano, que es el necesitado “más próximo”. Hay muchas personas, organizaciones y buenas causas a nuestro alrededor, que tienen graves necesidades, al encontrase en situaciones difíciles económicas, laborales, familiares, muchas veces ajenas a su buen hacer.

La solidaridad no es solamente un sentimiento circunstancial y voluble. Es una actitud frente a la vida, realizada de forma constante, razonable y desprendida, en beneficio del prójimo, la cual siempre repercute favorablemente en quien la ejerce. Hay muchas formas de expresar la solidaridad con la familia, los amigos y la sociedad en general. Sobre todo en los momentos que la sociedad, las personas en particular, grupos excluidos, marginados o indefensos, tienen más dificultades económicas, sanitarias, religiosas, etcétera. Escuela para Padres, Mi Cumbre.

Teología: Lecciones de la Biblia sobre racismo y nacionalismo
 Cualquier manifestación de racismo, etnocentrismo, nacionalismo, tribalismo o sistema de castas es inaceptable, no solamente desde un punto de vista humanitario, sino también desde una perspectiva bíblica. El racismo y el nacionalismo son desafíos cruciales en nuestro mundo contemporáneo y también afectan a la iglesia y anulan su privilegio de ser la sal de la tierra. Este ensayo aborda el problema del racismo y el nacionalismo desde una perspectiva bíblica, y brinda algunos principios para manejar estos desafíos. ¿Cómo podemos definir raza y nación? Una fuente define raza como un “grupo o categoría de personas conectadas por un origen común” (1). Otra, dice que el concepto de raza debe incluir algunas diferencias físicas que permitan

distinguir un grupo de personas de otro; pero aclara que el conocimiento científico actual, ha establecido “que la diversidad reconocida en los seres humanos no está fundamentada en una definición biológica de raza” (2). De hecho, esta afirmación es claramente corroborada por el hecho de que “todos los grupos humanos comparten el mismo tipo de sangre, son interfértiles y pueden recibir y donar órganos a través de los así llamados límites raciales” (3). En este ensayo, raza y etnia (4) son virtualmente sinónimos, y el último, en términos de pueblos antiguos, puede ser definido “como identidad de grupo”(5). De manera similar, el concepto de nación ha sido definido como “un gran cuerpo de personas unidas por una descendencia, Revista Adventista Abril 2016 - 7

historia, cultura o lenguaje común, habitando un estado o territorio particular” (6). De estos dos conceptos derivan los términos “racismo” y “nacionalismo”. El racismo “en realidad designa dos cosas muy diferentes. Por un lado, es una cuestión de comportamiento, generalmente una manifestación de odio o menosprecio hacia individuos con características bien definidas, diferentes de las propias; por otra parte es una cuestión de ideología, una doctrina acerca de las razas humanas” (7). El nacionalismo, puede ser definido como “un sentimiento de solidaridad colectiva dentro de límites geográficos y culturales identificados” (8) aunque algunas veces puede evolucionar hacia una ideología exclusivista, en la medida en que se postula la


superioridad de una nación sobre otra, o un grupo de personas sobre otro. Para nuestro propósito, nacionalismo, racismo y aun tribalismo, son tomados como elementos de un solo problema: la dificultad de los humanos para aceptar al “otro” étnico o cultural. Raza y nación en la Biblia Debemos ser cuidadosos de no imponer situaciones contemporáneas sobre las Escrituras. Los conceptos modernos de racismo o nacionalismo son desconocidos para los escritores bíblicos; sin embargo el nacionalismo o racismo en el sentido de algunas formas culturales de verse a sí mismo como superior, ya era un problema en los tiempos bíblicos. Para los griegos, los extranjeros no familiarizados con la lengua y cultura griegas eran “bárbaros”; para los judíos, los no judíos eran “gentiles” (9). Sumado a esto, términos usados comúnmente en el Antiguo Testamento para expresar la idea de raza o etnia son gôy (555 veces) y ‘am (1866 veces). Más allá de una superposición considerable, gôy define naciones y pueblos como entidades políticas y sociales, mientras que ‘am hace énfasis en parentesco y más frecuentemente se refiere a Israel como el pueblo de Dios (10). El Nuevo Testamento usa ethnos (164 veces) y laos (143 veces) para definir pueblos o naciones. En el uso actual, sin embargo, ethnos se refiere más bien a naciones, gentiles no creyentes o a los gentiles cristianos no israelitas (11), mientras que laos tiende a designar al pueblo de Dios (12), más similar a ‘am en el Antiguo Testamento. Existen otros dos términos que deben ser también señalados. Uno es phyl˜e (31 veces), que significa raza o tribu y puede referirse a las doce tribus de Israel (históricas, o metafóricamente a cristianos) o las tribus de la tierra, en el sentido de pueblos y naciones (13). La otra es genos (21 veces), la cual expresa el

concepto de familia y país, entre otros, y por lo tanto puede tener connotaciones étnicas. Después de considerar algunos datos lingüísticos, nos dirigimos a la así llamada tabla de las naciones (Génesis 10), la cual provee un repaso de grupos étnicos y de personas, en las etapas iniciales de la historia del mundo. Un análisis detallado de esta tabla indica que la variedad de personas y naciones forma el telón de fondo para las subsecuentes promesas de que las naciones de la tierra serían bendecidas (14). La conveniencia de una diversidad de grupos étnicos y naciones pareciera haber estado implicada en el mandato “llenad la tierra” (Génesis 9:2). Esto puede explicar parcialmente por qué los constructores de la torre de Babel se encontraron con el juicio de Dios (Génesis 11:1-9); ellos se resistieron al mandato de Dios de llenar la tierra. Al confundir su idioma y esparcirlos a través de la faz de la tierra, se expande la diversidad de familias, naciones y grupos étnicos, que finalmente llenaron la tierra. Posteriormente, Dios llamó a Abram (más tarde llamado Abraham) a ser una bendición para “todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3). Es interesante tener en cuenta que existió un plan inclusivo y soberano de Dios para el mundo entero, dado que le dio tierra no solamente a Israel, sino también a otras naciones. Le dio posesión de tierras a Esaú (Deuteronomio 2:5), a los moabitas (Deuteronomio 2:9) y a los amonitas (Deuteronomio 2:19). Amós dice que el Señor actuó en beneficio de los intereses de otras naciones de maneras que se asemejan al Éxodo. Llevó a los filisteos de Caftor y a los sirios de Kir (Amós 9:7). Deuteronomio 32:8 asimismo agrega: “Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel”. Los profetas clásicos vieron en Revista Adventista Abril 2016 - 8

visión un tiempo cuando las naciones irían a Jerusalén para adorar al Señor y aprender sus leyes (ejemplo en Jeremías 50:5; Zacarías 8:21-23; 14:16-21). Ciertamente, el Antiguo Testamento también contiene profecías de juicios contra las naciones. Sin embargo, tales mensajes no implican un prejuicio étnico o racial. De hecho, Israel y Judá a menudo recibieron los más severos castigos (ver Amós 7:8, 15; 8:2). Las naciones no son juzgadas por sus “diferencias” étnicas o raciales, sino en base a su lealtad al pacto eterno de Dios (15). En ningún lugar de la Biblia las identidades nacionales, raciales o étnicas reciben una evaluación negativa. La elección de Abraham y sus descendientes para ser el pueblo especial de Dios no ocurre en detrimento de las naciones, como ya fue explicado anteriormente. Contrariamente a lo esperado (Deuteronomio 7:7; 26:5), Abraham y luego Israel, recibieron la misión de ser una bendición para todas las familias de la tierra. Reflexión teológica acerca de la diversidad étnica Por consiguiente, la Biblia menciona no solamente razas, naciones y grupos étnicos, sino que también muestra a Dios activamente involucrado en favor de las naciones y familias a medida que se desarrolla el plan de salvación. En verdad, los textos bíblicos brindan principios y orientaciones para enfrentar los desafíos planteados por el racismo y el nacionalismo. En primer lugar notamos que a partir de una pareja Dios hizo a la h u m a n i d a d . Vi s t o d e s d e l a creación, no hay lugar para la superioridad de un grupo sobre otro, ya que la “doctrina de la creación afirma tanto la unidad como la dignidad de toda la humanidad” (16). Por sobre la variedad y diversidad de las culturas, sociedades, razas y nacionalidades humanas, se destaca el hecho de


que todos son creados a imagen de Dios. Básicamente, “no existen múltiples razas humanas, sino solamente una raza humana” (17). En segundo lugar, la caída no solamente ha afectado la relación entre Dios y los humanos, sino que produjo división entre los seres humanos (Romanos 3:23; 1:20-26). A medida que diferentes grupos de personas se alienan más y más de Dios, desarrollan una visión mundana que resulta en racismo, nacionalismo y etnocentrismo, cuyas consecuencias naturales son la opresión y destrucción del “otro”. En vez de admirar el hermoso tapiz de diversidad cultural y étnica, algunos se colocan a sí mismos y a su cultura como el estándar con el cual otros deben ser medidos. Estas posturas subyacen en el racismo, etnocentrismo y nacionalismo que tanto han dañado al pueblo de Dios en momentos específicos de la historia. En tercer lugar, las promesas escatológicas de Dios incluyen a las naciones. Isaías y Amós describen a las naciones (gôy) y pueblos (‘ammîm) acudiendo a Jerusalén para aprender los caminos de Dios (Isaías 2:1-4; Amos 2:1,2). Isaías también vio en visión un día cuando un altar sería levantado en la tierra de Egipto, y los egipcios servirían al Señor (Isaías 19:19-22). Isaías anuncia que Egipto, Asiria e Israel serían uno, y aplica para ambos, egipcios y asirios, el lenguaje del pacto, previamente reservado para Israel (18). Egipto es llamado “mi pueblo” (‘amî, Isaías 10:24; 43:6,7; Oseas 1:10; 2:23; Jeremías 11:4), y Asiria “trabajo de mi mano” (ma’seh yaday, Isaías 60:21; 64:8; Salmos 119:73; 138:8). Isaías 56:6 promete la inclusión del extranjero (nekar) en la comunidad del pacto. Asimismo, el Nuevo Testamento presenta el evangelio predicado a todas las naciones (ethnos) de la tierra (Mateo 13:10; 24:14; 28:19; Lucas 24:47). Aunque puedan volverse hostiles y rechazar el men-

saje de salvación (Apocalipsis 11:18; 14:8; 17:15; 18:3), aun así, desde ellas llegan personas al reino de Dios. En la consumación escatológica, todas las naciones son representadas entre los santos (Romanos 1:5,6; Apocalipsis 15:4; 21:24) y caminan en la luz que emana de Dios y del Cordero (Apocalipsis 21:24). En cuarto lugar, la Biblia reconoce y afirma la diversidad de razas y naciones que pueblan el mundo (Génesis 10:1-32; Deuteronomio 32:8), y la llegada del Espíritu en el Pentecostés reafirma el plan de Dios para todas las personas, idiomas y culturas (Hechos 2). Las identidades étnicas, nacionales y tribales dan un sentido de parentesco y comunidad, ayudando a los seres humanos a satisfacer sus necesidades de seguridad y pertenencia. Este tipo de diversidad también promueve la creatividad y la realización humanas (19). En quinto lugar, las naciones y los grupos étnicos no son entidades absolutas. Importantes y útiles como pueden ser en el actual estado del mundo, las antes mencionadas entidades “son comunidades históricas y no son parte del orden original creado. Por lo tanto son comunidades provisorias y contingentes que no pueden reclamar ninguna lealtad humana” (20). Más aún, las entidades raciales y nacionales, por más significativas que parezcan, acarrean las consecuencias del pecado. El conocimiento de esta realidad debería movilizarnos a desafiar el nacionalismo, el tribalismo, el racismo y toda clase de idolatría étnica. La Biblia claramente subordina cualquier estatus basado en la raza o la nacionalidad, al señorío absoluto de Jesús. En Cristo, todas las barreras erigidas por el pecado, son demolidas; “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28) (21). Revista Adventista Abril 2016 - 9

En sexto lugar, Dios no aprueba ni tolera los prejuicios raciales o étnicos. Un episodio que aparenta reflejar prejuicio étnico se muestra en el caso de Aarón y María contra Moisés por “la mujer cusita que él se había tomado” (Números 12:1). La identidad étnica de la esposa de Moisés había llegado a ser un problema para los hermanos de Moisés, aunque puede haber sido solamente un pretexto para esconder el problema real: la ambición de compartir el liderazgo de Moisés (una situación no poco común; una parte interesada levanta una excusa étnica a fin de lograr un objetivo sospechoso). Como respuesta, Dios hiere a María de lepra, lo que la torna blanca como la nieve (Números 12:10). El punto es claro; Dios no hace acepción de personas, nacionalidades o identidades étnicas. En séptimo lugar, Dios no muestra parcialidad. Una declaración tan obvia puede no haber sido tan clara entonces, ni tampoco completamente entendida por la iglesia primitiva. Pedro tuvo que recibir una visión a fin de comprender que Dios no discrimina a las personas en base a su origen étnico. Las palabras de saludo de Pedro a la casa de Cornelio fueron: “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas” (Hechos 10:34). Llamativamente, el verbo “comprender” denota un proceso. Pedro admite que él no había llegado a una completa y absoluta comprensión, sino que aún estaba en el proceso de aceptar esta verdad tan profunda y fundamental. Posteriormente en Hechos, los líderes cristianos tuvieron que convocar a un concilio para discutir la situación de los gentiles convertidos. Luego de estudiar la Biblia y orar, aceptaron a los gentiles convertidos sin forzarlos a ser circuncidados ni a guardar la totalidad de las leyes ceremoniales (Hechos 15). Notamos que a pesar de la visión dada a Pedro y la decisión del concilio de Jerusalén, los pro-


blemas no desaparecieron. Pablo tuvo que tratar constantemente con divisiones dentro de la iglesia, algunas de las cuales pueden haber sido causadas por prejuicios étnicos o nacionalistas. Aun Pedro aparenta caer más tarde en sus prejuicios previos (Gálatas 2:11-12). Algunas cartas del Nuevo Testamento, tales como Gálatas, Efesios y Colosenses (22) resaltan que judíos y gentiles son igualmente miembros del cuerpo de Cristo, indicando que los temas étnicos continuaron siendo un desafío para la iglesia primitiva. Respuestas bíblicas al racismo y al nacionalismo A la luz de lo mencionado hasta aquí, deberíamos darnos cuenta que ocurren graves distorsiones de la percepción bíblica acerca de raza y nacionalidad cuando el identificarnos con la nación, país, tribu o grupo étnico propio, resulta en hostilidad hacia otros grupos. Miroslav Volf llama “exclusión” a este tipo de hostilidad, y categoriza tres maneras principales como ocurre la exclusión: eliminación, dominio o abandono (23). ¿Cómo deberíamos nosotros tratar este problema de la exclusión? Existen tres formas. Benevolencia. La Escritura desintegra “eliminación” a través de la benevolencia. El mandamiento “ama a tu prójimo” (Levítico 19:18; Marcos 12:31), trasciende ciertamente las fronteras nacionales y tribales e incluye al “otro” tribal, étnico o nacional. Eliseo, por ejemplo, no consideró al comandante sirio como un enemigo a ser eliminado, sino como un prójimo que necesitaba sanación (2 Reyes 5:9-19). Proverbios afirma algo similar: “Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, y si tuviere sed, dale de beber agua; porque ascuas amontonarás sobre su cabeza y Jehová te lo pagará” (Proverbios 25:21, 22). Pablo dice: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21). La benevolencia “elimina” al ene-

migo transformándolo en un amigo.

tratar con el “otro” étnico (Lucas 10:29-37).

Servicio. En lugar de “dominio”, las Escrituras recomiendan el servicio. La legislación en favor de los extranjeros dice: “Y al extranjero (g˜er) no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto” (Éxodo 22:21). Dios invoca la experiencia de los israelitas en Egipto como motivación para guardar la Ley. Como los oprimidos pueden llegar a ser los opresores, Dios le recuerda a su pueblo su situación anterior, de manera que ejercieran solidaridad hacia los extranjeros. Entre las naciones del Antiguo Cercano Oriente, Israel era el único pueblo que tenía leyes que demandaban la protección de los extranjeros (g˜erîm) (24). En un tiempo cuando el pueblo judío protestaba bajo la opresión romana, Jesús enseñó que: “A cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” (Mateo 5:39).

A medida que nos relacionamos con nuestros vecinos étnicos, las Escrituras nos compelen a ser un ejemplo a través de una actitud de aceptación, servicio y solidaridad. Esto por supuesto es más fácil de decir que de hacer. La limpieza étnica y los conflictos relacionados con las razas han dejado una mancha sangrienta en la historia de la humanidad, durante el siglo XX. Actos horrendos perpetrados por una entidad étnica contra otra, todavía pueden ser un dolor para muchos que perdieron seres amados, culturas y propiedades, y puede permanecer en la memoria colectiva de tribus o naciones. No deberíamos minimizar la profundidad de tal sufrimiento. Deberíamos recordar sin embargo, que la gracia y el perdón permanecen como las únicas opciones viables para una sanación y restauración permanente.

Solidaridad. El abandono del “otro” étnico debe ser sustituido con solidaridad. En la dedicación del templo, Salomón ora para que Dios pudiese oír la oración del extranjero (1 Reyes 8:41,43). Esto indica que el servicio del templo incluiría a los extranjeros, no dejándolos de lado como sucedió después. En conexión a esto, la parábola del buen samaritano puede resultar instructiva, al describir un “clásico ejemplo de racismo” (25). A medida que la historia se desarrolla, a la víctima judía abandonada al costado del camino le es negada ayuda, primero de parte de un sacerdote y luego de un levita. Al fin, es el samaritano, el “otro” étnico, quien presta cuidado a la víctima sufriente. Esta parábola, en contraste con algunas otras, describe un ejemplo, un modelo para ser imitado o rechazado. Irónicamente, el modelo positivo no está dado por el sacerdote o por el levita, funcionarios del templo, sino por un samaritano que encarna la manera de Dios de Revista Adventista Abril 2016 - 10

Conclusión La Biblia afirma la diversidad de razas y naciones, junto a la convicción de que todas las razas, grupos étnicos y naciones son una y la misma familia humana. Sobre este fundamento teológico, la Biblia erige su percepción de las naciones y los grupos étnicos, y relativiza las distinciones tribales y nacionales. Sobre estas lealtades humanas permanece la absoluta lealtad que debemos al Dios creador, quien demanda que amemos a nuestro hermano extranjero. Por lo tanto, cualquier manifestación de racismo, etnocentrismo, nacionalismo, tribalismo o discriminación de castas es inaceptable, no solamente desde un punto de vista humanitario, sino también desde una perspectiva bíblica o teológica. Solamente una visión del mundo moldeada por las Escrituras puede proveer un fundamento sólido para abordar en la práctica, estos asuntos de raza, etnia y nacionalidad. Como la Biblia deja en


claro desde el mismo comienzo, la creación provee el fundamento sobre el cual basar nuestra relación con nuestros vecinos extranjeros. Sumado a esto, las Escrituras revelan que el pecado ha distorsionado nuestra percepción del prójimo. El racismo y otras formas de prejuicio han infectado la naturaleza humana y pueden ser erradicados solamente por la sangre de Jesús. En él “no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo y en todos” (Colosenses 3:11). **************************

Este artículo es una versión acortada y editada de un artículo que apareció en la revista del Instituto de Investigación Bíblica. Utilizado con permiso. Referencias 1.

Ernest Cashmore, Michael Banton, y Heribert Adam: Dictionary of Race and Ethnic Relations, 3era ed. (Londres: Routledge, 1994), p. 294.

2.

Robert Miles: “Nationalism” en: Guido Bolaffi, Raffaele Bracalenti, Peter Braham y Sandro Gindro, eds. Dictionary of Race, Ethnicity and Culture (Londres: SAGE Publications, 2003), p. 240.

3.

J. Andrew Kirk, “Race, Class, Caste and the Bible,” Themelios 10:2 (1985):7.

4.

Debido al uso de la palabra “raza” con un sentido biológico de eugenesia en ideologías racistas, los estudiosos han tendido a abandonar el uso de esta, utilizando el término “etnia” en el cual la cultura y no la biología, era la primer categoría para distinguir los grupos de personas. Eric Barreto, Ethnic Negotiations: The Function of Race and Ethnicity in Acts 16 (Ph.D. dissertation, Emory University, 2010), pp. 38–41.

5.

Ann Killebrew: Biblical Peoples and Ethnicity: An Archaeological Study of Egyptians, Canaanites,

Philistines, and Early Israel, 1300-1100 B.C.E. (Leiden, Holanda: Brill, 2005), p. 8.

of the Covenant Motif in Amos 1:2-2:16 (Tesis doctoral, Andrews University, 1996).

6.

Catherine Soanes and Angus Stevenson: Concise Oxford English Dictionary (Oxford, Inglaterra: Oxford University Press, 2004).

16. Keith Ferdinando, “The Ethnic Enemy – No Greek or Jew … Barbarian, Scythian: The Gospel and Ethnic Difference,” Themelios 2 (September 2008) 33:57.

7.

Tzvetan Todorov: “Race and Racism,” en: Les Back y John Solomos, eds. Theories of Race and Racism: A Reader (Londres: Routledge, 2000), pp. 64-70.

17. Idem. p. 10.

8.

Cashmore, Banton, y Adam, p. 254.

9.

Dennis Okholm, The Gospel in Black and White: Theological Resources for Racial Reconciliation (Downers Grove, Illinois: InterVarsity Press, 1997), p. 118.

10. Duane Christensen, “Nations,” ed. David Noel Freedman: The Anchor Bible Dictionary (Nueva York: Doubleday, 1992), 4:1037. 11. William Arndt, Frederick Danker y Walter Bauer: A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature (Chicago, Illinois: University of Chicago Press, 2000), p. 276. 12. Idem p. 586. 13. N. Hillyer, “Tribe,” en: Colin Brown, (ed.) New International Dictionary of New Testament Theology (Grand Rapids, Michigan: Zondervan Publishing House, 1986), p. 871. 14. J. Daniel Hays, From Every People and Nation: A Biblical Theology of Race (Downers Grove, Illinois: InterVarsity, 2003), pp. 56–60. Cf. Frank Crüsemann, “Human Solidarity and Ethnic Identity: Israel’s SelfDefinition in the Genealogical System of Genesis,” en: Mark G. Brett, ed. Ethnicity and the Bible (Leiden: Brill, 1996), pp. 197– 214. 15. Jon Levenson, “The Universal Horizon of Biblical Particularism,” en: Mark Brett, ed. Ethnicity and the Bible (Leiden, Holanda: Brill, 1996), p. 147. Cf. Reinaldo Siqueira, The Presence

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18. John Oswalt, The Book of Isaiah, chapters 1-39 (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 1986), p. 381. 19. Ferdinando, p. 58. 20. William Storrar, “‘Vertigo’ or ‘Imago’? Nations in the Divine Economy,” Themelios 3 (April 1996) 21:4. 21. Esta abarcante afirmación no anula las funciones y distinciones de género (femenino y masculino) establecidas en la creación; en vez de esto, afirma la restauración de Dios de la creación a través del trabajo salvador de Jesús. Ver Thomas R. Schreiner, Galatians (Grand Rapids, Michigan: Zondervan, 2010), p. 259. 22. Ver John Barclay, “‘Neither Jew Nor Greek’: Multiculturalism and the New Perspective on Paul,” en: Brett, pp. 197-214. 23. Miroslav Volf, Exclusion and Embrace: A Theological Exploration of Identity, Otherness, and Reconciliation (Nashville, Tennessee: Abingdon Press, 1996), 75. Ver resumen en: Ferdinando, p. 59. 24. Ver R. Knauth, “Alien, Foreign Resident,” en: T. Desmond Alexander and David Baker, eds. Dictionary of the Old Testament: Pentateuch (Downers Grove, Illinois: InterVarsity Press, 2003), pp. 24-33. 25. David Benner y Peter Hill, eds. Baker Encyclopedia of Psychology and Counseling, Baker Reference Library (Grand Rapids, Michigan: Baker Books, 1999), p. 896. Por Elias Brasil de Souza, director asociado del Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General.


Mayordomía: La prosperidad es un fruto de la fidelidad
 Génesis 39:2-3 «Pero Jehová estaba con José, y fue varón próspero. Él estaba en la casa de su señor, el egipcio, quien vio que Jehová estaba con él y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano». Muchos creen que la prosperidad es sinónimo de riqueza, comodidad, abundancia, placeres, comidas exóticas, etc.; pero desde un punto de vista bíblico, esta es una imagen muy distorsionada, en realidad, la prosperidad es un fruto de la fidelidad, y muy distinta a como el mundo la presenta. Un buen ejemplo de ello es la vida de José. 1. La fidelidad se aprende en el hogar Una de las grandes lecciones que aprendemos en la vida de José, es que no se nace con la fidelidad, es algo que se aprende; José aprendió a ser fiel a Dios en casa de sus padres, siendo un hijo obediente, sincero, honesto y sobre todo, el ejemplo de su padre, le enseñó a confiar plenamente en Dios. 2. Fidelidad en el lugar de trabajo

mente lo calumnió y engañando a su esposo metió a José en la cárcel. 4. Fidelidad en la cárcel ¿Quién podría decir que se es próspero estando en la cárcel? Eso es exactamente lo que la Biblia dice acerca de José, que «halló gracia ante el encargado de la cárcel» y «lo puso a cargo de todos los presos... porque Jehová estaba con José... y todo lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.» (Génesis 39:21-23). 5. Fidelidad en el palacio Prodigiosamente Dios lo sacó de la cárcel, para llevarlo ante la presencia del faraón, quien estaba perturbado por unos sueños que había tenido, pero al descifrárselos, el faraón notó la sabiduría y poder divinos que estaban sobre él y lo nombró gobernador de Egipto, el segundo después de él (Génesis 41:40-42). Sin duda, José también fue fiel a Dios en el palacio, como gobernante y todo lo que hacía prosperaba. Llamado

José llegó en situaciones muy adversas a la tierra de Egipto, sus hermanos lo vendieron y llegó como esclavo a la casa de Potifar, capitán de la guardia del rey, quien no tardó en descubrir que «... Jehová estaba con José y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar...» (Génesis 39:3). 3. Fidelidad a los principios Cuando todo parecía ir muy bien, José se había ganado la confianza de Potifar poniéndolo a cargo de todos sus bienes, Satanás buscó un agente externo para atacar a José, la esposa de Potifar, quien quiso seducirlo, pero no pudo (Génesis 39:8-9), posterior-

Ni en los momentos más críticos de su vida José dejó de ser fiel a Dios. Es posible que estés atravesando una situación difícil en estos momentos y no sabes qué hacer. Hoy te invito a aferrarte al Señor como José, recuerda que la fidelidad no depende de las circunstancias, ni del lugar donde te encuentres, es una decisión, un pacto que haces con Dios, con la segura promesa de que Jehová estará contigo como estuvo con José y todo lo que hagas prosperará. Te invito a hacer votos de fidelidad con nuestro Dios. Pastor Eugenio Mendoza Sarmiento, Ministerio de Mayordomía Unión Mexicana del Sureste

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Diseñados para Amar:

La teología del “nosotros” y el “resto”
 Es muy difícil no ver como “secta” a un grupo que se empeña en hablar de “nosotros” y el “resto”, mirándolos como mira alguien desde un pedestal superior. En estos días de catástrofe en Ecuador he leído a algunos referirse a “los nuestros” que han sido protegidos por Dios y oremos por los demás que han sido afectados. ¿Qué tipo de teología sectaria es esa que sugiere que Dios tiene hijos privilegiados? ¿Qué teología macabra es la que sugiere que Dios mata personas mientras, por raras situaciones ideológicas, preserva la vida de otras? ¿Cómo les explicamos esta distorsión teológica a quienes están luchando con creer en medio de una catástrofe llena de muerte y dolor? No se necesita mucha inteligencia para suponer que aquí hay cuestiones de tipo estadístico: si de cada

diez ciudadanos, nueve son católicos y uno protestante, es obvio que va a haber más víctimas en la mayoría. Francia, Luxemburgo, España y otros países europeos nunca han tenido un terremoto, ¿será que son hijos privilegiados de Dios? ¡Por favor! ¡Cuando será el día en que los cristianos podremos escribir y pensar con altura de miras y no desde perspectivas sectarias! El mensaje que se les transmite a los no cristianos es horrendo y me aflige pensar que por esa distorsión cada vez hay menos gente dispuesta a creer en un Dios lleno de privilegiados y sectas. Miguel Ángel Núñez, Dr. en Teología.

Comunicando Esperanza: Jesús: el Maestro del Storytelling

y la fidelización
 Recientemente leí en una web de marketing un artículo titulado “Storytelling: clave para fidelizar a los consumidores” y me hizo rememorar unos cuantos momentos bíblicos interesantes, reflexionando en la evangelización en el contexto actual. En el mundo de la comunicación es importante tener un mensaje o contenido que debe ser entregado por un medio o canal de forma estratégica para alcanzar a un público

objetivo. Este mismo esquema se repite en el contexto espiritual, tenemos un mensaje que entregar a un mundo entero para lograr “conversiones”. El término conversión es usado en el marketing así como otros muchos términos que tienen origen en el mundo religioso. Incluso se habla de “clientes evangelistas” en vez de consumidores sin más, porque lo que pretenden hoy en día es “discipular” a los consumidores para que comuniquen las bondades de un

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producto a otros potenciales consumidores y lograr que cada comprador acabe influyendo a otros para que también compren ese mismo producto. Pero hoy no estamos aquí para hablar de marketing sino de evangelismo. Es triste en cierto modo comprobar que el mundo mercantil está copiando, literalmente, muchas estrategias bíblicas de evangelización para un fin puramente lucrativo y poco o nada espiritual. Con lo difícil que es lograr “vender” cualquier producto que a las personas les cuesta dinero, sorprende que tengan tanto éxito aplicando metodologías bíblicas. Sin duda, que debe funcionar mejor aún cuando lo que intentamos no es vender, sino transmitir un mensaje y valores intangibles que buscan influenciar el modo de vida y beneficiar a las personas, pero puede costar más por el mero hecho de que se está transmitiendo un conocimiento que no se materializa en algo concreto, sino que se debe experimentar, sentir y vivir, y eso cuesta más que un acto tan sencillo como desembolsar una cantidad de dinero y adquirir un bien físico, objeto, tangible del que puedo sentir inmediata posesión. Cada vez se habla más del Storytelling en el mundo de la comunicación, como una técnica novedosa y revolucionaria. Lo que las marcas comerciales de hoy en día buscan es hacerse un hueco en medio del ruido que provoca el exceso de mensajes que recibe una persona al cabo del día, hacer notar su voz de forma que capte la atención del oyente. Para ello, se han dado cuenta de que el exceso de información (infoxicación) junto con el exceso de datos técnicos se llega al bloqueo de la atención del oyente, y que las personas lo que buscan es un trato más humano, cercano y agradable. Lo mejor es contar historias que muestren de forma práctica las bondades de un producto en vez de hablar del producto en sí mismo y la larga lista de cualidades técnicas que posee. Es una nueva forma que se experimenta sobre todo en las clásicas charlas “TED Talk”. Lo que muchos no saben es que al Storytelling en la Biblia se le llama contar parábolas, y el Maestro en contar parábolas, unas reales, otras ficticias (como la historia del rico y Lázaro –Lucas 16– o las diez vírgenes –Mateo 25) es Jesús de Nazaret. En su época Jesús logró captar la atención de un nicho saturado por infoxicación. Todo el mundo estaba aburrido de oír las largas diatribas de los rabinos, maestros, fariseos, saduceos, sus pesadas discusiones teológicas y filosóficas que aburrían al pueblo llano y no les servía de nada. Muchísimos mandamientos, demasiados, era imposible atender a todas las especificaciones técnicas que ese “producto” requería, y hacía que por compromiso social la mayoría de personas viviesen una doble moralidad, la pública para ser bien vistos por los demás, y la privada donde se mostraban como realmente eran, por eso Jesús hablaba de “sepulcros blanqueados” (Mateo 23:27). Otras personas sencillamente preferían no ser hipócritas y mostrarse en todo momento como realmente eran, pecadores. Por ese motivo Jesús, quien considera las

intenciones del corazón y la sinceridad de una persona, en tantas ocasiones menciona que los más desgraciados, prostitutas tienen más posibilidades de alcanzar el reino de los cielos que los fariseos, ricos o personas que muestran las formas de la religión (Mateo 19:23, 24; 21:31), precisamente porque no son hipócritas como los últimos y saben que necesitan ayuda y la piden. En oposición, también menciona los niños, que sin esa doblez de espíritu (Mateo 18:4; 19:14) alcanzan el reino de los cielos. En ese contexto de saturación de información, de tantas voces que constantemente le decían a todo el mundo lo que tenían que hacer y cómo lo tenían que hacer, surge el Maestro con un discurso diferente. En lugar de hacer teoría sobre doctrina, empatiza con las personas contando historias que ejemplificaban cómo vivir una vida mejor, gracias a los consejos que estaban implícitos en la historia, y que cada persona sacara su propia deducción para tomar su propia decisión. Jesús contó para qué servían los valores y principios poniendo ejemplos de forma sencilla. Contaba historias donde partía de un punto inicial, planteaba una situación con su problema, y luego acababa mostrando el desenlace, unas veces positivo y otras negativo, pero siempre con moraleja. El oyente quedaba cautivado porque no le hablaban de doctrina pura y dura. Lo que Jesús hizo fue ayudarles a entender cómo los principios subyacentes en la doctrina eran útiles para la vida diaria de los que le seguían. Eso es Storytelling, contar a través de una historia por qué lo que se ofrece es bueno y para qué sirve, y nuestro Salvador es el Maestro del Storytelling. Sabemos que el método de Cristo es el único que funciona, pero corremos el peligro de encasillar el “método de Cristo” en un par de técnicas nada más. El Storytelling forma parte de las muchísimas técnicas que abarca el método de Cristo. A menudo nosotros tenemos la tendencia de caer en discusiones teológicas con personas de otras denominaciones para, en el fondo, reconocer que lo único que se busca es demostrar “quién tiene la razón”, pero raramente lograremos conquistar el corazón del otro. Usemos el método de Cristo, en lugar de querer demostrar teológica y bíblicamente que es necesario observar el sábado, y estoy seguro de que muchos somos “campeones” en esto, ¿por qué no mostrar la necesidad humana y las infinitas bendiciones y ventajas de tener una cita semanal con nuestro Creador, Esposo, Cuidador, Perdonador, Sanador, Amigo, Consejero, Dios fuerte…? Seguro que el Storytelling, nuestro propio testimonio y experiencia contado a los demás, ganará con la ayuda del Espíritu Santo muchos más corazones que discutir teología a duras penas. Eso sí, hay un momento para todo, y habrá ocasiones que requieran de teología, pero lo que las personas que andan por las calles muriendo de hambre y sed espiritual necesitan es, el Agua de Vida en forma de historias. Tu historia por ejemplo, es una buena historia, compártela. Pedro Torres, profesor de Comunicaciones en la Facultad Adventista de Teología

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Participación: El rey tuerto
 He conocido vendedores de todo tipo: malos, buenos, regulares, excepcionales, fantásticos, desastrosos, incluso alguno que ni era vendedor… La mayoría de ellos, desafortunadamente, confundían la autoestima con el autoengaño. Me explico. La mayoría decían de sí mismos verse como vendedores buenos o muy buenos. Pero, por desgracia, eran mucho menos buenos de lo que ellos se consideraban y de lo que luego demostraban. Algunos, bastantes, veían corroborada su excelsa autoimagen por los resultados, en bastantes casos, engañosamente superiores a los de su competencia. Y no es que esté diciendo que no eran buenos. Es que eran buenos, pero no tanto. Acaba de fallecer Johan Cruyff, un icono del fútbol. Pero también un icono como persona. Y de sus muchas frases célebres, hay una que en muchas ocasiones he compartido con quien estaba dispuesto a escuchar: “En el país de los ciegos, el tuerto es el rey, pero sigue siendo tuerto“. No se si lo habías visto así alguna vez. La frase me viene una y otra vez. Me parece una frase acertadísima y que hace bastante juego con “mal de muchos consuelo de tontos”. Y creo que demasiadas veces caemos en ambas. Creo que demasiadas veces nos conformamos, consciente o inconscientemente, con ser reyes tuertos. Debe ser que pensamos, “no está tan mal”, “algo es algo”, o, “tendrías que ver cómo ha quedado el otro”. Pero, antes de seguir por ahí, pensemos, ¿Que es ser el rey tuerto? En la venta, en la vida… El rey tuerto de la venta es el que da “palos de ciego”, pero, supuestamente, ve algo; el que quizá no pregunta (algo vital en la venta con “visión”) pero, al menos, escucha lo que el cliente desvela; el que no ve en 3D, pero al menos ve que tiene a un cliente delante. Porque el ciego del país de los ciegos, se supone que ni se da cuenta cuando tiene a un cliente delante. Pero, sigue siendo tuerto. Y eso, resignarte a seguir siendo tuerto, puede tener consecuencias fatales. Mira si no, lo que le ocurrió al tuerto y al de visión “normal” en la historia que sigue. En tiempos de la revolución mexicana se somete a tres prisioneros a la siguiente prueba. De un grupo de 5

sombreros (3 blancos y 2 rojos) se extraerán tres sombreros, se los colocará en la cabeza de cada uno de los prisioneros y se le preguntará a cada uno sobre el color del sombrero que tiene puesto. Si aciertan el color de su sombrero saldrán libres, si se equivocan serán fusilados inmediatamente y si no se atreven a contestar, seguirán en la cárcel. Los prisioneros han visto el grupo de los 5 sombreros, cantidad y colores. Cada uno de los prisioneros podrá ver el color que tienen sus compañeros, más no podrá ver el color del propio. Cabe aclarar que de los tres prisioneros, uno está ciego, el otro es tuerto y el tercero tiene visión normal. Para no dejarlo en desventaja, al ciego se le aclara la cantidad y los colores del grupo inicial de 5 sombreros. Primero se le pregunta al prisionero de visión normal, quien mira a sus compañeros, duda, y expresa que prefiere no contestar. Luego se le pregunta al tuerto, que si bien ha perdido un ojo, con el que le queda sano mira hacia la cabeza de sus compañeros, piensa, duda, y manifiesta que no va a contestar. Por último le preguntan al ciego, que no ve absolutamente nada, pero piensa un instante y exclama: “mi sombrero es de color blanco”. ¡Acertó! Y es dejado libre mientras los otros vuelven a prisión. ¿Cómo hizo el ciego para contestar bien? ¿O sólo fue un golpe de suerte de un señor muy arriesgado? Convengamos que cualquier prisionero preferirá la libertad a la cárcel y la cárcel a la muerte. La solución propuesta es que si el primer prisionero hubiese visto 2 sombreros rojos sobre las cabezas de sus compañeros sabría con seguridad que el suyo era blanco y lo hubiera dicho para quedar libre, pero no lo hizo. Entonces el de visión normal no vio dos sombreros rojos en las cabezas del tuerto y del ciego. El tuerto también podía ver si sus compañeros tenían, ambos, sombreros rojos, con lo cual hubiese dicho que él tenía uno blanco para salir libre, pero dudó y prefirió no contestar, por lo que esta situación de 2 sombreros rojos no se produjo. Pero aún hay más con el tuerto: con la información que involuntariamente le acercó el de visión normal sabe que ambos, él y el ciego, no tienen sombreros rojos. Entonces si ve que el ciego posee un sombrero de color rojo, el tuerto debería tener uno blanco

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“necesariamente” y hubiese contestado y salido libre. Tampoco contestó y de esto se concluye que no vio un sombrero rojo en la cabeza del ciego. El ciego usó su cerebro, calculó las distintas distribuciones de los sombreros con sus posibles colores, aplicó la información que surgía de las contestaciones de los otros y lógicamente concluyó que él debía tener un sombrero de color blanco. Nada de visión y mucho de lógica para el ciego, un tipo brillante y exitoso. Sí, divertido, pero, además, repleto de aplicaciones. Me quedo con una. Si lo piensas, el ciego, solo aplico la inteligencia. La misma que podría haber aplicado de no ser ciego. O sea, no es una historia de éxito de ciegos ni de reyes tuertos, es una historia de éxito de alguien que usa los recursos a su disposición para lograr su objetivo. O sea, un Rey del uso de la inteligencia. Aunque tengas ciertas habilidades como vendedor (o como persona) que te ayuden a obtener buenos resultados, si no estás usando todos los recursos que podrías usar, te

conviertes, deliberadamente, un un tuerto funcional. Vaya, ¡Que orgullo! Vender más que los que son todavía más lerdos… ¿Qué tal si leemos los libros que tenemos sobre ventas? ¿Qué tal si compramos alguno nuevo (y lo leemos)? ¿Qué tal si aplicamos progresivamente lo que leemos (no “algo”, como haría un tuerto, todo)? ¿Qué tal si cambiamos aquello que no funciona? ¿Qué tal si revisamos lo que nos presentaron en sesiones formativas a las que asistimos un día? ¿Qué tal si lo aplicamos, progresivamente, todo? Porque ser tuerto, siendo todo a lo que puedes aspirar, y rodeado de ciegos, puede estar bien. Pero elegir usar solo un ojo, pudiendo usar los dos, confiado en que los demás van con los dos ojos tapados, es triste y arriesgado. Y más, ahora que pueden casi implantar cualquier cosa. Mira que si los ciegos acaban viendo y acabas por ser solo un tuerto, pudiendo ser un Rey que todo lo ve… Pues eso, mira con pasión, ve con pasión, reina con pasión, vende con pasión, vive con pasión. Enoc Diestre, Vive con pasión.

Lo que Dios promete… 
 "El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes, Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, Y que en él no hay injusticia". Salmo 92:12-15 Este precioso texto nos recuerda que aquellos que son justos darán fruto, o lo que es lo mismo, buenas obras. La fruta viene precedida por la flor, aroma agradable y belleza. Cuando las palmeras florecen, suelen llenar el aire de un aroma dulzón, presagio del fruto que dará lugar la flor que ahora se ve. Dará gusto estar al lado del justo, sus acciones son agradables, de aroma dulce. Luego se utiliza el Cedro como símbolo de grandeza y robustez, el justo no solo será agradable a los que le rodean, sino que estará preparado para soportar los embates de la vida, al igual que el cedro, alto y majestuoso, es capaz de soportar las peores tormentas. Más aún, el cedro es un árbol símbolo de refugio, al que acuden los animales para prote-

gerse en su sombraje del pesado sol de Oriente Medio, y al que acuden las aves en caso de lluvia y tormenta, para ser protegidas por sus ramas. El justo no solo será buscado por su agradable compañía, también por la seguridad que brinda a los que le rodean. PERO, no debemos olvidar que esto no es algo inherente al ser humano. Si el justo llega a tener esas cualidades, se debe a algo importante, a estar "plantados en la casa de Jehová", es decir, a vivir perennemente al lado de Dios, así como un árbol crece en el mismo sitio sin moverse. Pero estar plantado en los atrios de Dios significa también estar enraizados en Él, el árbol se nutre constantemente a través de sus raíces de los alimentos que le brinda el suelo donde está plantado. Si el justo llega a tener las cualidades prometidas anteriormente es porque constantemente vive al lado de Dios, y se nutre constantemente de su Palabra. El "Suelo" es de tal calidad, que aunque el árbol sea viejo, dará su flor y su fruto, anunciando a todo el que acuda a él en busca de solaz y abrigo, que Dios es bueno, es el mejor terreno sobre el que enraizar nuestra vida, trata a todos por igual, de forma justa.. Pedro Torres, director de Comunicaciones UAE.

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Teología: El

Dueño del mundo

Lectura bíblica: Salmo 50:12 «Si yo tuviera hambre no te lo diría, pues mío es el mundo y todo lo que contiene». Hay una razón por la cual Dios es el Dueño de la tierra: «Él la afirmó sobre los mares, la estableció sobre los ríos», declara el Salmo 24 en el versículo dos. Por lo tanto, por derecho de creación, el versículo uno de este Salmo establece, que «del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan». Entonces, basado en estos derechos de posesión absoluta otorgados por la vía de la creación, el Dueño del mundo, el Creador, le dice a la criatura humana, obra de sus manos, lo siguiente: «Si yo tuviera hambre no te lo diría, pues mío es el mundo y todo lo que contiene.» ¿Cuánto tiene Dios como Dueño del mundo? ¿Puede contabilizarse el monto de las riquezas que hay en el planeta? Con tanta riqueza, ¿necesita Dios algo de nosotros? Y si no lo necesita, ¿por qué nos pide que demos? Debe haber alguna buena razón, y vamos a buscarla contestando estas curiosas interrogantes. ¿Cuánta riqueza contiene el mundo? Pongamos como ejemplo la plata, un metal precioso y muy codiciado. En Hageo 2:8 el Dueño del mundo dice: «Mía es la plata.» ¿Cuánta plata hay en el mundo? Bueno, para que se haga una idea, en el año 2008 se extrajeron de las minas de plata en todo el planeta unas 21.178 toneladas del precioso metal. ¿Es eso bastante? Para calcular su valor en dinero tenemos que usar el precio del metal en el mercado mundial. En 2012 la plata tenía un valor mayor que en 2009, pero quedémonos con el precio de este último año. En el mes de octubre andaba cerca de 18 dólares la onza. Así que tiene que multiplicar el número de onzas que hay en 21,178 toneladas por 18 dólares cada onza. ¿Cuál es el resultado? Asómbrese: ¡Es un poco más de 12 mil millones de dólares! Y Dios, el Dueño del mundo nos recuerda: «Mía es la plata». Además, tenga presente que esa es la plata extraída de las minas solo en un año, pero en el mundo hay mucho más, y toda es de Dios por derecho de creación.

Pero en Hageo 2:8 aparte de señalar que él es el Dueño de la plata, Dios agrega: «y mío es el oro». ¿Cuánto oro hay en el mundo? Bueno, la producción mundial del llamado rey de los metales es de unas 2.500 toneladas anuales, y se considera que en el mundo existen unas 160 mil toneladas extraídas de las minas. ¿Cuál sería el valor de todo ese oro en dinero? Si tomamos el precio actual por tonelada, el cual anda alrededor de 45 millones de dólares, ¡el resultado es un poco más de 7 mil billones de dólares! Y Dios es el Dueño de esa inmensa riqueza. ¡Pero eso no es todo! Especialistas financieros han calculado el valor de todos los bienes, inversiones y servicios del mundo, y el resultado aproximado es de unos 65 trillones de dólares, una cantidad difícil de imaginar. «Mío es el mundo y todo lo que contiene», dice el Señor. Pero aún hay más. Los expertos consideran que en realidad, la mayor riqueza del planeta es su extraordinaria diversidad biológica. Hasta este momento, esos especialistas, llamados taxónomos, han logrado clasificar cerca de 2 millones de especies vivas, pero creen que puede haber unos 13 millones y aún más. Todas creadas por Dios. Por lo tanto, ¡le pertenecen! Pero hay más. Veamos el agua, el recurso natural más importante y la base de toda forma de vida en el planeta. Es tan valiosa, que el Banco Mundial ha acuñado la siguiente frase: «si el siglo XX fue el de lucha por los combustibles fósiles, el siglo XXI lo será por el agua». Así de valiosa es el agua, ¡más que el oro por supuesto! Osvaldo Canziani, Premio Nobel de la Paz 2007, dijo lo siguiente: «Las expectativas comerciales, respecto del agua, la ubican como un negocio del orden de trillones de dólares para el siglo XXI». De hecho, la cotización del agua embotellada es mayor que la del petróleo. ¡Y pensar que Dios cubrió la superficie de su planeta con un 70% del preciado líquido y que todo es de él! ¿Y qué decir de los demás recursos naturales de la Tierra? ¡Todo es propiedad del Señor! ¡Él es el Dueño! La Tierra también es rica en plantas alimenticias. Se calcula que hay unas 80 mil que son comestibles, de las

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cuales usamos apenas unas 100, las que proveen alrededor del 90 por ciento del alimento que la humanidad consume. Pruebe hacer una lista de los alimentos que usualmente consume, y se dará cuenta de lo difícil que será escribir al menos unos 100 alimentos. ¡Pero Dios ha creado más de 80 mil plantas comestibles! Basado en esta súper abundancia es que Dios, el Creador, le dice a la criatura que él creó: «Si yo tuviera hambre no te lo diría, pues mío es el mundo y todo lo que contiene». ¿Necesita Dios algo de nosotros? No, Dios no necesita nada de nosotros; pero nosotros sí lo necesitamos todo de él. Por ejemplo, si él tuviera hambre, no necesitaría que le diéramos algo para saciarla, pero nosotros, que todos los días sentimos hambre, y tres veces por día, sí clamamos a él suplicantes: «danos hoy nuestro pan cotidiano», tal como el Señor nos enseñó a rogar en la oración modelo de Mateo 6:11. ¿Y qué hace el Dios proveedor para responder esta oración? Cada nueva mañana nos provee el pan nuestro de cada día. Por lo tanto, nosotros somos los necesitados; no él. Recordemos que Dios no es hombre para que sienta hambre como nosotros. De hecho, en el versículo 21 de nuestro Salmo 50 nos pregunta: «¿Acaso piensas que soy como tú?» Para el hombre, el hambre es una realidad diaria, pero para Dios es solo una figura que usa para explicar que no necesita nada de nosotros, pues «el mundo, y todo lo que contiene» es de él. ¡Y ya vimos que las riquezas de su planeta Tierra son incuantificables! Los griegos, al observar la súper abundancia que hay en la tierra para alimentar a tantas criaturas vivas, la compararon con una madre alimentando a sus hijos, y entonces le pusieron a la tierra el nombre de «Gaia», palabra que significa «madre proveedora». Ese es el origen de la expresión «madre tierra», que tan a menudo escuchamos en nuestros días, o también la expresión «madre naturaleza». Los griegos se referían a la tierra como una «madre proveedora», debido a las incalculables riquezas que hay en el pla-neta con las cuales las criaturas suplen sus necesidades. Pero estaban equivocados, pues no tenemos una madre proveedora, sino un Padre proveedor que satisface todas nuestras necesidades. «Mío es el mundo, y todo lo que contiene», dice nuestro Padre, y puesto que él se compadece de nuestras necesidades, las satisface plenamente son su súper abundancia. Si cada día oramos: «danos nuestro pan cotidiano», él tiene de sobra para suplir nuestra necesidad de alimento, y lo hace; día tras día. ¿Cómo responderle al Señor? Ante el despliegue que el Dueño del mundo hace de toda esta provisión para satisfacer nuestras necesidades, ¿cuál será nuestra respuesta? Debemos pensarla bien muy bien. Luego de poner frente a nosotros los hechos de su híper abundante creación, diciéndonos que el mundo y todo cuanto contiene es de él, en el versículo 22 del Salmo 50 el Señor nos invita a reflexionar en estos hechos con las siguientes palabras: «Consideren lo que he dicho». Es decir, piénsenlo bien, analícenlo detenidamente, dedíquenle profunda reflexión. Es una invitación a meditar en nuestro

Dios como Dueño del mundo y todo cuanto contiene, pero también como proveedor que satisface todas nuestras necesidades con su súper abundancia. Después de hacer esto, debe haber una respuesta. No nos podemos quedar solo con la reflexión. Debe haber una respuesta. ¿Cuál será? El salmista nos la indica en el versículo 14 del Salmo que estamos estudiando: «Ofrece a Dios tu gratitud, cumple tus promesas al Altísimo». Notemos, es una respuesta en dos direcciones. Primero, «ofrece a Dios tu gratitud», y segundo, «cumple tus promesas al Altísimo». Ofrecer gratitud es expresarla, pero también es ofrendarla. Decir gracias es muy fácil, solo requiere palabras; pero mostrar gratitud requiere hechos. Lucas 7:37 literalmente nos habla de «una mujer que tenía fama de pecadora», pero luego que Jesús perdonara sus pecados, en este versículo y en el 38 leemos que llena de gratitud y amor, «se presentó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando, se arrojó a los pies de Jesús, de manera que se los bañaba en lágrimas. Luego se los secó con los cabellos, también se los besaba y se los ungía con el perfume». Eso es gratitud, al borde del renunciamiento de un perfume que costaba el salario de un jornalero durante un año de trabajo. Aquel perfume se convirtió en una ofrenda de gratitud. Pero aparte de ofrecer a Dios mi gratitud en respuesta a su abundante provisión para satisfacer mis necesidades, parte de esa respuesta debe ser el cumplimiento de mis promesas de fidelidad en todo aquello que demande serle fiel: «Cumple tus promesas al Altísimo». Por lo tanto, debo ofrecerle mi gratitud de manera evidente, y también debo serle fiel en todo cuanto de mí exija fidelidad total. Así es como se le responde a un Dueño del mundo y todo cuanto contiene y que usa toda esa súper abundancia para satisfacer todas nuestras necesidades. No puede ser menos. Conclusión Entonces, ¿por qué Dios nos pide que demos? Porque a través de nuestras ofrendas le expresamos de manera tangible y evidente nuestra profunda gratitud. Y Dios, el Dueño del mundo, en el versículo 23 de nuestro Salmo dice: «Quien me ofrece gratitud, me honra». Por lo tanto, honremos al Señor ofreciéndole nuestra gratitud por ser nuestro Padre proveedor, y seamos íntegros en cumplirle nuestros votos de fidelidad. «Mía es la plata, y mío es el oro», dice el Dueño del mundo en Hageo 2:8. «Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan», reafirma el Salmo 24:1. La incalculable riqueza biológica del planeta, sus inmensos recursos naturales, todo le pertenece al Dueño que los creó. Toda esa sobre abundancia, Dios la usa para satisfacer nuestras necesidades, como buen Padre proveedor que él es. La única respuesta posible ante el despliegue de su bondad, es ofrecerle nuestra gratitud y cumplirle nuestras promesas de serle fiel, porque quien le ofrece gratitud lo honra. ¿Desea usted en esta hora honrar el nombre del Señor?

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ADRA: Campaña de cuestación
 En la Fundación ADRA-España, están ilusionados con la Campaña de Cuestación 2016. Este año han incluido novedades que ayudarán en el desarrollo de esta acción tan importante para los proyectos que están realizando. El lema de la campaña es Invierte en Esperanza. Todos y todas estamos presenciando una situación trágica y la indiferencia de los gobiernos. Asistimos a la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, miles de personas llegan a las costas griegas, y a partir de ahí se inicia un camino permanente de vulneración de sus derechos. Otras muchas están entrando o lo intentan desde otros puntos como Ceuta o Melilla. Algunas lo logran, otras no alcanzan su sueño, pero cada días más seres humanos huyen del hambre y los conflictos. La prioridad de la campaña de cuestación de este año son las personas desplazadas, refugiados, inmigrantes que anhelan otro mundo mejor. El objetivo a alcanzar es de 70.000 euros. Para motivar a esta acción que hoy se hace más necesaria que nunca, se ha generado una serie de materiales: un extensible, que las delegaciones podrán obte• ner gratuitamente. Puedes verlo AQUÍ. una caja de tiritas reutilizable con el lego y el • lema de la campaña. Puedes verla AQUÍ. además de los materiales de siempre, huchas, re• vistas, pegatinas, etc. Para hacer pedido de esos materiales, tenéis la hoja de pedido en formato Excel AQUÍ.

También podéis proyectar en las iglesias para motivar a todos y todas a cooperar con la campaña, no solo dando sino pidiendo, un VÍDEO, en el que se trata de informar y concienciar en el por qué y para qué de esta importantísima labor. Al lado de las mesas petitorias que pongáis, desde ADRA nos proponen organizar unos juegos solidarios para los niños y las niñas que se acerquen. Los jóvenes pueden colaborar y coordinar estas actividades. Además de la diversión, el juego tiene un mensaje para fomentar el respeto y la solidaridad entre las personas. Para ver los juegos solidarios propuestos, pinche AQUÍ. Este año, desde ADRA-España nos proponen nuevos materiales porque están convencidos de que van a ser de provecho para lograr el objetivo. Si invertimos en Esperanza, miles de personas se pueden beneficiar dentro y fuera de nuestro país. Olga Calonge, directora de ADRA-España, termina con estas palabras: “Que Dios nos ayude, nos motive y nos permita llegar a muchas personas aliviando el dolor, el sufrimiento y las injusticias. La Cuestación es creer que todos los seres humanos tienen derecho a vivir en igualdad de condiciones. Dios nos preguntará muy pronto qué hicimos cada uno de nosotros frente a eso: porque fuí extranjero y me recibisteis. En cada hucha hay personas con una historia, un nombre y una esperanza. Invierte en Esperanza“. Olga Calonge, directora de ADRA-España.

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Mayordomía: Financiando el establecimiento del reino
 Lectura bíblica: Romanos 13:7 «Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos, si deben contribuciones, paguen las contribuciones». La primera venida de Jesús ha sido tan determinante para la humanidad, que hemos dividido nuestra historia en antes y después de Cristo. Similar impacto tiene su segunda venida, pues antes de que ocurra hablamos de una economía del pecado, y después del evento prevalecerá solo la economía de la gracia. En relación a su primera venida, en Mateo 3:2 Juan el Bautista anunciaba que el reino de los cielos se había acercado. Se ha acercado, pero su establecimiento no se ha consumado. Estamos viviendo en el proceso de su consumación, hecho que ocurrirá en la segunda venida del Señor. En tanto esto ocurre, vivimos entonces, de este lado de la eternidad, en lo que hemos llamado la economía del pecado. Del otro lado de la eternidad es cuando viviremos por siempre en una economía de la gracia. Por lo pronto, entonces, en esta economía del pecado en la cual vivimos, uno de sus componentes es el dinero, un recurso sin el cual la vida actual es impensable. Porque seamos honestos, ¿puede usted imaginar esta vida que vivimos sin dinero? ¿Es necesario el dinero? ¿Es posible que toda la vida usted se la pase sin dinero? ¿Cuál es el papel del dinero en la vida de los hijos de Dios? Y si el dinero es importante para los individuos, ¿es importante para las organizaciones? ¿Necesita la iglesia dinero? El dinero y los reinos del mundo De acuerdo a Mateo 4:8, cuando la Biblia se refiere a los gobiernos de las naciones de la tierra los llama: «los reinos del mundo»; y según Mateo 3:2 cuando se refiere al gobierno de Dios lo llama: «el reino de los cielos». Uno de los reinos del mundo es los Estados Unidos, cuyo gobierno proyectó un presupuesto de gasto para 2010 de 3,552 billones de dólares. De esa enorme suma, 663,700 millones eran para defensa, 46,700 millones para educación, 76,800 millones para salud, entre otros rubros. Preguntamos: el país más poderoso del mundo, ¿de dónde obtiene esas colosales sumas de dinero para financiarse? Solo hay una posible respuesta: ¡Lo consigue con el pago de impuestos de los contribuyentes! ¿Podrían los reinos del mundo defender la práctica de exigir el pago de impuestos basándose en la Biblia? ¡Por

supuesto! Seguro que empezarían citando Romanos 13:1: «Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto». Luego agregarían el versículo 6: «Por eso mismo pagan ustedes impuestos»; y concluirían con el versículo 7: «Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos, si deben contribuciones, paguen las contribuciones». Con un presupuesto para el 2010 de 3,552 billones de dólares, ¿qué pasaría si los contribuyentes dejaran de pagar sus impuestos al gobierno más poderoso de la tierra? ¡Se hundiría en la más completa bancarrota! Y está claro que las autoridades jamás permitirían eso. Para evitarlo, el gobierno de los Estados Unidos cuenta con una agencia especializada, el Servicio de Rentas Internas (IRS), cuya misión es hacer que todos los contribuyentes paguen sus impuestos. Por cierto, es proverbial la fama del IRS de que nadie se le escapa por evasión de impuestos. Por ejemplo, Al Capone, el gánster que siempre evadió la ley cuando lo arrestaban, fue sentenciado a once años de prisión y una multa de 80 mil dólares por evadir impuestos. Julio César Chávez, ex campeón mundial de boxeo, fue demandado por evasión de impuestos por seis millones de dólares. Pete Rose, famoso beisbolista, fue condenado a cinco meses de cárcel y 50 mil dólares de multa por el mismo pecado. Y fuera de Estados Unidos, Luciano Pavarotti, el famoso tenor italiano, fue sentenciado a pagar once millones de dólares por evasión de impuestos. ¿Por qué eran evasores? Por una razón común a todos los hombres: avaricia, deshonestidad y codicia. No perdamos de vista este motivo. Un viejo refrán dice: «Hay dos cosas que no se pueden evitar: la muerte y pagar los impuestos». Las leyes tributarias de los Estados Unidos son implacables al exigir el pago de impuestos. ¡Hasta de lo ganado en las apuestas hay que pagarlos! Por ejemplo, Joseph Nunan, comisionado del IRS en los años cuarenta, hizo una apuesta de 1,800 dólares a que Harry Truman ganaría las elecciones presidenciales. Nunan ganó la apuesta, pero olvidó declarar su ganancia. ¿El resultado? ¡Fue acusado de evasión de impuestos! Perdió su empleo, y fue obligado a pagar una penalidad. Si esto es así con los reinos del mundo, ¿qué del reino de Dios? Si para los reinos de este mundo el dinero es

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importante, ¿lo es también para el reino de los cielos? ¿Cuál es la importancia que el dinero tiene para Dios? ¿Cómo financia el reino de los cielos sus operaciones aquí en la tierra? ¿Es acaso el diezmo un tipo de impuesto? El dinero y el reino de los cielos Ya constatamos que autorizadas por Dios las naciones cobran impuestos para financiar sus gobiernos. Si el reino de los cielos se ha acercado, como se anunció de Jesús en ocasión de su primera venida, y si su gobierno está aquí, entre nosotros, ¿con qué financia todas sus actividades? Estamos claros en que nuestras oraciones, la lectura del año bíblico, ayunar; todo eso es importante en el contexto amplio del reino de los cielos, pero no es con esas prácticas que se pagan sus operaciones aquí en la tierra. Entonces, ¿con qué? Solo hay una posible respuesta: ¡Con dinero, contante y sonante! Cualquier organización, con fines o sin fines de lucro, necesita dinero para financiar sus operaciones, y la iglesia no es la excepción. Ahora, ¿por qué la iglesia debe financiar con dinero sus actividades encaminadas al establecimiento final del reino de Dios? Sencillo, ¡porque Dios así lo ha dispuesto! Leamos con cuidado la siguiente cita nada menos que inspirada por el Espíritu Santo: «El dinero de Dios ha de ser empleado para realizar, de la manera en que él lo indica, la obra que él ha declarado que debe ser hecha en nuestro mundo» (El evangelismo, p. 67). ¿Cuál es esa obra? La predicación del evangelio; y la cita dice que se financia, ¡«con el dinero de Dios»! ¿Y dónde tiene Dios su dinero? Otra cita de la misma inspiración nos dará la respuesta: «Si los medios fluyeran a la tesorería exactamente de acuerdo con el plan de Dios, la décima parte de todas las ganancias, habría abundancia para llevar adelante su obra». (El evangelismo, p. 187). Note que la primera cita se refiere al «dinero de Dios». Observe la preposición de pertenencia «de», que señala la persona a quien pertenece el dinero mencionado. Es, «de» Dios; pertenece, a Dios. Puesto que la única fuente de recursos financieros con que cuenta la iglesia para cumplir su misión es el diezmo, queda claro que ese es el dinero al cual se refiere la cita, el cual, de acuerdo a Malaquías 3: 10, debe ser llevado íntegro, para que haya fondos en el templo. Estos son los medios aludidos en la segunda cita, los cuales deben fluir a la tesorería, que es el alfolí, «exactamente de acuerdo con el plan de Dios». Ahora, observe que tanto la Biblia como el Espíritu de Profecía definen claramente esta exactitud, estableciendo que es «la décima parte de todas las ganancias». Como resultado, si así fuera, «habría abundancia para llevar adelante su obra.» Esto indica que tal abundancia no existe, precisamente porque no hay exactitud en devolverle a Dios un dinero que él ya definió como suyo. Ese es el dinero «de» Dios, y él ya indicó para qué debe ser usado. Este es el contexto en el que cada miembro de iglesia debe entender por qué el dinero es importante para Dios. Pero, ¿este es el único propósito por el cual se nos pide fidelidad exacta en relación con el diezmo y la ofrenda? La evasión fiscal y sus riesgos La Biblia establece el castigo para los que se rebelan contra las leyes del estado, y por supuesto, esto incluye las leyes que condenan la evasión fiscal. Dice en Romanos 13:2: «Todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido. Los que así proceden recibirán castigo».

Un buen ejemplo de esto es lo ocurrido al UBS, el mayor banco suizo, el cual accedió a pagar 780 millones de dólares al fisco de Estados Unidos por haber ayudado a clientes estadounidenses a evadir impuestos. El banco también fue obligado a entregar la lista con los nombres de los evasores, quienes habían acumulado cuentas por 20,000 millones de dólares, y que ahora debían enfrentar la justicia en su país. Alexander Acosta, fiscal del Distrito Sur de la Florida, explica de la siguiente manera la razón de esta conducta: «Este no fue simplemente un descuido a la hora de cumplir la ley, sino un crimen deliberado motivado por la avaricia». Algunos gobiernos exigen más del 30% de los ingresos en concepto de impuestos. Por ejemplo, en Dinamarca, la tasa impositiva individual está entre el 38 y el 59 por ciento; sin embargo, el gobierno de Dios demanda solo el 10 por ciento, y aunque no es un impuesto, al menos la comparación sirve para entender por qué el dinero es importante para el financiamiento de la misión de la iglesia. Sin el dinero que es producto de la fidelidad de cada miembro de iglesia, sencillamente no habría la abundancia de recursos financieros que se necesitan para «realizar, de la manera en que él lo indica, la obra que él ha declarado que debe ser hecha en nuestro mundo». El diezmo y los impuestos no son comparables, pues el diezmo es mucho más que un impuesto, ya que busca eliminar la avaricia, la codicia y el egoísmo del corazón de todo evasor, en tanto que el impuesto es solo una obligación ciudadana. Así como hay evasores de impuestos, de igual manera hay evasores del diezmo, y así como los reinos del mundo pierden potencial de financiamiento debido a la evasión fiscal, de la misma forma el reino de los cielos pierde potencial de financiamiento de la misión debido a la evasión e inexactitud en la devolución del diezmo. No olvidemos, que «si los medios fluyeran a la tesorería exactamente de acuerdo con el plan de Dios, la décima parte de todas las ganancias, habría abundancia para llevar adelante su obra». Conclusión Resulta asombroso que un fiscal califique de «crimen deliberado» la evasión de impuestos, y que explique que la avaricia es el móvil que impulsa a aquellos que lo cometen. Y la devolución exacta del diezmo, ¿podría ser calificada como «crimen deliberado»? El propósito de los impuestos es financiar las operaciones de un gobierno, pero el propósito del diezmo es financiar la predicación del evangelio para que se establezca sobre esta tierra el eterno reino de Cristo. Además, busca arrancarnos del corazón el egoísmo y la avaricia para tener acceso a un lugar en ese reino. ¿Hay comparación entre estos dos propósitos? ¡Ninguna! Entonces, si ambas conductas son criminales, ¿cuál lo es más? La respuesta lógica a esta pregunta nos ayuda a entender por qué este asunto del dinero del diezmo es tan importante para nosotros y para Dios. Para nosotros, porque debemos ser fieles y exactos al devolverlo, para no ser juzgados por ningún tribunal como deshonestos, y para Dios, porque si le permitimos vencer en nosotros el egoísmo y la deshonestidad asociada con la avaricia, logrará meter nuestros corazones a buen seguro en la bóveda del banco del reino de los cielos, allí donde el orín no corrompe ni la polilla destruye. Es cierto que la salvación es solo por gracia, pero también es cierto que sin fidelidad nadie verá a Dios.

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Hope Media: ¿Quieres participar en el proyecto de Hope Town?
 En HopeMedia estamos preparando una serie infantil para internet y TV. En la serie, la familia protagonista cantará algunas canciones, por eso necesitamos encontrar la voz adecuada que cante interpretando a cada personaje. ¿Te animas a participar? Sinopsis: La serie trata de un pequeño pueblo llamado HopeTown en el que el sol brillaba radiante y todo parecía ir bien, hasta que un día, sin saber por qué, empezó a avanzar una misteriosa oscuridad por todo el pueblo. Los adultos, como no saben solucionarlo han decidido no hablar del tema, sin embargo, los hijos de Fermín y Felisa, que son muy aventureros y no piensan conformarse, se han propuesto resolver el misterio y devolver la esperanza a HopeTown. En ese proceso vivirán un montón aventuras y aprenderán sobre el mundo que les rodea. Personajes: Tom= Hijo de 9 años (necesitamos una voz de niño entre 8 y 12 años) Timmy = Hija de 6 años (necesitamos una voz de niña entre 5 y 8 años) Vitamin = Robot de cocina (necesitamos una voz de chico entre 15 y 30 años) Felisa = Mamá (necesitamos una voz de mujer entre 30 y 40 años) Canciones y Personajes: 01. Tim, Timmy y Tom – Niños

02. Aprender y descubrir – Niños 03. Crecer más – Vitamin (Robot de cocina) 04. Dulces sueños – Madre 05. Hablar con Dios – Madre Cómo participar: Graba una Demo de cada canción en la que te gustaría participar (según los personajes, participa con el que se acerque a tu perfil). Con la pista cantada y la partitura podrás aprenderte la canción sin ningún problema. Puedes usar la pista instrumental como base para grabar tu Demo o grabarla a capella. Envía la grabación en un archivo de audio al email: sonido@hopemedia.es junto con tu nombre y un teléfono de contacto. Observaciones: Puedes encontrar las partituras aquí: drive.google.com/folderview?id=0B… hZ1k&usp=sharing Puedes grabar la demos con tu ordenador, tablet, smartphone, etc. Lo importante es que la grabación sea inteligible. El acento debe ser un castellano lo más neutro posible. Daremos importancia, sobre todo, a que la interpretación exprese e identifique al personaje. Más que a la calidad técnica del canto. Tienes libertad creativa a la hora de hacer adornos y darle un estilo personal a la interpretación. Denis Boidi, Hope Media

LAS NOTICIAS DE LAS IGLESIAS CADA DÍA EN ANN-ESPAÑA A todos los corresponsales de ANN-España, se ruega envíen noticias de las iglesias mediante el formulario que facilita Hope Media en la siguiente dirección: ENVÍANOS TU NOTICIA (https://docs.google.com/a/adventista.es/forms/d/e/1FAIpQLSc98Uvl4ZntjHt7v-toisbl702IOH00a8QhSeswwocEICLL3Q/viewform?c=0&w=1)

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Publicaciones: Bautismo en Gijón, fruto de los colportores estudiantes.
 El sábado 23 de abril de este año, en la iglesia adventista en Oviedo, se bautizó un matrimonio que fue contactado por estudiantes que colportaron allí el verano pasado. Tenemos el gozo de compartir este testimonio contado por David González que, junto con Jonathan Martín (estudiantes del CEAS), contactaron a este matrimonio mientras colportaban en esa ciudad: “Un domingo de julio de 2015 en la ciudad de Oviedo, concretamente el 19 de ese mes, colportábamos por los barrios de esa ciudad. Eran aproximadamente las 11:30h. de la mañana cuando tocamos el telefonillo del primer portal. Al no recibir respuesta fuimos al siguiente, y al suceder lo mismo, fuimos al tercer portal. Sabíamos que un domingo de mañana íbamos a encontrar muy poca gente, aun así nada iba a ser en vano. Finalmente nos abrieron uno de los portales, tomamos el ascensor hasta la última planta y desde allí empezamos a bajar, mi compañero Jonatán y yo, planta por planta. Nadie abría. Hasta que, al llamar a una puerta, un caballero nos abrió y nos saludó. Nos presentamos de parte de la Asociación de Educación y Salud y le ofrecimos los materiales que traíamos en los maletines. Al conversar con él y al recibir los folletos misioneros en sus manos nos preguntó: “¿Sois adventistas?”. Nosotros, sorprendidos, respondimos afirmativamente y de inmediato. El había escuchado de la iglesia adventista. Iván, nuestro nuevo amigo, llamó a Alicia, su novia quien estaba en la cocina y ella también se acercó a la puerta a atendernos. Nos pidieron que volviésemos en un par de horas ya que esperaban visita en ese momento, y gustosamente nos atenderían. Y así fue. Volvimos después. Ya en su casa, en la segunda visita, conversamos y la confianza fue creciendo. Alicia nos contó que algunos años atrás había asistido a la iglesia adventista. Aprovechamos para invitarlos a la iglesia, y ellos fueron por varios sábados. Así surgió una nueva amistad. Al mes siguiente Iván y Alicia contraerían matrimonio en la ciudad de Gijón. Fuimos invitados a su boda y fue un privilegio presenciar tan emotiva ceremonia. Nuestra amistad estaba consolidada y sabíamos que Dios iba a obrar a través de la misma. Al concluir el verano y la campaña de colportaje, nos despedimos de Alicia e Iván.

Casi al final de ese verano tuve el placer de conocer a Margarita Gareze, la nueva pastora que estaba empezando su trabajo ministerial en toda Asturias, quien sería la responsable de continuar los estudios bíblicos con Iván y su esposa. En el mes de marzo de 2016 recibimos la grata noticia: “¡Iván y Alicia quieren bautizarse! Entregarán su vida a Jesús y se bautizarán en abril”. Ellos nos invitaron para su bautismo, a la cual fuimos Jonathan y yo. Fue un verdadero gozo poder presenciar estos dos bautismos que se llevó a cabo el sábado 23 de abril. Ahora Iván y Alicia son miembros de la iglesia de Gijón. Agradezco a Dios por haber colportado ese verano y haber contactado con este matrimonio. Me da mucha felicidad haber sido un simple instrumento en las manos de Dios por medio del colportaje estudiantil, más aún al ver meses mas tarde dos almas entregadas por medio del bautismo. Gloria a Dios por esto”. Vuestro servidor, David González. “Yo planté la semilla en sus corazones, y Apolos la regó, pero fue Dios quien la hizo crecer. No importa quién planta o quién riega; lo importante es que Dios hace crecer la semilla. El que planta y el que riega trabajan en conjunto con el mismo propósito. Y cada uno será recompensado por su propio arduo trabajo” (1 Corintios 3:6-8, NTV). “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, pero al volver vendrá con regocijo trayendo sus gavillas” (Salmos 126:6, RVR1995). Nuestra misión es sembrar la semilla del evangelio. Juntos podemos realizar una gran siembra si utilizamos nuestras publicaciones misioneras. Tenemos la promesa divina, de que algunas de esas semillas germinarán tarde o temprano. Por tanto, sigue sembrando publicaciones que salvan. “Siembra tu semilla por la mañana, y por la tarde siémbrala también, porque nunca se sabe qué va a resultar mejor” (Eclesiastés 11:6, DHH). Animamos a todos los jóvenes con espíritu misionero a participar de la próxima campaña de colportaje estudiantil que se realizará a mediado de junio. ¡Te esperamos!

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Dpto. de Publicaciones de la UAE


Una espiritualidad auténtica
 Ser espiritualmente auténticos significa someternos a la orientación del Espíritu Santo y tener el deseo de ser utilizados por Dios en un servicio fiel a él, teniendo la Palabra de Dios como fundamento seguro para todo lo que hacemos. Desde muy temprana edad Martín quería ser explorador. Mientras permanecía con un familiar en Londres, el joven pasó mucho de su tiempo conversando con marineros que llegaban a la ciudad. De ellos aprendió de navegación y exploración. A los dieciocho años ya se encontraba sobre un barco explorando la costa noroeste de África –cerca de Guinea– que es conocida por sus ricos depósitos de mineral de hierro, diamantes y oro. Dos años después el joven estaba de regreso en Londres, siendo comisionado por la reina Elizabeth I como “corsario”, lo que en otras palabras es un pirata legal; esto le concedía la autorización de la corona inglesa para saquear barcos de naciones enemigas. Así el joven pirata se hizo conocido por apoderarse de navíos mercantes franceses en la proximidad de Guinea. Luego de algunos años, cansado de la vida de pirata, Martín cambió el saqueo por la exploración. Su objetivo principal era descubrir un paso entre el Atlántico y el Pacífico, navegando junto a la costa norte de Canadá. Luego de reunir suficientes fondos como para comprar tres naves, Martín Frobisher zarpó el 7 de junio de 1576. Tras un viaje de algo más de siete semanas a través del Atlántico, avistó la costa de Canadá, y navegó a través de la bahía que ahora lleva su nombre. Debido a las condiciones climáticas no pudo continuar navegando hacia el norte, por lo que se dirigió hacia el

oeste. Este desvío le hizo pensar que había descubierto un tesoro. ¡Daba la impresión que la isla Baffin estaba llena de oro! Volvió a navegar hacia Inglaterra llevando consigo un trozo de piedra negra que parecía contener oro. Los informes de Frobisher de posibles minas de oro convencieron a la reina y a otros inversores a financiar dos viajes más. Al salir al mar nuevamente, no le importaba más encontrar el paso tan anhelado, sino que tenía ahora la meta de llegar a eso brillante que aparentaba ser oro. Fue así como el antiguo pirata se transformó en excavador y su tripulación pasó varias semanas reuniendo doscientas toneladas de material que parecía contener oro. Con esa carga en las naves Frobisher puso proa hacia Inglaterra, en donde para su gran chasco, descubrieron que el mineral no era oro en absoluto. Era pirita, también conocida como el “oro de los tontos”. La Encyclopedia Britannica hace esta certera observación acerca de Frobisher: “Su búsqueda exclusiva de un tesoro mineral limitó el valor exploratorio de sus viajes, y cuando los minerales que llevó […] probaron no contener ni plata ni oro, su financiamiento colapsó […] Frobisher sin duda fue uno de los hombres de mar más hábiles de su tiempo, pero como explorador carecía de la capacidad para una paciente investigación de los hechos”.1 Frobisher fue desviado de su misión original. Lo que él había pensado que era un tesoro real, resultó ser falso. Pensó que había encontrado oro, pero por no ser suficientemente paciente para investigar los hechos, cayó en la trampa del engaño. Revista Adventista Abril 2016 - 24

Buscando autenticidad

¿No es acaso la autenticidad lo que estamos buscando hoy? En un mundo que a menudo es más virtual que real, ¿no es alentador descubrir a alguien o algo que sea genuinamente auténtico? No existe duda de que el área más importante para una genuina autenticidad es la del ámbito espiritual; aquellas cosas que tienen que ver con nuestra relación con Dios y su Palabra y cómo eso repercute en quiénes somos… nuestro carácter. Nadie ha sido espiritualmente más auténtico que Jesucristo. Él fue, y es, el que declaró ser: el Hijo de Dios. Es en él que nosotros “vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28).2 Él es el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2). Al considerar su vida terrenal, vemos consistencia entre sus palabras y acciones. Todo coincidía porque fue auténtico. La Palabra auténtica Él es también la Palabra, la auténtica Palabra de Dios. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). Y es a través de sus palabras que nosotros aprendemos quién es Jesús realmente. Cuando el incrédulo Tomás estaba buscando orientación, Jesús le dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida” (Juan 14:6). Más tarde esa noche, en su oración al Padre, Jesús rogó no solamente por sus discípulos, sino también por nosotros, quienes creeríamos en él a través de su testimonio: “Yo les he dado tu palabra; […] Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad […] Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos; para que todos sean


uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti” (Juan 17:14, 17, 20-21). La Palabra de Dios es auténtica y llena de autoridad La Palabra de Dios es realmente importante y es nuestro mayor tesoro. Jesús nos dice que su Palabra es verdad. Nos indica que es a través de la Palabra de Dios somos santificados. El también oró por nosotros, los que habríamos de creer a través de la palabra de los apóstoles tal como están conservadas en la Biblia. Después de sanar al hombre en el estanque de Betesda, en un día sábado, Jesús fue confrontado por los enojados líderes religiosos. Estaban molestos porque había sanado en sábado y porque proclamaba ser el Hijo de Dios. Al contestarles, Jesús citó la Palabra de Dios como recurso de autoridad: “También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí […] Ni tenéis su palabra morando en vosotros, porque a quien él envió, vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida […] No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Porque si creyeseis a Moisés me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?” (Juan 5:37-40, 45-47). Aquí Jesús está autentificando el Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Tal como lo dijo, estos escritos de Moisés testifican acerca de él. Revelan los planes y propósitos divinos de Dios, y explican cómo el pecado entró en el mundo. También revelan la respuesta de Dios al pecado y su relación con los seres humanos, y proveen una revelación del carácter y la naturaleza de Dios. Más aún, si una persona no cree estos escritos, no creerá tampoco en Cristo. Jesús está mostrando que en realidad las Escrituras se autentican entre ellas, y que si no creemos en una tampoco vamos a hacerlo en otra. De esta manera, si no creemos en el Antiguo Testamento, no creeremos en el Nuevo. Puedes tener certeza que la Biblia es la Palabra de Dios, auténtica, veraz, y digna de confianza. “La Biblia es la historia más antigua y más abarcante que los hombres poseen. Vino directamente de la Fuente de la verdad eterna; y una mano divina ha conservado su pureza a través de los siglos. Ilumina el le-

jano pasado, donde en vano procura penetrar la investigación humana. Únicamente en la Palabra de Dios contemplamos el poder que echó los fundamentos de la Tierra, y extendió los cielos. Sólo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones. Únicamente en ella se nos da una historia de la familia humana, no mancillada por el orgullo o el prejuicio del hombre”.3 La Biblia, como Jesús, se eleva por sobre la cultura, el prejuicio, y el orgullo. Nos revela la verdad acerca de nosotros mismos y nuestro mundo. Es el recurso literario auténtico guiándonos hacia una espiritualidad auténtica; enseñándonos cómo tener una genuina relación con Dios y unos con otros, dándonos promesas poderosas de manera que podamos vivir una vida espiritual consistente. La Biblia nos dice de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos. Ofrece consejos confiables y enseñanzas que trascienden el tiempo. Permitamos que la Biblia se interprete a sí misma versículo sobre versículo y precepto sobre precepto, usando un abordaje histórico-bíblico para comprenderla. Por el contrario, el método histórico-crítico coloca al individuo por sobre la Biblia, a la hora de escoger qué es verdadero. Elena White dice: “Una gran obra podría ser hecha presentando a la gente la Biblia tal como es. Llevad la Palabra de Dios a la puerta de todo hombre; presentad sus claras declaraciones con instancia a la conciencia de cada uno y repetid a todos la orden del Salvador: ‘Escudriñad las Escrituras’. Amonestadles a tomar la Biblia tal cual es y a implorar la iluminación divina, y luego, cuando resplandezca la luz, a aceptar gozosamente cada precioso rayo y a afrontar intrépidamente las consecuencias”.4 El estándar de oro ¡Si deseas saber si la Biblia es realmente la palabra auténtica de Dios, relevante para nosotros hoy, usa el estándar de oro de la profecía! Estudia las profecías encontradas en Daniel y Apocalipsis y ve cuán exactamente ellas trazan la historia humana. Lee las profecías del Mesías, halladas en el Antiguo Testamento, y convéncete de que Jesús es el Único. Luego de estudiar las profecías de la Biblia, muchos ateos han llegado a aceptar la Biblia como confiable y llena de autoridad. “Tenemos también la palabra profética más segura”, escribe el apóstol Pedro, “a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el Revista Adventista Abril 2016 - 25

día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:19-21). Este texto no sugiere que Dios dictó cada palabra a estos hombres, sino que trabajó a través del Espíritu Santo para guiarlos. Una iglesia espiritualmente auténtica Una iglesia espiritualmente auténtica es aquella cuyas enseñanzas siguen el “testimonio del testigo fiel y verdadero” de Apocalipsis (3:14): Jesucristo. ¿Te has preguntado alguna vez por qué existe la Iglesia Adventistas del Séptimo Día? Después de todo, hace ciento cincuenta años existían ya muchas otras denominaciones. ¿Cuál sería la razón para tener una más? El propósito es para cumplir la profecía Bíblica y para ponerse en pie, predicar, y compartir el mensaje que Dios tiene para cada persona en este planeta. Tenemos un triple mandato: • Predicar el evangelio eterno y la justicia de Cristo. • Proclamar audazmente la caída de la religión apóstata de Babilonia. • Advertir al mundo para que no reciban la marca de la bestia sino que sean sellados con el sello de Dios –con la eterna marca de autoridad del sello de Dios– el séptimo día sábado. Este es el mensaje bíblico de Apocalipsis 14. La proclamación de los mensajes de los tres ángeles es la razón por la cual Dios levantó a la Iglesia Adventista. Todo se centra en Cristo y su justicia. ¿Es esto auténtico? ¿Es esto real? Es tan auténtico y real como la Biblia misma. Viene de la propia “Revelación de Jesucristo”, quien “no miente” (Tito 1:2). Tenemos el enorme privilegio de pertenecer a algo mucho mayor que simplemente otra denominación o comunidad de fe; pertenecemos al movimiento adventista nacido en el cielo; pertenecemos a la Iglesia Adventista del Séptimo día, la iglesia remanente. Una iglesia que Dios ha levantado en el tiempo del fin con un propósito. Una iglesia que ha pasado y pasará por tiempos difíciles, de acuerdo a la profecía bíblica y a los escritos del Espíritu de Profecía. Una iglesia


que no confía en tradiciones o razonamientos humanos sino en el Palabra escrita como su único fundamento, y en la Palabra Viviente: Jesucristo. Una iglesia que no obtiene su poder de sí misma sino que acepta totalmente la amonestación del Señor: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6). ¿Somos auténticos? ¿Somos nosotros, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, espiritualmente auténticos? ¿Somos lo que decimos ser? ¿Creemos realmente que Jesús está viniendo pronto? ¿O será que algunas veces secretamente deseamos que demore su venida para concretar planes personales antes de su regreso? Hagámonos la pregunta, ¿somos realmente la iglesia remanente? ¿Será que Dios tiene una iglesia remanente? Apocalipsis 12:17 nos dice de Satanás que “el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”. Y el “testimonio de Jesucristo” se nos dice en Apocalipsis 19:10, “es el espíritu de la profecía”. ¿Qué es realmente un remanente? ¿Acaso no ama Dios a todos? Por supuesto que sí, y anhela que nosotros también amemos a todos, incluyendo a personas de otras confesiones o incluso aquellos que carecen de fe. ¿Significa esto que somos mejores que cualquiera? ¡No! “El remanente” no es algo como un club exclusivo para unos pocos seleccionados. Está abierto para todos los que aman a Jesús, lo aceptan como Señor de su vida, y toman la Biblia, incluyendo los Diez Mandamientos completos, como su guía en la vida. Si amamos a las personas como Jesús las ama, anhelaremos ministrar sus necesidades físicas, mentales, sociales y espirituales. Vamos a desear invitarlos a unirse a nosotros y llegar a ser parte de la iglesia remanente de Dios.

como el oro. Satanás puede intentar apartarnos de la verdad, prometiéndonos un camino más fácil y cómodo para obtener el premio. Debemos ser cuidadosos, porque no importa cuán atrayente y hermosa sea la oferta, al final, la auténtica falsificación –como si fuese una falsificación con garantía– “como serpiente morderá, y como áspid dará dolor” (Proverbios 23:32). Debemos tomar el tiempo necesario para desarrollar la paciencia necesaria para la investigación de los hechos. La Palabra de Dios nos provee el criterio para determinar si algo o alguien, es o no, espiritualmente auténtico. “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20). Nuevamente, “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8). Una invitación Lo invito a seguir a Jesucristo, viviendo una vida de autenticidad espiritual, de sumisión genuina a la voluntad de Dios a través de un serio estudio de la Biblia y del Espíritu de Profecía con regularidad. Acompáñelo con una intensa vida de oración que lo impulsará a compartir con otros un testimonio personal acerca de su relación con Dios, y a invitarlos a disfrutar también de su compañía. Ser espiritualmente auténticos significa someternos a la orientación del Espíritu Santo y desear ser utilizados por Dios en un servicio fiel a él, teniendo la Palabra de Dios como fundamento seguro para todo lo que hacemos.

Elena White nos aconseja: “El tema de la enseñanza y la predicación de Cristo era la Palabra de Dios. Él hacía frente a los inquisidores con un sencillo ‘Escrito está’; ‘¿Qué dice la Escritura?’; ‘¿Cómo lees?’ En toda oportunidad, cuando se despertaba algún interés, ya fuera por obra de un Auténtico vs. falsificado amigo o un enemigo, él sembraba la simiente de la Palabra. Aquel que es el ¿Recuerdan a Martín Frobisher y Camino, la Verdad y la Vida, siendo él sus doscientas toneladas de “oro de los mismo la Palabra viviente, señalaba a tontos”? Él fue engañado a pensar que las Escrituras y decía: ‘Ellas son las era oro verdadero porque no tenía que dan testimonio de mí’ (Juan 5:39). “capacidad para una paciente investi‘Y comenzando desde Moisés, y sigugación de los hechos”. iendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que Es importante recordar que por de él decían’ Lucas 24:27. […] Los cada don que Dios da, Satanás tiene siervos de Cristo han de hacer la misuna falsificación para ofrecer. Frema obra. En nuestros tiempos, así cuentemente lo falso aparenta brillar Ted N.C. Wilson, Ph. D., Universidad de Nueva York, presidente mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Revista Adventista Abril 2016 - 26

como antaño, las verdades vitales de la Palabra de Dios son puestas a un lado para dar lugar a las teorías y especulaciones humanas. Muchos profesos ministros del evangelio no aceptan toda la Biblia como palabra inspirada. Una persona sabia rechaza una porción; otra objeta otra parte. Valoran su juicio como superior a la Palabra, y los pasajes de la Escritura que enseñan, se basan en su propia autoridad. La divina autenticidad de la Biblia es destruida. Así se difunden semillas de incredulidad, pues la gente se confunde y no sabe qué creer. Hay muchas creencias que la mente no tiene derecho a albergar. En los días de Cristo los rabinos interpretaban en forma forzada y mística muchas porciones de la Escritura. Dado que la sencilla enseñanza de la Palabra de Dios condenaba sus prácticas, trataban de destruir su fuerza. Lo mismo sucede hoy. Se hace aparecer a la Palabra de Dios como misteriosa y oscura para excusar la violación de la ley divina. Cristo reprendió esas prácticas. Enseñó que la Palabra de Dios había de ser entendida por todos. Señaló las Escrituras como algo de incuestionable autoridad, y nosotros debemos hacer lo mismo. La Biblia ha de ser presentada como la Palabra del Dios infinito, como el fin de toda controversia y el fundamento de toda fe”.5 A medida que nos acercamos más y más al pronto regreso de Cristo, la elección es nuestra. ¿Estamos fundamentando nuestra vida de autenticidad espiritual en el oro de la Palabra de Dios? Cristo nos dice: “Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico” (Apocalipsis 3:18). Estando su iglesia remanente en una condición como la de Laodicea, ¿no deberíamos escuchar su consejo para que seamos reavivados y reformados a través del poder del Espíritu Santo? Sólo entonces podremos experimentar autenticidad espiritual. REFERENCIAS 1. Encyclopedia Britannica Online. “Sir Martin Frobisher”. www.Britannica.com/EBchecked/topic/220573/ Sir-Martin-Frobisher. Todos los textos bíblicos 2. fueron tomados de la Versión Reina Valera 1960. Elena White, La educación 3. Cristiana, pp. 67-68. 4.----, Servicio Cristiano, p. 180. 5.----, Palabras de Vida del Gran Maestro, pp. 20-22.


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