Son contadas las personas que tienen el poder de concentrarse mientras hay un caos a su alrededor. Sin embargo, la mayoría hemos aprendido a priorizar y a responder adecuadamente ante eso. Pero el enemigo de esta manera ser, aquello que nos impide terminar nuestro trabajo en el tiempo estipulado, es la distracción.
Es muy común que nos veamos atrapados por ella, y entonces sólo nos enfocamos en lo que es urgente y no en lo que es importante. Si durante el día te la pasas peleando entre completar las cosas y conseguir tiempo para hacerlo, te invitamos a conocer 5 estrategias para no distraerte en el trabajo y mantenerte enfocado durante la jornada.
La mayoría de las herramientas de planeación, como calendarios, agendas diarias y listas, se enfocan en las tareas inmediatas de todos los días. La solución es una planeación semanal. Organizar tu vida por semana te permite determinar el tiempo de acuerdo a las prioridades y te recuerda que te debes enfocar en la meta de la semana, mientras realizas tus actividades del día a día.
Con mucha educación. No olvides que una persona promedio tarda de 2 a 15 minutos en recuperar el ritmo después de una interrupción. Ellas son las que más gastan tiempo y hacen que pierdas el enfoque. Para minimizar cada interrupción, puedes intentar la técnica del coach en administración, “más, más, menos”. Este impresionante truco funciona así: Dices dos cosas positivas (el más, más o ++), y luego el “menos” (-). Por ejemplo: “Hola, me da mucho gusto verte. Me encantaría poder platicar contigo. Justo ahora no es un buen momento, pero qué tal si nos vemos a las 3.” ¿Te diste cuenta? Puedes ser educado y alejar las distracciones al mismo tiempo.
En las situaciones de más presión, las personas tienden a sentirse abrumadas e inmediatamente comienzan a dejar de lado ciertas tareas. Entonces, cuando por fin hay un poco de calma y se quieren dedicar a lo que dejaron previamente, pasan más tiempo en volver a tomar ritmo, que en terminar. No dejes de lado las cosas, porque al final trabajarás doble. Lee tus mails y contéstalos en ese momento, así no tendrás que hacerlo después, de nuevo, porque ya olvidaste qué decía.
Cuando te sientas muy presionado, separa las cosas. Pregúntate qué es lo que tienes que conseguir al final del día, cada día. Ya sea tener un reporte listo, regresar llamadas o contestar correos, te tomará un par de horas, dedícaselas de lleno, así podrás avanzar y durante el día no te volverás a preocupar por las pequeñas tareas que se quedaron a medias.
Es importante que termines las tareas más fáciles primero. Durante tu día seguramente te enfrentarás a una mezcla de grandes proyectos, tiempos muy cortos, interrupciones, distracciones y sorpresas. Obviamente tienes que trabajar en todas ellas, pero empieza el día con las cosas que puedes terminar rápido, así sentirás que comenzaste bien el día.
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