33 minute read

JORGE ANTONIO TAPIA VALDÉS

Next Article
TRAZADO

TRAZADO

4- Fragmento extraído de la noticia titulada "UN INTERNO DE DAWSON", publicada por Francisco Javier Caballero el 13 de julio de 2.020, en el diario digital "Deia". Consultado el 15 de mayo de 2.021 en la dirección URL: h t t ps : / / w w w. d e i a . e u s / o p i n i o n / t r i b u n a - a b i e r ta / 2 0 2 0 / 0 7 / 1 3 / i n t e r n o - d a wson/1051949.html

Advertisement

En palabras del propio Jorge Antonio Tapia Valdés como testigo de excepción de aquella dramática situación "El choque, en 1973, entre fuerzas e ideas revolucionarias y contrarrevolucionarias generó un régimen de gobierno y forma de Estado definible como de "excepción y emergencia permanente", asentado en el rechazo del principio mayoritario como modelo legítimo de toma de decisiones, que fue reemplazado por un sistema de enclaves autoritarios e instituciones contra mayoritarias…"5

5- Fragmento durante una entrevista del Jorge Antonio Tapia Valdés a una pregunta formulada por Liliana Galdámez Zelada, Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile y Doctora en Derecho por la Universidad de Valladolid. Esta entrevista ha contado con la valiosa contribución de Manuel Yáñez Espinoza, alumno de 5° año de la carrera de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca y Director Ejecutivo del Centro de Estudios Democracia y Justicia de la misma universidad. "El régimen militar destruyó en un par de meses las bases jurídicas, morales y económicas gracias a las cuales el país estaba construyendo, desde 1938 y a la luz de premisas democráticas, un Estado de Bienestar, o al menos basado en una economía social de mercado. Las reformas constitucionales de la década de 1960 para llevar adelante la reforma agraria y nacionalizar el cobre, o el Estatuto de Garantías de 1971, son demostraciones de que la CPR lo era de un Estado Social "in the making" y que en ese período la Constitución no era un obstáculo sino un instrumento de cambio social. La dictadura reemplazó este proyecto, cuyo avance llamaba la atención internacional, por una forma de Estado Mínimo y Subsidiario implantado por vía experimental en un laboratorio conformado por toda una nación, que se nutría del pensamiento de Friedrich Hayek y Milton Friedman, a partir de ese contubernio neo-conservador-liberal tan bien entretejido por Jaime Guzmán. El choque, en 1973, entre fuerzas e ideas revolucionarias y contrarrevolucionarias generó un régimen de gobierno y forma de Estado definible como de "excepción y emergencia permanente", asentado en el rechazo del principio mayoritario como modelo legítimo de toma de decisiones, que fue reemplazado por un sistema de enclaves autoritarios e instituciones contra mayoritarias. (¿Se acuerda de Karl Schmitt?) Puede en realidad afirmarse que la Constitución de 1980 expropió a los chilenos la soberanía popular al tiempo que privatizaba la riqueza nacional, y reemplazaba el tipo de Estado Social por uno de capitalismo salvaje. GALDAMEZ ZELADA, Liliana. ENTREVISTA A JORGE ANTONIO TAPIA VALDÉS. Estudios constitucionales, Santiago, v. 13, n.2, p. 485-495, 2015 Disponible en <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_ arttext&pid=S071852002015000200017&lng=es&nrm=iso>accedido en 22 mayo 2021. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-52002015000200017 Consultado el 22 de mayo de 2.021 en la URL:https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_ arttext&pid=S0718-52002015000200017

Para Jorge, gran defensor pacífico de los Derechos Humanos, la dictadura y la constitución que en 1.980 se sancionó en el marco de la misma, "expropió a los chilenos la soberanía popular al tiempo que privatizaba la riqueza nacional, y reemplazaba el tipo de Estado Social por uno de capitalismo salvaje"

La dictadura de Pinochet supuso para la ciudadanía chilena, sin duda, una pérdida de la soberanía popular, de Derechos y Libertades Fundamentales y de una innumerable cantidad de Derechos Humanos.

Jorge Antonio Tapia Valdés, no lo comenta en esta entrevista, pero para él, igual que para otros miembros de su partido y compañeros Ministros del Gabinete de Allende, el golpe de estado tuvo terribles consecuencias para su libertad y su Dignidad como ser humano, tal y como veremos en el punto siguiente.

La isla de Dawson.

Tras el golpe militar, nuestro querido hermano Jorge Antonio Tapia Valdés, como casi todos los que habían ocupado puestos de ministro en el gabinete del depuesto Presidente Salvador Allende, fue detenido y embarcado en un avión con destino a la lejana y fría Isla de Dawson situada junto al estrecho de Magallanes.

Durante ese triste y aterrador viaje, encapuchados y rumbo a la que algunos han denominado como "la Isla del Diablo", contaba Jorge Tapia a uno de sus compañeros de cautiverio "pensábamos y esperábamos, en cualquier momento, ser arrojados al mar. Finalmente llegamos a la isla. Fue una experiencia en la que conocí el dolor, el sufrimiento, las penalidades, la tristeza y también la alegría, las miserias y grandezas del alma humana, todo ello vivido en el filo de la existencia"

No debemos y no podemos escatimar palabras respecto a la dureza de las condiciones de vida que la estancia en el campo de concentración y en la Isla de Dawson supuso para Jorge Tapia y sus compañeros.

Las fotos que sobre la Isla Dawson aportamos con este trabajo, son importantes para apreciar las frías, aisladas y lejanas latitudes en las que se encontraba y, por ende, las duras condiciones climatológicas, casi análogas a las polares, a las que Jorge Tapia fue expuesto durante casi un año de su vida. De hecho, como explica Bitar, que fue uno de los cautivos supervivientes y autor de un libro sobre su estancia en la Isla, "el clima era muy frío y ventoso. Dawson está más al sur que las Malvinas en una latitud que equivale en el Hemisferio Norte a alguna zona de Siberia o Alaska, donde por coincidencia, hay una región que también se llama Dawson”6

6- Bitar, Sergio, 1987. "Isla 10", página 57, Santiago de Chile: Editorial Pehuén.

Sergio Bitar, en su Libro testimonial "Isla 10", ha dejado constancia escrita sobre los avatares del viaje a la Isla, así como de todas las penalidades, atrocidades y trabajos forzados que tuvieron que afrontar los que allí fueron destinados por el régimen de Pinochet. En las páginas de su libro se hace referencia a momentos vividos con Jorge Antonio Tapia Valdés. En las primeras páginas del libro "Isla 10"7 , en las que se narra, en otros hechos, la llegada a la Escuela Militar de Sergio Bitar y el propio Jorge Tapia como fase previa a ser embarcados en el avión con destino a la Isla, Bitar relata cuanto sigue:

"Salimos y nos dirigimos hacia la Escuela Militar por nuestros propios medios. Subimos al automóvil. El ambiente era tenso. El sector estaba totalmente aislado, con soldados y tanques rodeando la zona. Nos movimos lentamente, a la vuelta de la rueda, y salimos. En el camino conversamos con Jorge Tapia. Ninguno de los dos sabía a qué se estaba entregando ni en qué etapa de nuestras vidas entrábamos. Su impresión era que la atmósfera estaba muy enrarecida. Me relató que esa mañana, un cuñado había salido de su casa minutos antes de que finalizara el toque de queda (que en esa fecha se levantó a las doce del día). Fue detenido, golpeado duramente y, en estado semiinconsciente, arrojado a una zanja, en una zona del barrio alto. Recobró el conocimiento y descubrió que se encontraba encima de varios cadáveres.

Pasamos por la casa de Jorge a buscar un maletín con alguna ropa y luego nos dirigimos a la Escuela Militar"

7- Bitar, Sergio, 1987, "Isla 10", páginas 28 y 29, Santiago de Chile, Editorial Pehuen.

De derecha a izquierda, Jorge Tapia Valdés y Sergio Bitar, entrando en la Escuela Militar el 13 de septiembre del año 1.973 (Extraída del libro de Sergio Bitar, "Isla 10")

Tras llegar a la "Escuela Militar" todos, incluido Jorge Tapia Valdés, fueron privados de sus documentos, fueron cacheados y, tras atravesar momentos muy desagradables en los que iban recibiendo cada vez más un trato más indigno, fueron embarcados en el avión. De la subida al avión y de lo que en ese momento Jorge Tapia Valdés sintieron, nos ha parecido importante y revelador citar el pasaje que sigue:

"Subimos al avión. Nuevamente se nos ubicó en el centro, con un hombre con metralleta en mano a cada extremo. Todo el grupo de la Escuela Militar estaba ahí, salvo Carlos Briones. (Hasta más tarde no supimos que había sido enviado a su casa con arresto domiciliario).

Habíamos experimentado un primer shock violento ante

el temor directo de muerte, desde el momento que salimos de la

Escuela Militar. Después fue en el bus; luego, en el momento de subir al avión, porque los rumores que habíamos escuchado, de

que algunas personas habrían sido lanzadas al mar desde el

aire, nos amedrentaban8 .

"Enseguida, siempre rodeados, se nos hizo caminar hacia un costado del avión. Allí nos acercamos a dos vehículos blindados que tenían unas escotillas atrás. Antes de subir, nos encapu-

charon.

Recuerdo la sensación de ahogo dentro de esa capucha, de estar subiendo a un lugar extraño, sin saber bien de qué se trataba, donde nos apretaban a unos contra otros.

Confieso que en ese momento la percepción de algo terri-

ble se hizo agobiante. En plena oscuridad, en un estado de semi-asfixia y apretujados por todos lados, empezó a producirse un ruido intenso y una vibración enorme.

Mi sensación en ese momento era de que nos iban a

matar, y más tarde, cuando pudimos conversar nuevamente, comprobé que esa impresión la experimentaron todos" 9

Durante su dura estancia en la Isla de Dawson Jorge Tapia Valdés mantuvo su vocación por la enseñanza, haciendo gala de su gran formación jurídica en más de una ocasión como la que se refiere en el siguiente pasaje:

"Jorge Tapia hizo una exposición sobre derecho constitucional. Orlando Letelier habló sobre finanzas internacionales. José Tohá disertó sobre el lenguaje vivo, sobre el manejo del castellano" 10

8- Bitar, Sergio, 1987, "Isla 10", página 35, Santiago de Chile, Editorial Pehuen.

9- Bitar, Sergio, 1987, "Isla 10", página 36, Santiago de Chile, Editorial Pehuen..

10- Bitar, Sergio, 1987, "Isla 10", página 80, Santiago de Chile, Editorial Pehuen.

No faltaron tampoco ocasiones en las que, como en el Fin de Año vivido en la Isla, Jorge Tapia, sobreponiéndose a la "Isla del Diablo", demostró que conservaba un muy buen estado de ánimo y muy buen sentido del humor:

"El Año Nuevo fue distinto y decidimos organizar un pequeño show, en una barraca que se nos facilitó. Alfredo Joignant actuó de animador de ceremonias, vestido de manera cómica, y empezó a anunciar las distintas partes del programa. Habíamos preparado unas coplas que cantaríamos con Orlando Letelier y su guitarra. Estaban dedicadas a cada uno de los compañeros y a sus anécdotas más jocosas. Entre las coplas estaba la de Cantuarias, con alusión a cómo había salido de la embajada sueca para llegar a Dawson... Jorge Tapia hizo números de magia con un huevo y terminaba quebrándolo en la cabeza de su ayudante" 11

A pesar de estos últimos ejemplos, del fuerte espíritu de Jorge Tapia Valdés y de su don innato para sobreponerse a la adversidades, no cabe duda de que este fue, como lo habría sido para cualquiera de nosotros, un capítulo de su vida que nunca olvidaría y que, por fortuna para él, aunque en aquellos momentos aún no lo supiera, no duró para siempre y terminó con su liberación y envío a Santiago de Chile.

La salida de la isla de Dawson y el exilio.

Antes de cumplir un año confinado en el campo de concentración de la Isla de Dawson, después de haber sido sometido a trabajos forzados, Jorge Tapia Valdés fue liberado y enviado a Santiago de Chile.

No obstante, ese momento de reencuentro con su familia y de felicidad fue efímero, dado que fue inmediatamente expulsado de Chile comenzando su exilio político que sería tan largo como larga fue la dictadura en Chile.

11- Bitar, Sergio, 1987, "Isla 10", página 115, Santiago de Chile, Editorial Pehuen

En su exilio político Jorge Tapia Valdés recorrió Estados Unidos y Europa y, lejos de caer en la desesperación, siempre acompañado por su mujer Mónica, dio clases como Profesor es prestigiosas universidades, escribió una abundante y prolífica cantidad de libros, artículos y monografías sobre derecho, política, geopolítica, para-diplomacia y muchos otros argumentos y, además, se Doctoró en Derecho.

Parte de su prestigioso itinerario académico pasó por la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut (Estados Unidos), donde obtuvo una Maestría en Derecho y, después, en la Universidad de Erasmus en Rotterdam, en la que, como hemos dicho, se Doctoró en Derecho.

Tras la restauración de la democracia en Chile, recibió una cálida bienvenida en su país y, a partir de ese momento, fue obsequiado con el honor de ser, primero, nombrado Embajador de Chile en los Países Bajos por el Presidente de Chile Patricio Aylwin y, después, sucesivamente, de ser nombrado Embajador de Chile en Israel por Eduardo Frei R-T. Finalmente, Ricardo Lagos Escobar lo nombró Intendente de la Región de Tarapacá.

Son innumerables los agradecimientos, reconocimientos y loas que Jorge Tapia Valdés ha recibido por sus contribuciones al mundo jurídico y académico. Por citar, uno entre muchos, lo hacemos con el homenaje que le rinde la Universidad Arturo Prat, a cuya literalidad basta remitirse para apreciar las claras muestra de la estima y aprecio que allí sentían por Jorge:

"La huella del Dr. Jorge Tapia Vades en UNAP será imborrable, ya que, dentro de su contribución al crecimiento de nuestra Universidad, fue uno de los creadores del Instituto de Estudios Internacionales, INTE, el cual dirigió entre l 2001 y 2003; fue Director de la Escuela de Derecho de lo que hoy es la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de UNAP, donde formó decenas de profesionales unapinos ejerciendo la docencia entre 1997 y 2010; y Director de "Corpus Luris Regionis", Revista Jurídica Regional y Subregional Andina" 12

12- Fragmento de la dedicatoria de la UNAP a la figura académica, política y docente de Jorge Antonio Tapia Valdés, publicado en la web de la UNAP y consultado el 15 de mayo de 2.021 en la URL: https://www.unap.cl/prontus_unap/site/artic/20200630/pags/20200630173434.html

L a a f i l i a c i ó n d e J o r g e A n t o n i o Ta p i a Valdés al Supremo Consejo del Grado 33º y último del R.·.E.·.A.·.A.·. para España y a la Gran Logia de España.

Jorge Antonio Tapia Valdés, durante su estancia como Embajador de Chile en el Estado de Israel, estuvo afiliado al Supremo Consejo del Grado 33º de Israel. En aquel sería iniciado en el Grado de Gran Elegido Perfecto y Sublime Masón, Grado 14º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el día 6 de julio de 1.995, en el Zenit de Tel Aviv, Israel.

Tiempo después, el 23 de enero de 1.997, sería iniciado en el grado de Caballero Kadosh, 30º, que le fue concedido en el Soberano Consejo de Caballeros Kadosh "Zohar", en el Zenit de Tel-Aviv, Israel.

Sería precisamente con el Grado de Caballero Kadosh, 30º, con el que Jorge A. Tapia Valdés causaría alta, después de que lo aprobara la Gran Comisión Rectora el 25 de octubre de 2.013, en nuestro Supremo Consejo del Grado 33º y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (masonería regular). En él tuvimos todos el honor de compartir trabajos, en el Soberano Consejo de Caballeros Kadosh "Miguel Morayta", número 201 y en todos los Cuerpos Jurisdiccionados a los que su grado le permitió asistir, obsequiándonos siempre con profundos y bellos balaustres. No es ocioso recordar que Jorge Tapia Valdés, fue, también, Venerable Maestro en la Logia Simbólica Matritense número 7 adscrita a la Gran Logia de España.

En nuestro mismo Supremo Consejo, del que fue miembro hasta que paso al Oriente Eterno, fue aprobada su iniciación al Grado 32º del Sublime y Valiente Príncipe del Real Secreto el 17 de octubre de 2.014 y, finalmente, tuvo el gran honor de ser coronado Gran Inspector General, Grado 33º, el 29 de junio del año 2.016.

A partir de entonces, el Gran Inspector General Jorge. A. Tapia Valdés, 33º, fue ejemplar en el cumplimiento de sus obligaciones prescritas en el artículo 9 de los Estatutos de nuestro Supremo Consejo.

Pase al Oriente eterno del gran Inspector General Jorge Tapia Valdés.

A la edad de 85 años, el Gran Inspector General Jorge Antonio Tapia Valdés, 33º, fallecía, pasando al Gran Oriente Eterno, el 29 de junio de 2.020.

Meses antes de su fallecimiento expresaba a unos amigos suyos Chilenos, como, hermanos del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés y Antiguo para España, del que se sentía muy orgulloso por haber "alcanzado los más altos grados", lo visitaban en su casa y como esas visitas eran para el un gran consuelo. Nos consta, por su testimonio, que uno de los que lo visitaban era el Soberano Gran Inspector General Eduardo G.R., 33º

Todavía hoy, las muestras de duelo, mezcladas con la de sincero cariño y admiración, pueden encontrarse en múltiples páginas, portales institucionales de internet y prensa digital, entre las que se encuentran algunas dignas de destacarse, como la de Isabel Allende Bussi, hija del ex -Presidente Salvador Allende, actual Vicepresidenta del Partido Socialista Chileno y Senadora por la Región de Valparaiso, cuya breve pero emotiva carta recogemos a continuación:

"Con mucha tristeza me he informado del fallecimiento de Jorge Tapia Valdés, quien fuera Ministro de Estado de Justicia y posteriormente de Educación, en el Gobierno de la Unidad Popular, y quiero hacerles llegar mi reconocimiento a todas y todos los militantes del Partido Radical.

Su rol como Ministro de Educación del Presidente Allende fue especialmente relevante donde se buscaba sentar las bases de una buena educación pública, de amplio acceso a para todas y todos nuestros niños y jóvenes.

Él fue parte de quienes lealmente trabajaron con mi padre hasta el final y ello le significó ser detenido y estar preso en la Isla Dawson, para posteriormente salir al exilio. Eso no se

olvida y lo guardamos en la memoria como parte de la fortaleza que tuvo Jorge para enfrentar la cruel dictadura militar.

Además, recordamos las distintas funciones que asumió a partir de la recuperación de la democracia, cuando Patricio Aylwin lo nombró Embajador de los Países Bajos, o posteriormente, cuando en el gobierno de Eduardo Frei R-T. fue nuestro Embajador en Israel, y también cuando Ricardo Lagos Escobar lo nombró Intendente de la Región de Tarapacá.

Esperamos que su deceso en Madrid haya sido en paz y que el recuerdo como un dirigente político, académico reputado y compañero de tantas batallas por la recuperación de la democracia, permitan a sus familiares, amistades y a todo el Partido Radical, enfrentar con entereza su partida.

Un fraternal saludo

Sigue a continuación una foto de Jorge Tapia Valdes que la Universidad Arturo Prat publica en su web como tributo, homenaje y señal de duelo por la pérdida un gran amigo y académico. 13

El paso al Oriente Eterno del Gran Inspector General Jorge Antonio Tapia Valdés, 33º fue también muy sentido por sus hermanos de la Logia Simbólica Matritense nº 7 (adscrita a la Gran Logia de España) y, por supuesto, por los hermanos pertenecientes al Supremo Consejo del Grado 33º y último del Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España. De hecho, fue en el seno de nuestro Supremo Consejo, en donde se celebró, el 5 de febrero de 2.021, en el Capítulo Rosa Cruz "In Memoriam" nº 300, una bellísima Ceremonia Masónica Fúnebre, dirigida por su Muy

13- Fotografía de Jorge Tapia Valdés publicada por la UNAP en su web. Consultada el 15 de mayo de 2021 en: https://www.unap.cl/prontus_unap/site/artic/20200630/imag/foto_ 0000000220200630173434.jpg

Sabio Maestro, el Delegado para Castilla y Gran Secretario General, el Soberano Gran Inspector General Javier de Las Heras Cámara, 33º. La ceremonia se celebró, no obstante la pandemia del covid-19, de forma telemática y a ella asistió, además del Soberano Gran Comendador, el Ilustre y Poderoso Hermano, Jesús Soriano Carrillo, 33º, una nutrida representación del Supremo Consejo, entre la que se encontró, también, el Honorable y Eminente Rector de la Academia de Estudios Masónicos, el Soberano Gran Inspector General Alberto Requena, 33º, el Pasado Gran Comendador Felipe Llanes Menéndez, 33º y el Comendador Emérito ad Vitam, Ramón Torres Izquierdo, 33º.

Epílogo

Seguro que después de leer este breve trabajo, muchos de los que tuvimos el honor de compartir trabajos en el Supremo Consejo con el Gran Inspector General Jorge Antonio Tapia Valdés, 33º, lo admiraremos incluso mucho más de lo que ya lo hacíamos antes y, no podremos olvidar nunca esa entereza de carácter, esa afabilidad, esa sonrisa y humanidad que Jorge destilaba y que, ni siquiera la Isla de Dawson y el exilio, había logrado quitarle a quien fue, sin lugar a dudas, un gran hombre, un valiente político y un Masón Egregio.

Descanse en Paz

T R A Z A D O 4

San Martín y Bolívar

El proyecto continental y la fustrada unión de las Américas

Enrique Ernesto Vitale, 33º

Exordio

La idea de Juan Pablo de Vizcardo y Guzmán y de Francisco de Miranda y de una América totalmente indepen-

diente de España se está por realizar. Como dijo Bartolomé Mitre (Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana, Tomo I, Ed. Tor, 1950), los movimientos excéntricos y concéntricos de las fuerzas comandadas por San Martín y Bolívar, que se unirán en el centro neurálgico del poder español, darán libertad a toda América.

Pero jamás se comprendió la importancia de lo que significó el paso de un sistema político de miles de años, la monarquía absolutista, al nuevo sistema republicano liberal que la guerra, dentro de la misma España y luego en Hispanoamérica, impuso al mundo. Fue una guerra mundial, basada en los ideales de la ilustración, los antecedentes de la independencia de los EEUU y de los principios de la Revolución Francesa que se esparcieron por el mundo occidental.

Las Logias de Sevilla y de Cádiz fueron el centro neurálgico de la difusión de las ideas independentistas. Dos continentes, uno tan vasto como el otro, se enfrentarían, abarcando un espacio geográfico tan extenso como inimaginable. Por ello en Europa, ante el terror de este cambio, se formó la Santa Alianza, y en el continente americano, se conformaron los ejércitos del sur y del norte.

Sólo dos hombres pudieron dominar las contingencias, las controversias ideológicas y fácticas, individualistas y egoístas, superar con sus ejércitos todo escollo geográfico y, con perseverancia y obstinación infinita, consolidar militar y políticamente los nuevos estados y concretar un proyecto que unificaría al continente y produciría uno de los acontecimientos políticos de mayor repercusión en la historia de la humanidad.

Fue el surgimiento de una nueva forma de gobierno en el mundo, como fue la república liberal, que representó el naci-

miento de una nueva era en la historia y un cambio político que revolucionó el destino de los pueblos y en especial a la misma monarquía.

En este contexto, la Independencia de América del Sur, declarada en el Congreso de Tucumán el 9 de Julio de 1816, tendrá otra trascendencia

Instrucciones para la Liga, Alianza y Confederación Perpetua.

San Martín, a partir de 1816 comienza a referirse a las alianzas con los países liberados. En su correspondencia con los miembros de logias lautarinas se va a referir en ocasiones a la Alianza perpetua de los países que se liberarían. Sin ir más lejos, dentro de las instrucciones reservadas que le dará Pueyrredón para el Cruce de los Andes, en uno de sus artículos instruye que deberá suscribir un tratado de Alianza y confederación con Chile (Ramo Político gubernativo, art. 15).

Cuando San Martín llega a Pisco, establece inmediatamente correspondencia con Bolívar, que lo estaba esperando hacia tiempo. Bolívar escribió y sostuvo “para nosotros, la Patria es América”. A Pueyrredón le escribió “Una sola debe ser la patria de todos los americanos”, y dijo que “la unidad en la América Meridional, y que unido con San Martín todos los tiranos de la América no se atreverán ni aún a mirarlo”. Dijo que veía “a nuestros vecinos del sur como los primeros amigos y compañeros de armas”.

El plan continental que habían trazado los grandes actores de la revolución ya sería un hecho, por ello San Martín le escribe a Bolívar que jamás el mundo olvidará ese encuentro. Para entender el Encuentro de Guayaquil hay que conocer y documentarse sobre lo que sucedió antes y después. Hasta ahora sólo hubo conclusiones equívocas entre los historiadores que sugirieron que Bolívar y San Martín eran enemigos, encasillando a San Martín como un perdedor ante la ambición y la superioridad militar del otro, o por la agresiva ocupación de Guayaquil sin respetar la opinión del pueblo guayaquileño, o por las ideas monárquicas de San Martín, o por la insubordinación de sus subalternos insatisfechos con una manifiesta falta de apoyo, etc., etc.

Nadie, salvo nuestros héroes, estuvo presente en la reunión en Guayaquil, y ambos juraron silencio. Los protagonistas escribieron muy poco al respecto, en algunas cartas muy conocidas, solo formularon algunos comentarios tan breves que no podrían llenar una carilla.

Los distintos historiadores se basan en dos fuentes principales

a) Los Sanmartinianos en la carta que publicó Gabriel Lafond de Lurcy en su obra “Voyages autour du monde et naufrages célèbres”, publicado en 1843.

b) Los Bolivarianos en el informe de carácter reservado redactado por el secretario de Bolívar, José Gabriel Pérez

La noticia necrológica que le dedicó Alfred Gérard a San Martín, en 1850, desató innumerables publicaciones en el mundo, defendiendo a uno o a otro prócer, con acusaciones de los documentos como apócrifos de uno u otro lado. Hemos leído al Gral. Espejo, Mosquera, al Gral. Miller, la famosa carta de Cruz a O´Higgins, cartas del almirante Blanco Encalada, de Florencio González, Cartas de Santander, memoria de Riva Agüero (con el seudónimo de Pruvovena), el Gral. Brayer y el Alte. Cochrane, etc.

No olvidemos que lo entrevistaron en Boulogne Sur Mer, tres argentinos: Florencio Varela, Alberdi y Sarmiento. Este último dio un discurso en el Instituto Nacional de Francia sobre Bolívar y San Martín, basado en el famoso hallazgo de la carta Lafond, en el año 1847.

cia. Según las crónicas, San Martín asistió a esa conferen-

En el año 2013 el historiador Colombiano Martínez Garnica encontró una carta de Gabriel Pérez al Gral. Sucre inédita. Pero en realidad es idéntica a la que le escribió al Secretario de Relaciones Exteriores de Colombia. Nada agregó de nuevo.

Todos, sin excepción, los enfrentan como enemigos. Enrique de Gandía afirma: “Hay que ignorar todo lo escrito hasta hoy y que se traduzca en meras suposiciones, fantasías, comentarios o rumores de personajes que de una u otra forma tenían limitado acceso a la información, ya sea por secreto o por ignorancia”.

Con esta premisa, veamos cronológicamente lo irrefutable, es decir, los documentos que sirven de columna vertebral para desarrollar el tema más escabroso y discutido de la historia de los libertadores:

El encuentro de Guayaquil

Conforme lo que expondré a continuación el Gral. San Martín tenía varios objetivos relacionados, que llevaría indefectiblemente a terminar la guerra ese año, a saber:

1 - La firma del Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua.

2 - Envío del diplomático Cavero Salazar a Chile para la firma del Tratado de confederación perpetua.

3 - La consolidación del ejército Peruano – Chileno derrotado en Ica (Hacienda de Macacona), mientras se firmaba el Tratado.

4 - También por la derrota de Ica, era necesaria la formación del Ejército del Norte al mando de los generales Bustos y Urdinenea, con la cooperación de las provincias de Córdoba, Cuyo, etc. (Misión Secreta del Comandante Gutiérrez de la Fuente enviado el 16 de mayo de 1822).

5 - Consolidación de las Operaciones de Puertos Intermedios al mando del General Alvarado (con la ayuda de la División que enviaría Bolívar al mando del general Paz Castillo conforme se había pactado con la firma del Tratado)

La firma del Tratado

La “Gaceta del Gobierno de Lima Independencia” publica el día 5 de mayo de 1822 un hecho histórico de trascendencia sin igual… ese día a las 11 de la mañana el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Gral. Bernardo de Monteagudo, pasó a la residencia del Ministro Extraordinario de Colombia, Gral. Don Joaquín Mosquera, y lo acompañó al Palacio de Gobierno. En el Salón del Consejo se hallaban reunidos los Consejeros de Estado, las primeras autoridades y se pronunciaron sendos discursos de unión, de alianza pública, franca, solemne, fraternal de sus pueblos y jefes. Así el Ministro Mosquera entrega a Monteagudo los despachos oficiales concluyendo el acto. Luego de un descanso, a las 15 hs., se sirvió “un convite de sesenta cubiertos en obsequio del representante de Colombia”, tocaron las bandas, y se brindó para que

“LAS GRANDES SECCIONES DE MEXICO, COLOMBIA, EL PERÚ, CHILE Y LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RIO DE LA PLATA FORMEN ENTRE SÍ UNA UNIÓN TAN ESTRECHA COMO NECESARIA”.

Un mes después, el 6 de julio se firmaba el “TRATADO DE UNION, LIGA Y CONFEDERACIÓN PERPETUA ENTRE COLOMBIA Y EL PERÚ En el nombre de Dios, soberano Gobernador del Universo” y que constaba de dieciocho artículos y un adicional que contenía nueve artículos más. Quiero señalar la enorme trascendencia del Tratado: “Mientras la ratificación se verificaba, San Martín no quiso que se retardase más la publicación y dispuso que se insertara en esa Gaceta extraordinaria” (El diario y Documentos de la misión sanmartiniana de Gutiérrez de la Fuente -1822 -).

Son algunos de sus artículos más importantes:· La República de Colombia y el Estado del Perú, se unen, ligan y confederan desde ahora para siempre, en paz y guerra, para sostener con su influjo y fuerzas marítimas y terrestres, en cuanto lo permitan las circunstancias, su independencia de la Nación española, y de cualquiera otra dominación extranjera; y asegurar después de reconocida aquélla su mutua prosperidad, la mejor armonía y buena inteligencia, así entre sus pueblos súbditos y ciudadanos, como con las demás potencias con quienes deben entrar en relaciones.

La República de Colombia y el Estado del Perú se prometen, por tanto, y contraen espontáneamente un pacto perpetuo de alianza íntima y amistad firme y constante para su defensa común, para la seguridad de su independencia y libertad, para su bien recíproco y general y para su tranquilidad interior, obligándose a socorrerse mutuamente y a rechazar en común todo ataque o invasión que pueda de alguna manera amenazar su existencia política.

· Los ciudadanos del Perú y de Colombia gozarán de los derechos y prerrogativas que correspondan a los ciudadanos nacidos en ambos territorios, bastando para ello que hayan establecido su domicilio en el Estado a que quieran pertenecer.

La demarcación de límites precisos que hayan de dividir los territorios de la República de Colombia y el Estado del Perú, se arreglarán por un convenio particular, después que el próximo Congreso Constituyente del Perú haya facultado al Poder Ejecutivo del mismo Estado para arreglar este punto; y las diferencias que puedan ocurrir en esta materia, se terminarán por los medios conciliatorios y de paz, propios de dos naciones hermanas y confederadas.

Este tratado o convención de unión y amistad firme y perpetua, será ratificado por el Gobierno del Estado del Perú en el término de diez días, sin perjuicio de la aprobación que deberá obtener del próximo Congreso Constituyente: y por el de la República de Colombia tan prontamente como pueda obtener la aprobación del Senado, en virtud de lo dispuesto por la ley del Congreso de 13 de octubre de 1821: y en caso que por algún accidente no pueda reunirse, será ratificado en el próximo Congreso, conforme a lo prevenido por la Constitución de la República en el artículo 55.

El tratado adicional agrega que: Para estrechar más los vínculos que deben unir en lo venidero a ambos Estados, y allanar cualquiera dificultad que pueda presentarse e interrumpir de algún modo su buena correspondencia y armonía, se formará una Asamblea compuesta de Dos Plenipotenciarios por cada parte, en los términos y con las mismas formalidades que, en conformidad de los usos establecidos, deben observarse para el nombramiento de los Ministros de igual clase cerca de los Gobiernos de las Naciones extranjeras.

Siendo el istmo de Panamá una parte integrante de Colombia y el más adecuado para aquella augusta reunión, esta República se compromete gustosamente a prestar a los Plenipotenciarios que compongan la Asamblea de los Estados Americanos todos los auxilios que demanda la hospitalidad entre los pueblos hermanos, y el carácter de sagrado e inviolable de sus personas.

Se obligan a no entrar en tratado alguno con España, ni otra Nación, en perjuicio y menoscabo de esta independencia, sosteniendo en todas ocasiones y lugares sus intereses recíprocos con la dignidad y energía de Naciones libres, independientes, amigas, hermanas y confederadas (este artículo obedece al pacto celebrado entre Iturbide y el representante de España, O`Donojiu, en México, de traer a Fernando VII y establecer una Monarquía Parlamentaria).

Se comprometen ambos a mantener en pie una fuerza de cuatro mil hombres armados y equipados a fin de concurrir a los objetos indicados en los artículos anteriores. Lo mismo se ofrece sobre las fuerzas navales.

Fue ratificado por el estado de Colombia el día 12 de julio de 1822.

El Marqués de Trujillo aprobó y ratificó este tratado el día 15 de julio de 1822. Enrique de Gandía señala lo novedoso y cierto de su descubrimiento y dice: “La unión del Perú y Colombia estaba hecha por voluntad de sus libertadores”. “El encuentro de Guayaquil que aconteció el 26 de julio de 1822, no fue otra cosa que la coronación de los tratados de Lima y la esperanza de lograr la adhesión del resto de los Estados americanos”.

Si bien Pacífico Otero es uno de los pocos autores que dedica un capítulo a este tema, considera como los demás autores, que hubo enemistad y que San Martín tenía la inten-

ción que se firmara este acuerdo exclusivamente entre Colombia, Chile y Perú. Obviamente ignoró la letra misma del tratado que textualmente se invita a los demás Estados de la América. Los demás historiadores, al ignorar el Tratado, crearon una historia viciada de errores que se fue repitiendo a través de los tiempos.

Está documentalmente probado que cuando San Martín partió al encuentro con Bolívar, ya había dejado firmada su renuncia al Protectorado del Perú. Está demostrado, por el informe de José Gabriel Pérez (secretario de Bolívar), que San Martín dijo a Bolívar que había dejado su renuncia en Lima y no pensaba seguir en el Gobierno del Perú, tema que no se contradice con la famosa carta “Lafond”, ni con la correspondencia que mantuvo con Castilla, Miller y Tomas Guido, entre otros.

El error de los historiadores fue unir y relacionar la entrevista con la renuncia y no con el Tratado.

Dice el informe de Gabriel Pérez: “El Protector se quejó altamente del mando y sobre todo se quejó de sus compañeros de armas. Que últimamente lo habían abandonado en Lima. Aseguró que iba a retirarse a Mendoza; que había dejado un pliego cerrado para que lo presentasen al Congreso renunciando al protectorado; que también renunciaría la reelección que contaba se haría en él; que luego que obtuviese el primer triunfo se retiraría del mando militar, sin esperar a ver el término de la guerra…”

Esta relación oficial fue hallada en el archivo diplomático de Colombia en 1909, por Ismael López y publicada por vez primera por el historiador José Manuel Goenaga, en 1911, en su obra "La Entrevista de Guayaquil (Bolívar y San Martín), en

las páginas 28-35), y es confirmado con los hechos que a continuación expongo.

No hay prueba que San Martín renunció porque Bolívar había anexado Guayaquil o porque él era monárquico y Bolívar republicano. La realidad es que cuando fue a Guayaquil San Martín ya había dejado firmada su renuncia porque así había sido establecido por él mismo.

Nadie recordó las veces que San Martín le expresó a sus amigos y hasta al Virrey del Perú que no gobernaría más de un año en ese país. Cuando ingresó a Lima, el 10 de julio de 1821, inmediatamente publicó una proclama y expresó que estaría un año hasta instalar un Congreso Constituyente. También notificó a O´Higgins que asumía y que con el primer congreso que declare la independencia y con el nombramiento de una nueva autoridad, renunciaría.

Otro documento trascendente sobre la renuncia fue la carta de García del Río a San Martín, fechada en Santiago de Chile el 21 de marzo de 1822: (“SAN MARTÍN, SU PENSA-

MIENTO POLÍTICO, E. DE GANDÍA”, pág. 137, Ed. Pleamar, 1964).

“[...] me parece absolutamente indispensable, que cuando usted regrese de su viaje, entre otra vez en el mando y se reciba de él con la mayor solemnidad posible, enseguida procede usted a la apertura del Congreso; y allí puede renunciar el mando político, sin que entonces tenga nadie que morder a Ud., ni quede lugar a creer que el paso ha sido forzado. Ésta es mi opinión: Ud. resolverá sobre todo lo que crea más conveniente”. (Documentos para la historia..., Op. cit., Tomo XVIII, p. 347.

Como era común en San Martín, nada dejaba librado al azar. Tampoco hay que dejar de lado que San Martín había cumplido plenamente con las instrucciones de la LOGIA O-O cuyos miembros serán los firmantes de los tratados, los Jefes de los Estados Americanos, los generales, ministros, etc… y serán los que darán cohesión al gobierno.

Esta logia había intervenido en la decisión del supuesto renunciamiento de San Martín en 1819. La logia fue quien le obliga a hacerse cargo del gobierno del Perú, para tener una mano firme que evite la anarquía.

Dejo este tema aquí, pues referirme a la Logia O-O, nos llevaría a realizar otro trabajo más extenso y nos desviaríamos del objeto del presente trabajo.

Sigamos con el razonamiento. La obra libertadora de San Martín no estaba terminada. San Martín renuncia al protectorado para hacer realidad varios proyectos. De acuerdo con la correspondencia habida, Intentó reunir un congreso en Córdoba. Cuando los diarios publicaron que iba a ser presidido por San Martín, Rivadavia, eterno enemigo del prócer, lo hizo frustrar.

Puertos intermedios.

El otro proyecto de San Martín fue terminar la guerra con los españoles en el Alto Perú. Contaba con las fuerzas del General Rudecindo Alvarado quien le habría escrito hacía poco “este ejército es suyo general”.

Para terminar la guerra planificó las operaciones de Puertos Intermedios: Arenales amenazaría de frente al ejército de la Sierra, Lanza se haría fuerte en 900 hombres y debería cooperar donde se lo necesite. Enrique Martínez con su ejército en Trujillo, y Alvarado por puertos Intermedios, esperando la ayuda que enviaría Bolívar luego de firmar el Tratado.

La Misión Secreta de Gutiérrez de la Fuente.

Si bien los historiadores lo citan, no tenían en su poder los documentos necesarios para hacer una relación exacta de los hechos. Mitre y Pacífico Otero mencionan la obra de Mariano Felipe Paz Soldán, único propietario del documento y que hizo mención en su obra publicada en el año 1868, Lima; Perú “Historia del Perú Independiente, Primer Período 19191922”.

La Academia Nacional de Historia publicó “EL DIARIO Y DOCUMENTOS DE LA MISIÓN SANMARTINIANA DE GUTIÉRREZ DE LA FUENTE (1822)” conforme el estudio y selección documental de los Académicos de Número, Dr. Ricardo R. Caillet-Bois y Prof. Julio César González. La fecha, el día 17 de agosto de 1979, en honor al Prócer, y fue todo un acontecimiento.

Por una cuestión del Divino Destino, pude conseguir un ejemplar que poseo como tesoro adicional a mi biblioteca.

This article is from: