La Gruta 480

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La Gruta

Diciembre de 2016

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BOLETÍN del SANTUARIO NACIONAL de La Gruta de Lourdes Avda. de las Instrucciones 2223. MONTEVIDEO - Uruguay. Tel.: 2222 3532 umbrales@chasque.net www.umbrales.edu.uy

Misericordia y Solidaridad

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Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista... Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer....”. Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”. El ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud. Mt 15, 30-38 1 Gruta n.480


Actualidad CONCLUYÓ EL JUBILEO El 20 de noviembre concluyó el Jubileo o Año Santo extraordinario, declarado por el Papa Francisco en ocasión de los 50 años del Concilio Vaticano II, cuyo tema específico fue la Misericordia de Dios y el compromiso de “ser misericordiosos como el Padre” (Lc 6,36). La misericordia es la palabra clave no solo del Concilio sino de todo el Evangelio y animó los actos del Jubileo: peregrinaciones, confesiones, misas, obras de misericordia. A la Puerta Santa de san Pedro en Roma acudieron más de 21 millones de peregrinos. Por las 10 mil Puertas Santas que se han abierto en todo el mundo, pasaron de 900 a 950 millones de personas. Los hechos más destacados en el Vaticano fueron el envío de 1.142 “misioneros de la misericordia”, la canonización de madre Teresa de Calcuta, el viaje papal a la isla de Lesbos, los encuentros ecuménicos de Asís y Lund, el abrazo papal con el patriarca Kirill de Moscú, la asamblea de Movimientos Populares en el Vaticano, la Jornada Mundial de los Jóvenes en Cracovia, los Viernes de la Misericordia, las visitas del Papa a las ex prostitutas y a los curas casados entre otras, el Jubileo de los presos con mil reclusos que llegaron al Vaticano, el Jubileo de los Excluidos que juntó seis mil mendigos en la plaza san Pedro… Al finalizar el Jubileo el Papa ha publicado una carta a toda la Iglesia titulada en latín: “Misericordia et mísera”. Este título recuerda una frase de san Agustín 2

que hablaba del encuentro salvador entre Jesús (la misericordia) y la adultera (la pecadora). En la carta invita a seguir practicando las 14 obras de misericordia material y espiritual, autoriza a todos los sacerdotes del mundo a perdonar el “gravísimo pecado de aborto” (antes reservado a los obispos), siempre que uno sea sinceramente arrepentido. La medida no es para ablandar la gravedad del pecado de quien lo comete y de los que colaboran en el aborto, sino para cultivar el arrepentimiento del pecador y la confianza en la misericordia de Dios. El Papa además ha declarado otra Jornada Mundial en la Iglesia, esta vez para los Pobres y Excluidos; será todos los años en noviembre, el domingo antes de la fiesta de Cristo Rey. El Papa nos ha dicho que la misericordia no es un simple sentimiento de lástima o compasión. La misericordia se hace. Exige la justicia, el respeto de los derechos humanos y sobre todo el compartir nuestros bienes materiales y espirituales con los hermanos más necesitados. La misericordia del buen samaritano es devolver la dignidad de hijos de Dios a las personas.


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Misericordia

Misericordia y Solidaridad Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel. Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”. Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?”. Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”. El ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas. Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Mt 15,30-38 Jesús, ante la multitud de personas que lo se* guían, viendo que estaban cansadas y extenuadas, perdidas y sin guía, sintió desde lo profundo del corazón una intensa compasión por ellas (cfr Mt 9,36). A causa de este amor compasivo curó los enfermos que le presentaban (cfr Mt 14,14) y con pocos panes y peces calmó el hambre de grandes muchedumbres (cfr Mt 15,37). Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la La Gruta n.480

misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a sus necesidades más reales. (Papa Francisco). Jesús predicaba el Evangelio del Reino, * sanando toda enfermedad; envía a los discípulos encargandole de sanar a los enfermos y diciendoles que el Reino está cerca de ellos. La humanidad está enferma fisicamente, moralmente, socialmente: Jesús envía a sanar y a decir que el Reino está cerca. Primero la sanación y luego el anuncio. ¿Es posible esta sanación? Sí, a condición de tener una fe grande como una semilla de mostaza. La Iglesia es comunidad terapéutica, que sana: tarea maravillosa. “Sanar” significa también “curar”, “encar* garse del cuidado de”: es verdad que no siempre se puede sanar, pero siempre se puede encargarse del cuidado, y esto también es una forma de sanación, cuando la enfermedad del otro me interesa, y yo no puedo vivir como si el otro no esuviera enfermo. Jesús paraba cuando uno le pedía ayuda o sanación; Jesús para, sana, se en-

Preguntas Salud y pan: ¿son un problema todavía hoy? ¿Cómo puedes hacerte solidario con quien no tiene salud? ¿Qué hacer para con los que no tienen pan? ¿Qué te dice la palabra “asistencialismo”? 3


carga del cuidado de quien lo busca, porque su enfermedad es un problema también de Jesús, también de su comunidad.

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La multiplicación de los panes y los pescadosa es una gran parábola del Reino puesta en obra por Jesús. La primera petición del Padre Nuestro que tiene que ver con nosotros es “danos hoy el pan de cada día”, antes de pedir el importantísimo perdón. Sin duda Jesús dijo que “no solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, pero la persona vive antes que nada de pan. También Jesús dice de preocuparse por el alimento que da la vida eterna (Jn 6) pero lo dice luego de haber multiplica-

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onfía en el Señor y practica el bien; habita en la tierra y vive tranquilo: que el Señor sea tu único deleite, y él colmará los deseos de tu corazón. Encomienda tu suerte al Señor, confía en él, y él hará su obra; hará brillar tu justicia como el sol y tu derecho, como la luz del mediodía. El Señor se preocupa de los buenos y su herencia permanecerá para siempre; no desfallecerán en los momentos de penuria, y en los tiempos de hambre quedarán saciados. El impío pide prestado y no devuelve, el justo, en cambio, da con generosidad. El Señor asegura los pasos del hombre en cuyo camino se complace:

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do los panes y los pescados, es decir,luego que la muchedumbre fue saciada. El pan es la * prioridad en el Reino de Dios. Dios en primer lugar quiere que haya pan para todos: hoy hay hambre y muerte por falta de pan y es la mayor de las blasfemias o ofensas que desde la tierra sube hacia Dios; y somos nosotros los que ofendemos a Dios cuando miramos impotentes y sin hacer nada a los hermanos cercanos o lejanos que sufren por falta de pan. El Reino de Dios está cerca ahí donde se da hoy la multiplicación de los panes y los pescados, y en cada lugar donde el pan es partido y compartido, ahí se da una parabola del Reinos de los cielos. aunque caiga no quedará postrado, porque el Señor lo lleva de la mano. Yo fui joven, ahora soy viejo, y nunca vi un justo abandonado, ni a sus hijos mendigando el pan; él presta siempre con generosidad y su descendencia será bendecida. Aléjate del mal, practica el bien, y siempre tendrás una morada, porque el Señor ama la justicia y nunca abandona a sus fieles. La salvación de los justos viene del Señor, él es su refugio en el momento del peligro; el Señor los ayuda y los libera, los salva porque confiaron en él. del Salmo 37


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Misericordia y Solidaridad Promover una cultura de la solidaridad y de la misericordia –como virtud moral y conducta social, fruto de la conversión personal –para vencer la indiferencia que, a nivel individual, alimenta el perdurar de situaciones de injusticia y grave desequilibrio social y, a nivel institucional, favorece y hasta llega a justificar acciones y políticas que terminan por constituir una amenaza a la paz. Son las ideas que propuso el papa Francisco a comienzos de este año por la Jornada de la Paz. Reproducimos algunos de los pasajes de su discurso.

“Nosotros existimos en relación con nuestros hermanos y hermanas, ante los que tenemos una responsabilidad y con los cuales actuamos en solidaridad. Fuera de esta relación, seríamos menos humanos. Precisamente por eso, la indiferencia representa una amenaza para la familia humana. Deseo invitar a todos a reconocer este hecho, para vencer la indiferencia y conquistar la paz. Es cierto que la actitud del indiferente, de quien cierra el corazón para no tomar en consideración a los otros, de quien cierra los ojos para no ver aquello que lo circunda o se evade para no ser tocado por los problemas de los demás, caracteriza una tipología humana bastante difundida y presente en cada época de la historia. Pero en nuestros días, esta tipología ha superado decididamente el ámbito individual para asumir una dimensión global y producir el fenómeno de la 'globalización de la indiferencia'”. La indiferencia es una amenaza para la familia humana “La primera forma de indiferencia en la sociedad humana es la indiferencia ante Dios, de la cual brota también la indiferencia ante el prójimo y ante lo creado. Esto es uno de los graves efectos de un falso humanismo y del materialismo práctico. El ser humano cree que no debe La Gruta n.480

nada a nadie, excepto a sí mismo, y pretende tener sólo derechos”. De aquí descienden las diversas formas de indiferencia, desde las de las personas que, frente a los dramas de la humanidad, “no se sienten comprometidas, no viven la compasión”, hasta la de quienes “viven su bienestar y su comodidad indiferentes al grito de dolor de la humanidad que sufre”. “Cuando las poblaciones se ven privadas de sus derechos elementales, como el alimento, el agua, la asistencia sanitaria o el trabajo, se sienten tentadas a tomárselos por la fuerza”. “Además, la indiferencia respecto al ambiente natural, favoreciendo la deforestación, la contaminación y las catástrofes naturales que desarraigan comunidades enteras de su ambiente de vida, forzándolas a la precariedad y a la inseguridad, crea nuevas pobrezas, nuevas situaciones de injusticia de consecuencias a menudo nefastas en términos de seguridad y de paz social. ¿Cuántas guerras ha habido y cuántas se combatirán aún a causa de la falta de recursos o para satisfacer a la insaciable demanda de recursos naturales?” Pero desde el inicio de la historia, desde Adán y Eva, Caín y Abel, “Dios interviene entonces para llamar al hombre a la responsabilidad ante su seme5


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jante”. “Del mismo modo, Dios, en su Hijo Jesús, ha bajado entre los hombres, se ha encarnado y se ha mostrado solidario con la humanidad en todo, menos en el pecado. Jesús se identificaba con la humanidad: ''el primogénito entre muchos hermanos''. Él no se limitaba a enseñar a la muchedumbre, sino que se preocupaba de ella, especialmente cuando la veía hambrienta o desocupada. Su mirada no estaba dirigida solamente a los hombres, sino también a los peces del mar, a las aves del cielo, a las plantas y a los árboles, pequeños y grandes: abrazaba a toda la creación. Ciertamente, él ve, pero no se limita a esto, puesto que toca a las personas, habla con ellas, actúa en su favor y hace el bien a quien se encuentra en necesidad. No sólo eso, sino que se deja conmover y llora. Y actúa para poner fin al sufrimiento, a la tristeza, a la miseria y a la muerte. Jesús nos enseña a ser misericordiosos como el Padre”.

juzgará nuestras acciones. De esto depende nuestro destino eterno”. “Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre”.

La Iglesia testimonia la misericordia en primera persona “La misericordia es el corazón de Dios. Por ello debe ser también el corazón de todos los que se reconocen miembros de la única gran familia de sus hijos; un corazón que bate fuerte allí donde la dignidad humana — reflejo del rostro de Dios en sus creaturas— esté en juego. Jesús nos advierte: el amor a los demás —los extranjeros, los enfermos, los encarcelados, los que no tienen hogar, incluso los enemigos— es la medida con la que Dios

“La solidaridad como virtud moral y actitud social, fruto de la conversión personal, exige el compromiso de todos aquellos que tienen responsabilidades educativas y formativas.”: las familias, “llamadas a una misión educativa primaria e imprescindible”; los educadores, llamados a la tarea de ayudar a que los jóvenes se vuelvan conscientes de sus propias responsabilidades; los operadores culturales y de la información llamados a “ponerse al servicio de la verdad y no de intereses particulares”.

“También nosotros estamos llamados a que el amor, la compasión, la misericordia y la solidaridad sean nuestro verdadero programa de vida, un estilo de comportamiento en nuestras relaciones de los unos con los otros. Esto pide la conversión del corazón: que la gracia de Dios transforme nuestro corazón de piedra en un corazón de carne, capaz de abrirse a los otros con auténtica solidaridad.”, que es “es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno”.


Navidad con Jesús

Oración familiar en Nochebuena

1. Ambientación • El comedor de la casa y ojalá también el living y la cocina podemos adornarlo de fiesta con motivos navideños. • En distintos lugares de la casa podemos colocar carteles con frases alusivas al momento, por ej.: ¡Gracias, Señor, por venir a nuestra casa!, ¡Con Jesucristo renace nuestra esperanza! ¡Feliz Navidad en familia! • En un lugar adecuado y visible ponemos el Pesebre (sin el Niño, que se colocará después), y a su lado la Biblia abierta. • Sobre una mesa unas velas que se encenderán en la proclamación del Evangelio, quedarán encendidas durante la comida para que la luz, que es Jesús, brille en la oscuridad. 2. Acogida • Los dueños de casa deben ir creando un ambiente alegre y acogedor. • Saludan con cariño a los familiares que han venido a esta celebración y los invitan a todos a reunirse en torno al lugar donde se irá formando el pesebre. Se pueden distribuir los lectores para hacer participar a distintos miembros de la familia. Un adulto (abuelo, abuela, padre, madre) de la familia: Estoy contento porque nuestra familia se ha reunido. Me parece muy importante que juntos podamos darle a la Navidad el sentido que verdaderamente tiene. Y no quedarnos sólo con la costumbre de comer y recibir regalos. Los invito como familia cristiana a recibir en nuestro hogar a ese Dios que viene. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Todos: Amén. Reunida toda la familia alrededor del Pesebre, un niño pregunta en voz alta: Niño: ¿Qué estamos celebrando? ¿Qué es la Navidad? El adulto responde: En Navidad celebramos el nacimiento de Jesús. Niño: ¿Y quién es Jesús? Padre o madre: Jesús es el Hijo de Dios que nació de María en Belén hace 2000 años. Vino para salvarnos, para mostrarnos que somos hijos de Dios y por eso Dios nos quiere con locura, para que vivamos como hermanos. Otro: Jesús es la luz del mundo (se enciende una vela) que nos ilumina también con su Palabra, por eso vamos a leer el evangelio: Proclamación de la lectura del Evangelio (Lucas 2,1-20). El adulto lee el texto: (lo mejor es leerlo de la Biblia) Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, La Gruta n.480

empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa. A continuación uno de los hijos, colocando la figura del Niño en el pesebre proclama: ¡Hoy, Jesús ha nacido, ha venido a traer la Buena Noticia a los pobres, a anunciar a los cautivos su libertad, a darle vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos! ¡Hoy el Señor ha venido también a nuestra familia! Se pueden hacer unas oraciones espontáneas que manifiesten el agradecimiento y la alegría de la Navidad; también se pueden hacer algunos pedidos por las necesidades de la familia. Cada integrante de la familia, en forma corta y sencilla, puede decir algunas palabras expresando sus deseos para el resto de la familia y para otros a quienes también Jesús viene. Sugerencias • Señor, te pido que mis padres se quieran mucho y nos entreguen cariño y amor, para que así la luz de Jesucristo no se apague nunca en esta familia. • Que juntos recordemos a nuestros queridos familiares y amigos que ya no están con nosotros. Que nuestro regalo sea tenerlos presentes en esta Nochebuena • Que Jesucristo transforme tantos corazones llenos de dolor y que traiga la paz, la justicia y la verdad a nuestro país. • Que en las familias que ha ocurrido alguna desgracia donde hay enfermos, gente sin trabajo, perseguidos, ... esté la luz de la esperanza que es Cristo. Rezamos juntos el Padrenuestro. 3. Oración final: Señor Dios, Padre bueno, que quisiste iluminar este día con el nacimiento de Jesús tu Hijo, abre nuestros ojos y nuestros corazones para que podamos reconocer la presencia de tu Jesús que está siempre con nosotros. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor, Amén. 4. Comida: Antes de comer se dan todos un abrazo de paz y felicitación: “Ya que Jesús vino a darnos la Paz, saludémonos unos a otros con la Paz de Cristo”. Luego estando en la mesa, uno de los niños puede decir la siguiente bendición: Niño pobre de Belén, bendice a los que vamos a disfrutar de esta sencilla comida, preparada con tanto cariño. Bendice también a los que nada tienen y quédate para siempre con nosotros. Todos: Amén. 7


Oración

a los pies de La Gruta

S eñor Jesús, que nos llamaste amigos, Lunes 9 de enero de 2017 a las 18 hs. en el despacho parroquial: formación de los voluntarios del día 11.

nos ofrecemos a ti, para vivir en tu amor, y permanecer en la voluntad del Padre. Aquí estamos, Señor, de nuevo en tu presencia para poder recibir de tu Costado abierto, el perdón de los pecados y el don de tu Espíritu. Oh Sacerdote eterno, presente en el sacramento de tu cuerno y sangre, acepta la oblación de nosotros mismos en reparación de nuestros pecados. Tú nos elegiste para ser testigos y apóstoles de tu amor; perfecciónanos en la caridad y preséntanos al Padre como hijos queridos.

¡Feliz Navidad! Ya está a la venta el Almanaque 2017: pídalo en santería

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Amén.


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