La Gruta
Mayo de 2018
nº
497
BOLETÍN del SANTUARIO NACIONAL de La Gruta de Lourdes
Avda. de las Instrucciones 2223. MONTEVIDEO - Uruguay. Tel.: 2222 3532 www.umbrales.edu.uy stnlourdes@gmail.com
20 de Mayo
Domingo de Pentecostés
La Gruta n.497
1
Espiritualidad
Pentecostés
tomado de A12.com
¿Corazones inquietos por ser movidos por el Espíritu Santo o electrocardiogramas Espirituales débiles, lineales, sin emociones? ¿En qué categoría nos encontramos? Fue la principal pregunta formulada por el papa Francisco a cada cristiano.
La Iglesia nos prepara para recibir el Espíritu Santo y nos hace reflexionar sobre ello, pidiéndonos que recemos, para que el Espíritu Santo venga a la Iglesia, a nuestro corazón, a nuestra comunidad. El papa Francisco invita a cada uno de nosotros a meditar sobre lo que Jesús dijo sobre el Espíritu Santo. La meditación es inspirada en la lectura dedicada a la predicación de San Pablo en Éfeso (Hechos de los Apóstoles 19,1-8). La escritura revela que esa comunidad había recibido la fe, pero no conocía al Espíritu Santo. Sin embargo, era un pueblo creyente. El apóstol Pablo les preguntó: ¿Recibieron el Espíritu Santo cuando abrazaron la fe? Ellos respondieron: ¡Ni siquiera hemos oído que existe un Espíritu Santo! En esta narración nos encontramos con la realidad de una Iglesia compuesta por buenas personas, gente de fe, que creía en el Señor Jesús, pero que estaba allí sin conocer el Espíritu Santo. Entonces Pablo impuso las manos sobre ellos y “descendió sobre ellos el Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas”. 2
El papa Francisco explica que, con el descenso del Espíritu Santo hacia los discípulos de Éfeso, comenzó el impulso del corazón, porque quien mueve nuestro corazón a las cosas de Dios es el Espíritu Santo. Él es quien alimenta nuestras emociones y nuestra fe y nos da discernimiento para hacer la voluntad del Padre. Francisco resalta aún lo que el mismo Jesús había dicho: “El Espíritu Santo enseñará y recordará todo lo que les enseñé” (Jn 14,26). “Lo que sucedió a los discípulos de Éfeso es una experiencia recurrente en las narraciones del Nuevo Testamento, en las que se encuentran muchos personajes que oyeron este mensaje y cambiaron de vida. Podemos preguntarnos: ¿quién movió a Nicodemo a ir de madrugada a hablar con Jesús? Fue precisamente esa inquietud. Y aún: ¿quién movió a la pecadora a ir con él y a lavar sus pies con sus lágrimas? ¿Y quién mueve a tantas personas a acercarse a Jesús? La respuesta es siempre la misma: el Espíritu Santo, el que mueve nuestro corazón”, afirmó el Papa.
Francisco nos invita a preguntarnos: ¿Soy como aquellos de Éfeso que ni sabían si existía el Espíritu Santo? ¿Cuál es el lugar que el Espíritu Santo ocupa en mi vida, en mi corazón? ¿Puedo oírlo? ¿Puedo pedir inspiración antes de tomar una decisión o decir una palabra o hacer algo? ¿Mi corazón está tranquilo, sin emociones, un corazón fijo? El problema es que si hacemos un electrocardiograma espiritual, el resultado sería lineal, sin emociones, para algunos corazones. Colocarse a la escucha ¿Qué me dice el Espíritu Santo? El papa Francisco afirma que no fue por casualidad que el Apóstol Juan narrara en el libro del Apocalipsis, dirigiéndose a cada una
de las siete Iglesias de aquel tiempo: Oí lo que el Espíritu dice a las iglesias. Pidamos hoy la gracia de escuchar lo que el Espíritu dice a nuestra Iglesia, a nuestra comunidad, a nuestra parroquia, a nuestra familia y a mí, a cada uno de nosotros: la gracia de aprender este lenguaje para oír el Espíritu Santo. Tenemos que ponernos a la escucha, pues el Espíritu de Dios es dueño de todo discernimiento.
Invitamos a colaborar con las OBRAS DE RENOVACIÓN DE LA GRUTA (cerco, baños, luces, sonido, capilla, parque) enviando su contribución a la cuenta bancaria abierta para esta finalidad: Banco BROU, Cuenta CA (Caja de Ahorro) nro. 197-48557-2 Concepto: OBRAS DEL SANTUARIO Por favor, comunique sus datos (nombre, dirección, teléfono) a: Gruta de Lourdes, Instrucciones 2223, 12400 Montevideo, o: email: stnlourdes@gmail.com La Gruta n.497
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Actualidad:
Sobre la cuestión de la fragmentación social Primera entrega, de un total de tres.
“Construyamos puentes de fraternidad en una sociedad fragmentada” Florida el 14 de abril de 2018
Este documento es una palabra de nuestros obispos del Uruguay sobre la cuestión de la fragmentación social, dirigido en primer lugar a los católicos pero también a todos los uruguayos de buena voluntad, como un aporte de la Iglesia en el marco de nuestra sociedad plural, al imprescindible diálogo sobre el tema.
El documento se estructura en tres grandes secciones: 1. Nuestra mirada sobre la realidad 2. Discernimos a la luz de la fe 3. Tender puentes y construir fraternidad
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Nuestra mirada sobre la realidad (1) Aludiendo a las “fisuras” que “nos han ido separando” los obispos plantean que “a pesar de las mejoras de los últimos años en los indicadores económicos y del impulso dado a políticas redistributivas, que crearon las condiciones para disminuir el número de familias en situación de pobreza, aún subsisten sectores que no han podido acceder a niveles de vida digna”. “Nos cuestiona percibir muchos signos de deterioro del relacionamiento social, como el aumento de la violencia en diversos ámbitos: la familia, la educación, las ca-
lles, los espectáculos públicos”. Se indica que “la situación que hoy vivimos es fruto de procesos que desde hace ya décadas han venido transformando los principales ámbitos de generación de identidad e inserción social de las personas: el trabajo, las familias, los barrios, los centros educativos”. “Estos procesos se interrelacionan y se potencian entre sí y afectan de manera desigual a los sectores más vulnerables de la población. Inciden en las oportunidades de generar proyectos de vida sostenibles para todos y en la convivencia, generando distancias, brechas”. Nuestra mirada sobre la realidad (2) Los obispos expresan su especial preocupación por la problemática laboral de “quienes han estado en centros de reclusión, los trabajadores rurales, las personas en situación de calle”. También “la realidad de muchos hermanos venidos de otras tierras”. “Es en el ámbito familiar donde naturalmente se aprende desde el inicio de la vida a relacionarse con otros a través del respeto, de un amor gratuito e incondiLa Gruta n.497
cional, a encontrar sentido, a asumir responsabilidades por el bien de otros. Sin embargo, no todas las familias logran cumplir cabalmente su misión, inmersas en las transformaciones e incertidumbres del mundo de hoy”. “Para las familias que viven situaciones de exclusión social aumenta la fragilidad, y sus posibilidades de cumplir estas funciones sin contar con los apoyos necesarios se debilita, enfatizan”. “Nos duele y nos preocupa, particularmente, que en el ámbito familiar se vivan situaciones de violencia y abuso, del que sus víctimas principales y directas son mujeres y niños”. Sobre el desbalance generacional existente en nuestra sociedad se refieren al dato según el cual “el mayor número de nacimientos se da en nuestro país en las familias con menores recursos” mientras que “los jóvenes con mayores oportunidades educativas y laborales tienden a postergar la edad de procreación y a tener menos hijos”. Es muy importante “seguir destacando y promoviendo el valor de vivir una vida con sentido, anunciando la bendición que significa la vida de cada persona para toda nuestra sociedad”. 5
Devoción mariana
Más allá de las devociones P. Leandro dos Santos (Comunidade da Par./Sant. São Judas Tadeu).
El mes de mayo expresa una devoción afectuosa por la Virgen María. La devoción del mes de mayo despierta en muchos cristianos católicos una cantidad enorme de recuerdos: los altares adornados para Nuestra Señora, las novenas, los cantos, la recitación del tercio, todo eso expresa el afecto y la confianza en la madre de Dios. Sin embargo, el mes de mayo no puede quedarse sólo en prácticas devocionales, es necesario reflexionar sobre el lugar de María en la vida del cristiano y de la Iglesia. Al contemplar la fe dócil de María, que tiene una confianza incondicional en Dios y se entrega totalmente en sus manos, aprendemos, con los momentos significativos de su vida, a colocarnos ante el misterio del amor de Dios. Al reflexionar sobre ese misterio en la vida de
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María, comprendemos desde el principio de su existencia, cuando, en su concepción el Espíritu, el Amor eterno del Padre y del Hijo, comenzó a habitar en ella y la preservó de cualquier sombra de pecado; después, cuando el mismo Espíritu hizo nacer en su seno al Hijo de Dios; aún durante toda su vida, a lo largo de la cual, con la gracia del Espíritu, se cumplieron plenamente las palabras de María: “He aquí la esclava del Señor”; y,
finalmente, cuando, en el poder del Espíritu Santo, María fue elevada con toda su humanidad concreta al lado del Hijo, en la gloria de Dios Padre. El papa Francisco, en una de sus reflexiones sobre Nuestra Señora, dice que “María es una mujer que ama ... una creyente que en la fe piensa con los pensamientos de Dios y quiere con la voluntad de Dios, Ella no puede ser sino una mujer que ama”. Al contemplar a María, aprendemos a percibir el signo del amor que Dios tiene por nosotros, de su ternura y de su misericordia. Por eso, los cristianos católicos nos dirigimos a Ella en nuestras necesidades y esperanzas, en las vicisitudes felices y dolorosas de la vida. María es bienaventurada, porque creyó: en efecto, por la fe, Ella acogió la palabra La Gruta n.497
del Señor y concibió el Verbo encarnado. Su fe la llevó a descubrir que los tronos de todos los poderosos de este mundo son provisionales, mientras que el trono de Dios es el único que no cambia y no cae. Tengamos en nosotros los mismos sentimientos de alabanza y de acción de gracias de María en relación al Señor, su fe y su esperanza, su dócil abandono en las manos de la providencia divina. Imitemos su ejemplo de disponibilidad y de generosidad en el servicio a los hermanos. En efecto, sólo acogiendo el amor de Dios y haciendo de nuestra existencia un servicio abnegado y generoso al prójimo, podremos elevar con júbilo un cántico de alabanza al Señor. ¡Que Nuestra Señora nos ayude a alcanzar esa gracia en este mes de mayo! 7
Oración Espíritu Santo: desciende del cielo sobre nosotros
Sábado 9 de junio de 2018 a las 18 hs. en el despacho parroquial: formación de los voluntarios del día 11.
“Pidamos al Espíritu Santo, fuego de amor que arde en la Iglesia y dentro de nosotros, aunque muchas veces lo cubrimos con la ceniza de nuestras culpas: Espíritu de Dios, Señor, que estás en mi corazón y en el corazón de la Iglesia, a los que haces avanzar. ¡Iglesia, moldeándose en la diversidad, vengan! Necesitamos de ustedes, como del agua, para vivir: sigan descendiéndo sobre nosotros y enseñen la unidad. Espíritu Santo, renueva nuestros corazones y enséñanos a amar como nos amas, a perdonar como nos perdonas. ¡Desciende del cielo sobre nosotros, Espíritu Santo! “ Amén
Pentecostés Este domingo 20 de mayo se vive el día de Pentecostés, 50 días después de la Resurrección de Jesús, del domingo de Pascua. Se trata de una fiesta que vivían antiguamente los judíos y a la que se dio un nuevo significado con la venida del Espíritu Santo. Con la resurrección de Cristo estas fiestas adquirieron un nuevo sentido para sus seguidores. En la Última Cena, Jesús prometió a los apóstoles que enviaría al “espíritu de Verdad”, que estará siempre con los hombres. “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho” (San Juan 14, 25-26), prometió. Cristo ascendió a los cielos 40 días después de resucitado. Y 10 días más tarde, en coincidencia con la antigua fiesta de Pentecostés, envió al Espíritu Santo. 8