Terminal, un tablero de la moral en el cine Apuesta teórica por el Periodismo de Entretenimiento
Los niños campesinos y la televisión, un camino por recorrer Proyecto de la Modernidad, entre el diagnóstico y las contradicciones
Sensaciones y delito, Crónica Roja y Novela Negra Glifosato: ¿el discurso de la ciencia se enfrenta al de la experiencia?
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Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Programa de Comunicaci贸n Social y Periodismo
Revista realizada por estudiantes Agosto de 2011 Edici贸n N掳 1
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Programa de Comunicación Social y Periodismo HojaLata N°. 01 Manizales, agosto de 2011 Rector Guillermo Orlando Sierra Sierra Decano Ricardo Celis Pacheco Director Programa Diego Enrique Ocampo Loaiza Comité Editorial Diego Enrique Ocampo Loaiza Carlos Fernando Alvarado Duque Marcela Cerón Rubio Ángela M. Bohórquez Oviedo Directora Ángela M. Bohórquez Oviedo Ilustraciones Mónica Arango Arango Edison Sánchez Daniela González Mejía Diseño y diagramación Manuela Bustamante Idárraga Fotos Carátulas Mónica Arango Arango ISSN 2248-7190 Nota: Los textos que se publican en esta revista, no comprometen el pensamiento ni las políticas institucionales de la Universidad de Manizales, así como tampoco los de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Los textos pueden reproducirse siempre y cuando se cite la fuente (Ley 23 de 1982, Art. 31: Derechos de autor)
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Presentación El primer número de la Revista Hojalata, de y para estudiantes del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Manizales, propone un espacio para el pensamiento crítico y reflexivo sobre los fenómenos de la sociedad moderna. Es una herramienta abierta al diálogo analítico y a las revelaciones académicas que se desarrollan tanto en el aula de clase como en la vida práctica. Es una oportunidad para recuperar los productos de los ejercicios académicos, así como para indagar y profundizar sobre las perspectivas y las concepciones reconocidas de la Comunicación, en su estudio local, regional y mundial, en cualquiera de sus áreas e intereses. Es así como se presentan seis trabajos, resultados de cuestionamientos y debates de las experiencias reflexivas de los estudiantes, durante su acercamiento a la realidad y al mundo inteligible de las ideas. Los artículos presentados se podrían agrupar en dos temáticas: una parte en Medios y Periodismo, y otra en Representación Social. En el primer campo se agrupan los ensayos dedicados a la televisión y a los niños campesinos, el cine colombiano y el problema de la moralidad, el Periodismo de Entretenimiento entre la teoría y la práctica, la estrecha relación entre la Crónica Roja y la Novela Negra. En el segundo campo, a través del relato de la ciencia, el Proyecto de la Modernidad y las contradicciones americanas. El primer artículo se dedica al encuentro entre la moral y el cine colombiano con el largometraje Terminal de Jorge Echeverri (2000), desde los acercamientos teóricos de Kholberg y Falzon. Luego, los lectores recorrerán un territorio mediático que al parecer se encuentra inexplorado, como es el Periodismo de Entretenimiento, y las fronteras entre el Periodismo de Farándula y Cultural, los cuales suelen encasillarse como Light en el rigor de la investigación periodística. El tercer artículo se dedica a despertar la curiosidad de los investigadores para que se aventuren a identificar las características de la relación entre niños campesinos y la televisión actual, pues si bien existe un amplio estado del arte sobre este tema, los casos que se han analizado en las investigaciones, se centran principalmente en la población infantil ubicada en las zonas urbanas, para conocer los tiempos de uso, los efectos y su impacto en la educación de las nuevas generaciones. La Revista también invita a los lectores a participar de la discusión de dos autores como Boaventura de Soussa Santos y Ágnes Heller sobre el problema de la Modernidad, para comprender las condiciones actuales de los Estados Nacionales y sus tensiones mundiales que se podrían llamar Problemas Internacionales, los cuales se analizan en el escenario actual de los Estados Unidos y en los presuntos repuntes del orden pre-moderno. El lector podrá explorar el universo del Periodismo y la Literatura con un artículo que aborda las posibilidades narrativas de la prensa roja con la intimidad entre la Crónica Roja colombiana y la Novela Negra a la hora de construir un relato. Para finalizar su recorrido por estos artículos, considerados como desenlatados del olvido, encontrará un ejercicio crítico sobre la concepción de la narrativa de la ciencia y de la oralidad, al tomar como referencia las versiones científicas sobre los efectos del Glifosato en la salud humana en el Departamento de Bolívar. Esta es la primera invitación para reconocer el fruto del pensamiento de los estudiantes del Programa de Comunicación Social y Periodismo, en una apuesta para enfrentar riesgos teóricos y para difundir los procesos libres y rigurosos de la experimentación académica.
Ángela María Bohórquez Oviedo
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Terminal,
un tablero de la moral en el cine Andrés Vélez Pedroza
P. 16
Apuesta teórica por
el Periodismo de Entretenimiento
Carlos Mario Ríos, Martín Franco Londoño
Los niños campesinos y
la televisión, un camino por recorrer Lina Marcela Díaz Camacho
P. 43
P. 30
Proyecto de la Modernidad, entre el diagnóstico y las contradicciones Mónica Arango Arango
Sensaciones y delito, Crónica Roja y Novela Negra Felipe Motoa Franco
P. 64
P. 9
P. 56
Glifosato: ¿el discurso de la ciencia se enfrenta al de la experiencia?
Daniela Siara González Mejía
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Moral y Cine,
Andrés Vélez Pedroza
un encuentro deliberado
Andrés Vélez Pedroza1
Resumen Como parte de un ejercicio académico de la asignatura Moral y Cine Colombiano, el presente artículo busca establecer puntos de encuentro entre estas dos materias. Al partir de los acercamientos teóricos de Kohlberg y Falzon al problema de la moralidad, se intenta superar la acuñada cuestión sobre moralidad y abrir nuevos espacios de discusión en torno a los principios moldeadores de la conducta humana. De igual modo, se pretende utilizar estas categorías de análisis para observar la presencia moral en obras cinematográficas colombianas como el largometraje Terminal de Jorge Echeverri (2000).
Palabras Claves: Moral, cine colombiano, perspectivas morales, desarrollo cognitivo.
Película Terminal
La moral es uno de los asuntos más importantes en la vida humana. Ha moldeado y seguirá moldeando la conducta individual y colectiva de los hombres, así como ha influido la aparición de otros sistemas reguladores como la religión y el derecho. En la época moderna se ha comenzado a dar importancia a las
discusiones que se tejen en torno a ella. Sin embargo, los acercamientos aún son escasos y los acuerdos mínimos. Una de las cuestiones dilemáticas que se plantea es el hecho de si es la moral inherente a la naturaleza humana o si es un constructo social producto de un proceso de enculturación. Al apoyar la primera de estas tesis, y con una orientación psico-biológica evidente, Lawrence Kohlberg hace una descripción de la moralidad dividida en estadios evolutivos, mientras que, en consonancia con la segunda, Cristopher Falzon realiza un recuento histórico por las teorías morales que han señalado los patrones de conducta del hombre. En el presente texto, se hará una
1 Andrés Vélez Pedroza. Estudiante de Séptimo semestre de Comunicación Social y Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Manizales. andres_velezp@hotmail. com
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Moral y cine, un encuentro deliberado
breve aproximación a estos dos ejes de discusión moral y se intentará utilizar a la película colombiana Terminal (2000) como tablero de
Película Terminal
exposiciones. Para ello, será necesario comenzar por hacer referencia al trabajo cinematográfico.
Una visceral obra con pujas ornamentales En uno de los más serios acercamientos
a una verdadera estética de autor, Jorge Echeverri desarrolla el drama del desamor y da cuenta de un duelo masculino resultante de la separación. Terminal es una obra sólida, no sólo en cuanto a la madurez de su narrativa, sino también en lo referente a lo icónico, toda vez que logra poner en escena una serie de intimidades emocionales mediante
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la construcción de todo un universo simbólico de Julián, protagonista de la historia. Al obedecer, quizás, a la estructura lineal clásica de Aristóteles: planteamiento, nudo y desenlace, el director relata el abandono y el despecho del personaje principal en tres momentos: separación, duelo y olvido. Así, el camino que se le propone al espectador es el de la tribulación, y su papel es el de doliente frente al flagelo que se le impone a este hombre, quién recoge los afectos del público a pesar de todo su excentricismo. El largometraje de Echeverri es, además, un producto cinematográfico bien logrado desde lo técnico. Un estricto cuidado de la imagen enriquece, plano por plano, una configuración narrativa que contiene algunos visos artísticos. Así mismo, el manejo de los planos sonoros exegéticos engorda la sensibilidad del espectador frente al drama anteriormente apuntado. Pero bien, este es un asunto sobre el que no se ahondará, pues para la discusión moral se hace más indispensable la exposición de la línea dramática de la historia. La película comienza con el viaje de Julián y Mara a un pasaje natural, de importancia mutua, en el que se sellará el fin de su noviazgo de varios años. Con la entrada de ella a la Universidad y su encuentro frontal con la conflictiva realidad del país, se ha roto la magia que la unía con un soñador lunático de aires literatos. Con intereses opuestos, el idilio ha terminado para ella, que vio marchitar su amor y, a pesar de las súplicas de su enamorado, decidió irse. Con esto, Julián asume el abandono desde el lado más agónico, el
Andrés Vélez Pedroza
del abandonado. Al volver a su apartamento ausente de color -estallado de pisos y paredes blancasse encierra para escarbar sobre la herida de la ausencia de Mara. Allí, empieza a grabar una bitácora para contar los días sin ella como si fueran años, mientras, en la fragilidad de su desnudez, habla con un pollo asado que se va degradando, en una metáfora del deceso de su corazón.
discusión sobre los principios que pueden orientar la búsqueda de hacer lo correcto, y si pueden o no aplicarse de igual forma con el desdibujamiento de la visibilidad de la conducta. Con ese eje conductor, el autor enuncia diferentes perspectivas de la Filosofía Moral. Para empezar, la visión platónica de la moral tiene que ver con una idea
Foto: Mónica Arango
Nuestro protagonista se sumerge en lo más profundo de sí mismo como buscando el alivio a su dolor y luego emprende un viaje de emancipación. Sobre dos ruedas y con su cabeza rapada, se adentra en el Urabá antioqueño para verse cara a cara con el conflicto colombiano que tanto preocupaba a su ex. Igualmente, en una nueva búsqueda, esta En el nivel Convencional, el hombre reconoce su integración a una sociedad, así como la necesidad de cumplir deberes. vez en la externa naturaleza, consigue ir dejando los recuerdos de Mara en externa de la moral dictaminada el pasado. por El bien Supremo, un ideal Al final, Julián termina el proceso de para alcanzar. Platón describía la liberación, cuando por fin logra olvidar, composición humana en tres niveles: y esto se ve representado en la última razón, pasiones y alma, y planteaba escena, tan jocosa como clarividente, como una necesidad de este último en la que un tropiezo casual con su el logro de un Equilibrio del Yo, es antigua enamorada le es indiferente. decir, el hombre prudente que debe buscar el punto medio. Así, cuando se alcanza este punto de moderación, y Falzon, perspectivas de se actúa de acuerdo con él, se está una filosofía moral obrando moralmente. Falzon realiza una taxonomía moral que apunta a responder la pregunta: ¿cómo debemos entender la moral? Utiliza la metáfora del anillo de Giges, planteada por Platón, para ubicar una
El personaje de Julián en la cinta de Echeverri podría encajar en esta perspectiva moral. La transición de su dolor es toda una búsqueda de la armonía con su Yo, es la disciplina
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Foto: Mónica Arango
que ha de alcanzar con determinación el control de las emociones. En su expedición a la zona del conflicto armado, el intento de equiparar su alma con la mujer que le infringe dolor, es un grito de emancipación explorado en lo externo, como un bien supremo que redime su fuero interior y le da el sosiego de la liberación.
Otra concepción de la moral se encuentra en el Utilitarismo, que predica que el hombre intenta, a lo largo de su vida, disminuir el dolor y maximizar el placer. Una de sus premisas fundamentales es la de la búsqueda de la mayor felicidad para el mayor número, lo cual implica un énfasis en las consecuencias de la conducta, y no en ésta propiamente. Al igual que en Platón, en la postura Lo moralmente correcto, en este judeo-cristiana de la moralidad, la sentido, es lo que aumenta la felicidad garantía moral es externa al hombre a más personas. y es emanada de las Escrituras, Si se hace una lectura de la cosmovisión inspiradas por Dios. El Legislador de Mara en Terminal, podrían ubicarse en este lugar sus patrones de conducta moral. Al entrar a la Universidad, su preocupación se traslada a los problemas nacionales, pensando en el dolor de las personas que son víctimas del conflicto. De algún modo, cuando estas problemáticas la extraen de su enamoramiento, ella tiene que elegir si prefiere dedicar su cuidado a Julián o a los Uno de los estadios del Desarrollo Moral se agrupa en el asuntos de la vida pública nivel Preconvencional, con un punto de vista egocéntrico e que la inquietan. Quedándose individualista. con la segunda de estas Divino ha creado el mundo y la ley, y alternativas, Mara le da prioridad a los seres humanos con un propósito al dolor de muchos, y lo coloca por enmarcado dentro de las normas. En encima del sufrimiento solitario de ese sentido, se comporta moralmente Julián. quién obedece a Dios. Finalmente, el Existencialismo postula De otro lado, Kant va a remplazar que el mundo es absurdo y que ni la deidad cristiana y en su lugar el hombre tiene un propósito, ni la coloca a la razón. La naturaleza de naturaleza plan alguno. Con la idea la moral, entonces, da un giro hacia del accidente del cosmos, desaparece el interior del ser humano y se le cualquier asomo de orden general, y otorga un empoderamiento especial por tanto no existen tampoco patrones a la dimensión del deber ser, con las que puedan orientar la conducta del condiciones de autonomía de una hombre para vivir moralmente. Así, conciencia racional. La obediencia a desde esta visión, no existen procesos la que responde la conducta moral morales, más allá de la iniciativa es ahora al Imperativo Categórico, de crearlos. Para Sarte, unos de los una ley universal que es construida más reconocidos pensadores de esta colectivamente para que el corriente, el hombre es libre, pero comportamiento sea emulable. esto, lejos de ser un privilegio, es una
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Andrés Vélez Pedroza
Kohlberg y los estadios del desarrollo moral La obra de Kohlberg está conectada de manera estrecha con la del biólogo Jean Piaget, quien hace una categorización de los estadios de evolución psico-cognitivos del ser humano, paralelos a su desarrollo biológico. Así, Kohlberg plantea que existe también una simetría entre los procesos cognitivos y los procesos morales. Estos pueden ubicarse en seis estadios, siendo el uno que tiene más dependencia y el seis el de mayor autonomía. Los estadios se agrupan, a su vez, en tres niveles principales. El primer nivel es el Pre-convencional, y en él están ubicados los estadios 1 y 2. En el primero, el punto de vista es egocéntrico y la razón para actuar moralmente es la evasión del castigo. En el segundo, la perspectiva es individualista y la motivación para moldear la conducta es la satisfacción de sus propios intereses, aunque incluye el mínimo reconocimiento de otro. De acuerdo con Kohlberg, éste sería el lugar en la escala evolutiva del desarrollo moral de Julián, toda vez que su pesquisa psicológica se orienta al hallazgo del antídoto a su desamor y no involucra la pretensión de bienestar para otros (Kohlberg, 1992).
para mantener el sistema. En ese orden de cosas, sería este el sitio para ubicar los procesos morales que guían las acciones de Mara, quien procura acercarse a las problemáticas nacionales y ser doliente de aquellas personas que padecen el conflicto. (Kohlberg, 1992). Por último, el nivel Post-convencional está constituido por los estadios 5 y 6. En el número 5 aparece la obligación a la ley resultante de un contrato social y se lleva la perspectiva un poco más allá de la sociedad para actuar de acuerdo con los valores establecidos. En el 6, por su parte, se alcanza una creencia racional en la validez de unos principios morales universales, así como unos éticos elegidos autónomamente, que son los que terminan por configurar los patrones de conducta correctos (Kohlberg, 1992). Para finalizar, y sólo con el ánimo de dejar planteada una idea para una discusión posterior más amplia, estos estadios de categorización del desarrollo moral pueden servir para el análisis cinematográfico, no solo desde los elementos internos de cada obra, si no que pueden
El siguiente nivel es el Convencional y a él pertenecen los estadios 3 y 4. Éste plantea la necesidad de ser una buena persona y da una visión del individuo en relación con otros, de un grupo próximo. Aquel esboza la conciencia de hacer parte de El nivel Postconvencional se caracteriza por la obligauna sociedad y la necesidad de ción a la ley y una creencia racional sobre la validez cumplir con unos ciertos deberes de principios morales universales.
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Foto: Mónica Arango
condena.
Moral y cine, un encuentro deliberado
también ayudar a interpretar rasgos comunes en la configuración de género o en la producción específica de un país. Para el caso del cine colombiano, la clasificación de Kohlberg podría ayudar a hacer una lectura más seria de una cosmovisión general de las puestas en pantalla de los relatos nacionales. Rompiendo con el pre-juicio de lo que muchos autores han catalogado como cine de porno miseria, la inclusión de la discusión moral como remanente del desarrollo cognitivo-biológico plantea una preocupación que va mucho más allá de lo formal. Se trata -si es que es posible pensarse de tal modo- de qué tan avanzado está el desarrollo moral de la sociedad colombiana, y como resultante de este proceso, qué tipos de principios orientan la producción fílmica que la representa.
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Andrés Vélez Pedroza
Referencias Kohlberg, L. (1992). Psicología del desarrollo moral. Bilbao, España: Desclee de Brouwer. Falzon, C. (2005). La filosofía va al cine. Una introducción a la filosofía. Madrid, España: Tecnos.
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Teoría y práctica, cómo abordar el Periodismo de Entretenimiento
Teoría y práctica,
cómo abordar el Periodismo de Entretenimiento Carlos Mario Ríos y Martín Franco Londoño1 Resumen El periodismo de entretenimiento al parecer no ha sido analizado con mucho interés por la academia nacional, lo cual se evidencia la falta de referentes teóricos sobre este aspecto. Asimismo, no están claramente delimitadas sus diferencias con el Periodismo de Farándula y Cultural, y suele encasillársele como Light. Por tal motivo, la importancia y necesidad de abordar el tema desde la academia para encontrar y renovar las posibilidades de oferta de Periodismo de Entretenimiento con una producción que base su calidad en la reflexión teórica y en el rigor de la investigación periodística, tal como se enseña en las escuelas de Comunicación Social y Periodismo.
Palabras Claves:
Si
bien es cierto que tanto los seres humanos como los animales se entretienen, estos últimos juegan o descansan en obediencia a su programación genética, enteramente natural y, por lo tanto, sin posibilidad de elección.
Foto: Edison Sánchez
Revolución industrial, Teoría Funcionalista, Teoría Crítica, Industria Cultural, Funciones referencial y poéticas del lenguaje, Periodismo de entretenimiento, light, cultural y de servicio.
También, los seres humanos se entrenan y descansan. Pero sólo en estos, el entretenimiento puede Diversión o entretenimiento como actividad huconstituir también una acción producto mana. del libre albedrío –lo que significa además, no necesariamente que igualmente es renunciable– y, orientada al cumplimiento de un fin 1 Carlos Mario Ríos, copywriter de la agencia digital Wigilabs, egresado de la Universidad de Manizales. radiarmem@hotmail.com. Martín Franco Londoño, director editorial En-Contexto, comunicador social y periodista egresado de la Universidad de Manizales. mfranco68@gmail.com. Este artículo se elabora a partir del marco teórico del trabajo de grado como requisito para obtener el título profesional, bajo la tutoría de Juan Guillermo Arias.
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la llegada de la Revolución Industrial, pues con ella se transformó la sociedad y el hombre redujo ostensiblemente sus jornadas laborales, como explica Max Pietsch: “[…] de ese entonces para acá el tiempo del trabajador se ha reducido casi a la mitad, la semana de 45 horas pasó a 42 y con el paso del tiempo es de prever que descienda quizá a 40 horas e incluso a 36. Y es Así pues, consustancial a la condición que el fenómeno de la mecanización humana, el entretenimiento, concedió al trabajador actual más e n t e n d i d o tiempo libre como el espacio del que jamás y el tiempo creyeron sociales dentro tener algún de los cuales día sus se enmarcan antepasados. las actividades Con este humanas de ocio fenómeno y esparcimiento el tiempo ajenas a la labor libre y sobre productiva y todo el fin de sí al disfrute o semana pasó placer personal, Los medios de comunicación detectaron que más a convertirse encuentra su allá de los eventos, surgen historias de gran interés en un problema” escenario más para el público. (1965, p. 115). claro en la Modernidad, pues es en ésta en la Al finalizar la Primera Guerra Mundial que también quedan más claramente y con una Revolución Industrial en delimitados los espacios de la marcha, se empezó a constituir una producción que son su antípoda. Vale nueva sociedad a la cual se le dio el advertir que estas definiciones y nombre de sociedad de masas: distinciones son provisionales, porque “La sociedad de masas es una pueden ser problematizadas a la luz sociedad industrial. Sin la industria, de la Teoría Crítica, como se verá más es decir, sin las complicadas adelante. máquinas que sustituyen a un simple instrumental, la sociedad de masas “El poeta Richard Dehmel ponía estas no sería concebible. Las modernas palabras hace medio siglo en boca técnicas industriales, a través de la de un trabajador: tenemos un techo, creación de una complicada red de tenemos un hijo esposa mía, tenemos transportes y comunicaciones, han un trabajo para los dos, tenemos sol, puesto en contacto a distintas partes la lluvia y el viento. Sólo nos falta una de la sociedad de masas. La tecnología pequeñez para ser tan libres como las moderna ha liberado al hombre aves: sólo nos falta tiempo” (Pietsch, del peso de trabajos físicamente 1965, p. 115). agotadores y le ofrece recursos que ponen a su alcance nuevas La pequeñez de la que hablaba el poeta experiencias, nuevas sensaciones, Dehmel se fue haciendo realidad con la posibilidad de comunicarse y la Foto: Edison Sánchez
práctico, de hecho podría decirse que el entretenimiento lo es más auténtico en la medida en que no cumpla un fin práctico. En los seres humanos el entretenimiento puede tener un valor por sí mismo, afirmación que también se puede hacer en relación con el arte y con la ciencia, ausentes por completo del mundo natural.
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posibilidad de introspección” (Shils, 1979, p. 143).
libre, del recreo y del turismo” (1965, p. 116).
Una característica importante de la sociedad de masas es que “[…] ha suscitado e intensificado la individualidad. Caracterizan a la individualidad, la disponibilidad para las experiencias, el florecimiento de sensaciones y emociones, la apertura hacia los otros […] Porciones mucho más amplias de la población han aprendido conscientemente a apreciar los placeres de la vista, del oído, del gusto, del tacto y de la comunicación” (Shils, 1979, p. 143).
Paralelo a esto, se iba moldeando el hombre moderno, quien tendría unas características especiales, entre ellas unas descritas así por Max Pietsch: “El moderno hedonista es individualista, abandona las comunidades naturales como la familia y la vecindad, no ya para estar solo, cosa que le resulta imposible, sino para sumirse en las diversas manifestaciones de la sociedad masiva (como el deporte, el cine, el arte, entre otros)” (1965, p. 122).
Otro cambio fundamental que se dio en los individuos por causa de la sociedad de masas fue un aumento notorio en la alfabetización y aparte de la reducción de las jornadas laborales, también se presentaron mejoras en los salarios. Todo esto indudablemente produjo individuos más autónomos con más opciones para disfrutar la vida pero, al mismo tiempo, los enfrentó con un gran dilema: ¿Cómo aprovechar el tiempo libre?
1.Entretenimiento, sociedad funcional, Teoría Funcionalista
El protagonismo del vacío en el hombre durante este tiempo, provocó que surgiera lo que Pietsch señaló como “la llamada Lo light es producto de una época asignada por la ley de los Tercera Industria del tiempo grandes números y que impone el mercado.
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Esta inquietud conllevó a que el tiempo libre se convirtiera en un mercado de consumo y en una actividad con inmensas posibilidades de provecho económico. “Es así como el vacío del hombre es observado por la sociedad de masas y aprovechado como el mejor mercado de consumo que hubiera podido hallar” (Pietsch, 1965, p. 116).
El advenimiento de la Modernidad desde el Renacimiento hasta la Industrialización pasando por la Ilustración, significó, particularmente para el Capitalismo, la aparente realización de la sociedad ideal: una sociedad democrática, igualitaria, pluralista, mediatizada y, en general, técnicamente mejor dotada para proporcionar un mayor bienestar al individuo y con un margen más
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amplio de tiempo libre y posibilidades para su uso. Ante este contexto –que fue el contexto en que surgió la sociología como campo específico de la ciencia, dedicado al estudio de este tipo de sociedad llamada Moderna– fueron muchos los pensadores que plantearon en sus teorías una defensa implícita de la Modernidad como paradigma social. Así, pues, la sociología funcionalista –que dedica buena parte de su acervo al estudio de los medios masivos de comunicación modernos– describe la sociedad moderna como un gran sistema armónico compuesto de subsistemas, entre los cuales aquel que constituyen los medios de comunicación cumple la función específica de integrarlos y sincronizarlos para el normal funcionamiento del modelo social que la misma teoría defiende como el ideal. Es así como en los Estados Unidos de mitad del siglo XX –quizás la expresión más clara del proyecto moderno– Harold D. Lasswell, Paul F. Lazarsfeld y Robert K. Merton –entre otros– fueron decantando una teoría que, a grandes rasgos, enuncia que los medios de comunicación cumplen cuatro funciones en el contexto de las sociedades democráticas capitalistas: Vigilancia del entorno, creación de consensos, transmisión de la herencia social y entretenimiento: “Actualmente la gente tiene más tiempo libre y, en apariencia, más acceso al patrimonio cultural. ¿Cómo emplea ese tiempo no hipotecado, conquistado al precio de tantos esfuerzos? Escucha radio y va al cine. […] La lucha por la libertad, el tiempo libre, la instrucción popular y la previsión social se inició con la esperanza de que, una vez liberada
de las constricciones provocadas por el sometimiento, la gente utilizaría los productos culturales más importantes de nuestra sociedad. Shakespeare, Beethoven, quizás Kant” (Lazarsfeld y Merton, 1976, p. 237). A cambio de ello –señalan los autores a renglón seguido–, la sociedad ha preferido dirigir su atención hacia los productos en apariencia mucho menos relevantes que ofrecen los medios de comunicación de masas. Más adelante, los autores mencionados admiten que “dado que la mayor parte de nuestros programas radiofónicos, las películas, las revistas y gran parte de nuestros libros y diarios, están dedicados a entretener, estamos obligados a considerar la influencia de los medios de comunicación de masas sobre el gusto popular” (1976, p. 247). Y, antes de responder a la cuestión planteada, anticipan la defensa del modelo moderno al advertir que: “Hablar sólo de la decadencia de los gustos estéticos induce a error. Es probable que el público de masas comprenda un gran número de personas que poseen estándares estéticos cultos, pero destinados a desaparecer en las grandes masas que forman el público nuevo e inculto de las artes. Hasta ayer, la élite era todo el público; hoy es solo una exigua fracción del todo. En consecuencia el nivel medio de los estándares estéticos y de los gustos del público ha bajado de nivel, a pesar de que los gustos de algunos sectores de la población sin duda se han elevado y el número total de los individuos que recibe el contenido de los medios de comunicación de masas haya aumentado” (1976, p. 248-249). En resumidas cuentas, para esta
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Teoría y práctica, cómo abordar el Periodismo de Entretenimiento
corriente teórica, la función del entretenimiento ejercida desde los medios de comunicación de masas no ha ido necesariamente aparejada con un declive del gusto estético y sí, más bien, con una ampliación del acceso social a los bienes culturales.
erigiera como el paradigma de la modernidad durante la posguerra (1945-1989), ya la Alemania de entreguerras (1918-1939) era un buen ejemplo del modelo: logró consolidar su industria e impulsar su desarrollo capitalista, hasta el punto en que alcanzó altísimos niveles de calidad de vida para la población en general, tanto en materia de salud, educación y acceso a las posibilidades políticas. En pocas palabras, parecía Alemania como la modernidad hecha realidad.
Foto: Edison Sánchez
Finalmente, aunque los mismos funcionalistas admiten que “los medios de comunicación para las masas pueden incluirse entre los narcóticos sociales más directos y eficaces” (1976, p. 244), esto constituiría sólo una disfunción residual y obviamente indeseable, y, por lo Nada de ello, sin embargo, impidió tanto, neutralizable por el efecto de para que fuera allí donde se produjelas funciones ya mencionadas, entre ra quizás el fenómeno del totalitarislas cuales mo político se destaca más radical la vigilancia y nefasto del entorno. del que se Desde esta tenga reperspectiva gistro en teórica, el la historia balance entre reciente funciones y de la hudisfunciones manidad: realiza el el ascenso equilibrio del naciosocial que nalsocialissupone la mo alemán El Periodismo Cultural aunque sigue las normas para hacer modernidad. demostró las periodismo, olvida la otra faceta, la del entretenimientoimperfecDesde una orilla geográfica e ideológica ciones de la democracia, un modelo opuesta –esto es, desde Europa y político que, con todo y sus virtudes, desde el marxismo–, la visión sobre entraña el germen de su propia desel entretenimiento resultaría menos trucción. idealizada y daría nuevos elementos de juicio para replantear su sentido La persecución que el nazismo social. emprende contra la facción más crítica de la intelectualidad alemana desencadena el exilio de Theodor 2.Teoría Crítica, crítica de Adorno y Marx Horkheimer hacia la Modernidad y crítica del Estados Unidos, donde comienzan a trabajar con los funcionalistas, pero entretenimiento pronto descubren las diferencias ideológicas que los distancian de éstos. Las disímiles realidades Antes de que Estados Unidos se que les ha tocado vivir a unos y a
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otros, les han dado tantas razones a los funcionalistas para defender la modernidad –como ella se manifiesta en los Estados Unidos– como las que tendrían Adorno y Horkheimer para desconfiar de ella, por las lecciones que deja la misma modernidad en Alemania, en donde los medios de comunicación sirvieron como aparato de propaganda ideológica del nacionalsocialismo –que incluía la exacerbación del patriotismo, la inculcación de sentimientos de xenofobia, la exaltación de la renuncia a las libertades individuales en aras de una causa colectiva en virtud de la cual se legitima la vigilancia, el control y la delación del vecino que piensa diferente– que contribuyeron a la consolidación hegemónica de esta opción con todas sus conocidas consecuencias: segunda guerra mundial, holocausto judío, inicio de la guerra fría, entre otros. Así, pues, para la Teoría Crítica, aquello que los funcionalistas llaman “funciones” de los medios de comunicación de masas podrían no ser tan positivas para la sociedad, y, en cambio, más bien considerarse como acciones orientadas simple y llanamente a la opresión y la alienación del individuo, aun en la sociedades más democráticas. Entonces, si el entretenimiento es una de esas “funciones” automáticamente es digno de sospecha: “La evasión respecto a la vida cotidiana que la industria cultural, en todos sus ramos, promete procurar es como el rapto de la hija en la historieta norteamericana: el padre mismo sostiene la escalera en la oscuridad. La industria cultural vuelve a proporcionar como paraíso la vida cotidiana. Escape y elopement están destinados a priori a reconducir al punto de partida. La distracción
promueve la resignación que quiere olvidarse de la primera” (Adorno y Horkheimer, 1976, p. 201). Bajo el esquema de la producción industrial capitalista, para esta corriente teórica, el entretenimiento no tiene un fin tan inocente ni se planea para proporcionar auténtica evasión al consumidor, sino que, convertido en mercancía, se planifica desde la dirigencia social para conducir el comportamiento del individuo y garantizar su funcionalidad al mismo sistema productor de ese mismo entretenimiento. En últimas, el entretenimiento al servicio del sistema. Al margen de las valoraciones, Adorno y Horkheimer describieron con precisión el modelo y funcionamiento de la industria cultural: “No por azar surgió el sistema de la industria cultural en los países industriales más liberales, así como es en ellos donde han triunfado todos sus medios característicos, el cine, la radio, el jazz y los magazines” (1976, p. 190). Fue en estos países en donde los ciudadanos comenzaron a gozar de un mayor tiempo libre y en donde se le empezó a dar a la cultura un tratamiento comercial y de mercancía. Y, como industria que es, la cultural adaptó el modelo de las que producen bienes materiales: “En el marco de la esfera de producción comercial de las mercancías culturales, éstas ya no son configuradas primariamente según criterios propios del concepto tradicional de cultura, sino según los principios de su óptimo aprovechamiento comercial” (Zamora, 2001, p. 13). Sobre la base de los métodos usados por las demás industrias del mundo capitalista, en donde la rentabilidad es el principal objetivo, la industria
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Teoría y práctica, cómo abordar el Periodismo de Entretenimiento
cultural utiliza las mismas fórmulas de producción y, por ello, según Zamora, se puede hablar de una estandarización de la cultura: “Los procedimientos técnicos de producción de la industria cultural apuntan a la estandarización y uniformización de sus productos, a la producción en serie y la distribución en masa” (2001, p. 14). Además, afirma que la estandarización de la cultura no es más que “la tendencia a abarcar todo el espectro de formas culturales a través de esquemas de presentación iguales” (2001, p. 14). Por lo tanto, para Zamora: “Adorno cree estar legitimado para hablar de industria, es decir, de un modo industrial de producción en el sector de la cultura” (2001, p.14) que, al igual que las demás industrias, usa los mismos cálculos de costobeneficio y lo que no se vende o no es consumido por el público, se suprime: “los criterios que rigen la producción y distribución de bienes culturales no se distinguen para nada de los del resto de mercancías que pueblan el mercado” (2001, p. 14) Aun cuando de origen europeo, la crítica a la Modernidad, al entretenimiento y al funcionalismo tiene también su versión norteamericana en los planteamientos de Dwight MacDonald, quien afirma que la cultura de masas: “No brinda a sus clientes ni una catarsis emocional, ni una experiencia estética, porque todo eso requiere un esfuerzo. La cadena de producción elabora un producto uniforme, cuyo humilde fin no es ni siquiera divertir, porque eso supone vida, y por lo tanto esfuerzo. Nada de eso; lo único que se propone es distraer.” (1976, p. 61). La descalificación de la Teoría Crítica a los bienes culturales en razón de la funcionalidad política y económica de la cual son portadores, deja, sin
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embargo, sin responder la pregunta relacionada con los otros atributos que dichos bienes. No obstante, ¿es imposible alcanzar un mínimo de calidad estética en el ámbito de la producción industrial capitalista de bienes simbólicos? La búsqueda de la respuesta a esta cuestión tendrá que emprenderse por el camino de una tercera opción teórica de tradición Lingüística y Semiótica, más específicamente comunicacional.
3.Estructuralismo y estructura del lenguaje de entretenimiento Si algún valor tiene el abordaje de la comunicación desde la Lingüística y desde la Semiótica, tal vez sea que a partir de allí se refocaliza la atención en el mensaje y en su estructura, lo cual suele descuidarse desde las visiones que ya se han descrito. La comunicación –también la masiva– cumple funciones que, desde la visión estructuralista, no pueden entenderse en el sentido estrictamente funcionalista como efectos “positivos” o “benéficos” para la sociedad -con todo el relativismo y la confusión que una definición así acarrea– sino como el propósito subyacente, más o menos consciente, en la construcción de un mensaje cualquiera, y que se manifiesta, en forma predominante, mas no exclusiva, con el uso de recursos lingüísticos y extralingüísticos, como se explica a continuación. En todo acto de comunicación, plantea Roman Jakobson, intervienen seis factores, a cada uno de los cuales correspondería el cumplimiento – preferente mas no único– de una función claramente identificable,
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y de la cual depende la estructura verbal de un mensaje en el acto de comunicación de objeto de análisis. De tal forma, según este autor, la comunicación cumple una Función predominantemente Emotiva cuando “está centrada en el destinador (y) apunta a una expresión directa de la actitud del hablante ante aquello de lo que está hablando. Tiende a producir una expresión de una cierta emoción, sea verdadera o fingida” (1984, p. 353). En la comunicación de masas se visibiliza más clara esta función en el tipo de información l l a m a d a sensacionalista, en la cual se enfatiza el aspecto sentimental de las fuentes utilizadas o en los testimonios recabados.
en el vocativo y el imperativo, que tanto sintácticamente como morfológicamente, y a menudo incluso fonéticamente, se apartan de las demás categorías nominales y verbales” (Jakobson, 1984, p. 355). ‘¡Compre ya!’, ‘¡aproveche!’, ‘¡disfrute de nuestros productos!’, son fórmulas discursivas habituales en la publicidad a través de los medios de masas y en las que se manifiesta dicha función, muy frecuente por cierto en los temas de entretenimiento.
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La Función Referencial está definida por la utilización de recursos lingüísticos orientados a la sustitución y representación del contexto que rodea el acto de comunicación. E n consecuencia, el periodismo, La Función Fática ¿El periodismo representa la realidad inmediata? como discurso prevalece en los social diseñado “mensajes que sirven sobre todo para para representar la realidad con la cual establecer, prolongar o interrumpir el público de masas no puede tener la comunicación, para cerciorarse de un contacto inmediato, cumpliría que el canal de comunicación funciona evidente y prioritariamente la Función […], para llamar la atención del Referencial del lenguaje. interlocutor o confirmar si su atención se mantiene […]” (Jakobson, 1984, Cuando dos interlocutores “quieren p. 356). Ésta la cumplen los medios confirmar que están usando el mismo de comunicación de masas cuando código, el discurso se centra en el acuden a estrategias específicamente código: entonces realiza una función diseñadas para el mantenimiento de metalingüística (eso es, de glosa) […] la fidelización del público, tales como Todo proceso de aprendizaje de la concursos en los que ponen como lengua, especialmente la adquisición requisitos el seguimiento de pistas a por parte del niño de la lengua lo largo de una o varias emisiones. materna, recurre ampliamente a estas operaciones metalingüísticas” Entre tanto la Función Conativa se (Jakobson, 1984, p. 356). Esta enfatiza en “la orientación hacia el función se manifiesta en los medios destinatario, la Función Conativa halla de comunicación de masas, por su más pura expresión gramatical ejemplo, en las definiciones que, para
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asegurar la comprensión del público, suelen insertarse en el desarrollo de un artículo periodístico en el que se emplea terminología especializada. La última función, “la orientación […] hacia el mensaje como tal, el mensaje por el mensaje, es la función poética del lenguaje. Esta función, al promocionar la patentización de los signos, profundiza la dicotomía fundamental de signos y objetos. De ahí que, al estudiar la Función Poética, la Lingüística no pueda limitarse al campo de la poesía” (Jakobson, 1984, p. 358). Consecuentemente, a la Función Poética también se le puede reconocer en la comunicación de masas, por ejemplo, en el uso de figuras literarias que refuerzan un cierto sentido que el periodista le quiera imprimir a su crónica y con las cuales trasciende de la simple Función Referencial. En este punto es necesario detenerse a pensar —sin ánimos de ser exhaustivos— cuáles son las funciones más extendidas en el periodismo de entretenimiento. Un rápido y superficial repaso daría para advertir que la mayoría de los artículos que aluden a las opciones de entretenimiento dan a conocer los costos de estos servicios, las formas de acceso y hasta invitan al público a adquirirlo; lo que constituye una prevalencia de las funciones Referencial y Conativa. Las piezas periodísticas sobre estos temas que alcanzan niveles poéticos suelen ser escasas joyas de la antología periodística poco frecuentes en la producción mediática. Por citar sólo algunos casos, descuellan por su calidad literaria —además de su valor informativo— el Reportaje a Garrincha, de Álvaro Cepeda Samudio; las crónicas de viaje de Truman Capote reunidas bajo el volumen titulado
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Color local y Disney World: Viaje a otra dimensión, de Kalman Barsy, entre otros pocos, en comparación con el alto volumen de información diaria sobre entretenimiento. Los ejemplos citados son piezas periodísticas que se originaron dentro de la lógica de producción periodística industrial y de masas, pero han trascendido los imperativos de la inmediatez y el rápido consumo para trascender en el tiempo y mantener su vigencia no sólo por su contenido sino también por su calidad literaria. Es decir, estos trabajos dan testimonio de creatividad y elevación de los patrones de calidad periodística aun en el seno de un sistema tan alienante y estandarizado como lo es el de la industria cultural, descrito desde la Teoría Crítica como aniquilador de cualquier posibilidad de innovación. De alguna forma desmienten la visión desencantada de la Teoría Crítica, sin caer tampoco en el triunfalismo del funcionalismo.
4.Periodismo de entretenimiento, light, cultural y de servicio Si bien hay registros históricos y literarios que dan fe de la existencia de espectáculos creados para el entretenimiento de la gente desde antes de la Edad Media, éste alcanza su mayor importancia en la vida social en Estados Unidos. No en vano, California se convirtió en la meca del cine y de las series de televisión, con Hollywood; Florida en el centro de las producciones musicales y Nueva York en el epicentro del arte y el teatro. Esta tendencia se expandió por el mundo y contagió a las distintas sociedades: “[…] este
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La televisión detectó la sed del público por entretenerse y fue allí cuando descubrió que podía aprovechar cualquier evento para transformarlo en un producto entretenido para el público y, por ende, masificarlo. Neal Gabler (citado en Rincón, 2006, p. 53) explica que “el mundo pasó a ser visto como un gran machote donde cualquier escena, cualquier evento, podría ser envuelto en un paquete entretenido y ser presentado a la audiencia; la noticia ya no era suficiente: tenía que ser entretenida, más excitante, con más suspense”. Esta misma dinámica tomaron los eventos masivos, como los deportes, conciertos y desfiles públicos, entre otros; a través de los cuales los medios de comunicación detectaron que, más allá del evento, surgían multiplicidad de historias de gran interés para el público. En la industria del entretenimiento se abre una posibilidad de lucro, y la industria cultural, a través de los medios de comunicación, comenzó a producir contenidos acordes con las características del gusto de esta sociedad, en la cual los sujetos, “prefieren el espectáculo y el melodrama antes que la razón y la reflexión, optan por lo superficial ante lo profundo” (Rincón, 2006, p. 48). Como resultado de esta dinámica, los individuos de hoy en día conviven con un pensamiento leve, “un modo de pensar que promueve que hay que evitar la densidad y el argumento para
habitar los afectos… Nuestra filosofía de la actualidad es light porque es de búsquedas veloces (cero profundidad de tiempo) y estéticas sin referencia (cero profundidad de memoria)” (Rincón, 2006, p. 65). Según Rincón los individuos consumen contenidos que los alejan de su realidad, del mundo actual, buscan evadir sus dificultades e inconvenientes cotidianos: “Un mundo tan duro y cruel como el que habitamos requiere con urgencia fantasías que ni la política, ni la educación, ni el mercado han hecho probables. Si los medios de comunicación quieren llegar a la gente, no pueden evitar actuar dentro de la lógica del entretenimiento, ya que es desde ahí donde tienen una gran competencia y atractivo para intervenir en la sociedad” (2006, p. 57).
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país (Estados Unidos) exporta su modelo cultural a través del cine, la televisión, la música y los medios de comunicación. Entonces, el mundo se interpela e interpreta masivamente desde el entretenimiento-made in USA” (Rincón, 2006, p. 49).
El Periodismo de Entretenimiento en buena parte es Periodismo de Servicio, pues ofrece orientaciones sobre formas de ocio.
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Lo light es el producto de una época signada por la ley de los grandes números, de la complacencia mayoritaria que impone el mercado, una realidad social de la era contemporánea, ante la cual no es preciso rendirse en la fácil producción de periodismo light, hay otras posibilidades para presentar los contenidos requeridos por la actual sociedad, tanto con profundidad como con amenidad. Esta propuesta coincide con la postura de Ómar Rincón en el sentido de que lo light tiene dos caras, una compuesta por banalidad, superficialidad y liviandad, entre otras, criticada con razón por sus detractores. Sin embargo, tampoco podemos ignorar la otra faceta: “¡Dejémonos de moralismos! Lo cual no quiere decir que no nos preguntemos por la mueca vacía y tonta de lo light, pero sin olvidar su productividad como estrategia narrativa que trabaja sobre el fragmento, lo positivo, lo agradable, la innovación, la contundencia del efecto emocional de sentirse bien” (2006, p. 71). Precisamente a esa narrativa es a la que debe recurrir el periodismo de entretenimiento para desligarse y marcar su diferencia con el llamado periodismo light y también con el periodismo cultural. La manera más efectiva para la recepción y la recordación de los contenidos es el uso de los relatos y de las narraciones: “Para ser y comprendernos, contamos. Los seres humanos, las culturas y las sociedades son experiencia; frente a ella podemos intentar comprensiones y explicaciones teóricas y conceptuales, pero sólo podemos comunicar lo que vivimos o deseamos si convertimos nuestras experiencias en historias. Siempre que buscamos explicarnos, nos convertimos en una
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historia. ¡Narramos!” (Rincón, 2006, p. 88). No obstante, para evitar que esta narración caiga en la espectacularización o en la frivolidad, es perentorio construirla desde el rigor periodístico, con todo lo que ello implica. Es decir, “narrar periodísticamente significa investigar la realidad: a mayor investigación se gana un mejor control sobre lo que se va a informar… se puede ganar en las posibilidades de relato” (Rincón, 2006, p. 123). Por supuesto esta investigación debe ser lo más rigurosa posible, el periodista debe salirse de las salas de redacción y tener contacto cara a cara con las personas, escenarios, instituciones, documentos, entre otros; relacionados con el hecho a trabajar. También debe verificar y confrontar la información obtenida, así como hacer pleno uso de todos los sentidos para obtener miradas distintas a las convencionales. A esto debe sumársele: “paciencia para descubrir la historia, paciencia para encontrar el modo más adecuado de narración” (Rincón, 2006, p. 123). No se trata simplemente de informar, utilizar bien el lenguaje y cumplir con las cinco famosas preguntas del periodismo clásico (qué, quién, cuándo, dónde, por qué), sino de: “Encontrar historias que conecten a la gente con la actualidad, en rebuscar testimonios que dejen ver que la vida diaria tiene colores y sabores distintos al poder […] convertirse a sí mismo en narrador, en objeto y sujeto del relato; perder la objetividad y olvidar la arrogancia del medio de comunicación para ganar el relato, las historias, los detalles, las experiencias universales que hay en el mundo de la vida. Sus recursos: contar historias, la ironía, el humor, el sarcasmo, la
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autenticidad para acercarse a la gente y mucho sentido común” (Rincón, 2006, p. 127). Y es ahí donde radica la gran diferencia entre el periodismo de entretenimiento y el periodismo light, pues este último ignora en gran medida la importancia de la investigación para acompañar sus narraciones, por lo cual termina produciendo contenidos limitados.
La profesora María Pilar Diezhandino defiende que sí es periodismo y comienza haciéndolo con una aclaración etimológica: “Si se acepta el término Servicio en su sentido etimológico, entenderíamos por tal aquella información que proporciona asistencia, atención, ayuda al lector. Pero servir es también aprovechar, o, ser de provecho, ser útil, valer, venir bien. Este segundo campo es el que aquí interesa” (2008, p. 2).
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En cuanto a las diferencias entre el Periodismo de Entretenimiento con el Periodismo Cultural, el punto de quiebre está por el otro ángulo, pues Todos esos calificativos del Periodismo el periodismo de Servicio cultural sí toma son válidos e en cuenta los incluso cabrían d i f e r e n t e s para cualquier aspectos y otro tipo de normas para periodismo, pero hacer periodismo tal vez la principal desde la diferencia radica investigación, en sus propósitos. pero ignora y se El Periodismo de olvida de la otra Servicio pretende faceta, la del El Periodismo de Entretenimiento puede valerorientar e instruir entretenimiento: se de cualquiera de los géneros periodísticos al receptor para la importancia tradicionales. realizar la acción de construir tratada en la narraciones periodísticas agradables. información. Es decir, el Periodismo Además, produce contenidos más de Servicio se construye con especializados y dirigidos a un público información que la gente pueda usar específico, no pretende llegarle a la en las diferentes dimensiones de masa y busca que sus producciones sus vidas diarias (educación, salud, tengan un carácter reflexivo y de participación política, ocio, entre gran profundidad. Adopta formas otros). más cercanas al ensayo literario de alto nivel, más lejanas de los géneros Ahora bien, ¿qué relación se presenta periodísticos. entre el Periodismo de Servicio y el Otra discusión necesaria es la Periodismo de Entretenimiento? En que se relaciona con el llamado efecto, buena parte del Periodismo Periodismo de Servicio, aún cuando de Entretenimiento es claramente son pocos los referentes teóricos Periodismo de Servicio, en la medida existentes al respecto. Se discute si en que ofrece a sus consumidores el llamado Periodismo de Servicio es orientaciones sobre las diferentes o no periodismo. Y si lo es, surge una formas de ocio, entre las cuales cada pregunta: ¿en qué categoría incluirlo? quien puede escoger a partir del conocimiento sobre la accesibilidad,
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el costo y las condiciones generales. Por ello, el Periodismo de Entretenimiento puede valerse o construirse con una información que los individuos conviertan en acción y usen en su diario vivir. Por ejemplo, cuando se redactan artículos que se anticipan a diversos eventos musicales, deportivos, culinarios, entre otros; con la intención de orientar a los individuos a asistir a ellos. Sin embargo, no siempre el Periodismo de Servicio hará parte del Periodismo de Entretenimiento. Esto porque el segundo también puede trabajar contenidos que no estén anticipándose a diferentes eventos y, por ende, la información no se transformará en acción de los individuos en sus vidas diarias. Por ejemplo, la crónica del partido de fútbol del domingo. Esta información no se convertirá en una acción de los individuos, el hecho simplemente ya ocurrió. El Periodismo de Servicio puede referirse también a otros temas como la política (cómo elegir el candidato de su preferencia en un tarjetón electoral), economía (opciones de inversión en la bolsa), salud (cómo afiliarse al sistema de seguridad social), entre otros. Sin negar su importancia social, hay que señalar que la mayoría de la oferta bajo la denominación de Periodismo de Servicio se caracteriza por presentar sus contenidos en un discurso que se mantiene en el plano puramente referencial. En conclusión, Periodismo de Entretenimiento es toda difusión de información a escala masiva referida a la oferta social para el uso del tiempo libre de los ciudadanos, que a su vez sea entretenida por su elevada calidad literaria, pues se soporta en la producción de mensajes o de bienes simbólicos predominantemente referenciales en su función y con un valor estético (Función Poética) igualmente importante. Esto en lo concerniente al tema objeto de este tipo de periodismo que define al periodismo de entretenimiento y que en consecuencia, incluye la información deportiva, de farándula, cultural, agenda de espectáculos, crónica gastronómica entre otros; y que no obedece necesariamente a la segmentación tradicional por secciones empleada en los periódicos. Otro problema es, si este Periodismo de Entretenimiento —como cualquier otro periodismo sobre cualquier otro tema— es liviano —light— o denso, superficial o profundo, es decir, de mala o de buena calidad. O sea, la denominación de periodismo light o liviano no procede por el tema del que trata el periodismo sino por la calidad de las piezas producidas independientemente del tema, por lo cual, por ejemplo, puede haber periodismo político light. Adicionalmente, si entendemos por género la estructura de un discurso cualquiera, el Periodismo de Entretenimiento puede valerse de cualquiera de los géneros periodísticos tradicionales.
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Referencias
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Los niños campesinos y la televisión
Los niños campesinos
y la televisión, un camino por recorrer Lina Marcela Díaz Camacho1 Resumen ¿Para qué usa el niño la televisión? ¿cómo usa el niño la televisión? (Vilches, 1993, p. 51), ¿cuánto tiempo invierten los niños en usar la televisión? y ¿qué efectos causa la televisión en los niños? fueron algunas de las preguntas más frecuentes de diferentes autores y curiosos por el tema de la relación televisión – niños. Estos interrogantes se han intentado resolver a través de teorías como la de los Efectos, de los Usos y Gratificaciones, modelos teóricos como el Funcionalismo y planteamientos relacionados con la educación. Al consultar un amplio estado del arte2 que existe sobre el tema, cabe anotar que este tipo de investigaciones en la mayoría de los casos analizan la temática desde la población infantil ubicada en las zonas urbanas. De manera que se hace caso omiso a la de las zonas rurales, o por lo menos existen pocos trabajos que se inclinen específicamente a estudiar a este sector de la población. Este ensayo plasma la necesidad de despertar la curiosidad de los investigadores, para que se aventuren a realizar estudios que permitan identificar las principales características de la relación televisión – niños de zona rural.
Palabras Claves:
campesinos, violencia.
Televisión, usos, educación, contexto colombiano, niños
1 Lina Marcela Díaz Camacho, Comunicadora Social y Periodista de la Universidad de Manizales. Locutora de Radio Uno de RCN y periodista del periódico Extra en Buenaventura (Valle del Cauca). Este artículo se elabora a partir del ensayo construido al interior de Seminario de Investigación III como requisito parcial de grado, bajo la tutoría de Luis Fernando Cuervo. linamarceladiazcamacho@ gmail.com 2 Como fue expuesto en la introducción del texto Televisión infantil: Voces de los niños y de la industria televisiva del Convenio Andrés Bello – Fundación Antonio Restrepo Barco, “La mayoría de estudios realizados no han sido publicados ni puestos en lugares públicos de consulta como bibliotecas y archivos, su socialización es informal y muchas veces han desaparecido. La inaccesibilidad o la baja circulación de los estudios es uno de los obstáculos más graves con que tropieza un investigador en Colombia” (Vélez et al., 2002, p. 15).
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televisión en primera instancia no nació para cubrir una necesidad específica. Primero se convirtió en un elemento utilizado básicamente por el poder político, luego por la publicidad y finalmente su uso se masificó. De esta manera, inició transmitiendo mensajes que contenían valores políticos, económicos, sociales y culturales.
el interés por los usos del medio televisivo y sus contenidos. Un ejemplo claro de la teoría de
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La
A través de la historia, los estudiosos del tema han reflexionado sobre la forma cómo los medios influyen en la población infantil, así ¿Para qué usan los niños de las zonas rurales la televisión? mismo sus investigaciones han contribuido con la ampliación los Efectos es Television and the de las perspectivas sobre el tema. child; an empirical study the effects Estos estudios se caracterizan of television on the young (citado principalmente por la apropiación de en Vilches, 1993, p. 31), estudio modelos teóricos y la clasificación de realizado en Europa por Himmelweit, la temática por categorías como la Oppenheim y Vance. La investigación edad, el sexo, las normas sociales, los consistió en aplicar una encuesta a agentes socializadores, la capacidad niños entre 13 y 14 años, entre los intelectual y el contexto. que había un muestra de infantes que
El niño televidente a través de la historia
Para Daniel Prieto (citado en Vélez et al., 2002, p. 2) “la infancia es el período más precario, más débil, más frágil de la existencia de un ser humano”. Descripciones como ésta, despertaron la preocupación de distintos autores, quienes aún están en la búsqueda de las principales características que rodean la relación niños - televisión. La primera teoría aplicada a estas investigaciones fue la de los Efectos, que planteaba su tesis en la respuesta conductual del ser humano de estímulo - respuesta; el modelo inicial tuvo modificaciones al despertarse
veían televisión y otros que no.
De acuerdo con los hallazgos de esta investigación y la gran mayoría que se realizaron en la época, los niños prefieren programas destinados para los adultos, dedican la mayor parte de su tiempo de ocio a ver televisión, les gusta los géneros dramáticos y buscan en el medio la satisfacción de sus necesidades. Para Shramm, Lyle y Parker, en 1961 (citados en Vilches, 1993) en la primera investigación hecha a gran escala denominada Television in the lives of our children, se entrevistaron a seis mil niños y dos mil adultos, entre padres y maestros estadounidenses y canadienses, marcó el inicio de una nueva forma de ver los efectos
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Los niños campesinos y la televisión
televisivos en los niños, pues cuestionaba las concepciones sobre la conducta pasiva y la condición humana de efecto – respuesta que se plantearon en el estudio anterior. En este estudio las investigaciones sobre niños y televisión dan un giro importante, pues la pregunta frecuente que indagaba sobre los efectos causales de la televisión a los niños se modifica por lo “que hacen los niños con la televisión” (Vilches, 1993, p. 32). Es así como se muestra un mapa específico sobre los usos y los hábitos televisivos. Según estos autores, el sólo hecho de utilizar el término efecto ya era sugerir que la televisión le hacía algo a los niños, es decir, el medio era el actor y el niño se convertía en el sujeto donde recae toda la acción, pero según la posición que adoptan los autores, la situación real es diferente.
Violencia en la tele En el marco de la Teoría de los Efectos, algunos autores también comenzaron a interrogarse sobre la presencia de la violencia en los contenidos televisivos. Los primeros trabajos fueron experimentales. Bandura y Ross en 1963 (citados en Vilches, 1993) plantearon un primer intento. A un grupo de niños se les presentó una película en la que había la imagen de un adulto golpeando a una muñeca, y luego, en tiempo real representaban el mismo escenario, y los niños tomaban una actitud similar a la del adulto que acababan de ver. Ante este tipo de hallazgos que sugieren que la televisión genera efectos negativos -al considerar que los comportamientos sólo responden
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a los estímulos ambientales- surge una concepción interesante que hace Klapper (citado en Vilches, 1993), quien asegura que los efectos de la televisión son limitados. De esta manera, nuevamente se critican los planteamientos de la Teoría de los Efectos que se basan en el Conductismo. La crítica aseguraba que personificar la vida real para analizar los comportamientos de los niños no era suficiente para asemejar el comportamiento cotidiano, sino que para determinar la verdadera influencia del medio sobre los niños se debían tener en cuenta aspectos como el contexto y los modelos de autoridad. Algunas de las conclusiones más comunes que rodean los estudios sobre violencia televisiva afirman que es difícil separar la violencia de la vida real, con la que se representa en el medio. Un ejemplo muy claro está presente en el estudio estadounidense denominado Surgeon General (Vilches, 1993, p. 42), en el que se demostró que la fuerza física y verbal que aplican los padres para castigar a sus hijos, también es otro tipo de violencia que puede influir en el comportamiento agresivo de los niños.
Los usos de la tele Luego de las investigaciones anteriores basadas en los efectos, los autores comenzaron a interesarse por descubrir otras características del televidente, a través de la teoría de los Usos y Gratificaciones. Una posición a favor sobre la teoría de los Usos y Gratificaciones es la de Guillermo Orozco (Charles y Orozco, 1990, p. 34) cuando asegura que los niños
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no escogen lo que ven por un estímulo conductual, sino que el proceso de apropiación del contenido se da teniendo en cuenta la construcción sociocultural, relacionada con la intervención de los agentes socializadores. Ómar Rincón afirma que los niños usan la televisión para identificar historias y representaciones de la vida real en los contenidos de los programas, y por medio de este hallazgo puedan constituir “un referente de comunicación” (Vélez et al., 2002, p. 186).
Los infantes convierten en tema de conversación con sus amigos, los contenidos de algunos dibujos animados y telenovelas.
Por ejemplo, convertían en tema de conversación con sus amigos del colegio, dibujos animados como Dragon Ball Z y telenovelas como Betty La Fea, porque eran programas en los que se desarrollaban conflictos y situaciones de los personajes que les llamaban la atención. Y en otra instancia, cuando se acercaban a ver noticieros, lo hacían con la intención de buscar afecto de sus padres. Una vez más los usos de la televisión se remiten a la socialización del niño con su entorno. Al respecto, Sonia Segura (1997, p. 12), argumenta que el proceso de recepción televisiva se puede comprender en tres momentos: el primero, antes de ver televisión, donde inciden los gustos, hábitos y preferencias, por ende no se enfrenta al medio como una tabula rasa; el segundo momento, al ver televisión, el televidente instaura una relación directa con el medio y juega un papel importante la cultura; y el tercero, después de ver televisión, trasciende la pantalla porque recibe, interpreta y comenta el mensaje con sus grupos sociales más cercanos. En
todos
los
períodos
hay
una
interacción del receptor con el medio en la que se establece una relación que sobrepasa la pantalla y que va más allá de la concepción de un televidente pasivo e inerte.
La tele y la educación Más que causar efectos negativos o positivos, el medio también es considerado como una fuente de comunicación, que puede enseñarle múltiples conocimientos a los niños. Según Rosa María Alfaro (citada en Trinidad, 2002) la comunicación y la educación están intrínsecamente relacionadas, porque a través de los dos procesos los niños aprenden. La educación de los niños había sido atribuida durante la historia a los padres de familia y a la escuela, sin embargo, cuando los medios de comunicación masivos como la televisión hacen su aparición, la tarea de estos agentes no se ve compartida con el nuevo medio, sino casi desplazada por el auge de éste. Al observar el fenómeno de la televisión como ente educador, desde el punto de vista del modelo
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de desarrollo cognoscitivo se puede considerar que “el niño aprende a través de su actuación sobre los elementos del ambiente que le rodea, empujado por su curiosidad innata y su propio desarrollo mental” (Charles y Orozco, 1990, p. 37).
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La preocupación por los efectos que causaba la televisión en los niños y por si educaba o no, se resumió en distintos estudios que intentaron hallar respuestas al respecto. Por ejemplo, en 1980 se realizó un estudio denominado La televisión y los niños (Charles y Orozco, 1990), que más que tratarse de una búsqueda de respuestas sirvió como un manual para los padres de familia que tenían
y expertos en el tema, Plaza Sésamo es uno de los seriados para niños mejor realizado y que cumple en mayor medida las expectativas de los pequeños en edad escolar. Según la investigación, lo más llamativo de Plaza Sésamo, como programa educativo, era que en cada episodio enseñaban una letra y una cifra, al tener en cuenta estas características, los niños, los padres y maestros por tratarse de algo educativo, mostraban aceptación por el contenido del seriado.
Sin embargo, existen concepciones de algunos autores que aunque resaltan lo logrado por Plaza Sésamo, critican este tipo de programas infantiles porque aducen que la producción se dedica más a llamar la atención que a permitir que el niño pueda comprender la información. Ante esto, el investigador Gavriel Salomon demuestra que “los niños que ven Plaza Sésamo asimilan una serie de contenidos pedagógicos específicos y, además, aprenden a mantener su atención por periodos de sólo La televisión también es considerada como una fuente de 30 segundos, y a no intentar comunicación que puede brindar conocimiento a los niños. establecer relación entre un segmento y otro” (Charles y inquietudes en cuanto lo que podía Orozco, 1990, p. 61). hacerles la televisión a sus hijos. Contexto colombiano: Las principales recomendaciones de este manual se centraron en la idea niños-televisión de que los efectos de la pantalla chica están directamente determinados por las relaciones familiares, que son A partir de los años 90, la tendencia determinantes para que los niños de realizar investigaciones de tipo no sean manipulados del todo por el descriptiva se hizo más común en medio. Colombia, la exploración profunda hacia la audiencia infantil caracterizó Los estudios sobre la relación la época. Por ejemplo, en un estudio televisión – niños, también analizaron que realizó Maritza López de la programas infantiles. Según autores Roche en 1997 (citada en Vélez,
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2002), denominado Los niños como audiencia, evidenció importantes hallazgos sobre la intervención de los medios de comunicación en los imaginarios infantiles como la familia, la escuela, el país, la ciudad y el barrio. Cabe resaltar que esta investigación es de las pocas que en Colombia han involucrado a la población rural infantil, pues participaron niños de la Comunidad afrocolombiana de Zaragoza, en la zona rural de Buenaventura y de la comunidad de Páez en el Cauca, al igual que dos ciudades capitales, Pereira y Cali. En esta investigación no se generalizan los resultados, sino que pone en evidencia las diferencias entre una población y otra. Por ejemplo, encontraron la particularidad de que los niños de ambas zonas, tanto rural como urbana, tienden a excluir la lectura como una actividad diaria y prefieren en su totalidad ver televisión. No obstante, los niños de las comunidades rurales tienen un nivel de lectura mucho más bajo que el de los que viven en las ciudades que hicieron parte de la muestra poblacional. Las encuestas y las entrevistas se convirtieron en el método más certero para confirmar la presencia de la programación educativa. Para ello fue necesario que se remitieran a autores latinoamericanos que ya habían estudiado el tema. Algunos de los autores que trabajaron sobre el tema como Valerio Fuenzalida, Jesús Martín Barbero, entre otros, se preocuparon por abrir un campo de reflexión donde se considera el espectador no como pasivo, sino como productor de sentido.
En este aspecto, cabe resaltar la última investigación del Ministerio de Cultura, De Ocho a diez (2010), en la cual se incentivó, a través del juego, a niños de diversas zonas del país, tanto rurales como urbanas, para que inventaran historias sobre distintas temáticas de su interés. De esta forma, los mismos niños estaban generando contenidos que servirían como herramienta de trabajo a realizadores de televisión infantil, que necesitan tener un mayor acercamiento con su mundo para poder crear televisión dirigida hacia este público. Los trabajos sobre este tema en Colombia tienden a ser ensayos académicos realizados por universitarios, ya sea como requisito de tesis de pregrado o posgrado. Este tipo de estudios, en su mayoría son descripciones sobre la problemática que utilizan cifras y se basan en investigaciones anteriores (Vélez et al., 2002). En definitiva, a partir de algunos argumentos del texto Televisión infantil: Voces de los niños y de la industria televisiva (Vélez et al., 2002), se puede inferir que en el campo de investigación correspondiente a la relación televisión – niños, se han realizado un número reducido de trabajos.
Importancia en el campo investigativo Una vez más, en Colombia, al igual que en los países desarrollados como Estados Unidos y algunos del continente europeo, el inicio de los primeros estudios sobre la relación televisión – niños, incluía a la audiencia de las zonas urbanas, y ocasionalmente involucraba a los niños de zonas rurales del país.
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El 25.7 por ciento de la población colombiana vive en las zonas rurales, es decir aproximadamente once millones de personas, y aunque existen diferentes investigaciones que involucran a este tipo de población, la mayoría están relacionadas con temas como la educación, los conflictos armados, sociales y las diferentes necesidades en las zonas apartadas del país.
principales características de este espectador, pues cada uno se apropia del mensaje televisivo, lo decodifica y lo asocia con información almacenada anteriormente (Charles y Orozco, 1990).
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Retomando el tema del proceso de recepción que se divide en tres momentos, según Sonia Segura (Segura, 1997) - antes de ver televisión, viendo televisión y después de ver televisión- entonces se hace Autores de otros países como Néstor necesario preguntarnos si en los niños García Canclini, Valerio Fuenzalida y de zona rural estos períodos varían sus Rosa María características, Alfaro han dependiendo estudiado de la relación la relación con los televisión a g e n t e s – infancia socializadores de zonas como la rurales desde familia, los distintas maestros y perspectivas. los amigos, Por ejemplo, ¿qué tipo uno de los de cambios argumentos se pueden de Fuenzalida Para Valerio Fuenzalida, `la caja mágica´ permite sociapresentar en (citado en lizar la cultura. este proceso si Tr i n i d a d , se le agrega la 2002) resulta valioso para este tipo categoría Contexto? de estudios, pues sugiere que la televisión es un medio en el cual se Por eso, vale la pena preguntarse permite socializar la cultura, de esta ¿cómo interpretan los niños de la zona forma se considera que existe una rural los contenidos, al tener presente hibridación cultural. que su contexto es distinto a los de los niños del área urbana? Tal vez En un estudio de Rocío Trinidad (2002) no disten en gran proporción, pero realizado en Perú, se comprobó sí está claro que la comprensión del que los niños de la población del mensaje y la apropiación que hagan Caserío de Mallacayán, zona rural de él, depende de varios componentes del país, imitaban vestimentas y sociales. entonaban canciones modernas, que Algunas investigaciones no son propias de su contexto porque sobre el tema apropiaban estas actitudes de la televisión. El contexto cultural que rodea al niño es fundamental para determinar las
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En el estudio realizado en el Caserío de Mallacayán (Trinidad, 2002), se
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Se pueden destacar algunos aportes de este estudio al campo investigativo, como la forma en que los maestros del sector conciben la televisión. Ninguno tiene un concepto positivo acerca del medio, pues aseguran que las telenovelas, principalmente, generan cambios negativos en la conducta de los niños. (Trinidad, 2002)
En la investigación De ocho a Diez, proyecto de televisión infantil cultural, del Ministerio de Cultura de Colombia (2010) no se responde totalmente a la cuestión anterior. No obstante, hace parte del escaso grupo de investigaciones colombianas que trata el tema de la relación niños rurales televisión. En el estudio participaron 323 niños entre 8 y 10 años de distintas zonas de Colombia, incluyendo zonas
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analizó el aprendizaje de los niños del campo con respecto a la televisión, a partir de aspectos como la globalización y socialización. Para ello fue necesario indagar en los agentes más cercanos como la familia y la escuela.
Algunas críticas que hacen los maestros, se relacionan con los cambios físicos y culturales de los niños del pueblo, según ellos, la influencia de la televisión hace que asuman otras formas de vestir, peinarse y hablar, a partir de lo Los niños reconocen en la televisión una fuente que les muestra el medio. Además, de entretenimiento. sus preferencias por las expresiones culturales como la música tradicional rurales y urbanas. El proyecto estuvo (Huayno) han variado por el gusto enmarcado a descubrir al niño como hacia los géneros musicales modernos generador de contenidos televisivos. como la tecnocumbia. Uno de los juegos consistía en inventar una historia. Por ejemplo, Por el contrario, los padres perciben los niños de poblaciones indígenas, que la televisión es un medio de a la hora de construir su relato, se información que les enseña a sus remitían a aspectos de su vida real hijos a hablar adecuadamente, y de sus tradiciones locales. De esta mientras que los niños del pueblo, forma, una vez más se confirma que más que considerarla una fuente la información que tienen consigo de información, reconocen el valor y que se relaciona con su contexto, agregado del entretenimiento. influye en la manera de interpretar y contar lo que percibe en su mundo La cultura peruana es distinta a la de real y fantasioso. Colombia. Sin embargo, esta serie de resultados generan interrogantes que Un caso real se pueden trasladar al contexto local. Por ejemplo, ¿qué cambios ha podido generar en los niños la presencia de Para argumentar este escrito, se los medios audiovisuales en las zonas realizó un pequeño sondeo en una rurales de Colombia? población rural denominada el Bajo
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Calima, ubicada en el kilómetro 9 de la ciudad de Buenaventura (Valle del Cauca). En la zona predominan los grupos de afrodescendientes organizados en Consejos comunitarios de comunidades negras y la población cuenta con seis colegios. De los 120 niños de la Institución Educativa Niño Jesús de Praga, sede Antonio José Ruiz, ubicada en el sector, se encuestaron 15 niños y niñas entre 9 y 12 años de edad, que cursan tercero y quinto grado de primaria. La encuesta constaba de 16 preguntas relacionadas con sus preferencias de la televisión. Todos viven en la zona y tienen televisor por cable en sus hogares. Los niños encuestados dedican entre dos y cinco horas al día a ver programas tanto infantiles como para adultos. Lo anterior confirma que en esta zona, la televisión es una de las principales fuentes de entretenimiento. Se presentó el caso de una niña de 9 años que utiliza más la televisión porque dice que en esta zona es lo único que tiene para divertirse. Otro menor de 11 años de edad manifiesta que sólo cuentan con ese medio de comunicación. Estas respuestas evidencian el alto grado de importancia de la televisión en los infantes encuestados, pues las respuestas de la mayoría coinciden, exceptuando tres que confirmaron su gusto por la Internet, sin siquiera tener acceso habitual al medio. La utilidad de afianzar el campo investigativo con respecto a la relación televisión – niños de zona rural, en la importancia que radica en los interrogantes que surgen con hallazgos como estos, pues ¿qué cambios pueden surgir en el comportamiento de una niña que ve televisión durante cinco horas diarias
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y que considera que este es el único medio de entretenimiento? Esta pregunta es sólo una de las muchas que se pueden generar ante el fenómeno de la marcada presencia de la televisión en las zonas rurales del país como el Bajo Calima. Algunos autores como Fuenzalida (citado en Trinidad, 2002) aseguran que por ejemplo, en las zonas rurales de Chile, la televisión es un medio que moderniza de una u otra forma el consumo y que a su vez se convierte en un importante agente socializador. Planteamientos como éste, le dan un valor agregado a la necesidad de que se realicen investigaciones de este tipo en Colombia, debido a que si se tiene en cuenta que ya se ha explorado el campo de los efectos, de las preferencias y de la relación de la televisión con la educación de los niños de la zona urbana, hace falta observar qué sucede con estas temáticas en la población rural infantil.
Responsabilidad de los padres con la parrilla televisiva Por otro lado, en un ensayo denominado Los niños y la televisión (Chasqui, 8 de junio), Fuenzalida señala que los niños que tienen acceso a televisión por cable tienden a escoger canales diseñados para ellos como Discovery Kids (lo más pequeños) y otros como Jetix y Nickelodeon (niños mayores). No obstante, en el sondeo a los niños del Bajo Calima, sólo a dos niños les gusta ver dibujos animados, los otros trece prefieren ver programas de adultos como las novelas y el reality show El desafío, del Canal Caracol. Entonces, vale la pena preguntar ¿por qué los niños de esta zona se
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El acompañamiento a la hora de ver televisión también comienza a jugar un papel importante, debido a que por ejemplo, en la zona rural en la que se realizó el sondeo, en la mayoría de los casos los niños deben ver televisión con sus padres, porque sólo cuentan con un aparato televisivo, mientras que en las zonas urbanas – en algunos casos – los niños tienden a tener televisor en su habitación. También se presentan otras situaciones que hacen que los infantes de zonas rurales vean televisión sin la compañía de sus padres. Por ejemplo, una niña de 12 años dijo que no ve televisión con sus papás porque: “mi papá trabaja interno en el monte y mi mamá mantiene ocupada”. Aunque la mayoría aseguraron que sí están acompañados al momento de ver televisión.
Violencia en la tele rural Existen un gran número de investigaciones con niños de zona urbana que analizan diferentes aspectos relacionados con la violencia en televisión. Al considerar el contexto, la interpretación de la violencia tanto en los niños de ciudad como en los niños rurales puede que sea distinta. Sin embargo, el término violencia puede tener varias connotaciones en
ambas zonas. Entonces, resulta interesante hacer cuestionamientos que se derivan del contexto, por ejemplo ¿cómo interpretan los niños de la zona rural la violencia en la televisión? Los resultados no se pueden generalizar, pues está claro que la mayoría de los pueblos ubicados en estos sectores, viven día a día situaciones a su alrededor que tienen un alto grado de violencia. Esto puede explicar en cierta
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interesan por ver más programas para adultos que los que están acorde a su edad? ¿qué factores influyen para que se presente este fenómeno? Es claro afirmar que en estudios anteriores sobre televisión y niños de zona urbana, ya se han hecho afirmaciones relacionadas con la preferencia de los pequeños por los programas para adultos, pero ¿qué pasa si la situación se traslada al contexto de niños rurales?
Algunos maestros critican que la televisión influye en las formas de vestir y peinarse de los niños campesinos.
forma que los niños encuestados en el corregimiento del Bajo Calima tienen claro que la serie televisiva El Cartel es violenta, pues lo saben porque sus padres les han proporcionado esa información y también porque reconocen la violencia en la pantalla. Entonces, si para los niños urbanos los programas para adultos y los
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dibujos animados influyen en su comportamiento ¿cómo puede variar la conducta de un niño rural que ve programas tan violentos como El Cartel? Para contestar la pregunta se debe tener en cuenta que el contexto es distinto, pero ¿los efectos son similares o diferentes en ambos tipos de población? Además, ¿qué cambios puede tener el fenómeno cuando los niños admiran personajes antagónicos? ¿Imitan las conductas o las rechazan? Algunos de los niños encuestados en el Bajo Calima reconocen los aspectos negativos del personaje ‘El Cabo’ del seriado El Cartel, pero no deploran su comportamiento sino que resaltan aspectos del antagonista, como el poder que ejerce sobre los demás, la fuerza física y la maldad.
¿Qué aprenden los niños rurales de la tele? En los estudios de zona urbana el tema de la educación a través de la televisión también inquietó a diferentes autores. El saber si la televisión era fuente de conocimiento y si les enseñaba a los niños de ciudad, se convirtió en un factor importante para examinar. Sin embargo, en este aspecto es poco lo que se conoce sobre niños de zonas rurales, por lo menos en Colombia. Según Halloran (citado en Vilches, 1993) los niños enriquecen su conocimiento y aprenden con la televisión, pues se acercan a situaciones y actividades que estaban lejanas para ellos. Esta idea se aproxima a lo que parece suceder con los niños de zona rural, por ejemplo, en la investigación realizada en Perú por Rocío Trinidad (2002), la población infantil hablaba de lugares que sólo
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conocía a través de la televisión y también nombraba animales que estaban fuera de su entorno. Otra autora como Rosa María Alfaro (citada en Trinidad, 2002) asegura que la comunicación y la educación son dos procesos que van ligados y a través de los cuales se puede aprender. Aunque no se debe dejar de lado que el proceso educativo también se le atribuye a la familia y la escuela. Por ejemplo, en el sondeo del Bajo Calima, los niños atribuyen cualidades educativas a la televisión: “enseñan a ser buenos”, “a no mentir”, “a ser buenos así sean malos conmigo”, este tipo de interpretaciones define lo que supuestamente ellos aprenden del medio. Aspectos como éste, una vez más despiertan la curiosidad teórica sobre lo que sucede en la relación del niño de zona rural con la televisión como medio de comunicación, de entretenimiento, diversión y transmisor de conocimiento y cultura.
Aportes finales Es claro que el campo investigativo en general es amplio cuando se refiere a los estudios sobre televisión y niños de ciudad, sin embargo, es necesario explorar y comenzar a preguntarse qué pasa con la temática en la población infantil rural. Resulta indispensable que se extiendan las perspectivas acerca del tema, con el fin de evitar una posible generalización de los resultados que ya se han obtenido con la zona urbana. Así mismo, los investigadores deben tener en cuenta que los niños como audiencia constituyen un grupo de espectadores con diversas
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características, además, si tienen en cuenta la ubicación dentro de la geografía, el contexto cultural y social, el análisis da un giro de 180 grados a lo que ya se ha explorado. Autores como Ómar Rincón resaltan la importancia de la investigación sobre televisión y niñez: “Es necesaria para obtener información oportuna que permita definir políticas públicas, diseñar una programación infantil más cercana a los niños colombianos y promover un movimiento ciudadano desde los niños, la familia y los maestros” (Vélez et al., 2002, p.13).
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Referencias
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Proyecto de la Modernidad, entre el diagnóstico y las contradicciones Mónica Arango Arango1 Resumen Este artículo es el resultado de un proceso académico que discurre entre las discusiones de dos autores en relación con el problema de la Modernidad. Se trata, por un lado, del profesor Boaventura de Soussa Santos, quien esboza una mirada sobre la evolución moderna, en contrapunto con las diversas formas de desarrollo del Capitalismo; y por el otro, de Ágnes Heller, quien en conjunto con Ferenc Fehér, propone una interpretación sugestiva acerca de la era Moderna, valiéndose de la metáfora del péndulo de la Modernidad. En este marco, se estudian los principales elementos que los autores destacan y cómo, con base en estos, se pueden comprender las condiciones actuales de los Estados Nacionales, las cuales han generado tensiones mundiales que bien pueden llamarse problemas internacionales. De esta manera, puede comprenderse la encrucijada que vive en este momento la Modernidad, los aparentes repuntes del orden pre-moderno y la necesidad de comprender una posible política postmoderna para enfrentar la crisis. Por último, para ilustrar este tipo de situaciones, como caso representativo, se analiza el escenario actual de los Estados Unidos, a partir de los conceptos fundamentales que se tratan en los textos, poniendo el acento en lo que de Soussa Santos denomina Capitalismo Desorganizado (tercer periodo de desarrollo del Capitalismo).
Palabras claves: Modernidad, capitalismo, regulación, emancipación, autonomía.
De Sousa Santos. El diagnóstico de las cosas
En el texto “Lo social y lo político
en la transición postmoderna” (1998) Boaventura de Sousa Santos
describe el paradigma sociocultural de la Modernidad y sus diferentes transformaciones en los periodos del Capitalismo. Como primera medida, habla de los dos pilares fundamentales que dan origen y permiten el desarrollo de la Modernidad, la Regulación y la Emancipación, que a su vez están
1 Mónica Arango Arango. Estudiante de octavo semestre de Comunicación Social y Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Manizales. monica.arango19@hotmail. com
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constituidos por tres principios. El pilar de la Regulación está compuesto por mercado (Hobbes), Estado (Locke) y comunidad (Rousseau), cuyo origen responde al proceso de liberación del ámbito político de los fueros de la iglesia; mientras que el pilar de la Emancipación lo componen tres racionalidades que son la cognitiva instrumental, la moral - práctica y la estético – expresiva, que responden a la tripartición de las críticas kantianas.
La racionalidad cognitivo instrumental se relaciona con el mercado, porque es allí donde se condensan las ideas de individualidad y competencia, además del desarrollo de las ciencias y la técnica. Gracias a este tipo de lógica que es propia de la vida contemplativa en la modernidad, se reconocen sus aplicaciones tecnológicas como modos de materializar un tipo particular de control sobre el mundo natural.
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Sin embargo, la complejidad del proyecto moderno empieza a hacerse evidente al querer articular estos dos principios y vincularlos en una lógica global, es decir, tanto en la vida colectiva como en la vida individual. Así, el proyecto de la Modernidad, que es ambicioso, cumple con algunas de sus promesas, incluso en exceso; pero genera un déficit a razón de las que no llegaron a cumplirse Una de las contradicciones americanas consiste en el (de Soussa Santos, 1940, citado Estado de Mínimos, se devuelven ciertas funciones a en Mandujano, 2010), como por la sociedad porque no es capaz de cumplirlas. ejemplo, la igualdad, la libertad, la paz y el dominio de la naturaleza. Cada una de estas últimas tiene una Este proyecto, recuerda el autor, forma de introducción distinta en el indica el progreso del mundo en pilar de la Regulación: los últimos dos siglos, al ganar el terreno de la democracia, la vida La racionalidad estético - expresiva ciudadana y la emancipación. Aunque se relaciona con el principio de paradójicamente, algunos de sus comunidad, porque sin ideas como pilares sólo se conservan como ideales identidad y comunión no es posible porque no alcanzan a materializarse una contemplación estética, el como estaba prometido. desarrollo de la dimensión humana en un sentido creativo. Con el enlace entre los dos pilares de la Modernidad, se busca garantizar La racionalidad moral - práctica el desarrollo armonioso de valores se relaciona con el Estado, pues que, aunque pueden ofrecer tonos éste debe definir y hacer cumplir contradictorios (pues algunos hacen un mínimo ético por medio de los parte de la vida pública y otros de la derechos, deberes, y demás reglas. vida privada), permiten el desarrollo Allí el proceso de organización de las del proyecto gestado en la Ilustración. acciones humanas se relaciona con la vida pública como derecho civil. A continuación se exponen algunos de estos valores rectores y cómo en ellos
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La justicia y la autonomía: Se entiende la justicia como un equilibrio para los ciudadanos que prima en la vida pública, y la autonomía como la capacidad de auto organización del individuo en la vida privada. El obstáculo que aparece entre estos dos valores es que si se ejerce la regulación para hacer cumplir la ley (aplicación de la justicia), hay una interferencia con la libertad individual (desarrollo de la autonomía), pues se está restringiendo algo. Aquí hay una relación con la Emancipación, rasgo propio del individuo moderno. Al emanciparse, debe garantizarse la autonomía, pero la emancipación también debe permitir que las instituciones velen por lo justo. Entonces ¿hasta qué punto se puede restringir sin contrariar este principio? De todas formas, debe haber un equilibrio entre estos valores, pues se necesita de la regulación para saber cuáles son los límites de las libertades de cada uno frente a los derechos.
A nivel internacional, se supone que los países desarrollados deben ser solidarios con los países más necesitados del planeta y contribuir no sólo en el ámbito económico, sino también en el educativo y cultural; pero pocas veces sucede esto. La ‘ayuda humanitaria’ de la que tanto se habla en tiempos de desastres, se reduce a competir con otro país, gobierno, empresa o canal de televisión, para ver cuál recauda más dinero.
La solidaridad y la identidad: El valor de la solidaridad tiene que ver con la esfera pública y sugiere que ya no nos limitamos únicamente a compartir con el grupo familiar, sino con los demás desde un espacio propio de la comunidad hasta uno propio de la sociedad. Este valor es aparentemente moral, pero da origen a la capacidad La esfera pública protesta ante las actuaciones milide tejer vínculos con otros en tares, mientras los Estados Unidos hacen la guerra tanto ciudadanos en igualdad de en otro país. derechos. El caso de la identidad supone la capacidad de diferenciación de cada individuo respecto al otro, Lamentablemente en muchas normalmente asociada con la ocasiones (por no decir que siempre), dimensión cultural y podría verse esto sólo se utiliza como una desde el principio estético-expresivo. estrategia publicitaria. A veces ni siquiera se interesan por saber qué
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existe una relación complementaria y contradictoria al mismo tiempo.
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sucedió con las víctimas. Un ejemplo de este caso, fue cuando encontraron millones de mercados en estado de descomposición, los cuales iban destinados a los damnificados del terremoto en Haití (El Nacional, 2010, 16 de junio). Una verdadera muestra de apoyo para países o personas con menos posibilidades de desarrollo, es por ejemplo, compartir el conocimiento para combatir el analfabetismo, para reducir enfermedades y epidemias. La solidaridad no se trata únicamente de brindar parte del capital a las personas que no tienen nada, sino también de ofrecerles un lugar en la sociedad, la posibilidad de crecimiento y desarrollo, que no sólo se logra con mercados y casas nuevas. Lo difícil del caso es cómo en su aplicación, dicha gestión no elimina la identidad; que los individuos, incluso los colectivos, no desaparezcan bajo el modelo de quien les apoya. La paradoja aquí es que con este valor, la acción va dirigida a un grupo de personas que lo necesitan, a un colectivo. ¿Y dónde queda el individuo? En una sociedad marginada o que ha pasado por algún desastre, y recibe ayuda de diferentes entidades, se corre el peligro que sus habitantes pierdan su identidad, que ya no sepan con qué sentirse parte de una nación que ya no existe, (caso de Haití por ejemplo) o con qué defender una ideología cuando el día a día se vuelve una lucha contra el hambre y la pobreza. “En ocasiones los desastres provocan medidas drásticas de control por parte del gobierno, muchas de las cuales responden a perjuicios sociales y desigualdades económicas” (Terra Noticias, 2010, 17 de febrero, p. 5). La Emancipación y la Subjetividad: Por un lado, la Emancipación se refiere
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a la liberación, a que las personas asuman un grado de autonomía en su vida (se reconocen como fines en sí mismos, como explica Kant); como se dio por ejemplo en el renacimiento, donde la sociedad comienza a emanciparse gracias a individuos que se separan del dogma religioso y fomentan conocimientos que contradicen las sagradas escrituras, que tengan su propio fin y utilidad. Podría pensarse también, como sugiere el autor, en la Emancipación de las sociedades mismas cuando sus instituciones logran autonomía en el terreno público. Pero por otro lado, la subjetividad permite la construcción de una esfera íntima en la que es necesaria tanto una identidad como una autonomía en el proceso. Puede darse por caso que alguien desee orientar libremente su vida al servicio de Dios, que su identidad sea regida por la religión. Allí podría pensarse como contradicción la libertad de arrogarse a otro, así la subjetividad también puede sugerir ataduras morales, religiosas, políticas y culturales. Ágnes Heller y Ferenc Fehér, en El péndulo de la modernidad (2000, p. 160), dan un claro ejemplo de esto, al comparar lo que puede significar la secularización (requisito para la libertad) frente a la conservación de lo sagrado (tradición y opción de vida); pues hay que tener en cuenta que la libertad también supone que la persona pueda unirse a cualquier grupo o secta religiosa o continuar con su cultura en lugar de buscar nuevos horizontes porque de igual forma, esto hace parte de su derecho a ser libre, creer en lo que desee. La igualdad y la libertad: Si hay algo que ha demostrado de Sousa Santos en su texto, es que los derechos y valores suelen desarrollarse de una
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forma complicada y contradictoria, como la tensión entre igualdad (esfera colectiva) y libertad (esfera privada), aunque el ideal es que haya una relación armoniosa entre estos. En el artículo “Entre la libertad y la igualdad” (La Nación, 2008, 14 de julio), Ariel Armony pone el ejemplo de la disputa del gobierno argentino con el campo sobre la redistribución del sector agropecuario; este último ve coartada su libertad cuando el gobierno incrementa sus impuestos y reparte las tierras de determinada forma, por lo que aumentan sus restricciones. El Estado alega que se trata de establecer igualdad de condiciones, en las que todas las personas suplan sus necesidades básicas. En cierto modo, la libertad supondría menos regulación por parte de éste, pero hasta qué punto permitirlo, sin que se caiga en una desigualdad social al no haber nadie que vigile. Un caso de desigualdad es la crisis en el sistema de salud de Estados Unidos. Lo irónico es que es uno de los países que lidera la economía mundial. Pero así como es una súper potencia mundial, líder en el Capitalismo y en el desarrollo tecnológico, así debería actuar frente a los problemas de salud que afrontan sus habitantes. Hoy en día, Estados Unidos cuenta con más de cuarenta millones de norteamericanos sin seguro médico. “Si los Estados Unidos optaran por seguir el modelo de otras democracias avanzadas deberían expandir el papel del Estado en la provisión de servicios de salud, tanto para mejorar la eficacia como para expandir el acceso” (La Nación, 2008, 14 de julio). Volviendo al tema de la articulación de los dos pilares de la modernidad, uno de los obstáculos para lograr esto
es que ambos tienen principios que se basan en valores como la autonomía y la diferenciación, y hacerlos compatibles requiere que cada uno haga concesiones y compromisos, algo que no sucede fácilmente. Otra de las contradicciones de la modernidad, es que supone el desarrollo de la racionalidad cognitivo – instrumental, como también supone la libertad para todos. Pero aquí entran en juego las oportunidades de cada individuo. ¿De qué sirve que las personas en la Modernidad sean libres pero ignorantes? ¿Para qué la libertad sin educación?, porque se sabe que no todos pueden acceder a una educación o a una formación profesional, a pesar de estar en la “Era Moderna”. De modo que el Proyecto de la Modernidad tuvo que empezar a preocuparse no sólo por lo que ofrecía, sino la manera de hacerlo cumplir en las diferentes clases sociales. Al tiempo que este paradigma se hacía presente, también surgió el Capitalismo como un tipo de intercambio mercantil, el cual se convirtió en una forma de producción dominante. Hay que tener en cuenta que en los países, el Capitalismo se ha dado en diferentes tiempos, espacios y bajo distintas condiciones. Con base en los conceptos estudiados hasta el momento, vale la pena explorar los tres periodos del Capitalismo que distingue Boaventura de Soussa Santos:
1. Capitalismo liberal (Propio del siglo XIX, iniciado por la liberación del mercado). Podría caracterizarse por los primeros procesos de producción liberados del Estado en que los propietarios
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es positivo, pero se reconoce lo difícil que es la verdadera participación ciudadana en asuntos del Estado. En el pilar de la Emancipación también se pueden encontrar algunas ambigüedades. Entre más autonomía tiene cada racionalidad, más difícil es relacionarla con las otras dos, lo que provoca un desarrollo desigual de las esferas cognitivas, morales y estéticas. Por otro lado, las racionalidades siguen desarrollándose: En la cognitivo - instrumental, la ciencia y la técnica se vuelven una fuerza productiva, lo cual hace que esta racionalidad se vincule con el mercado. En la moral - práctica, los procesos de especialización se consolidan en una microética liberal y un formalismo jurídico. En la estético - expresiva, hay elitismo El proyecto de la Modernidad sigue la lógica contradicto- en la cultura, se da la separación arte - vida. Las experiencias ria de creación y destrucción. estéticas son para las clases de negocios comienzan a tener desconectando toda ganancias más allá del simple proceso dominantes, forma de expresión de la calle. de sostenimiento. Estallan así las primeras contradicciones del proyecto de la Modernidad. Quien adquiere capital lo hace a costa de la mano de obra, por lo que el empleado termina dependiendo del empleador para casi todo. El desarrollo armonioso entre los principios de la regulación fracasa. En el mercado hay un impulso de la industrialización y un crecimiento de ciudades comerciales. La comunidad se reduce en dos aspectos: individuo (soporte de la esfera privada) y sociedad civil (soporte de la esfera pública). Ésta última se convierte en un opuesto del Estado, lo cual genera una dualidad política. En teoría, esto
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2. Capitalismo organizado (Finales del siglo XIX y principios del XX, coincide con el desarrollo de la industria y la aparición de los regímenes totalitarios). Aquí lo principal es identificar lo que es posible y lo que no dentro del Proyecto de la Modernidad, para después concentrarse únicamente en lo que sí se puede alcanzar, señala de Soussa Santos (1998). Con ello da a entender que ya se reconocen los desmedidos alcances del proyecto
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en su inicio y ahora es necesario reajustar su funcionamiento. Sin embargo, podría pensarse que el optimizar las bondades genera peores problemas. Hay un desequilibrio entre los ideales de la Modernidad, los procesos de modernización y el modernismo cultural, lo cual sucede en los dos pilares: En la regulación, el mercado rompe con los límites institucionales y busca otras posibilidades. Se centraliza el capital industrial, financiero y comercial. Aumenta la producción en la economía a gran escala, así como también se da un desarrollo acelerado de la tecnología. La comunidad se rematerializa, gracias a hechos como el desarrollo industrial, la expansión de la clase obrera y la aceptación del sufragio universal. Además de conceptos como sociedad civil y ciudadano libre e igual al otro. Las prácticas de clase se convierten en políticas de clase; como toman fuerza, empiezan a disputarse espacios políticos. El Estado se articula con el mercado en la medida en que en éste último aumentan las regulaciones, como por ejemplo, los conflictos entre el capital y el trabajo; asimismo, el Estado empieza a vincularse con grandes monopolios y busca la manera de controlar los mercados. Por otro lado, es notoria su participación en aspectos de la comunidad en temas como la salud, la educación, el transporte, la vivienda, etcétera. Al igual que en la Regulación, en la Emancipación hay transformaciones que se dan por el desequilibrio entre los ideales de la Modernidad, los procesos de modernización y el modernismo cultural; pero éste hace más notoria la diferenciación de cada una de las racionalidades.
En la moral – práctica, entre más se involucra el Estado con la sociedad, más se aleja de los ciudadanos, porque recurre a soluciones burocráticas. Los ciudadanos tienen cada vez menos participación. En la cognitivo – instrumental, surgen epistemologías positivistas (conocimiento preciso del mundo, lo medible y cuantificable, que hace que el arte no tenga cabida, o que el hombre se reduzca a un cálculo. No hay espacio para el desarrollo de las dimensiones simbólicas: mitos, ritos, etc.). Aparece una palabra muy importante: la secularización. La ciencia se aparta del pensamiento común, al igual que de los dogmas, y se dedica a las aplicaciones tecnológicas. Todo ello da lugar a la especialización de las disciplinas y con ello a una fragmentación del ser humano. En la estético - expresiva, el arte adquiere autonomía (aparecen a comienzos del siglo XX movimientos como el “arte por el arte”). Hay un abismo entre la alta y la baja cultura. La cultura alta es la que produce arte, en la cultura baja hay formas expresivas pero no se consideran artísticas, como el circo, éste apareció y se consideraba simplemente entretenimiento. Además, hay un rechazo del contexto social. Se producen obras de arte, por el placer del arte mismo, por su desarrollo, sin que tenga una utilidad definida; por ejemplo: en el Medioevo no se pintaba por pintar, sino porque tenía una finalidad religiosa (vitrales que ilustran escenas bíblicas en las catedrales). En cambio en la Modernidad, el arte gana autonomía: los trabajos formales interesados en prescindir de contenidos. Una falencia en este punto de la autonomía del arte es que si bien es independiente, también se desconecta de la vida. Sin embargo, este caso es singular porque aparecen también las vanguardias que dan valor a lo estético
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expresivo como una forma de acción política de lucha contra el Estado, que ya deja ver rasgos de totalitarismo. Podría decirse como punto común, que las tres racionalidades alcanzan un alto grado de autonomía que va a llevar a los desequilibrios mencionados. En este periodo, el pilar de la Emancipación se parece cada vez más a la regulación y pasa a ser su aspecto cultural. Aquí hay un exceso en las promesas cumplidas.
3.Capitalismo desorganizado (Años 60, hasta el presente).
funcionando, y la diferencia entre Emancipación y Regulación se viene esfumando desde el periodo anterior. Debido a la pujanza y la expansión del mercado a nivel mundial, éste trata de colonizar los otros dos principios (comunidad y Estado). Al mismo tiempo, mientras hay flexibilidad en los procesos productivos, la regulación de los conflictos entre el capital y el trabajo se va debilitando; aunque esto no quiere decir que no haya más opciones de adquisición, pues el dinamismo local crece cada día, además hay beneficios colectivos con el abaratamiento de los servicios públicos, como por ejemplo, el transporte. Llega la industrialización al tercer mundo.
Foto: Edison Sánchez
Es el periodo en el que se supone, todos deberían estar. De Soussa Santos señala que es difícil de describir por el La rematerialización de la comunitipo de fenómenos de choque que hay dad se debilita porque el mercado se a su interior (1998). El mercado crece vuelve salvaje. No hay lealtad en las exponencialorganizaciomente, pero nes obreras se rompen las y pierden fronteras enpoder de tre naciones. negociación El Estado se frente al Esreduce y las tado. Surempresas prigen nuevos vadas suplen movimiennecesidades tos sociales propias de la como la ecovida pública. logía, el paLas nuevas cifismo, los tecnologías grupos antiLa complejidad del proyecto Moderno se evidencia en la son la exprenucleares, enarticulación de la vida individual como la vida colectiva, en sión del triunfo una lógica global. tre otros. de la racionalidad cognitiva instrumental, dejando El Estado pierde capacidad y voluntad atrás la importancia de las discusio- política para seguir regulando la nes morales como algo del pasado. producción y las crisis sociales. Aquí ya se tiene conciencia de que Aumenta el autoritarismo. Le el déficit del Proyecto de la Moderni- devuelve a la sociedad civil algunas dad es más grande e irreparable, y competencias que había asumido dentro de lo que sí se cumplió, hay pero que no es capaz de desempeñar. cosas que deben ser repensadas. Co- El déficit y el exceso se dan por igual. lapsaron varios sistemas que venían
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Por otro lado, en lo cognitivo instrumental, el desarrollo científico y tecnológico lleva a que se presenten peligros de proliferación nuclear y de catástrofes ecológicas. Esto hace que se convierta en una lógica de regulación, pues ya hay que empezar a mirarla como algo que está generando inconvenientes. Aquí se relaciona con la comunidad cuando aparecen los grupos que van en contra de ese tipo de “desarrollo tecnológico”. Ya no hay autonomía en los procesos políticos y sociales de los países menos desarrollados y esto niega los supuestos valores fundamentales de la Modernidad. Se agrava la injusticia y el desequilibrio social. Hay concentración de riquezas. En lo moral - práctico hay varios dilemas: 1. Los valores de la autonomía y la subjetividad se separan de las prácticas sociales. 2. En cuanto a la regulación jurídica, el ciudadano no conoce mucho de este campo y se limita a creer lo que le dicen. 3. Hay una ética individualista y no se piensa en las responsabilidades globales, por eso hay catástrofes, desastres naturales, nucleares, entre otros. Sin embargo, al mismo tiempo empieza una nueva concepción de los derechos humanos, de la autodeterminación de los pueblos y de la solidaridad. En lo estético – expresivo son más fuertes las señales de futuro. Como el déficit es irreparable, la opción que queda es, o aceptar que el proyecto está exhausto o continuar pensando que va a mejorar. Se pierde la distinción de la cultura alta y baja en las formas artísticas, por ejemplo: una pintura como La Mona Lisa puede estar en un calendario colgado en cualquier lugar. La cultura alta desciende a la cultura baja. En este periodo, la dimensión estética rodea la vida cotidiana, esta dimensión
se integra a la vida, mientras que antes todo se reducía a lo que había en un museo o una galería. Hay un agotamiento del canon modernista en el cine, la música, el teatro y la pintura. Las energías emancipadoras se convirtieron en reguladoras. El arte está en todos lados, y es así como la cultura norteamericana ha llegado a cada rincón del mundo. Este país lidera las ventas en productos de entretenimiento. El objetivo principal es gustar a todos, cruzar fronteras y abarcar grandes porciones de público, en campos como la televisión, la música y el arte. Dentro de esta racionalidad, y coincidiendo con el capitalismo desorganizado, como lo denomina de Sousa Santos (1998), aparece la industria hollywoodense ligada fuertemente a la cultura de masas, donde la dimensión estética entra a formar parte de lo cotidiano. El problema con el capitalismo, es que no se da en todas partes ni al mismo tiempo, esto depende de las condiciones y alcances para producir que tiene determinada región. Por eso surgen los desequilibrios económicos, los cuales desencadenan más desigualdad de condiciones sociales.
Estados Unidos, el territorio del conflicto A continuación se plantea un breve análisis de cómo en los Estados Unidos se pueden encontrar vestigios de los distintos periodos del capitalismo, así como también del Proyecto de la Modernidad. Este país es conocido como una de las potencias mundiales, líder en economía y desarrollo tecnológico. Después de Rusia, Antártida y Canadá, es el cuarto país más grande
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del mundo por área total (tierra y agua). Tiene una economía mixta capitalista, que se caracteriza por los abundantes recursos naturales, una infraestructura desarrollada y una alta productividad. A pesar de contar con todo esto, ha tenido que afrontar muchos problemas.
la conformación de grupos sociales que protestan contra el armamento nuclear. Viene entonces la intervención del Estado que debe regular las actuaciones de los ciudadanos, poner límites y cerciorarse de que no creen desorden, es decir, entrar a regular la esfera pública, la comunidad. Por otro lado, debe tratar de mantener las relaciones con otros países con los que mantiene una dinámica de intercambio comercial, que a la vez impulsa y hace circular su economía. Pero esto no es tan sencillo, porque a causa de la guerra que ha desatado, muchas naciones como Rusia, China, Alemania y Francia (estratégicamente importantes para Estados Unidos), han mostrado su oposición frente a las actuaciones de este país en Oriente medio. Foto: Edison Sánchez
Uno de los conflictos más trascendentales para la historia de este país, se desató después del 11 de septiembre de 2001 con el ataque a las torres gemelas, el centro de la economía que movía al mundo se derrumbó. En respuesta, el gobierno del presidente George W. Bush, emprendió una “guerra contra el terrorismo”. Las fuerzas estadounidenses invadieron Afganistán, destruyeron los campos de entrenamiento de Al-Qaeda y dieron inicio a la guerra, en la que ha habido más víctimas que beneficiados. Uno de los pretextos de Estados UniUna vez más, dos para mantener entran en choque este conflicto, es el varios principios de interés de eliminar los dos pilares de la las armas químicas Modernidad, donde que poseen en Irak, estos frenan sus además de acabar ¿Por qué el Proyecto de la Moderniavances entre sí. con líderes terroris- dad se debate entre contradicciones? La esfera pública tas como Osama Bin protesta ante las Laden. actuaciones militares, pues mientras que están haciendo la guerra en otro Más allá de si Irak posee armas de país, los estadounidenses tienen destrucción masiva o no, esta situación problemas con el sistema de salud y es una de las consecuencias del con los desastres naturales como los desarrollo de la racionalidad cognitivo constantes huracanes. instrumental, porque demuestra que la tecnología y la industrialización Veamos otras ‘pequeñas no sólo se encaminan a crear, sino contradicciones’ a las que se enfrenta también a destruir. Esto da paso a este país en el tercer periodo del
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capitalismo. Se da por ejemplo, el Estado de mínimos, es decir, éste le devuelve ciertas funciones a la sociedad porque no es capaz de cumplirlas; reducen, las escuelas públicas, y las pocas que quedan merman su calidad porque el gobierno deja de invertir en ellas. Un caso muy grave ocurre en Estados Unidos con las “Escuelas charter” que, según Delgado “son escuelas privadas financiadas por el gobierno federal y operan bajo un contrato con agencias educativas” (Bandera Roja, 2006, 18 de noviembre). Es un intermedio entre la educación pública y privada; aunque más bien, parece un término creado para justificar esta nueva forma de educación (como negocio). Pero esta modalidad de educación ha resultado ser un fracaso en todos sus estados donde se ha implementado. Uno de los resultados, es que los jóvenes salen peor preparados; además “disminuye la cantidad de recursos educativos por alumno lo cual a su vez agrava los problemas de violencia, aprovechamiento académico y deserción escolar” (Bandera Roja, 2006, 18 de noviembre). Con lo dicho hasta el momento, es posible hacerse una idea sobre la comprensión del Proyecto de la modernidad, etapa en la que pretenciosamente el hombre dice hallarse; campo en el que grandes potencias creen existir, como por ejemplo Estados Unidos, cuando lo que demuestra cada día es lo lejos que aún se encuentra de hacerse llamar una “sociedad moderna”, en medio de muertes, corrupción, engaños, hambre y pobreza. Aunque por otro lado, bien podrían hacerlo si se consideran los avances técnicos, científicos y económicos logrados. Entonces habría que preguntarse: ¿qué pesa más?, ¿la calidad de vida?, ¿la economía? o ¿el desarrollo?, pero entonces ¿qué se entiende por calidad de vida y desarrollo? Éste es tal vez el proyecto más imperfecto que se ha planteado la humanidad, un movimiento progresivo y retrogrado a la vez, que seguirá con esa lógica contradictoria que hace que la vida oscile entre el ritmo de la creación y la destrucción.
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Referencias
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Crónica Roja y Novela Negra
Sensaciones y delito, Crónica Roja y Novela Negra
Felipe Motoa Franco1 Resumen Indagando en los anales de la crónica roja colombiana es posible verificar la intimidad que establece con la novela negra. Pero hay algunos puntos de quiebre en los que toman caminos distintos: Es evidente que la novela se ocupa de crear mejores personajes y el escrito periodístico se ocupa con mayor énfasis de los hechos. ¿Hay personas, por ´malas` que sean, incapaces de hacer el bien? Probablemente no. ¿Hay un conflicto ético en retratar los aspectos positivos de los delincuentes? Tal vez. Esta reflexión intenta descifrar las posibilidades narrativas de la prensa roja, toda vez que puede nutrirse de la literatura, en una relación que desde la aparición del Nuevo Periodismo ha sido fructífera.
Palabras claves: Periodismo, Literatura, realidad, personajes, Moral
“Cualquier
persona es capaz de asesinar. Es puramente cuestión de circunstancias, sin que tenga nada que ver con el temperamento. La gente llega hasta un límite determinado… y sólo hace falta algo, cualquier insignificancia, que les empuje a dar el salto”. Extraños en un tren, Patricia Highsmith.
Actualmente la crónica roja es más que todo usada (aunque no exclusiva) en los medios impresos de inclinación sensacionalista. Sin embargo, es un género que día a día parece reducirse a la noticia escueta y sin profundidad, que responde a las dinámicas de rapidez, brevedad y concisión que exige el público consumidor de estos periódicos.
Mencionar la crónica roja remite a cuerpos sangrantes, tiroteos, masacres y asesinos, pero no suele pensarse en que además de esos consabidos elementos, este tipo de escrito periodístico puede transmitir un sinnúmero de emociones y placeres al lector.
Desde 1930 ha habido en Colombia una tradición en la construcción de crónicas periodísticas de inclinación roja-policiaca, encabezada en sus inicios por Felipe González Toledo (1911-1991) y su escrito de antología: El doctor Mata. Inicio en cuyo marco para los hechos se veían entornos
1 Felipe Motoa Franco, estudiante de Noveno semestre de Comunicación Social y Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Manizales. En la actualidad trabaja como editor del Fanzine El Raro. felipemotoa@hotmail.com
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Como antecedente, el panorama mencionado resulta favorable a los periodistas rojos-judiciales, lo que no significa que la crónica policiaca (al menos en Colombia) no tenga vacíos, que más allá de si son buenos o malos, merecen una revisión y análisis reflexivo. El punto de inicio para evidenciar dichos vacíos es la comparaciónsímil entre el escrito periodístico de tema judicial y la novela negra.
Con base en la mencionada definición, se han tomado cinco crónicas rojas, todas concebidas por periodistas colombianos, pero en diferentes momentos de la historia para observar unas carencias con relación a la construcción de personajes que se muestran constantes, independientemente de si el texto fue escrito en 1957 o en el año 2010. Las cinco crónicas, que no son una cantidad representativa del gran universo, pero que sirven para los
Foto: Edison Sánchez
casi siempre urbano-rurales. Un periodista destacado en las lides de la crónica roja fue el recientemente fallecido Germán Pinzón Moncaleano (1934-2010). Además de este par de periodistas, otros como René Pérez Arévalo y Guillermo Franco Fonseca supieron llevar a buen término la elaboración de sus escritos y con esto contribuyeron al reconocimiento y aceptación de ese género periodístico en el público lector de prensa.
Tiroteos, sangre, asesinos y placeres son algunos de los ingredientes que describen a la Crónica Roja.
Antes que nada se debe definir la crónica roja como subgénero periodístico, para lo cual hacemos uso de las palabras de Juan Gargurevich, periodista e historiador peruano, en la entrevista que le hace Iana Málaga para su investigación Público consumidor de crónica (Contratexto Digital, año 5, p. 28 ): “La crónica roja se refiere al relato de hechos delictivos considerados noticiables, que suscitan el interés humano y mueven sensaciones”. Eso en cuanto a lo estrictamente periodístico. Y agrega un punto capital que alude a la creación periodística literaria: “Al utilizar los soportes de la literatura, la crónica está fijando en el tiempo cosas que son imperecederas” (Contratexto Digital, año 5, p.29).
efectos prácticos de este análisis, son: 1) Los últimos sesenta segundos de Víctor Hugo Barragán, escrita por Germán Pinzón Moncaleano, publicada en El Independiente, 3 de mayo de 1957 (Díaz y Villegas, 2008, p. 35). 2) 24 años después de la matanza lo llaman a juicio en ausencia, del periodista Guillermo Franco Fonseca, publicada en Revista Vea, agosto de 1978. (Díaz y Villegas, 2008, p. 222). 3) Fiesta de sangre, de Marta Ruiz, publicada en Revista Semana, agosto
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2008. 4) El remanso de Beltrán, de Juan Miguel Álvarez, publicada en El Malpensante número 95, marzo de 2009. 5) Tapasco, he ahí a tu hijo…, he ahí a tu padre, de A Hache Erre, publicada en El Raro número 3, 1/15 de mayo de 2010.
En Fiesta de sangre, la atmósfera que se reconstruye es tanto o más siniestra que en el texto de Juan Miguel Álvarez porque alude a la espacialidad utilizada para la masacre que ocurrió en El Salado (corregimiento de El Carmen de Bolívar). Ambas crónicas, Parentesco de género gracias a la descripción narrativa que se elabora, llevan la imaginaciónreconstrucción a un punto unívoco, Empecemos comentando los en tanto los espacios calle-río son elementos que de la novela negra escenario y elemento principal para la tienen estas crónicas y que evidencian ocurrencia de los hechos narrados. De esta manera, Álvarez y Ruiz recrean en sus escritos los lugares (valga la repetición del término) en un marco de desasosiego, desorden, conflicto, sin posibilidades de tranquilidad. Es decir, territorios de dolor e incertidumbre, en donde el orden que debería imponer la autoridad legal no es más que Para Gargurevich, la Crónica Roja es un subgénero periodístico que una quimera; y relata hechos delictivos considerados noticiables. de esta situación se desprende las afinidades y posibilidades de un ambiente de incredulidad y enriquecimiento recíproco entre desconfianza respecto a los órganos estos dos formatos de escritura. Lo del poder. que inicialmente se encuentra en los primeros cuatro textos mencionados En ese marco de lugar sin luces, ni (y de aquí en adelante serán los acogedor, ni amable, tan poco seguro, principales objetos de análisis) es es que se construye la novela negra En este quinteto de escritos se hallan algunos elementos comunes con la novela negra, así como unas diferencias, sobre todo vacíos en las construcciones de los personajes.
Foto: Edison Sánchez
que en la construcción de espaciosescenarios y hechos tienen una solvencia digna de halago, que remite a unas atmósferas enmarcadas en lugares claramente definidos, como en el caso de El remanso de Beltrán, que bien lleva al lector hacia un territorio dolorido, avasallado por la violencia y los muertos que son comunes en las aguas del río Cauca.
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contemporánea, tal como plantean Sergio Arturo González Vargas, Aleyda Gutiérrez Mavesoy y Adriana Rodríguez Peña, en su concepto colectivo del formato:
Bien podría refutarse que las dos crónicas relacionadas desarrollan su acción en pueblos o veredas y que su condición de rural las distancia de la idea que plantean los autores citados. No obstante, más allá de ser un comentario crítico, esta indicación no elimina la relación directa con una ciudad porque la urbe se expresa es como concepto, no tanto como un espacio de determinadas proporciones, sino como un contexto donde se evidencian unas situaciones y condiciones de vida. Un segundo punto de concordancia y vínculo entre el esquema literario de novela negra y crónica roja es el crimen como hilo conducente del desarrollo narrativo. Tanto en Los últimos sesenta segundos de Víctor Hugo Barragán, como en 24 años después de la matanza lo llaman a juicio en ausencia, se ve que la descripción de unos hechos delictivos concretos es lo que lleva a contar la historia en sí misma.
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“La imagen de la ciudad como la ciudad en eterna crisis: la urbe como laberinto, infierno o babel demoniaca. La ciudad descrita en estas obras es el espacio de la desesperanza, de las colectividades anómalas con sus problemáticas sociales, sus representaciones estereotipadas y la vaguedad de los valores individuales” (Hojas Universitarias, 2007, abril, p. 106).
Las acciones de los delincuentes, asesino o ladrón, articulan el relato, de manera que cuando no están sucediendo delitos la construcción es pausada y sobre todo descriptiva de atmósferas y espacios, pero en tanto los protagonistas- bandidos entran en acción para iniciar una de sus ´fechorías`, la crónica aumenta su ritmo y adelanta en la construcción de la historia. Finalmente, la culminación de una fechoría es casi siempre el momento para cerrar o iniciar el relato periodístico; así mismo, el descubrimiento del mecanismo de actuación del (los) delincuente (s), como se propone en Fiesta de Sangre y El remanso de Beltrán, es lo que
La Novela Negra muestra el fondo y las dos caras de la moneda de los personajes en una misma construcción psicológica.
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define la propuesta narrativa de las crónicas rojas. Sobre este aspecto Gustavo Forero Quintero, profesor de la Universidad Autónoma de Colombia, define lo que pasa en el género negro: “El plan de un asesino es el que define el género, pues en buena parte de las novelas dicho plan se identifica con la estructura misma de la obra literaria”.
Lo que no hay en la crónica roja y abunda en la novela negra A pesar de las similitudes de forma y contenido que se mencionan anteriormente y que hacen de la crónica roja y la novela negra dos esquemas familiares, es posible hallar una diferencia notable y relevante entre ellos. La distinción se refiere a la disímil construcción psicológica que de los personajes se hace en uno y otro tipo de escrito.
En El remanso de Beltrán únicamente se construyen personajes de bien: María Inés Mejía, Narcés Palacios y otros cuantos que encarnan la bondad y el buen ciudadano, además de ser las voces que atestiguan sobre una realidad determinada, pero que no alcanzan a definir la complexión exacta de la situación acontecida. La inasistencia de los personajes que responden al arquetipo del mal, como paramilitares y guerrilleros, hacen que esta crónica muestre algo relevante, pero incompleto. Cuando se lee Los últimos sesenta segundos de Víctor Hugo Barragán, no hay la posibilidad de encontrar la personalidad compleja del asesino, pues siempre las fuentes incluidas aluden a lo malo que era Víctor
Foto: Edison Sánchez
Mientras que en la novela negra el personaje o los personajes protagónicos (casi siempre investigadorperiodista y delincuente simultáneamente) tienen una personalidad de manera marcada, ambigua, compleja de decodificar y con tendencia a asumir roles emocionales y morales que fluctúan entre el bien y el mal; en la crónica roja se ve que los personajes son definidos como buenos o malos, sin lugar a puntos intermedios, ni psicologías capaces de hacer actos ´buenos` y ´malos` en El conflicto ético acude sobre la moral de los novelistas cuansimultánea. do transforman el asesinato en un arte, como es la literatura.
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Hugo Barragán. Apenas se menciona que fue un hampón muerto a tiros cuando había decidido entregarse a la ley. No hay ahí una reconstrucción humana de Barragán, no se dice que probablemente pudo amar, querer a alguien o tener actos de bondad. La frase que sirve de colofón al texto es evidencia de lo que ha escrito el periodista: “Sentenciado a muerte a favor de las vidas de los demás”. Y para finalizar, en 24 años después de la matanza lo llaman a juicio en ausencia, es llamativo el afán de satanizar al personaje Richard Noack Escobar, al describirlo como un asesino, remiso, evadido y tanto más (y probablemente no falte a una verdad, pero sólo es parcial), que a pesar de haber tenido dos esposas en su vida, no pareciera tener un lado humano: Al menos eso es lo que muestra la crónica. ¿Es posible que haya un ser humano cuyos actos sean irrefrenablemente malignos en su totalidad? Más fácil sería crearlo en un relato de ficción, pero al menos en la novela negra contemporánea esa no es una característica apetecida. Patricia Highsmith relata en el hito Extraños en un tren publicado en 1950: “no se trata de simples locos, como dijeron que era el asesino de Miriam. Esto demuestra lo poco que las autoridades saben de auténtica criminología. Para un asesinato como ese hace falta trazarse un plan” (Highsmith, 1984, p. 254). Podría agregarse, muy a pesar nuestro, que no sólo las autoridades saben ´poco` de criminología, pues el síntoma también recae sobre los periodistas. No es que sea mejor la novela negra por llegar hasta el fondo de los personajes y mostrar dos caras de la
moneda en una misma construcción psicológica. No es que sea menos valioso el aporte de la crónica roja por demostrar una tendencia a asumir posiciones moralizantes que se evidencian en los escritos con relación a los autores del crimen. Sin embargo, queda un sabor amargo por cuanto se espera más de la narración realista porque podría encontrar y evidenciar otras facciones humanas (elementos de bien en los ejecutantes del mal), más allá de lo que se sabe que son (delincuentes y culpables). “En la novela negra los personajes actúan mediante un desarrollo psicológico complejo; gobernado por la ambigüedad o la contradicción; pueden pasar de unas actitudes injustificadamente crueles, inexplicables, a unas extremadamente sensibles, lo que produce en el lector el sobresalto” (Hojas Universitarias, 2007, abril, p. 107), señalan los autores colectivos. No todo en este aspecto de la construcción-reconstrucción psicológica de los personajes debe ser crítico y punzante hacia los periodistas, pues bien puede alegarse un conflicto ético que excuse la falta de otros elementos que podrían favorecer al delincuente, en la descripción que de él se hace. Muchos podrán indicar que mostrar las capacidades de bondad, amor y otros sentimientos en dichos personajes, puede convertirse fácilmente en apología del delito, y tal vez puedan tener razón. Más allá de eso y teniendo presente que la ficción permite recrear quizás de manera más sencilla esas características que poco acostumbra mostrar el escrito periodístico, el cronista no debería olvidar que su trabajo social no sólo debe propender por el bienestar de los buenos, sino también, y aún más complejo, por la humanización de los
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´malos`. De todos modos, el conflicto ético también acude sobre la moral de los novelistas cuando transforman el asesinato en una bella arte como lo es la literatura: “plantea la gran disyuntiva que por años ha sido preocupación de autores y lectores de este tipo de novelas y que no es otra que la dificultad para trazar los límites entre lo ético y lo artístico”, reflexiona Clemencia Ardila J. (Hojas Universitarias, 2007, abril, p. 174). Para terminar, cabe decir que este último razonamiento sobre lo ético y la vocación social del cronista explica la inclusión de Tapasco, he ahí a tu hijo…, he ahí a tu padre, en este informe reflexivo, dado el acercamiento y valoración humana que el periodista hace de los personajes Ferney y Dixon Tapasco.
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Referencias
Felipe Motoa Franco
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Glifosato
Glifosato: ¿el discurso de la ciencia se enfrenta al de la experiencia?
Daniela Siara González Mejía1
Resumen
Este ensayo responde a la pregunta por qué no hay concordancia entre las versiones de la ciencia sobre los efectos del glifosato en la salud humana con las versiones de las personas que experimentan las aspersiones con el fungicida. Esta argumentación es un análisis fundamentado en la Sociología que evidencia la forma como son concebidas la narrativa de la ciencia y de la oralidad, en cuyas diferencias fundamentales se puede concluir el porqué las representaciones de dos discursos no gozan de asociación, sincronía y retroalimentación. La propuesta teórica de este trabajo es la interacción de los discursos y por ello de los agentes, basada en la educación y en la participación ciudadana.
Palabras claves: Narrativas, discurso científico, oralidad, caja negra, glifosato.
Este
ensayo plantea: La no concordancia de las versiones de la ciencia y el discurso experiencial sobre los efectos del glifosato en la salud humana. Contextualicemos la multiplicidad de versiones relacionadas con el tema: el gobierno colombiano y el estadounidense presentan informes que señalan que no existe asociación alguna entre la exposición al glifosato y afecciones en la salud humana; la guerrilla no atribuye una clara relación entre plaguicidas y efectos sobre la salud; las comunidades
científicas nacional e internacionales critican el programa de erradicación con base en conceptos de ecología y determinismo social; los grupos ambientalistas critican cualquier uso de plaguicidas; los defensores de los derechos humanos señalan que las fumigaciones violan las leyes colombianas y las personas afectadas expresan que se han sentido afectadas en su salud después de las fumigaciones. La ciencia es una retórica fuerte, y en pocas palabras la narrativa aceptada para validar desde la racionalidad
1 Daniela Siara González Mejía. Comunicadora Social y Periodista de la Universidad de Manizales, Antropóloga Visual de la Universidad de Barcelona y realizadora documental de la Escuela de San Antonio de los baños (Cuba). Este artículo se elabora a partir del ensayo construido al interior de Seminario de Investigación III como requisito parcial de grado, bajo la tutoría de Carlos Emilio Raigoso. danielagm_84@hotmail.com
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occidental las versiones que se dan para representar el mundo y la realidad desde un discurso que se acerque a la exactitud de los hechos. Paralelamente, en el discurso que ofrecen las personas sus argumentaciones están bajo rasgos socioculturales distintos, propios de cada comunidad, que varían de acuerdo con el acercamiento, educación e interés que se tiene con determinado problema. Entonces, tenemos una retórica fuerte y una retórica débil en la balanza. Por ello es importante entender los dos discursos como diferentes, sin intención alguna de descalificar o tomar posición con alguna de las narrativas que expondré a continuación.
Discurso de la ciencia Vs. discurso de la experiencia
Foto: Daniela González
Como punto de partida, es de vital importancia entender el término hecho, para que nos podamos adentrar en el discurso de la ciencia y más adelante, lo podamos comparar con el hecho de la oralidad. Es así, como el significado de hecho, refiriéndose a acción u obra, se remonta al siglo XVII,
tiempo en el que se empieza a adoptar el sentido familiar de cosa que sucede y se establecen contrastes entre hechos y ficciones. Según Jonathan Potter, sociólogo de la ciencia, “un hecho es una verdad particular conocida mediante observación real o testimonio auténtico”, (1996, p.21A). Antes, se debe aclarar que la observación real y el testimonio auténtico son productos sociales o acuerdos establecidos entre miembros de una comunidad, los cuales surgen a partir de ciertos registros o interacciones con la naturaleza. Por lo tanto, si hecho es sinónimo de suceso real e implica una verdad observada desde el paradigma de la razón; la disciplina que se ha encargado de validar y sintetizar el conocimiento del mundo a través de explicaciones con el calificativo de hecho, es la ciencia, que en palabras del mismo sociólogo “ha producido un conjunto de hechos especificados con claridad y definidos con precisión” (Potter, 1996, p.33).
En la oralidad, para llegar a conocer un hecho real planteado desde el discurso experiencial, las descripciones subjetivas son la herramienta principal para obtener a ese objetivo, cuya fuerza radica en la experiencia y en las exteriorizaciones verbales y emotivas de las percepciones de quien expresa su apreciación personal sobre algo que sucede; esta narrativa está presente en las conversaciones y relatos, y representa la forma individual de Rita Julia Ariza, de 66 años, tiene en su cara marcas y cicatrices cau- concebir el mundo. sadas por el Glifosato.
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Sin embargo, las descripciones no son utilizadas solamente por el discurso experiencial, la narrativa científica también las utiliza, la diferencia es que la ciencia apunta a presentarlas como unas descripciones objetivas, mientras que en la oralidad son presentadas desde la experiencia individual. En este sentido, la ciencia puede construir verdades para todos, en tanto que el discurso experiencial no. En el caso de la ciencia, la mejor forma de abordarla es desde su proceso de construcción, para ello, vale la pena hablar de la observación como pilar del trabajo científico. Las observaciones para la ciencia son las que se pueden categorizar a través de teorías anteriores, las cuales subyacen de otras teorías y cuyos datos se obtuvieron con determinados aparatos creados por la ciencia, que sirven para medir, cuantificar y registrar información que arroja resultados que se comparan, verifican o anteponen a la luz de otras versiones que han adquirido sentido científico cuando están inmersos en una estructura conceptual. A razón de este proceso circular, el cual está todo bajo el amparo estructural de la ciencia, se presenta la observación como una base concluyente para encontrar un conocimiento fiable, y posteriormente, establecer a partir de estas observaciones un hecho científico. Respecto al discurso experiencial, Potter define a su manera la importancia de la descripción en la oralidad: “El término descripción se puede referir tanto a una acción como a un objeto; por un lado, es la acción de representar a personas o cosas por medio del lenguaje, refiriendo
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o explicando sus distintas partes, cualidades o circunstancias, y por otro lado, es una descripción, relato o representación de una persona, cosa o escena de modo que dé cabal idea de ella” (1996, p.21). La idea general de Potter es que a partir de las descripciones las personas realizan un proceso de construcción de realidades, y por lo tanto, de hechos. En otras palabras, la descripción es la prueba de que el emisor fue testigo de algo que realmente ocurrió, y consecuentemente un indicio para afirmar que la expresión que se quiere demostrar es verídica y veraz; razón por la cual, en este tipo de discurso se utilizan la propia experiencia y la palabra para manifestar los hechos.
En camino al hecho científico La práctica de la labor científica se encarga de interpretar las observaciones hasta llevarlas a hechos como tal, de una forma en que el mismo discurso apoye sus versiones y refuerce sus observaciones. De manera que los hechos promovidos por la ciencia son representados para el público desde la tecnología utilizada para tal fin, proceso en el cual intervienen agentes (grupos de trabajo científico), recursos (intereses externos e internos) y espacios mediáticos que le dan salida a la ciencia como precursora del discurso de confianza por excelencia. El sociólogo Steve Woolgar, valida la idea con su expresión: “La contribución del científico se presenta como una concienciación explícita sobre el estado objetivo del mundo” (1988, p. 114). Es de gran importancia resaltar que los artículos científicos tienen características retóricas que los distinguen de otro tipo de escritos especializados. Entre sus distinciones
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más importantes en comparación con otros tipos de literatura está el que usan frecuentemente una forma gramatical que cubre la intervención de sus autores, su estilo es impersonal, se le da protagonismo a los datos, no contiene ninguna mención explícita de las acciones, ni de las interpretaciones ni de los compromisos de los autores (Potter, 1996). Cuando este tipo de literatura tiene que referirse a procedimientos experimentales, lo hace desde reglas que se presentan como instrumentales, por lo tanto, el acercamiento que llega a tener el lector con la construcción estricta del conocimiento científico, es de lo que ocurre parcialmente en el laboratorio, se limita a unas reglas que tienen una aplicación clara y universal, y que son descritas en el texto científico especializado desde las rutinas y procedimientos dentro de la disciplina o se les menciona con el nombre de alguna ley específica o por su nombre técnico. En el discurso experiencial el escrito no tiene ninguna importancia, lo que predomina en este tipo de narrativa es el habla; que es la elección de palabras específicas entre un mar de posibilidades gramaticales, cuya unión y expresión se acerca o simplifica la idea de lo que se quiere comunicar. Walter Ong sostiene la idea cuando dice que: “La palabra en su ambiente oral natural forma parte de un presente existencial.” (1982, p.32). De acuerdo con esto, la narrativa oral es algo connatural a la existencia misma, se caracteriza en el tiempo presente y carece de posibilidades analíticas inmediatas. Todo lo contrario del discurso científico, cuya materialización física, investigativa o intelectual requiere de un proceso
de elaboración, que se explicará más adelante.
Caja negra de la ciencia, su comienzo y su fin Bruno Latour expone en la introducción de su libro Ciencia en acción, la definición de Caja Negra, término que de alguna forma es el inicio y el final del proceso del discurso científico. Por eso, se acudirán a palabras del sociólogo Latour para entender qué significa el término Caja Negra: “Los cibernéticos usan la expresión caja negra cuando una parte de un artefacto o un conjunto de órdenes es demasiado complejo… no importa lo controvertida que sea su historia, lo complejo que sea su funcionamiento interno, lo extensa que sea la red, comercial o académica que lo sostiene, sólo cuentan sus entradas y salidas”, (1992, p.3). Sin ir muy lejos, cuando el periodismo intenta acercarse a la ciencia, lo hace siempre desde la innovación y el avance que proporciona una investigación. En términos de Latour, lo hace desde las entradas y las salidas, puesto que la producción intelectual científica se presenta con un velo bien difícil de quitar por las personas que no pertenecen al gremio científico; razón por la cual me apoyaré en Bruno Latuour, cuyas apreciaciones revelan en algo el misterio de la construcción de hechos científicos. El texto científico, tanto como la comunicación académica, tienen un proceso de construcción que conlleva a que sus argumentos los clasifiquen como retórica fuerte. Este proceso pasa por la reunión de varios elementos. Latour explica uno de ellos cuando afirma que para persuadir, en el discurso de la ciencia, los científicos
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y autores recurren a argumentos de autoridad, en los cuales buscan a otras personas que compartan, apoyen y refuercen su discurso. Por esto, cuando nos enfrentamos a un documento científico e incluso académico, la información está toda encadenada y relacionada con citas, autores, referencias y demás notas que demuestran que el texto está bien argumentado, ha sido investigado con rigurosidad y que se refiere a una entidad real y no a una invención. Esta característica es fundamental para que la ciencia sea vista como retórica fuerte, puesto que la persona que desee controvertir las argumentaciones de la ciencia no sólo se debe enfrentar con el autor de la tesis, sino con las otras personas que son citadas y que apoyan las ideas para validar una versión particular. Las referencias bibliográficas, citas textuales y contextuales y notas al pie, proponen como serio un documento, a tal punto que pueden transformar un hecho en ficción o una ficción en un hecho, puesto que al demostrar que existen otras argumentaciones que corroboran lo que el agente expone, el discurso es verídico y comprobable; de la misma manera, un hecho puede ser convertido en una ficción utilizando el conocimiento de otros para apoyar una afirmación que invalide un hecho. Sigamos con el ejemplo del periodismo que busca entender la naturaleza de la ciencia. Steve Woolgar, otro de los sociólogos escogidos para apoyar mi argumentación, coincide con Bruno Latour en la mención de citas como un arma para hacer más fuerte y persuadir a un lector sobre una teoría que quiere afianzar:
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“La apelación a la pertenencia a una comunidad legitima, la aparición de otros narradores de confianza en la historia, normalmente mediante la mención positiva de su trabajo… El efecto acumulativo de citar más y más personas que reconocen de forma similar el objeto que se afirma. Da como resultado, que el objeto debe ser aprendido como algo objetivo, en el sentido de que una cantidad de miembros de una comunidad lo reconocen como tal y no es el producto idiosincrásico de un individuo”, (1988, p.116). Frente a esto, el autor o científico acoge miles de retazos de referencias en su discurso, que en muchos casos pueden estar sin tener mucho que ver con lo que él defiende. Lo que, en palabras de Latour, refleja la voz de obedientes defensores, cuyas ideas coinciden, de forma acomodada y concordante, con los argumentos que propone el agente. Mientras que para producir una versión convincente en la oralidad, entre muchos elementos que deben estar presentes, un buen repertorio de detalles para encadenar los sucesos de forma lógica es básico; aunque los detalles no sean importantes para la consecución de los sucesos en tiempo real, los detalles son una prueba de verdad que demuestran que el emisor vivió el momento y que dicha situación realmente ocurrió. Para relacionar esta característica de veracidad de la narrativa experiencial con el tema central del ensayo: Los efectos del glifosato en la salud humana, quiero traer a colación un fragmento del testimonio de una de las personas que entrevisté en una de las zonas de Bolívar donde se están haciendo aspersiones con glifosato.
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En este relato, la parte donde cuenta que salió a mirar con un plato de comida hace parte de los detalles vivenciales, que son los que demuestran que el hecho es real y conlleva a que creamos que Rita Julia estuvo presente ese día de las aspersiones. Luego, lo vuelve a ratificar cuando menciona los perjuicios que le dejó en la piel el contacto con el glifosato.
versión; la cual, en muchos casos, se acompaña de redundancia o retroalimentación sobre algún tópico que puede cimentar la veracidad del discurso. El ejemplo de Rita Julia Ariza, es claro en la repetición de los efectos del químico en la piel de su cara. Regresemos al discurso científico. Esta narrativa es muy cuidadosa en sus afirmaciones, razón por la que también trabaja con tesis contrarias a sus enunciados, puesto que en un determinado momento éstas pueden ser el talón de Aquiles de un argumento. Por ejemplo, si una
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Rita Julia Ariza, de 66 años, una campesina del corregimiento de Bella Vista, del municipio de Santa Rosa del Sur, manifestó: “Cuando las fumigaciones, la primera vez que fue la avioneta a fumigar todo eso, por ahí y pasó bajita, yo me salí pa fuera hasta con un plato de comida, comiendo y mirando la avioneta. Al rato estaba toda brotada, toda quemada, eso me ardía esa vaina en la cara, al otro día me vine para el hospital.” (2008)
Otro elemento importante en el testimonio, es la Planta de Coca. Los aviones de fumigación pueden reconocerla por su carencia de análisis color verde distintivo. Sin embargo, el viento lleva el químico a cultivos inmediato porque de frutas y vegetales. cuenta los hechos, tal cual los vivió y deja que nosotros completemos la persona o un periodista es bastante información y formemos la imagen curioso, puede sacar a relucir estas mental de lo que pudieron ser los antítesis y devaluar el discurso acontecimientos vividos por la del agente. Por lo tanto, Latour narradora. De la misma manera, en la sugiere que en el texto científico oralidad, el discurso se complementa podemos encontrar dos artículos con infinitas formas de reforzamiento que se inhabilitan el uno al otro. Dos extra-lingüístico, como gesticulación, peligrosas afirmaciones contrarias se actitud, comunicación corporal, entre vuelven importantes, pero en vez de otros signos que pueden reforzar una descalificarse se apoyan (1992, p.36).
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Los modalizadores y atribución de intereses El sociólogo Steve Woolgar (1988) sostiene que las versiones de la ciencia, en algunos casos, puede acudir al autor de la afirmación o a los antecedentes de creación del objeto científico para que sean un argumento de poder y fortalezcan la tesis. Los modalizadores en el discurso son los que permiten este tipo de cimiento en un texto científico especializado, razón por la cual, según la conveniencia, estos modalizadores cambian o encaminan una afirmación a una dirección determinada y pueden llamar la atención sobre la existencia o el rol de un agente en la construcción de un enunciado con el fin de que adquiera objetividad y veracidad. Hay varias formas de utilizarlos e identificarlos en el discurso científico: Referencia a un agente (autor, descubridor o científico). Se puede identificar cuando se acude a lo que dice un agente textualmente. Por ejemplo, Woolgar dice “...”, Pierre Bourdieu, explica que: “...". También se encuentra la Referencia a la acción de un agente (afirmaciones e interpretaciones). En este ensayo es constante el uso de este tipo de modalizador, con relación a los diferentes autores presentes en esta argumentación para apoyar las ideas. La referencia a antecedentes es el último de los modalizadores, puesto que rescatan intereses para representar positivamente una afirmación al evidenciar que la acción o el proceso con la que fue construida
es una actividad seria y que tiene un seguimiento. Con relación a la incursión del autor en el discurso de la oralidad, recurrir a la experiencia propia o de alguien cercano es una forma recurrente para caracterizar el estatus real de una afirmación. Es común que en los relatos se expresen términos, por ejemplo: cómo le pasó a, eso le pasó a, una vez a mí, yo conocí a, un familiar me contó, entre muchas otras expresiones que evocan una acción que se puede relacionar con la que se pretende establecer como verdadera. Recurrir a la experiencia propia en la oralidad representa también una forma de citación, de ejemplificar, de traer aliados para sostener una narrativa, lo que en el discurso de la ciencia son los argumentos de poder. La diferencia de estas dos, es que son afirmaciones con campos sociales de validación distintos. Las afirmaciones científicas tienen ciertas normas de validación. Raigoso (2008)2 explicó que en la oralidad también surgen intereses para solidificar o debilitar una posición. Esto se da cuando un agente atribuye intereses al relato o a la narración de otro, sea para desvirtuarlo o para apoyarlo; por ejemplo: “El interés de los científicos es obtener conocimiento para el beneficio de la sociedad, para su bienestar, por eso es importante que ellos tengan acceso a grandes recursos de financiación…sin importar los temas de investigación.” En esta afirmación la asignación de un interés filantrópico al científico permite saltar muchas restricciones para justificar mayores recursos.
2 Carlos Raigoso. Comunicador y Antropólogo de la Universidad Nacional de Bogotá. Trabajó como docente y tutor del Seminario III de la Universidad de Manizales y autor de la investigación de la que hace parte este ensayo.
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Los intereses están presentes en gran parte del discurso experiencial, las personas expresan continuamente posiciones frente a temas de interés público y privado, apoyan sus afirmaciones recurriendo a fuentes de autoridad o preponderancia social para reforzar sus relatos cuando hay controversias sobre un tema específico, de alguna manera, similar a la forma como entablan las polémicas en la ciencia.
Modelo de separación e inversión
que destacar que el origen del objeto surge y se constituye de las fuentes de información antes mencionadas. La tercera parte de la propuesta de Woolgar es la separación del objeto creado de los documentos de donde partió, de manera que se vuelve nueva esa información que lo precede. Es así como el objeto científico de la investigación aún está en construcción para el grupo de investigadores que lo ideó, puesto que ya tiene una aceptación dentro del equipo de investigación y ya es individual de su proceso de construcción, hace falta la polémica externa en el momento en que el objeto salga a la luz pública. Situación que explicaré más adelante.
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En este punto es de gran valor incluir el modelo de separación e inversión de Woolgar. Él sostiene que hay varias La cuarta fase es que el objeto toma etapas para comprender que un vida propia, ocurre un proceso de descubrimiento inversión, porque es un proceso. no pareciese que Este método hubiese partido ayuda a de unos datos evidenciar cómo e información la ciencia intenta anterior; ahora es materializar su uno más de esos discurso para documentos de establecerlo donde surgió, da c o m o la sensación de información que siempre ha fiable y estado ahí. objetiva: en La ciencia es una retórica fuerte, mientras que el discurso de la realidad lo construyen primer lugar, un las personas bajo rasgos socioculturales dis- En la quinta y científico posee tintos. última de las fases datos, nuevas se minimiza todo informaciones, lo que haga pensar registros y tesis de otros autores que el objeto o la versión ha pasado sin tener todavía un marco de por las tres primeras instancias, es interpretación. También cuenta con decir, que acá ocurre un proceso de resultados previos de su investigación, ocultamiento y negación de todas las entre otras cosas, que lo ayudan a partes que conllevan a la construcción entender el fenómeno que investiga de la nueva teoría. Dejando a un lado desde lo que ya se ha realizado. la idea de que el hecho puntual que estudiamos es un producto de un En segundo lugar, este modelo proceso. (Woolgar, 1988). consiste en emplear estos datos previos para apoyar y poder demostrar En la oralidad también ocurre un la existencia de un nuevo objeto. Hay proceso selectivo, Potter destacó
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esto así: “A veces, el éxito de una descripción está en llevar a cabo una acción dependiente del control selectivo del ámbito de objetos y sucesos a considerar”, (1996, p.28). A lo que se refiere el sociólogo es que otro rasgo común en la narrativa oral es el presentar alguna acción como rutinaria o, a la inversa, como excepcional. Para ilustrar esto, regreso al ejemplo de la población del Magdalena Medio donde se indagaron sobre los discursos orales del tema. Cuando los campesinos se referían a las plantaciones de coca y a la pasta de coca, lo expresaban como algo cotidiano y natural a su entorno, siendo esto en el país y en el exterior algo ilegal.
Polémica, paso seguro a la credibilidad o al descrédito El objetivo de convencer y persuadir es la pretensión de todo artículo científico y no científico, pero esto no es una tarea fácil; lo que da la prueba definitiva de credibilidad a un relato es que sus ideas sean citadas por otros autores. De no ser así, los enunciados serán rebatidos e inútiles. En el discurso de la oralidad también sucede esto, razón por la cual surgen los mitos urbanos, que son una versión aceptada indiferenciadamente, así sea una falacia, pero tiene tanta tradición que la gente la sigue utilizando en sus posiciones. Por lo tanto, cabe resaltar que la escritura científica es un trabajo social en su construcción y en su expectativa. Lo que pretende un texto especializado es captar seguidores de las ideas del autor para poder reproducirlas y representarlas, a tal punto que llegan a ser tantas veces aceptadas que se vuelve un hecho y atemporal.
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Para cerrar la idea de la polémica, deseo citar una frase de Bruno Latour que dice algo que me parece simplifica la fórmula de la construcción del conocimiento científico: “La construcción de hechos es en tal grado un proceso colectivo, una persona aislada únicamente fabrica sueños, afirmaciones y sentimientos, no hechos”, (1992, p.41). En contraposición a lo anterior, el discurso oral depende del presente, lo que se va diciendo queda sepultado por las otras palabras que se van modulando en el momento de narrar; se caracteriza por manifestar ideas temporales, es cambiante y para nada permanente, nunca se podrá contar lo mismo de una manera idéntica. La oralidad es también un producto social como tal. Cada uno de nosotros tiene unas categorías de interpretación, por lo tanto, los nuevos datos son interpretados con los viejos esquemas y las versiones de realidad son reproducidas dándoles el sentido individual que cada sujeto quiere que los otros comprendan lo que éste comprende.
Al cerrar la caja negra Si el enunciado se convierte en un hecho desde los parámetros de la ciencia y es citado por otras personas en el futuro, hay una construcción colectiva del conocimiento, cada nuevo argumento lo enriquece, le da fuerza, lo confirma y lo puede llevar a ser conocimiento tácito. Un ejemplo de ello podría ser la afirmación de que la tierra es redonda. Esta afirmación es considerada como un hecho. Por lo tanto, cuando una información se convierte en conocimiento tácito
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se cierra la caja negra que se abre cuando indagamos sobre la veracidad de dicho conocimiento, por lo que regresamos al mismo punto de donde comenzamos, el de no saber nada y a partir de esto seguimos pensando que si una idea la manifiesta la ciencia es totalmente fiable. La información de la ciencia es tratada desde sus entradas y sus salidas, hasta tal punto que dejamos de citar al autor de la tesis que tomamos como verdadera, esta es la prueba más eficaz de que la tesis se ha convertido en hecho. En este punto, después de hablar de la forma como se hace la literatura científica especializada, que es la misma forma en que se plantean los discursos de la ciencia o de la comunidad académica, sólo podría concluir que está hecha definitivamente para distanciar al lector del lugar y el tiempo de producción de un conocimiento.
estudio.
“Los dos discursos están incompletos” Para poder desarrollar la tesis, antes les comentaré varios elementos fundamentales para llegar a ella: como primera medida, la información que se transmite bajo cualquier narrativa requiere de conocimiento previo para poder entender el código en el que está construida. En el caso de la ciencia es más visible esta necesidad.
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Cada mensaje requiere de convenciones para ser entendido por los receptores. En palabras de Umberto Eco, “el destinatario se postula como operador (no necesariamente empírico) capaz, por decirlo así, de abrir el diccionario a cada palabra que Esta dificultad ¿Concuerdan las versiones de la ciencia y el encuentra y para adentrarse discurso experiencial sobre los efectos del glifode recurrir a en el discurso sato en la salud humana? una serie de c i e n t í f i c o, reglas sintácbásicamente proviene del número ticas preexistentes con el fin de rede elementos reunidos de manera conocer las funciones recíprocas de simultánea en un punto, conocimientos los testimonios en el contexto de la todos que no permiten un fácil acceso oración” (1997, p. 242). a la comprensión y endurecen la labor de validar o de comprobar si el trabajo Esto significa que el destinatario de las comunidades científicas es del mensaje habita en un mar veraz o no. De manera que esta tarea de conocimientos previos, cuya queda en manos de los protagonistas comprensión de determinada del mismo gremio e impiden que el problemática depende de la claridad de conocimiento que ellos producen la información, la experiencia previa, sea objeto de reevaluación por otros las competencias socioculturales campos académicos. Instauran desde y de algo que no consideré en el la textualidad una barrera para quien planteamiento de los dos discursos, y desee aprender sobre sus objetos de es que por complejas o comunes que
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sean las narrativas, éstas desean no dejar un rango interpretativo. Aunque esto en la práctica no se logra, siempre hay un espacio para la interpretación, y hay una construcción más allá de la información que se recibe. Entonces, si las dos narrativas necesitan a un interlocutor para dar su potencialidad significativa, ¿qué pasa cuando la competencia del destinatario no coincide necesariamente con la del emisor? (1997, p. 245). El receptor en algunos casos no está preparado con un ramillete de opciones circunstanciales, que pueden estar ligadas a la cultura, al conocimiento y al gremio en el que está inmerso para entender una acción dependiente del contexto en el caso de la narrativa de la oralidad. Y en la ciencia hay receptores que no están habituados a los términos producto de los hechos científicos, que se presentan en el discurso textual de la ciencia. Dos elementos que en cierta medida, no permiten que los discursos se complementen con la interpretación del receptor, en primera instancia. Las dos narrativas contienen elementos no dichos, no manifiestos en el discurso, ni en el plano de la expresión. En otras palabras, en los dos discursos hay información que el receptor debe completar para que el mensaje llegue a ser comprendido y alimentado por la percepción individual, pero es en este punto donde hay una ruptura en cuanto a las dos versiones de este tema común, porque el lector o el receptor sólo recibe parte de la información por parte de los emisores de este tema. Por ejemplo, el periodismo toca el tema de los efectos del glifosato en la salud humana desde un punto de análisis que obvia la perspectiva de la
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ciencia y la ciencia profundiza desde una visión que excluye el punto de vista social. Esto genera que las dos versiones sean recibidas por separado y por lo tanto no se pueda vislumbrar el panorama general del problema, que ni la ciencia con su discurso racional ha podido completar y la oralidad no ha podido trascender al mostrar sus efectos experienciales. Razón por la cual, en la cuestión de los efectos del glifosato en la salud humana, las dos versiones no han podido establecer un discurso que deje que el lector complemente su opinión con un universo que fusione las dos versiones, porque separadamente cada una de las interpretaciones van dirigidas hacia muchos elementos propios de su versión, sin que se encuentre mediación, condición que imposibilita entender esta realidad. Por otro lado, sugiero que sería muy importante para encontrar el reconocimiento deseado entre los dos discursos estudiados en este ensayo, que fueran propuestos desde su construcción con una serie de competencias capaces de dar significado a las expresiones que usa cada narrativa, para de esta forma hacerse asequibles a todo tipo de interesados. Puesto que el discurso de la ciencia se queda entre personas del mismo gremio y en la oralidad no todas las personas comprenden los términos y contextos utilizados en un discurso particular. Umberto Eco se refiere a que las personas que tienen un discurso lo hacen pensando en un lector modelo que sea capaz de completar la información. Sin embargo, argumenta la propuesta del ensayo cuando menciona que “prever el correspondiente lector modelo no
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significa sólo esperar que éste exista, sino también mover el texto para construirlo. Un texto (discurso) no sólo se apoya sobre una competencia: también contribuye a producirla” (1997, p. 249). En cuanto a los dos discursos, es posible que se les pueden dar infinitas interpretaciones, producto de las competencias socioculturales del receptor y del contexto en el que es planteado. Sin embargo, las dos narrativas deben dejar un espacio para que el discurso se complemente indefinidamente de forma propositiva, y creo que una forma de lograrlo es disponer de él de tal forma que a pesar de las múltiples interpretaciones que se den, éstas repercutan en las otras de manera positiva. Es así como se refuerza la versión dada, cuyas posibles deducciones se soporten mutuamente sin excluir ninguna, sino poniéndolas en diálogo para dar una interpretación con muchos matices. En este punto donde todo empieza a tomar relación, las narrativas no coinciden porque las versiones tanto de la ciencia como de la experiencia no están construidas para ser complementadas de forma sincronizada. El público para quien es dirigida cada narrativa, a pesar de tratar el mismo tema, discrepa; primer paso para la polémica. Además, las narrativas están arraigadas en contextos socioculturales precisos y son ellos los que finalmente no coinciden y por eso se expresan. A veces con sospecha los unos de los otros.
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