De máscaras sabemos en la máquina destructiva y opresora estuvo ya y está toda la opulencia su no siempre conocida corrupción y la dicha efímera autocomplaciente rebelándose Es una serpiente que nos lleva a cuesta sigilosamente y al pasar por pedernales bota a todo el que encuentre sin sentido sin dinero, sin nada indolente como suele ser por eso me gusta el dragón mitológico pero real, más amplio estabilizante realzando lo grande con lo pequeño combinando lo pequeño con lo grande