Hoy encontrĂŠ al miedo de los miedos anclado en tres gruesos pilares claros y patentes esos que por primera vez pude mirar de frente quienes eran su origen Uno estuvo en la altura hecho de carne y tejido restando sonido otro era de hierro y polvo perdiendo confianza y el tercero que los uniĂł finalmente liquido y violento alejando al otro aquĂ en esta ciudad de la cual muchos queremos irnos y no, seguimos CreĂ primero necesitar hachas