La taza de leche Fue una taza simple venía de una noble mano de una de campo Más allá de ese liquido tibio que casi dormida tomé había un deseo un apoyo había un reencuentro que no esperaba, venía del infierno donde estaba porque no había otro lugar volvía a sentir que alguien me deseaba y quería mi bienestar me llevó ese vaso y nunca más quise dejar de tomarlo a esa hora insólitamente temprana recién ordeñada casi obligándome posiblemente me veía mal y fue suficiente para que la energía volviera Hoy me obliga mi palabra Y es otro el vaso más tierno pero esquivo a veces es un poco francés lo busco, a veces me canso