He lanzado los últimos Cantos dolorosos A quien merecía oírlos No volverán a la memoria Irrumpieron En la mañana Hicieron saltar la rutina el compas de la respiración desconocia la voz siempre aguda se vuelvía guturante en un ronco y plano timbre que brotaba vergonzante Entrecortado ritmo Sin la calma y suavidad Del aire en la laringe dejando un paréntesis amargo y triste en el tiempo volátil Inesperado cuadro de ideas disímiles Verdades necesariamente Confiadas...