Historias

Nueva Zelanda

El éxito de la libertad

El caso exitoso de la economía de un país que pasó de sufrir décadas de estancamiento, a presumir de una de las economías de mercado más prósperas producto de reformas liberales que tuvieron lugar en los años 80. Durante la década de los 70’s y comienzos de los 80’s Nueva Zelanda atravesaba una profunda crisis. Contaba con un Estado burocrático insostenible e ineficiente y una economía sin incentivos para generar riqueza. Todos los ámbitos de la economía eran controlados exhaustivamente.

A esto se sumaba un nefasto manejo de la política monetaria. Sin embargo hoy se encuadra dentro de los países más desarrollados del mundo, cuenta con un alto nivel de vida y presume de un PIB Per Cápita estimado de 28.000 USD. Pero ¿qué tuvo que suceder para que esto fuera posible? En 1984 asumió el poder el partido laborista, la misión del nuevo gobierno era superar la crisis y cambiar el modelo de país. Para esto se inició un plan de reformas encabezado por Roger Douglas, ministro de finanzas, estas reformas se conocen hoy en día con el nombre de “Rogernomics”.

Se abogó por un mayor grado de libertad monetaria. Se empezaron a retirar los controles de precios. Una vez se asumieron estas medidas de estabilización del dólar kiwi, se adoptaron reformas estructurales: simplificación y reducción de los impuestos, firma de tratados de liberalización comercial, introducción de un mayor grado de flexibilidad laboral, reducción del gasto público… El objetivo del plan laborista era “declarar la guerra a la burocracia”, se sostenía a través de tres pilares: • Presupuesto base cero: Examen minucioso a cada departamento del gobierno, si lo que hacían era prescindible se ponía fin a aquella actividad. • Profesionalización de la gestión: A las agencias públicas se les profesionalizó la administración, la única forma de acceder y ascender era a través de la meritocracia.

• Simplificarlo todo: Como las regulaciones y las leyes eran muy numerosas y complicadas, el gobierno emprendió un plan para simplificar y eliminar todo aquello que no aportase nada al estado.

El desempeño económico de Nueva Zelanda fue mejorando en los años 80 y continuó una línea ascendente en las siguientes décadas. El PIB per cápita de Nueva Zelanda se disparó de 8.000 a 35.000 dólares entre 1980 y 2015

A diferencia de la década del setenta, Nueva Zelanda tiene hoy una economía de mercado moderna, próspera y desarrollada, con ciudades que están entre las de mejor calidad de vida de todo el mundo. Esto fue posible transitando de una economía protegida a una economía liberalizada, ampliamente abierta al libre comercio. En tal

sentido, Nueva Zelandia es otra historia de éxito de la libertad.

Por Uriel Navarro