La fiabilidad de los datos relativos a las circunstancias de los niños es crucial para el mejoramiento de sus vidas, e indispensable para la realización de los derechos de todos los niños y las niñas.
Los datos siguen respaldando la promoción y las iniciativas en nombre de los 2.200 millones de niños de todo el mundo, y proporcionan a los gobiernos información que les permite tomar decisiones y emprender acciones encaminadas a mejorar sus vidas.
Los datos, en sí mismos, no cambian el mundo. Pero sí posibilitan el cambio, pues ayudan a detectar las necesidades, impulsar las labores de promoción y evaluar los progresos. Lo más importante es que los responsables de tomar decisiones utilicen los datos para lograr cambios positivos, y que los niños y las comunidades tengan acceso a ellos para pedir cuentas a los garantes de sus derechos.